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ENRIQUE DAU FLORES DEDICADO A RESOLVER PROBLEMAS SOCIALES
Enrique Dau Flores tiene 87 años, cuenta que desde muy joven tuvo contacto con la construcción de viviendas y edificios gracias a que su padre era propietario de una pequeña fábrica de mosaicos de pasta, prácticamente único recubrimiento de pisos que se utilizó ampliamente casi todo el Siglo XX. “Yo solía ayudar a mi padre en la fábrica, al igual que mi hermano menor y ello nos permitió estar cerca de la actividad constructiva que llamó mi atención y que finalmente me llevó a estudiar ingeniería civil. Habiendo nacido en Magdalena, una pequeña localidad no muy lejana de Guadalajara, a finales de los años 30, mi familia se cambió a Guadalajara, impulsados por el deseo de que mis hermanos y yo tuviéramos acceso a una mejor educación. Ya en Guadalajara, terminé mi educación primaria, secundaria y preparatoria en el sistema oficial gratuito y en el año 1950 a los 17 años ingresé a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Guadalajara”.
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El Ing. Dau Flores se considera muy afortunado, ya que, tras su egreso de la Universidad, logró insertarse de manera inmediata en actividades relacionadas con la ingeniería civil, comenzando en el servicio público.
“En junio de 1955 cuando egresé, el también Ingeniero Civil Ing. Jorge Matute Remus cumplía su último semestre como Presidente Municipal de Guadalajara y tuve la fortuna de que el Director de mi Facultad el Ing. Hugo Vázquez Reyes me recomendara para colaborar con él en la elaboración de un análisis estadístico de su ejercicio como Presidente Municipal”.
Sus primeros años en el ejercicio de la ingeniería civil transcurrieron en el diseño, construcción y operación de una planta de concreto premezclado y de productos prefabricados de concreto; el trabajo al lado de su padre en la fábrica de mosaico le ayudó a entender los principios de la prefabricación y a desarrollar muchos productos, siempre con la dirección y el talento del Ing. Matute Remus.
“Mi trabajo en la planta de concreto premezclado me dio la oportunidad de ser invitado por uno de los socios de esa empresa, Don Jorge Dipp Murad a establecer y desarrollar una empresa de vivienda de carácter social que se llamó Constructora Popular, S.A. (COPOSA). Ello me hizo interesarme en la vivienda popular en la que tuve múltiples oportunidades de servir a mi país, pues concebí y dirigí programas que acumularon varias decenas de miles de viviendas construidas bajo mi dirección”.
Enrique Dau Flores dedicó siempre su ejercicio profesional a la resolución de problemas de interés nacional y de servicio social. Tuvo oportunidad de participar muy joven en temas de vivienda, de agua potable y de saneamiento, lo que le permitió desempeñar puestos de gran responsabilidad. El 80% de su actividad profesional, a lo largo de 65 años de ejercicio, lo dedicó a resolver temas de agua potable, saneamiento y vivienda de interés social, principalmente en el Ayuntamiento de Guadalajara, del que llegó a ser Presidente Municipal en 1992, en diversas Secretarías de Estado en el gobierno federal durante 12 años y en el gobierno de Jalisco como el primer Secretario de Desarrollo Urbano y Rural (SEDEUR), realizando en cada puesto un sinfín de proyectos que lo llenaron de satisfacción.
“Recuerdo muchos proyectos que dirigí y que me llenaron de satisfacción, pero el que sin duda fue muy intenso, complejo y retador, fue el Programa Emergente de Vivienda Fase II en el entonces Distrito Federal, que dirigí de 1985 a 1989, fue el último programa de apoyo a los damnificados por el sismo de Septiembre de 1985. En este programa logramos construir 385 pequeños edificios, con 14,000 departamentos que entregamos a quienes vivieron en vecindades dañadas por el sismo de 1985”.
Hoy, este destacado profesionista ha regresado al ejercicio privado de la profesión, contribuye con sus hijos a dirigir una importante empresa en el occidente de México, que produce elementos prefabricados de concreto, al desarrollo de algunos proyectos privados de vivienda de carácter social y al apoyo en la investigación de nuevos productos para la construcción, siendo tres de ellos los más avanzados, el primero es un SPC, Sustituto Parcial del Cemento, el segundo un Cemento de Albañilería, ambos contribuirán a reducir el costo de la construcción sin demerito de su calidad.
Por último, Dau Flores comenta que el ingeniero civil por las características de su profesión tiene el privilegio de trabajar en contacto con los sectores sociales pobres del país, de conocer sus problemas y de manera inevitable se involucra en la solución de ellos, por ello considera que pocas profesiones generan una satisfacción tan genuina y profunda, el dotar de agua potable a una pequeña población o a un barrio pobre urbano, construir una escuela o un centro deportivo, entregar una vivienda a quien siempre ha carecido de ella son motivos de orgullo para quienes ejercen la profesión.