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Acta de Independencia
LO QUE SIEMPRE QUISO SABER SOBRE EL ACTA DE INDEPENDENCIA
Y NO SE ATRAVÍA A PREGUNTAR
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Por: Dr. Ricardo Damián García Santillán
oco o nada se menciona del Acta de Independencia en los libros de textos escolares, no es común que alguien conozca la fecha en la que se elaboró o se firmó, tampoco el texto que en ella aparece y mucho menos quienes la firman.
En ocasiones vemos imágenes de ella en anuncios publicitarios del gobierno en turno pero cambiando la leyenda “Imperio Mexicano” por “República Mexicana” o con una caligrafía distinta a la original, solo en algunas ocasiones se representa con la firma del último Virrey de la Nueva España, Don Juan O`Donoju.
Tampoco es común encontrar los nombres de quienes la firmaron en plazas, calles o escuelas. Pues bien, ahora compartimos los detalles de la elaboración y firma de la misma y la travesía que ha pasado para estar en el Archivo General de la nación, su actual morada. A partir de aquí historia pura… LOS DETALLES DE SU ELABORACIÓN
Un día después de la entrada triunfal del Ejercito Trigarante a la capital del naciente Imperio, los representantes de la Soberana Junta Provisional Gubernativa encabezada por Agustín de Iturbide, se dieron cuenta que no había un acta que diera testimonio de la emancipación de la actual República Mexicana por lo que se convocó a 38 aristócratas de la época (de los cuales solo acudieron 34) a firmar el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, la sede el hasta hacia poco Palacio Virreinal. Se acordó colocar la fecha del 28 de septiembre pero el acto físico de su elaboración y la recolección de rubricas se dio entre los días 2 y 4 de octubre de 1821.
LA TRAVESÍA
Del Acta de Independencia se hicieron dos juegos uno se expuso en la Cámara de Diputados, pero
el incendio que en 1909 consumió el recinto también acabo con aquella copia.
La otra copia se encontraba expuesta en Palacio Nacional, pero en 1830 fue robada posiblemente por un trabajador del lugar y vendida a un español, Lucas Alamán canciller de México en España intentó recuperarla pero no tuvo éxito. Sin embargo para fortuna del pueblo mexicano esta fue recuperada por Maximiliano I de México durante su gobierno y guardada en su biblioteca, desafortunadamente tras su muerte fue sacada del país por su confesor el padre Agustín Fisher.
No se sabe cómo pero tiempo después el Acta apareció en la biblioteca del anticuario español Gabriel Sánchez, quien coloco el sello de su biblioteca en la parte posterior del documento.
Posteriormente Sánchez vendió el Acta al historiador mexicano Joaquín García Icazbalceta, quien la conservó y la heredó a su hijo Luis García Pimentel, quien a su vez la vendió en 10,000 pesos a Florencio Gavito Bustillo, quien tuvo la intención de entregar el Acta al Gobierno Mexicano, pero falleció de leucemia en 1958. Sin embargo Gavito dejó de manifiesto en su testamento el deseo que el Acta
fuera entregada al Presidente de la República.
La ceremonia de entrega del Documento se realizó el 21 de noviembre de 1961. Florencio Gavito Jáuregui entregó de propia mano el Acta de Independencia al presidente Adolfo López Mateos.
LA ACTUALIDAD DEL ACTA
Originalmente el Acta fue expuesta en el Castillo de Chapultepec, después fue retirada y enviada al Archivo General de la Nación. En 2008, comenzaron los trabajos de restauración del acta y fue nuevamente expuesta durante un mes en el Palacio de Lecumberri. En 2010 durante los festejos del Bicentenario del inicio de la lucha de Independencia fue puesta en exposición en Palacio Nacional.
Actualmente el Acta está protegida dentro de dos guardas elaboradas con materiales libres de ácido, en la bóveda de seguridad del Archivo General de la Nación, espacio que cuenta con monitoreo climático. Expertos de la UNAM trabajan en un sistema de preservación y exhibición de documentos históricos, entre ellos el Acta de Independencia, con lo que se busca sea expuesta permanentemente en los próximos años.
