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EDIFICIOS VIVOS
Por: Diana Carolina Gámez García Universidad de Monterrey
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Cuando hablamos de nuestro paso por el planeta se nos ha vendido la idea de que debemos dejar una huella en él. Y así lo hemos hecho. Al grado que esta huella está cambiando el flujo natural del entorno y modificando los climas mundiales, fenómenos naturales y ecosistemas, de tal forma que pone en una balanza muy sensible nuestra supervivencia (y la de otras especies) tal como la conocemos hasta el día de hoy.
e gustaría compartir con las nuevas generaciones la voluntad de dejar huellas suaves, huellas que, con el paso del tiempo, puedan camuflarse con el entorno y pasar desapercibidas. Es decir, que la naturaleza se apropie de nuestro andar por el planeta. Que nuestro sentir antropocéntrico, lejos de darnos el poder de crear y destruir, nos de la responsabilidad de preservar y proteger. Hablando de preservar, proteger y camuflarse, existen algunas obras que, precisamente, nos enseñan esa dualidad que como seres humanos es intrínseca a nuestra identidad. La balanza entre lo majestuoso y lo dócil, la grandeza puesta al servicio de nuestro hábitat, mientras nos mimetizamos con él como el ente vivo que es. En este sentido cito las palabras casi poéticas de Denis Hayes “las ciudades del mañana con-
Imagen 1. Estructura de madera del Bullitt center. Extraída de su página web.
sistirán en edificios vivos dentro de vecindarios vibrantes y resistentes, todos conectados por enlaces de transporte súper eficientes” (Hayes, 2013).
Un ejemplo de estas palabras utópicas, que aspiro a que alcancemos en un futuro no lejano, es el Bullitt center de Miller Hull ubicado en Seattle, Estados Unidos. Este se cataloga como un edificio sostenible y vivo. “Los edificios vivos de hoy, representan esfuerzos para aprender de la naturaleza cómo existir cómoda y productivamente en un entorno particular, haciendo la menor demanda posible de recursos” (Hayes, 2013).
Para poder ser catalogado como edificio vivo por el Living Building Challenge (versión 2.0), del International Living Building Institute se requiere una estructura autosuficiente en términos de energía y agua, además de cumplir con estándares rigurosos de materiales de acuerdo a la lista roja del LBC (ILFI, 2021) y por la calidad de su ambiente (bullitt center, 2013).
En este sentido, el edificio se encuentra situado en un espacio que apoya un estilo de vida amigable para peatones, ciclistas y tránsito. Cuenta con un techo verde y plantas autóctonas, grandes estructuras de madera y un pequeño parque que ayuda a embellecer el vecindario circundante, además de que su vida útil es de 250 años.
Imagen 2: Techo con matriz fotovoltaica del Bullitt center. Extraída de su página web.
Este edificio es fruto de la arquitectura verde, que se inició hace más de cuarenta años, la cual se basa en la idea de devolver a la naturaleza el terreno que le ha sido arrebatado por la construcción (floornature, 2020). Siendo este tipo de prácticas estudiadas en investigaciones durante los últimos años, donde se han encontrado evidentes ventajas de utilizar envolventes consideradas como verdes, ya sea techos, muros, escalonados, huertos urbanos, entre otros.
Imagen 3: Montaña ACROS del edificio homónimo, extraída de su página web.
Imagen 4: Montaña ACROS, extraída de floornature.
REFERENCIAS
Denis Hayes (sin año). Message from Denis Hayes. https://bullittcenter.org/ vision/message-from-denis-hayes/. Último acceso: 19 de octubre de 2022.
ILFI (2021). About the LBC red list. https:// living-future.org/lbc/red-list/. Último acceso: 19 de octubre de 2022.
Bullitt Center (2013). The greenest commercial building in the world. https:// bullittcenter.org/. Último acceso: 19 de octubre de 2022.
ACROS Fukuoka (2022). Step Garden. https://www.acros.or.jp/english/floor/ stepgarden.html. Último acceso: 19 de octubre de 2022.
Arquitectura y naturaleza: 25 años del centro ACROS de Emilio Ambasz en Fukuoka (2020). Floornature architecture and surfaces. https://www.floornature. es/arquitectura-y-naturaleza-25-anosdel-centro-acros-de-emilio-15688/. Último acceso: 19 de octubre de 2022.
Estos dos edificios, aunque con años de diferencia entre su creación y la tecnología utilizada, tienen un común denominador, el hecho de considerar los entornos en donde se encuentran y de intentar camuflarse y devolver al hábitat lo que de primera instancia le pertenece. Son edificios que no han sido diseñados como entes aislados, en algunos casos denominados autosuficientes, sino buscando la armonía de formar parte de algo más grande que nuestra existencia y que nuestro paso por el planeta.