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LAS CASAS DE REFUGIO REYES

¡Y las familias que las habitaron!

PAREDES QUE CUENTAN HISTORIAS…

Todas las casas cuentan una historia, entre sus muros se escriben cientos, quizás miles de eventos y se generan recuerdos. Con el tiempo, muchos lugares que habitamos con la familia se pierden y con ello llega la nostalgia.

Cuantos quisiéramos poder visitar aquella finca donde crecimos, acompañados de los abuelos, los padres, los tíos y los primos y simplemente ya no podemos. ¿Qué haríamos su pudiéramos volver a pisar sus patios, tocar sus muros y ver sus ventanales? La historia de Roberto Amador fue diferente. Tras un arduo proceso de gestión logró regresar a cuatro inmuebles que se relacionan con su familia, la familia Ybarra Pedrosa y que además tienen el común denominador de haber sido obra del arquitecto empírico Refugio Reyes, uno de los constructores que dio identidad al Aguascalientes de inicios del siglo XX.

En ese recorrido que el Ing. Amador realizó acompañado de varios familiares, pudo documentar el interior y el exterior del inmueble, generando una serie de imágenes que resaltan la arquitectura de cada lugar y que de una u otra manera narran una historia. Tras esa serie de visitas, el destacado profesionista aguascalentense ha decidido compartir su historia con Construye, para ello nos habremos de reunir y charlar al respecto. Esta es la crónica de aquel encuentro.

LA REUNIÓN SE REALIZA…

La reunión es a media tarde, en la casa del Ingeniero Roberto Amador, quien puntual a la cita nos recibe con amabilidad y una sonrisa. Se nota emocionado, quizás porque se hablará de un tema que evidentemente lo apasiona: las obras de Refugio Reyes Rivas y la relación que algunas de estas tienen con su familia, ya que sus abuelos y tíos las habitaron.

Ing. Roberto Amador

En el lugar, además del Ing. Amador, su familia y el equipo de Construye está también el Arq. José Guadalupe Villanueva, perito Coordinador de la sección de Monumentos Históricos en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, un especialista en la obra de Refugio Reyes, ya que ha publicado varios libros sobre el tema.

Arq. José Guadalupe Villanueva, perito Coordinador de la sección de Monumentos Históricos en el Instituto Nacional de Antropología e Historia

La charla comienza de manera amena, en la tarraza, ahí, sobre una mesa está una laptop con cientos de fotografías de cuatro construcciones realizadas por el “arquitecto empírico”, estas imágenes servirán de guía para la realización de la pieza informativa.

Al inicio, es el Arq. Villanueva quien toma la palabra y nos narra, con calma, como quien quiere disfrutar del tiempo, los antecedentes de Reyes Rivas.

Él nació y creció en Zacatecas, trabajó como albañil y poco a poco fue perfeccionando sus cualidades y capacidades en el oficio, hasta llegar a convertirse en maestro de obra. Ese nivel, en la construcción, no era poca cosa, ya que para ello se tenía que haber realizado un arduo recorrido y conocer bien las distintas actividades que se realizan durante la edificación de una obra.

Entre sus áreas de especialización destaca el corte y labrado de la piedra y el manejo del acero. En gran medida Refugio Reyes adquirió sus conocimientos al trabajar con los franciscanos en Guadalupe Zacatecas y tener acceso a su biblioteca, donde conoce diversos estilos arquitectónicos, sus características e incluso la forma en que se realizaron.

En su tierra, el Maestro construyó el Gran Mercado de Zacatecas y la torre del reloj del convento franciscano de Guadalupe. Tiempo después llegó a Aguascalientes invitado por Antonio Morfín Vargas, quien le encarga la realización del proyecto de construcción del templo de San Antonio, entre otras obras.

Este trabajo, en su momento, desató gran polémica por la forma en que se construyó, algunos en la época, aseguraban que el templo de San Antonio se vendría abajo muy pronto. Hoy, el recinto religioso tiene más de 110 años y se mantiene en pie.

Tras el éxito de esta obra, cuenta Jorge G. Villanueva, mientras el resto escuchamos atentos, los encargos para Refugio Reyes no pararon y él decidió radicar de tiempo completo en Aguascalientes.

Y así, comenzaría la época más prolífica de este gran constructor quien logró más de 200 obras en Zacatecas, Jalisco y principalmente Aguascalientes entre 1895 y 1943, esto en gran medida, gracias a sus relaciones con el clero y la élite porfiriana regional, generando obras de diversos tipos en áreas urbanas y rurales, las cuales respondían a sus gustos y aspiraciones y se empataban con tendencias y estéticas internacionales como el neoclásico y Art Nouveau, pero utilizando materiales y sistemas constructivos tradicionales con el uso de las “nuevas tecnologías” de la época.

Entre sus obras se pueden encontrar construcciones habitacionales, gubernamentales, funerarias, comerciales y religiosas, todas ellas magníficas y dignas de admirar, desde las más sencillas hasta las más elaboradas.

EL DETALLE DE LAS CASAS…

Ha pasado casi una hora desde que la reunión en casa del Ing. Amador comenzó. Luego de conocer los antecedentes de la carrera de Refugio Reyes entramos a detalle en las construcciones que se relacionan con la familia que funge como anfitriona en la charla.

Este es un edificio único por su influencia del Art Nouveau, fue construido de 1904 a 1917”.

La primera casa sobre la que se habla es la que fuera habitada por los abuelos del Ing. Roberto Amador, el Sr. Regino Amador y su esposa María Ibarra. Se trata de la finca que albergó el Hotel Regis, ubicada en la Calle Juan de Montoro 226. Es de estilo arquitectónico Art Nouveau y Refugio Reyes participó en la realización del proyecto y en su construcción.

Originalmente su uso fue habitacional, después fue un hotel y hoy es sede del INAH en Aguascalientes.

Este es un edificio único por su influencia del Art Nouveau, fue construido de 1904 a 1917. En él destaca el pequeño balcón central con cuatro pilastras con capitel corintio. Cuenta con un vitral emplomado en la ventana del extremo derecho.

El edificio es simétrico con la excepción del agregado en la parte oriente donde se encuentra el vitral. En su interior tiene un zaguán y patio central rodeado de muros y columnas de hierro que soportan una serie de arcos pinjantes. Las molduras y cornisas interiores tienen también líneas onduladas y elementos vegetales.

La segunda casa fue propiedad de su tío, Juan Ibarra Pedroza, esta se encuentra ubicada en la calle Juan de Montoro 213, (antes número 11 de la 2da del Centenario), ahí el trabajo de Refugio Reyes fue la construcción. Su uso original fue una casa habitación y hoy es sede del Departamento de Artes Cinematográficas de la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes. Esta casa, rompe con los patrones comunes de la época, al tener en su costado derecho, solo una ventana y en el costado izquierdo dos tomando como referencia la puerta, que comúnmente estaba centrada. Además, el desagüe se da por la parte de abajo del inmueble y no en lo alto, como solía construirse.

El interior de esta finca es de admirarse, con detalle en tres lóbulos y áreas que en su momento pudieron ser utilizadas como recámaras, cocina sucia y cocina limpia.

El tercer inmueble del que se habla durante la charla es el que se ubica en la Calle Allende 224, Ahí Refugio Reyes realizó trabajos de remodelación y reconstrucción del interior de la casa que en algún momento habitara la familia Ibarra.

La finca fue también casa de las religiosas de la compañía de María y parte del Colegio Guadalupe Victoria, hoy es el Centro de Idiomas del Instituto Cultural de Aguascalientes.

Durante mucho tiempo, este inmueble y el que hoy alberga la Casa de la Cultura fueron un convento, pero durante el Carrancismo, el primer edificio fue expropiado y las religiosas solo pudieron conservar el segundo. Esta finca, al ser una vieja casona, tuvo la intervención de Refugio Reyes solo en obras de adaptación, principalmente en la remodelación y reconstrucción del patio, al cual dotó de columnas cuadradas en cantera amarilla y una sucesión de arcos rebajador con pintajes en las esquinas.

El edificio que hoy alberga el Museo Regional de Historia es también significativo para la familia del Ing. Amador, ya que, si bien no fue habitado por ella, albergó en algún momento la sede del Colegio Cristóbal Colón perteneciente a la orden de las Madres Adoratrices Perpetuas Guadalupanas en el que estuvo una de sus tías que era religiosa, María del Refugio Ibarra Pedroza quien al tomar sus votos cambió su nombre a Ma. Concepción de Jesús Sacramentado.

Este edificio fue de tipo doméstico, con estilo arquitectónico Art Nouveau predominantemente, se encuentra ubicado en la calle Venustiano Carranza 118. Ahí, Refugio Reyes participó con el proyecto y la construcción de la finca.

Esta es una de las mejores obras del prolífico constructor en el uso doméstico. En su fachada muestra un trabajo propio del autor destaca la combinación de cantera amarilla y rosada y características arquitectónicas que recuerdan al Banco de Zacatecas.

Su interior es también de estilo andaluz, en él, llama la atención su capilla, prueba de que la casa fue diseñada para ser residencia de una familia de prominencia. La fuente entre los dos patios es también un detalle que destaca.

LA REUNIÓN LLEGA A SU FIN…

La noche comienza a llegar, las horas han pasado y la charla continua. Luego de detallar las construcciones, se hace referencia al equipo que seguramente acompañó a Refugio Reyes durante su etapa como Maestro de Obra. Si bien, no hay datos que arrojen nombres, se puede intuir que todos eran extraordinarios en la labor que realizaban. La oscuridad se ha postrado en la terraza. Es momento de concluir con la charla. El Ing. Amador despide a sus invitados y reitera estar a la orden por si hay alguna duda o algún dato que pudiera haberse escapado. Le agradecemos por las atenciones y nos retiramos. En el fondo sé que hay una gran historia para contar y espero poder hacerlo.

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