Achim Steiner Director Ejecutivo del PNUMA Ligia Noronha Directora de la División de Tecnología, Industria y Economía (DTIE) Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente United Nations Avenue, Gigiri Casilla postal 30552, 00100 Nairobi, Kenia Estimados Sr. Steiner y Dra. Noronha: Tras la falla catastrófica de la represa de relaves en la mina Mount Polley en British Columbia, Canadá, y otros desastres en represas de relaves en minas de México que ocurrieron posteriormente, les escribimos para solicitar que consideren las consecuencias del diseño y la seguridad operativa de las represas de relaves en las minas de roca dura de todo el mundo. Según los hallazgos y las recomendaciones del panel de revisión técnica de la falla de las represas de relaves de la mina Mount Polley, instamos al PNUMA a exigir a los estados y a las represas mineras que se ocupen inmediatamente de las amenazas que plantean las represas de relaves en las minas existentes y futuras de todo el mundo. En el mes de enero, un grupo de expertos independientes reveló los hallazgos de una investigación realizada sobre la represa de relaves de la mina Mount Polley, un embalse moderno que se rompió en agosto de 2014 y, como consecuencia, vertió 25 millones de metros cúbicos de residuos en la vertiente del Río Fraser en British Columbia. La conclusión del estudio fue que la represa falló debido a un mal diseño que no tuvo en cuenta la inestabilidad de los depósitos glaciares, donde se construyó. La falla se complicó por prácticas operativas que incluyen el almacenamiento de agua en exceso en las instalaciones y una inclinación excesiva de las pendientes de la represa. La catástrofe de Mount Polley es la última de una serie de fallas de represas mineras en el mundo que viene sucediendo con demasiada frecuencia. De hecho, se produjeron dos derrames de desechos mineros en México apenas una semana después del desastre de Mount Polley, lo que contaminó ríos cercanos con millones de litros de fango ácido, que resultó en restricciones al uso del agua e informes de muertes de peces y ganado. Su agencia, de hecho, colaboró con la Comisión Internacional de Grandes Represas (ICOLD, por sus siglas en inglés) en un boletín que ponía de manifiesto estos incidentes, titulado "Tailings Dams: Risks of Dangerous Occurrences” (Represas de relaves: riesgos de sucesos peligrosos). El boletín trató en detalle los incidentes de fallas en represas del mundo, desde Zimbabue a Rumania y Filipinas, y atribuyó muchos de estos desastres a fallas en el diseño y en el mantenimiento.