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Senado de la República • 11 al 13 de noviembre de 2015 ¿Qué información es necesario generar para conocer su funcionamiento? ¿Cuáles son las técnicas y metodologías que se deben aplicar a fin de mejorar las políticas ambiental, hídrica y de planeación territorial? ¿Cómo vamos a lograrlo?
Antecedentes Durante la segunda mitad del 2012, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) propuso a los institutos Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y de Geografía de la UNAM realizar una reunión entre especialistas y estudiosos mexicanos en agua subterránea. En particular la Sección de Hidrología Isotópica invitó a organizar un coloquio en el 2013 con los objetivos siguientes: i) definir el avance logrado en la obtención de información sobre aspectos inherentes al funcionamiento del agua subterránea, ii) qué información sería deseable conocer para lograr tal entendimiento, y iii) establecer las medidas necesarias para superar los vacíos encontrados. A partir del éxito del Primer Coloquio Nacional de Agua Subterránea en México realizado en noviembre del 2013, espacio en el que se logró consensuar y describir la situación del conocimiento que se tiene en México sobre el agua subterránea, allí se encontró necesario subsanar la falta de información en tiempo y espacio, así como la metodología usada donde es menester incorporar el funcionamiento del agua subterránea para definir: i) la denominada disponibilidad del agua subterránea, ii) el procedimiento para determinar el impacto ambiental, y iii) la vulnerabilidad a la contaminación con base en índices. Se hizo evidente la necesaria actualización del conocimiento, y contar con datos fehacientes a manejar para lograr mejorar la política hídrica del país. Sin embargo, falta responder cómo se logrará desarrollar y aplicar el conocimiento requerido para construir la capacidad científica, académica, jurídica y administrativa para ejecutar la política hídrica necesaria para el desarrollo sustentable y sostenido del país.
Introducción El agua subterránea es la principal fuente de abastecimiento de agua en México (un 70% de ésta abastece a la agricultura, industria y ciudades); asimismo, es la componente hídrica mayoritaria (+95%) en el ambiente. El agua subterránea es parte indivisible de todos los componentes del ambiente por lo que la forma de extracción, uso y manejo actual ha causado una serie de efectos negativos (hundimiento del suelo, desaparición de vegetación y manantiales, salinización del suelo, cambio de la calidad del agua extraída, etc.) desde la última mitad del siglo pasado. Estos efectos se reportan en número creciente en zonas geográficas independientemente del referente geológico y climático donde se encuentren o de la profundidad de los pozos de extracción. Al presente, ha sido significativo que al abordar los objetivos (iniciales) del Primer Coloquio se produjeron resultados que enmarcaron otros objetivos que se consideraron subsecuentes, lo que presentó un reto en su planteamiento para aquellos involucrados en el manejo del agua subterránea que no necesariamente son hidrogeólogos.
El agua subterránea no es un problema, es la solución a conflictos ambientales generados. Los métodos más convenientes para entender el funcionamiento del agua y desarrollar su gestión sustentable han estado asequibles y accesibles a nivel mundial desde hace más de 30 años. El desconocerlos y no implementarlos en México, intensifican y crean respuestas indeseables en torno al agua, los cuales se agravan con el desarrollo de proyectos de infraestructura cuya respuesta ambiental (incluyendo la de ecosistemas), se desconoce a priori, manifestándose en impactos ambientales en casos irreversibles (subsidencia, desaparición de ríos y humedales, cambio de calidad del agua). Los resultados del Primer Coloquio, reconocen áreas de conocimiento, educación y aplicación sobre hidrogeología ambiental que se deben fortalecer y crear en México.