Bienvenidos y bienvenidas a este nuevo proyecto yaoista, mi nombre es Zakumi y ustedes ya me conocen; Dedico parte de mi tiempo en escribir fanfics que tratan sobre Cazador X (de nuestro amado Togashi). Hoy les invito a participar de esta iniciativa, recibo a diario, peticiones de actualizacion de fanfics y no saben cuanto lamento no poder cumplirles, pero debido a los incansables odiosos de siempre, me he visto frenada. Ahora, analizando las posibles soluciones, se me ocurrio ofrecerles una revista, o más bien un fanzin (?). Esta es la primera edición y estoy algo nerviosa, con el tiempo mejoraremos. ¡Que la gente opine como quiera! Les agradezco por tomarse el tiempo de ver esto y por todo su cariño. ¡Y que viva el yaoi! Dissclaimmer: Hunter x Hunter pertenece, integramente, a su autor Yoshihiro Togashi. Las imagenes ocupadas en esta publicación son propiedad de sus respectivos autores. Estas historias no tienen nada que ver con la historia original, es de YAOIesta realizado sin fines de lucro. Se prohibe su venta. Se recomienda compartir con lectores de yaoi que ya conoscan a la autora (xD)
Fanfics (por Zakumi) Titulo: Ironia
Beso sus labios mientras sentía su último respiro, su venganza había sido consumada pero no se sentía feliz ni realizado, kuroro yacía en sus brazos. Muerto. Con sus ojos negros abiertos y fijos Clavados en el Dando la impresión de que aun lo miraba pero solo estaban así por las ultimas lagrimas del pelinegro que surcaban con gran lentitud sus mejillas.
Lentitud impasible y dolorosa Tarde o temprano iba a suceder, no había necesidad de preguntar...los detalles no importaban. Lo había asesinado y ¿realmente era lo que quería hacer? ¿Acaso eso traería la paz a sus antepasados? ¿Le daría paz a él mismo? La repuesta no quería vislumbrar. La repuesta era obvia. La respuesta era inútil en este momento. Si kuroro no estuviese muerto, ¿el ocuparía su lugar? Deslizo su mano, aquella blanca mano con la que había arrebatado la vida como un cruel verdugo, por la piel pétrea. Fría. Blanca. Aun suave pero sin vida de su rostro inerte. De su boca entreabierta rodó una gota de sangre escarlata como acto reflejo de su muerte. La observo seguir su camino y mezclarse con las últimas lágrimas del cadáver. Aquella gota se perdió al caer. Aquellos ojos negros como la noche que parecían contemplarlo lo hacían sentirse desgraciado Aquella imagen que había visualizado hace tanto. Ahora era real. Real y tangible Y ahora no sabía que decir ni que hacer Y es que no tenía ni el menor dejo de felicidad. Aquella muerte no le daba paz.. Lo abrazo a su pecho como si el solo deseo de que estuviese con vida fuera suficiente Lo cual era una maldita ironía y lo volvía un hipócrita y aun mas sabiendo que era imposible Sintió deseos de llorar Llorar por su más grande enemigo. Volvió a deslizar su mano por el rostro ajeno pero esta vez con la misión de cerrarle los ojos. No podía seguir mirándolos.
No podía. Tan negros, tan opacos...tan muertos. Aquella mirada que despreciaba, que ahora jamás volvería a ver. Kuroro, inerte en sus brazos aun, con los ojos cerrados, parecía dormido acaricio su mejilla nuevamente Sentía que había traicionado sus principios. Por una sed de venganza insana. Se había convertido en aquello que aborreció por años: Un asesino. Poco a poco comenzó a aumentar el sonido de la lluvia que caía afuera...Un creciente repiquetear. Alzo la vista al cielo raso de la oscura habitación - perdónameSusurro lleno de amargura ¿A sus dioses? ¿A su tribu ¿A Kuroro? ¿A leorio? La respuesta se fundió con el ensordecedor sonido del agua de lluvia para ser ignorada, perderse o simplemente olvidarse. Dejo el cuerpo frió en el suelo. Ya no había nada que decir ni que hacer. Se aproximo hasta la puerta. Confundido y en silencio Completo silencio, entremezclado con un ambiente de luto y sobriedad. Sale del lugar pensando en que ya no es ÉL. Es mas... ya no se siente él mismo. Echándose a correr por la calle intransitada a esas horas de la madrugada. Tenia frió y la lluvia se mezclaba con sus lágrimas. Se sentía mal, enfermo. Corría pretendiendo huir de lo acontecido....o intentándolo. Lo había matado... Lo había matado como un cobarde... Lo había matado con un beso... Pero ya no tenia retorno de ese camino sin fin.
Caminaba rápido y es que no podía correr sus piernas temblaban. Caminaba a través de la luz mortecina de los faroles. No lo sabe. Ya no sabe nada. Incontables veces pidió perdón, pero sus dioses solo se reían. Lamentando haber roto aquella promesa a Leorio. Y su camino continúa. Conduciéndolo hacia la soledad. Es todo lo que tiene. Curapict de un momento a otro siente que su vida no tiene sentido
Titulo: Casualidad
Se que no soy perfecto Hay tantas cosas que no quise hacer Pero sigo aprendiendo Hoy solo se que yo te hice sufrir Quiero que sepas antes de partir No sabia como pero ahora ambos estaban sentados en la plaza de la ciudad....habĂan comprado una bufanda a medias...
Que hoy por fin encontré Una razón para mí Para cambiar lo que fui Una razón para seguir La razón eres tú
En realidad lo que había ocurrido: Kuroro caminaba aburrido con las manos en las carteras de su abrigo, sin duda odiaba la navidad, y sobretodo los estupidos villancicos y esa estupidez de regalar obsequios, y bueno, toda esa maraña de consumismo y falsos sentimientos entremezclados con la idea de la redención y bla bla bla. No sabía como había podido acceder a celebrar esto. Bueno. Si sabia como. ¿Pero que podía hacer?, Shizuku y Sharlank habían insistido tanto, con esa inocencia casi infantil que poseían habían conseguido que todo el Genei Ryodan se uniera a jugar al amigo secreto, solo faltaba el, y finalmente termino asintiendo, pero aquello no era lo grave. Lo grave y verdaderamente inquietante era que le había tocado Hisoka. Y...¿que podía regalarle a Hisoka? Había entrado a una infinidad de tiendas pasando desapercibido debido a la gran cantidad de personas que se aglomeraban en dichos lugares. Por las calles tampoco era muy distinto. Definitivamente fue mala idea dejar para último momento la búsqueda del regalo. Ya era cerca de las siete de la tarde. Se sentía totalmente idiota compitiendo por entrar a la última tienda que quedaba abierta, pero ya lo tenía decidido. Compraría cualquier cosa y listo. Era impresionante ver a todas esas personas discutiendo y tratando de conseguir largas listas de cosas. Hasta donde el sabia la navidad era época de amor, paz y unión familiar. Si, sonaba extraño proveniente de un asesino pero como decía una persona inteligente hace años: “quien ha vivido en el infierno sabe apreciar bien el paraíso” A decir verdad, aquella frase solo vino a su mente. No estaba seguro de nada, solo quería comprar el maldito obsequio y poder volver a su paz. Miro a lo lejos unas bufandas. Eso mismo le regalaría. -¿una bufanda? – se pregunto
Por su lado paso un tipo con una caja seguido por tres tipos mas, diciendo que era de ellos. - ...- Si, eso regalaría. Odiaba la navidad, y no tenia tiempo para seguir gastándolo ahí, rodeado de idiotas consumistas. Atravesó el pasillo. Haciéndole el quite a todas las personas que discutían y empleados explicando que se habían agotado algunas cosas. Hasta las famosas bufandas, para su desgracia solo quedaba una, y apenas la tomo, otra mano la cogio del otro extremo. Alzo la vista dispuesto a decirle un par de cosas al personaje, pero solo se encontró con unos ojos azules sorprendidos. Curapict miro al idiota que se atrevía a despojarlo del regalo de Leorio, y es que como su novio tenia que darle un obsequio en navidad. Pero mirándolo detenidamente, aquel hombre pelinegro con gorro y abrigo largo se parecía mucho a...¿kuroro? - yo....eh....yo lo vi primero-fue lo único que dijo negándose a entregar la bufanda El líder se asombro por ello, al parecer era una especie de tregua por navidad, porque sabía muy bien que el otro lo había reconocido. - lo siento...pero yo la vi antes...- musito sin soltarla, y es que si lo hacia, tendría que buscar otro regalo y ¡no! no volvería a buscar nada. Esa bufanda era suya y punto. Perdón por lastimarte Es algo que jamás podré olvidar El dolor que sentiste Solo quisiera poderlo borrar Para poder decirte toda la verdad Y ahora estaban sentados mirando el crepúsculo que hizo a los faroles de la plaza resplandecer -¿Qué haremos ahora?- Pregunto mirando la bolsa de la tienda en donde estaba la bufanda que habían tenido que comprar entre los dos. - no lo se....supongo que me la arrebataras...así como destruiste mi vida....-contesto con la voz quebrada, el rubio, mirando el piso obligando a kuroro a observarlo también. Aquella frase le dio pena, pero ninguno sabia la verdadera razón por la cual había formado parte de aquella masacre, y tampoco iba a revelarla. Pero si de algo estaba seguro era que no había sido por razones egoístas como todos creían.
- lo siento....- dijo poniéndose de pie. No sabía exactamente porque había sido eso. Después de todo había tantas cosas en las que podía pedir perdón. Se que no soy perfecto Hoy solo se que yo te hice sufrir Quiero que sepas antes de partir Quien sabe porque pero al rubio le dio una pequeña punzada al escucharlo, y solo cogio la bolsa de la tienda, saco la bufanda. - espera....-se la arreglo al pelinegro en su cuello tratando de ocultar un leve sonrojo por aquella acción....- te la regalo....por ser navidad- y le sonrió. Que hoy por fin encontré Una razón para mí Para cambiar lo que fui Una razón para seguir La razón eres tú
En otra calle un pelinaranja avanzaba aburrido con una bolsa, literalmente había asesinado a alguien por ese regalo para su “amigo secreto” - maldita suerte...-dijo a regañadientes. Y es que como le podía haber tocado Phinx...es que sencillamente había sido complicado el buscar algo. Cruzo el puente agobiado y pensando seriamente en regalarle algo más original: Una muerte lenta y dolorosa. Si, ese era un buen regalo proviniendo de el. Después de todo el es un asesino ¿o no? Se
debatía entre muchas ideas excitantes, casi todas mezcladas con asesinar a alguien, y por que no, asesinar la navidad. Si es que se pudiera, claro. Hasta que choco con alguien, iba a reclamar cuando se dio cuenta de que era su preciado objeto baka - ¿Hisoka?-pregunto Gon mirando al hombre alto, de ojos celestes y pelo liso, frente a el. El pelinaranja asintió. Talvez... la Navidad no era tan estúpida como el creía, aunque había regalos que llegaban de casualidad. La razón Para mostrar mis sentimientos de verdad Una razón para empezar... La razón eres tú
Titulo: ¿Mascota? - ¿Qué opina danshou?- pregunto la pelimorada. Esperando que el pelinegro no accediera a la petición de Nobunaga. Por su parte Kuroro observo a los chicos. Primero vio al peliblanco, lo reconoció enseguida: era Killua Zaoldyeck. Se asombro por las circunstancias, en las que lo veía, porque para el los Zaoldyeck eran interesantes. Siguió mirando. El otro muchachito tenía una apariencia frágil. Miro sus ojos, eran tan redondos y de color canela, eran muy bonitos, pero lo que en realidad le gustaba era que su mirada reflejaba fuerza y convicción. Como un animalito del bosque, que aun siendo atrapado, seguía con la mirada altiva y pensando en huir. Esa mirada que tenía como único fin: darse a respetar. Sonrió de costado, pensando en que era interesante, y tal vez podría enseñarle quien era el amo. Killua miro con total desconfianza al supuesto jefe de la araña. Esa sonrisa no le gustaba para nada y menos si estaba mirando a Gon de esa forma. Todos los del Genei Ryodan miraron a su líder algo extrañados, de hace tiempo que no sonreía así. - son unos niños- dijo sin despegar la mirada del pequeño pelinegro – aunque...deseo hablar con este- dijo tomándolo del mentón. - no lo toques- dijo Killua con una mirada asesina, antes de recibir una patada de Machi con la orden de callarse. Sin mas el líder entro a sus aposentos (por esta noche por lo menos) llevándose al muchacho de la muñeca. Hisoka observo la escena de reojo, mas le valía a Kuroro no hacerle nada a SU presa. -te dije que le agradarían- Nobunaga sonrió con superioridad a machi. Machi solo rodó los ojos...
El líder se sentó en la cama -acércate...no intentes nada estupido- le dijo y le advirtió también. Gon se acerco a aquel hombre de 26 años lentamente y lleno de desconfianza. - ¿como te llamas?-no te importa...- respondió el pequeño ganándose una bofetada...aun así seguía con esa expresión seria y altiva. -responde-no te importa- otro golpe mas...pero la mirada no cambiaba a pesar del dolor. -que testarudo...-dijo el líder para luego acorralarlo en la pared de forma brusca- ¿acaso no tienes miedo?- dijo en un susurro. Para luego pegarle en el estomago con la rodilla, tan fuerte que el golpe se escucho al otro lado donde estaban reunidos los miembros de la araña. -no te temo- respondió Gon a pesar de que sentía sabor a sangre en su boca -pues...deberías-
Todos escuchaban los golpes en le pared pero era obvio que el golpeado era Gon así que ninguno se preocupaba demasiado. Bueno, a excepción de dos personas que trataban en vano de contener un aura asesina: killua, e... ¿Hisoka? El asesino afrancesando se mordía el labio inferior con rabia ¡GON ERA SUYO! Otro grito y más golpes a la pared. -vaya...al parecer el líder esta matando a tu chico...- le dijo Machi burlonamente a samurai. Ahora Nobunaga fue quien rodó los ojos.
En la habitación lúgubre, Gon seguía con su actitud valiente. - vamos...solo responde...no desobedezcas- dijo alzándolo por el cuello para luego arrojarlo a la pared contraria. Gon se arrastro por el piso...y trato de recuperar el aire...solo consiguió toser y escupir sangre. - eres interesante...y terco...-dijo el líder tomándolo de la ropa, algunas gotas de sangre cayeron en su mano, mientras lo arrastraba a la cama- ¿porque no me dices tu nombre?-lo jalo del cabellopórtate bien conmigo...te podría hacer mucho mas daño...o a tu amigo... El líder Se puso de pie y salio por la puerta, quedando expuesto a la mirada de todos que vieron su mano con sangre. Hisoka hervía de rabia, tenía ganas de matarlo. La cabeza de la araña se acerco a Killua. -¿Cómo se llama tu amigo?-pregunto. El albino analizo la situación. Por ahora lo mejor era no buscar pelea -Gon-ya veo...-dijo Kuroro para luego lamer un poco de la sangre de su mano, y volver a entrar en la habitación. Machi miro a Hisoka que trataba en vano de esconder su aura asesina y seguía mordiéndose el labio. Gon por su parte estaba asustado, no podía defenderse y temía por su amigo, no quería que le pasara nada malo a Killua. Kuroro se le acerco lentamente. - ya me temes...Gon – dijo intimidante para demostrarle que su necedad fue una estupidez. -no te tengo miedo a ti – dijo con una mirada fría – mátame si quieres... El líder sonrió lascivamente y jalándolo del pelo lo obligo a mirarlo -eres como un animal salvaje...exótico-susurro- y tal vez único ¿porque desperdiciarte de esa forma?Gon no sabia como defenderse, todo su cuerpecito le dolía y aun escupía sangre. Kuroro junto su boca a la del pequeño deslizando su lengua en ella para probar su sangre, el pequeño solo intentaba
resistirse pero una mordida lo hizo abrir la boca permitiéndole al de ojos negros entrar en ella, y saborearla. Se separaron. Gon tenía los ojos entreabiertos, se sentía extraño; y es que ese había sido su primer beso, y a pesar de toda la situación, le había gustado. El hombre sonrió y comenzó a besarle el cuello, como una defensa, gon mordió fuertemente la oreja del tipo obligándolo a separarse. - parece que tendré que domarte.-volvió a golpearlo haciéndolo gritar muy fuerte, y escupir sangre. El menor cambio su expresión, se veía igual a un animalito del bosque cuando se resigna a estar atrapado y sin forma de escapar. Lo que complació de inmediato al de ojos negros- ahora serás un buen niño...y quien sabe...tal vez esto te guste...-dijo deslizando su mano por la pierna del menor mientras lo besaba. Se separo un poco para poder desnudarlo. Gon temblaba mientras sentía como su pantalón bajaba. ¿es tu primera vez?- pregunto mientras comenzaba a lamerle la oreja. Gon asintió– mmm...excelente...eres mas valioso de lo que pensé...- continuo lamiendo y besando al menor mientras terminaba de quitarle toda la ropa. Comenzó a lamerle los pezones con cuidado. Y luego los presionaba, viendo como el pequeño se sonrojaba, continuo lamiendo mientras Gon jadeaba. Por suerte esos sonidos no se escuchaban.- shhh...no seas tan escandaloso- dijo con burla mientras se separaba y le doblaba las piernas elevándolas para ver la entrada del pequeño. Gon estaba asustado, adolorido y cansado. Cerró los ojos mientras sentía como una lengua recorría su abertura, comenzó a jadear de nuevo, mordiéndose el labio para no gemir, no quería demostrar que eso le estaba gustando. –
-¡NO POR FAVOR!-se escucho el grito desgarrador de Gon afuera.Todos empezaron a murmurar, nadie entendía nada. -lo va a matar...-sentencio Machi mirando de reojo a Hisoka que se había mordido tan fuerte el labio por la rabia que una gota de sangre caía por su mentón. El líder se deslizo con calma mientras sacaba su miembro del pantalón. Gon lloraba de impotencia. Se sentía como un esclavo o algo así. Sintió algo dentro de su entrada y solo pudo quejarse. -tranquilo...-le ordeno kuroro mientras jugaba con su dedo en la pequeña entrada-no creerías que íbamos a jugar tan poco tiempo...-otro dedo mas. Gon no sabia que le pasaba a su cuerpo pues parecía gustarle. Se sonrojo. Kuroro volvió a sonreír mientras introducía el tercer dedo y veía como el pequeño soltaba gemiditos. -mmm...que dilatado estas...parece que te gustan mis cariciasGon se avergonzó por el comentario realmente su cuerpo lo traicionaba.
Kuroro saco sus dedos con cuidado y dándolo vuelta le alzo las caderas, mientras colocaba su miembro en la dilatada abertura del pequeño, para comenzar a empujarlo en su interior. El pobre niño dejo caer su cabeza sobre la almohada. El otro le sujetaba con fuerza las caderas y lo penetraba. Y es que su entrada era tan estrecha y húmeda. Lastima que por la edad del pequeño no pudiera entrar por completo, aunque la pequeña y exquisita porción que alcanzaba a probar era deliciosa. - shhh...no quiero que grites-le dijo tratando de contener su propia excitación. Gon mordió la almohada mientras sentía el placer recorriendo todo su cuerpo. kuroro acaricio la espalda del pequeño para calmarlo un poco.
Afuera ya no se escuchaba nada, ni golpes, ni gritos. Todos podían ver el aura asesina de killua. -ya lo mató...- Machi miro de reojo a Hisoka que tenia una mirada demente y se mordía el labio otra vez, a pesar de que ya se lo había roto. Por suerte nadie lo miraba pues estaban más concentrados en vigilar al albino. Los orgasmos se detuvieron entra las penumbras. Kuroro saco su miembro con cuidado, ya todo había acabado. Arreglo su ropa y su cabello. Abrió la cama y recosto a Gon que aun jadeaba y lucia cansado. Se relamió los labios por su nueva adquisición, para luego salir con calma y totalmente normalizado. -¿y?- pregunto nobunaga ante la mirada expectante del resto. - me parece una buena mascota- respondio el líder con frialdad. Todos lo miraron fijamente. Shizuku no entendió mucho pero Machi le hizo una seña, lo mejor era no averiguar a que se refería.
PRÓXIMO NÚMERO: Especial Irumi Zaoldyck Curiosidad Tu Luz Inalcanzable