Fernando Cárcamo

Mi primera vocación artística fue la de actor cómico. Mi introversión y mala memoria para los guiones me apartaron de esa profesión. Dibujé durante años con relativo éxito hasta que terminé licenciándome en Bellas Artes, en la especialidad de artes de la imagen. También durante las primeras décadas de mi vida demostré ser un lector muy voraz. Escribí sin orden ni concierto y traté de estudiar Filosofía en la universidad. En la escuela de música estaba lejos de ser un buen intérprete, ni siquiera era un apasionado oyente de cualquier género, pero mostraba curiosidad por la composición. Entre la interpretación, el dibujo, la escritura o la música, ando últimamente volcado, pues, en la faceta para la que menos talento he demostrado.