August 2, 2021
Sacarse Sangr El riesgo a conocer la verdad de nuestra fragilidad física. Por Alberto J Nunez Gonzalez
Hacia casi dos años que no visitaba el laboratorio clínico. Al menos no para saber de mí. Al estar nuevamente allí, reviví lo que Ella vivió durante sus últimos 12 meses. Sus últimos doce meses en este mundo. Por un año, visitas semanales, en ocasiones bisemanales y todo durante el comienzo de la pandemia COVID 19. Al principio no había casi gente visitando estos lugares. Estaba vigente el lockdown. Nadie salía por miedo a morir. El acceso a pruebas diagnosticas del nuevo virus era limitado. Permeaba el miedo a contagiarse con un virus que aún no se sabe a quién se lleva.
La llevaba, la acompañaba, la ayudaba a montarse en carro, con mucho cuidado, igual al bajarse. Caminaba agarrada de mi brazo
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August 2, 2021
y entrábamos al lugar donde todos miraban. Miraban, aveces ayudaban. Su debilidad era apabullante. Yo lo sabia y lo presentía pero no podia mostrar la mía y mi dolor al verla así. Ella andaba con la frente en alto. Yo también. Cuando se padece una condición de esas llamadas terminales, uno busca en los resultados una posibilidad de mejoría. Uno espera que las combinaciones de factores químicos medidos en las muestras nos den buenas noticias. Cualquier cambio que indique que nuestro organismo regresa a la normalidad trae un aliento de vida. Ya lo había vivido yo hace veinte años. A mis 25 años era joven y saludable. Sobresalía en las pruebas físicas y no pensaba en la posibilidad de enfermar y menos aún de ser diagnosticado con cancer. Pero así fue. Recuerdo que en mi caso el enfoque era en estudios de imágenes. Aunque pensándolo bien, el callo que tengo en la vena de mi brazo derecho dice lo contrario. También fueron muchas muestras de sangre que brindé. Muchos contrastes inyectados en mi cuerpo. Me realizaron una cirugía y sacaron el tumor. Ella no tuvo esa dicha. Vivo para contarlo. Ella ya no. Hoy estoy aquí y me sacan tres tubos. El doctor recomendó una batería de pruebas. Dos de ellas de marcadores de cancer. No hay síntomas pero hay probabilidades. Sé que tengo que hacerlo y que no verificar no resuelve nada. Claro me siento bien, mi sistema funciona “normal” pero uno nunca sabe. Quizás es más fácil vivir así y no darse por enterado. Esperar al síntoma y orar para que el médico te cure. Dejarle la responsabilidad a otro, real o imaginario. Quizás eso piensa la mayoría y es fácil dejarse de llevar por la corriente. La sangre es vida. Así le dije a mami cuando le realizaron la primera transfusión. Y así fué, una recarga de vida que aunque corta, alivió su pesar. Sacarse sangre para prevenir, para tratar o para ayudar a otros que padecen. Se trata de enfrentar la realidad de una vida terrenal que tiene limites y reconocerlos nos ayuda a vivir a plenitud.
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