Al compañero Daniel
y allí estarás vos, con tu nostálgico machete
Ayer vi tu osa menor.
cuando se enamore la rosa nocturna
embriagada por tu voz
de los telares coloridos de tus palabras
en la noche sin tu presencia
y cante tu guitarra morena
resucita la guerrillera que guarda en su interior
con el blanco perfume del coco y su palmera
no sé dónde vives
a costa, calor y sudor
pero a donde vayan
en medio del frío del altiplano
las columnas insurgentes
el tararear de tu canción de cuna
alumbradas por las luciérnagas
y si no, en la cuna de tu tumba.
con su tabaco compartido encenderán pólvora y ternura.
Cuando la tierra sepulte las memorias ahogue nuestra respiración
Donde la luna deje caer su milenaria lágrima roja
siempre cantaremos,
ahí estará el paraíso prometido por Dios
con la compañera y su fusil
abonado con la sangre de tu padre
“volveré a mi pueblo
donde una mujer ha llorado cada parto
por aquel camino…”
se enarbolará una victoria sobre la muerte