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Consideraciones para la limpieza en el lugar (CIP) en sistemas de membranas de nanofiltración y ósmosis inversa

Si bien el éxito de un sistema de membranas de ósmosis inversa o nanofiltración depende de que se respeten los parámetros operativos y se asegure la calidad de agua sugeridos por los fabricantes de membranas, la duración o vida útil de los elementos de membrana también se ve afectada sin un adecuado y oportuno procedimiento de limpieza de las membranas.

Palabras clave: CIP, Limpieza, Membranas, Incrustación, Ensuciamiento biológico, ensuciamiento coloidal.

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Introducción

En muchas de las plantas de tratamiento de agua en donde se cuenta con sistemas de membranas, se realiza el procedimiento de limpieza sugerido por el proveedor de los productos químicos. Es importante para los operadores y personal relacionado, con la operación de los sistemas de membranas, entender qué cambios pueden hacer en las condiciones operativas del sistema y las consecuencias que pueden tener estos cambios.

¿Por qué y cuándo hacer una limpieza o CIP de un equipo de OI o NF? Durante la operación normal de un sistema de separación por presión con membranas, con el paso del tiempo, sobre la superficie de las membranas se presenta la acumulación gradual de todo tipo de sustancias presentes en el agua de alimentación. Esta acumulación y la formación de películas de sustancias extrañas se conoce como “fouling”, si este ensuciamiento es severo puede generar daños irreparables en las membranas y hacer más difícil las limpiezas. Las sustancias que más frecuentemente causan el ensuciamiento se pueden clasificar en 5 grandes grupos: Metales: Los metales que más comúnmente generan ensuciamiento son el hierro y el manganeso que se encuentran principalmente en aguas de pozo en forma divalente y que puede oxidarse generando precipitación sobre las superficies de las membranas. El hierro también puede derivarse de procesos de corrosión en los cabezales o tuberías del sistema de ósmosis, o ser un residual de los procesos de clarificación y/o filtración donde se pueden usar productos derivados del hierro. También se puede presentar ensuciamiento con óxidos de aluminio comúnmente producidos por los residuos sólidos de los procesos de clarificación con coagulantes a base de aluminio. sílice coloidal, y las bacterias. Los coloides son partículas de menos de 0,45 micrómetros de diámetro, y que permanecen en suspensión aún en aguas quietas. Ensuciantes químicos: Normalmente son el resultado de la incompatibilidad química de dos o más químicos alimentados al sistema de separación por membranas; el ejemplo más común es la precipitación de antiincrustantes poliméricos por los coagulantes orgánicos. Ensuciantes orgánicos: la materia orgánica de origen natural (NOM) como los ácidos húmicos y fúlvicos resultantes de la degradación de material vegetal, y que están presentes con frecuencia en aguas superficiales y pueden provocar ensuciamiento severo de membranas, según su naturaleza exacta y la composición iónica del agua de alimentación. La severidad del ensuciamiento es proporcional al peso molecular de los ácidos orgánicos. Los iones de calcio y magnesio pueden contribuir al ensuciamiento con ácidos húmicos y fúlvicos al aglutinar grupos aniónicos de membranas y ácidos. Los ensuciamientos de origen biológico incluyen la babaza que exudan las bacterias y hongos filamentosos, así como los microorganismos mismos. La babaza contiene componentes de polisacáridos y proteínas, y aunque puede originarse en el agua de alimentación y ser llevado aguas abajo a los sistemas de separación por membranas, con más frecuencia se forman en el lugar mismo, por el desarrollo de microorganismos sobre las superficies de las membranas. Incrustación: La solubilidad limitada de algunas sales puede generar su saturación al momento de producir el permeado, y concentrar las sales en el rechazo, una vez se saturan dichas sales se produce su precipitación sobre la superficie de la membrana generando incrustación. Las principales sales que más frecuentemente generan incrustación son carbonados de calcio, los sulfatos de calcio, bario y estroncio; y las que con menor frecuencia lo hacen son la sílice y el fluoruro de calcio.

Ocasionalmente, el ensuciamiento de las membranas se debe a:

• Sistemas de pretratamiento deficientes o alteraciones en las condiciones del pretratamiento. • Fallas en los sistemas de dosificación. • Inadecuada selección de materiales en bombas o tuberías.

• No realizar o realizar un enjuague inadecuado antes de las paradas de planta. • Acumulación paulatina de precipitados por largos

periodos de tiempo. • Control inadecuado de la operación. • Contaminación biológica en las aguas de alimentación. • Cambios en la composición del agua de alimentación. El ensuciamiento se puede evidenciar de diferentes maneras de acuerdo con el tipo de sustancia que lo causa, las evidencia o principales síntomas del ensuciamiento son: • Disminución del caudal de permeado. • Incremento en el paso de sales. • Aumento de la presión diferencial. La limpieza se debe llevar a cabo cuando los valores llegan a ciertos límites (tabla 1), previamente a una parada prolongada o como parte de una rutina de mantenimiento del sistema.

El objetivo de la limpieza química es llevar las condiciones de operación del sistema de membranas a la condición que tenía con las membranas nuevas o a la condición más limpia posible. No realizar una limpieza adecuada puede conllevar a la acumulación paulatina de ensuciamiento o incrustación haciendo cada vez más difícil la limpieza y acortando la vida útil de las membranas. En la figura 1 se observa el comportamiento que se puede tener por limpiezas inadecuadas. Si se espera demasiado tiempo para realizar la limpieza una vez que se ha llegado a los valores sugeridos se dificulta que la limpieza permita recuperar las condiciones iniciales.

Tabla 1. Variación típica de los parámetros que indican la necesidad de realizar una limpieza El equipo de limpieza La figura 2 muestra el diagrama con el equipo necesario para la limpieza. Que incluye: el tanque de CIP con sistema de calefacción y mezcla, carcasa de microfiltración de CIP, bomba de CIP, tuberías de interconexión e instrumentación asociada.

Figura 2. Diagrama típico de un sistema de limpieza

Para el tanque de CIP deben seleccionarse materiales resistentes a la corrosión, se puede incluir un sistema de calefacción con sus controles de temperatura, es conveniente que el tanque tenga tapa y que esté ubicado en una zona bien ventilada.

Para el dimensionamiento del tanque de CIP, se recomienda, como regla general usar un volumen de tanque similar al volumen total del sistema: volumen de membranas, volumen de carcasa y volumen de tuberías. Para determinar el volumen de solución del contenido en las membranas se tiene en cuenta el número de elementos y el diámetro según la tabla 2. El volumen allí indicado es el volumen mínimo sugerido para el cálculo del volumen del tanque de limpieza. Este volumen puede ser mayor si el nivel de ensuciamiento es elevado.

El volumen total de solución en las membranas de la etapa se hace de la siguiente manera:

Donde: PV; cantidad de tubos de presión en la etapa

Tabla 2. Volumen mínimo de solución de limpieza por elemento de membranas

EM; cantidad de elementos de membrana en cada tubo de presión. VM; Volumen de solución de limpieza por elemento de membrana de la tabla 2. El cálculo del volumen de solución de limpieza en las tuberías se puede hacer a partir de la longitud total y el diámetro de las mismas, o se puede estimar entre el 15% y el 20% del volumen de las membranas. El volumen de la carcasa se puede calcular a partir de sus dimensiones. Con estos valores se obtiene el volumen sugerido de tanque de CIP:

De preferencia, la bomba de limpieza es una bomba centrífuga y su material es acero inoxidable 316 u otro resistente a la corrosión; y su caudal y presión de operación deben fijarse de acuerdo con el tamaño del sistema a lavar como se verá más adelante.

A la descarga de la bomba de CIP se instala un sistema de microfiltración con cartuchos de 5 micras para remover los sólidos que se remueven con la limpieza y evitar que retornen a las membranas. Si el sistema de limpieza es móvil y se conecta con mangueras a la unidad de membranas que se va a limpiar es necesario asegurar que las conexiones son herméticas y que resisten la presión a la que serán sometidas para evitar accidentes. El sistema de limpieza debe contar con las válvulas que permitan dirigir, aislar y regular el flujo y la presión de operación del CIP; y debe tener la instrumentación necesaria para confirmar que las condiciones se mantienen: incluyendo por lo menos la presión de los cartuchos y de entrada de la solución de CIP a las membranas, y el caudal de recirculación de esta solución.

Temperatura y pH de la solución de limpieza La limpieza es más efectiva si la temperatura de la solución de limpieza se hace a temperaturas entre 30°C y 40°C. Con temperaturas inferiores a 20°C la cinética de reacción de los productos químicos es muy lenta, y algunos productos de limpieza que pueden precipitar. De acuerdo con la temperatura a la cual se lleve a cabo la limpieza, se debe limitar el pH de las soluciones, como se ve en la tabla 3 en la que se presenta el rango de pH para las membranas tipo CPA, se debe consultar el rango de pH según el tipo de membranas que se estén usando. La limpieza en condiciones extremas puede permitir mejores resultados, pero también acorta la vida útil de los elementos de membranas al producir hidrólisis de la superficie de las membranas. Para optimizar la vida útil de las membranas es conveniente usar la solución menos agresiva y minimizar el tiempo de contacto siempre que sea posible.

Se debe monitorear el pH de la corriente de alimentación y el de la solución de limpieza. Los medidores de pH deben ser calibrados frecuentemente para asegurar la precisión de la medición. Es típico recircular los productos químicos a través de las membranas por una hora, pero este tiempo cambia según la temperatura y pH de la solución de la tabla 3: Con los valores de pH límites a 40°C el tiempo de contacto se limita a 60 min, a temperaturas mayores a 40°C, el tiempo de exposición se limita a 30 min. El remojo extendido es posible, pero a valores de pH menos agresivos. Adicionalmente, al realizar las limpiezas en la secuencia correcta (Primero Alcalina), la selección del pH de limpieza es crítica para la óptima remoción del ensuciamiento por la solubilidad de la sustancia ensuciante. Por ejemplo, la limpieza a pH 12 es efectiva para la remoción de biopelículas, mientras limpiar a pH 10 tiene poco efecto, y el CaCO3 se remueve mejor a pH bajo a temperaturas mayores a 25°C. En la figura 3 se observa la solubilidad del carbonato de calcio en función del pH.

Caudal de y presión durante la limpieza En función del diámetro de los elementos a limpiar se define el caudal de recirculación de la solución de limpieza en cada uno de los tubos de presión o “housing” (Tabla 4), y con el número total de estos, se determina el caudal de la bomba de limpieza. En los casos en que la caída de presión es extremadamente alta, el caudal de limpieza inicial debe ser la tercera parte del caudal calculado a partir de la tabla 4, esto ayudará a evitar el telescopeo del elemento de membrana y el desplazamiento del espaciador. En la

Tabla 3. Rango de pH para limpieza a diferentes temperaturas máximas de solución para membranas de poliamida CPA

medida que el ensuciamiento se remueve, el caudal de limpieza puede llevarse lentamente al caudal normal de limpieza. Durante el enjuague antes y después de las limpiezas, el caudal debe ser la mitad del caudal listado en la tabla 4.

Tabla 4. Caudales de limpieza por tubo de presión según el diámetro de los elementos de membrana

Procedimiento de limpieza y enjuague La limpieza de los elementos que se realiza a baja presión y un caudal, relativamente alto, puede variar según cada situación y el tiempo requerido para limpiar cada una de las etapas puede variar entre 4 y 8 horas. Es importante recalcar que se deben limpiar cada una de las etapas por separado. Para determinar la eficiencia de la limpieza se deben analizar los datos normalizados de la operación del sistema antes y después de la limpieza. También puede ser conveniente tomar estos datos iniciando la operación del sistema luego de la primera limpieza, sea alcalina o ácida, para establecer la eficiencia de los químicos de cada limpieza por separado. El procedimiento general para la limpieza de los sistemas de membranas es el siguiente: 1- Realizar un enjuague a menos de 60 psi de los tubos de presión con agua limpia del tanque de CIP descartando esta agua de enjuague para desplazar el agua de alimentación/rechazo contenida dentro del sistema de membranas.

La calidad del agua usada para el enjuague debe ser la mejor disponible, de preferencia permeada de ósmosis inversa o desmineralizada, libre de dureza, metales de transición y de cloro. No se debe olvidar que las válvulas de permeado siempre deben permanecer abiertas para evitar que la presión de la línea de permeado sea igual a la presión de la alimentación, ya que esto puede conllevar la delaminación de las membranas finales de cada etapa y daño irreversible de estos elementos. 2- Preparar la solución de limpieza en el tanque de

CIP, y ajustar la temperatura y el pH de la solución de limpieza. 3- Recircular la solución de limpieza a través de los tubos de presión por el periodo de tiempo deseado.

Para evitar diluir la solución de limpieza se debe tener presente para el cálculo de las cantidades de químicos el volumen total de solución en el sistema (tanque, tuberías y membranas); o usar el volumen del tanque únicamente y drenar el agua desplazada cuando se inicia la recirculación. También puede ser conveniente drenar la primera parte de la solución de limpieza (cerca del 20%) al drenaje antes de recircularla ya que presenta un ensuciamiento elevado. Se debe iniciar la recirculación a la tercera parte del caudal de limpieza total y por los primeros 5 minutos se debe incrementar paulatinamente el caudal hasta llegar a las dos terceras partes del caudal de limpieza, de esta manera se evita el taponamiento de la alimentación con ensuciamiento desalojado. Durante los siguientes 5 minutos se debe incrementar el caudal lentamente hasta llegar al caudal máximo. Se debe ajustar el pH de la solución si se observa un cambio mayor a 0,5 unidades. La temperatura se debe controlar y mantener en el valor máximo permitido durante todo el ciclo de limpieza. Se deben monitorear la conductividad, turbidez y el hierro de la solución de limpieza, si se observan que estos valores se incrementan significativamente en comparación con los valores iniciales de la solución de limpieza se debe drenar la solución y preparar una fresca para mejorar la eficiencia de limpieza. 4- Se puede usar una secuencia de recirculación y remojo durante la limpieza. El tiempo de inundación puede variar de 30 minutos a 8 horas e incluso hasta 15 horas dejando la solución de limpieza durante la noche, esto según las recomendaciones del fabricante o del proveedor de los químicos. Usualmente la limpieza se recircula por 30 minutos y se deja en inundación por otros 30 minutos. Se debe realizar al monitoreo del pH y la temperatura durante todo el proceso, y si el periodo de inundación es prolongado puede recircularse a bajo caudal (aproximadamente la décima parte del caudal total) para mantener la temperatura de la solución en contacto con las membranas.

5- Una vez terminado el tiempo de limpieza, se debe realizar el enjuague de la solución de limpieza con agua limpia (permeada o desmineralizada: libre de dureza, hierro y metales de transición y cloro). Con este enjuague se remueven las trazas de químicos del sistema de CIP y de las membranas. Se debe enjuagar el tanque de CIP y llenarlo nuevamente con agua limpia y se debe enjuagar el sistema. Si es requerido, en este punto se puede iniciar una nueva limpieza.

6- Finalizado el enjuague total del sistema de membranas con agua limpia del tanque de limpieza, se puede hacer un enjuague a baja presión (max 60 psi) con agua pretratada de alimentación. Este enjuague se hace hasta que el agua saliente esté libre de espuma o residuos de químicos, lo que usualmente tarda de 15 minutos a 1 hora. Se debe muestrear el agua de enjuague para verificar la ausencia de espuma, la conductividad y el pH 7- Una vez se han limpiado todas las etapas y los químicos se han enjuagado, se puede iniciar la operación del equipo de membranas y ponerlo en servicio. El agua permeada debe ser desechada al drenaje hasta que se verifique que cumple con las condiciones de calidad requeridas (pH, conductividad, etc.). No es inusual que tarde de pocas horas a algunos días que la calidad del permeado se estabilice, en especial luego de limpiezas a pH alto.

Consejos de limpieza • Como se mencionó previamente se deben limpiar cada una de las etapas del sistema de membranas por separado para evitar que la suciedad desalojada de la primera etapa sea empujada a la segunda.

Se puede hacer el enjuague inicial de todas las etapas del sistema al mismo tiempo, pero las etapas deben ser limpiadas por separado y preparando una solución de limpieza fresca para cada etapa, en especial cuando se observa incremento en la turbidez o cambios de color de esta. Si la diferencia de los caudales requeridos entre la primera y la última etapa es muy grande, se puede requerir una bomba de limpieza para cada etapa. • Las membranas que presenten ensuciamiento con materia orgánica, aceite o que tengan ensuciamiento biológico deben ser limpiadas siempre primero con la solución alcalina. Esto debido a que los limpiadores ácidos reaccionarán con las sustancias orgánica y la sílice presente sobre las membranas, generando geles que son más difíciles de remover. La limpieza ácida se puede usar inicialmente sólo si hay certeza de que el único ensuciamiento es con carbonato de calcio y/o óxidos de hierro. • La limpieza y los enjuagues se deben hacer en la misma dirección de la alimentación para evitar problemas de telescopeo de las membranas y daño de los elementos. En algunos casos de ensuciamiento muy elevado puede hacerse limpieza en la dirección opuesta, lo que debe ser revisado en cada caso y ajustado según sea necesario, y siguiendo las recomendaciones que aplica para evitar daños en las membranas. • Nunca se deben limpiar las membranas desde el lado el permeado, esto puede llevar al deslaminado de las membranas y un daño irreversible. • Si el sistema presenta ensuciamiento biológico, se puede considerar la aplicación de un biocida para sanitizar las membranas antes y después de una limpieza; así como complementar con dosificaciones periódicas de biocida durante la operación normal del sistema. Se deben usar biocidas compatibles con las membranas y evitar químicos oxidantes. • Por seguridad se debe confirmar qué tuberías y membranas pueden trabajar a las temperaturas, presiones y pH que se usan durante las operaciones de limpieza. • Es importante el uso de los elementos de protección personal (guantes, gafas, etc.) y guardar todas las precauciones para la manipulación y preparación de los productos químicos. Y no mezclar productos químicos incompatibles. • Llevar a cabo las limpiezas preventivas a tiempo, evitando extender los tiempos de operación y la acumulación de suciedad más allá de los limites recomendados, o en lo posible adoptando limpiezas de mantenimiento predictivo, antes que se cruce el umbral recomendado. • Permitir la acumulación excesiva de suciedad hará que las limpiezas sean menos efectivas y puede exigir el uso de protocolos de limpieza más agresivos que terminaran reduciendo la vida útil de las membranas.

• La frecuencia de limpieza de los sistemas de membranas puede reducirse si se hacen los ajustes correctos en el pretratamiento.

Identificación del tipo de ensuciamiento. Monitorear el desempeño total de la planta periódicamente es el primer paso para reconocer cuándo las membranas están siendo afectadas por el ensuciamiento, los cambios generalmente son progresivos y dependiendo del grado y su ubicación se puede tener una idea del tipo de ensuciamiento. Para esto es necesario llevar un registro de la operación y normalizar los datos para eliminar los efectos de los cambios de temperatura de la operación, esto se puede hacer con las hojas de cálculo que los fabricantes de membranas tienen. Una caracterización completa del agua de alimentación permite tener una mejor idea de la sustancia que genera el ensuciamiento.

Ensuciamiento de aspecto cristalino y blancuzco es indicativo de una posible incrustación, mientras que un residuo con aspecto de gel puede evidenciar ensuciamiento biológico.

Si es posible hacer una autopsia de la membrana y raspar de la superficie el residuo que genera el ensuciamiento se tendrá la mejor identificación del tipo de sustancia a limpiar. El ensuciamiento de las membranas se puede evidenciar con la caída de presión, el incremento de la presión de alimentación y el paso de sales; los mismos parámetros con que se toma la decisión de realizar una limpieza. Dependiendo de la naturaleza del ensuciamiento se puede observar en una etapa específica del sistema de membranas (tabla 5).

Tabla 5. Efecto y posible ubicación de los principales tipos de ensuciamiento Tabla 6. Principales soluciones de limpieza con productos químicos genéricos.

Productos químicos de limpieza. La correcta selección de los productos químicos en función de la naturaleza del ensuciamiento De la sustancia a limpiar es fundamental para el éxito de las limpiezas y redundará en la vida útil de las membranas. Las dos opciones de productos químicos para membranas son los productos químicos genéricos y las especialidades formuladas.

Si se usan productos químicos genéricos, es preferible que éstos sean grado alimenticio, ya que los productos químicos industriales tienen una pureza menor y dentro de las impurezas pueden contener metales pesados y subproductos orgánicos que conllevarán otros problemas.

Si bien, muchas veces los productos químicos de limpieza se escogen por el menor precio, se debe tener en cuenta que el uso de productos de baja calidad o menor pureza puede llevar a daños irreparables en las membranas y la necesidad del cambio de estas.

En general las principales soluciones de limpieza recomendadas por los fabricantes son Los productos químicos formulados son la mejor alternativa para realizar las limpiezas ya que son productos químicos diseñados específicamente para sistemas de membranas, por lo que se asegura que no hay efectos secundarios sobre las membranas, y ofrecen una mejor relación costo/beneficio sobre las limpiezas y la vida útil de las membranas. Para su uso es necesario asesorarse de la empresa o proveedor de los productos para la correcta selección, preparación y uso de los mismo.

Conclusiones. • La vida útil de las membranas de un sistema de ósmosis inversa depende de una correcta operación del sistema, esto incluye la adecuada selección de los productos químicos y de las condiciones de limpieza del sistema de membranas. Para una adecuada selección de los productos químicos se debe llevar un registro de la operación que permita identificar en dónde se está presentando el ensuciamiento, así como determinar cuándo se debe llevar a cabo la limpieza. • Adicionalmente se debe poder revisar las condiciones a las cuales se debe llevar a cabo el procedimiento de limpieza y ajustarlos en función de los requerimientos del sistema y de acuerdo con las recomendaciones de los fabricantes de las membranas.

• En lo posible se debe buscar el asesoramiento de empresas que puedan ayudar a dar soluciones a la medida, de acuerdo con el tipo de ensuciamiento y con la adecuada selección de los productos químicos, o haciendo ajustes en el procedimiento de limpieza de acuerdo a la infraestructura existente, buscando optimizar los recursos y prolongar la vida útil de las membranas.

Acerca del Grupo Mathiesen GRUPO MATHIESEN es un holding de capitales europeos, líder en el suministro de soluciones y materias primas para la industria. Fundada hace más de 70 años, GRUPO MATHIESEN se ha convertido en una red global que provee productos y servicios de distribución a todos los sectores productivos de la región a través de más de 20 oficinas comerciales a lo largo de toda Latinoamérica, España y China. La División MATHIESEN WATER CARE está orientada hacia la búsqueda de soluciones innovadoras, eficientes y amigables con el medio ambiente; soportadas permanentemente por un equipo de líderes altamente capacitados que trabajan comprometidos en promover el crecimiento sostenible de nuestros clientes con un portafolio integral de productos de alta calidad para cumplir con las necesidades de los diversos sectores industriales de la región. MATHIESEN WATER CARE está conformado por un equipo de profesionales dispuestos a brindar la asesoría técnica y realizar las pruebas de tratabilidad necesarias para entregar una solución química de tratamiento, adecuada a cada proceso y tipo de agua

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GRUPO MATHIESEN es un holding de capitales europeos, líder en el suministro de soluciones y materias primas para la industria.

Fundada hace más de 70 años, GRUPO MATHIESEN se ha convertido en una red global que provee productos y servicios de distribución a todos los sectores productivos de la región a través de más de 20 oficinas comerciales a lo largo de toda Latinoamérica, España y China.

La División MATHIESEN WATER CARE está orientada hacia la búsqueda de soluciones innovadoras, eficientes y amigables con el medio ambiente; soportadas permanentemente por un equipo de líderes altamente capacitados que trabajan comprometidos en promover el crecimiento sostenible de nuestros clientes con un portafolio integral de productos de alta calidad para cumplir con las necesidades de los diversos sectores industriales del país.

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SOLUCIONES EN TECNOLOGIA DE MEMBRANAS

Hydranautics es una empresa líder en la investigación de las tecnologías de membranas de ósmosis inversa, nanofiltración ultrafiltración y microfiltración. GRUPO MATHIESEN como distribuidor regional de Hydranautics cuenta dentro de su portafolio con membranas de la familia SWC que son ampliamente usadas en la desalinización de agua de mar.

LA PRIMERA ALTERNATIVA PARA DESALINIZACIÓN

La familia de membranas SWC permite lograr un excelente desempeño sin paralelo. La alta capacidad de producción de las membranas SWC ofrece un agua permeada pura con bajo consumo de energía en los diferentes niveles de salinidad del agua de mar presentes a nivel mundial.

APLICACIONES PARA LAS MEMBRANAS SWC

- Sistemas convencionales e híbridos de desalinización en plantas de agua de mar. - Reducción de sólidos disueltos para agua potable y en usos agrícolas.

LA FAMILIA SWC

- SWC4: membranas con el mayor rechazo de sales para tratar agua de mar con diversas salinidades y producir agua permeada con bajos SDT. SWC4 son comúnmente usadas para tratar agua salobre con muy altos niveles de salinidad. - SWC5: membranas que proveen óptimos rechazos de sales y flujos de permeado. Se prefieren cuando se requieren SDT más bajos y menores presiones de alimentación. Ofrecen menor costo y mayor eficiencia en grandes plantas de desalinización. - SWC6: son las membranas de mas baja presión de alimentación, ofreciendo un menor consumo de energía. Se prefieren cuando la temperatura del agua de alimentación es baja y se requieren altas presiones de alimentación.

Todas las membranas están disponibles en dos versiones diferentes: LD y Max. La tecnología LD con el que se minimiza el ensuciamiento coloidal cuando el sistema de pretratamiento es convencional, logrando la menor caída de presión y menor frecuencia de limpieza. Los modelos Max tienen 440 ft2 (40,9 m2) de superficie activa de membranas, proveen excelente desempeño con altos SDT y en la remoción de boro en aguas templadas. Las membranas SWC se encuentran en diámetros de 4” y 8”.

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