6 minute read
Líder H2O
De Israel a Brasil y de vuelta
Advertisement
Genny Oheb Sion: Gracias a la desalación el mundo no morirá de sed
Las definiciones más usuales de globalización hacen referencia a un complejo entramado de integraciones económicas y financieras, pero lo cierto es que estas líneas que se dibujan sobre mapamundi tienen rostros humanos que conectan ingenio e innovación con deseos y necesidades. Uno de esos rostros es el de Genny Oheb Sion, quien se hace de un repertorio de idiomas y bagaje cultural para ser un enlace de las tecnologías de tratamiento de agua más avanzadas de Israel con los puntos áridos de la geografía brasilera. Genny nació en San Pablo -Brasil- pero domina el hebreo como si fuera su lengua materna. Su ascendencia judía la motivó a aplicar a becas de estudios en Israel, donde se interesó en las tecnologías que hicieron posible la sostenibilidad hídrica de este país cuya principal fuente de abastecimiento potable -80%- es la desalinización de agua de mar. Representa a IDE Technologies (organización de gran reconocimiento y experiencia en el mercado del tratamiento de agua y además socia ALADYR) , en esta parte de América Latina y gracias a sus gestiones en Brasil coordinadas con los equipos de IDE en Israel, la empresa proveerá de equipos y tecnología a la Planta Desalinizadora de Agua de Mar de Fortaleza en el estado de Ceará, proyecto que se erige como el más importante del país amazónico en materia de potabilización de agua de mar, con una capacidad de un metro cúbico por segundo para abastecer más de 700 mil personas. Aguas Latinoamérica habló con ella para conocer su percepción del mercado latinoamericano del agua, su experiencia y expectativas para el futuro de la región en un contexto de escasez hídrica e incremento de la demanda. ¿Qué la llevó al mundo del agua? Israel siempre me llamó mucho la atención. Llegué a Israel muy joven, estudié y viví en Jerusalén, Tel Aviv, en Beer Sheva la capital del desierto, estudié administración de empresas en la Universidad Ben Gurion del Neguev en el desierto. Trabajé por más de 10 años en Tel Aviv con Tecnologías para los mercados de Portugal e España. Luego volví a Brasil antes de la crisis hídrica de 2014. El país buscaba soluciones por el mundo y fui invitada a un congreso en el que participaron la autoridad del agua de Israel y otros representantes. Me propusieron que los apoyara en traer tecnología israelí del agua a Brasil. En esta ocasión, se intensificaba las crisis hídricas. Represento a IDE en Brasil desde 2015 y siempre tuve la certeza de que la compañía tiene un profundo compromiso de colaborar en el fortalecimiento de la gestión hídrica.
¿Algún proyecto de Latinoamérica y el mundo que le merezca mención?
Recientemente fuimos – IDE- escogidos para ser parte de un proyecto ícono en Brasil. Se trata de la planta desalinizadora de agua de mar con fines potables que se instalará en Praia do Futuro en la ciudad de Fortaleza en el estado de Ceará. Ceará tiene una sequía histórica y estamos contentos de poder aportar soluciones con nuestras tecnologías. Para cuando la planta esté lista, más de 700 mil ciudadanos contarán con un suministro potable confiable y de alta calidad.
¿Cuál es la primera planta que visitó y qué fue lo que más le llamó la atención de ella?
La primera planta en la que estuve fue la mayor desalinizadora del mundo en su momento: Sorek I. Produce agua limpia y potable para 1,5 millones de personas, lo que representa el 20% de la demanda agua municipal del país. Es impresionante como, tan rápido, el agua hace su recorrido desde el mar, pasa por el proceso y ahí estás, con el vaso en la mano. Es muy gratificante. Todos los continentes están rodeados de agua de mar y gracias a la desalación el mundo no va a morir de sed.
¿Cómo es tu día a día en el trabajo? En todos estos años han sido muchas reuniones en Brasil, Israel, Estados Unidos, Europa. Participamos de workshops y road shows en distintos estados de Brasil. Principalmente hago el enlace de desarrollo de los Proyectos en conjunto con IDE Technologies en Israel. También tenemos una fuerte presencia en Chile y trabajamos en conjunto. Las reuniones pueden ser en español, portugués, hebreo o inglés.
¿Qué puede aprender América Latina de la gestión hídrica de Israel? Israel es un país que sufría por la falta de recursos y cuando eso sucede la sociedad y el gobierno se movilizan para buscar soluciones. En ese país, desde hace mucho tiempo se tiene conciencia y educación de valorar el agua y desde su fundación siempre la cuidó mucho. Es importante darle el valor al agua. Brasil ha mostrado avances importantes desde que se decidió por la desalación como solución para sus entornos áridos y creo que va por buen camino apostando a mediano y largo plazo.
¿Aún se da el debate de la sustentabilidad de la desalación en Israel o este debate ya fue zanjado por los beneficios de la tecnología? Se siguen haciendo estudios, como uno recientemente publicado que habla sobre peces que se benefician de las descargas de salmueras, pero la gente de Israel lo tiene claro: se devuelve al mar lo mismo que se tomó de él, pero un poco más concentrado. En Israel, tenemos cinco de las plantas desaladoras del mundo y hay otras en planeación. Hay un monitoreo muy rígido de la oficina medioambiental que se hace con los más altos standards. Comprobaron que no hace ningún mal al Ambiente. Israel es un ejemplo en todo el mundo. ¿Qué le falta a Brasil para la masificación de la desalación?
Primero debemos visualizar el avance que ha tenido en el tema. El hecho de que Ceará y la Compañía de Aguas del Estado de Ceará (Cagece) hayan optado por la desalinización para Fortaleza, nos hace ver desde IDE, en Israel, que va encaminada correctamente. Sí, ya había otras plantas más chicas, pero este proyecto es el mayor de Brasil. Otros estados que aún no tienen seguridad hídrica para fines potables o industriales verán en la desaladora de Ceará un gran ejemplo. Como país, de seguro que las políticas públicas y los incentivos se irán dando. IDE vino con una visión a largo plazo. Es el primer paso de un largo camino que empezamos a recorrer en Brasil y desde la compañía apostamos al futuro. Estamos felices con el cambio y el avance de la desalinización de Brasil.
¿Qué le dirías a las mujeres que inician en el sector del agua? ¡Sigan fuertes! Es muy desafiante y gratificante trabajar con tratamiento de agua para fines potables y poder ser parte de proyectos que traerán la tranquilidad básica a la población por el suministro de este recurso. Se nota que hay muchas ingenieras y mujeres al frente en este sector.
¿Te consideras una persona optimista respecto al futuro de la sustentabilidad del humano en la tierra? Sí soy optimista. En los últimos años estamos observando que los gobernantes, los países y El Globo están en búsqueda de mejorar lo que tenemos hoy y esta voluntad se conjuga con la tecnología y los incentivos de los gobiernos para buscar soluciones. He visto como las industrias modifican sus procesos para reducir el impacto de su actividad y esto lo han hecho por decisiones corporativas a y no solo por atender a regulaciones. Cada día hay mayor conciencia y compromiso con el medio ambiente. En los últimos años logramos participar de proyectos con tecnología israelíes para suplir el uso de productos químicos en procesos de la industria y las empresas muchas veces se sumaban porque querían mejorar su compromiso y relación con el ambiente. Todo eso me hace sentir positiva respecto al futuro.