Escuela de padres: el desayuno y la alimentación de nuestros hijos Se nos plantean muchas preguntas a la hora de hablar sobre alimentación en nuestros niños. ¿Es realmente importante el desayuno? ¿Debo despertarle antes para desayunar? ¿Qué debo incluir en los desayunos? ¿Qué se puede hacer para que las comidas no sean una lucha? Sí es importante el desayuno, es la comida más importante de todo el día y un desayuno equilibrado debe incluir lácteos (importantes por sus proteínas y vitaminas, asegura el calcio necesario para el rendimiento), cereales (sus hidratos de carbono de absorción lenta son la reserva de energía para comenzar la mañana), frutas (al natural o en zumo recién exprimido aportan carbohidratos de absorción rápida, vitaminas, minerales y fibra).
Os ofrecemos algunos para que el niño deje el plato vacío y las comidas no sean una lucha: Un ambiente agradable, ya que la forma de comportarse un niño en la mesa depende mucho del ambiente que le rodea a la hora de comer. Debe identificar la comida como un momento agradable para conversar, sin discusiones ni tensiones. Se puede usar un decorado simpático, platos coloridos… Un horario fijo: ya que es más fácil que un niño tenga menos problemas para comer si lo hace siempre a la misma hora. ¡Fuera juegos! Cualquier excusa es buena para que un niño se distraiga mientras come. Evita tentaciones quitando de su vista los juguetes, objetos…y sobre todo, la televisión. Hay que ser fuerte ante sus “chantajes” y no hacer excepciones. No agobiarle: .- si se niega a comer, no le insistas para que lo haga (sin no come de ese plato, no hay que prepararle otro plato o no hay que hacerle un bocadillo media hora después. La próxima vez que algo no le guste, habrá cogido el truco y hará lo mismo). .- no le castigues, asociaría el castigo con la comida. Negociar con el niño la cantidad que debe tomar antes de levantarse de la mesa.
Retira el plato: con una sonrisa y sin perder los nervios, explícale que si no termina el plato a una hora determinada, lo retirarás. Hay que mantener la constancia y no dejarse llevar por el sentimiento de culpa. Hazlo tantas veces sean necesarias. Al final, dejará de protestar y se resignará a comer. No le asustes con grandes raciones: si se quiere introducir alimentos nuevos en su dieta o conseguir que coma lo que no le gusta, sírvele raciones pequeñas y siempre al inicio de la comida, aprovechando que es el momento de más apetito. Dieta variada: es importante desarrollar su paladar con platos variados que difieran de texturas, colores y sabores para que el niño consiga el aporte nutritivo que necesita. No se debe repetir el menú en la misma semana, porque se cansará y se negará a comer. Hay que ser un buen actor y una buena actriz: si un niño se niega en redondo a comer, no hay que hacer un drama de su decisión. Hay que continuar con la comida con naturalidad, haciéndole comprender que si no come, sólo es un problema que le afecta a él/ella. Que no se salte las comidas: Es importante que no pique entre horas (sobre todo, chucherías o dulces) para que haga las 4 o 5 comidas aconsejadas.
12 de febrero de 2014