Frida Kahlo y su vida
Frida Khalo y su vida
Alba Martínez Soberanis
Mérida, Yucatán 2016
Frida Kahlo y su vida Autor Alba Karina Martinez Soberanis Ilustraciones y aplicaciones o fotografía Alba Karina Martinez Soberanis Obra editada por editorial Planeta. D.R. © Alba Karina Martinez Soberanis Av. Presidente Masaryk 111, 2° piso, Col. Polanco V Sección C.P 11560, México D.F. info@planetadelibros.com.mx Primera edición, 2016 ISBN:9993324536475 Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio sin permiso escrito del titular de los derechos. Imágenes proporcionadas por banco de imágenes. Edición, cuidado y revisión de textos Grecia Martínez Ayala Diseñador Alba Karina Martínez Soberanis Editado e impreso en Mérida Yucatán, México Made and print in Mérida Yucatán, México.
Presentacíon
Es durante la etapa de la convalecencia entonces, cuando Frida Kahlo comienza a pintar sus característicos autorretratos en los que adiciona diversos elementos simbólicos que apuntan además, al rescate de lo indígena y del pasado precolombino, en relación con su compromiso con la causa revolucionaria y fue así donde se creo y origino una buena artista mexicana representante de las muchas obras a su día a día de infidelidades y de buena vida como artista libro que habla de su pasado y el presente, de la vida amorosa entre ella y Diego y su hogar dulce hogar donde se originaron todo el arte y las obras. Frida Kahlo se construye a sí misma y por sí misma como un ícono de la pintura mexicana y latinoamericana. Por esta razón es que se ha configurado como un tema en el campo de los estudios de género: una mujer que rompe con los parámetros de su época en cuanto a lo que históricamente se ha asignado a lo femenino, participando activamente en política, llevando su sexualidad más allá de lo permitido para su época y recreando un espacio único para el desarrollo de las emociones, experiencias íntimas ligadas a sucesos corporales y psicológicos que no dejaron indiferente ni al público ni a los críticos.
Índice
Biografía..............................................................................11 Frida y Diego......................................................................17 Las obras de Frida...............................................................23 La casa azul........................................................................37 Frida en la actualidad..........................................................46 Desesperación y éxito.........................................................59 Mexicana en Estados Unidos..............................................69
Prólogo
La vida tan dulce y dramática de Frida Kahlo contada en tercera persona… “Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.” Frida Kahlo. 11
Biografía Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón nace el 6 de julio de 1907 en la Ciudad de México, en la casa que fuera propiedad de sus padres desde 1904, y que hoy se conoce como La Casa Azul. Hija de Wilhelm (Guillermo) Kahlo de ascendencia húngaro alemana y Matilde Calderón originaria de Oaxaca , Frida es la tercera de cuatro hijas. Sus dos hermanas, Matilde y Adriana, son las mayores. Cristina, la menor, estará muy apegada a la pintora. Pintora mexicana. Aunque se movió en el ambiente de los grandes muralistas mexicanos de su tiempo y compartió sus ideales, Frida Kahlo creó una pintura absolutamente personal, ingenua y profundamente metafórica al mismo tiempo, derivada de su exaltada sensibilidad y de varios acontecimientos que marcaron su vida. A los 6 años Frida sufre de poliomielitis, un padecimiento que después será determinante en la deformación de su matriz y, finalmente, en su incapacidad para tener hijos. Sin embargo, la cortedad de su pierna derecha no le impide ser una estudiante inquieta y tenaz; realiza sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria. A los 18 años, el 17 de septiembre de 1925, Frida tiene un trágico accidente. El autobús en el que viaja es arrollado por un tranvía. Las consecuencias son graves: fractura de varios huesos y lesiones en la espina dorsal. Debido a la inmovilidad a la que se ve sometida los primeros meses, Frida comienza a pintar. Así, se relaciona con varios artistas, entre ellos la fotógrafa Tina Modotti y el ya reconocido Diego Rivera. En 1929 el muralista se casa con Frida. El matrimonio vivirá en La Casa Azul, el hogar de la infancia de Frida, y en el estudio de Diego, en la Ciudad de México. Kahlo y Rivera también radicarán en Cuernavaca y en diversas ciudades de los Estados Unidos: Detroit, San Francisco, Nueva York.
La vida de Frida Khalo En 1930 Frida sufre su primer aborto. En noviembre de ese mismo año y por razones del trabajo de Diego, el matrimonio viaja a San Francisco. En esta ciudad la pintora conoce al doctor Leo Eloesser, quien será uno de sus médicos de cabecera y uno de sus mejores amigos. Las infidelidades de Diego aumentan la crisis emocional de la artista. Frida se divorcia del muralista en 1939 para contraer nupcias nuevamente un año después. A pesar de su mala salud y de haber sido operada en múltiples ocasiones, Frida es una artista con una intensa actividad. En lo político, es miembro del partido comunista y una fiel activista de izquierda. Junto con Rivera, acondiciona La Casa Azul para asilar por dos años a León Trotsky y a Natalia, su mujer. Incluso, días antes de morir, Frida participa en una marcha de protesta que le provoca una embolia pulmonar. Siendo una joven de 16 años, cuando realizaba estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de esta ciudad conoció a Diego Rivera, que estaba pintando su mural La Creación en la escuela. Resultó fatalmente herida en un accidente de tranvía. En su recuperación, es cuando Frida inicia su pintura. Tres años más tarde presentó a Diego Rivera algunos de sus primeros trabajos y éste la animó a continuar pintando. En el 21 de agosto del año 1929 contrajeron matrimonio. Ella tenía 21 años y el tenía 46. Como maestra, es parte importante de la escuela Nacional de Pintura y escultura La Esmeralda, donde conforma un grupo de jóvenes pintores conocidos como Los Fridos. Tanto en su trabajo como en su vida cotidiana –lenguaje, vestimenta, gastronomía- Frida lucha por rescatar las raíces del arte popular mexicano, segura de que en ellas se encuentra la identidad nacional. Por ello, en su obra Frida se vale de la influencia de exvotos, retablos religiosos y milagros. Su pintura va del autorretrato a las naturalezas vivas; de los cuadros de nacionalistas -como El marxismo dará salud a los enfermosa las telas realistas en las que da testimonio de su condición femenina. Un ejemplo es Mi nacimiento (1932), donde se retrata con crudeza el acto de nacer. Aunque muchas veces se le califica de surrealista, Frida establece que, al contrario de los pintores de esta vanguardia, ella no pinta sus sueños, sino su realidad.
Frida Kahlo / 1949
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Biografía Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo, afirmó que la mexicana era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París, ciudad esta última en la que no tuvo una gran acogida. Frida nunca se sintió cerca del surrealismo, y al final de sus días rechazó abiertamente que su creación artística fuera encuadrada en esa tendencia.Al final de su vida, la salud de la artista decae. En sus últimos 10 años, viste más de 25 corsés. De 1950 al 51, la pintora permanece internada en el Hospital Inglés. En 1953, ante la amenaza de gangrena, se le amputa la pierna derecha. Frida Kahlo muere en La Casa Azul el 13 de julio de 1954, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes le preparaba, como homenaje nacional, una muestra retrospectiva. De entre los cuadros que conforman la obra de la pintora, algunas de las más famosas son Las dos Fridas, Viva la Vida, Unos cuantos piquetitos y Diego en mi pensamiento. Durante su vida, la artista realiza tres exposiciones: una en Nueva York, otra en la Galería de Lola Álvarez Bravo, en México, y una más en París. El Museo del Louvre adquiere entonces uno de sus autorretratos más cotizados. También en México, Frida recibe el Premio Nacional de Pintura. Hoy su obra se ha colocado en un lugar importante en el mercado del arte. Sus cuadros se encuentran en numerosas colecciones privadas de México, Europa y los Estados Unidos. Su personalidad ha sido adoptada como una de las banderas del feminismo internacional. Frida Kahlo se ha convertido
Frida Kahlo / 1936
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Biografía en una leyenda, en un referente cultural que rebasa el mito que la pintora creara de sí misma A los dieciocho años Frida Kahlo sufrió un gravísimo accidente que la obligó a una larga convalecencia, durante la cual aprendió a pintar, y que influyó con toda probabilidad en la formación del complejo mundo psicológico que se refleja en sus obras. En 1929 contrajo matrimonio con el muralista Diego Rivera; tres años después sufrió un aborto que afectó en lo más hondo su delicada sensibilidad y le inspiró dos de sus obras más valoradas: Henry Ford Hospital y Frida y el aborto, cuya compleja simbología se conoce por las explicaciones de la propia pintora. También son muy apreciados sus autorretratos, asimismo de compleja interpretación: Autorretrato con monos o Las dos Fridas. Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo, afirmó que la mexicana era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París, ciudad esta última en la que no tuvo una gran acogida. Frida nunca se sintió cerca del surrealismo, y al final de sus días rechazó abiertamente que su creación artística fuera encuadrada en esa tendencia. En su búsqueda de las raíces estéticas de México, Frida Kahlo realizó espléndidos retratos de niños y obras inspiradas en la iconografía mexicana anterior a la conquista, pero son las telas que se centran en ella misma y en su azarosa vida las que la han convertido en una figura destacada de la pintura mexicana del siglo XX. Frida Kahlo es la pintora latinoamericana más famosa del siglo XX y figura fundamental del arte mexicano. Conoció a Pablo Picasso y André Bretón; fue amiga del revolucionario ruso León Trotsky y del poeta Pablo Neruda. Su casa recibió a escritores, artistas, directores de cine, médicos, políticos, periodistas y fotógrafos. Diego Rivera, el artista más reconocido del muralismo mexicano y esposo de Frida, la calificó así: “Tu genio está en el cuadro y en tu imagen. Decididamente no hay ningún pintor viviente que pueda hacer lo que tú. Te has echado al pico a toda la raza pintante.Cuando Frida Kahlo muere a los 47 años de edad, el 13 de Julio de 1954, dejó una serie de pinturas que corresponden a la representación de su evolución como persona, al igual que, una serie de emotivas cartas a amantes y amigos junto a un colorido y cándido diario. Todo esto es una irrefutable evidencia de que su vida no fue nada menos que una búsqueda por ser honesta consigo misma, incluyendo fecha de nacimiento (1910) y todo lo demás.
Frida Kahlo / 1952
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Frida y Diego Frida conoció a Rivera cuando todavía era una estudiante en el colegio. Un tiempo después, 1929, se convirtió en la tercera esposa de Rivera, un hombre que, abiertamente fue diagnosticado por su médico incapaz para la monogamia. No falta el mencionar que, esta relación fue una unión poco convencional, problemática, sin embargo, apasionada que sobrevivió numerosas infidelidades por ambas partes, separaciones e incluso, un divorcio en 1939 y la consecuente reconciliación, celebrando un segundo matrimonio en 1940. El amor de esta pareja se sometió a duras pruebas pero, como se demuestra en las raíces de la pintura “ El abrazo de amor”, el amor de Frida por Diego fue tenaz. No obstante, el matrimonio no protegió a Frida de los sufrimientos y padecimientos que caracterizaron su juventud, cuando un horrible accidente en autobús dejó su cuerpo fracturado y debilitado por practicamente el resto de su adultez. La incorregible actitud mujeriega de Diego, al colmo de relacionarse con la propia hermana menor de Frida, Cristina, sólo contribuían a aumentar su dolor. “Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida”, dijo una vez Frida, “uno en el que un autobús me tumbó al suelo… el otro accidente es Diego”.Las infidelidades de Diego aumentan la crisis emocional de la artista. Frida se divorcia del muralista en 1939 para contraer nupcias nuevamente un año después. A pesar de su mala salud y de haber sido operada en múltiples ocasiones, Frida es una artista con una intensa actividad. En lo político, es miembro del partido comunista y una fiel activista de izquierda. Junto con Rivera, acondiciona La Casa Azul para asilar por dos años a León Trotsky y a Natalia, su mujer. Incluso, días antes de morir, Frida participa en una marcha de protesta que le provoca una embolia pulmonar.
Diego y Frida Como maestra, es parte importante de la escuela Nacional de Pintura y escultura La Esmeralda, donde conforma un grupo de jóvenes pintores conocidos como Los Fridos. Tanto en su trabajo como en su vida cotidiana –lenguaje, vestimenta, gastronomía- Frida lucha por rescatar las raíces del arte popular mexicano, segura de que en ellas se encuentra la identidad nacional. Por ello, en su obra Frida se vale de la influencia de exvotos, retablos religiosos y milagros. Su pintura va del autorretrato a las naturalezas vivas; de los cuadros de nacionalistas -como El marxismo dará salud a los enfermos- a las telas realistas en las que da testimonio de su condición femenina. Un ejemplo es Mi nacimiento aunque muchas veces se le califica de surrealista, Frida establece que, al contrario de los pintores de esta vanguardia, ella no pinta sus sueños, sino su realidad. Al final de su vida, la salud de la artista decae. En sus últimos 10 años, viste más de 25 corsés. De 1950 al 51, la pintora permanece internada en el Hospital Inglés. En 1953, ante la amenaza de gangrena, se le amputa la pierna derecha. Frida Kahlo muere en La Casa Azul el 13 de julio de 1954, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes le preparaba, como homenaje nacional, una muestra retrospectiva. De entre los cuadros que conforman la obra de la pinto-
Frida Kahlo y Diego Rivera / 1930 Fotografía de la izquierda Frida Kahlo y Diego Rivera / 1944
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La vida de Frida Khalo ra, algunas de las más famosas son Las dos Fridas, Viva la Vida, Unos cuantos piquetitos y Diego en mi pensamiento. Durante su vida, la artista realiza tres exposiciones: una en Nueva York, otra en la Galería de Lola Álvarez Bravo, en México, y una más en París. El Museo del Louvre adquiere entonces uno de sus autorretratos más cotizados. También en México, Frida recibe el Premio Nacional de Pintura. Hoy su obra se ha colocado en un lugar importante en el mercado del arte. Sus cuadros se encuentran en numerosas colecciones privadas de México, Europa y los Estados Unidos. Su personalidad ha sido adoptada como una de las banderas del feminismo internacional. Frida Kahlo se ha convertido en una leyenda, en un referente cultural que rebasa el mito que la pintora creara de sí misma. La obra de Rivera influenció su trabajo, dio color a zonas amplias y sencillas en forma intencionadamente ingenua. Deseaba como su marido, que su pintura fuera la evidencia de lo mexicano recurriendo con frecuencia a temas del folklore y del arte popular de su país. Después introduce el factor de lo fantástico en introspección libre con yuxtaposición de objetos incongruentes que realzan el impacto de su obra, a la que se relacionó con el movimiento surrealista. Sus cuadros exponen fundamentalmente los aspectos dolorosos de su vida, en gran parte postrada en una cama. Expresa la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció en obras como La columna rota (1944, colección Dolores Olmedo, Ciudad de México), en la que aparece con un aparato ortopédico de metal y con el cuerpo abierto mostrando una columna rota en lugar de la columna vertebral.Su dolor ante la incapacidad de la maternidad lo plasma en Hospital Henry Ford(1932, colección Dolores Olmedo), en la que se aprecia a un bebé y varios objetos, como un hueso pélvico y una máquina, esparcidos en una cama de hospital donde yace mientras sufre un aborto. Unos cuantos piquetitos lo pinta en (1935, colección Dolores Olmedo). En 1939 Se divorcia de Diego Rivera (aunque volvieron a casarse en 1940) año en que ejecuta su obra Las dos Fridas (1939, Museo de Arte Modernos de México) otra pintura reseñable es Sin esperanza (1945, Dolores Olmedo).Organizó las exposiciones de Nueva York de 1938 y de París de
Frida Kahlo y Diego Rivera / 1929
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Diego y Frida
Frida Kahlo y Diego Rivera / 1932
1939 a través de sus contactos con el poeta surrealista francés André Breton. En abril de 1953 expuso por primera vez en la galería de Arte Contemporáneo de Ciudad de México.El matrimonio Kahlo-Rivera fue miembro del Partido Comunista Mexicano. La casa que la pintora habitó durante su vida conyugal con el célebre pintor. Con la maestría de su fina pincelada, Frida dejó plasmado en docenas de autorretratos sus unidas cejas negras y su escaso bigote. Esta misma Frida fue la que se quitó de un tirón tres años de edad, sosteniendo que había nacido en 1910 en Coyoacán, México, en vez de su fecha original 1907. ¿Capricho vanidoso? Probablemente, no. Aunque Frida fue casi siempre su única modelo, su intención iba más allá de querer preservar la belleza de su juventud, ello estuvo más relacionado con su necesidad de identificarse con México, su tierra amada. El hecho en el cambio de su fecha de nacimiento tiene relación con el año del comienzo de la Revolución mexicana (1910) y el retiro del poder del presidente Porfirio Díaz. Si esta mentira tan obvia nos resulta necia e incongruente, incomprensible en contraste a su desenvuelto candor, ello sólo proyecta, por un momento, la yuxtaposición de imágenes que encontramos en sus pinturas. Frida nunca se detuvo ante los hechos tangibles para llegar y expresar su propia verdad; en el caso de su fecha de nacimiento, la gran verdad en este caso es que, el destino de ella y el de México moderno, estarían intrincablemente conectados en un proceso de revolución y renacimiento.Para comprender la naturaleza de esta artista y sus pinturas es necesario poner a un lado todo tipo de convencionalismos, incluso las fechas, como pudiera ser el caso. Asimismo, y mucho más paradójico aún, esta comprensión requiere de que nos ubiquemos en el contexto de la Historia en que sucede la vida de la artista. 23
Las obras de Frida La producción de la artista mexicana es un ejemplo de ese tipo de arte que sirve como poderoso instrumento con el que exorcizar la angustia de una realidad hostil. El signo trágico de su existencia, marcada por la lucha contra la enfermedad, había comenzado cuando a los seis años contrajo una poliomielitis que le dejó importantes secuelas. En 1925 sufrió un grave accidente de tráfico que le fracturó la columna vertebral y la pelvis. Además de imposibilitarle tener hijos, el accidente fue la causa de numerosas operaciones futuras y de una salud siempre precaria. A través de la pintura, que empezó a practicar en los largos meses de inmovilidad tras el accidente, Frida Kahlo reflejaría de forma soberbia la colisión entre su ansia de felicidad y la insistente amenaza de su destrucción, a la vez que conjuraba la dualidad irreductible entre los sueños. Durante la convalecencia del accidente, sin poder ni siquiera incorporarse, comenzó a pintar tomándose ella misma como modelo principal. Le colocaron un espejo bajo el baldaquino de su cama y un carpintero le fabricó una especie de caballete que le permitía pintar estando acostada. Éste fue el inicio de una larga serie de autorretratos, tema que ocupa el grueso de su producción, de carácter fundamentalmente autobiográfico. En una ocasión afirmó: “Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco.” En poco tiempo Frida desarrolló un vocabulario simbólico propio; con él acompañaba sus retratos para representar metafóricamente sus experiencias y sus pensamientos. Influida por las ideas de vindicación de identidad que propagaba el nacionalismo revolucionario, Frida vestía con largas faldas mexicanas, moños trenzados con cintas de colores y collares y pendientes precolombinos. Así la encontramos en Autorretrato como Tehua-
La vida de Frida Khalo na (1943, Colección Natasha Gelman, Ciudad de México), representada como mexicana “auténtica” y acentuando sus rasgos mestizos (tenía sangre española, india y alemana). Producto de esa misma ideología nacionalista son los fondos de algunas de sus obras como el Autorretrato con monos (1943, Colección Natasha Gelman, Ciudad de México), en el que su figura aparece recortada sobre plantas selváticas y rodeada de animales, o aquellos en los que retoma imágenes de la cultura precolombina, como Mi nana y yo (1937, Colección Dolores Olmedo, Ciudad de México). Otras veces, como en Autorretrato - El Marco (1938, Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Georges Pompidou, París), se inspira en la imaginería popular y muy específicamente en los retablos cargados de ese barroquismo ingenuo y colorista tan específicamente mexicano que conjuga vívidamente lo espectacular con lo escatológico. Esta fusión entre la temática personal y las formas de la imaginería popular se encuentra expresada de forma emblemática en la obra Henry Ford Hospital (1932, Colección Dolores Olmedo, Ciudad de México). A pesar del accidente, Frida esperaba que su segundo embarazo llegara a buen término, pero su pelvis fracturada no podía acoger el desarrollo de un niño. La traumática experiencia de un nuevo aborto fue el origen del cuadro.La adopción de las formas narrativas de los exvotos tiene su mejor ejemplo en una pieza singular titulada Retablo (1943, colección privada). Frida había encontrado un exvoto que representaba el choque entre un tren y un autobús; una muchacha herida yacía sobre las vías y la imagen de la Virgen de los Dolores flotaba sobre la escena. Añadiendo a la chica sus propias cejas y unos rótulos al tren y al autobús, lo convirtió en la representación de su propio accidente. En la parte inferior escribió: “Los esposos Guillermo Kahlo y Matilde C. de Kahlo dan gracias a la Virgen de los Dolores por haber salvado a su niña Frida del accidente acaecido en 1925 en la esquina de Cuahutemozin y de Calzada de Tlalpan.” Tras superar algunas graves crisis de salud, y de forma idéntica a como lo hacen los creyentes con los santos de su devoción, Frida mostró su agradecimiento a los médicos mediante pinturas que siguen rigurosamente las convenciones del exvoto. Muestras de ello son las obras dedicadas al doctor Eloesser y al doctor Farill.Pero no sólo la enfermedad fue causa de sus trastornos y metáfora de sus pinturas; los re-
Frida - La columna rota / 1944
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Las obras de Frida veses de su vida afectiva también fueron tematizados en cuadros que constituyen depuradas síntesis simbólicas. En El corazón (1937, Colección Michel Petitjean, París), la ausencia de manos expresa su impotencia y desesperación ante el enredo amoroso entre Diego Rivera y su hermana Cristina. Su corazón, literalmente arrancado, yace a sus pies y posee un tamaño desmesurado que refleja la intensidad de su dolor. Junto a ella, un vestido femenino, que alude a su hermana, pende de un hilo, a la vez que de sus mangas sale un único brazo que enlaza y un palo atraviesa el hueco que ha dejado su propio corazón.La apariencia onírica de sus imágenes propiciaba la relación de su simbología con el surrealismo, algo que Frida Kahlo negaría rotundamente: “Se me tomaba por una surrealista. Ello no es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad.” Pero Frida no sólo rechazó el carácter surrealista de su pintura, sino que profesó una profunda aversión hacia los representantes del movimiento. Había conocido a Breton en México en 1938 y al año siguiente pasó varios meses en París, donde tuvo ocasión de entrar en contacto con los otros surrealistas. La opinión que le merecían la expresó sin cortapisas en una carta que escribió desde allí a Nicolas Muray: “No puedes imaginarte lo joputas que son esta gente; me hacen vomitar. Son tan condenadamente intelectuales y degenerados, que ya no los aguanto más.” Frente a las representaciones oníricas o al automatismo psíquico de los surrealistas, los numerosos símbolos que Frida Kahlo introduce en sus cuadros poseen significaciones precisas
Frida - Dos desnudos en un bosque / 1939
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La vida de Frida Khalo y son producto de la actividad consciente. Su obra se origina y procede de una continua indagación sobre sí misma, y manifiesta los estados de ánimo de forma precisa y deliberada, materializando las oscilaciones entre el sufrimiento y la esperanza. El carácter simbólico de su pintura da cauce a la expresión vehemente de una personalidad apasionada para la que el arte es desafío y combate, lucha violenta contra la enfermedad, pero también repliegue ensimismado hacia su yo interior y huella del reconocimiento doloroso de su identidad maltrecha. Durante su vida, Frida creó unas 200 pinturas, dibujos y esbozos relacionados con las experiencias de su vida, dolor físico y emocional y su turbulenta relación con Diego. Ella pintó 151 pinturas, 55 de las cuales son autorretratos. Cuando le preguntaban porque pintaba tantos autorretratos, Frida contestaba: “Porque estoy sola tan a menudo, porque soy la persona que conozco mejor”. En 1953, cuando Frida exhibió en solitario por primera vez en México (la única que celebró en su país natal durante toda su vida), un crítico local escribió: “es imposible el separar la vida y el trabajo de esta persona extraordinaria. Sus cuadros son su biografía”. Esta observación sirve para explicar porque su trabajo es diferente del de sus contemporáneos. Cuando se inauguró su exposición, la salud de Frida era tan mala que su medico le dio que no se levantara de la cama. Frida insistió en asistir a la inauguración y, en el puro estilo de Frida, así lo hizo. Llego en una ambulancia y su cama en la parte trasera de un camión. La colocaron en su cama y cuatro hombres la cargaron y llevaron hacia los huéspedes que esperaban. Ambos, Frida y Diego eran muy activos en el Partido Comunista en México. A principios de Julio de 1954, Frida hizo su ultima aparición pública, cuando participó en una manifestación comunista. Poco después, el 13 de Julio de 1954, a la edad de 47 años, Frida falleció. Una vez, cuando le preguntaron sus disposiciones funerarias, Frida replicó: “Cuando muera quemen mi cuerpo…No quiero ser enterrada. He pasado mucho tiempo acostada. El día después de su muerte, amigos y familiares se concentraron en el crematorio para asistir a la cremación de la artista más grande y más original de México. A punto de convertirse en un icono internacional, Frida supo como dar
Frida Kahlo - Lo que el agua me dio / 1939
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Las obras de Frida
Frida Kahlo - El venado herido / 1946
a sus fans un último adiós inolvidable. Mientras el llanto de sus admiradores llenaba la habitación, un súbito golpe de calor viniendo de las puertas abiertas del incinerador, causaron que su cuerpo se sentara. Su pelo, ahora en llamas, resplandecía alrededor de su cabeza como un halo. Los labios de Frida parecieron esbozar una seductora sonrisa mientras las puertas se cerraban. La ultima entrada de su diario reza : “Espero alegre la salida y espero no volver jamás - Frida “. Sus cenizas fueron colocadas en una urna pre-columbina, la cual se exhibe en la Casa Azul que compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera regaló la casa al gobierno mexicano para que se convirtiera en un museo. Diego Rivera murió en 1957. El 12 de Julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el Museo Frida Kahlo. 29
La vida de Frida Khalo
Frida ha sido descrita como “...una de las grandes divas de la historia...una bebedora de tequila, fumadora y narradora de chistes subidos de tono, bisexual que cojeaba por su barrio bohemio vestida com fastuosos vestidos indígenas y daba festivas cenas para gente como Leon Trotsky, el poeta Pablo Neruda, Nelson Rockefeller y su marido intermitente, el muralista Diego Rivera. “ Hoy, más de medio siglo después de su muerte, se paga más dinero por sus cuadros que por los de cualquier otra artista femenina. Una visita al Museo Frida Kahlo es dar un paso atrás en el tiempo. Todos sus efectos personales se muestran por toda la casa y todo parece estar tal y como ella lo dejó Uno tiene la sensación de que ella todavia vive allá y ha salido brevemente para permitirte el visitar su santuario privado. Ella ahora ya se ha ido, pero su legado vivirá para siempre.
Frida Kahlo - Autorretrato con el Pelo Corto, 1940
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Las obras de Frida Las historias de los meses que Frida Kahlo pasó en París a finales de los años 30, las cartas de surrealistas que le pedían a la pintora su intervención para poderse venir a México cuando Francia estaba ocupada por los nazis, las casi 30 cartas de Isamu Noguchi -con quien tuvo un romance-, los autorretratos de Guillermo Kahlo que habrían de generar mayor interés en ella en este tipo de obras o los diálogos con Diego Rivera sobre cómo pintar determinada obra son algunos de los temas que han ido surgiendo en los archivos de la Casa Azul, abiertos hace una década. Investigaciones, exposiciones y libros se han generado tras la apertura de los más de 30 mil documentos, fotografías y objetos del Museo Frida Kahlo, Casa Azul, donde la artista nació el 6 de julio de 1907 y donde murió el 13 de julio de 1954; 60 años de su deceso son los que se
Frida Kahlo - Frida con monos 1943
cumplirán el próximo domingo. Los archivos, que estuvieron cerrados por 50 años, pues Diego Rivera pidió que no se abrieran sino 15 años después de su muerte y que Dolores Olmedo mantuvo sellados muchos años más, han dado lugar a las exposiciones Leo Eloesser: La medicina y el dolor en la obra de Frida Kahlo, en 2005; Tesoros de la Casa Azul, en 2007; Frida Kahlo, sus fotos, en 2009; Exvotos de la colección del Museo Frida Kahlo, en 2011; y Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo, que está expuesta actualmente. Si bien los objetos, documentos y fotografías -que son más de 6 mil 500- no pueden salir de la Casa Azul, de la exposición de fotos de la propia Frida se hizo una facsimilar a cargo del fotógrafo Gabriel Figueroa, que se ha llevado a varias ciudades del mundo. De manera paralela se han publicado los libros Todo el universo. Frida Kahlo. El mundo México; Frida by Ishiuchi, que es una obra fotográfica sobre sus objetos personales (RM, 2013); Frida 31
La vida de Frida Khalo
Kahlo, sus fotos (RM, 2010); y Mi querido doctorcito (El Equilibrista /Conaculta, 2007). El hombre en la encrucijada. El mural de Diego Rivera en el Centro Rockefeller, aunque no es un libro sobre Kahlo, se basa en documentos de los archivos guardados por ella. Con base en el libro todo el universo… se hará en 2015 una exposición. Otro proyecto futuro, a partir de los archivos, será un libro con ensayos en torno de los extranjeros en México. En los archivos, el investigador Jaime Moreno Villarreal estudia el periodo de Frida en París, a finales de los años 30; de ahí proviene la correspondencia que ella sostuvo con un parisino de nombre Michel quien, por ejemplo, le dice en una misiva, en abril de 1938. Otro material de estudio es la biblioteca de la artista; a partir de sus libros y revistas se ve su interés por el Surrealismo -aunque aclaraba que no era surrealista- y por otras disciplinas. Así lo describe Hilda Trujillo, directora de los Museos Frida Kahlo y Diego Rivera-Anahuacalli: “Se pueden ver las fuentes de Frida Kahlo: el interés por la biología, la obstetricia, la poesía de Walt Whitman; descubrimos a una mujer muy inquieta intelectualmente, que intervenía los libros, los dibujaba, los hacía suyos, al igual que las fotos, que cortaba, pintaba, besaba”. El fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio, quien participó en la investigación inicial para algunos de los libros, cuenta sobre el acervo: “Todos los objetos son elocuentes, hay cosas que uno pensaría que no son de gran valor, los zapatos, por ejemplo, están rotos, viejos… Sin embargo, nos hablan de este par de monstruos, de grandes artistas del siglo XX. Ese zapato te habla del padecer de Frida, te habla de cómo era su cotidianidad: dura, dolorosa, intensa, extrema, con drogas, mucho tabaco… te permite apreciar a la propia Frida”. Ortiz Monasterio trabajó en los primeros años de apertura de los archivos, cuando con Ricardo Pérez Escamilla se realizó la exposición conmemorativa en el centenario del nacimiento de la pintora. Ha concluido que los archivos dan cuenta de las otras influencias de Frida, más allá de que muchos investigadores hablaron de la influencia de Diego Rivera. Para Ortiz Monasterio hubo otras influencias más fuertes: su padre, su madre, la casa paterna y el México prehispánico. “Por supuesto que Diego fue un torbellino, pero ella tenía
Frida Kahlo - Dos desnudos en un bosque / 1939
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La vida de Frida Khalo un mundo propio, una tradición fuerte. La fotografía de Guillermo Kahlo fue clave. Se encontraron 30 autorretratos de él, algunos quizás hechos en Alemania; así como retrató a su familia se hizo retratos. Eso fue muy importante para ella”. La restauradora de fotografía Liliana Dávila destaca el hallazgo documental: “Están las imágenes que les importaban a ella y a Diego para llevar a cabo sus pinturas. Es muy interesante de repente ver la imagen de una fotografía que sirvió de apoyo para una pintura de Frida; se encontraron varias pinturas inconclusas que se sabe que fueron realizadas a partir de fotografías a blanco y negro”. Hay cartas que muestran cómo Kahlo y Rivera intercambiaban ideas acerca de sus obras: Así lo detalla Hilda Trujillo: “Se encontró una carta de Frida en la que dibuja el suicidio de Dorothy Hale, la hija de la directora de Harper’s Bazar, y le preguntaba a Diego cómo pintarla… En otra carta, Diego le preguntaba a Frida cómo pintar el caballo de Zapata ‘¿café o blanco?’ Y Frida le dice que tiene que pintarlo de blanco como era el alma de Zapata. Te das cuenta, con esas cartas, de que hay una relación de igual a igual, de respeto intelectual y artístico, de consulta, no hay una imposición. Frida es ella misma y Diego la respeta”.
Frida Kahlo - Ante el espejo del dolor / 1932
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Las obras de Frida Las principals 5 obras de Frida despues del accidente accidente que la dejó en cama tres meses, aprendió a pintar. Fueron sus autorretratos los que la hicieron famosa y la convirtieron en una figura destacada de la pintura mexicana del siglo XX. Para recordarla te traemos 5 de sus más grandes obras.
El Accidente (1926)
El 17 de septiembre de 1925, Frida sufre un accidente que le cambió la vida. Un año después, ella hizo el boceto El accidente en el estilo tradicional de las pinturas religiosas o ex-voto mexicanas. Tradicionalmente, esta pinturas son ejecutadas sobre láminas de hojalatas y retratan la escena en la que ocurre un hecho milagroso. El milagro ocurrido en este boceto es que Frida no murió. Una de las características de ex-voto es que la escena es descrita de manera doble, en dibujo y palabras. Muchas de las pinturas de Frida incorporarán elementos del estilo del ex-voto.
Frida Kahlo - El accidente / 1926
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La vida de Frida Khalo
Autorretrato con Traje de Terciopelo (1926) Este es el primer autorretrato de Frida. Lo pintó como regalo para su compañero de estudios y novio, Alejandro Gómez Arias, quien había roto la relación. Se lo dio como prueba de amor con la cual esperaba el recuperar su afecto y que la tuviera en sus pensamientos. Su ruego de amor funcionó y poco tiempo después de que Alejandro recibiera el retrato, se reconciliaron.
Frida - Autretrato con traje de terciopelo / 1926
Autorretrato en la frontera entre México y estados Unidos (1930) En 1930, Diego Rivera le comisionan varios murales en los Estados Unidos, así la pareja empaca sus pertenencias y se van al norte. Luego de cuatro años, Diego se encontraba contento en tierra norteamericana pero, Frida extrañaba su tierra y se sentía miserable. Esta experiencia fue motivo de inspiración para su pintura Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos.
Frida Kahlo - Autorretrato en la fontera entre Mexico y Estados Unidos / 1930
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Las obras de Frida
Las Dos Fridas (1939) Esta pieza fue realizada en 1939, el año en que ella se divorcia de Diego, se cree que Las dos Fridas es la expresión de los sentimientos de la artista en el momento. Este doble autorretrato fue el primer trabajo en gran escala realizado por Frida.
Frida Kahlo - Las dos fridas / 1939
Diego y yo (1949) Ella era su “chicuita” y él su “príncipe sapo” sin embargo, el transcurrir de este amor no fue nunca fácil para Frida y Diego. Al poco tiempo de su matrimonio en 1929, empezaron los problemas. El año de 1949, la relación tocó el punto más bajo cuando corrió el rumor de que Diego intentaba casarse con la estrella de cine, María Félix, con quien mantenía un romance. A pesar de que nada de esto resultó y Diego permaneció al lado de Frida, ella terminó profundamente herida. El autorretrato Diego y yo proviene de esta experiencia vivida.
Frida Kahlo - Diego y yo / 1949
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La Casa azul Cuando uno profundiza en el conocimiento de la obra de Frida Kahlo y tiene el privilegio de conocer su hogar, se descubre la intensa relación que existe entre Frida, su obra y su casa. Su universo creativo se encuentra en la Casa Azul, sitio en el que nació y murió. Aunque al casarse con Diego Rivera vivió en distintos lugares en la Ciudad de México y en el extranjero, Frida siempre regresó a su casona de Coyoacán. Ubicada en la calle de Londres 247, en uno de los barrios más bellos y antiguos de la Ciudad de México, la Casa Azul fue convertida en museo en 1958, cuatro años después de la muerte de la pintora. Hoy es uno de los museos más concurridos en la capital mexicana: mensualmente recibe cerca de 25 mil visitantes, 45% de ellos extranjeros. La llamada Casa Azul Museo Frida Kahlo es el lugar donde los objetos personales revelan el universo íntimo de la artista latinoamericana más reconocida a nivel mundial. En esta casona se encuentran algunas obras importantes de la artista: Viva la Vida (1954), Frida y la cesárea, Retrato de mi padre Wilhem Kahlo, entre otras. En la recámara que Frida usaba de día permanece su cama con el espejo en el techo. Su madre lo mandó colocar después del accidente que Frida sufriera en el autobús, al regresar de la Escuela Nacional Preparatoria. Durante la larga convalecencia que la mantuvo inmóvil por nueve meses y gracias al espejo donde se reflejaba, Frida pudo retratarse. En la cabecera de su cama se pueden ver los retratos de Lenin, Stalin y Mao Tse Tung; en el estudio se encuentra el caballete que le regalara Nel-
La vida de Frida Khalo
son Rockefeller, sus pinceles y sus libros; y en su recámara de noche se guardan la colección de mariposas, obsequio del escultor japonés Isamu Noguchi, además del retrato que le hiciera a Frida su amigo y amante, el mas famoso fotógrafo Nickolas Muray. Cada objeto de la Casa Azul dice algo de la pintora: las muletas, los corsés y las medicinas son testimonios del sufrimiento de las múltiples operaciones a las que fue sometida. Los exvotos, juguetes, vestidos y joyas hablan de una Frida coleccionista. La casa misma habla de la vida cotidiana de la artista. Por ejemplo, la cocina -que es típica de las construcciones antiguas mexicanas, con sus ollas de barro colgadas a las paredes, y las cazuelas sobre el fogón- son testimonio de la variedad de guisos que se preparaban en la Casa Azul. Tanto Diego como Frida gustaban de agasajar a sus comensales con platillos de la cocina mexicana, prehispánica, colonial y popular. En el comedor convivieron grandes personalidades de la cultura y destacados artistas de la época: André Breton, Tina Modotti, Edward Weston, León Trotsky, Juan O ́Gorman, Carlos Pellicer, José Clemente Orozco, Isamu Noguchi, Nickolas Muray, Sergei Eisenstein, el Dr. Atl, Carmen Mondragón, Arcady Boytler, Rosa y Miguel Covarrubias, Aurora Reyes e Isabel Villaseñor, entre muchos otros. La Casa Azul se convirtió en una síntesis del gusto de Frida y Diego, y de su admiración por el arte y la cultura mexicana. Ambos pintores coleccionaron piezas de arte popular con un gran sentido estético. En particular, Diego Rivera amaba el arte prehispánico. Muestra de ello es la decoración de los jardines y el interior de la Casa Azul, donde se muestran algunas piezas realmente bellas. El hogar de Frida se abre como museo porque tanto Kahlo como Rivera abrigaron la idea de donar al pueblo de México su obra y sus bienes. Diego pidió a Carlos Pellicer, poeta y museógrafo, que realizara el montaje para abrirlo al público como museo. Desde entonces, la atmósfera del lugar permanece como si Frida habitara en él. Así describió la casa Carlo Pellicer en noviembre de 1955: “Pintada de azul, por fuera y por dentro, parece alojar un poco de cielo. Es la casa típica de la tranquilidad pueblerina donde la buena mesa y el buen sueño le dan a uno la energía suficiente para vivir sin mayores sobresaltos y pacíficamente a morir...”
Frida Kahlo - El museo casa azul interior
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La casa azul
Frida Kahlo - El museo casa azul interior
En la Casa Azul también vivió Diego Rivera por largas temporadas. El muralista acabó por comprar la casa, al pagar las hipotecas y deudas que Guillermo Kahlo había contraído. Este último había sido un fotógrafo relevante durante el Porfiriato, venido a menos después de la Revolución. Además, los múltiples gastos médicos generados por Frida después del accidente endeudaron a la familia.
Frida Kahlo - El museo casa azul por fuera
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La vida de Frida Khalo La casona, que data de 1904, no era un lugar de grandes dimensiones. Hoy tiene una construcción de 800 m2 y un terreno de 1200 m2. De acuerdo con la historiadora Beatriz Scharrer, el padre de Frida, Guillermo Kahlo construyó la casa a usanza de la época: un patio central con los cuartos rodeándolo; el exterior era totalmente afrancesado. Fueron Diego y Frida quienes, más tarde, le dieron un estilo muy particular y, al mismo tiempo, le imprimieron -con colores y decoración popular- su admiración por los pueblos de México. En 1946 Diego Rivera le pidió a Juan O’Gorman la construcción del estudio de Frida. Diego propuso utilizar materiales de la zona: piedra volcánica o basalto, representativo por haber sido utilizado por los aztecas para construir pirámides y tallar sus piezas ceremoniales. El estudio adquirió, además de un estilo funcionalista, un decorado con objetos de arte popular mexicano. En esta zona de la casa, Diego colocó los plafones con mosaicos y llenó las paredes de caracoles de mar y jarros empotrados con la boca al frente, para servir de palomares. Rivera formó un fideicomiso adscrito al Banco de México y nombró un comité técnico integrado por familiares y amigos para vigilar el destino de sus dos museos: el Anahuacalli y la Casa Azul. Diego murió tres años después que Frida, pero antes nombró directora y presidenta vitalicia de ambos lugares a su mecenas y amiga, Dolores Olmedo. Lola se hizo cargo de terminar la construcción del Anahuacalli -que se encontraba en una primera etapa- y de mantener éste y la Casa Azul abiertos al público. Olmedo conservó los espacios funcionando a veces con sus propios recursos y con un gran esfuerzo, pues el gobierno poco le ayudaba.
Frida Kahlo - El museo casa azul interior
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La casa azul
Antes de morir, Diego pidió a Lola que, por un lapso de 15 años, no se abriera el baño de la que fuera la recámara del muralista en la Casa Azul. Mientras vivió, Lola respetó la voluntad de su amigo. Dejó cerrado no sólo ese espacio, sino también el baño de la recámara de Frida, una pequeña bodega, baúles, roperos y cajones. Diego había dejado un inventario breve de las cosas que guardó en su baño, pero, hasta hace poco, no se sabía lo que se encontraba en el resto de los lugares. El Comité Técnico del fideicomiso tuvo que rehacerse antes de la muerte de Lola, pues, de los once miembros originales, sólo quedaban ella y la hija de Diego, Guadalupe Rivera. Se nombró presidente a Carlos García Ponce, y Director General y de Administración a Carlos Phillips Olmedo. El nuevo Comité decidió abrir los espacios cerrados en el Museo Frida Kahlo y mostrar al público lo que ahí se encontraba. Sin embargo, los recursos eran escasos, pues los museos funcionan sólo con el ingreso de taquilla y algunos patrocinios. No existían los medios para realizar el proyecto, pero se consiguió el apoyo de personas interesadas en la cultura y el arte de nuestro país, en particular en su preservación: María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de ADABI (Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C.) y su esposo Alfredo Harp Helú -reconocido y generoso empresario. A través de esa institución, apoyaron con personal, recursos y equipo para el rescate de los archivos inéditos de la Casa Azul. Dar a conocer estos archivos a la luz pública coincidió precisamente con el centenario del nacimiento de Frida Kahlo y el 50 aniversario luctuoso de Diego Rivera. En el fondo de un ropero, atrás de algunos libros, se halló una libreta llena de dibujos. En ella apareció uno pequeño, pero importante:Las apariencias engañan. En ese lugar también permanecían guardados varios borradores del texto que Frida escribiera sobre Diego -“Retrato de Diego Rivera”para el homenaje del muralista en el Palacio de Bellas Artes. Se había dudado de la autoría de ese texto e incluso se le adjudicó a Alfonso Reyes, pero, gracias a este nuevo archivo, ahora se tiene la certeza de que salió de manos de Frida.
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La vida de Frida Khalo Sin duda una de las figuras más emblemáticas del movimiento artístico de México es Frida Kahlo. Nace en Coyoacán, Ciudad de México, el 06 de Julio de 1907. Hoy cumpliría 108 años. Una mujer extraordinaria dedicada a la pintura y poesía, mostrando siempre un lado autobiográfico cargado de la esencia del México Revolucionario. A lo largo de su vida ha vivido en dos importantes recintos Arquitectónicos del país que se han anclado a su obra, su personalidad y donde resguardó su universo creativo, La casa Azul y la Casa Estudio Diego . A detalle las obras después del corte. Frida nace en una Casona ubicada en la calle de Londres 247, en uno de los barrios más bellos y antiguos de la Ciudad de México. Este sitio está cargado de significado, y en el se encuentran algunas de sus obras más importantes: Viva la Vida (1954), Frida y la cesárea (1931), Retrato de mi padre Wilhem Kahlo (1952), entre otras. Dedica uno de sus cuadros a esta Casa, en el año 1936 (Mis abuelos, mis Padres y yo, un óleo y tempera sobre metal de 30,7 x 34,5 cm.) como prueba para demostrar que la casa siempre fue azul. Esta obra muestra a Frida como una niña pequeña emergiendo del patio central de la casa de Coyocán, sobre ella sus padres y en el medio del océano sus abuelos. Como ese, hay detalles que hicieron que su casa fuera dirigiendo su pintura. Cuando era muy joven, Frida sufre un accidente que la obliga a permanecer en cama, razón por la que en su habitación se coloca un espejo en el techo. Durante la larga convalecencia que la mantuvo inmóvil por nueve meses y gracias al espejo donde se reflejaba, Frida pudo retratarse. La casa misma habla de la vida cotidiana de la artista y del acercamiento a la cultura tradicional del país. La cocina, típica de las construcciones antiguas mexicanas, con fogón de leña, azulejos de talavera y ollas de barro colgadas a las paredes. El hogar de Frida se convirtió en museo, porque tanto Kahlo como Rivera abrigaron la idea de donar al pueblo de México su obra y sus bienes. Diego pidió a Carlos Pellicer, poeta y
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La casa azul museógrafo, que realizara el montaje para abrirlo al público como museo. Desde entonces, la atmósfera del lugar permanece como si Frida habitara en él, la Casa Azul fue convertida en museo en 1958, cuatro años después de la muerte de la pintora. El diseño de la casa está conformado por dos bloques de hormigón liso, independientes uno del otro y comunicados por un puente angosto que une las azoteas, pensado en la individualidad de cada artista. Un bloque es rojo y representa a Diego. El otro es azul, representando a Frida, unidos únicamente por un puente en la azotea. Un simbólico gesto que representa la relación personal y la vinculación profesional de ambos artistas, quienes siempre tuvieron conflicto para compartir su vida y su éxito individual. La casa se vincula con el exterior sin pertenecer totalmente al contexto, misma condición expresada en la casa de la infancia de Frida. Esta vivienda se encuentra elevada del nivel de calle y cercada por una valla de la especie cactácea más agresiva para el peatón. Sin embargo, desde su interior se puede ver la panorámica del recinto y a pequeño alcance el exterior, donde Frida pasaba la primera etapa de la enfermedad que terminó con su vida, una manera muy contemplativa de esta etapa en el país. Allí Frida consolidó su carrera de pintora al crear obras como “Lo que el agua me dio”, “El ojo Avizor”, “El difunto Dimas” y “Las dos Fridas”. Por su parte Diego pintó en el estudio alrededor de tres mil obras, entre ellas la mayor parte de su obra en caballete. En este espacio albergó su particular colección de Judas y calaveras, así como buena parte del arte prehispánico y artesanía mexicana. Al final de su vida, Frida decide regresar a la casa de Coyoacán, y tiempo después Diego Rivera es quien muere en esta casa, junto a la obra de ambos.
Frida Kahlo - El museo casa azul interior
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Frida en la actualidad El trabajo de Frida, algunas veces fantástico otras sangriento, ha sido definido como surrealista, al respecto una vez ella comentó que nunca había pensado en que ella era una surrealista “hasta que Andre Bretón vino a México y me lo dijo”. (“El trabajo de Frida Kahlo es la mecha de una bomba” escribió de admiración Bretón). Sin embargo, Frida evadía todo tipo de etiquetas, Diego por su parte, la definía como realista. Su principal biógrafa, Hayden Herrera, parece coincidir con él cuando escribe que, incluso en sus más complejas y enigmáticas pinturas, “Lo que el agua me dio” por ejemplo, “Frida está “con los pies muy sobre la tierra” al representar imágenes reales de la forma más literal y directa”. Como es el caso del arte típico mexicano, las pinturas de Frida “hechos y fantasías se entremezclan como si fueran inseparables e igualmente reales”, agrega Herrera.
“No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero, lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser”, Frida escribió una vez. Como mis temas han sido siempre mis sensaciones, mis estados de ánimo y las reacciones profundas que la vida ha producido en mí, yo lo he llevado objetivamente y plasmado en las figuras que hago de mi misma, que es lo más sincero y real que he podido hacer para expresar lo que yo he sentido dentro y fuera de mí misma”. La figura de Frida y su obra son un desafío a cualquier definición absoluta porque, se prestan más a una descripción en la cual ambigüedad la caracteriza. Frida se alternaba entre la esperanza y la desesperación. Le encantaba bailar y las multitudes, coquetear y seducir sin embargo, a veces se sentía miserablemente sola y rogaba a sus amigos y amantes que la visitaran o que no la “ol-
La vida de Frida Khalo
vidaran”. Poseía un agudo sentido del humor, usualmente un marcado humor negro al igual que, una disposición muy aguda a la inventiva y la metáfora. Frida siempre se esmeró por mantener un hogar para Diego y amaba preocuparse por él, prepararle comida y bañarlo. Le encantaba rodearse de mascotas exóticas como monos araña y perros, y adoraba a los niños los que siempre trataba como iguales. Frida gustaba de los chismes, chistes subidos de tono y los sin sentidos en cambio, aborrecía la pretensión. Trataba a los sirvientes como a su propia familia y a los estudiantes como colegas muy estimados. Frida Kahlo era la personificación de la alegría, un anhelo por la vida. Valoraba la honestidad, especialmente la propia. Una vez le escribió a un antiguo amante, quien abiertamente la había dejado por su debilidad física, “tú mereces lo mejor de lo mejor porque, tú eres una de esas pocas personas que, en este mísero mundo siguen siendo honestas consigo mismas y esa es la única cosa que realmente cuenta”.
Frida Kahlo - Editada / 2013
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Frida en la actudalidad
Frida Kahlo se ha superado a sí misma. Y de paso, desbancó del reinado de las subastas al pintor también mexicano Rufino Tamayo y se ha convertido en la artista latinoamericana mejor vendida, según señaló la casa Christie’s. Este jueves, el centro ha vendido Dos desnudos en el bosque (La tierra misma) en 8.500.000 dólares (unos 7,5 millones de euros), con tasas incluidas. El Trovador de Tamayo se le había adelantado en 2008 a la artista, quien consiguió su primer récord en 2006 con Raíces, con un martillazo valorado en casi seis millones de dólares. Con este cuadro de apenas 30 centímetros de ancho por 25 de largo así lo anunciaron: “Una pieza de museo, damas y caballeros”, “exquisitamente surrealista”. En el cuadro se ven dos mujeres, una sobre la otra, desnudas. Una pintura llena de erotismo y muchos símbolos. «Es una de las pinturas más personales de Kahlo porque es muy poética”, comentó Virgilio Garza, director del departamento de arte latinoamericano en Christie’s, en una entrevista para la agencia The Associated Press. Está pintada sobre metal, “lo que recuerda a la tradición de las antiguas ofrendas a los santos”, explicó Garza en la entrevista. La obra fue expuesta por última vez en el Jardín Botánico de Nueva York el año pasado. La pintura que se subastó este jueves fue creada en 1939 para Dolores del Río, una de las primeras actrices latinoamericanas en triunfar en Hollywood, que era amiga de Kahlo y Diego Rivera, su pareja. Tras la muerte de la actriz, el cuadro pasó a manos de su marido, Lewis Riley. En 1989 fue subastado por primera vez y lo adquirió la coleccionista Mary-Anne, quien lo vendió a un comprador anónimo. Este jueves se ha incrementado su precio casi 20 veces. Por lo tanto “De alguna manera, Frida mueve muchas emociones. Yo creo que siempre inspira, por su forma de ser, por su temperamento, por haber sido alguien que a pesar de la discapacidad y toda esta parte dramática, siempre salió adelante y fue una gran artista”, ha comentado la fotógrafa Cristina Kahlo, quien estuvo en Madrid para inaugurar su exposición “Tiempo de danzón”.
Frida Kahlo - En acuarela / 2015
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La vida de Frida Khalo
Frida Kahlo - En plastas ilustracion / 2015
En la última pasarela Cibeles, Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, la diseñadora Maya Hansen dejó ver en su pasarela decenas de corsés y tocados donde fue evidente que estaba presente el espíritu de la artista mexicana. Así como Hansen, lo han hecho otros, como el modisto italiano Antonio Marras, que tomó su esencia y la hizo perfume para Kenzo; o la edición especial de la revista Vogue México lanzada en noviembre, donde Frida Kahlo apareció en la portada al igual que lo hizo en 1937 en la edición estadounidense, y que la reafirman como un icono de la moda. “A pesar de haber estado casada en ese momento con un pintor que era muy importante, en el tiempo ganó su lugar y por eso a las mujeres nos encanta”, ha precisado su sobrina nieta, que reconoce sentirse influenciada en su trabajo no solo por Frida, sino por toda la familia Kahlo. “El arte y la fotografía en mi casa han sido una constante. La familia Kahlo ha estado marcada por ello”, explicó. “Esto viene desde Guillermo, el padre de Frida, que se dedicaba a la fotografía de arquitectura; después, mi padre, aunque no se desarrolló profesionalmente, también fue fotógrafo; le siguió mi hermano Guillermo y yo también; incluso, mi hermana menor, Mariana, se casó con uno. Hay algo que pasa en esta familia, no te sé explicar bien qué es”, concluyó Kahlo. Ciudad de México.- En los últimos años Frida Kahlo se ha convertido en una marca registrada, previo a eso, la imagen de la pintora mexicana ya había aparecido en varios productos, pero no formalmente bajo un modelo de explotación controlada.Todo lo que rodea a Frida Kahlo resulta sumamente atractivo para ser llevado a artículos de consumo masivo. Para muestra basta un botón: actualmente, se han licenciado un poco más de 50 marcas para que hagan uso de la imagen de la pintora. 50
Frida en la actudalidad Entre las marcas que la han usado bajo el modelo de licencia destacan: los tenis Converse, la cerveza Bohemia, un avión de Aeroméxico, una marca de tequila, colección de ropa de la marca Zara, los cuadernos Scribe, el billete de 500 pesos del Banco de México, y pronto un hotel spa en la Riviera Maya, el cual, se inspirará en la Casa Azul. Marcela Romero-Kahlo, sobrina nieta de la artista, fundó en el 2004 la Frida Kahlo Corporation, una empresa encargada de administrar y otorgar licencias para que otras marcas puedan explotar las imágenes relacionadas con la pintora mexicana, Kahlo. De esta forma, Casa Kahlo, nombre con el cual se encuentra en México, dice que la misión de la marca es “Inspirar a las personas a redescubrir su cultura como algo que los une y al mismo tiempo diferencía del resto del planeta.”El target al que desean llegar son mujeres de 18 o más, “que no temen expresar sus ideas y desean diferenciarse de los demás.” En principio, el requisito fundamental para comercializar productos bajo la licencia de Frida Kahlo Corporation, es que primero se haga en México, para tiempo después, lleguen a otras partes del mundo. De acuerdo con las herederas de la pintora, los productos en donde se introducen las imágenes de Frida Kahlo son artículos afines a la pintora, como es el caso de la cerveza Modelo. Aunque, según el sitio, “ésta propiedad tiene un sin límite de posibilidades”, entre ellas destacan ropa, accesorios, papelería, regalos, editorial, electrónicos, cuidado personal, salud, juegos y “mucho, mucho más.” Las cosas cambian con el tiempo, Frida Kahlo era sumamente afín con el comunismo, ella se sentía parte del movimiento revolucionario mexicano, como un resultado del mismo. Pero ahora, la imagen de la pintora se ha convertido en un producto comercializable y producido en masa para varias marcas, ya sean nacionales, y hasta extranjeras. Sin embargo, la imagen de Frida Kahlo ya era explotada previo a crear una marca, podría compararse con el uso de la imagen del Che Guevara en playeras, libretas y demás productos que, están lejos de las ideas que tenía éste personaje. Así pues, para las herederas de Frida Kahlo era el momento de dejarlo pasar, o subirse al tren de las oportunidades y hacerlo como se debe. Finalmente, alguien lo iba a hacer.
Frida Kahlo - Dibujo personal / 2012
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La vida de Frida Khalo Para entender la dimensión del valor de las imágenes asociadas a la artista mexicana, en el 2010, una pintura pequeña y “rara” de Frida Kahlo, titulada ‘Sobreviviente’, se vendió en 1,178,000 dólares en la casa de subasta Christie’s de Nueva York. En un inicio, la obra estaba valorada en 150,000 dólares.Pero, el récord de la venta más elevada de una pintura de Frida Kahlo se registró en el 2006, se pagaron 5.6 millones de dólares por la obra ‘Raíces’ durante una subasta organizada por Sotheby’s. Desde pequeña, Frida soñaba que volaba. Era tanta su obsesión que a durante toda su vida mencionó lo mucho que quería extender sus alas sobre el mundo. Su deseo era tan grande que la artista pintaba mariposas sobre el yeso que la sostenía, lo que significaba ese anhelo constante de dejar sus pies y dolores para volar lejos de su sufrimiento. Finalmente, Frida voló un día como hoy, pero de 1954. Una de las grandes de su tiempo abriría sus alas, no sin antes dejar un hueco en la historia del arte que pocas mujeres han podido llenar. Su fama la ha convertido en un fetiche, como también un objeto de crítica, sin embargo, la pregunta que nos deja el fenómeno Frida es: ¿por qué es tan importante? El fenómeno “Frida”Frida es un personaje que gozó de influencia y poder, ya que fue esposa de uno de los más grandes muralistas de México, Diego Rivera, lo cual le dio una posición privilegiada para codearse con los intelectuales y artistas famosos de la época. Sin embargo, Frida supo explotar bien su posición y su persona al crear alrededor de ella un personaje: el de una mujer que desde su apariencia llamaba la atención, pues siempre vestía textiles tradicionales mexicanos, y llevaba el folclor de la cultura mexicana en todos sus gestos y conversaciones, por lo que resaltó en varios círculos sociales.
Frida Kahlo - Dibujo personal / 2015
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Frida en la actudalidad Era una mujer con una ideología bien estructurada, la cual llevaba a todos los ámbitos de su vida: en lo político, apoyaba la izquierda, así como Diego Rivera; esto la condujo a convivir con personalidades como León Trotsky. El personaje de Frida también era el de una mujer atormentada por los constantes desvaríos de Diego, sus amoríos y por sus tragedias médicas, lo que le dio ese aire de artista incomprendido, que ha hecho que mucha gente se relacione con ella a través de su sufrimiento. Se puede decir que el fenómeno Frida Kahlo es un fenómeno parecido al de Dalí, quien alrededor de su obra crearía también una figura que completaría sus piezas, casi como un acto performático. En lo pictórico, Frida tuvo un gran valor como artista, aunque quizás la técnica que manejaba no era la preferida entre muchos. Su obra contenía elementos bastante originales y autobiográficos que, como mencionamos anteriormente, complementan su historia. Se puede decir que su estilo gira en torno al surrealismo y el expresionismo. Finalmente, es una de las pocas mujeres artistas que brillaron en su tiempo abriendo un campo para las artistas que vendrían. Frida es tan importante que fue la primera artista nacional en presentar una de sus obras en el Museo Louvre. También importantes museos y galerías de arte internacionales le han dedicado retrospectivas, entre ellos el Instituto Nacional de Bellas Artes de Ciudad de México, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, la Whitechapel de Londres, la Schirn Kunsthalle Frankfurt, la Tate Modern de Londres y el Museo Nacional de Colombia, Bogotá. Actualmente, la pintura más cara de la artista es Raíces (1943), la cual se vendió por 5,616,000 millones de dólares en Nueva York durante una subasta de Sotheby’s el 24 de mayo de 2006. La artista es hoy una de las mejor posicionadas en el mercado del arte y su valor continúa ascendiendo. Es innegable la influencia que ha ejercido Frida en el mundo del arte hasta nuestros días, prueba de ello son todos los artistas y personas que le rinden homenaje o que han sido
Frida Kahlo - Ilustración / 2016
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La vida de Frida Khalo influenciados por su obra.Para los que la admiramos, Frida dejó sus pies para volar en el mundo del arte, a la vez que se despide de nosotros gritando “Viva la vida”. El éxito de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) por el mundo comenzó dos décadas después de su muerte, en los años 70, cuando en Estados Unidos y Europa comenzaron a retomar su imagen, debido a varios factores, entre ellos el sufrimiento que reflejó en sus cuadros, aseguró la historiadora Laura González Matute. En entrevista, la especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del INBA aseguró que aunque el “fenómeno de Frida” o “Fridomanía” es y será un tema complejo, la artista seguirá siendo un mito y un ejemplo para algunas mujeres de la actualidad. Aunque Frida muere a mitad del siglo, es en los años 70 cuando despierta ante el mundo y nace el fenómeno de Frida Kahlo, y tiene que ver con que el movimiento feminista se ha desplegado a nivel internacional en la época. Además una exposición que itineró por Europa con obras de ella y de Tina Modotti, llegó a Alemania y de ahí surge un boom. “Se retomó no sólo por la eficacia de sus cuadros, por la penetración psicológica, por el colorido y por todo lo que la rodeó, sino porque fue una especie de icono identificado por mujeres feministas”, añadió la experta. De acuerdo con González Matute, el hecho de que Frida se casara con un hombre 20 años mayor que ella, como lo fue Diego Rivera; su forma de vestir muy folclórica, con símbolos de la mexicanidad, sus cejas tal cual, sin depilar, “eso, habla de cómo se presentó ante el mundo; hubo un renacimiento familiar”. Su sufrimiento, sus cuadros que fueron catalogados como surrealistas por Europa, “eso se retomó por muchas mujeres que se sintieron identificadas con la serie de problemáticas que padeció la artista en vida”, añadió.“La admiraron -dijopor su carácter, su presencia, por asumir esa forma de vestir, la cual se hizo moda y que las mujeres se quedan deslumbradas por sus moños en la cabeza, anillos, prendas, etcétera”.
Frida Kahlo - Dibujo personal / 2016
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Frida en la actudalidad “Se dice que no sólo tuvo relaciones con Diego, sino también con otros hombres, con mujeres, esto la hace una mujer controvertida, ambivalente, con varias personalidades y que rompe, y eso hace fundamental para que sea retomada como un icono”. La también maestra en Historia del Arte por la UNAM, recordó, si algo caracterizó a la pintora, es que no se trató de una mujer sumisa y dedicada al hogar como se hacía en sus tiempos, por el contrario, fue un personaje fuerte y que desde temprana edad se involucró en el arte, gracias a libros que su padre le acercaba cuando la invadió la poliomielitis. “Frida viene de una familia artística, hablando de su padre, y eso le va dando ciertos caminos para que se vaya introduciendo al mundo artístico, el de la imagen y no sólo por la parte de la fotografía que su papá manejó, sino porque fue él quien la acercó al arte cuando tuvo poliomielitis y tuvo que estar en cama. “Su padre le dio libros de arte europeo, del siglo XVI, en donde entró en contacto con lo plástico; más adelante ella eligió su camino, deseaba estudiar Medicina hasta que ocurrió el accidente que la dejó muy mal” y acabó refugiándose en la pintura. Cuenta que tras conocer a Diego Rivera, siendo ella muy joven, el muralista fue una figura clave para el despegue de la retratista, toda vez que ella lo acompañaba a sus constantes viajes, principalmente a Estados Unidos. “(Diego) fue fundamental, puesto que ella lo acompañaba a sus viajes en Estados Unidos, y fue ahí donde entró en contacto con el mundo norteamericano, el cual la aceptó como algo exótico y diferente. La admiraron por su carácter, su presencia, por asumir esa forma de vestir, la cual se hizo moda y siguíra siendo moda. “Rivera fue clave, pero diferente, porque Diego sabía lo que estaba pintando, él era un artista de la tendencia nacionalista. Mientras que la obra Frida, no tan política como la de Diego, posee cuadros de crítica al Imperialismo Yanqui, pero no es lo que caracterizó, sino sus autorretratos, su circunstancia,
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La vida de Frida Khalo psicológicamente presentándose a sí misma ante el mundo, como si estuviera frente a un espejo y en el que refleja su interioridad y estados de ánimo”, explicó. Destacó que el hecho por el que sus cuadros se cotizan tan alto en el mercado del arte, obedece a lo que consideró “culturas políticas y economías”.“El mercado del arte retomó a una artista latinoamericana con toda una problemática que se inserta en el momento de la liberación femenina. “Pero además, empiezan a surgir personalidades de la talla de la cantante Madonna, que dice por ejemplo que le gusta la obra de Frida y la adquiere, y ese fenómeno hace que suba el precio y el que en las subastas se cotice de la forma en que ningún pintor latinoamericano había estado cotizado”, subrayó.Para González Matute, Frida es un mito y una leyenda, “porque un mito es algo que se tiene en una cultura que se repite y una leyenda es algo que sucedió pero que continua vigente, sigue impactando y trascendiendo”, y Frida está en ambas. Antes de verla, a Frida Kahlo (1907-1954) se la oía. Carlos Fuentes recordaba el tintineo de pendientes, pulseras y abalorios que precedió a la imponente llegada de la pintora una noche al palco del Palacio de Bellas Artes en México. Nadie quedaba indiferente al magnetismo que irradiaba la mujer del inmenso Diego Rivera, 20 años más joven que él, “una muñeca solo en lo que a tamaño se refiere”, como fue descrita por el fotógrafo Edward Weston. Casi siete décadas después de su muerte, la fascinación en torno a Kahlo no solo no se agota, sino que crece, dejando a un lado la sombra de su marido. Centenarios, biografías, películas, documentales, óperas e imanes de nevera aparte, la popularidad de Frida escapa a los márgenes de los mapas y los calendarios de efemérides: en 2015, media docena de exposiciones
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Frida en la actudalidad han celebrado distintos aspectos de su legado en Londres, Detroit, Ciudad de México, Fort Lauderdale y de Nueva York. Este verano, las aproximaciones a Kahlo incluyen desde la exposición de un puñado de sus cartas a la recreación de las plantas de su jardín, pasando por una conferencia sobre sus problemas médicos a cargo de una reumatóloga. Ecos de tinta y papel. De la intimidad de Frida Kahlo. Museo Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo; México DF. Hasta el mes de noviembre. Frida Kahlo. Mirror, mirror... Throckmorton Fine Art; Nueva York. Hasta el 12 de septiembre.Frida Kahlo. Art, Garden, Life. The New York Botanical Garden. Hasta el 1 de noviembre. La fiebre por Frida parece alcanzar un nuevo pico. “Ella mueve muchas emociones en distintos sectores: la mujer engañada, la discapacitada, lo aguerrido de su personalidad a pesar de sus problemas físicos o su lucha política. Y, además, todos nos volvemos confidentes de su vida a través de su obra”, explica por teléfono la fotógrafa Cristina Kahlo, sobrina nieta de la artista y comisaria de la exposición Ecos de tinta y papel. La intimidad de Frida Kahlo. Hasta noviembre, esta muestra reúne correspondencia y fotografías en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo de México. En esas cartas dirigidas, entre otros, a su querido doctorcito, Leo Eloesser, queda patente el dolor físico que marcó la vida de Kahlo; también la profunda amistad que la unió a la actriz Dolores del Río o al arquitecto Juan O’Gorman. Kahlo llegó a someterse a 30 operaciones y, tras una intervención de columna, su her-
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La vida de Frida Khalo mana Matilde describe al médico cómo le fijaron las vértebras con hueso. Maestra de la autoexposición retratándose obsesivamente en sus lienzo y, paradójicamente, del ocultamiento camuflando bajo las folclóricas faldas las secuelas de la polio que padeció de pequeña y del terrible accidente que sufrió más adelante al quedar atrapada en el choque entre un autobús y un tranvía, Kahlo fue carne de objetivo durante toda su vida. Cuando murió, se encontraron en su casa cerca de 4.000 fotografías cuidadosamente archivadas. Antes del boom de los paparazi o de la explosión de los selfies, la icónica imagen que proyectaba Kahlo resultaba irresistible. La lista de fotógrafos que la retrataron arranca con su padre Wilhem Kahlo, e incluye desde Cartier-Bresson hasta Ansel Adams. “Es excepcional cómo encontró la manera de evocar distintas facetas de sí misma. Reflejaba lo que cada uno quería ver”, apunta el catedrático Salomon Grimberg, autor del texto que acompaña el catálogo de Frida Kahlo. Mirror, mirror..., la exposición de la galería neoyorquina Throckmorton que, hasta el 12 de septiembre, reúne medio centenar de instantáneas originales de Kahlo captadas por Dora Maar, Nickolas Muray, o Lucienne Bloch, entre otros. Grimberg sostiene que la fotografía fue la entrada de Frida en el mundo de la estética, y se detiene en las imágenes que Lola Álvarez Bravo sacó de la pintora en distintos espejos: “Es como si el reflejo fuese el propio sujeto. Muestran su lucha por mantener su sentido del yo”. Alumna de Theodor Adorno, amiga de Walter Benjamin y miembro de la agencia Magnum, Giséle Freund tuvo un privilegiado acceso al entorno de Rivera y Kahlo. Su trabajo se ha mostrado en el Museo de Arte Moderno de México en julio, y alguna de sus imágenes se incluyen en la muestra de la galería Throckmorton de Nueva York, pero es en el libro Frida Kahlo: The Giséle Freund photographs (Abrams & Chronicle Books, 2015) donde mejor se aprecia su conexión con la pareja de artistas. “Muchas de sus fotos son bodegones de la casa, una especie de retratos de ambiente donde se destila algo genuino”, explica por teléfono Lorraine Audric, especialista en Freund
Frida Kahlo - Dibujo personal en acuarela / 2016
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Frida en la actudalidad y autora del epílogo del libro. “Son imágenes que no ofrecen respuestas, sino que plantean preguntas, que muestran el arte vernáculo, la magia que les rodeaba”. Y la cosmopolita Freund cayó rendida ante aquello. Como escribió la fotógrafa en un perfil para una revista que se incluye en el libro, Frida “fuma, se ríe, habla con una voz melodiosa y cálida. Toda su personalidad irradia una inteligencia viva, una profunda humanidad y una exuberante vitalidad. Odia todo lo esnob, cualquier cosa falsa, convencional o afectada”. Su identidad caló o quizá también se construyó un estilo que rebasó el lienzo y cuajó en un rico mundo estético y simbólico. Ahí está su vistoso armario (fotografiado al detalle por la japonesa Miyako Ishiuchi, cuyas imágenes se mostraron este año en Londres), claro, pero también su jardín. Y es precisamente este decorado botánico lo que recrea Frida Kahlo, Art, Garden, Life. Esta exposición del Jardín Botánico de Nueva York es la primera que se ha centrado en la importancia simbólica que tenían las plantas en el arte de la autora. “Esta faceta de su creatividad muestra la inteligencia profunda de la artista, su diálogo con ideas muy complejas como la cosmovisión de las culturas prehispánicas, y el discurso del mestizaje no solo en México, sino en el mundo de los años cuarenta y cincuenta, y, sobre todo, su amor por México y por la naturaleza”, explica la comisaria Adriana Zavala. Junto a la reconstrucción de una parte del jardín de la Casa Azul de Kahlo, se han reunido una veintena de cuadros y obras sobre papel procedentes en su mayor parte de colecciones privadas en las que las plantas juegan un papel esencial. “La popularidad de Frida muchas veces tapa su arte y por eso nuestro enfoque no es biográfico”, recalca Zavala. “Pero, sí creo que fue una mujer indomable y eso es muy atractivo hoy. También su política”.
Frida Kahlo - Moda en frida / 2015
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Éxito y desesperación A principios de octubre de 1938, Frida Kahlo se dirige a los Estados Unidos para preparar su exposición en la galería de Julien Levy. En los dos años anteriores había trabajado intensamente y tomado parte, por vez primera, en una exposición colectiva. Ahora la invitaba Levy a una exposición individual. «Para mi sorpresa, Julian [sic] Levy me escribió que alguien le había hablado de mis cuadros y que estaba muy inte- resado en exponerlos en su galería», confirmaba la artista a su amiga Lucienne Bloch. Contesté a su carta y le envié fotos de algunos de mis últimos trabajos, a lo que él reaccionó con una nueva carta en la que se mostraba entusiasmado por los trabajos y me preguntaba si estaba de acuerdo con una exposición de treinta cuadros para octubre de este año. Que había realizado sola. Aunque no existen indicios concretos sobre el asunto, amigos y conocidos parecen creer que Frida se ha separado de Diego Rivera. Con desenvoltura flirteaba con sus admiradores e inició una íntima y apasionada relación amorosa con el fotógrafo Nickolas Muray. Siendo que por este entonces todavía existían pocas galerías de arte, y menos aún galerías vanguardistas, la apertura de la exposición se convirtió en un gran acontecimiento cultural. El considerable éxito para una primera exposición individual encontró asombroso eco en la prensa. A pesar de la crisis económica de los Estados Unidos, de los veinticinco trabajos expuestos ntre ellos algunos ejemplares de colecciones, expuestos en calidad de préstamo fueron vendidos la mitad. Además, la artista obtuvo encargos de algunos de los visitantes, como por ejemplo de A. Conger Goodyear, otrora presidente del Mu- seum of Modern Art de Nue-
La vida de Frida Khalo va York. Este se había entusiasmado en la exposición con el cuadro Fulang Chang y yo, que la artista había rega- lado a su amiga Mary Schapiro Sklar, la hermana del historiador de arte Meyer Schapiro. Por eso le encargó realizar un trabajo parecido para él. Antes de la partida pintó, en su habitación de hotel neoyor- kina, el Autorretrato con mono. También Clare Boothe Luce, la editora de la revista de moda le encargó un trabajo. Su amiga Dorothy Hale, una actriz a la que también Kahlo conocía, se había suicidado en octubre de 1938. Poco después fui a la exposición de los cuadros de Frida Kahlo, ex- plicaba la editora el contexto del encargo. Frida Kahlo se dirigió a mí a través de la multitud de personas y comenzó a hablar sobre el suicidio de Dorothy. Kahlo no tardó en proponer que ella podría rea- lizar un recuerdo de Dorothy. Yo no entendía suficiente español para entender el significado de la palabra recuerdo. Pensé que Kahlo haría un retrato de Dorothy al estilo de su propio autorretrato que yo había comprado en México. De pronto se me ocurrió que un retrato de Dorothy pintado por una conocida pintora amiga podría ser algo que a su pobre madre le gustaría tener. Expuse esta idea, y Kahlo me reafirmó en ella. Así surgió el cuadro El suicidio de Dorothy Hale la documentación de un suceso real que Frida Kahlo tradujo al lenguaje del exvoto. Dorothy Hale se había tirado de la ventana de un rascacie- los. Frida Kahlo retuvo la escena en diferentes fases de la caída, como en una fotografía expuesta varias veces, y expuso el cadáver sobre una llanura a modo de escenario, separada del rascacielos y situada en pri- mer plano. El suceso está comentado en una inscripción con letras rojo sangre: En la ciudad de Nueva York el día 21 de octubre de 1938, a las seis de la mañana, se suicidó la señora Dorothy Hale tirándose desde una ventana muy alta del edificio Hampshire House. En su recuerdo aquí están borradas algunas palabras este retablo, pintándolo Frida Kahlo. Dorothy Hale, cuyo marido Gardiner Hale, un pintor de retratos reconocido en la High-Society americana, había muerto a mediados de los años treinta en accidente automovilístico, tenía grandes dificultades económicas. No podía financiar el costoso estilo de vida mantenido durante los años de matrimonio. Probó suerte en Hollywood, pero no superó
Frida Kahlo - Ilustracion personal / 2014
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Exito y desesperación las pruebas cinematográficas y vivía del favor de sus amigas y amigos. En sus repetidos intentos de encontrar trabajo, le dijeron que era demasiado vieja treinta y tres años para una carrera profesional. En lugar de un trabajo, haría mejor buscándose un marido rico. Poco antes de su suicidio invitó a sus amigos a una fiesta de despedida, pues había decidido hacer un largo viaje. Dorothy Hale se había tirado de la ventana de su suite en House. Llevaba puesto mi vestido favorito su vestido negro de terciopelo estilo mujer fatal y, prendida en él, un ramo de pe- queñas rosas amarillas que le había enviado Isamu Noguchi un escultor con el que también Frida Kahlo tenía amistad y con quien había tenido una relación amorosa. Cuando Clare Boothe vio el cuadro, pensó seriamente en destruirlo: Nunca olvidaré el susto que me llevé cuando saqué el cuadro de la caja. Me sentía psíquicamente enferma. ¿Qué iba a hacer yo con este escalofriante cuadro del cadáver estrellado de mi amiga, con su sangre goteando por todas partes? No podía enviarlo de vuelta a lo ancho del borde superior se encontraba un ángel portando un estandarte desenrrollado donde se decía en español que esto era el asesinato de Dorothy Hale, pintado por encargo de Clare Boothe para la madre de Dorothy. Ni siquiera a mi más encarnizado enemigo le habría yo encargado pintar un cuadro tan sangriento, y mucho menos de mi desafortunada amiga. Finalmente, la editora se dejó convencer por sus amigos y no des- truyó el cuadro, sino que hizo sobrepintar la banderola. Borró también parte de la inscripción inferior, al objeto de poder distanciarse del escalofriante trabajo. En enero de 1939 se embarcó Frida Kahlo con destino a París. André Breton, que había abogado porque Levy hiciera una exposición con Frida Kahlo, quería organizar otra exposición en París a principios de año. A su llegada a París, la artista se encontró con que Breton todavía no se había tomado molestias en cumplir su promesa. Los cua- dros estaban retenidos en la aduana, y faltaba aún una galería apropiada. Fue con ayuda de Marcel Duchamp, quien, según Frida Kahlo, de este montón de locos hijos de puta que son los surrealistas, es el único que tiene los pies en suelo
Frida Kahlo - Ilustración digital / 2015
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La vida de Frida Khalo cabo los preliminares necesarios para la exposición. La galería Renou & Colle, conocida por su especialización en pintura surrealista, se mostró dispuesta a exponer la obra. El 10 de marzo de 1939 fue inaugurada la exposición Mexique, de la que también se publicó un catálogo. Los trabajos de Frida Kahlo fueron expuestos junto con obras mexicanas de los siglos XVIII y XIX, además de fotografías de Manuel Alvarez Bravo, esculturas precolombinas de la colección de Diego Rivera y numerosos objetos de arte popular que Breton había adquirido en los mercados mexicanos. Si el comienzo de su estancia en París no fue muy afortunado, el resto de los días no fueron mejores. Aunque tenía gran interés por co- nocer el círculo de artistas entorno a Breton, los surrealistas la decep- cionaron. No puedes imaginarte lo joputas que son esta gente es- cribía en febrero a Nickolas Muray, llena de menosprecio por los surrealistas. Me hacen vomitar. Son tan condenadamente ‹intelectua- les› y degenerados, que ya no los aguanto más. Ha valido la pena venir aquí para ver por qué Europa se pudre y que todos estos tunantes son la razón de todos los Hitlers y Mussolinis. Te apuesto mi vida a que, mientras viva, voy a odiar este lugar y a sus habitantes. Apenas es imaginable que la causa de toda esta animosidadad sea cuenta exclusiva de los surrealistas. La exposición, llevada a cabo en el trasfondo de la amenazante situación de guerra, no constituyó ningún éxito financiero. Por esta razón renunció a la siguiente exposición, que debería tener lugar en la galería londinense Guggenheim Jeune. Frida Kahlo no veía razón alguna para exponer su arte en una época en que los europeos tenían otros problemas que resolver. Jacqueline Lamba opinaba que los franceses eran demasiado nacionalistas para mostrar interés por los trabajos de una artista extranjera desconocida. Además aseguraba: «Las mujeres han estado siempre infravaloradas.
Frida Kahlo - Ilustración en vectores / 2016
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Exito y desesperación
Frida Kahlo - Ilustración en mural / 2016
La exposición obtuvo, a pesar de todo, una crítica muy positiva en la revista La Fleche, y el Louvre compró uno de los cuadros, el Autorretrato The Frame, siendo ésta la primera obra de un artista mexicano de este siglo en entrar en el museo. El cuadro es, desde entonces, propiedad nacional francesa. El panel había sido reproducido en color en la revista Vogue durante la exposición en Nueva York. En la portada de la revista aparecía la mano ensortijada de Frida Kahlo. El aspecto exótico de la artista inspiraría más tarde a Schiapa- relli la creación de un vestido al estilo de su ropaje de Tehuana, el Robe Madame Rivera. De este modo, tanto la artista como su obra obtuvieron publicidad. Sólo dos días después del cierre de la exposición abandonó Frida Kahlo Francia. Tras una breve pausa en Nueva York, regresó a México en el mismo mes. Cada vez más alejada de Rivera, en el verano de 1939 abandonó la casa común en San Ángel y se retiró en la casa pa- terna de Coyoacán. En el otoño siguiente se iniciaron los trámites para el divorcio, que se consumó el 6 de noviembre de 1939. El autorretrato Las dos Fridas, que muestra una Frida compuesta por dos personalidades, fue terminado poco después del divorcio. En este cuadro reflejó la separación y la crisis matrimo- nial. La parte de su persona admirada y amada por Rivera, la Frida me- xicana con traje de Tehuana, sostiene en la mano un amuleto con el re- trato de su marido cuando niño; el amuleto forma parte del legado de la artista y está hoy expuesto en el museo Frida Kahlo. A su lado está sentada su otro ego, una Frida cuyo vestido de encaje la hace parecer europea. Los corazones desnudos de ambas están unidos mediante una arteria. Los otros extremos de las arterias están separados. Con la pérdida de su amado, la Frida europea perdió también una parte de sí misma. Del corte en la arteria brota sangre, que a duras penas es con- tenida por una pinza de cirujano. La Frida desairada amenaza con de- sangrarse. Aquel día de diciembre del año 1939, informaba el crítico de arte MacKinley Helm, en que llegaron una serie de papeles que hacían constar en autos el divorcio de Rivera, estaba yo 65
La vida de Frida Khalo tomando té con Frida Kahlo de Rivera en el estudio de su casa natal Frida estaba extremadamente melancólica. Dijo que no fue ella quien exi- giera la anulación del matrimonio, sino Rivera quien insistiera en ello. El había intentado aclararle que una separación sería lo mejor para am- bos, y la convenció de que lo abandonase. Rivera no pudo, sin em- bargo, convencerla de que sería feliz y de que su carrera saldría adelante y por el colorido, influenciado por el arte popular mexicano. Con estos elementos variantes expresó diversos estados de ánimo, que al mismo tiempo ocultaban que consistían en una producción serial, orientada a la venta. El contraste entre la rica decoración, el adorno de atuendo y peinado y el rostro, serio, rígido, vuelto hacia sí mismo, hace que estos cuadros irradien una tensión especial, como si el rostro representado fuese una máscara tras la que se ocultan los verdaderos sentimientos de la artista. En el autorretrato La máscara, tiene finalmente lugar el reverso de este principio: la máscara de pasta de papel muestra los sentimientos que el rostro no revela. El rostro se con- vierte en máscara, la máscara en rostro. La nueva independencia de la artista es también tematizada en el Autorretrato con pelo cortado. En lugar de con un atuendo femenino, como en la mayoría de sus retratos, la encontramos aquí ves- tida con amplio y oscuro traje de caballero. Los largos cabellos acaban de ser cortados con una tijera que aún se encuentra en sus manos. Una de las trenzas reposa sobre su muslo, el resto de los mechones y copos se enredan entre sí, como si tuvieran vida propia, sobre el suelo de toda la habitación, alrededor de las patas y traviesas de la silla. El verso de una canción escrito en la parte superior revela la razón del hecho. Frida Kahlo, que, como en el verso, se sentía amada sólo gracias a sus atributos femeninos, decidió deshacerse de ellos y deponer la ima- gen femenina que de ella se esperaba. Se desembarazó de su pelo, atributo de belleza femenina y voluptuosidad, como ya había hecho en 1934/1935 después de su separación de Rivera. Además, renunció al traje de Tehuana, tan elogiado por su marido, y se vestía con trajes de hombre tan amplios, que bien pudieran pertenecer a Rivera. Conservó, como único atributo femenino, el adorno de las orejas derechas e izquierdas.
Frida Kahlo - Ilustracion personal / 2016
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Exito y desesperación Otra relación entre el cortarse el pelo y la separación de Rivera, la encontramos en el Autorretrato con trenza realizado poco después de la nueva boda con Rivera, en diciembre de 1940. Muestra a la artista con un peinado muy parecido al que usan las mu- jeres indígenas en la región norte de la provincia de Oaxaca y en Sierra Norte de Puebla. El pelo está peinado hacia atrás, bien apretado, y un mechón trenzado con una cinta roja de lana se eleva sobre la cabeza como un adorno postizo. Sus salvajes cabellos son difícilmente domables, diversos mechones resalen lengüeteantes del trenzado. Los cabellos cortados de un cuadro reaparecen en el siguiente recogidos y tren- zados. Podemos interpretar este tocado, cuya trenza constituye una cinta sin fin, como símbolo del eterno circular del tiempo, una metá- fora reforzada aún más por la planta de acanto que se enreda en el bus- to desnudo de la artista (esta planta es, debido a su perseverante creci- miento, un antiguo símbolo de vida eterna). Así, un año más tarde recuperó Frida Kahlo la feminidad que en 1940 había rechazado y de puesto. A finales de 1939 reaparecieron, con más intensidad, los dolores de la columna, y un hongo en la mano derecha vino a empeorar la si- tuación. Por consejo del Dr. Eloesser, en septiembre de 1940 viajó Frida Kahlo a San Francisco para someterse a tratamiento en su con- sulta. Como agradecimiento por la terapia, que logró estabilizar su estado de salud, pintó para él, «con todo cariño», el Autorretrato dedi- cado al Dr. Eloesser .La dedicatoria para el amigo se en- cuentra en la zona inferior del cuadro, en una banderola sujeta por una mano. La forma de la mano se repite en el pendiente de la artista. El motivo recuerda los «milagros» mexicanos, los donativos de metal, cera o marfil, con que se agradece a un santo el favor concedido. Aquí muestra la artista la causa del sufrimiento, la mano afectada de hongos. El médico la liberó de su martirio, simbolizado por los rastros de san- gre que la corona de espinas de Cristo dejó en su cuello. Las espinas son, al mismo tiempo, un símbolo precolombino de resurrección y renacimiento, y aquí simbolizan, al igual que otros detalles del fondo, la liberación del sufrimiento. Del fondo de follaje se elevan, junto a ra- mas secas, muertas, otras con frescos capullos blancos, que aluden a su recuperada fuerza vital.Tenía el encargo de pintar un mural para la Golden Gate International Exposition.
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2015
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Exito y desesperación Cuando, en diciembre, propuso a la pintora casarse de nuevo, ésta aceptó enseguida. La separación, contaba el muralista, «había tenido malas consecuencias para ambos.» Kahlo puso, no obstante, condiciones para la nueva boda: Que ella quería financiar sus propios gastos con las ganacias de su trabajo; que Frida yo tenía que abonar la mitad de nuestros gastos comunes no comas mas y que no volveríamos a mantener contacto sexual. Yo estaba tan con- tento de recuperar a Frida, que estuve de acuerdo en todo.» El 8 de di- ciembre de 1940, el día del cumpleaños del pintor, se celebró su se- gundo contrato matrimonial. Poco después regresó la artista a México. Rivera la siguió en fe- brero de 1941, una vez terminado su encargo, y se instaló con ella en la «Casa Azul» de Coyoacán. Siguió utilizando la casa de San Ángel como estudio. La relación de los esposos había cambiado. Frida Kahlo había ganado seguridad en sí misma, independencia económica y se- xual, y era una pintora reconocida en el mundo.
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2013
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Mexicana en EUA En noviembre de 1930, Frida Kahlo y Diego Rivera se trasladaron a los Estados Unidos por cuatro años. San Francisco fue su primera estación. Diego Rivera tenía el encargo de pintar murales para el San Fran- cisco Stock Exchange y para la California School of Fine Arts, el actual San Francisco Art Institute. Su decisión de quedarse más tiempo a vivir y trabajar en los Esta- dos Unidos tenía, con seguridad, una justificación tanto artística como política. El interés de los norteamericanos por el desarrollo cultural de su vecino sureño, por el llamado renacimiento mexicano, era grande. Y viceversa, los Estados Unidos constituían un centro de atracción para los artistas mexicanos. Algunos de ellos emigraban al país vecino para sacar provecho del desarrollado mercado artístico. La situación de los muralistas mexicanos había empeorado considerablemente desde que Plutarco Elias Calles (1924-1928) subiera al poder. Su política cultural había dejado de apoyar ilimitadamente la pintura mural; con la destitución en 1924 del ministro de cultura Vasconcelos, se rescindieron también los contratos con los artistas; disminuyó el número de encargos; algunos frescos fueron incluso destruidos, entre otros el mural de Rivera La creación en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. Los años entre 1928 y 1934, en los que se implantó un gobierno sucesorio controlado por Calles, se caracterizaron por acciones represivas contra los que pensaban de otro modo. Se
La vida de Frida Khalo prohibió el PCM y numerosos comunistas fueron encarcelados. La consecuencia fue una, así llamada, invasión mexicana» de los Estados Unidos, en cuyo con- texto ha de entenderse también el cambio de nación de la pareja Kahlo-Rivera. En San Francisco conoció Frida a artistas, clientes y mecenas, entre los que se encuentra Albert Bender. Este agente de seguros y coleccionista de arte había adquirido ya en anteriores estancias en México algunos trabajos de Diego Rivera. Fue él quien logró, gracias a sus extensas relaciones, obtener un permiso de estancia en los Estados Unidos para Rivera, a quien anteriormente, a pesar de haber abando- nado ya en 1929 el partido comunista por su giro hacia el estalinismo, le había sido negado el visado por su ideología comunista. En agradecimiento al amigo, Frida creó el primero de una serie de retratos dobles de sí misma y su marido, el retrato Frieda Kahlo y Diego Rivera. La representación es de estilo tradicional y se orienta, en forma y estilo, en los retratos mexicanos de los siglos XVIII y XIX. Aunque posiblemente la artista haya tomado como modelo la única foto de bodas de los dos, la enorme diferencia entre los conyugues aparece aquí́ extremada. Los delicados pies de ella apenas tocan el suelo. Frida Kahlo casi parece flotar, mientras que Rivera está firmemente anclado al suelo con sus enormes pies y piernas. Paleta y pincel en la mano, que le caracterizan como pintor, Diego mira de frente al espectador con una mirada que irradia seguridad en sí mismo, mientras que ella, la cabeza inclinada hacia el lado casi con timidez y la mano vacilante prendida en la de Rivera, se presenta como la mujer del genial muralista. A pesar de pasar la mayor parte del medio año en San Francisco detrás del caballete, Frida Kahlo, al parecer, todavía no tenía el valor de presentarse a sí misma en público como artista. En junio de 1931, después de que Rivera terminara sus trabajos en San Francisco, la pareja trasladó su lugar de residencia en USA a Nueva York, más no sin antes hacer una corta visita a México. Diego Rivera había sido invitado a una amplia exposición retrospectiva de su obra en Nueva York. A continuación, la pareja de pintores se instaló en Detroit en abril de 1932 por un período de un año. El pintor tenía que realizar un fresco con el tema industria moderna para el Detroit Institute of Arts.
Frida Kahlo - Ilustración de acuarela / 2016
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Mexicana en EUA Por razones médicas, Frida Kahlo se vio obligada a interrumpir un embarazo en 1930; ahora, en Detroit, se quedó embarazada por se- gunda vez, contra el pronóstico de los médicos que, después del accidente, le dijeron que probablemente no podría tener hijos. Su pelvis, que había padecido tres roturas, impedía una posición normal del feto y un parto normal. En diciembre de 1930 había conocido en San Francisco al reconocido cirujano Dr. Leo Eloesser, con quien inició una buena amistad en 1931 le hizo el Retrato Dr. Leo Eloesser Aconsejada por él, se puso en manos de un médico del Henry Ford Hospital de Detroit a comienzos del embarazo que, en su opinión, sería mejor conservar al niño que someterme a un aborto, pues, a pesar de mi mala condición física refiriéndose a la pequeña fractura de la pelvis, de la columna. Podría tener al niño sin dificultad mediante una cesárea, escribía Frida al Dr. Eloesser, en quien depositaba absoluta confianza en lo concerniente a su estado de salud y a quien pedía consejo a menudo. Cree usted que sería más aparte del estado de salud, refirió en esta carta otros problemas que hablaban en contra del embarazo. Además, añadió que a Rivera no le interesaba tener niños. Sin embargo, antes de recibir la respuesta de su amigo médico, ya se había decidido por conservar al niño: Después de haber sopesado todas las dificultades que un niño ocasionaría peligroso para mí abortar que tener al niño? estaba entusiasmada con la idea de tenerlo amigo, diría más tarde al tanto más defraudada ha debido sentirse cuando, el 4 de julio de aquel año, sufrió un aborto natural y perdió al niño. Durante su convalecencia de trece días en el hospital comenzó la artista a plasmar la traumática experiencia del aborto en un dibujo a lápiz. Este le serviría más tarde como modelo para el óleo. El cuadro muestra a la artista desnuda sobre una cama de hospital demasiado grande en relación con su cuerpo. La sábana blanca está empapada de sangre bajo su cuerpo. Sobre el vientre, todavía ligeramente hinchado por el embarazo, sostiene en su mano izquierda tres cuerdas rojas que parecen venas, a las que se enlazan seis objetos símbolos de su sexualidad y del embarazo fracasado de Frida. La cinta que remata sobre el vientre y la mancha de sangre, se convierte en un cordón umbilical, en cuyo extremo se halla un feto masculino híper dimensional en posición embrionaria. Se trata del niño perdido en el aborto, al que había esperado llegar a parir fue de sorpresa.
Frida Kahlo - Arte en 3D / 2016
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La vida de Frida Khalo A la derecha, sobre la cabecera de la cama, flota un caracol. Según declaraciones de la propia Kahlo, es un símbolo de la lentitud del aborto. El caracol se encuentra también en otras representaciones como símbolo de la vida y del sexo. Las culturas indias lo consideran, debido a su caparazón protector, símbolo de concepción, embarazo y parto. Se lo relaciona con la luna creciente y menguante en cuanto que el caracol saca y mete la cabeza en su caparazón, algo que también simboliza el ciclo femenino y, con ello, la sexualidad femenina. La maqueta médica color rosa salmón de la zona pélvica y parte de la-columna, que se encuentra al pie de la cama, alude, al igual que el modelo óseo abajo a la derecha, a la causa del aborto: las fracturas de la columna y la pelvis imposibilitan a Frida Kahlo soportar un embarazo prematuro. En el mismo contexto ha de entenderse la pieza de máquina a la izquierda. El objeto es, posiblemente, parte de un esterilizador de vapor, como los que se utilizaban entonces en los hospitales. Se trata de una pieza mecánica que se utilizaba como tapa de cierre para depósitos de gas o de aire comprimido, sirviendo como regulador de presión. Frida Kahlo ha debido encontrar paralelismos, durante su estancia en el hospital, entre este mecanismo de cierre y su propia musculatura, que le impedía conservar al niño en su cuerpo. La orquídea violeta abajo en el centro se la trajo Diego Rivera al hospital, según dijo el propio Diego. Para ella, esta flor era símbolo de sexualidad y sentimiento. La desvalida figura yacente de la artista, pequeña sobre la gran cama que se pierde en la amplia llanura, transmite la impresión de soledad y desamparo, que, con seguridad, refleja el estado de ánimo de Frida Kahlo tras la pérdida del niño y durante su convalecencia en el hospital. Esta impresión se agudiza más aún con la representación del inhóspito paisaje industrial en el horizonte, ante el que la cama de la enferma parece flotar. Se trata del conjunto Rouge-River en Dearborn Detroit, parte de la Ford Motor Company. La pareja había visitado este complejo, ya que Rivera realizaba allí estudios para su mural Hombre y máquina, un encargo del Detroit Institute of Arts. El con- junto Rouge-River hace referencia a la ciudad en la que se llevó a cabo la traumática experiencia. Como alegoría del
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2016
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Mexicana en EUA
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2015
progreso técnico, el complejo contrasta profundamente con el humano sino de la pintora. Si bien la artista reprodujo los motivos aislados con exactitud, evitó una representación fiel a la realidad en la presentación escénica conjunta. Los objetos aislados han sido separados de sus contextos acostumbrados e integrados en una nueva composición. Para la pintora parecía más importante reflejar su propio estado de ánimo y, al mismo tiempo, lograr una concentración de la realidad por ella vivida, que re- producir una situación con exactitud fotográfica. Este extraer elementos con fuerte carga expresiva de su contexto y componerlos según nuevas reglas, guarda paralelismos con los exvotos mexicanos. También en el estilo pictórico, el tamaño de los cuadros y en el material existen coincidencias con la pintura votiva. Al igual que la mayoría de los exvotos de los siglos XIX y XX, también la obra de Frida Kahlo está realizada en óleo sobre metal y es de pequeño formato, si bien aquí no aparece ninguna figura de santo a quien esté con- sagrado el cuadro: por regla general, tales figuras de santos ocupan la mitad superior del cuadro, la zona del cielo, donde se encuentran rodeadeos de una aureola de hinchadas nubes. En su lugar encontramos aquí los símbolos flotantes con un contenido significativo completamente diferente. Sin embargo, se trata, como en los exvotos, de la re- presentación de una desgracia. Del mismo modo que sucede en los cuadros votivos con determinados objetos, textiles o elementos decorativos de la representación, los aquí expuestos están minuciosamente pintados. La representación del paisaje o de la arquitectura, por el contrario, ha sido pintada sólo como escenario sin profundidad de perspectiva. El cuadro carece de la típica inscripción donativa o explicación verbal del suceso. La mención de la fecha y lugar del acontecimiento en el canto de la cama ha de entenderse como alusión a un tal epígrafe. Aun cuando los elementos votivos en Henry Ford Hospital 75
La vida de Frida Khalo no han sido utilizados en el sentido original, el parentesco con los exvotos es claro. Ello se hace evidente sobre todo, como en muchos otros de sus cuadros, en la combinación de hechos biográficos y elementos fantásticos. Al igual que los pintores profanos de los exvotos, Frida Kahlo no pintó su realidad tal como era, sino como la sentía. Las circunstancias quedaron reducidas a lo esencial, la acción quedó limitada al expresivo punto álgido. La artista poseía una gran colección de exvotos que, después de la Revolución, fueron retirados por el gobierno de las iglesias, adonde habían sido acarreados por creyentes en calidad de súplica o agradecimiento a un santo o a la Virgen. De estos cuadros pintados en los co mienzos sobre madera o lienzo por pintores normalmente anónimos profanos, se conservan pocos ejemplares. A partir del siglo XIX se utilizaba el metal, un material duradero y barato, como portante del cuadro. De estos pequeños paneles de metal característicos de los exvotos se sirvió Frida Kahlo a menudo desde 1932, sobre todo en sus autorretratos, donde la problemática expuesta es, al igual que en la pintura votiva, de carácter individual. Eligió el mismo tipo de composición pictórica, adoptó la misma sencillez de formas y redujo la acción a lo esencial. Ello sin atenerse a la representación de una correcta perspectiva central, que Frida sacrificó en favor de la dramatización de la escena. Entre el mundo conocido, real, visible al objetivo, y el mundo de lo irreal, de la fantasía, no hay fronteras en sus retratos. En marzo de 1933, una vez finalizado el mural, la pareja Rivera- Kahlo abandonó Detroit y se trasladó a Nueva York por casi un año, donde Rivera había recibido un nuevo encargo. Tras la estancia de casi tres años en USA, Frida Kahlo empezaba a sentir nostalgia por México. Ya en 1932 había reflejado claramente su ambivalencia superada. Con un elegante vestido rosa y largos guantes de encaje, se yergue como una estatua sobre un zócalo en un mundo dividido en dos a la derecha el mundo mexicano preñado de historia, determinado por los poderes de la naturaleza y por ciclos vitales naturales, a la izquierda el mundo norteamericano, muerto y dominado por la técnica. Frida Kahlo se siente traída y llevada entre estos dos espacios vitales tan opuestos. En una mano sostiene una banderita mexicana y en la otra un cigarrillo. A pesar de su admiración por el progreso industrial de USA, la nacionalista mexicana no se sentía a gusto en el nuevo mundo. El gringuerío no me cae del
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2015
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Mexicana en EUA todo bien, escribía a una amiga de México, son gente muy sosa y todos tienen caras de bizcochos crudos Eloesser: La High-Society de aquí me saca de quicio y me sublevan todos estos tipos ricos, pues he visto a miles de personas en la peor de las miserias, sin lo mínimo para comer y sin un lugar donde dormir; eso es lo que más me ha impresionado; es espantoso ver a estos ricos que celebran fiestas de día y de noche, mientras miles y más miles de personas mueren de hambre... Aún cuando me interesa mucho todo este progreso industrial y mecánico de USA, encuentro que los americanos carecen de toda sensibilidad y sentido del decoro. Viven como en un enorme gallinero sucio e incomodo. Las casas parecen hornos de pan. Su admiración por la técnica no carecía de crítica. El que era consciente de las desventajas del progreso, consta en la representación del mundo industrial muerto, donde predominan los colores gris y azul. La plasmación del mundo mexicano, por el contrario, está dominada por cálidos colores de la tierra y la naturaleza. De la tierra brotan flores, y los productos de la creación humana, escultura y pirámides, son de materiales naturales. Esta contraposición entre artificial y natural se y el tan traído y llevado confort no es más que un mito hace patente en muchos detalles. Las nubes del cielo mexicano tienen su contrapartida en una nube de humo que sube de la chimenea de la fábrica Ford. El variado mundo vegetal de un lado está sustituido en el otro por diversos aparatos eléctricos con cables, que con sus raíces obtienen su energía del suelo. El mundo industrial americano parece sin vida, mientras que en el lado mexicano vemos dos ídolos de la fertilidad y una calavera, simbolizando por igual el ciclo vital. Los dioses de USA, los industriales, banqueros y dueños de fábricas que habitan los templos de la gran ciudad, los rascacielos, tienen su contrapunto en las antiguas deidades mexicanas Quetzalcoatl y Tezcatlipoca, represen- tadas por medio del sol y la luna sobre las ruinas de un templo precolombino. Un único pequeño detalle establece una unión entre los dos mundos: un generador de corriente en suelo norteamericano obtiene energía de las raíces de una planta mexicana, para alimentar el zócalo donde se encuentra Frida Kahlo. Su figura parece obtener energía de ambos mundos. Esto hemos de entenderlo como indicación de que no sólo se representa el estado de ánimo de la artista, su desgarramiento y su nostalgia por la patria, sino también como indicio de que ella, como encarnación de su tierra natal, partiendo de la historia y orientándose hacia el progreso, tiene que encontrar su propio camino entre dos polos.
Frida Kahlo -Ilustración personal / 2015
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La vida de Frida Khalo Antes de su regreso a México, la pareja sostuvo serias discusiones sobre el tema. Mientras que Frida Kahlo ya había tenido suficiente de los Estados Unidos, Rivera seguía fascinado por esta tierra y no de- seaba marcharse. Como reacción ante esta pelea, Kahlo comenzó a pintar el cuadro Allá cuelga mi vestido que terminaría más tarde en México. Este único collage en la obra de la artista constituye una irónica exposición del capitalismo norteamericano. Ati- borrado de símbolos de la moderna sociedad industrial americana, este trabajo muestra su decadencia y la destrucción de valores humanos fundamentales. El que Rivera fuese eximido antes de tiempo de su contrato puede parecer una ironía del destino. Había dotado a la figura de un líder obrero de su fresco con los rasgos faciales de Lenin. De este modo cedió, en diciembre de 1933, a las presiones de Frida Kahlo y regresó con ella a México. Aquí adquirieron una nueva casa en San Ángel, entonces un pueblo en la periferia al sur de Ciudad de México, cuya construcción había encargado Rivera a su amigo Juan O’Gorman, arquitecto y pin- tor. La casa está constituida por dos compartimentos, uno pequeño, color azul, donde habitaba Frida Kahlo y otro más grande, de color rosa, donde Diego Rivera instaló un amplio estudio. Dado que durante el último año en USA apenas había trabajado, ahora, de vuelta en la añorada tierra familiar, era de esperar que Frida Kahlo se dispusiera a trabajar a fondo en su pintura. Pero problemas de salud la obligaron a nuevas estancias en el hospital y, además, tuvo que someterse a la interrupción de un nuevo embarazo. En 1935 realizó únicamente dos trabajos, de los que Unos cuantos piquetitos destaca por su sangrienta exposición. Se trata de la traducción pictórica de un reportaje periodístico sobre el asesinato por celos de una mujer. El asesino había defendido su causa ante el juez con las palabras: ¡Pero sólo le di unos cuantos piquetitos! Al igual que la mayoría de sus obras, esta cruel exposición guarda relación con su situación personal. Su relación con Rivera durante la creación del cuadro era hasta tal punto proble-
Frida Kahlo - Ilustración / 2012
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Mexicana en EUA mática, que sólo mediante el simbolismo de su pintura lograba tomar aliento. Rivera, que durante los años de matrimonio había vivido repetidas aventuras con otras mujeres, había iniciado ahora una relación con la hermana de Frida Kahlo, Cristina, que había posado para él para dos murales. Profundamente herida, a principios de 1935 abandonó la casa común para instalarse en un apartamento en el centro de Ciudad de México. Visitó a un abogado amigo, uno de los antiguos camaradas Cachuchas, al objeto de pedirle consejo sobre un posible divorcio. Ante esta historia de fondo parece probable que Unos cuantos piquetitos refleje con imágenes el estado psíquico de la artista. Las heridas causadas por la fuerza brutal masculina parecen sustitutos de su vulnerabilidad emocional. El viaje de la artista, a mediados de 1935, con dos amigas americanas a Nueva York significó una huida de la grave situación. A finales de 1935, cuando la relación entre Rivera y Cristina Kahlo había terminado, regresó Frida a San Ángel. Los espíritus se habían calmado, sin que ello implique que Rivera fuera a renunciar a partir de ahora a sus aventuras extramatrimoniales. También Frida Kahlo, por su parte, comenzó a cultivar relaciones con otros hombres y, especialmente en los últimos años, también con mujeres y niñas. A partir de 1936 reanudó la artista sus actividades políticas. En julio de este año estalló la Guerra Civil Española. Junto con otros simpatizantes, fundó un comité de solidaridad para apoyar a los republica- nos. La actividad política le dio empuje y, además, la acercó de nuevo a Rivera, quien, ya desde 1933, cuando León Trotski comenzaba a organizar la Cuarta Internacional, simpatizaba con la Liga Trotskista. En el mismo año se manifestó la pareja ante el gobierno mexicano en favor de dar asilo político en México a León Trotski, después de que éste fuera rechazado, bajo presiones moscovitas, también en Noruega. El presi- dente Lázaro Cárdenas, quien desde su subida al poder en 1934 se esforzaba por lograr una situación democrática en México, aprobó́ la solicitud de asilo. El 9 de enero de 1937 arribaron Natalia Sedova y Trotski al puerto de Tampico, donde fueron recibidos por Frida Kahlo. La artista puso a su disposición la Casa Azul de la familia Kahlo en Coyoacán, donde los Trotski habitaron hasta abril de 1939. Las dos parejas pasa- ban muchas horas juntos, y entre Trotski y Frida Kahlo surgió una corta historia amorosa que terminó en julio de 1937.
Frida Kahlo - Vectores / 2016
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Mexicana en EUA El 7 de noviembre de 1937, fecha del aniversario de la Revolución Rusa y cumpleaños de Trotski, Frida regaló a éste un autorretrato dedicado con todo cariño, su Autorretrato dedicado a León Trotsky. Esta obra, caracterizada por agradables colores claros y por una atmósfera fresca y positiva, daría lugar, medio año más tarde, a una eufórica descripción por parte de André Bretón: En la pared del cuarto de trabajo de Trotski he admirado un autorretrato de Frida Kahlo de Rivera. Con un manto de alas de mariposa doradas, así ataviada abre una rendija en la cortina interior. Nos es dado, como en los hermosos días del Romanticismo alemán, asistir a la entrada en escena de una bella joven dotada Jacqueline Lamba y André Bretón viajaron en abril de 1938 a México, donde se quedaron varios meses. Pasaron una temporada en la casa de la pareja Kahlo-Rivera, en San Ángel. Bretón, una de las figuras líderes del Surrealismo, había sido enviado a México por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés para sostener conferencias. También simpatizaba con la Liga Trotskista y tenía gran interés en un encuentro con Trotski. Para él, México era la esencia del surrealismo, e interpretaba los trabajos de Kahlo también como surrealistas.
Frida Kahlo - Ilustración en oleo / 2014
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La vida de Frida Khalo Gracias al contacto con Bretón, tuvo, en el mismo año, su primera exposición en el extranjero. La diferencia entre su arte y el de los surrealistas fue apreciada ya por Bertram D. Wolfe tras esta exposición, tal como expresó en un artículo publicado en la revista Vogue Aunque André Bretón le dijera que ella es una surrealista, no fue siguiendo los métodos de esta escuela que ella logró su estilo. Completamente libre de los símbolos freudianos y de la filosofía que parece poseer a los surrealistas, su estilo es una especie de surrealismo ingenuo que ella creó para sí misma. Mientras que el Surrealismo oficial se ocupa de algo así como sueños, pesadillas y símbolos neuróticos, en la variante de madame Rivera dominan el ingenio y el humor y amor por Frida.
Fotografía de la derecha Frida Kahlo - Ilustración personal / 2016
Frida Kahlo - Ilustración personal / 2013
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Este libro se termino de imprimir el 27 de Junio del 2016 en Mérida, Yucatán en Digital Zone Plaza Galerías Mérida, Mérida, Yucatán 97110 Impreso 1 ejemplar Papel opanilina blanca delgada Tipografía Times New Roman en punto 12 texto base Editor Alba Martínez Soberanis Diseñador Alba Martínez Soberanis
Esta obra es una mezcla de ambas facetas. Aquí se recrean su infancia solitaria, su adolescencia idealista, el accidente que cambio su destino, su pasión por Diego Rivera, sus infidelidades y su trayectoria como pintora; pero además, cada pasaje que esta enriquecido con las ilustraciones de sus cuadro, muestra de sus pensamientos y sentimientos mas profundos; su obra plástica es en si misma a historia de su vida.