CRÔNIOA
ARAUCANIA DESCUBRIMIMTO 1 CONSISTA PACIFICACION
DEFINITIVA
1 CAMPARà
HEROICA
(LEYENDA
DE TRES
JE VILLA-RICA
SIQLOS)
POR
Soraolo
Lara
TOMOI
SANTIAGO DECHILE DU 1091–
MEL
OALUB DKLACOMPAXlA
i
PROGRESO" 1C8
JUICIOSDE LA PRENSA RESPECTO
DE LA PUBLICACION UE
KLA CRÔNICA
DE LA ARAUCANIA»
A fin de que ..se comprenda mejor el espiritu de la en seguida algunas de las obra, insertamos presento muchas apreciacioncs qne tanto ln prenaa nacional, como estranjera, nenteraente
ha hecho de la publicacion nacional i patri6tico.
Por curiosidad
insertamos
tambien,
de este libro emii como
es un
que ello que el nctual
una curîosa carta acontecimiento, Domingo cacique jencral de la Âraucania, de CUolchol ha dirijido desde su reduccion nonibre de las tribus la benevolencia acto de cortesfa de nue8tros
Coïïuepan, al autor, a
dandole las gracias pur araucarias, en su libro; que para ellos manifiesta que, eu tales cases, no cumplen muchos
mismos
compatriotas
civilUados!
il
LA "CRÔNICA DE LA ARAUCANÏA" Vamos
a manifestar
mos formado
rapidamente de la obra de Horacio
la idea que nos heLara.
o plan de la ohra no purde ser mas interei patri<5tico: escribir la historia de los indômitos
El tema sante
hijo3 de Arauco, tros dius.
deade
La Araucana
de Ercilla;
Muckenna, Amnnategui solo entusiastas cantos completas Imbieudo
noticias
su primitivo
liasta nues-
orfjen
las descripcinucs do Vicuïïa i otros liistoria dores, Imn sido
de sus hazanas
de sus
liomei-icas
o in-
i tradiciones, no su orijen i com-
costumbres
ninguno de ellos investigado pléta liistoria que data desde el ano de 1450, segun i la liistoria de Chile escr ita por el abate Juan Garcilazo de Dios Molina. esta fecha data el principio roi cas de la Araucania indomita. Desde
La obra de Horacio puma sencillez abandonar hacen
Lara
i correccion.
en su narracion
de la historia
de las acciones
Le-
esta escrita, ante todo, con Ha tenido la buena idea de esos florones
de retorica
que
un romance.
Los dates i citas abundan
en cada renglon
de sus pujide la verdad
nas, viniendo esto a ser lus comprobantes de su nan-acion i de su grande valor histûrico. Se déjà ver que su autor se ha dedicado con entusiasal acopio mo i perseverancia en lus bibliotecas vestigacion, mente
en la feraz
Araucanla
de documentos unas otras,
veces
i a la in-
i personala buscar la verdad
in de muchos
acon«.3cimienfos
olvidados
o ignorados
hast a
hoi para esta clase dé libros. Es unir obra, pues, de nove<??id i bien escrita. dobe figurai* en todas las i en especial en la de los hombres bibliotecas, que se dedican al cultivo de las letras, de los aficionndos a la La Crésiica de la Araucania
i de todo aquel que desec consultai' algun hehertficos antepacbo o accion de la tierra de nuestroa
historia sados.
Es necesario elase de obras, tieinpos. La hrotecciun a que algunos verdades que
el pûblico preste su apoyo a esta i de todos los cuyo mérito es indiscutible que
del pùblico, muchas veces, contribnye escritores busquen la fuente de mtiyores en su provecho encierran en las pajinas
de algun libro, i su indiferentismo otras, mata tan bueen el a esos escritores nos pensa nientos i desalienta porvenir. merezca, pues, su beQue la Crônica de la Araucania néfico concurso, ya que es una labor de tres eiglos de de esa lucha i de valor, de heroismo i de grandeza, del Universo: raza privilejiada, ejeraplo de abnegacion de la raza araucana.
VicTOB
J.
Arellako.
IV LA CRÔNICA DE LA ARAUCANIA La Crdnica
de la Araucania
significa
un
monumento
de gloria para Chile. En las peinas indelebles de ese histôrico libro se respira la vida nacional en sus grandes manifestacionea, en los hechos mas culminantes de la conquista, en los diversos episodios gueiTeros que intnortalizaron à Arauco i a sus herôicos capitanes i defensores. Es un recuerdo za araucana el famoso
que
vivo de lo que fué esa indomable radiera fuma i renombre en sus cantos
poeta peninsular
ErcHIa,
quien
dijo con jus-
ticia:
Pues
en este distrito
dcmareado
(1)
Por donde
su grandoza se manifiesta, EstA a treinta i sois grandos el Estado
(2)
Que tania sangre ajena i propia cuesta: Este es el fiero pueblo no domado Qus tuvo a Chile, en tan estreclro puesta, I en aquel que por valor i pura guerra Hace en torno temblar toda la tierra. Canto
sublime
en que se revela toda la pujanza i denuedo de esos hijos predilectos del valor de la fiereza ind6mita de los salvajes defensores de la Araucania.
(1)Chile. (N) EwttdoAmucano,
v de las Lazafins de &mbos fué un fiel interprète era el castellano, tecampos, porque si firme i resuelto su intrépido rrible i no ménos arrojado se manifestaba Ercilla
en una campana de incesante lncha. contrario
de tres
interminable
siglos
nos ha producido la lectura impresiones matedel libru de que nos ocupamos, i las importantes del la magnitud sus pâjinas revelan rias que adornan por Lara. trabajo paciente i lnborioso emprendido Nui
variadas
despues del inmortal Ercilla, liabrân legado a como la en América, su patria, ohras tan complétas Crônica, en que aparecen de relieve 8ucesos tan remarPocos,
cables
roes se halten realmente espfritu
de la Conquista i en que los héEs laureles. revestidos de tan brillantes
en la historia
grado para todo el orfjen, proconsignar relatando de su mcimiento,
una obra patriôtica reflexivo i estudioso,
en alto
del pais greso i grandeza hechos desconocidos para la jeneralidad al relato todos el colorido e imprimieudo
de los lectores de la fantasia
i
unida a la exactitud de los datos hist6rila imajinacion al libro i a su feliz insen autoridad cos que conviertan pirador. En la Crdnica
de la Araucania
en la narracion, de aquellos culminantes ôrdenes
se consulta
diferentea
i en los episodios embellecido guerreros,
investigacion
tiempo8 de las imajenes,
todo por la claridad presion i floridez en el estilo.
galanura
en la es-
VI
en sus diepopeya versas épocas gloriosas; i et araucano ya victorioso o ya valerosas diesmadns sus huestes por el doble poder de La Crvnica
toda
représenta
una
Castilla, juraiis pensû en la humillacion ni en la esclavitud. Gracias a ese caracter innato a los
los soldados
de
Colode Caupolican, Lautaro, Tucapel, la mantener de increible enerjfa lograron
descendientes colo i Rengo,
de las rejioimpénétrables con brillo, en cada etapa, en cada su bandera de libertad-la insignia joruada, sangrienta roja- -ernblema del e3terminio i rencor eterno al odiado en las independencia nes del sur i sostener
selvas
invasor. Esos
periodos
808 posteriores rizan en partes
i de los sucefuljidos de la conquista del poder colonial en Cliile, se caraotei fechas
mémorables
que
enaltecen
la
obra.
qne se han verificado en el conquistas mas al podesuelo araucano, como se sabe, son debidas i laa ideaa la enseuanza roso influjo de la civilizacion, de ignaldad i de justicia, -que al .poder des. conciliadoras, Las Altimas
tructor tiempos
de los cafiones de barbarie
eh los que enardecian odio de siibditos i de el recfproco i del fusil
conquistadores. Principia raoio Lara,
la parte mas en el capitule
de la obra de Ho-
primero con el deecubrimieni se ocupa en ella del Pequefto Cfttb,
to i conquista; como s© ba llamado iinffular
interesante
destrew
a la Araucania, la confi^uracion
describiendo de sa
territorio,
con ef«
Vit
tension, nombradia,la rejionprivilejiada,1- exhuberan" te vejetacion de su virjen suelo i la riqueza de sus minerales, brillantes perspective*para la mineria, lo que se ha denominado Araucania, dietribucion del botin, pmvincias de Malleco, Cautin, Arauco, Concepcioni Bio-Bio. jArauco o Araucaniaî– El Ribimbe i el misterioso rei indioLeochengo,orijen del nombre Bio-Bin i del de Arauco, opinionesdi versas,etc., etc. Insensiblementeva el aulor avivandola crecientecuriosidadde los lectores con la description de otros pasajes interesantes del libro en sucesivoscapitules. Cada una de esas partes encierra preciososcuadros de cosde la vida real de los compaîîerosde tumbres i escenas Pedro de Yalcliziai sus sucesores,i de los téquisi demas jefes araucano8en los tieinpos pasadosi modernes. Esos capftulosen globo se distribuyen nsf: El
nauta.-Un
imperio Era herôica.
Orogrqfta.
o
Arauco. Epoca hé entre fias
niuerte!
incariai
somhra.
tradition.
El héroe
la
Arau-
conquista.
La
i la pat.
intelectual
Vida
los araucanos.
Prosigue
sus orljenes
La guerra
araucanos.
de Lautaro,
Luz i araitcana:
J?aza
En campana.
Penco.–La
cle Arauco.
co–Conquista bertad
maraviUoso.
/Ztde
résurrection
i sus
costunibres.
Antiguo
i material. indiano.–UUimas
Arauco Lafamtlia canspa-
etc., etc
Los iitulos, por si mismos, mani fies ton lo que imporde aquetan para la kistoria patrie, el valor intrlnsico militar entre nos période* de luz, de caos i de grondera dos razas, la unaemblema i la otra de las tinteblas rie
pero con
el instinto
delà
crus
i de la oivilisacion
i de la barbade la ignorancia el poder de su independencia,
VIII
de ou libertad i el fiero valor con que la naturaleza dotara a sas hijos, acostumbradoaa respirar la pura brisa de sus bosquesi llanuras, no holladai por otras plantas que la de los âjiles jinetes, recorriundolasen todas direccioneaal rapide vuelode briosos corceles, como loo arabes en las inmensasllanurasde sus airidosdesiertos.
La parte relntivnal orijen de ciertos nombres arancanos, refirtàndose a rios i lugnres, es notable i revota en el joVen autor, que ha consultado diversas crSnicas del eiglo pasado e historiadores modernos. Seria larga iarea el entrar en un detalle minucioso de los multiples incidentes, curiosidailes i hechos que entran eu composicion en esta interesante obra que recomendamos mui de veras a las personas amnntes de la bella i amena lectura, asi como tambien a las que guston de la tradicion i de las glorîas lejendarias de Aranco i todo lo concerniente a la conquista i sus prosélitos en la sonda de la guerra, de que antes i despues fué teatro la selvûtica rejion araucana, En la era heroâca resalta la resistencia de Pedro de Valdiviai sus coinpafieros de armas con el ardor bélico de los araucanos que los asaltan i acosan siii césar; i a pesar de salir victoriosos los primeros en el coinbnte do Andalien en 1550, i otro ]K>stcrioren Penco, esperiinentan un terrible desastre en Tucapet que cost6 la vida al conquistador Valdivia i gran numéro de los suyos en 1554. El héroe de la jornada fué el valiente Lautaro.
IX
un paisaje brillante en la relacion de este capitulo que tan bien describe el escricombate de Tueapel. tor acerca del renido i desesperado No resistimos
a copiar
aqui
a los espanoles, vencedores empezaron Creyéndose cantâr victoria, gritando: "Viva Ëupaêa! Victoria! jViva Espaîla! "En estas
el poeta, cantor présenta a Lautaro
es cuando
circunstancias
hatalla, el egrejio Ercilla, i notando del ejército castellano; desertado jefe indio la derrota de los suyos, diceles: de esta
el valeroso
ciega jente del temor guiada! lA d6 volveis los teraerosos pechosf Que la fama en mil anos alcanzada "0
Aqui perece i todos vuestros La fuerza pierden hoi jamâs
hechos. violada
leyes, los fueros i derechos: De sefïore8, de libres, de temidos, QucJais siervos, sujetos i abatidos."
Vuestraa
la clara estirpe i descendencia, en el tronco jeneroso
''Manchais
1 enjerfs Una incurable
una dolencia,
plaga,
Un deshonor Mirad
perpétuo de los contrarios
ignominioso: la impotencia,
La falta de aliento, i el fogoso Latir de los caballos, lati hijadae Llenas de sangre i de sudor bafiadas." (<No os desnudeifl Que de nnestros
del habite
abuelos
i costumbre,
mantenemos,
x
Ni el araucanosnombre de la cumbre A estado tan infâmederribemoa: Huid el grave yugo i eervidumbre, Al duro hierro osado pecho demos: jPor que montraisespaldasesforzadas Que son de los peligros reservadas?" "Fijad esto que digo en la memoria, Que el ciegoi torpe miedoos va turbando, Dejad de vos al mundoeterna historia, Vuestra sujeta patria libertando: Volvèd, no reluBeistan gran victoria, Que os esta el hado prosperollamando: A lo ménos fijad el pié lijero, Vereis como en defensavuestra muero." Termina:lala arenga, el combate se renueva,sondeshechoslos espanolea, ningun enemigo eecapa,cae prisionero Valdivia i losaraucanoslo eacrificana su furur i venganza.
Trazamosestas pocas Une.. en elojiodelaobra, al correr de la pluma,con la esperansade volvernosa ocuparcon masdetenimientode susbellaapajinas. Por lo pronto felicitamoaentusiastamentepor tan {tnprobotrabajoa nuestrocolega i aventajadoescritor HoracioLara; i deseamosque todo chilenose hagade un ejemplarde la CrénkOtcuyaaparicionha lido reci-
xi
bida con jeneral aplnuso i unanime raamfestacion de la Repùblica. gocijo en todat las provincial
de re-
ENEA8 RlOflECO VlDAURRE.
t Lapalabradeunaraueanoilustre CAETA DU CACIQUEJUIEAL Ckokhol, Paiïor Horacio
Dl LA AEAGCAI1A,IL A1IT0E (1) 19 defébrero
de 1889.
Lara, Santiago.
Mui seîior mio: me he toAunque no tengo el honor de conocerte, a lo que me ha obligado mado la libertad de escribirte, lu gran abnegacion que has dedicado en honra a nueetra Araucania
de tu libro. publicacion i a nombre DE La tribus àbàucànàb,
con la ilostrada
En esta virtud, tengo el bonor de preaentarte racion de nuestra gratitud.
la mas afectuosa
conside-
suficientes para poder eaplicar No tengo espresiones la valfa del tributo a que deade hoi ae balla deadora a
Unto por la infltnneUde que bu goûdo «a ta Ànaoud»«ooh> d« importanoU, por au (trams. Donisgo CoftMpui mfi 6lUmoTi^go. Es indQin»d« jma
SI to» noettra tfeja Araaoanla,que, enoontrdndosey*,relegada al tepnlcro del oWido,la haï hecho revitir eon tu libro en la memoriade los pubblos civiukàdos. Glran jtuticia es la que has hecho al emplear tu noble penaamiento en la memoriade t;.ntos m&rtireade mi PATSLà DEAkauco, que derramaron aa sangre para mostrar c6mo se debia defenderla libertad i cuyo reouerdo de roi ? idaf eitaré desde hoi buta los mas remotos tiempos venideroseetampadoa la vista de todos. Mil i mil veces seras tà bendecidoi tu nombre sera pronunciadoconjébilo en nuestrosdias de invierno;i en nuettra hermota primaveraseras embal8amadocon laureles i flores de nueatrosuelo de Arauco.. Deaeandoteun feliz porvenir,te ealudoa NOMBRE DE la nacion. Tuamigo. Domingo
CoHuepan,
DELA CRONICJt ARAUCANIjl PROSPEoro
1 La confraternidad
es uno de los deberes
mas
sagraa los que las
dos que impone la profesion de las letras cultivan por amor al arte de la palabra escrita i por concontinuo. dicion de su vida da trabajo intelectual debeinos En esta virtud i a titulo de compafierismo, al j6ven
i laborioso
escritor
complète de la historia eu Atlântida moden1a, ticiera
consideracion
para consagrar
sus
que
ha
trasado
el cuadro
i la cronolojia de la Araucanfa, nuestro afectuoso tributo de jus-
por su obra i por su afan admirable a la i sus conocimientos desvelos
de ese territorio que fué en el pasado el glorificuion cfvico i que al présente es el camcentro del heroismo mas vasto i fecundo del pais. po -de produccion La
Crônica
de la Araucania-e*
un libro que por sus pajinas, esta destina-
i sus patriôticas prop6sitos do a figarar entre los que se denominan
nobles
populares,
por-
-4son la eapresion vcrdadera de las capitulos cantada por leyendas herôicas de una época mémorable i las cosi transfigurada la epopeya por la tradicion que
sus
tumbres. En sus conceptos, animadas i episodios i narraciones llenas de colorido, reviven los mejores dias de aquel territorio que fué, durante très siglos, teatro de tan ejemplares hechos. La Araucania
primitiva,
aquella
patria
inmaculada
de
el Escipion nacional, Huentemagu, paladin que se elev6 por el amor al nivel de los mas ilustres guerreros del mundo
borrada de la jeogracivilizado, ha desaparecido, fia de su naturaleza del virjen por las modificaciones tiempo i los habites de los pueblos cultos que hoi han llevado
la vida i el movimiento
de los negocios i de los ferrocarriles a sus valles, a sus bosques, contemporâneos a las mârjenes de sus rios, a sus florestas i verjeles, a sus llanuras de riferaces, a sus serranfas cuajadas quezas. Aquella Araucania que pint6 Ercilla inocentes poema, con sus inclinaciones imitados,
en
en su inmortal i sus rasgos
no
su
estructura, orijinal desapareci6 para definitiva de Villasiempre al recibir, en la conquista el soplo misterioso del progreso moRica, en 1882-83, derno. Epulef defensor.
fué el ûltimo
araucano,
La accion tido
en
porque
poderosa de la cultura ciudades los que fueron
fué su postrer
del siglo ha converde rucas i pueblos
tribus. En la Crônica de la Araucania,
Horacio
Lara recuerda,
5 con vigor de imajinacion i de frases, los periodos pintorescos de la existencia varia de esa gloriosa rejion i de la raza araucana. Sin grande esfuerzo de pensamiento, con la lôjica majia de su estilo, nos trasporta a aquellas épocas i a esos pueblos que constituyen la nacionalidad mas abnegada, altiva i enérjica del hemisferio sud-americano.
II
Horacio
Lara
es un antiguo
conocido
de la literaturn
patria. un roi mui notorio en el periodismo Desempena la historia, desr'e hace unos diez afios. Nacido educ6
en Concepcion, (24 de enero en la capital del Bio-Bio, conforme
i en
de 1860), se a los princi-
moderna i a las doctrinas de su pios de la enseuanza ilustre padre, don Manuel Jesus Lara, uno de los fundadores del diarismo i de la literatura en la antigua i her6ica Penco. Por su sefîora madré, dona Apolinaria Marchant i Aldea, perteneue a una familia donde las virtudes civicas son prendas heredkarias i lejendarias. Las aulas del liceo los alumnos
mas
de Concepcion lo contaron entre en los cur"os de historia i aventajados
de literatura. En 1875, cuando todavia era un nino, se revel6 escritor valiente i orijinal en La Revista del Sur, diario dirijido,
fundftdo
i 6scrito
por sn projenitor
Sesde
1862
6 que ha sido el intéprete su once anoe, adiestr6 i en la emision de las ideas.
En ese 6rgano de publicidad mas de de su injenio durante pluma en la polémica Séria inmenso el indice
sus articulos
de
publicados de la prensa en la re-
que fué el decano de la Repûblica, publicacion i prestijiosa del sur.
en ese diario, jion méridional
pular En Concepcion Sociedad Literaria
de la asociacion uno
fundador
ha sido
el Porverair
en 1882, Municipalidad siendo candidato madora, politica
de sus fundadores;
la mas pode la
i présidente miembro (1876);
de la
por una mayorfa
abru-
electo
de oposic:ion; vice-presidente Federico Errâzurhs, igualmente iniciador
de El
i colaborador
socio de la Lojia Francisco Bilbao i de la de la cual fué tambien de Insti'uccion Primaria,
Eco Literario: Sociedad
En 1879-1880, el puesto de profesor
uno de sus fundadores.
jeneral aceptacion el Instztuto Concepcion, nista don Manuel En diario
con desempen6 de historias en
dirijido por el antiguo Martinez Lavin.
el puesto ocupaba La Iievista del Sur. 1880
de redactor
educacio-
en jefe
del
En las campanas polfticas de 1875'i 1881', i sobre toLara se hizo estimar en el do en la de 1886, Horacio sur por au talento
de escritor
i de tribuno.
III
Su faz de cronista
e historiador,
esta discefiada
en bus
estudios aplaudidos por la prensa. importantes Entre los mas notables podemos citar los que se ape-
<7 Uhlan: La Révolution Moderna; Et Hijo del Tueblo (Virjinio Arias); la CiudadMârtir i tas TermaedePanimâvida. Su trabajo intitulado Conception en 1810-1812, tuvo el premio de honor en uno de los certamenes rarios
abiertos
Llevado
por la Municipalidad
al banco
de Concepcion
obliteen
de lus acusados
en 1886, por haber de un criminal en su diario
pedido el condigno castigo Lca Revista del Surf hizo su defensa, alcanzando la absolucion del jurado, con un trabajo, que es un brillante en un libro con el nombre de alegato, que ha publicadô La Prensa
en el Banco
Habiéndose
dé los Acusados.
trasladado
a la Araucania
vir el puesto de secretario to del Sur, se radico por
en 1887, a serde la Intendencia del Ejérci-
algun tiempo en Angol, redactor de El Colono. En
en
ciudad ha sido su cuya seccion editorlal abogô como ninguno por el progreso de la Araucania en editoriales vivamente que despertaron la atencion
pûblica. Alli ha dado a la publicidad entre otros estudios, los denowinados: Lastarria a la Lue de la FUosofia Positivaj Relation Jenerales de Cronolôjica de los Historiadores Chile;
Los Terremotos
araucano
i un gran
en Chile; El Orijen del idioma numéro de leyendas i tradiciones
araucanas. Tambien
se deben
Voltaire i el Maeatro
a su pluma Ciruela.
los
folletos
titulados
8 IV Para
escribir
su libro la Crânica
de la Araucania, ha estudiando territorios
les parajes de aqnellos i observando sus transformaciones. las costumbres recorrido
la rica naturaleza
Admii'ando
i estudiando
la historia
ha ^escrito su obra que es la rememorapueblo, araucion de las épocas gloriosas de las colectividades canas.
de ese
V En el vasto desarrollo tôricos
adquirido por los estudios hislos cuales deben estar revestidos de
modernos,
todâ la seriedad el anàlisis Araucania buen trabajo lizador.
de reune
i narrativo,
cronolôjico
no se propone clamando un sistema
ideal,
hacer
escuela
determinado
consiste
en
pasado i Crénica de là del
la
presentes, todas esas condiciones
Lara
porânea. Su ùnico
la observacion
que exijen los tiempos
favorable
a todo
filos6fico
i mora-
su libro, prode historia contemcon
escribir
la crânica
de la
el primer albor hasta el postrimer crepÛ8culo de su vida herôica i gloriosa. El pûblico, mejor que nosotroa, sabra hacerle merecida j usticia. Araucania
desde
PEDRO
Santiago,
octubre
de 1888.
PABLO
Fioueboa.
DEDICATORIA
A LOS SENOItES
Booster dontelio Swdrai José deDivision Jeneral Fcdcvico ïarcla,
a vosotros Al presentarse este liliro, ne lia obedocido rncion de un elevado
i con
vosotros
a otro iïnjviI
al pûblico que a la inspi-
de patriotismo guiado el pasado hisel de reconstruir nacionalidad que no obstante tan
sentimiento
de un sano propôsito: tôrico de una pequefia
huellas ha dejado marcadas profundas nacional en tres siglos de la mas tenaz
en nuestm
vida
de las luchas que reducida porcion de
una en América haya sostenido hombres como ha sido el pueblo araucano. dentro
de sus reducidus
Hnderus
Encerrado
ha desaparecido o ya eu defensa
com-
de sus por su iiidependencia sus selvas i sus ¡)Osques que sumbrean la hucampinas, i milde choza que oculta en su okcuto seno la robusta batiendo
altiva
proie de Arauco
que deade los primeros
vajfos de 2.
10
la existencia empieza atisbar en su corazon el sagrado fuego del patriotisme. Antes que ese pueblo cuna de tantos héroes i ara de inmolacioni sacrificiode tantos mârtires desaparezca del todo del escenariode nuestra sociabilidad, hemos queridorecojer en su lechode agonfasel postrimeraliento i estamparlo,por decirloasi, estas pàjinas nacidas si no a la luz de un criterio reposadoal ménosal contacto de uni alma estremecidn,que es lutnbre que vivifica no rijido hielo que amortignai anonadu! Sea siquiera este trihuto en homenajea las grandes accioneshuinanas que levantani diânificancon su ejemplo el espiritu de pueblosadormecidosen orientalmolicie, templando los caractèresen los ciudadanosconsagrados al sacerdocio del deher ante el culto de las virtudes cfvicas, base angular en que descansanla independencia i la libertad de las naciones unificadasen un soloi ûnico sentimiento: el amor ALAPATRIA: il quténesmejor que otros podrian simbolizar el espiritu, el prop6sitoi las tendenciasque encierra la obra que einprendemos que vosotrostres a quienesha sido dedicada? Si es el primero, bien conocidosson los servicioeque de tiempo atras ha venido prestandodia a dia a la literatura nacional, estimulandoi protejiendosabia e intelijentementelasproduccionesintelectualesde la juventud que a la espinosa carrera de las letras se dedica con noble i santo anheloen culto a la gloria i prestijio de la patria. Si es el segundo,no necesitamosmanifestarlo: él fué quien con maa èmpeiioi constancia inquebrantableshi-
-11zo avanzar
antigua lÍnea de fronteras en el sur,llegar fijada en el Bio-Bio des(le el siglos pasado,-hasta a la completa pacificacion de la bella i rica Araucanfa, como
nuestra
habrâ
de observarse
en el trascurso
de estas
râpide los
pajinas. A él tambien se debe la fundacion ufanos i mas florecientes que hoi se ostentan pueblos comarcas risueûas orgullosos de su puderio eu aquellas das
porvenir i a para mas tarde a un espléndido de riquezas para el pais i el ser la fuente mas inagotable erario nacional.
llamadas
lia coronado la obra de por ultime, de ese inisino lejendario territorio omengrandecimiento industriàles soberbias que, cual empresas prendiendo Si es el tercero,
raudales mercial
de oro, han ido a comunicar de Arauco, al viejo Estado
el movimiento dando
aliento
coa la
que hoi individual, que es potencia formidable al majestuoso Bio-Bio, impera desde el rapido Cautin tintas ese mudo test i go de hazanas mil cuyas coriientes
iniciativa
en nuestros en sangre tantas veces vadearon guerreros de sus idéales o ya en lustre i repos de. la conquista nombre de la tricolor bandera de la Repûblica. Sometida ya a la dura lei del trabajo la Araucanfa, posesion tanta sangre i dinero cost.ara a lus Reyes de nuestra Repûblica, de Caetilla i a los Gobiernos ha venido n gozar por fin, mediante los tranquilos zapadores cuva
que en pos han llegado, de las regaladas brinda siempre a nnanos lleprimicias que In civilizacion en él vasto e inmenso colmenar en nae a sus escojidos
del progreso
saelabora la rica miel de suculenta que la humanidad via que da vida, vigor .i i pujanza a los pueblos en las satachas por la existencia. ludable» i fructfteras
12 Quiera, pues, que este libro, fruto de algunosanosde pacienteinvestigacionhistorien,logre en parte, por fortuna, alguna deferencia, con lo que nos darlarnospor satisfechos. HORACIO
Santiago,
15 de octubre
de 1888.
LARA.
INTRODUCCION Pues en este distrito demnrcado (1) Por dondo su grandeza es nnnifiesta, Esta a treinta i eeia gradoe el Ëstado (2) Que tanta sangre ajena i propia cuestaEste es el fiero pueblo no domado Que tuvo a Chile en tan astrecha puesta, 1 en aquel que por valor i pnra gnerra Hace en torno temblar toda la tierra. (Ercxlla). I
La publicacion el que ofrecemos
de un libro del jénero a que pertenece al benévolo lector, sucede a las vcces
que no es del tôdo un hecho aislado. Suele tener esta clase de estudios que reconoce un orijen. En honor
a la verdad,
do reverente
una
causa,
a la que siempre hemos confeeamos que el espectaculo
culto, de Villa-Rica
pues rendide la
en 1882-83, nos inapte la idea la historia compléta i detollada de la Araucania; una relacion tal comn la que hemos conseguido compajmar ya que habia sonado para siempre a tan campafia de escribir
(1)
chue..1 El EMadodu Aimnoo.
14
privilejiada rejion la horn fatal de la pérdida de su primitiva indenendencia i cerrada por lo mismo la era gloriosa de la lucha de la conclnista,pasandoa formar parte franca i de6nitivamenteel ind6mitoAraucoal dominio de la Repùblica. Rindi6 sus banderas pero si dejandoen pos profunda huella de su magna resistenciaen tres siglos de sangrienta pelea en defensa.de au hogar i de su independencia ante el avancede las conquistasdel progresoi de la. unificacionnacionalque esta esla lei universaique, aunque dura, rije i triunfa donde quiera que haya una agrupacionhumana mas civilizadai fucrte que otrn. Aunquôno tomàmosparticipacion directaen la campana a que hacemosreferencia, la acompanamosen todos sus 'movimientoscon el ojo esperto del periodista désdé nuestra tribuna de la prensa Para nuestro prop6sitovàlganos. Desde enfonces,i por el cari noque nos ha merecido aquellasraza de bravos i de patriotasdigna por mil tftulos del reconocimientoi recuerdo de la historia, hemos venido avanzandode etapa en etapa hasta aqui en que tocamosel término de la jornada en seis afiosde peregrinaje en el mundodel pensamiento, reuniendo cual pacientelabriego recoje i almacena,a medidaque nuestxas tareaa de periodista nos lo permitian, la querida mies en la vasta troj, reeopilando, escudrinando,compulsandoi ordenandodatos infinitosi documentosbuta conseguïrdar cuerpo i formaa lo que tan soloera un idéal de nuestro pensamiento. La pluma se ha encargadopor su parte de comunicar un leve soplo de vida a lo que era una hosamenta,i el
15 libru se ha compajinada por fin nacido en cuna de pergaminos entre, roidos papeles i lejanas memorias del paaado.
II
La una
historia
de la Araucanfa
no es
verdaderamente
historia
acontecinientos por los raros i orijinales en el trascurso de los que en ella se han desai·rollado siglos. Es mas bien un drama, una epopeya. Por eso, esta obra participara. de ambos jéneros literarios. Al histôrico, por lo verfdico de los hechos; a la leyenda por lo romancesco de muchos de los sucesos. No
nos
hemos
amoldado
en un todo a las leyes que de un jénero literario determinado.
presiden la ejecucion Hemos tomado la vida
de un pueblo herûico, i si se quiere ûnico por las cualidades de civrdcter que singularizan al araucano, tal como él se nos ha presentado. Hemos misma
la verdad, la naturaleza preferido la realidad, a las exijencias de algunos preceptos del arte.
III
Es ese el convencimiento atento
i detenido
do nuestros peya
de cuanto
historiadores
homérica
de Arauco.
que nos ha dejado el estudio bueno i malo nos han lega-
del coloniaje
respecto
a la epo-
16
Et tema predilecto de la pluma que ellos manejnran fué la guerra, siempre la eterna i cada dia mas sangrienta guerra de Arauco, palenque en que veniana lucir sus blasoneslos mejores i mas brillantes capitanes de Castilla. I asi vemos desnlar los historiadoresde la epica contieuda desde el mismo audaz conquistador, guerrero i fundador Pedro de Valdiviaa don Alonso de Ercilla, cuyas trovas parecen todavia resonar en las selvasdel del sur: en pos Gôngora de Marmolejoi Marino de Lovera, que cierran el siglo XVI. SucesivamenteTribaldo de Toledo i Alonso de Ovalle, Jerônimo de Quiroga, Diego de Rosales i José Basilin Rojas i Fuentes en el sigloXVII; como asf Pedro Cônlovai Figueroa i Miguel de Olivares, Juan Ignacio Molinai Felipe Gomez do Vidnurre, Vicente Carvalloi Goyeneche,en el siglo XVIII; i por fin don José Perez Garcia, con quien termina esta hrillnnte constelacionde los hombresque a la historia jeneral de la coloniaconsagraron su vida i sus esfuerzos entre lits densas brumas de nuestro oscuro pasado. il qué decir del poeta de Angol, Pedro de 01-la;'que del autor del Cczutiverio Felit, Francisco Pineda i Bascunau; qué en fin de tantos otros que saliendodel campo augustode la historia exhibieronen el templode las Musas,o ya en la novelao la lPyenda los mémorables acontecimientosque tenian por teatro Arauco, arsenal vastfsimo donde inspirar i satisfacer la pluma ménos avioadaen el divinoarte de las letras? |I para anornalia Tanto ellos como los que han continuado hasta nuestra dias marchand?por el sur que
17
en el fértil campo quedara abierto, hanse concretado solo a historiar hechos o perfodos aisladosde la Araucanfa, sin ésplayarsea abarcar el conjunto i escribir su historiajeneral. Ha sido dste, cabalmente,nuestro proposito, al trazar estas pajinas, quiera las fortuna sonreirnoshasta el término de la tarea que nos hemos impucsto en patriotismo i honor a las glorias nacionales, como en homenajea ias irtndes civicas que eu todo tiempo han revestido nuestras acciones que tanto prestijio i brillo han contrihnidoa dar al pueblo chilenoante la consideracionde las nacionesque nos observani siguen nuestros pasos eu la ancha ruta que nos lia marcadouna feliz existencia. Con ello creemostnmbien hacer un servicioa Inuchos que no conocenla historia de la rejion privilejiadaque nos hemos decididohistoriar;pues, por una costumbre o preocupacionindisculpables,un gran numéro de nuestros compatriotasconocenmas a fondola historia i jeografïa de paises estranjeros que la de nuestro propio pais en que nos hemos nmamantadoi visto la luz primera i al que debemosservir i contribuira enaltecer.
IV
Si no consegiiiuios al lector, agradando
llenar valganos
que nos han alentado. Por otra parte, esta
del
todo
al ménus
puhlicacion,
nuestro
objeto, las intenciones
puede
que
contri3
18 buya tambien en el estranjero a despertar aun mas el espfritu de inmigraciuna nuestro suelo, teniendo conocimiento cabal el inmigrante del glorioso territorio araucano destinadoexprofeso hoi a la fundacionde colonias europeas. Estas pàjinas reflcjarân igualmentenuestra sociedad del pasado.
V
Creemoshaber cumplidocon la lahor que nos impusimos, aunque no sin algunos sacrificios.En su desempeno a vecea la fatiga i el desalienta han tentado rendirnos, no obstante cual peregrino que con fé cruza el pâramo desierto tras el verde oasis que dara reposo a sus miembros desfallecientee,i de haber arrojado hastiadosmas de una vez en instantesde pesadumbreen pe~ noso ostracismo,léjos de si la pluma,al atormentarla mente el recuerdo del ningun estfmulo, de la ninguna proteccionque existe para las letrasen nuestro pais volviamoscompasivousin embargo a cnjerla, i olvidandoel mundo que nos rodeaba Uegâbamosa egcribirhasta con entueiaêino!
1 CONQUISTA DESCUBRIMIENTO
CAPITULO
PRIMERO CHILF
pequeSo
ArauCelebridad merecida. Por qné se ha llamado pkqueSo cmi.Rala Su estension. Rejton privilecanfa. Configuracion de su territorio. Brillantes perspoctiva* para la mincria. jiada. Vejetacion i minérales. DUtribucion Lo que verdaderamente se ha donominado Aroucania. del botin: provinoiae de Mnllooc, Cautin, Arauco. Concepcion i Bio-Bin. ^Àratioo o Aiaucanîa?– El Ribimbo i el mietetrioeo rei indioLeochenfjo. Orfjea dol nombre Bio-Bio. Id. del de Arauco. Opinion.. dirersM.
1 Diffcilmente
se encontifird
en la historia
tias cl mtro
dejado en ella por lus siglos en el incesante i eterno ruun puedar de la humanidad en su marcha raujestuosa, i tenacidad mas blo que haya inostrado mas heroismo que Arauco en defensa de su independencia, contando como siempre conté, solo un puflado ap^nas, de hombres siu otras armas que una lanza o una flécha,
admirables
ni otros
muros
que
sus leTantados
pechos,
aituado
et\
20
una reducida comarcasdentro de los limites de una nacionalidnddistinta.,mas fuerte i poderosai del todo adversaa sus instintus e inclinaciones. Pues eso ha sido el pueblo araucano. Egpaiia, quien mas empeno hiciera por reducirlo, vi6se al fin obligada a dejarlo en absoluta posesionde sus dominios, respetandosu libertad despuesde tres siglos de cruentos sacrificius. De modo que la Araucanfaqued6 constituidaen un verdadero Estado dentro de otro Estado, rival i altivo como 茅l. I corriendoel tiempolleg么 a dar a Chile este mismo Arauco una personalidadpropia,mediantela nombradia de la fama do (luegozara en el viejo mundo desde los primerosafiosde la conquistaseu que el araucnnose revel6 patriota i guerrerosestraordinario.Tan es asf que' hasta no hace mucho,era mas conocidoChile en el estranjero con el nombrede Arauco i entre las mas eminentes intelijencias,qut con el suyo propioadquiridoen pila bautismal. De ahi que mas de un escritorchileno i distinguidos viajeroshayan denominadopkqueno CHILEa tan escepcional seccionde nuestro territorio.
II La Araucanfa,
en verdad, e8 una rejion del todo privilejiada por excelencia. Parece que su raza primitiva ha querido compartir en con que plugo al cielo partes iguales con la imturalew
-21de un comun engrandecimiento: aquébrillantes lia, por las acciones que ln han distinguido; exhuberante dota, por el lujo de una vejetacion que por dotarla.
la tarea
do quiera
ostenta
a portia
toda la pompa
de sus
galas
primorosas.
III
La configuracion hoi ocupnn en parte
de
este
mnravilloso
territorio,
que
cinco distintas
présenta provincias, cuadrilâtero: vémoslo ence-
el aspecto de uu verdadero rradu en su parte norte por el célèbre Bio-Bio i el Lajat al sur por el Tolten, ni oriente por lus elevados cordones de la corclillera de los Andes i al poniente por el mar, una estenen todo, aproximadamente, comprendiendo sion de mas cle mil léguas cuadradas, regadas por torrentosos e innumerables rios; fertilfBiraos valles entendidos refleja
cristalinos direcciones; lagos en que se un cielo azul; «elvas impénétrables a donde aun no haber llegado jainas el hombre civilizado;
en todas
parece monta fins pobladas de ârboles seculares por si solos para surtir de ricas maderas
que
hastarian
por centenares vatiaabundantes,
de afios a toda la costa del Pacffico; dos i ricos minérales uun no esplotados
desde
el oarbon
de piedra al oro i la plata, ofreciendo un brillante campo de acciou a la minerfa nacionâl como lo demostraremos mas adelante, industria dormida todavia alli ya por falta de iniciativa o de capitales. Todo, en fin, contribu-
22 ye a singularizar blica.
esa
rejion
de las demas
de la Repii-
Tal es lo que verdaderamente se ha llamado Araucania desde la era colonial a los comienzos de su ocupacion definitiva iniciada en 1861 i terminada tan brillantemente en 1883 con la posesion
de las ruinas
de V illa-Rica
IV
El corazon definitiva
de ese territorio
desde
ha
ocupado en de Maprovincias
quedado
1887 por las nuevas lleco i el Cautiu, 没ltiino jiron que quedaba por rescatar a la civilizacion para la posesion absoluta que de antafio
se aspirara; pues ya habian recibido su parte de conquista i de victoria en el comun botiu lus provincias de Arauco i Bio-Bio que hoi ostentau Concepcion, pueblos florecientes
i etnprendedores desde Concepcion a Talcade Lebu a Cafiete, Arauco i huano, Lota i Coronel; Nueva Imp茅rial; de Temuco a Victoria, i CoTraiguen Mulchen i los Anjeles, llipulli de Angol a Nacimiento, el misrao Yumbel i el antiguo ininero Rere, el pueblo de la campana de otro i de laa doncellas de chispeantes i de
morena; i todo ese cordon, en fin, de i alegree Villas que cual bandadas de palomae pintorescas Bio-Bio huyendo fujitivRS siguen el curso del remanso al mar, i a las que nutre su vientre dia a dia el riel i el ojos
la tez
vapor con el pan miento industrial
cuotidiano
del progreso
i dcl movi-
^™"Ho "~™
V Pero, $cuàl podrâ o Araucanfa? Diferentes
ser el nombre
verdadero?
se han emitido
ohiniunes
£Ârauco
al respecte,
mas
o ménos
aceptubles. En las instrucciones
1544 al nauta
Juan
clndas por l'edro Bautista de Pastene,
esplorar desde Valparaiso conocidas aun del audaz
de Valdivia
en
en comision
de
al sur las costas australes conquistador,
habia
des-
ya de una
provincia de Iiauco. En taies .instrucciones
espone quo al. mismo tiempos sn teniente jeneral en el que envja por mar a Pastene, hace marcbar mar, en igual direccion por tierra a su maestre de campo don Francisco de Aguirre, para que alcance en su espedicion hasta la provincias de Ilauco, que està, dice, a sesentn leguas al sur de Saritiago; i que de alli no pasc. Tiene
noticias
de
esa
el aspierto provincia, agrega indios que viniendo conquistador, de alli por algunos fueron tomados prisioneros por sus capitanes. enunciando Prosigue que sus dominios alcansau solo hasta la provincia de QuirigWtto o isla Quiriquina. El maestre de campo debia a Pastene en la esperar boca del Maule con el objeto de que el nauta esplorador trasbordara en esa parte a los espedicionarios que iban en busca de vfveres al sur, para regresar en breve.
24
Esperaria despues en un punto de l&provïnciadeBancoa Pastene a su regreso. Por su parte el escribanomayor,don Juan de Cârdenas, que acompaiïua Pastene en sus esplorncioneepara constatari "dar fd" de las posesiones de que tomaran dominio,da cuenta en el mémorialpresentadorespectoa esta espedicion,de que al regresar a Valparaisotocaron en el Ribimbe (no otro que et Bio-Bio,como luego veremos) que esta, dice,en h\ provinciade R6uco(no llau. co, como la nombraValdivia);provincia,siguerefiriendo don Juan de Càrdenas, "que mandû el cacique Leochengo,(misteriosopersonajede quien nosocuparemos)", poseedor de las rejiones vecinasal Ribimbe i confina con las provincias de Itata i de los Promaucaes de las cuales tiene tomada posesiontres afioslu (1541) el dicho senor gobernador E*edrode Valdivia."
VI
Pues bien; el rio Ribiinbede que habta el escribanu don Juan de Cardenas, que esta comodice en la provinciade Boitco,no puede ser otro que el Bio-Bio, ya por la analojtaque parece ligarlo con el nombrede Rihimbe,como porque a este rio, el rei de los riosde Chile, se le design6 al principio de la conquista con diversos nombresmas o ménosigualesen su eufonia. Asi cuando Pedro de Valdivialo viu por primera vez en la ruda campana que hiciera al sur en 1546 en busca de nuevastierras que adquirir i conquista, obser-
25 v6 que los araucr.nos lo llamaban Biu-Biu. de los vocablos indfjenaa viu-viu} que quiere decir doble hilo o cordon, nombre acertado por cuanto era lo que es hasta hoi, el mâyor i mas ancho rio del pais. Llamàbanle tambîen Butanlevu, rio grande. Por otra parte
e) minucioso
a decir
que équivale
historiador
del siglo v VII, en su Hiutoria Jei.eral
el padre Diego-de Rosales, refiere del Reino de Chile que los indijenas Buy al Bio-Bio.
denominaban
Buy-
1 asi babla: igual fama que el rio en Flandea. Los indice le Ilamaron BoyBuV) que significa el sonido que hacen las olas mansas cuando se encrespan, i que por liacor olas coino el mar le hA granjeado Bin i Esquelda
llamaron "El
en C hile Bio-Bio
Buy-Buy. que ha conservado
la "tierra,"
nombre
este rio se ha hecho
con que se designaba
aenor
de
a la Araucania
1? pâj.
etc., etc.-(T.
VII
De lo que precede se deduce que el Bio-Bio ha pasado unos a otros porcierta analopor di versos nombresligados de su primitivo jia eufônica, nombre que ha corrompido orijen nuestro Bio-Bio. En atencion descubri6
propio a tales
la espedicion
idioma,
quedando
antécédentes Pastene,
por
fin el de
el rio Bibi.
que no es otro que el Bio-
26 Bio, que 8iempre fué "raya entre el espafiol i la tierra rebelde" o sea el antemural entre Chile viejo i el Arauco inddmito.
VIII
ahora al vocablo lïauco, podemos primitiva de donde verdaderamente
Descendiendo rar la fuente
riva i lae diversas
transformaciones
hasta palabra modema. Araucania esta
convertirse
por que ha pasado en Arauco en nuestra
la investigacion hist6rica actual, vemos que la porcion de territorio que historiamos 8e ha denominado Iiauco, IT6uco, Iïagco, Arauco i, por Hasta
el momento
esplose de-
de
filtimo, Araucania. En primer lugar, la palabra Arauco era desconocida de Ion indijenas en los prîmeros atios de la conquista. A estarnos a la opinion del seflor Barros Arana, Arauco se deriva
de aucca, del decir enemigos.
que quiere En au Historia comprueba veracion
idioma
quechua
Jeneral
el mismo
o peruano,
de Chile, tomo autor del modo siguiente
pâj. 64, ou ase-
"Loa
daespanoles, dice, de la época de la conquista ban el nombre de promaucaea o purumaucaes, a los indios que habitaban en la rejion del sur de Chile hasta las orillas
del
Bio-Bio; aucaa a lois establecidos aLa palabra
asi como Ilamaban
araucanos
al sur de ese rio.
promaucaes,
como dicen
unos
documen-
o
27 tos, o purumaucaes, chileno. Es formada
como
dicen
otros, no es de orijen de dos palabras quichuas o perua-
nas, purum aucca, que significa enemigos no sometidos, nombre del inca (al invadir a Chile que los giierreros en el siglo XV i principios del siguiente) daban a las tribus
fronterizas
i que loa que no habian conquistado eepanoles aplicaban a su vez a los indios del sur de SanDe alli que los capitanes del tiago, antes de someterlos. inca dieron
a los indios no sometidos
de Chile
bre de purum aucas." El senor Barros Arana es de opinion, co se deriva de aucca.
pues,
el nom-
que Arau-
IX
El senor Asta-Buruagn, por su parte, en el "Diccionario Jeogrâfico de Chile", hace derivar Arauco de are, ardiente, i de auca, franco, libre, rebelde, lo que parece armonfa guardar araucano. En otra seccion
con
el carâcter
altivo
i belicoso
del
del diccionario
citado, se agrega que Rauco se llamaba el rio Carampangue al principio de la en la parte que atraviosa el pequefio valle en conquista, que Pedro de Valdivia fund6 por primera vez el fuerte Arauco;
valle llamado
Ragco
por los indijenas,
que quie-
re decir
agua de greda. Por término final, el padre Febre que tanto se ocup6 del idioma araucano i el historiador Rosales en au "His*
toria Jeneral
del Reino
de Chile"
escrita
hace doscien-
28 tos anos, manifiestan que el nombre primitivo de rag, greda, i de co, argua. En tomo 1?, pâj. 153, refiere Rosales: "El ordinario un
comer
caldillo
las papas con agua
es Ragco,
los araucanos
es con
i greda amarilla que que hacen llaman la tierra de Bag de donde tomo el nombre Arauco, que en su lengua no la pronuncian Arauco, sino Bagco, que significa agua de tierra amarilla o de greda amarilla: que llag significa la greda i co el agua." El "Anuario
de 1879, aquilatando estas Hidrogrâfico" diversas apreciaciones, observa con no escasa razon que esta ultima acepcion es la mas verdadera, lo que a nuestro
juicio creemos tambien. Arauco debe reconocer su orfjen,
en el vocablo
consiguiente, con corrompiéndose por
Ragco; vocablo que, el tiempo, como el Rauco de que nos habla al principio Pedro de Valdivia, vino a quedar al fin i al cabo reducido a Arauco. Tales
son las probabilidades
mas aceptables.
X
1 fué precisamente el mismo Pedro de Valdivia quien el primero diera pila de bautismo en nuestro vocabulario a este nuevo huésped que ha venido a enriquecer con su concurso nuestro idioma i a atormentar la fama con la auréola
de gloria
que
simboliza
au nombre
en la historia Pues,
patria. en 1553, el infatigable
conquistador
en el apo-
-29jeo de su grandeza orden6 fundar un fuerte con el nombre de Arauco, como lo hemos insinuado antoriormente, a fin de, tener espedito el camino que condu^ia por la costa desde Concepcion a Valdivia. Este
fuerte
de Ragco, dias ocupa Desde
fué en consecuencia
esto es, en el mismo el pueblo de Arauco. entonces
valle
se hizo estensivo
poco a todo el territorio canfa; desde ent6nces araucanos
levantado que
en
n iestros
este nombre
que hemos conocido tambien empezâronse
a todos su* habitantes
en el valle
poco a por Araua llamar
primitivos.
XI
Asi
como
meteoros
de época en época aparecen cruzando la b6veda ràpidamente
mamento
inundândolo
en lluvias
relucientes azul del fir-
de luz o efluvios
de
asi surjen tambien a la vida pueblos i jénios alegria, estraordinarios que llenando el mundo con su fama lea un siglo, alcanzando a eclipsarlo con gan su nombre el lustre de su gloria. Es lo que ha acontecido valle de Arauco primitive. Esa tribu fué la primera su suelo
con la tribu en levantarse
del pequenisimo al ver hollado
la osada planta de los conquistadores i la primera que convoc6 a la guerra contra los castellanos, cuya primera victima ilustra fuera el mismo intrépido i arrogante capitan conquistador. por
30 De ahi que el nombre del estreoho i apartado valle de Arauco se jeneralizara i llegara a cobrar oelebridad hasta traspasar su fama los limites del hemisferio americano.
CAPITULO
II
EL NAUTA
Aflo de 1544. Ignorancia en que se eetaba respecto de lu comarcas araucanas.– Manie e Itata.– Deseos de Valdivia por eaplorar el sur.– Conoepto en que tenia a eu terri torio.–Noticias que adquiere de él.– La provincia de Rauco.– Temple de espiritu de Valdivia.– Preparati -os para nns campana a Rauco.– Felii oportunidad.– Un nauta ienoves.– Beconôoenselascostu dadas por Valdivia.– 8e hacea la vela una araucanas.–Instrucciones esouadrilla esploradora.– Exito de esta espedi<non.– El riaje. Importantes descubrimientos. Reotificaoiones rasonables de nuestro «Anuario Hidrogràfico».– El Regreso.– Resultado feliz ds esta espedioion –Las tierras del cacique o rei indio Leochenso.– Los espedicionarios i la leyenda.
1
En 1544 hacia cabalmente sido descubierto
diez
afios que Chile habia espedicion del adelan-
por la malograda tado don Diego de Almagro i cinco que qaistado en su parte norte por el esforzado
fuera
con-
don Pedro
de Valdivia, sin que ne tuviera hasta ese ano mas noticias de las rejionee del sur que vanas conjeturas. Valdivia tenia apénas levee indicios de Io que podia ser aquella estension territorial. Creialo
ai un pais
maravilloso
al que denominaba
Rau-
32 co, en el cual existia segun habtusele referido el gran cacique o rei llamadoLeocliengo,senor de los dominios del Bio-Bio. Suis capitanes Francisco de Villagra i Francisco de Aguirre si habian recorrido las cercanias del Maule i del Itata, no habrian avanzadomas adelante probablemente. Las noticias adquiridas por Valdiviade estos primeros esploradoresrespecto a las posesionesdel miaterioso Leochengo,fueron tomadasde su vez por ellos de algunos indios que viniendode mas al sur caian prisioneros.
II
Un hombre del temple de espiritu i del alma ardiente de Valdiviaansiosode nuevas conquistasi anhelosode oro i de aventurasi de renombre que adquiririr,la inaccion no podia ménos que matarlo. Hai séres para los cualesla lucha es el alimentoque ûnicamenteles nutre i el sololenitivo que puede satisfacerles. Valdiviaera uno de ellos. Nadie mejorque él pudo esclamar: ivivir es luchar! pues la inercia lo habria aniquiladoi su estrella eclipMdose al nacer en el firmamento de las glorias que cmpezaban a lucir tan espléndidamentepara él en su carrera de conquistador de pueblosi fundador de naciones. Infatigablei tenaz como era en sus propositos,ya desde principiosde 1544 en que habia podidoreunir al-
33 a renlizar
gunos elementos, preparabase la conquista de las comarcas dilataran
su poder
hnsta
su sueno dorado
del
sur que estendieran i Estrecho de Magallanes
el
mismo. La fortuna
ciega i avara para los timidos, muéstrase a los audaces. jeneralmente obsequiosa i complaciente Tal aconteci6le a Valdivia. Desde
los comienzos
presa que proyectaba cai'ifîo i amor.
de
la organizacion de la emempezo la suerte a sonreirle con
III
En Junio en el puerto Perû. Llamabasc
del borrascoso
invierno
de
un
Valparaiso
San Pedro.
de
navio
1544,
anclaba
procedente
del
Comandabalo
un marino jenoser el mas intelijente
de xes, el que mas tarde habia nauta que esplorara el primero las costas de la Araucania al mismo tiempoque el mas fiel i abnegado servidor de Valdivia
en sus empresas: Juan Bautista de Pastene. Habia sido amigo de Valdivia en el Peru. Aquel pais debiale tambien servicios; pues le era deuimportantes dor en gran parte de su conquista. Venia en comision del gobernador del Perd, Vaca de a las 6rdenes de ValdiCastro, a fin de que, poniéndose via, evitase cualquiera amago costas que intentara la armada aquel
tiempo
con la nacionalidad
de
invasion
francesa, espafiola.
a nuestras
en choque
en
34 los Valdivia, no era hombre que le intimidaran e inciertos, e bizo acaso dudosos del porvenir, presajios la a los planes que meditaba servir admirablemente miaion que traia confiada el nauta jenoves. Pero,
de la costa del sur que el reconocimiento Propfisole de i sin pĂŠrdida a su gobernacion; deaeaba incorporar de nuestro tiempo i cuando ya la lozana pvimavera benigno i dulce clima empieza a ostentarse Valdivia ricoe atavioa de flores i verduras,
con sus mas
a entregaba los despachos en Valparaiso que le acreditaban al mismo tiemen el mar, depositando jeneral
Pastene teniente
con las armas pintado po en sus manoa el estandarte reaies i las suyas propias, insignia con la cual tomaria posesion de las costas araucanas hasta Magallanes.
IV
Poco 1544,
antes
de amanecer
el navio Sa* Pedro,
el dia 5 de setiembre
de
aeguido de un otro llamado sus blancas vĂŞlas a las brisas del
SantiaguiUo, desplegaban sin mas rumbo vaito oc6ano en pos de lo desconocido, la centella de luz que que marcara la nave capitana que la mente del marino jenoves, i sin otro gula iluminara que lo incierto sado aunt Pero
i nebuloao
para quien sus alto@ deaigaioe,
sofiado i no reali-
en el porvenir i abriga fe en ni limites barreras no existen que el vuelo de auto allas aapiraciones. confia
detengan i corten Paitene era marino cumplir
de un ideal
i hombre
con tan stgrado
de esplritu cometido.
i bien sabria
35 Habia oidode boca de Valdivia,al recibirse del eatandarte en momentosde partir, las siguientespalabras i prestando acto continuoel consabidojuramento: "Capitan, yo os entrego este estandarte para que bajo la sombra i amparo de él sirvaisa Dios i a Su Majestad, i défendaisi sustenteis su honra i la mia en su nombre, i me deis cuenta de él cnda i cuandoos la pidiera, i haced juramento i pleito homenaje de lo cumplir." "I luego el dicliocapitan Juan Bautista de Pastene recibio el dicho estandarte i dijo que haria i cumpliria lo que le era mandado por dichoseilor Gobernador, lo que andando el tiempo demas le mandareen servicio de Dios i de Su Majestadcon toda fidelidadi dilijenciai buena conciencin;e hizoel juramentoi prest6 hornenajede ello en manos del dicho sefior Gobernador." "I luego inccntinentidijo el dichosenor Gobernador al dicho capitan, qio por cuanto conveniaal serviciode Dios i de Su Majestad descubrirla costade esta mar del sur hâcia el Estrecho de Magallanes,i saber dud tierra habia, i tomar posesionen nombrede Jesucristoi por Su Majestadi por el dicho senorGobernador,en nombrede âmbosle mandaba fueseluego a poner en obra." (1) Las instruccionesque del Gobernador llevaba Putene, podrian resumirseasf: Que navegase en descubrimiento de las costas del sur hacia el Estrecho de Magallanesi tomara poaeeion de las tierras donde saltare, i trajese noticiaade ellas; 1544. Ja*ndeCordeau deleacrUmno (1)Mémorial
36 Que en la boca del Manie
lo esperaria el maestro de de Villagra, a fin de que lo pacampo don Francisco sara al otro lado, e iba en busca de vfveres, i que a la vuelta lo esperaria en un punto cerca de la Villagra de Rauco; i a doscientas leQue navegara hasta ciento cincuenta guas, i pu8Ă&#x17D;era nombre a los puertos, rios, islas, etc., etc. provincia
V
La narracion el escribano
que a su vuelta
Carde nas, puede
hizo de esta simplificarse
espedicion del modo si-
guiente esto es, desde Despues de trece dias de navegacion, el 5 de Setiembre, dia en que zarparon de Valparaiso, hasta el 17 del mismo, tocaron en una estensa bahia que llamaron San P,,dro, en honor i del barco San Pedro. bemador Esta
bahfa
esta
situada,
quihue. Era la primera tierra maban formai posesion.
del nombre
en la provincias
que descubrian
del Gode
Llan-
i de la que to-
De aqui regresaron en direccion a Valparaiso i fueron reconociendo diverses Tocaron en Punta puntos. Galera; Uegaron despues a un rio grande llamado Ainivillo en cuya boca, segun Cardenas, habia establecido un gran pueblo conocido con el nombre de Ainil a la altura de 39°. Pusieron nombre al rio i puerto, denomindndolos Valdivia, i a. una isla que cerca de allf vieron, que
-37se llamaba
a la la boca de un vasto rio, Guiguacabin, su casa i guaca, Collecu, donde tiene, dice Càrdenas, el cacique i grave senor Leochenque es su adoratorio, de Cardenas, es el de la go (Error pues Leochengo Quinquina). A esta isla la bautizaron de "Santa
"isla
i al rio, rio
Impeiial"
Inès."
Pasaron
con temporal por una otra isla cerca de tierra firme i de un rio que designaban Tolten Leubo. La isla se distinguia el dia Gueli; pero por haberla descubierto de San Nicolas de Tolentino le dieron este nombre; i al rio Termes, asi tambien, por haber pasado por él con temporal. Sucesivamente
dieron
con
el Ribimbe, la bahla de en Valparaiso Penco, costas de Itata; i por fin anclaron en 30 dias de Setiembre del mismo aiio de 1544, desafortunada en que pues de 25 dias de una esploracion el marino jenoves demostnS las dotes de un habilisimo nauta.
VI
Para
nuestro
prop6sito
aqui las apreciaciones que, recido a nuestro "Anuario espedicion. -El error Pastene, Ainilebo,
de
observa
10 millas
creemos
oportuno
en sus detalles, Uidrogrâfico" en latitud
esponer le ha me-
(1879)
esta
en que incurre la boca del rio
el Anuario, al 6jar en homenaje que él Ilam6 Valdivia,
al Con-
88 en cuenta si se de Chile, no debe tomaree quistador habia corrido un dia atiende a que ese célebre nauta ou punto por fantasia, aunque costa a costa, estimando basado en la latitud ensi presisa que a*ign6 a,la punta Galera. "La isla de Guiguacabin mas tarde el de Constantino
tom6 que llamaron Imperial, Perez i despues el de Man-
de Toledo que le impuso don Antonio nombre que conserva hasta el présente. "El rio Collecu de Santa que apellidaron en 1644 en Poco Corner o Toma cambi6 cera
en motivo wen naves,
desde
tornar
la escuadrilla
el interior
i haber
de
sufriendo
pérdida
de
Enrique encallado una
i Leiva, Inès, se Galeones Broude
sus
total.
"Segun Rosales (Hit. T. I., pajs. 172 i 464) el brazo torna de Fraque hoi se llama Valdivia, se denominaba gatas, i Toma de Galeones el que rodea la Isla del Rei por el 0. S. Este era entônees el mas profundo i lo frelos buques de mayor calado, como sucede al cuentaban presente. "El esperto
parece que sufria un error notable al decir que el senor de Ainil que era el cacique residia en la Guiguacabin Leonchengo, escribano
del San Pedro
la comarca de Itata hasta los promauque comandaba caea, como lo repite mas adelante. "Pastcne dej6 el rio Valdivia el dia 23 i parece que cocontrariado por las calmas, solo el 25 de Setiembre por un fuerte viento del S. O. pasaron frente a Queule i el rio Tolten; mas es de suponer que desgarilos prisiotados por los informes que le suministraron los ieenerdos se confundieron del neros de Sepilha
rridos
39 buta
escribano
tomar
la isla de la Mocha
por la penin-
de Roca) i el rio Cautin, que llamaron Tormes, por el Tolten; i esto lo confirma claramente el hecho de que a la isla Mocha, avistada el dia San Nicolas de la habian denominado 10 de Setiembre, aula de
Quele
(punta
su viaje al sur; pues que el situaria por los 38° 23' de latitud no permite con la penineula de Quele. El rio Caule equivoque de los eepatin que llamaron Tormes es el rio Imperial del dia
Tolentino,
de
este
santo,
en
fioles. "Esto Cârdeuas
del escribano pone en evidencia el descuido i sus documentos al actuar sus imperecederos
tomaa de posesion"
VII
de las del primer fué la espedicion esplorador i los servicios que a él debemos. costas araucanas las costas del sur hasta la Deecubriâ en consecuencia Tal
bahia
que aun
la provincia actualmente aeculares
a de San Pedro, perteneciente de Llanquihue como queda dicho; bahia se llamR
caa
del todo, poblada sin i enliquecida de carbon
abandonada
toosques
solo de esplotar
aun. Débese,
pues,
a Pastene
el descubrimiento
de los rios
Galena, Quele, reconocimiento
Bio-Bio, las caletes de Punta Imperial, iala la Mocha, etc., etc.; i sobre todo el de la bahfa de Penco en la cual Valdi-
ria
deade
Valdivia,
Tolten,
ne dispnso
Conoepckra.
entônces
a fundar
la ciudad
de
40
VIII
Los
de
compafieros
Pastene
do
habian
Hegado contanlas tierras del re-
con gran jûbilo haber conocido cordado poderoso cacique Leonchengo del que les habia ya hablado Valdivia, cacique cuya existencia, probable o n6, di6 orijen a varias curiosas leyendas de que entraremc8 a ocupamos en el capftulo pr6ximo.
IX
Hé aquf ahora et curioso cereincnial que acoetumbmban en estas tomae de posesion, 10 que no dejara de AI desembarcar agradar al lector. por primera vez en la bahia
que llamaron ella como cosa propia,
San Pedro
i al tomar posesion de como tambien Je los indios que te8tu&lmente el ya tantas veces nom-
la habitaban, refiere brado Juan de Cârdenas, eacribano mayor: i Jer6niaAqu( salimos en tierra, dice, el capitan, mo de Alderete, i yo, i aiete soldados, en la dejando barca
tres que la tuviesen i presta i a recaudo, gando a tierra estaban cerca del agua haata doce e îndias, algunos de ellos con tiraderas (hondas) lo que no ks manot, hablando soberbiosamente, dimoe,
i mostrindolet
elgana
chaquira,
en lleindios en las enten-
i haciéndoles
41 sefias, nos dejaron llegar a ellos, i llegados tomamos dos indios i dos indias, i teniéndolos cuatro soldados por las las instrucciones arriba manos, sac<5 el dicho capitan del dicho sefior Gobernador, i dio" el poder al tesorero de Alderete, i dijole que tomase JerGnimo en aquellos indios e indias de aquella tierra posesion i en su nombre por Su Majestad, por el Gobernador contenidas
Pedro
de Valdivia, su senor, i a rai Juan de Cârdenas que hiciera mi oficio, como lo mandaba el Gobernador por mi instruccion. <(I luego este mismo dia por la mafiana, juéves 18 del dicho mes de Setiembre del dicho aûo de 1544, en escribano, presenoia de mi, el dicho Juan de Cârdenas, i testigo de uso i escritor, el dicho Jer6nimo de Alderearmados de todas armas, te, tesorero de Su Majestad, con una daga en su brazo izquerdo, teniendo su espada desnuda en
la mano
derecha,
dijo que tomaba i tom6 en aquellos indios e in-
i aprehendi6 aprehendia posesion diaa i en el cacique de ellos que se llamaba Melillan, i en toda aquella tierra i provincias i los comarcanos en ellas, don Carlos, rei de las Espafias, i en por el Emperador por el Gobernador Tûsallo i sûbdito era el dicho eu nombre
Pedro
de Valdivia, cuyo i todos los Gobernador
i en presencia de todos dijo el dicho que alli estabamos, de Alderete lo siguiente: Jerânimo "Escribano que presente estais, dadme por teatimonio en manera que haga fé ante Su Majestad i los sonores de au mui alto Coneejo i Chancillerla de las Iodias como por Su Majestad, i en su nombre por el Gobernador Pedro de Valdivia tome) i aprehendo la tenencia i posesion
i propiedad
en estos indios i en toda esta tierra,
42 i provinciai en las demas sus comarcanas, i si alguna persona o personas qne lo contradigan, parezca delante que yo se las defenderd en nombre de Su Majestad i del dicho Gobemador, i sobre ello perderé la vida, i de como lo hago pido i requiero, a vos el presente esoribano, me lo deis por fé i testimonio, i quiero en manera que haga fé, i a los présentes niego me sean de ello testigos. "I en sefial de la dicha posesion, dijo las palabras ya dichas tres veces en voz alta e intelijibles que todos las oimos, i cort6 con su espada mucbas ramas de unos ârboles, i arranc6 por sus manos muchas yerbas, i cav6 en la tierra, i bebiô del agua del rio Lepileubo, i cortados palos grandes, hicimos una cruz, i pusfmosla encima de un gran ârbol, i atamosla en él, i en el pié del mismo ârbol hizo con una daga muchas cruces: i todos juntamente nos hincamos de rodillas i dimos muchas gracias a Dios. Testigos que fueron: el capitan Juan Bautista de Pastone Rodrigo de Quiroga. Diego Ozo– Antonio Jarabano Juanes de Mortedo-Jnan Elias El capitan Pedro Estâvan i Antonio Venero".
III
CAPITULO
UN IMPERIO
MARAVILLOSO
Aliolentet que impnlearon a oonquistar el inr.– »Imperio de Leoohengo.– Dosoientos mil guorreros.>-Ua templo con dos mil Moerdotes.– Ida misteriosa.– La Quinquina.– Reiaode Amazonas.– Cielo de Oro. Hiitoriadoret de Indiaa.Majores qae no admiten hijos varonei. Agnitin de Zârate i Lopes de G6raara.– Los primeros raton. importadoa al Perû i Chile.– Probabilidad de la existenoia de Leochengo.– Puebloi i nifios.– Un agorero iudio.– Echu tres mil babas al mar.~ C-OQTocaa la guerre.– Entado locial.– Creenoias i preoonpsoionea.
Como
lo
misterioso cia
de
observado
rodeaba, un pais
contribuia
i la curiosidad
espedicionar
al eur
ambicionada
provincia
De
modo
algo
maravilloso
lo que
Bio-Bio, rea
ha
de
los
el
discrète
asi
como
en
las
i conquistar de
un
de
mito,
comarcaa
a despertar primeros
un
lector,
aun
la exiatencercanaa mas
vez
por
al
el inte-
conquÎBtadores una
velo
por todaa
la
Rauco.
Valdivia formai que cuando emprendid en 1546 en direccion al Bio-Bio, en satisfaccampafia cion de los ardientes deseos que le animaban, mortal
44 prétendit quedarse en Santiago: todo» anhelaban al pais maravilloso, que creian un verdadeespedicionar ro El Dorado, cuajado de oro i de riquezas mil. en mayor grado, las relaDaba pasto a la curiosidad alguno
oiones
noveleacas
ros de Pastene
que hacian a eu regreso los compaiïede de los dominios del descubrimiento
rei i gran sefior, decian, de muchas tien-as i que residia en una isla donde tenia su "guaca i su adoratorio." Leochengo,
las rejiones imperios.en era pues una creencia jeneral en los primeros
La exiatencia
de
uno o mas
araucanas, afios de la conquista. Hiltoriadores distinguidos
llegaron
a consignarlo
en
aoa obras. un imperio en que habia hasta doscientos i templos servidos por millares de saccro Loutodos bajo las ôrdenes del rei Leouchengo
Imajinaban mil guerreros .dotes,
ohengorma. otro imperio dominado por Mas al sur, nombraban en que vivian únicamente amazonaa, mujeres, las cuahombres en sus poseaionee les solo admitian para la en 'determinado tiempo, i luego los destepocreacion rraban. era varon, lo enviaban a su padre; jer, lo acojian como un preciado regalo del cielo. Eran gobernadas por una reina que llamaban Si el nacido
nomilla,
que queria
decir
"cielo
de oro."
si mu-
Gua-
45
II mas cabal conocimiento, oigamos lo que al resde indias don Agustin de Zâpecto refiere el historiador i Conquista rate en su "Historia del Descubrimiento de Para
la Provincia
del Perd",
publicada
en Amberes
en 1555.
En el libro
III, cap. II, espone: de Chile (valle de Aconcagua) en 38 "Adelante grados de la Hnea, hai dos grandes sonores que traen guerru el uno contra el otro, i cada uno saca en campo doscientos llama Tierra
mil
hombres
de guerra; el uno de ellos se que tiene una isla dos lĂŠguas de
Leuchengorma, Firme (debe referirse
a sus
fdolos, donde dos mil sacerdotes. "I los indios
hai
de este
un
a la Quiriquina), gran templo
dedicada
que lo sirven
dijercn a los esLeuchengorma lĂŠguas mas adelante (sin duda la
que cincuenta bai entre dos rios una gran provincia poblaAraucanfa) da toda de mujeres, que no con8ienten hombres consigo a la jeneracion; i si paren mas del tiempo conveoiente pafioles
hijos los envian a sus padres, i si kijas, las crian. la reina de ellas "Estan sujetas a este Leuchengorma; se llama Gaboinilla, que en su lengua quiere decir "cieoro", porque aquellas tierra diz que se cria gran oantidad de oro; i hacen mui rica ropa, i de todo pagon tributo a Leuchengorma. lo de
46
"I aunque muchas vecesse ha tenido mui cierta noticia de todo esto, nunca ha habido aparejo de poderlo ir a descubrir por no haber querido el pob!ador.Diego de Almagro,i porque don Pedro de Valdivia, que despues fué enviadoa poblar esta tierra, nunca tuvo tanto numéro de jente con que pudiere ir a descubrir i dejar pobladoslos pueblosque tiene hechos." III Agregamui serinmenteel historiadorde indiasque di6 la noticia precedente un naviode la armada que envi6 don Gutierres de Carvajal,Obispo de Placencia, que emlioc6 por el Estrecho de Magallanes,i de allf vino costeandola costa basta llegar a la ciudad de los Reyes. Anade que este navio trajo los primeros ratones que se conocieronen el Periî i que lus indios los llamaban ococha,que quiere decir, "cosa salida del mar." I por nuestra parte debemos decir tambien, a imitacion del historiador que citamos,que los import6igualmente a nuestrosuelo un buque que toc6 en la bahia de Araucoalla por los anos de 1600 i tantos. IV Por otra parte, Lopez de Gômara, historiadorde indias, comoel anterior, cuenta lo siguiente en su Historia Jetteraide Indias, publicada en Zaragozaen 1552.
47 de la espedicion de Valdivia oyeron decir los espedicionarios
Hablando
"Que senor dicho
a Chile:
el cual juntaba otro rei vecino
Lenclien-Golma,
habia
que
un
doscientos
suyo i enepara contra pomigo, que ténia ôtros tantos, i que Lenchen-Gorma en que habia un seia una isla, no léjos de su tierra,
mil combatientes
i que mas con dos mil sacerdotes templu grandfsimo adelante habia amazonas, la reina de las cuales se lladonde maba Guanomilla, que suena "cielo de oro," de no tenargüian muchos ser aquella tierra mui rica; pero dra mucho oro; empero que digo yo, pues no han \isto ni la isla las amazonas, ni el oro, ni a Lenchen-Gorina, que llamaron por su gran riqueza." mënos crédulo se vé, G6mara se mue^tm
de Salomon Como
Aguetin de Zàrate, respecto a estos imperios sos que tanto tentaraÉ la codicia de Valdivia
que maravilloi sus sol-
dados., V
que existi6 un poderoso cacique vecinas al Biode las rejiones Leochengo, poseedor el i del que turo noticias Bio i de la isla Quiriquina, Pero
es indudable
por la relacion que le hicieron de que dl nos habla, que fueron sus prisioneros bian salido de la provincias. de Rauco. mismo Valdivia
los indios i que ha-
alicientes los primeros fueron, sin embargo, en gran parte a Valdivia i sus soldados a que indujeron Arauco. la conquista del ent6nces misterioso emprender Tales
Los
pueblos
en su infancia
seméjanse
a lot
nifios en
48 su primera edad. Complâcense das para satisfaccion propia; hecho8
reales,
en tejer
fabulai
i leyen-
enseguida ac6jenlae por dando asi alimento constante a ou ima-
jinacion inquieta i vivaz ya que todavia no lia lucido para ellos el periodo del criterio i de la fazon que no es i si juicio i cfilculo que obfantasmagoria que deslumbra serva i mide.
VI
Lastradiciones
respecto
al poder miaterioso de granno escaseaban por lo mismo a
des i opulentos caciques la entrada de los espaîîoles a Chile; sobre todo en los comienzos de las memorables de la conquista campanas de Arauco.
AI penetrar las huestesde Valdiviaen la zonadel sur en demandade la adquisicionde Araucoen 1550, a medidaque avanzaban,los promaucaeei otras tribus retirâbansequejososa acojersebajo la proteccionde losaraucanos,maldiciendode los conquistadores. Al respecto,hé aqui lo que,crédulamenteo n6, nos refiereRosales. Llenâronseconeste motivolas provinciasde la costa del mar i la cordillerade alborotosi temorescon la entradadel Ejército Espanol,i los caciques,consultândosequé liarianparaestorbarleel paso,acudierona sus adivinosi agoreros,i unos i otros comenzarona llorar sus futurosmaie*.El principaladivinoi el masafamado que conflultaron,fué un Lechugurû,indio que tenia
49
irato con el Demonio: por arte mâjico i con aida se transformabaen tigre, leon, ballena i otras formas espantables. Este, cuando queria, enviaba granizosi tempestades sobre las scraentems,helandolasi atrasândolaa a su gusto por hacerse temer i respetar. Era cacique poderosoi seuor de muchos vasallos, i echaba tres mil balsas de armadaa la mar con diez indio8 flcchcrosen cada balsa, al cual comohechiceroo Machi mas acertado, liaciéndolesen sus juntas invocaciones i sacrificiosde sangrc, matandoen su présence i para ofrecerle ovejns, rogiindole que les dijera lo que habian de hacer i el suceso que habiande tener con los e&paiïoles. Kespondioleeste diabolico oraculo tomaran las armas i que adondequitteraque lu nacionespaîiolahiciese asiento le diesen batalla. A esta respuesta obedecieron todos i con vocando toda la tierra hicieron pur todos los cerros humus para avisarse unos a otros, como de sus atalayas. Oianse voces a todus partes i vefanse por las ladcras de los montes jeutes armadas con cabezasde pcrros, leones i otros animalespor celadas,con muchaplumerfaen la cabeza ofausetamborcs roncos, cornetasi vocerfas con que se convocabanunosa otros i se animabana pelcar, i ecliaban retus a los espnfioles dicic'iidolesque a que venian a sus tierras, que se hartasende ver el sol, que pronto no lu verianmas". (Hist. de Rosales, Lib. III).
7
60
VII
Ya se comprenderâ si linbria motivo en la Êpoca que narramos en imperios i reyes misteriosos, pain penser de continuo la i podcrfo aguijoneaban cuyo esplendor ardorosa de los primeros invasores de nuesimajinacion tro suelo. Ello nos dâ una idea tambien del estado social i de las preocupaciohes de esos tiempos.
i creencias
de los
homUres
CAPITULO
IV
EN CAMPA^A.
Encomieuda du aima a nue»tra Seflora del Impaciencia del conquistador. Sale a oampafla. -Aflo de d« p»t.– Esta–Meusajon* dos de Aranoo i Tucapel. -La marcha.– Ataque* coutinuos de loa indios.– Butalla de Qoilacara.– Aoampa Valdivia en el valle de Andalien. Beoorre el Bio-Bio i el actnal uiento de Conœpoion. -Pre·éntase el ejéroito indio. Retirase a Penco.– Ardid que _va lot espaOoles. Hayena Santiago por la costa
1
Ante
las perspectivas del halagiieno moraeutos veia presentarse delante la impaciencia conquistador, 8ÎO8O de adquirir la tierra anhelo8 dorainios pezaba
i realizacion i estender a gozar
quistaba. Reconocidas radas las rejiones
privilejiada objeto de sus de sus idéales, con que dilatar sus el poder sin limites de que ya em-
como duefio desde
porvenir que por de s( el capitan dominaba todo su Rér an-
1544
i seffor
del pais
que
con-
las costas araucanas, esplovecinas al Maule i al Itata, era menester
52 abrirse ciada
paso i continuai dicha.
la marcha
en busca
de la codi-
1 fué lo que Yaïdivia liizo. su tilma a la imâjeti de su Despuos de encomondar devocion, nuestra Sefiora del Sucorro, comu e*l la llamaba, dispûsose
n partir
al sur.
Pero como homhre provisor, habia ya de nntemano enviado émisari os a las provincias limftrofes ordenandoles que guardaran obediencia a la Real corona de Espafta. Unas obedecieron pero las mas nô\ Como era tan grande la ansia de Valdivia, espone Mariiio de Lovera, de seguir lu conquista. i ver en quietud todo el reino, einpeziS pronto los préparâti vos etc campana; pues, "desde el primcr dia que lus esp&fioleseutraron en esta tieira de Cliile siempre fué su principal intento ganar los estàdos de Arauco i Tucapel, por ser los mas principales de Chile, ast por la hermosurn i fertilidad de la tierra, como por la grande abundancia de oro que hni en sus minas, i aunque di versas veces lo habian intentado, siempre se volvian Antes de Uegar donde de8eaban por no ser ménos la ferocidad i valentfa de la jente araucana i tucapelina, que su riqueza i abundancia." (Lovera. XVI). II
En efecto, en 11 de Febrero del afio 1546 ealia Valdivia de Santiago a la cabeza de una columna compueata apënas de 60 hombres de a caballo.
53 A medida
al territorio desconoque iba internàndose cido, las dificultades mas insuperableo. presentabnnsele Pasado el Mauîe i el Itata, tom6 la via de Quinel. Laa poblaciones que encontraba traa mas avanzaba al sur. De igual
modo et ardor
ba ya propôrcionea los invasores. A cada vocarlos
momento
a su paso aumentaban
raïén-
bélico de los naturales
toma-
que daban
que temer
si\lian a disputarles
por su vida a
el paso i a pro-
a combate.
Una
batfanse con 300 manana, cerca de Quilacura, a beber, los cuales si indfjenas que se habian juntado se desorganizaron, fiu por el pavor que les infundi6 la de I08 animale* «le ellos presencia eu ese entôiices. Pero en la noche, estando divia en el mismo Quilacura, de
sobre Penco, arroj6se mas como estaban en armas
acampada la hueste de Vala trece leguas de la bahia ella un grueso ejército indio;
al punto al combate. Los alaridos i el estruendo
los asaltadoe,
dispusiéronae
de los instru
cos de los indfjenaa, refieren antiguos para aterrar un mundo. Fl fmpetu i valentia con que atacaban se hacia abrumador para los asaltadoe.
mentos béli-
cronistas,
eran
]on asaltantes
Ni las armas, ni los caballos que en el dia habian eausado tenbr a los bdrbaros, fué parte a infundirles miedo. lucha i viendo Deapues de algunas horaa de terrible et nuelo fin los
cubierto
de sangre
bdrbaros, dejando gran numéro de vfetimas.
i de muertoe, retiraronse de au parte en el campo
al un
54 Valdivia ballos, da uno.
perdia en cambio algunos aoldadoa i dos calos que en aquel tiompo valian dos mil pesos ca-
III
Advirtiendo
Valdivia
a ataque en el dia volverian au campamento. dia a Llego* al siguiente
carlo, levant6 laa tierras del cacique Andalien, cuyo nombre propio era Antulien, que quiere decir "plata del sol." En este valle diô deacanao a au fatigada tropa i euro" a los heridos. Miéntras se ocupaba en recorrer las riberaa del Biu-Bio fundado
i el asiento
Concepcion
tomando
en que actualmente nota de la numerosa
enta ho-
blacion
indfjena que alli habia, sobre todo en Gualpen, de improviso vidae rodeado del ejército indio que lo venia peraigiüendo desde Quilacura. Ya no eran una ni doa las tribua
das las circnnvecinaa. a cien mil el numéro
combatiente*, cronistas hacen
sino to-
aacender Algunos de indios esta vez, en Io que hai una ex ces i va exajeracion sin duda. Pero
raiéntras
se organizaban para cercar a Valdivia, hacerlo. En tanto, aguijullegô la noche i no pudieron neando Valdivia el injenio i dando ulas a loo pies, eatravi6
una senda
lugar
en
que
cepcion. Hizo encender
i se refuji6 en Penco, en el mismo dentro de cuatro afios fundari» a Conal rededor
del
campamento grandes noche para marchar to-
i dando ôrden a media (optai m6 la costa en direecion a las juntas
del Itata
i el Mau-
55 le, caminando Santiago El ardid
por esa ruta mes que lijero basta llegar habia
salvado
reunido un conaejo que lo amenazaha.
de
a
a Valdivia; guerra
pero no sin haber en presencia del peligro
IV
i,Qué habia sido de los indice? Cuando éstoa creyéronse para el ataque, organizados avalancha echâronse cual formidable sobre el campamento en que creian a Valdivia, guiados por las luces que rfute habia
hecho
burlado», nias, viéndcse armas sobre ellos mismos,
eneender;
las que volvieron en una gran batalla destruyéndose cuéntase
Dando
cuenta
campai. Marifto de Lovera de este
hecho
sin-
dice, los barbares gular, "diéronse, gran impetu en las i como segun el dicho del Seluces como en enemigos, fior el que es amigo de la luz anda en tinieblas, quedaron ciegos i burlados como bârbaros que eran; porque como dieron en matar las lu ce», peneando que mataban hombres, inuertas."
quedaronae
los hombres
vivoe
i las
luces
V de Valdivia equiprudente embargo, la retirada valia a una derrota, por lo cual buen cuidado tuvo de ocultar la verdad de esta campapia. Sin
-b6En
carta escrita Valdivia
1650,
al rei Carlos
se concreta
V, en 16 de Octubre de a manifeatar que en eata Bio-Bio tuvo muchos en-
a las mâijenes del con lue naturales; que una noche lo asaltarun siete u ocho mil indios que reconoci<5 el luego huyeron; buen aitio para poblar, i viendo Bio-Bio; encontre que habia gran cantidad de indios, resolviô* por prudencia regresar a Santiago a loti 40 dies de campaHa; peronada en ère del peligro en que estuvo i la corrida que le hicieron los indfjenas. Observa tambien que entre a la capital con grau cainpafia cuentro»
de los que a la guarda de la ciudad quedaron, i sabiendo que tenian tan buena tierra cerca i tan poblada, donde se les podia pagar su trabajo en remuneracion de sus servicios."
regocijo "viendo
VI
Hé
abi
la cnmpnna con que el intrépide i glorioso aventurero iuiciaba la conquista de Arauco ind6mito, cuyas puertas tocaba ya i que al forzarlaa lai! pagaria en breve con au propia vida en cruel martirio la utisfac#cion
de
ver
realizados
apojeo de au gloria dor de au grandeur
eue sofiadoa
i de sus triunfos
?deales al llegar al en todo cl esplen-
V
CAPITULO
CONFEDERACION
ARAUCANA
Ojeada sobre et mapa de la Araucanfa.– Divisiones naturales.- -Trot dirent» lonas. Rajinn marîtima. Rcjion central. Rojion flub-andina. i limites Bntal-Mapus.– Jurisdiccion Organiiarion civil araucana. de eUos. Topogroffa. IndioH cocteflon, llnni>tah i pehnonchea.– Los Estados de Araaoo. Orfjcn de ]on EstadoK. La papa orijinaria de] vaUo de Arauoo. Cantono«. Boroa.– Indios rubios. La Arancanfa bieidrioa. AntigOMpoblaciones ospanolan n loe Butal-Mnnni denignad* Un» fonte maravillo*a.– Piuartn. Yerl.aa médicinales. Orografîa i flora.
1
Si el caudillo
invasor
cialo no obstante
habiase
con la sntisfnccion
retirudo
al norte,
de haber
cumplido mas que nunca a
en parte con sus deseos, i dispuesto fundar ciudad en el sitio mismo que le habia refujio
i tabla
de salvacion
ha-
en la noche
servido
de dura
de
prueba
por que paiara en presencia de las atrevidas, compactas i numerosas tribus de Penco i Quilacura. Habrian de titiscurrir, cuatru largos anos empero, sin que las comarcas riberanne del Biu-Bio, sintiernn re8
58 sonar otra
vez
las
vcoerfas
de nuevos
combates
en el
fragor de la pelea. Montras esa ĂŠpoca memorable llega, detengamonos a echar una mirada al mapa del Estado por conquistar i estudiemos tambien su organizacion civil para medir en todo su alcance la magnitud de la empresa proyectada, el velo misterioso ya que estaba por descorrerse que ocultabaa
a la vista a vida de los conquistadores, iba a ser el teatro escojido para la eter-
Arauco
i que en breve na luclia entre
cpresores
i oprimidos.
II
Considerada
la Araucania, vemos topograficamente que no pierde del todo el caracter jeneral de la fisonomfa esterior del pais, aunque diferĂŠnciase si de las demas rejiones de nuestro territorio i por la exuberancia pasmosa grandiosidad que revela su soberbia naturaleza. Dividese en tres grandea zonas comprendidas entre el Bio-Bio i el Tolten, de norte a sur; i entre los nevados Andes i el mar Pacffico, de oriente a poniente limites naturales del territorio araucano, como queda dicho. Las tres zonas abarcan mente
de
i de treinta
Tolten;
Seflalanse 1:Zona tuosa
ochenta
a cien
una
estension
aproximativael Bio-Bio al
leguas desdo a treinta i cinco de mar a cordillera.
en este 6rden:
de la costa; limitada al oriente por la moncordillera de la costa llamada al poNahuelbuta,
59 por el mar, al norte por el Bio-Bio (desde la Ifnea de Santa Juana i San Pedro de donde arranca la cordi-
niente
llera de Nahuelbuta), périal, donde termina
del rio Iin-
a la de pnrnlelmnente i la rejion de Naliuelbuta
de los llanos; estendiria
2°-Zona la costa,
i al sur por el asiento esta misma cordillern.
entre
la falda oriental
sub-andina. entre las serranîas comprendiriu li&cia cl valle central, i sus imncdiaciones
3?– Zona sub-andina) de los Andes
III
Estas
zonas corresponden
zacion los
que, politicainente, dividiéndolo araucanos,
a la organiperfectainente dado a su territorio habian en tres
en lo que ellos llamaban Butaien su idioma. "gran territorio"
estados
grandes
o a
Mapu, equivalente
las tres zonas de Butal-Mapus comprendian Asf con sus denolninaciones especiales. que hablamos, la zona de la costa llamabanla Labquen-Mapu (pais la del llano central, Ldvun-Mapu (pais del mar(timo); Estos
llano) i finalmente la sub-andina, ina-pire-Mapu la falda de los Andes ) eran los que componian Estos Butal-Mapus do federativo araucano, dando unidad, fuerza
(pais de el Estai vigor
a
la raza araucana. Las tribus
que los habitaban clasificaciones:
tres grandes Los araucanos, costa,
pobladores
figuraban
propiamente
del Labquen-Mapu.
dicho,
tambien o indios
en
de la
60
Los huillicboso indios llaniatas,que ocupaban el Lelvun-Mapudel valle central; i Los pehuencheso jenfe «lelos pinares(péhuen,pino i che,joute) pertenecientesal tercer Butai-Tuapu. Exist.iatambien nn cu.irto Butal-Mapu, pero independiente de lus araucanos,no obstantede que solia ser su aliado en caso cleguerrn. Comprondia desde el Tolten liastaol rio Bueno; i de este a oate, desde los Andes al mar. Los nraucanos,por otra parte, estaban obligadospor la mistnatopografîade su territorioa ser pescadores,los de la costa; ganaderos los <lel llano; i cazadoreslos de la zonaaudiua. IV Pero 1qmas curioso de ia organizacioncivil de este pueb!osingtilar,era la snb-divisionque hacian de cantooes i distritosen cada uno de sus Butal-Mapni». Como estas demarcaciones dan a conocer por completo la jeogrnfin de la Araucanfa, entraremosa detaUnau i tendremos nsi de relieve el cuadro del vasto panoramaque nos ofrece esa rejion escepcional. v Butal– MapuMarîtimo (Labqtien Mapu): Esta aeccion,es sin duda de las mas bellas, fertiles i de la antigua Araucania, pertenecientea la uinfcorescas
61 zona de la costa co mo Hibernes. Conataha de los célebres Estados de Arauco i Tucapel, i de las parcialidades de Impérial i Boroa, divididu todo en distritos talea coino Murcun, Coraleubtt, Mageo, Millataun, Curaquilla, Melirirupo, Llico, Yafié, Tubul, Raque, Quidico, Loeve, Quiapo, Ranquil, Loeve, i Campagne. Al de Tucapel:–Ilicura, Molguilla, Paicavf, Licureo, Lleulleu, Rnquillme, Quiridico, Cura, Tirûa, Tucapel, Ronquin, Tanaquepe. A Impérial hasta Tolten: Cuduin, Rulon, Collico, Purunlu, Cudilcubo, Pallad, Puanetur, Telguape, Chanco, Illahuepulli, Gliilla i Rucacura. I por iiltimo: Boroa,entre el Cautin i el Tolten, ocupando una estension de 22 léguas de este a oeste, célehre por el color blanco i el pelo rubio de sus habitantes que los hace los mas hermosos de la raza araucana. Son tambien de earacter mas dulce i atrayentes que los demas.
VI
En el litoral de este butal-mapu abrense cinco herrao8osi grandes valles que contuvieron en el pasado numerosa poblacion india i que pueden Ilogar a ser Miento de nuevas i opuleutas provincial para el porvenir. El primero de estoi valles se estiende entre el pu«blo de. Arauco i el rio dé Lebn; el segundo desde Lebu al Paicavi; el tercero entre el Paicavi i el Ttrûa i el Impérial; i el quinto entre el Impérial i el Tolten.
62
Todo los cuales hàllanse demarcados, naturalmente, por los numerososnos que los fertilizano por los vignrosos espolones que se desprenden atrevidamente cie Nahuelbuta en direccional rnar. Riegan este butal-mapu los rios que bajan de Nahuelbuta, algunosde los cuales han sido designadoscon diveraos nombres: Colcura, Chinilengo, Laraquete, Carampangue, Tubul, Raque, Canchupil, Pilpilco, Lebu, Ilicura, Tucapel, Nielan, Paicavi que viene banandoen su curso las antiguas poblacionesde Tucapel i Carietc; mas al sur el Deulleu, Qu!dico, Ohumpull,el Imperial que viene del interior, el Budi, el Chillé; i por fin el Toïten que nace del lago de Villa-Rica. Con el Tolten termina el ùltimo limite sur del butalmapu de que nos ocupamos,cuya jurisdiccion principiaha desde la misma antigua plaza de San Pedro a orillas del Bio-Bio,frente a Concepcion,para terminaren aquel remoto confindel litoral araucano. Mide de ancho, esto es, desde las montafiasde Nahuelbuta al mar de dos hasta nueve léguas.
VII
En tan vasta posesion Mnse descubierto abundantes minas de fierro, lavaderos de oro, carbon de piedra etc. etc. Es célèbre
ademas
por ser la patria de la papa; pues es orijinaria de esa zona; i hoi, como ne sabe, se haUa rapartido por el orbe entero tan precioao como suculen-
63 to alimenta mente
que la Araucania a la liumanidad.
ha regalado
tan prûdiga-
VIII
I ya que del Estado de Arauco propiamente debemos observar que se le dénomme ocupainos, una circunstancia particular.
tal nos asi por
AI pasar por esa tierra Jerônimo de Aldercte en compaûia de los suyos, esclamâ:– seûores mios, bien podemos llamar a esta tierra los Estados de Flandes i AlemanIa. I habiéntlulo
oido
este esclamo a su vez Valdivia, "Llïiine8cle los Estados de Arauco i Tucapel". Desde entunces ac les désigna con el nombre de Estados. Las piazas principales de esta rejion fueron la de San Pedro en que se cuusumia mucha manteca para esportar al Perû, como asi mismo el producto del liuto; i por fin Colcum, Cuûete, Tucapel i Arauco, destruidas estas ûltimas por los araucanos en los grandes levantamientos que se siguicron a su fundacion.
IX
Butal-Mapu
DEL LLANO (Lelvun-Mapu).
Entramos a la segunda divisiondel territorio araucano, limitadoal norte tambien per el Bio-Bio, al sur por
-64el Tolten, al oriente por las serranfas de los Andes i al poniente por Nahuelbuta. Esta es verdaderamente la Araucania hist6rica, la Araucania que ha inmortalizado la raza que nos ocupa. Los araucano-llanistas, pobladores de esta jurisdiccion fueron, sin duda, los que hasta ayer mismu mostrâronse consecuentes con sus tradiciones del pasado; pues nunca cejnrun un punto en su constancia admirable por recohrar su independencia, lo clue no ocurriô con los costefios,los cuales mas tarde aceptaron con mas docilidad la dura coyunda que les imponia la civilizacion. Esta zona era una de las mas pobladas. Contenia los cantones de Encol o Angol, Puren, Repocura, Maquegua, Huenu-Tolten o Alto- Tolten, Mariquiua, Nininco, Lumaco, Tomen, Chollcholl, etc., etc. Una red de infinitos rios se estiende en diverses direcciones en esta dilatada pampa, desprendidos de la cordillera de los Andes. Dirijiéndose presurosos hacia el occidente parecen estrellarse en el inmenso muro que les présenta Nahuelbuta, i repartie'ndose en gruesas consentes guian su curso al mar, como el Bio-Bio i el Cautin que en su curso obsorben numerosisimos rios de menor importancia. Las selvas que lucen por doquiera las galas de etema verdura, contribuyen a engrandecer soberbiamente la naturaleza de este lugar. En tan admirable posesion fundaron los antiguos conquistadores la mayor parte de sus ciudpdes que con el tiempo fueron tambien destruidas como las demas.
-65-
X
de cinco léguas mas arriba de la plaza de estuvo la ciudad de Santa Cruz, sobre Santa Juana, fundada el monte Millapoa, por don Martin Onez de "A distancia
Loyola; pero cont6 su fundacion con la vida de su fundel rio Guape tuvo dador. Al frente de la embocadura su situacion el fuerte de Jesus, el de la Trinidad sobre hacian el distrito
Toboleu,
i en el monte,
Santo, rio
Carampangue, oriental. "En
de
el del Espfr itu occidental sale el
Cotiraz
de cuya falda el de San Jerônimo,
la estremidad
meridional
poco despues tiempo tuvo
se redujo en ellas
a un fuerte, su ubicacion
parte
vegas de San de Encol o Angol, de los Confines, que
de
a las llanui".« Miguel, acereandose el de Guadaba, i en estas la ciudad
a la
las
i corriemlo
mas el
la ciudad
de San
Francisco
de la Vega, establecida por el Gobernador don Francisco Lazo de la Vega. Levant/ esta colonia, fué despoblada. pero en el inmediato "Otras
tres
hubo en Puren, Lumaco i poblaciones i los jesaitas establecieron en este butal-mapu Repocura, las misiones de Encol, Minas, Puren, Nininco, Huequen i Repocura."
(1)
Corvallo i Goyeneche.
9
-66.–
XI
Butal-Mapu Sub-Andino ( Ina-Pire-Mapu). Esta tercera i ûltima designacion del antiguo pais araucano, era lambien bastante pobla:1a. Comprendia las parcialidades de Bureo, Colline, Mulclien, Malleco, Regaico, Cimcaico, Quechereguas, Llatnuco, Tub«tub, Maquegua, Morven, Guarahue, etc.: todos habitantes de las faldas andinas. En la parcialidad de Colliue estuvo la ciudad de los Infantes, fundada por don Garcia Hurtado de Mendoza, a la cual traslado la de los Coufines de Encol. Levantose en un hennoso i ameno sitio, sobre una colina que domina un espacioso valle por donde corre el rio Tolpan. Entre los rios Queuco i Bio-Bio estan lo» celebrados cerros de Callaquf, poblados total mentede pinos que producen el suculento pinon. Refiérese que en 1782 esport6se de esos cerros una gran cantidad de pinos para reponer la arboladura de la escundra guarda-costas del mar del sur, produciendo un resultado magnifico. Carvallo i Goyeneche nos ha trasnntido que en la parte oriental de estos phares en que se eleva el monte de Huilligiieya sobre el confluente de los rios Pangurco i Bio-Bio, que en su cûspide tiene el crâter un volcan que no vomita fuego, pero despide humo i en ningun tiempo duelafio se vé despoblado de nieve.
67
Prosigueque enla faldaoccidentalde este monte hai un manantialcuyasaguas son de colorde perla, i puestas en un vaso, se ven en su circutisforenciamuchos gl6buloso ampollascomo si estuviesen en accion de fermentar. PosĂŠe una dulzuru ngradable aun a las bestias, pues la que la bebe alguna vez despuesla busca. XII Cnenta el mismoCarvalloi Goyeneche que en circunstancias en que estuvo a ver la fuente not6 que los caballos del pehueuche Pichicolquin, que estaban en una pradera distante una milla de ella, fueron a medio dia en busca de aquellas aguas sin beber en tres arroyos que vadearonpara llegar a ellas. Salen de unos lechos de ocle, dice, arnarillo-pardo, con algunas vetas de tierra nzul. Son aquellas de estmordinaria suavidad, i lavandosccon ellas, se suaviza la cutis; cualidadque no pierde, sin embargo de que a las dos lioras no le que(la dulce i se ponc insfpida. EncuĂŤntransetambien una gran cantidad de yerbns medicinales que constituyen una verdaderabotica nat ural,adaptable a toda dolencia. Abundan ignalmente las fueutes termales desde el volcanAntuco ("agua del sol") al sur en toda la estension cordilleranade la Araucanfa, iluminadade trecho en trecho por las perennes Hamas de sus numerosos volcanesque cuales cirios inmensosofrĂŠcenle eterna i refuljente luz.
68 Sin embargo,
lo mas digno de observĂŠe es la orografia que distingue indistintamente las divisiones naturales que acabamos de sennlar; orografia que es la confirmacion maa esplĂŠndida de su flora majestuosa, lozana, virjinal,
imponente
que vamos
a disenar.
CAPITULO
VI
OROGRAFIA
Bello distintiro de la oroffraf îa araaoana.– nndinas.– Montants de Nahnelbota.–
Montafios Rejion montaftosa. Boâcajes en el valle central. Orandiosidad de Nahaelbuta. Orfien de sa nombre.– 8Q Jeograf fa i sa papel ante la historia.- -Bios i ailes. -Valle de Pnren La BocheU de Chile.– Celebridad de Puren.– Ida de Colipt.- Lumaeo.– Choll-Choll -Imperial.-8a porvenir.-Bella desoripcion que haoe el ubio Domeyko. 8u esploraoion de las montants de K Araucanfa.– El pino chileno. pifion.– Prodijios de la naturaleza.
1
Particulariza
en mayor grado la Araucania au carâcter de rejion escencialmente montanosa. Su orografia En particular, los dos inmensos cordones de compônenla, montanas el uno al pté de loa Andes i que se estienden el otro en la cordillera de Nahuelbuta, que es la seccion mas clevada, mas bella i majestuosa de la cordillera de la costa que ciflendo nuestro litoral desde la cuesta de Chacabuco va a morir desquiciada i desfalleciente en el seno de las remotaa playas australes del continente. B08CO8O8 cerros duraatraviesan
i enmarafiadas
tambien
selvas de perenne veren diatintaa direccionee el grau
70 del central, valle, prolongacion hermoseàndolo bas cordilleras
al que abren paao amcon los infinitos rios de
rapidos i bramadoaguas que se desprenden montafias. res por entre los bosques de sus soberbias alli por la naturaLaa lluvias, mucho mas frecuentes i multia acrecentar leza misma del cliina, contribuyen
clarlsimaa
corrientes plicar inagotables de la tierra al solo contacto dividiéndose i brufiida
por do quiera
que parecen brotar ansiosa* de la planta del viRjero, suben miles de hilos de lustrosa
plata.
II
Las
montanas
clasificarse
andinas
i las de Nahuelbuta
en un solo sistema.
ra que las distingue
Su conformacion
pueden i la flo-
son casi del todo iguales.
El esbelto i elegantepino chileno, ese arrogante seîîor i dueoo de las elevadas cumbres de am'bas montafins, padre del suculento i abundante pifion,es el que de ordinariomarca el sellode su carâcter a las serranfas amucanastan grandiosasen la naturaleza que revisten comoomnipotentesen la augusta soledaden que moran cual mudostestigos de los siglosi de las edades que por nuestro suelu i nuestra raza han pasadoari'astrandoel carro de las multitudes a la tumba del olvido i del no ser!
71
III En la orograffa mui especialmente denominnda
sin embargo, distinguese, la seccion de la cordillera de la osta
araucana
Nahuelbuta,
tinta
tanto por ser enteramente secciones de las demas
pur su elwacion cordillera del litoral cliileno,
disde la
como por la parte liistôridurante la guerra de Arauco, ca que le cupo dcsempeuar de lindero a demorcaciones naturales, ya ya sirviendu de teatro de accion a los mas reûidos combates, ya, por fin, de asiento i de hogar a las mas reboltosas, tribus araucarias. indomables Et nombre
de Nahuelbuta
del adjetivo
e
se hace procéder de "tigre i de "buta" grande.
grande"; de "nahuel" tigre der ivar tambien Hacesele ayudado dientes."
altivas
"buta",
del verbo quiere
decir
"naghgen",
que
"grandes
pen-
ocupados en las misiones del interior, dâbanle, por otra parte, el significado de "mondescubriéronse tafias de plata;" pues en la antigüedad en ellas varias minas de tan rico inetal. misioneros
Antiguos
IV
Nahuelbuta sur. Nace
corre,
de la parte
coinu
lo hemos
occidental
visto, de norte
de la subdelegucion
a de
72 Santa
Juana
i termina
del
en el asiento
iio
Impérial, de sesenta le-
una lonjitud aproximativamente o mas de ancho, poblada totalmena doce diez por guas descoseculares, te de espesfsimos bosques de ârboles llando lo» abundosos pinares que al cielo elevan altivos midiendo
bus hermosos
copos. la parte norte desde Antiguamente (que signifie» gol, se Ilam6 Catiray faldas
moraban
cuyas i desde la Araucania; sieiTas de Puren.
las rcducciones Angol
al sur
el paso Lia a Anen "cotta-flores") mas belicosas
se denominaban
de las
como de los despréndense corrientes numerosas que occidentales que caen al mar, el Picoiquen, rios como el Tabolebo, forman diversos al Lumaco alimentar ("agua el Puren, que contribuye De sus declives
orientales
de luma"), el cual engrosado por el Colpi el que a su vez dan orijen al Chollcholl, Cautin que baja Jel oriente, dan orfjon al salida al vasto mai- de la perial, puerto de i asiento sidérable que riega el Cautin, de mar. poderoso puerto
i el Quillen, unido con el hcrmoso
Im-
conporcion futuro de un
V
De losvallesque nacende la cordilleraque describimos, hâcese notar el principal de ellos;esto es, el de Puren o Lumaco,que se estiendede nortea sur. Parte en lo occidentaldel departamentode Nacimientohacia el S. E. del asiento de la antiguaCafietei terminaen Imperial,aiguiendoel cursodelosriosLumacoi ChollChoIt
73 se ha llamado
Es lo que verdaderamente intermedio. Sue centros
son en demasia
Forma todas
el todo
unn inmensa
regadas
de
por corrien-
hondonada
adaptable moderna.
a
de la agricultura igualmentc por los famosos
las industrias
cenegalfts depantanos de Lu-
Distinguese nominados Puren,
i las vegas i fangosos un contraste maco, los que presentan célèbres c historiées llanos de Angol, Al
i circuidos
pintorescos
i fertiles campinas
vistosas, nmenas tes varias.
el valle de
completo con los situados al norte.
de este valle, es decir, al poniente dihitase el hennoso lago de Lanalhue. al Paicavf. Es de unos dicz kil6raetros
occidente
Naliuelbuta, nacimiento
Da de
por im'nos cle la mitad de ancho; providencial comunicncion entre dos zonas diversas i si se
lonjitml vin de
quierc remotas. La antigua i heioica
Puren
estuvo
Hoi dia aun se conservan
dunnnios.
i establecimientos
de
molinos
glos alll habia. Con razon se ha coiisiderado nists,
de
del
coloniajc
la Rochela
situada
los diseîlos
en estos de fosos
que hache mas de dos sipor algunos crode Chile, por su escep-
a Puren
tenaz que como por la resistencia topogratïa la ella hicieron las tribus que la poblaban, mediante en paz de todas. Solo estuvieron mas féroces i guerreras de una espresion, sino 24 liorns en un siglo, valit'ndonos a su condicion. acnso veridica en su escencia, apropiada los purenes en ou En tiempo de g u erra encerrâbanse en vîva i i de allf mantenfanse fortnleza inespugnable cional
herôica
resistencia. 10
74 De nllf naci6 tambien, en 1655, el grito de guerra qoe de aquel siglo que à'iô en provoc6 la gran sublevacion tierra por segunda vez con el poder de loe reyes de Castilla en la conquiata de Arauco. Aquella fuerte Roche!a, testigo conôcese araucano, la de Colipf," segun
del antiguo heroismo con el nombre de "Is-
hoi en parte hcmos observado.
VI
Dard
una idea
jeneral,
que nos lie mos trazado, mon tafias araucarias mereci6 en sus atrevidas fia de nuestro
en complemento cl cabal estudio
esploraciones suelo.
del
cuadro
que de las a un distinguido sâbio (1) en beneficio de la orogra-
En
amena i pintoresca i sin alejarse un descripcion nos prepunto de la verdad, segun lo hemos constatado, senta en lu siguiente, parte por parte, lus robustos i lozanos pobladores de los bosques de la Araucanfa: i bajo todo punto de vista interesante son los dos cordones de mou tafias que atraviesan este terride la costa, tor io; el uno en la rejion de la cordillera i el otro en la rejion sub-andina (Nahuelbuta) (los An"Hermoso
des). El ârbol mas abundnnte, universal en toda la estension fias ea el roble. encinas
(1)
IfMcfo
Este
el que ejerce un dominio de las indicadas monta-
àrbol, no ménoa importante que las de las riberas del Dnieper alcaoza muchas ve-
DMM^ko.
75 ces en los Andea tronco ta
i derecho, mitad de
grueao
la primera
Poeppig,
a treinta
iguala en calidad i Norte-América.
i ochenta
pies de altura, i au se liallu deanudo de ramaa hansu altura.
Su madera, aegun a laa (te las encinas de la In-
glaterra "Su compafiero constante i pareciio con él como liermanos mellisoa es el pesado i duro raulf; los dos, hasta la mitad de au altura, se ven muchas veces matizadm con infinidad
de plantas parasitas i enredaderns. AI lado de ellos estienden sus ramajes verde-oscuros el fragante laurel, el pintoresco lingue, con sus hojaa correosaa, el hermoso
peumo, &as especies de rnafios
con sus encarnadas mirtos
como en el cbrte
flores i frutillas.
Encanta
tan variados
chuquiras, i diveren sus formas i ta-
i la distribucion sobre
de sus
hojas, con su deliciosa
todo, frngancia de que se llenan las estensas riberas de los rios; la luma, con su flor blanca i coposr. i rosada corteza hacen el contraste mas lindo con el verde de su menuda hoja.
VII
"Al pié i como al abrigo de esta vejetacion vigorosa i tupida, se cria otra mas tierna, que parece pedirle el apoyo de sus robustas ramas. Aquf abunda el avellano vistoso
i lucido, tanto por el color verde claro de sus hojae como por la elegancia de sus racimos de f ruta matizadof en diversos colores, i con él se halla asooiado el canelo,
tan stmétrioo
en el deaarrollo
tan dorecho
de sus^ ramas caai i tuatrowo en au espesa hoja.
76 "En troncos
ellos, por io comun sube, i entre sus flexibles se entrclnza la mas bella de las enredaderas, tan
célèbre
por su flor encarnada, mas profundo de sus sombras hojas del helecbo bas que no abrigan ninguna
vfvom
i miles
el copihue, montras de lo asoma, la a luz las palidas especies de plantais i de yer-
en su seno a ningun ser ponzofioso, i serpente terrible al hombre.
VIII
"A donde quiera que nos dirijamos en el interior de aquellas selvas, encontmmos varios trechos impénétrase hables, donde todos los drboles, arbustos plantas llau de tal
manera enlazados i entre(ejido3 con an sinnumero de enredaderas, liauas i cafiaverales que todo el espacio se llena de una masa diforme de vejetacion, densa i compacta. Allî, de las ci mas las mas elevadas de los ârboles bajan innumerables cuerdas de maderas, los flexibles loques, parecidos a los cubos de los navfos. AIgunos de ellos, cual péndulo oscilan en el aire, otros firmes i tendidos sujetan la orgullosa frente del ârbol al euelo en que habia nacido. "Mas abundante que todob i mas cargados son los coligües, que en parte transforma» toda la selva en un denso tejido de cati« con hojas aftlados, con etiyas cafies hace su terrible lanxa et audas art ucano; i la ^nile inas tierna i outil i mai flexible que los primeros, la que de au delgado rtmaje i de au hoja ango«ta da abundante patto a los animales: un pasto alto, frondoto
que te
77 alza liasta la rima de lus mas altos robles i làureles mo si en medio de aquel excesivo lujo de vejetacion las yerbas i los pastalcs se convirtieran en arboles.
coaun
IX
"En
lo mas profundo llos densos i pantanosos rior
de
Andes, de la
de estas montanas, tras de aqueen la parte supecanaverales, i en las serranias elevadas de los
Nahuelbuta crece
i se encuentra edlebre
el esbelto, jigantesco pino araucaria. Su tronco se empina a
mas de cien pies de altura i tan dcrecho, tan igual como el palo mayor de un navfo: tan vertical, firme e inmôvil como la columna de marmol de algun templo anticon la guo. Su cogollo es en forma de un hemisferio parte plana vuelta hâcia arriba i la convexa para abajo, se muevo incesantemente, sus alargando I recojiendo encorvadas ramas, terminadas por unas triples i cu&drucomo manos de poderosos brazos. ples ramificaciones, En las estremidades de estos brazos, en la cima horizontal del ârboi o a donde maduran los pinonea, el verdadero
pan de los indios, que la naturaleza pr6diga en 08tremo suministra a cstos puebloe." Este pan pehuen-chileno de que nos babla el ilustre sabio, es sin duda del orbe.
uno
de
los ârboles
de
Loa indfjenas llaman "quillin" la fruta. Le pitia es sumamente grande i oontiene Cuando esta en ttaon le !1era à pitionea.
mu
huto
mérito
cien en
7S ltrkq«ehadedarfaltnelaflo ttes* et ahtfnati?a; otta
signiente; pero la coen un afio i espoes et abondante
en otro.
Potée
dot oorteaas; la esterior de oeroa de cuatro pulde ttpttor i desttla ana résina blanoa mai olorosa
fadas i tm abondanoia;
la oorteia
pafa tttopa. Et oolor de la madera Utt
interior
es amarillo
mas
delgada
eirve
i exelente para mue-
i de sama resisteiieia,
X
Poet dio pvtde
état
ton las montafias
te pretentan me*not de cauar
que
de las
belleias
inyfrjenea del territorio a nuestra vista. Admiran i no asombro
al viajero
del norte, de orgulloso
de la naturalesa, lot rioot doues con que la nataraleza ha dotado al querido tnelo que ha meoido nuestra cana de patriotas.
CAPITULO
ERA
VII
HEROICA
Afio de 1550.Principio de la. i de Valdivia.– Sale tiïuofante. Marcha al snr a la conquista.– So ejército. al rio Itata.– Organizacion.-Liega Beqaerimiento a los indios. Campamento en la idla de la Laja.– El Nivequeten.– Paso de eu rio. Dispntanel pasolofl indfjenas.– Reûido oombate.– Llegada al BioAtraviesan a nado el Bio-Bio loi arnicaBio, frente a San Rosendo. nos.– Awlto al oampamento espafiol.– Prosiguen diarioe oombatei.– Eaploracioncs.– Besuelre Valdivia dirijirse au costa.–Leranta campamento en el aotnal ûtio de Concepcion. Mémorable batalla noctorna del Andalien.– Victoria de loa wpafiolea.– Betfranie a las Tegaa de Talcahuano.
1
el ano de 1550. Deëde 1546 el territorio Empezaba que acabamos de diseHar, i que iba a ser en breve el teatro escojido de las hazafias de dos pueblos rivales, hablase adormecido en dulce belefio, sin que la paz de sus hogares fuera turbada i sin que el mônstruo sangriento de la guerra paseara su funèbre carro en tan libre suelo. Pero embriaga
la felicidad al mortal
es dicba
que tan pronto de sus deleites oomo
inconstante
con el nectar
80 le exaspéra cia.
el amargo
brindândole
acibar
de la desgra-
La espada de DamGclea pendia sobre el pueblo araucano, mas amenazante que nunca en las circunstancias en que se imajinaba mas libre i victorioso. no se liabia El osado e infatigahle conquistador
mismas
punto de reposo en la rrosecusion El término tmscurrido desde
dado
de sus propos it os. 1546, en que asentara
por vez primera su planta en las puertas de Arauco, en la balifa de Penco, hasta en 1550 que alcanzamos, habia sido para Valdivia toda una vida empeilada entre afanes
i contratiempos miles por allanar toda clase de obstàculos i poder de una vez por fin reunir los elemencontos necesar ios con que dar cima a sus atrevidas quistaa. De regreso
del Perà
en 1549, incendinda
su tropa, encontrado asesinados sus habitantes.
habia
perdido parte de i destruida la Serena i
No fué sin embargo
todo eso
su espiritu parte a desalentar Mas grande en la desgracia que en el apojeo de sus misrnos triunfos, que este es el don del jénio, supo detener a tiempo la corriente de los males que contra sus a su caracter sobreponiëndose empresns se desbordaba, i a las pasiones que contra él tambien principiaban a soplar en vendaval desbecho.
II
Calmada vecinos
un
tanto
de la capital
la tempestad i tranquilizados los en vista de los esiuerzos liechos
8t por Valdivia para dejarla rcsgnardada convenientemente de todn nuevn tentativa de sublevacion de los indije uns, veiasc dollar por el valle central al conquistador i 200 guerreros en direccion al sur, en los primero8 dias de enero de 1550. Era 1n segunda campafia al sur la que se omprcndia. Marcbaba Valdivia en litera cargada por yanaconas; pues no hoclin acompafiar de ofra manera a sus soldados por la fractura de un pié que habfa sufrido en una caida de a caballo al pasar revista a su ojéreito Marehaban tainbicn Jeronimo do Alderete, temente jouerai de armas, i Pedro de Villagran, mnestre «lecampa A tes vointe dias de salida de Santiago, llegaban a orillas de! Itata, térnûno de la jurisdiccion de la capital. Ilasia vlli nada liabia ocurrido de estraordinario. Pero pasado ese rio la escena cmpezaha a cmnbinr; pues lus naturales mostrahanse los mismos esforzados combatientos clcl 4 G. Organizoso con este motivo cl ejcrcitu espedicioiiari», tomau.lo todas lu. precauciones necosarias a fin de no ser sorprendido. De dia avauzaban a la distanoia coinpafiias exploradoras, (le noclie vclalmn. Valdivia ropuosto (le su onfermedad i en aptilnd de monta r a caballo, diiijia personal mente los movimientos de la especlicion. Avanzaban en ôrden de batalla; pues desde el Itata adelante tubieron ya que sostener repctidos ataques de los indfjenas. Sin embargo, no podian atacar aies iudios sinliacerles antes un requerimiento de paz, en cumplimiento'de una real <5rdon. Este requerimiento consistia en un memo-. il
82 por uno de los mas famosos letrados de su siglo, el doctor don Juan Lopez de Palacios Rubios, que a debia leerse a los indios ante de ataiuirios i reducirlos rial redactado
esclavitud. que deberian someterso a los del rei de Espafia, como ûnico duefio que représentantes era de la America i de sus habitantes, por concesion Por él se les hacia saber
que le liabfa hec<\o el Papa, de Dios. preaentacion
su lejitiino
poseedor
si los indfjenas cnteiulerian Ya se comprendera den o si estarian dfcpuestos a aceptarla.
en re-
tal 6r-
III.
orillaban las riberas del Nivequeten, despues nombre que daban al rio de La Laja. Vadeàronlo por la parte donde entra al Bio-Bio, en Dios
San Rosendo.
Allt
el paso dos mil indios; disputaronle de caballeria dada por el pero aute una carga irrésistible maestro de campo don Pedro de Villagrnn se desbandaron. El 24 de enero
a las orillas del Bio-Bio, disen construir balsas ocupandôse
llegaban
puestos a atravesarlo, con tal objeto. Miéntra8 en esta operacion
estaban, un cuerpo de indiaun que el anterior, arrojandose
jenas mas considérable i terrible, a nado desde la orilla opuesta, impetuoso sobre el ejército castellano lo asaltan con sin igual valor.
83 Felizmente
logra Valdivia repeler dolos de nuevo a repasar el Bio-Bio. Quiso oriente.
buscar
un
mas
paso
el asalto,
scguro
obligan-
en direccion
al
Al efecto, avanz6 en esa direccion; caminado dos léguas se ve de nuevo
pero no bien habia asaltado. Alderete, es inducido a sostener
que marchaba con la vanguardia el combate. bate a Ayudado por una segunda partida, los aultantes i los persigue hasta la ribera opuesta del Bio-Bio, donde, segun de veinte mil indios. Como duciendo
Valdivia,
habian
acampado
mas
botin de guerra regresaron los victoriosos conmas de mil carncros de la tierra (quilihueques
o huanacos),
arrebatados
a los vencidos.
IV
A pesar avanzando preséntanle Valdivia
de tan contfnuos
combates, prosigue Valdivia al oriente. A otras tantas leguas de marcha, una cuarta batalla los naturales. obtiene
una
vez mas
la victoria
i los corre
a la ribera
opuesta. Decfddee por fin a recorrer
las riberaa
allende
el Bio-
Bio para bascar sitio i fundar una ciudad; pero, convenciéndoae de la imposibilidad de su objeto por la abundancia de jente i el bélico arder enemiga que la animaba, volvi6 a repasar el Bio-Bio. Despnee de ocho dia que ocup6 con au campamento la estensa i fértil isla de la Laja, en continua esploracione@, resolvi<5 levantar el campamento.
84
Torno a atravesar cl Lnja, i toir andola direcciondel Bio-Bioal niar marchaal sitio d<?Penco, donde habia estado en 1546, dispuestoa poblar ciudad.
En la bahfade Penco esperaba Valcliviaencôntrar los socorrosque debia llevârsele por mar. Asento su camparaento a media légua del Bio-Bio, en un valle a orillasde "unas lagunas de agua du!ceque hai", dicc el misinoValdivia. Este sitio on que situûsu campamentoValdivia,es el mismoque ocupa aetualmentela ciudad de Concopcion, subdivididoen iufinitas lagunasantiguamente, que han ido desapareciendoeuol trascursodol tiempo,quedaudo solo hoi comoun recuerdo del pasado la de las "Très Pascualas"i lu "ltedonda." Permaneciô"allf acampado durante dos dias viendo sitio a propositopara poblar in descuidarseen nada, a fin deestai-listo para cualquierasaltode los pencones,los cuales habfanle dejado recuerdos perdurables desde su campafiadel 46. VI 1 comose pensaba:a la segunda noche del 22 de febreroi estandoen velael campamento,tres gruesos cnerpos del ejército indio, rëpartidos en diversospuntos, le rodean i le asaltao.
85
Pero comola retaguardiade Valdiviacstaba apoyada en una de las lagunas,que se cree sea la de las "Tres Pascualas",pudieron solo batirlo por un puntoA fin de que Valdiviano huyera comoen la campant de 1546, los guerreros indfjenas habian tomado la precaucionde cerrarle todos los pasospor donde podria tocar retirada. sobre las huesDescolgaronsccontal impetu I alaridos tes invasoras,que era ''para hundir la tierra", segun la espresion del conquistadorque liace ascendera vcintu mil el numéro de indfjenas. Vcnian armados de fléchas, macanas,porras; i en tal numérolas fléchasque caian como copiosa lluvia sobre les invasores. Tanto las fléchas como los golpes de las macanasi porras sobre las cabezas de los caballos,los hacian rétrocéder; de manera que mémentospor momentosiban perdiendoterreno los conquistadores. Las filasdel ejc'rcitoindio eran tan compactasi cerradas que hacia imposibleromperlas. Durante tres horas cien de a caballo no podianpenetrai' a uno solo de los escuadronescncmigos. De liora en hora hacfa*e mas tenaz la luclia. Ileridos la mayor parte de los castellanosi sus caballos, empezarona céder: en tanto los indfjenasva cantaban victoria, En lo mas crfticodelcombate i en mediode la descsperacion que dominabaa los asaltados,Valdiviaordena echar rié a tierra a sus soldados, los cuales, arremetiendo con igual coraje, blandiendoho rrorosamentesus aceros, comienzanpor poutr en fuga al ejército indio.
86 aluinde trescientos yanoconas que en numĂŠro la desigual i pangrienta braban con carrizos encendidos contienda, aoometen tambien contra el enemigo que huia, Los
lo que puso fin a la tenaz
lucha
ya al aclarar
el dia.
VI
Aunque victoriosos quedaron heridos en el campo caai todos los soldados castellanos i sesenta caballos, i de parte de los indijenas un inmenso nĂšmero. Dando
cuenta
Valdivia
al Rei de esta
batalla,
refiere
nacio-. que hacia treinta anos que peleaba contra muchas nes i nunca tal teson de jente habia visto en el pelear como en estos indios. Esta
batalla
Curado ejĂŠrcito
habia durado
tres horas.
el 23 de febrero se retiraba los heridos, victorioso a las vegas de Talcahuano.
el
CAPITULO
VIII
PENCO
El delicioso valle de Pegn.Su ameuidad i lozania.– Orîjen del nombre de Penco.-La Fûndase el fuerte de Penco.Formejor bahîa de Indias. tificacion. Delînease planta de ciudad.-La Conrepcion. £r(jese en cindaü. -3 de Marso de 1550. Reparti mientos de tierras i nombramientoa civiles.La châcara de Pedro de Yaldivia. Posesion de Lopei de Landa. Hoalpen i Talcaguenu. Orfien del nombre de Talcahnano. Convocan los pencones a la goerra. Asalto al fnerte de Penco.-Cuarenta mil indios. Sus trajea i armas.-La derrota. Escuadron araucano.-Prevencion de Iob asaltante^. Miedoque lee infunde la caballerin. -Muortoe i prisioneroH.– Barbara caetigo de Valdivia. Dioe i el Diablo. Pelean contra los indios San Pablo i la Virjen Maria, segun Valdivia. -Los huinca8.-Real cédula de Carlos V en favor de Concepcion. Herâldica pencona. Astillero de guerra.
1
Lleg6 por fin Valdivia rodeado de suaves colinas dos de abundantes dulces palabra rrouipi6
a un ameno
de pintorescos fuentcs i clarisimos
i delicioso
valle
bosques circuimanantiales de
valle que los naturales llamaban i(Pegun; de las indijenas, se coque, como la jeneralidad mas tarde i se le Uarao "Penco".
aguas;
Pegu es el nombre colorada i mui sabrosa
de un ârbol al paladar,
que dà una frutilla sobre todo sazonada en
.88 agua tibia. Tnmbien ca
Nucstros
lo dcsignun "Pcumo". campesinos se le l1nmĂş a ese valle Pegu-co, que signiti(le Pegu". Scgnn otros, "Pen-co"; de "peu",
"agua verÂť, i de "co", agua, tancia. El arbol cl IVgu, Penco.
abundante de donde
por verse cl mar desde
nmclia dis-
en tan
sitio era, agradable pues, tome') su nombre el heroico i viejo
Enconl raron
lus conquistadores (au bello el lugar, tan ol clima, tan regulares i bondadosas las estacio-
bcnigno nes que on cl se sucedian, hia que (ucron de opinion mente
i tan adecuada, unanime echar
por fin, la baalli definitiva-
las bases
Al decir
de un pucblo. de Valdivia era la mejor
baln'a
que
"babia
en Indias." Sin embargo 154G.
le era ya conocida
desde
su campniia
de
Con
cl ubjeto de ponerei; a cubierto de un nuevo i asaho de los hcncones i araucanos, dĂŠtermine probable abrir a orillas dcl mar una ancha zanja en forma de media luna i luego la construction de una cerca de gruesos maderos. la espalda el ancho mar; i llesguardubale dentro de aquel scguro recinto encerrose con les suyos, sin confiarse por eso en mucho de su vida i tranquilidad.
II
El 3 de marzo divia la planta
del mismo
de la c!ndad:
ano de delineaba
1550,
trazaba
canes;
Val-
designaba
89
sitios a los conquistadores; construiscasas hpbitaciunes i cuarteles; levantaba murallas de adobe i de piedras; fortificaba sériamente el fierté; daba mas tarde encomiendas, i seîialaba por limites de la jurisdiccionde la nueva ciudad desde el Maulea Lavapié, en la bahîa de Arauco. Nombru igualmente alcaldes, que fuerun los primeros don CristGbulde lu Cuba i don Estévan de Sosa; personajesde los mas valerososconquistadores. En el reparto de tierras de la nueva ciudad, a la que se le bantizucon el nombre de la Concepcion,toco por supuesto al fundadorla mejorparte; elijiû comochucara la vasta porcionde terreno comprendidaentre el Andalien i el Bio-Bio;i desde el nacimientu del Andalien hasta su desembocaduracon el Bio-Bioen el mar; esto es, lo que es hoi Concepcion,Florida, Ilualqui, Hualpen i Talcahuano. El rejidor Lope de Landa tom6de igual modude su parte la hacienda denominadahasta hoi "Landa" en en la vecindadde Penco; terreno que fué ecnsagrado por Valdiviaa las sautas Guadalupei del Socorro,con el propôYitode que se levantaraalli una hermita en honor a esos patronos de la iglesia. Todo csto se efectuô entre marzo i el 5 de octubre en que fué erijido el fuerte en ciudad. III. La parte mas poblada de indiosen esta châcara de Valdiviaeran Hualpen i sobre todo Talcaguenn; pues 12
90 asi se llamaba
pur les indios a Talcaliuano, "rayos del cielo
vocablo
que
quiere decir 1 pues refiéïese
que por habcr disparado por primera un navfo esvez en aquel puerto sus piezas de artilleria los indios al sentir el unisono panol, «que allf arribô, desconocido estampido para ellos, creyeron que eran rayos que decendian tûnces desiguaron
cIel cielo ese sitio
sobre
et navfo: desde
''Tnlcagiiunu":
"rayos
endel
cielo."
IV.
En vista de la fundacion
de la nueva
ciudad, no era iudiferencia la-
los indijenas cou posible que miranin instalacion en el corazon de sus tierras de un otro
puei por con-
blo, lo que equivalia para ellos la esclavitud siguiente la peVdida de su libertad. I fué asf. Desde un principio los penempezaron cones a ensiar emisarios a toilas las tribus, particularmente a las araucanas como las de mas fama en la guerra. En sus quejas a las demas tribuns esponian que la presencia del ejército invasor valdria para ellos la pérdida de sus mujeres i de sus hijos, el trabajo forzado, el castigo, la ignoininia j la muerte en fin. No tarde el llamado en hacerse esperar. A medio dia del 12 de marzo viéronse cubiertas bito las lomas vecinas de Penco numéro
de aû-
por el ejdrcito indio, i en tal que se les hacia ascender a cuarenta mil.
91 Venian resueltos a vender caras sus vidas. La derrota del Andalien no les habia acobardado. Al contrario; habianse concertado mejor en el plan. 1 aun se presentaban esta vez dirijidos por un toqui o jeneral en jefe, segun algunos antiguos cronistas, i entre ellus el poeta Ercilla, llamado Aillavil没 ("nueve culebras" o "culebra mordedora" al decir de otros.) V. Formaban cuatro gruesfsimos escuadrones, para atacar por cuatro partes distintas a la poblacion. Avanzaban en medio de una alguzara infernal que hacian retumbar lus montes cercanos, dando gritos i retos a los castellanos; o ya saltando i brincando de un lado a otro; o ya haciendo resonar los cuernos que les servian de voces de mando o los atambores que usaban en sus danzas a las que eran mui dados. Imajinaban ser el 没ltimo dia de sus cnemigos. Sus trajes no infundian m茅nos espanto. Ostentabanse mostrandose con pescuezos de carneros i vestidos con cueros de lobos nmrinos pintados de diversos colores, lo que daba un pintoresco aspecto. Traian grandes penacbos en la cabeza i cenidos con celadas de cuero tan duro que no cedian al mas recio golpe. Sus armas componfanse de fl茅chas, mazas, garrotes, i picas. I si como su prevision no hubiese sido bastante para dar en tierra con ,el poder del invasor, llevabau
92 de escaleras consigo tablonef a manera para •mltar et foto del fuerte, i largas cuerdas para enlazar y derribar los maderbs del cerco que guarnecia el mismo tatnbien
merle. Otroa conducian, final mente, carrizoe encendidos para las casas i gâteras de los irivasores de Penco. incendiar Tanta habia lido la mafia que sa habian dado para esterminar
la raza que invadia
su libre
suelo.
VI
Mas, quiso la desgracia esta vez que salieran peor parado* que nunca en su magna empresa. Trente a la puerta del Al avanzar el primer escuadron de Aldefuerte, hizo salir Valdivia al bizarro Jer6nimo rete a la cabeza
los cuales, de 50 guerreros de acaballo, iracundos i terribles sobre las primeras avalanzâronse 0 filas del enemigo escuadron. La carga fué tan inesperada como infernal para los No pudiendo Maltantef. resistir al empuje de la caballe1 como los demas escuadrones, ria desbanddronse. por la distancia en que se encontraban les era imposible prestar a tus camaradas oportuno ausilio, desbandfironse tambien de espanto en presencia de la casobrecojidos balleria eepafiola que no conocian todavfa, sino solo el a la batalla nocque habia asistido ptrimer escuadron del Andalien, por lo que habia el bonor de la jornada que cbtuviera tremenda derrota.
tuma
sido elejido para que' se torno* en
93
Quedaron en el campo mas de tres mil indios muertos i doscientos prisioneros,a les cuales Valdivia hizo cortar las narices-i las manosen senal de castigo, arrojândolos en este estado a sus tierras para que aterrorizaran a sus compatriotas;bârbara e inhumanaaccionde que nada sera bastante a perdonarlea Valdivia aun en presencia de toda la majestadi brillode su gloria.
VII
El capitan conquistadorcomo sus camaradascreian, no obstante, que estos cnstigos,propios solo de la época inculta en que se practicaba,n,equivaliana "hacer salir el diablode donde habia sido venerado tanto tiempo, para que tuera en ella el culto divinohonrado." En tal opinion tenian a la tierra indfjenai sus moradores. Valdivia atribuy6 esta nueva victoriaa la intervencion del ap6stol San Pablo i de la virjen Maria,quienes, dice, le ayudaron a pelear, aterrorizandocon su presencia a los indios. Asi termin6 el primer asalto a la ciudad de Penco i asf el escarmientoque en él se hizo. Un compactoescuadronque babia venidode Arauco a prestar ou concursoa los pencones,salvo,empero,con todo 6rden, repasando el Bio-Bio,ain haber alcanzadoa combntir. Ya en este tiempo llamabanlos araucanoa "huinca"a loe espafioles,por creerlos soldadosde los incas del Perû (con los cuales habian peleadoel eiglo anterior), i a
94 los caballos incas."
huequeinca", es decir, "ovejas de loa
VIII
Con todo, tan se fia] adosservicios prestados a Su Majestad el Rei por estos audaces conquistadores, debian tener su recompensa; i en efecto asi Au'. Hé aqui la real cédula con que el Emperador Carlos V, honraba la naciente ciudad, decret/mdole sus propias armas i confirmandoel nombre de ci udadque Ilevaba, con el titulo clela Concepcion, en homenaje a la memoria de la vfrjen Maria, que segun las preocupaciones de los conquistadores, habia salvado al ejército conquistador de una derrota scgura: "Don Carlos, por la divina clemencia Emperador de los Romanes Augusto, rei de Alemania; Dona Juana, su madré, y el mismo Carlos, por la gracia de Dios, Reyes de Castilla, de Leon, etc. Por cuanto Alonso de Aguilera, en nombre e como Procurador General de la ciudad de la Concibicion de las Provincias de Chiles» nos ha hecho relacion que los vecinos e moradores de la dicha ciudad nos han servido mucho en la conquista y pacificacion de aquella tierra, donde pasaron muchos peligros y trabajos en ella y en poblar la dicha ciudad e austentarla, e que los pobladores de ella son gente honrada e leales vasallos nuestros, e nos 8uplic6 en el dicho nombre que acotando a lo sasodicho mandàssemofl •efialar armas a ladicha ciudad, segun y como las te-
95 nian las otras ciudadese villas de las nuestras Indias e como la nuestra merced fuçsse. E nos, acatandolo susodicho,tobismoslopor bien, e por la présente hacemosmerced e queremos y mandamos que agora e de aqui adelante la dicha ciudad de la Concibicionaya e tenga por armas conocidasun escudo, que aya eu é*lun Aguila negra en campo de oro, y por an'iba un sol de oro enci mala cabezade la dicha Aguila, y a les pit's una luna de plata, y a los lacloscuatro estrellas de oro e, dos ramos de azucenas de flores en campo azul, segunque esta seïîaladoe figurado en un escudo o tal como este, las cuales dichasarmasdatnosa dichasciudad por sus armase divisa seïïalada, para que las pucda traer e poner, e digu, e ponga en sus peudones, sellos y escudos,vanderas y estandartes, y en las otras partes e lugares que quisierene pur bien tubicren, segun c comoe de la forma c mancra que las ponen e traen las otras ciud:utesde nuestros Reyuos,a quien tenemosdadosarmase divisas. E por esta nuestrascarta mandamos al Serenfssimo Principe Don Felipe, nuestro mui caro e amado hijo e nieto, e mandanmsa los infantes mui caros hijos y liermanos, e a los Prelados, Duques, Marqueses,Condes, RicoHhombres, Maestresde Ordenes, Priores, Comendadores e sus comendadores,Alcnidesde los Castillos, e cassasfuertes e llanaa,e a la de nuestro Consejo,Presidentes e Oydores de las nuestras Audiencias, Alcaldes, Alguaciles; Mexinos, Prebostes, veinte e cuatro; Regidores, Jurados, Cavalleros, Escuderos, e quatesquiera homesbucaros de todnslas ciudades, villase lugares de los dichosnuestros Reynos y senorese de las
96 firme del mar Islas e Tierra indias, océano, assi a los que ahora son como a los que sean de de ellos, en aquf en adelante, a cada uno e a qualquiera sus lugares e Jurisdicciones que sobre ello fueren redichas
nuestros
e cumplan y agan guardar e que gunrden la diclia cumplir la dicha merced que assi hacemos a e tengan por ciudad de las dichas armas que los hagan sus armas conocidas y sefialadas, e como talca poner o queridos,
e que en ello ni en parte de ello embargo ni conponer en tiempo alguno no pongan ni consicntan so pena de la nuestra ni por alguna manera, alguno,
traer, trario
Cumara, a merced, y en mil maravedises, para nuestra cada uno que lo contrario hiciere. Dada en nuestra villa de Madrid a cinco dias del mes de nuestro Salvador Jecude Abril, ano del nacimiento Yo christo de mil quinientos y dos afios. y cincuenta EL Rey. Y6, Juan de Sainano, Secretario de su Ceràrea y Cat6licas de su Alteza."
Majcstades,
la fico escribir
por mandato
IX Segun antiguoscronistas, el aguila del escudo représenta a Maria en su concepcion;"âguila de grandesalas, de quien dijo el Profeta que subiendoa lo altodel monte Libano chup6 la médula del cedro, por haber encerrado en sus entraiïas la médula del Padre, que fué el Verbo encarnado. El campo de oro i el sol de que se viste, conocidasgalasde la Concepcionde Marin, pues con ella la vi6 San Juan vestida del sol i con la luna
97
por calzado, rendidasa sus plantas, sus variedadesi menguantes,a quientambiensirvenlas estrellas,ya de corona,ya de cercohermoso,formundolecorcna, i coronândolasa ellas." Estas palabrasi creencinsdel cronistaRosales,bien nos dan una ideade la sociedadde nuestro pasado tan dispuestaa aceptartodaclasede preocupacionescomo de consignarlasconla mayor injenuidaden sus obras candorososcronistas.
X La nueva ciudad deberia ser tambienla cuna de la aristocraciachilena;puescon el tiempo hubo all( muchostftulosde Castillaque ilnstraron3u vecindario:tales comoel condede Montede Oro, don Carlos Adriano de Carvajali Vargas,por concesionheclmpor el rei CarlosIII; el condela Marquina,cuyo mayorazgoestaba vinculadoen Jerez de la Fronteraen Espaîla,poseyéndolodon Andresdel Alcazari Zùniga,primojénito del conde don Ignacio del Alcazar,casadocon Feliz Benaventei Roa,sobrinadel duquede San Carlos,don Fermin de Carvajali Vargas;descendencia de todoslos cualesaun Ya se vera si/lospenquistostendrân razonde ser orgullo8O8 •
31
08
XI
de San Vicente, que el tiempo la ensenada i limita a Penco por el sur, sirvi6 de astillero de guerra navfos, como el Sun Miguel que en ellos se fabricaban Andando
al agua en el siglo 56 cafiones. se lans6
pasado
con capacidnd
para
CAPfTULO
IX
LA TRADICION
Craeldades de los conquistadores. El cacique Albaa de Larapié. Sa defensa. Notables rasonamientos. Enroatra a Valdivia sus iajoitioiM i Beminisoenoias de la batalla de Penoo.engafios.– Maerte de Albaa. La tradicion.– La pretendida aparicion de San Pablo i la Virion Marfa. -Creencia jenerel de enta aparicion. OpiAsereracion de Valdiria. niones de los historiadores de la colonia.– Divenos joioios. El "boldo de la Vfrjeu" en Penco. Adoradon que de él se haoe. Bererëneiasele como a uns imâjen sagrada.– La antigua hermita. El abate Mol'na. Naeatra sociedad del paO6ngora Marmolejo. Esplioaoion aoertada. sado. Por qu«5 nw hemos ocnpado del milagro de Penco.
1
nacia i se alzaba en medio de La antigua Concepcion todos lu hormres i actos de vandalismo que acostumbraban practicar los primeros conquistadores. Sus conquistas el barbarismo. Entre
eran la conquista
lse orueldades
de Valdivia
del barbariamo en la naciente
por Con-
cepcion, oftaae el hecho de la muerte atroz i desapiadada dada a un vnleroso cacique de Lavapié, Albaa. Redacido a prision por haber aaaltado a ana parti-
100 que habia entrado a conquistador toda clase de depredaciones, vioLava.pié cometiendo las mujeres, el infortulando los hogares i maltratando nado cacique pag<5 bien caro en manos de Valdivia su de soldados
da
del
al suelo natal. amor I como
una
manifestacion
del sentimiento
que
patrio
domino a la esfurzada i varonil raza araucana, siempre Mariiio de Lovera pone en boca del desgrael cronista disciado cacique antes morir, el siguiente patético curso
que
refleja
tambien
mui de cerca
los excesos
los conquistadores. que se entregaban Mariûo de Lovera dice que él oy6 este discurso.
a
Des-
pues de liaccr sabcr Valdivia al cacique los motivos que ténia para hacerlo llevar al sullicio; esto es, por haber a Laasaltado a varios espaitoles que habian penetrado contesta:
vapié,
si tu quieres pouerme de senor, gobernador, delito el que nosotros cometimos en matar a los que dices haz lo nue quisieres, que tu dia es este; pero yo no sé porque razon debas tu calificar por maléfico el defen"Mira,
der nosotros manifiestos
a nuestras tiranos
mujeres, hijos i haciendas de tan como los que allf vimos a nuestros
ojos. "Por
de entencierto, senor, nosotros no acabamos der eFtas marafias de muchos de vobotros que no haceis sino
ponderar que es buena la lei de Dios: decis a los indios que ella manda que ninguno robe, ni sea traidor, ni tome las mujeres ajenas, ni baga mal a nadie, i por otra parte vemos que loa mas de vosotros haceis. todo la contrario, mas cuando dejaremos aparte esta lei, i eolamente se tnirsse la razon natural, jno se yo. como tu quie,
101
res justificar el partido de los robadores de haciendasi mujeres; mas siendo tan manifiestosi desvergonzados como estos de que tratas. "Yo te certifico,senor, que estuvimoslargo rato a la mira para ver lo que buscaban (los espanoles)i si buenamente nos pidieron de lo que teniamos para vuestro sustento, se lo diĂŠra,mosliberalmente. Pero si los vimos entrar (a LavapiĂŠ) como lobos carniceros, haciendoestragos por nuestras casas, i llevandonos nuestras mujeres por fuerza, que habiamosde hacer? "Juzba tit mismosi nos tuvieras por liombresel dia 1 que nos vieras estar mano sobre manoa la mira de tan atroz maldad. "iQud lei liai eu el mundo que nos obligue a ver estas cosas i callar, liabiendu nosotros sido libres i todos nuestros antepasadossin que en todos estos reinos haya memoriade que algun tiempo hayan estado nuestros projenitores sujetos a nadic; i aun mas te digo, sefior, si tu misma persona se liallara en actuella insolencia, que hicieronlos hombres que enviaste, que sin guardarte el respeto que se te debe, hiciĂŠramoslo mismo contigo que con los demas, lo haranlo mismosiempre todos estos naturales hasta perder las vidas en la demanda pues esta tan declarada la justicia de nuestra parte; i a esto puedes estar persuadidoi hacer corazon ancho; i sabe que esto ha sido la causa de que hayamos venido sobre esta ciudad: porque tememos con razon, que en llegando los.espauolesa hacerse fuerte en nuestras tienas, somos mas cautivosque los negros, comolo muestrala esperienciaen cualquier lance que se ofrece"For tanto, setior, haz lo que quisieres,que el morir
102 me da pena; yo por una causa como esta no de ello." tienes mucho de que gloriarte
ni aun tà
II
que la del infeliz caci|Qué l<5jica mas contundente del suelo de que en defensa de sus hogares mancillados, la patria profanado? Sin embargo, para Valdivia i los suy os la conquista i do Arauco era un mandato la esclavitud que Dios les como se creian habia conferido; i siendo représentantes divina, todo estaba bien hecho. Aun en los actos de la mas infcua atrocidad
de la autoridad
acompanados Dios.
de
i consentimiento
la voluntad
creian se de
su
bondad: Su Dios no era el Dios de paz i de inagotable Su Dios era el monstruo de la guerra, la imajen .de! hodel escandal0.. rror, del esterminio,
III
Nos dard
una idea
mas
patente del estado social de la intervencion que atribu-
les primeros conquistadores, yeron de San Pablo i la Vfrjen Maria en la batalla asalto de Penco que hemos referido.
mas de dos siglos fué una creencia jeneral pasado el milagro de la batalla de Penco.
Durante nuestro
del
en
103
Valdiviaes el primera en encargarse de hacerlo pûblico. En carta escrita al rei CarlosV, deciale que los naturales le habian divulgadoque el dia que salieroncon el toi con Penco concluîr de el fuerte asaltar de objeto dos sus pobladores,al ser atacadospor el nrimer escuadron espafiol, cayû en medio de sus filas un hombre "Huid i les blanco caballo en un montado dijo: viejo todos, que os mataran estos cristianos." I fué tanto el espanto que les infundieron estas palabras, que empezarona huir casi sin combatir. àndias tres Valdivia el mismo tambien que Agrega tes de venir los indios sobre Penco, cay6 entre éstos,un sâbado a medio dia, un cometa del cual sali6 una senora mui hermosa vestida de blanco,i que les dijo: "Servid a los cristianos i no vais contra ellos, porque son mui validités i os mataran a todos." Tan pronto desapareci6esta vision,se present6el diablo su patronoi los acaudillôdiciéndolesque se juntasen en gran multitud que é*llos acompanariai que en viendo los espafiolestanta jente reunida se caerian muertos de eusto. del diablo los alentô pron6stico a marchar sobre Penco. decidieron Este
de nuevo i se
reflere el conquistador que injenuidad del cual sali6 la hermosa sefiora que habia atea los indios, lo vieron tambien muchos cristia-
Con la misma el cometa morizado
nos de Penco. Se dirijia el cometa en direccion que migo i con mas resplandores cometas.
eneal campamento de los el ordinario
104
IV no le va en zaga tampoco a ValGôngora Marmolejo divia en punto al milagro de Penco. Cuenta que lus insido derrotados que habian tianos siuo pur "una mujer de Castilla un caballo blauco." dios decian
no por los crisi un hombre en
1 agrega que asi parece que quiso Dios socorrerlos con su miserieordia, "pues de la entrada que ent6nces bicieron (los espanoles), han resultado en este reino mupobladus i muclias iglesias donde se predica el evanjelio, i monasterios de relijiosos que hacen chas ciudades
los naturales, i gran numéro de indios que son cristianos i viven casados dede la iglesia." bajo del matrimonio Asi escribia en cl ûltimo tercio del siMarmolejo con su doctrinr.
muclio
fruto entre
glo xvi.
V
El cronista
Rosales, que es mas minucioso
siglo xvii, que sus antecesores Supone la batalla.
en narrar
a la Virjen Maria
escribia
por su parte en el i un tanto mas crcduto aun el milagro. la intervencion
principal
en
Oigâmoslo como se complace en auunciarlo. "I fué, dice, que acometiendo los cuarenta mil indios a lus pocos espanoles, confiados en su multitud i en
105 salieron que de Arauco les venian ya cerca, del fuerte de la Concepcion, lus cspaiïolcs que aun nos con los indios en una loma baera ciudad, i embistieron otras
tropas
la mayor multi(le ta batalla, los indios coa huir desordenadamente pur todas partes, no
ja, junto a una quebrada, tud. En lu mas fervicnio menzarou
donde
estaba
que como por todos cl combate de los espaûoles, a tantas, i aunque liacran pocos no podiau divertirse riza en los cnemigos, no era tantn que no cinn alguua conociesen que sobran indios para resistirles i volver los
siendo
barbares nnicba
para (la..les mucho sangrc para ulcanzar
en que cntcndcr la Victoria.
i costarles
"I con este cuidado i por haber visto todos los cspafioles bajar una gran luz sobre los enemigos a mancra de rayo, preguntaron dcspues a los presos que luz habian sido aquella que liabia sido la causa de que hubiesen huido sus tropas tun al priuciplo (le ta batalla, no habiéndoles ciitouces muertu a înitcbos ni pelcado con lits tropas de lus lados i mas distantes? "A que respondieron que habian huido todos pur haber visto venir dotante de los espaïïoles una soûora liermosisima i ccrcada (le grande resplandor (jue cou su visu les asoinbraba i les cegaba la vista con tirarlcs puûados de polvo a loti ojos i que con esto los obligaba a que se retirasen, sin poder pasar adelante, i que auni que ellos iban confiados (le acabar con los cspanoles no les temian por scr Um pocos^ que esta seûora les liabm puesto tanto asombro i cegâdolos de tal suerte con el polvo que les arrojaba que ni tuvieron fuerzas para huir. pelear ni acuerdo para haccr otra cosa que 14
106
VI
Rosaces, i admirable maravilln, conclure "Singular favor que esta gran princesa de lua ciclos hizo a los cris1 admirable tianos defendiéndolos de tantes barbares. favor que a los miaraos barbaros hizo, pues por este mea sujetarse dio vinieron i a conocer a Dios i dar lugar con el tiempo a la predicacion del santo evanjelio i a la las de la divina
1 lo que parecia que enderezaba a cegarlos a los ojos humanos, fué para abrirles los ojos i darles la verdadera luz.n gracia.
Tal es, pues, la narracion îuo si este cololido no tuera
del crc'dulo
cronista.
I co-
suficiente, el mismo cronista lo recarga un tanto mas i nos da a saber que mediante este milagro vino a ofrecer la paz a Valdivia el toqui i que aun le Ainavillo, jefe en la batalla. mencionada, ofreci6
sus vasallos
lot mas fuertea
a los araucanos, para que combatiera i poderosos de las tribus.
VII
En recuerdo
tan orijinal, se eriji6 una hermita en el mismo lugar donde la Virjen se apareciô. 8e allô tambieh una cruz con una tabla en que se esaibi6
de acontecimiento
la leyenda?del
milagro.
107 Durante
mas
de
en Penco
grandes de la batalla. Los
dos
anualmente siglos se hicieron fiestas relijiosas en conmemoracion
conccdian esobispos induljencias a todos los que iban a orar u la hermita por la peciales la salvacion i la prosperidad futura de Penco. Nosotros
hemos
nos cuenta
Rosales
I aun existe
oido
referir
tambien
a varios ancianos
lo mismo
de Penco.
hoi en el sitio donde
un afiosfsimo
se construyâ el pueblo llama
boldo
que
la her-
el "bolque do de la Virien", respetado de todos i en el cual dicen que se apareciâ la Vfrjen a cegar a los indios arrojùndoles polvo a los ojos.
mita,
Lo hèmos iluminadu lugareiïa racion.
visto
cubierto
de cruces
i en las noches
por un buen numéro de velas que la jente enciende al pié de di, como muestra de vene-
A juzgar por el grosor del tronco de este ârbol, su edad alcanza sin duda a los siglos de la leyenda que él ante la credulidad representa popular i el santo recuerdo de
un pueblo grande por su pasado como digno de respeto por su historia que encarua todas las glorias i todas las amarguras de una edad guerrera i caballeresca
VIII
La maravillosa en siglo. El historiador autor
leyenda
fué
traemitiéndose
de siglos
Pedro Côrdova i Figueroa, penquisto, de una notable historia de Chile que redacto* allé
108 por los aûos de 1739 al 51, i que fué tambien alcalde i que conoci6 sus archivos, condel cabildo penquisto de Penco. el suceso sobrenatural signa igualmente que antes del asalto, tuvo el ejército indio Espresa una junta o asamhlea en la ribera opuesta del Bio-Bio, frente al actual Concepcion, es decir, en San Pedro. Alli estaban
presentes
los célèbres
cnudillos
arauca-
o Caupolican, nos Lincoya, Queupolican Rengo, Tucai la histolit epopeya pel i otros que lia inmortalizado ria coloc&ndolos
a la altura
de los grandes a la liumanidad.
ilustran
con su gloria Reunîcronsie en numéro
de cuarenta
IieVoes que
mil.
1 prosigue "fué cierto i portento de que diciendo: aquel numeroso jcntfo (cl ejéreito indio) liabia visto un hombre anciano i de vénérable aspecto montado en un caballo
blanco
con
sus armas
el cual resplandecientes, precedia a los espaiioles i que al tiempo que este divino nûmen los acometia se retiraban confuses i asombrados, i que habiéndose rohecbo para renovar la batalla, los volvià a disipar con tal pavor i espanto suyo, que a este divino personaje solo le atribuian su veiicimiento." Sin
confiesa C6rdoya i Figueroa embargo, que los espanoles no vieron a San Pablo, apesar de ir a la vanguardia de su ejército, i si solo se dej<5 ver de los indios el buen
apostol.
IX
A mayor abubdamiento de datos que testificaran la verdad de la aparicion de San Pablo, Côrdova i Figue^
109 roa que conociôlos antiguos libros del Cabildode Concepcion, que mas tarde se perdieron, nos participa de que a la épocpde la primera despohlacionde la naciente Penco, el n Io 1554, en que habia triunfadoel ejdrcito araucann, permanecia aun vivo el recuerdo de la brillante accion del ap6stol San Pablo, en la memoria de las personasque componianel Cabildo de la Concepcion, "como consta i se vé*en el auto que hicieron dia diez i sicte de diciembredel ariode 1554, a los tres de este acontecimiento,el cual pasô nnte DomingoLozano, escribanode Cabildo, en que cspresaque comparecieron i se prescntnronal visitadori vicariojencral de estas provinciasFernando Ortiz de Zuîiiga, los que en aquel tiempo componian su ayuntamiento,que fneron los senores Francisco de Castafieda,a.lcalde,Hurtucio Jimenez de Entenducia, Gaspar de Vergara,Lope de Landa, Pedro Gomez de la Montanas,i narraron el milagro, i ofrecenconstruirla hermita i que el Cabildoliabia de quedar con el patronato para siempre de ella; i dicho visitador concediô la licencia i permise,interponiendo su autoridad,i se mencionanpor testigos a mayor abundamientoen el referidoinstrumentoa Juan de villanueva i Francisco Sanchez, cuyo orijinalp£ra en el libro de la fundacionde la ciudad,el cualle hice trasuntar siendo alcaldede la Concepcion." Comose vé, San Pablo Ueg6a dar que hacer al mismo Cabildodel pueblo que escoji6 para teatro de tan brillante hazana.
110
X Hablamos cuando
ya
cierto
grado
de tocar
el ûltiino
la civilizacion de
adelanto,
tercio
del siglo XVIII, i la ciencia habian Uegado a sabio i para que un ilustre quien \o creyera! un jesuita,
distinguido historiaclor; ji viniera a dar al traste con la milagrosa leyenda. Es el abate chileno Ignacio de Molina quien atribuye i estraordiel triunfo del ejército espafiol i la repentina naria
de los compactes escuadrones araucadispersion asumida nos, a la actitud por Lincoy a, a quien hace como jefe de los araucanos. aparecer En su historia
de Chile
publicada en Bolonia de Italia en esto es, a les dos anos de su destiei·ro de Chile juntamente con los demas jesuitas de la,6rden, juzga as( la derrota de los araucanos: el ejército (espanol) de comun acuerdo hizo voto de fabricar una capilla en el lugar de la batalla, la cual efectivamnnte se dedic6 algunos anos despues; pero "Todo
este PBETENDIDO milagro, ha hecho mas inceeible, del circunspecto
que a fuerza de ser copiado se no provino sino del carâcter
Lincoya."
Sin embargo, tres siglos atrâs el veridico cronista Gôngora Marmolejo, habia juzgado tambien ya de un modo racional la célebre derrota, opinando que la dispersion subita de los araucanos fué orijinada al parecer por la desorganizacion del primer cuerpo de indios que
en pelea. Este cuerpo lo componian los restos del ejĂŠrcito indio que habia peleado en la batalla de Anda-
entr6
huy6. Las demas dipor la caballerin, con este motivo; pues nunca visiones se aterrorizaron habian visto jente de a caballo, i viendo que combatian
lien.
ĂŻtechazado
con tanto
teson,
de los caballos
les infundio i las relucientes
un terrible armas
espanto la vista de los jiuetes
XI
Esta
ttltima
mas acertada aun que es la esplicacion de San Pablo de la pretendida nparicion
puede darse i de la Vfrjen Marfa. I si nos hemos detenido
a esplayar este suceso, nos de roflejar la sociedad de aquel
ha guiado mas el anlielo o preocupaciones, siglo, sus sentimientos de exhibir leyendas milagrosas.
que el deseo
Apesar de todo, sin embargo,son dignas de referirse, tales como esta: basta que ella hayn sido la creenciade todas las jeneracioncsque se sucedieronen los doscientos i mas anosde la era del coloniajei que ella haya tambien alimentado la curiosidadde muchos hombres ilustradosi distinguidospor masde un tftulo i consideracionesde respeto en nuestra sociedaddel pasado.
CAPITULO
X
ARALCO
Primoios buquos que aucluron en E^eduion du Pastane.-Con<iaco Moeorrm para Valdivia.– Peueo.– Temor do fm penconoa.– Soliciton la uaz.– rrmcipio de la conqumta de Arauco.-Saien dos espudicioiu» pain Arauco -Rwtono i Alderete.-ïsla de Sant* Marîa.-El tcrritorio de diez mil arancano».– Dan vivere» a Panteno.– Lu L<avapié.– Pnébiaulo moral de estai u«pedicione«.– Juicio del cronista Maiiiïo de Lovera contemporaneode > aldivia.– Parlamento do caciques.– Raronamiento» dcl conqui>ti«lor.– Otms PKpeiliciones a Arauco. -Reconoce Alderete ihh tierras de Colo-Colo.– Begocijo que causa en Santiago el descubrimiento i esploracion de la patria do los araacanoi.-Descûbrense los llanos de Angol– Marcha de Aiderote por eaos llanos.– LleZa a Ma.luehua.– Sa poblacion i fertilidad.– El regreso.–Valdivia en Tapera* «le marchar a la conquistn de Arauco.
1
Lu felicidad
parecia sonreir a los victoriosos de Penco. A los ocho dias de la mémorable csto es, el batalla, 20 de marzo, arribaban a la bahfa dos embarcaciones comaudadas por el célebre uauta jenoves, Juan Bautista el leal i abnegado Pasteue; de lus conquistas cooperador de Valdivia. Oouducia el refuerzo de jeute, forrajes i viveres que espemba el conquistador.
lia Iba tambien
en la espedicion el cura jeneral de Santiago, Gonzalez Marmolejo, a salvar alinas para el cielo. Los indios pencones un nuevo que talvez hurdian asalto,
alemorizaronse
pezaron a manifestarse afortunados invasores. Mientras
con este concurso fieles i resignados
de jente i emvasallos de los
trascurria
el invierno, que era crudlsimo en Valdivia todos lus elemenpreparaba
aquellos tiempos, tos de que habia menester
para emprender sueao dorado como
definitiva
do Arauco; sus idéales i cle sus atnbiciones se dilataba
el tiempo
mas febriles
de alcanznrlas
la conquista sabemos de en tanto
i poder
mas
satisfacer
su vanidad
i orgullo Encerrado dentro
de guerrero i conquistador. de los muros de su tbrtalezn, lucio al fin para el el sol de la i con t'1 tambien los primavera primero8 vf vidos destellos de los bermosos horizontes que columbraba
abrirse
de antemano
a su vistn, parecieudo sefialnrle ya en lois campos de Arauco el cnmiuo de la
gloria i del martirio que siempre es uno para los levantados espfritus que abrazan con fé una causa, i por cuen el ara sauta de yo triunfo o vencen o sucumben inuiolacion i sncrificio de sus propios ensueîïos e itleales.
II
Desde divia
marzo a octubre
nuda
habia
dejado
del afio que alcanzamos, Valen logro de su por preveer
pr6xima campafia. Concluidas las provieiones
de invierno
que se babian
l«
114
almacenadoen el fuerte para el sustentode la tropa, Valdiviaorden6al marinoPastenel'écorneralas costas araucanasen buscade vfveres,al mismotiempoque Jerônimode Alderetele seguiapor tierraen la mismadireccioni conigual objeto. Llevabantambien ordende llamara losaraucanosa la paz,exijiendolesque se reconocieranvasallosdel rei de Espaîîa. Llegaronesta vezha&tala islalIeSauta Maria,en la balifa de Araucofrente a Lavapié, territorio el mas pobladoque encontrnronen esta espedicion;puescalcularonmasde diezmilel numérode indfjenasque vivian en la posesionde Lavapié. Regresarona Pencocargadosde viverescedidosamigablementepor losmismosnaturales.Hombres,mujeres i nifiosse presentabana sus embarcacionesa ofrecerlesde cuantodeseaban. Era la primera espedicionque se haciadirectamente en esploracionde las comarcasverdaderamentearaucanas.
III
hizoPastenedosespediciones mascon Sucesivamente idénticospropésitos,i de 6rdende Valdivia. En unade estasïïegàbastala islala Mocha. Sin embargode que los naturalescedian lealmente cuantose les exijia,no por esolos espedicionarios dejaban de cometertodojénero de iniquidades;lo que di6
115 por resultadola muerte de algunossoldadosde Pastene que saltarona tierra en una de estas ûltimascorrerias. El cronistaMarine de Lovera que vivi6en !a época que narramosi que acompaûôa Valdivia, refiriéndose a esos actos de injusticiade parte de sus camaradasen la espedicionesde Pastene, dice: "hombres como mujeres llegaban cargados de comidas sin que quedaran niïïosquetrajere otra cosaque regaloshasta ponerlotodo en los bateles." "A este servicio no dejaron los espafiolesde dar el rètorno que en semejante ocasion acostumbraban,i fué que al tiempo de embarcar i recojer las cargas que los indios les traian, los recojierontambien a.ellos echando manode los mas hombrei mujeresque pudieron,llevàndolosforzadossin otra utilidad que no perder la costutnbre de dar mal por bien, no dejar de hacer de las suyas ni pasar por lugar donde no dejasen rastro de sus hasanas.
IV
Agrega despuesLovera: "Verdaderamente,todas las veces que me vienen a las manos semejantes hazafias que escribir, me parece que esta jente que conquistô*a Chile la mayor parte de ella tenia tomado el estanco de las maldades,desafueros, ingratitudes, bajezas i exhorbitancias.(Que habian de hacer los pobres indios que veian tnl remuneracionde los serviciosde sus manos sino emplearlasen las armas dando sobre los espa-
116 braveando con tal furia noies como toros agarrochados, entre los dientes que parecia los querian desmenuzar como a hombres
i fementidos
aleves
que
sus mujeres, hijos i pariente? uLo que résulté fué de esta borrica
les llevaban
haznfia
de los cs-
que pafioles fud el qucdar los indios tan escandalizados hasta hoi estau de guerra, i el hnber salido muchos de ellos en balsas grandes de madern a correr la costa de la tierra
para que se guardasen nerosos i embaucadores il esto Valdivia,
de las manas
de los espanoles fascide ellos como de hombres
aviso
firme dando
el cronista
escribia en plcno
castellano,
XVI;
siglo
siglo
compafioro de conquista
de i de
barbarie! V
Valdivia comarcanoè
reunia de
en pariamento que se le habian
tambien Penco
a los caciques de declarado
paz i écholcs saber que venia a sus tierras por encargo del rei de Espaïïa, a fin de evitarles las continuas guerunos a otros: ras en que se destrozaban Deberian
reconocerae
vasallos,
i asi vivirian
mejor
i
mas felices; sus casas ni no venian a quitarles Que los espafioles al Creasus biones, sino a ensefiarles a que conociesen dor, etc., etc. Valdivia tenerlos suCon tales promesas iroajinâbase i a la esclavitud, abdihaciëndolos jetos a la obediencia car de su independencia
Ubertad.
117 Miéntras llo hacia
el mismo infatigable i animoso desde Penco con sus avanzadas
tanto, esplorar
caudilas tie-
rras de Arauco, en visperas ya de entrar en campana. con cincuenta de a caballo, habia Pedro de Villagran, recorrido los llanos de Angol, con vocando a la paz a los indfjenas
de esas parcialidades. o •VI
Por otra parte, Jerônimo de Alderete pasaba el BioBio con otra avanzada con 6rden de llegai* al interior hasta descubrir el Estado de Arauco, cloude estaba el semillero Vade6
de la jente de guerra. en efecto el Bio-Bio i entr6
rra adentro, alcanzando hasta las indiadas pobladas de innumerables
tiepor Colcura tierras de Colo-Colo, belicosas i altivas.
contando con gran alegria de que habian Regresaron el Estado de Arauco, herJnoseado tanto por descubierto su abundante como por la fertilidad i amenipoblacion dad de su territorio. Tal noticia
Ilenô igualmente de jûbilo a los habitande imponerse de tes de Santiago, ansiosos diariamente los sucesos del gran drama que empezaba a desarrollarse en las comarcas
araucanas
en medio
de los primeros que en breve serian osde la mas sangrienta i
de efïmeros triunfo8 resplandures curecidos por la fatidica sombra conmovedora de esas trajedias humanas ner
por
inmolaoion
escenario iQocente
el mundo
destinadas
i por actores
a todo un pueblo,
i victimas
a tede
118
VII
La vfspera de la campaûa de Alderete tador, Jeràniino
el conquisque organizaba en Penco de ya de repose
su viaje a la capital, recibio una segunda comision: la de Peesplorar otra vez el nuevo territorio por conquistar. ro no ya el litoral de Arauco, sino los llanos que se llamaron
de Angol
i que poco Antes
Villagran. Debia volver a los veinte
desde
en marcha.
Partia
vesaba
el Bio-Bio
i se introducia
llanos,
tomando
el fuerte
Pedro
de
el aûo de 1551
dias. Entrado
estaba
nombrados
liahia visto
de Penco;
atra-
por el camino de los y a la direccion do la cordillera
de Nahuelbuta. A poco sali6 a ofrecerle fio de los llanos.
la paz el cacique
Concoi,
due-
de qué medius se valdria a Alderete, pregunt6 i no le hipara que los espafioles le tuvieran por amigo le contest6 cieran mal; a lo que Alderete que pusiera de sus tierras i que con esto una cruz en los términos Este
loe espafioles no le tratarian podria ofender."
mal, ni "todo
el infierno
le
1 asi lo hizo, i el cacique se puso a colocar cruces por iodas partes con singular solicitud al decir de antiguos cronistas.
119
VIII
Paso
adelaute
Alderete,
arribando
basta las mârjenes
del Cautin. Cruzû
en seguida el Cautin, i penelro en donde quedô admiradu de la inmensa
en Maquegua, de poblacion
iudios
de la que halli habia. 1 mas aun de la fertilidad coi mire a, sin duda hasta lmi un a de las mas prodijiosas del sur. Observu fuertes
tenian muchos que lus iudijenas en sus cercanfas para défende tse.
lainbien
uaturales
Cou todo,
regresû a l'cuco despues do haber sostenido aigu nos lijcros combates en Imperial. Alli le gritaban lus indios diciundole que se fuera de sns dominios; que dia que iba alli cuando
no lu necesitaban"
En 20 dias habian atravesado la énorme distancia que separa a Penco de las riberas allende el Cautin. il en aquellos tiempos i solo cou un pufiado de hombres! lAdmirable atrevimiento de aquellos hombres de fiewo que no conocian la fatiga, ni el iniedo, ni las penalidades, ni el temur de las incertit.umbres de lo dudoso i de lo desconocido! Conocido ya de Valdivia el terreno que iba a pisar, entraba resuelto a cumplir sus propôsitos. Es lo que verenios en el capitulo proximo.
CAPITULO
CONSISTA
XI
DE ARAUCO
Ano de 15ôl.–En*uoûo«r*»luador– Arauco i la conquintn.– RcminiscTm^Z&Ê «wmwI».– Cm» en canoao el Bio-Bio el ejército conquistador.– Toau el camino de la cmta.-L!egada al Tirua.– Propônense fundar un paorto.– No te efeotût.– Arribada al Cautin.Numéro» i pobUcion hermomira de la tierra.– Regocijo de los conquistadores.tondait a Impérial.– Aguilas ales. -La tradicion.– Lo que nosotro« bomoM vuto. -Prop4sito« du Valdivia.– Impérial, capital do Chilo. -Ceatro de un futuro tmperio -Regret Valdivia a Concepcion.– BeUIïlort*ucil1 de Impérial.– Lo que faé en el pasado.– Sa riqueta. 7-HepmrtimientoN de indio».– Crueldades.– El rio de las Damas.– Cuitas
iQue' taban
quedaba dispnestos.
en obedeeimiento el drama
por
hacert
Na<la.
Actores
Necesitabaae
solo
de
a la consigna
para
entrar
la voz
de
es6rden
en accion,
i
ne dcsarrollarîa.
Esplorado terminacion
el vasto escenario, npeuas de aproximarse a dl.
Habia
eonado la hora de los ensuefios tanto« ailos eaperada jior el guerrero Armuco
i escena
de
la leyendn;
el Arauco
si restaba
la de-
realizados, conquistador:
de! Imperio
hora el
3'taravi-
121 el invencibte
Uoso; semillero
Ai auco
de hombres
vencedor
Ce guerra
Je
iha
los
su planta i a ser suyo! Oh! fébriles corazon nunca insaciables! Las humano, \4siones
sus
alas
de nûinen
nuestra
para
cou
el
"todo
hiiuio!
oidus
i mas
humo!
de pus
i mio
lo anhelé
mismas
del eternas
zumbando
i ofuscandu
espejismo en
lmlludo
ambiciones
i rosa
oropel
solo
dejarnos
de esclamar:
de
a nuestros
mente
vunos,
que
color
aquel
ni fin a ser
por
engaûosas
Incas;
sus
cou
siempre
respiandurcs
el
aiuargo
fué;
i iai!
consuelo todo
es mas
humo!"
II
La
escena
bastion
lejendario con
ciento
brero
principiaba
setenta
de
13io-Bio
de
en
la heroica
guerreros i a poco
1551, canoaa
en
pues
accion.
de
cruzaba
de
indijenas
pur
el pasaje
Valdivia
Penco, salia
Fortificado apénas
la fortaleza
el ancho
el
en
fe-
i majestuoso
construidas
cle
un
solo
madero. Paso
el Bio-Bio lmbia
antiguamente en ciertas
camino
del
épocas
Puestos
un
diciados
la costa
Estados
Temiendo
en ordenado en
de
a cada
direccion
momento
fuéronse
introduciéndose
tierra
a dentro;
pero
llevaba
el cual
se pasaba
a pié
tomaron
escuadron, a los
maravillosos
el i co-
Arauco.
irrdio,
Vuldivia
por
en el que
Pedro,
estfo.
en marcha de
vado
de San
sin
ser asaltados
separarse
el propûsito
sin
por el ejército con
embargo
cornje
de la costa. de fundar
un
puerto 16
en
122 a fin de que le sirviera el trayecto, turne conquistas.
de escala
en sus fu-
vadeando innumeraDespues de fatigosas marchas, bles rios 11 ego a orillas del Tirun. DispÛHOse i'undar alli el puerto que deseaba; pero informado por los naturales que ese sitio se anegaba en i continue') avanzando con invicrno, levante cnmpamento el niismo espfritu de altivcz i fi' inquebrantable que le en todas sus tenierarias acompaîiaba empresns. de recorrer sus ribeArrib6 al rio Cautin. Despues ras i asombrado
de la numerosa
poblacion indfjena que i la fertilidad del terreno, rehabitaba aquel territorio solviô echor los cirnientos del pueblo que anlielaba fundar en los estados
de Arauco.
i el de las efccto, en la union del rio Cautin Damas, a poca distancia del sitio eu que hoi esta fundano da Nueva Impérial, que dentro de poco alcanzarâ Eu
a la que Uego sa gloriosa i Valdivia un fuerte, rica antepasada, levantar que serla la base de la nueva ciudad que proyectaba. bai
duda
igual
opulencia ordeno
III
de Anen un principio el nombre chacaba; mas luego se le bautizô con el de Imperial. de Impérial que se le diô, se Respecte a la desiguaciun han emitido varias opiniones. El fuerte
recibio
de Valdivia, como Marraocontemporâneos lejo, por ejemplo, dicen que los espafioles vieron en las Croni8ta8
123 casas de los indijenas del Cautin, aguilas con dos cabezas ensartadas en dos maderos que sobresalian del tccho de las hahitaciones. Por
esa razon
pohlacion,
Valdivia
i por creerlo
Imperio". El rei Carlos
Ilam么
tambien
V usaba
Imperial "un buen
a la naciente pron么atico
de
en su escudo de armas una agui-
la con dos cabezas. Otro cronista
tambien de Valdivia, Macontemporaneo rino de Lovera, es de opinion que Valdivia la llamG asi, de hacer de la nueva ciudad la por tener la intenoion a la Araucanfa el cencapital de Chile; por consiguiente tro del vnsto imperio que sofiaba el conquistador en el pais que conquistabe. I esta aseveracion
de
Lovera
consideratnosla
fundar exacta
los proyectos concebidos e que tenia al respecto como luego veremos. conquistador, El cronista Rosales niega terminantemente el heclio
por
de las riguilas de dos cabezas. el suceso espoEsplica niendo que, con el ohjeto de sostener el techo de fut ranchos, los indios cruzaban dos maderos i en lu puntae de 茅stos en el techo solian hacerles forque eohresalian ma de cabeza.
IV
Estes
maderos
de que nos hablan los anteriores cronistas, que cruzan los indios a guisa de tijeraa en ou ranchos para sostenerlos, se acostumbra hacerlo hoi mismo
t 24 de indfjeBegun hemos visto nosotros en las reducciones nos que hemos visitndo en el interior de Angol. Lo mĂŠnos escultura de aguilas impeque tienon es, por supuesto, riales. Rosales nombre rador
en
jnzgn,
de Imperial Carlos V.
Sin embargo, dad de Valdivia nifestaba
que
consecuencia, que se le di<5 el a la ciudad en memoria del Empe-
en carta
que dirijia el cabildo de la ciual mismo rei el 20 de julio de 1551, mase le habia dado el nombre de Imperial
encontrado en la mnyor parte de las casas por haberse de los naturalcs dguilns de maderas hechas con dos cabezas. A pesar cle lodo, parece que el conquistador di6 el nombre de ImpĂŠrial guiado de la ideaque tĂŠnia de constituir alli la capital de! Imperio que sofiaba. Sin embargo, parece efectivo
la ilusion
de las dguilas de dos cabezas la tuvieron en un principio los conquissi nos fijnmos en la forma de tijera que dan a los
tadores maderos
de que hemos hablado, en los eu aie* acostumbraban tambien los indfjenas ensartar cabezas de pAjaros para espantar del hogar a los hechiceros o maleficios que les hacian mal segnn sus costumbres, espone el sefior Bnrros Arana.
i como mui bien lo
V
Situ6se resca
pues el fuerte en lo alto de una suave i pintoloma de donde se dominaban las feraces campifias,
florestas,
valles
i corrientes
aguas
que hacian
del sitio
125
recien conquistadoun verjel pr imorosoescojidopor excelenciapor la naturaleza para recrear la vista de los tranquilos moradores,felicesen su soledadcomo dichosos en su ignoto paraje. A consccuenciadel inviernoque empezabaa mostrarse rignroso,Valdivia resolvi6tornar a Concepcion,dejando pojefe clelfuorte a Pedro de Villagran con lacorrespondienteguarnicion,i con la promesade volver en la primavera pnSxiinai emprender desde alli nueva i mas atrevida campafiaa las rejionesaustrales. Deseaballegar al mismo Magallanesi trasmontarlos Andes por el paso de Villa-Rica, para descubrir, segun dl, el mar del norle i las rejiones de las inmensaspampas arjentinas: tan vasto era el pensamientoque dominaba a este hombresde jéiiio singular. Antes de regresar a Concepcion, a fin de pasar alli el invierno, ordeno a Pedro de Villagranque esplov trade tener mas con el rase la tierra adelante, objeto zado en parte el caminode las nuevas conquistasque tenia proyectadas. Valdivia volvia a Concepcion el 4 de abril, gozoso del feliz resultado de su descubrimiento que consideraba el mejor de las Indias i alhagado con el pensamientode continuarsus conquistasya que creia tambien que lus indijinas estaban del todo sometidoscon el escarmiento que habia hecho en ellos en la célebre batalla de Penco. Sin embargo, icuàn lejos estaba de la verdad! I no era para ménos que asi lo creyera. Desde los bastiones de Penco al corazor de la tierra indémita i rebelde, habia hecho una marcha triunfal.
126 En su camino
trario, lus naturales i lo tratahan bien. En su carta
hablabanle
a Carlos
Al conalguno. de paz en «l trayecto
obstaculo
no encontre
V nada
habla
de
resistencias
en esta campana, que era que le pusieran los indijinas sin embargo el primer eslahon que se forjaba de la caa sus piCs el libre dena que mas tarde arrastrarin Arauco.
VI
un àpice en alboroEl conquistador no se engunaba de hacer. La zarse del descubrimiento clue acababa descubierta era sin duda la mas porcion de territorio rica de las conocitlas
hasta
aquel
ent6nces,
tanto
por la en ella,
poblacion de indijinas que habia de productos de viveres i la escomo por la abundancia traordinaria fertilidad i hermosura de las tierras circunsnumcrosfsima
vecinas. Todo era all( bello i ameno. 1 aun boi sigue siendo mas o ménos lo mismo aqueel Cautin, lla vasta i fecunda zona estendida entre de los arauen posesion Imperial i el Tolten, todavia canos, i en donde habitan los célèbres boroanos de cabellos rubios i rostros hermosos, morada de mujeres indias bellisimas de blanca cutis i de dormidos ojos, cuyas pupilas semejan remedar la diafanidad i dulzura de! pedae zo de cielo bajo el cual plàcidas moran en patriarcal inocente vida.
127 Era tan crccida la cantidad de araucanosa la fundacion de Imperial, que, al hacerse ni repartimiento de ellos a los encomenderos,comoera costurnure al conquistar una comarca,liabia alguno a los cuales se les cediô liasta veinte mil indfjinas,segun algunos cronistas, en lo que, sin embargo, debe haber algunaexajeracion pero de todos modes,hai datos psvraasegurar que la zona de Imperial era la mas poblada de la Araucaiiiii.
Se reparti6 entre veintisiete vecinosde los fundadores de Imperial todos los araucanos que cemponian el distrito, dando a cada fundudordiez, doce mil i mas naturales al decir de la cronicaantigua. La situacion privilijiddaeu que estaba colocadaImperial, favorecidade todoslus donesque el destinopuede acordar a un pueblo,atlemasde los abundantes minerales que liabiaa sus alrededures,sobre todo en las lomas de Reloinoi Calcoimo,contribuyeron a elevar con el tietnpo a Impérial a la categorfa de una gran ciudad, como llego hacerlo en efecto hasta que fué destruida por los araucanosen la sublevacionde 1599-1602de que nos ocuparemosa su tiempo. Como una prueba del numéro de habitantes que poblaba la comarca de Impérial, refiérese que dentro de un solo ranclio habia mas de trescientos indijinas a la llegada de los conquistadores,i que algunosde estos en
128 de perverso espiritu los encen'aron, a todos inoi pegandole fuego al rancho los quemaron centemente pues no habian heclio ninguna resistencia al ejército invasor; acto tal de salvajismo que felizmente con severidad el conquistador. reprendi6 i guiados
viéndolos
VIII
No andaba
fuera de
camino
al peusar consI asi habria ocurri-
Valdivia
en capital del reino a Impérial. do si tan pronto i en el apojeo de su grandeza no hubiea manos de los su vida el bizarre ra rendido capitan
tituir
a quienes somcticra a la esclavitud. Deseaba ademas adquirir el titulo de marques i funFuë lo que tuvo en en Imperial. dar su marquesado mismos
vista al negarse en un principio como los vecinos imperialistas
a céder
encoiniendas
a
se lo exijian; pues detoda la vasta i nueva comarca
para su hacienda i conquistada. por Cl descubierta Con el tiempo lleg6 tambien adquirir Impérial un arlo que prueba el csplendor de que se viô* rozobispado, de los anos. deada en el trascurso seaba
IX
AI iio mâronle biertas
a Impérial, que circundaba asi mas tu-de por la amenidad de sus riberas
lla-
sombra
so-
de las Damas
de alamcdas
lian ir a regucijarse
bellfsimas, a. cuya grata las familias impériales.
cu-
129 1 cuĂŠntase que acudian a les floridas alamedas a contarse sus cuitas i amores las damas i mancebos de la floreciente ciudad alla ni caer de la tarde entre los quejidos del penoso piden, ese triste centinela de nuestras noches, o ya al clarear la aurora al robuste i varonil canto de nuestras parieras diucas, estos risueĂŻĂŻos alados mensajeros confidentes de la aurora i anunciandores nuestros, en la alegria de armonioso trino que el dia ha tornudo a alumbrarnos con su tea i a inundar con su luz pura el suelo de la patria. iDichosos tiempos para mas no volver!
CAPITULO
PROSIGl'E
XII
LA CONQUISTA
Naeva campant a Aranco.– Sole el ejército conquistador de Concepcion. 5 de Octobre de 1551. Recibimiento en Impérial. Continue el ejérSa celobridad hiscito invasor Au marcha al sur.-La vega del Cautin. turic*. Poblacioues.– Paso del Tolten. V.illc de Tolten. Aliacan i la india Marabuta (diez maridos). Deicubrimiento del valle de Mariquina. Aralto de loa indios. El cacique Antonabal.– Dercubrimiento del valle de Guadalabquen. La india Racloma.– Atmviesa a nado el Cnllè-Callc– Actitud guerrera de Racloma. Paz entre londosejércitos. Fuiidattea Yaldivia Fondacion do Villa-Ries i descubrimiento del Relago del minmo nombre. Enpedicion de Valdivia al lago Ranco. greso del ejCrcito conquistador a Concepcion.
1
Las rejiones recien descubiertas liabinn alagado de tal modo la imnjir.ncion de lus conquistadores de la'Arnucael Paraiso de la tierra. nin, que creian haber encontrado EH08 mismos se encargaban a porfia i de describirla referir sus encantos a los que no liabian tenido la dicha de ser
los
primeros comarca.
privilejiada Por doquiera
que
descubridores marcharan
i fundadores
encoutraban
en la en tanta
abundancia los aliinentos,taies como maiz,papas, etc, que era el asombrode los conquistadores. La poblacionindiacrecia igualmentepor grados mientras mas se internabanen el sur. El territorio comprendidoentre el Cautin i el Tolten fuélo que mas llam6su atencioni pic6 su curiosidad. El cronista conquistadora quien seguimosjuzgaba que nada habia mas aventajado que aquel sitio, que no acertaba a esplicarlo; ni aun creia que hubiera pintor por diestro que fuese que pudiera pintar la variedadi hermosura de esos campos i praderfas, ni matices tan vivos que los reflejaran. Toda la tierra parecialeun verjel amenoi una floresta adorffera;i tan fecundaera que en nada se parecia a los demas territorios descubiertos por los espaûoles, por 3Ufertilidadcomopor elexcesodesus ganadosi frutos. Muchosde los que habian recorrido diversas partes del mundo, manifestabanque no habian vistootra tierra semejante. Llegàbase a decir que un hombrecolocadoen la altura de una prominenciacualquiera,por donde tomase la vista, no veia sino colmenaresde indfjenasque no dejaban libre un palmo de terreno en la vega del Cautin. Encontraron que estaba la poblacion dividiua en infinitas parcialidades mandada cada una en particular por un cacique,independienteanos de otros. Habia ranchos de 400 hasta 800 pies cuadradosde esteneion.
132
II Lo que significaba la riqueza de aquel Paraiso descubierto por los conquistadores, era el ntimero de mujeres que por exposas tĂŠnia cada cacique.
i
Aigunos de ectos contaba basta diez i ocho mujeres. Un grnn numĂŠro de ranchos tenia hasta quince puertas, lo que revelaba que el indio dueno de casa podia mnntener hasta cluiuce mujeres por esposa; pues cada mujer ora dueila de una puerta por donde Ăťnicatnentc eutrabu i salin. duruate la semanit que le tocaba de turno lincer Los
i cjercer los oficios de esposa. como las mujeres eran bien formados
la comida
hombres
i
de rostro
sobre todo las inujeres. agradable i simpdticos, A juicio de los conquistadores, estos indios por su herniosura difcrenciabansc por completo de los demas de America
que
ellos
habian
visto, a los cuales
en nada se
parecian. Era pues una raza entcramentc
orijinal. A orillas de los riachuelos que entran al Cautin, hallaron arboledas tan bien dispuestas que formaban verdade-
ras alamedas. Eran mabon
sus lugares alivenes.
de reunion
i de diversion.
Los Ila-
Los espaiioles les pusieron el nombre de bebederos. Alli concurrian los cautenes a celebrar sus grandes fiestas i reuniones.
183 Segun regocijos vencs.
el ohjeto que acostumbrados
los
a sus reunia, entregabanse bajo el verde techo de sus ali-
sus planes proyectados. Bebian, danzaban i discutian Estos alivenes hacian taml)icn las veccs de fërias en las cuales los padres salian a vender sus hijas a los mancebos que desenrn,n contraer umtrimonio. Una mujer, segun su calidad o su edad, se tasaba avaluandolu en cierto m'unoro de cabezas de ganado u ohjetos varios, como hasta lioi mismo ocurre i hemos visto. Otras
indiaa
acudian
individualmente
por su cuenta i a un cualquiera, en cambio
riesgo a brindur sus favoris dol objeto de su anhclu, ni mas ni int'nos como lo acostumbran nuestras incretricest. Taies bella
de la cran, pues, uigunns de las particularidades i vegn del Cuutin a ln época de su descubrimiento
que tanta admiracion
cause
a sus descubridores.
III
En 5 de Octubre de la Araucanfa
de 1551.
El
ejdrcito conquistador volvia a salir de Penco en prosecucion
de sus prop6sitos de conquistas, con mas firme i determinado tinimo que la vez primera. doscientos bien armados soldados i un Componfanlo gran numéro de indios ausiliares. El ejërcito habiase reforzado con nueconquistador vos ausilios de jente que habia llegado dt1 Perii. Como anterioiinente
fué
elejidu
el camino
de la costa
134 i desde alli marchai* directamente para llegar a Imperial a las rejiones australes, por descubrir. sin novedad alguna, i en donde Liegados a Imperial fueron
como
featejados todiaba el fuerte
merecian
que alli habian siempre al sur.
ron rumbo
Atravesaron
en balsas
por la tropa dejado
que eus» fundado, toma-
de carrizos
el Tolten, conduciendo de la brida a los cabnllos que lo pasaron a nado. Los natiirales a mostrarse hostiles. A la empezaban llegada al Tolten habfanse dispuesto obstruir el camino, recibiendo con lluvias de nechas i piedras a los invasores; pero la vista de los ciballos los como desde un principio. En la ribera opuesta del Tolten i dilatado
hennosisimo cordillera Alli
de los Andes tuvieron
introdujéronse abria camino
que o Villa Rica.
noticias
rauchas
minas
célebres
i fabulosas
Alderete,
valle
volvi6 a atemorizar-
de
de que en las cercanfas plata. Era el primer indicio riquezas de Villa Rica.
de
6rden de Valdivia, volviàse sin descubrir
ciones; pero le habian noticiado
en un para la liabia de las
esplorô las inmedialas riquezas de que
los indijenas.
IV
En este valle por lo enmarafiado i abundante de sus selras encontraron dificultades miles para continuar la marcha mas adelante. En tales circunstancias narrasc un varonil mancebo inque ne aparecio al conquistador dio,
llamado
Aliacan,
quien
dijo
ser
de un grande
i
135 i que él lo conduciria alli en cambio cle un premio que le fuera acordado, el cual el cedérselo. estaba solo en manos del conquistador rico valle
llaniado
Mariquina
il cual era la primicia exijida? Aliacan habfase enomoi-ado de la bella
Marabuta, el pode-
(diez mariclos) hija del dueiio de Mariquina, Mas no pudiendo Aliacan obroso caciclue Antonabal. tcner los favores de la beldad por carecer de los recurresolviû almir paso al sos ne ce sa ri os para comprarlu, del apartado sefialandole las puertas invasor, ejército i de la futura ciudad de Valdivia, valle de Mariquina le fuecon la condicion de que en llegando a llariquina del materno arrebatandola se entregada Marabuta, hogar. Fué asi como descubriose
el camino
a Valdivia.
los conquistadores en Mariquina, (despues Acampados sendas i dado con de haber marchndo por escabrosas resolvieron devegas conducidos por Aliacan, tenerse alli i esplorar las rejiones cireunvecinas. en tanto iban a satisfacerse. Los deseos de Aliacan feraces
de un numéro de soldados espanoles presenAyudado de donde fué sustraida Maratése a casa de Antonabal, al campamento buta i conducida espanol.
V
Aliacan
habia
tr iunfado. Habia
la patria por el corazon de el amor en el pecho
si trocado
de una mujer. humano!
jQué
el suelo de tanto pue-
136 El noble Antonabnl enrostra
a Aliacan
reclama
al conquistador
su hija i
su traicion:
"Mira, seiior capitan, dicele a Valdivia; pues ères tnn recto que tu fama ha llegado por acn que vienes publicundo que no haras dafio a los que estamos en estas tierras; antes si ropararas Mas no se como cuadra sin
haberte
indio
los
heclios por otros. agruvios con esto el quitarme a mi hija ella ni sus padres. Mira que soi
otendido
estimado
i rico; i ese indio a quien tu la das no es para ella persona en su igual. "Si le deseas gratificar el haberte guiadn por los cacle lu hacienda, i no con la deslion ta miuos, pagaselo
min. Il si quieres saber quien es ese indio i ciuînta razon tengo en no darle la lumbre de mis ojos, has de verlo en la trn,icion
que buscado
en haberte hombre
tan
infame,
hija de Antonabal, tierra."
lia
hecho
de venir
i traido
contra
clin.
contra
su patria; Isiendo ese un
no es razon
se le du por mujer la que soi yo a quien obedece toda esta
VI
La venganza de Antonabal no se hizo csperar. Cuaudo ménos lo pensaba el campamento espafiol fué vencedor de los asaltantes. asaltado, saliendo felizmente Una por
las esploradas Jeronimo de Alderete,
pamento
yez
dirijiéndose
rejiones vecinas a Vuldivia, cl ejército levante su cam-
al valle de Guadalabquen,
que aca-
baba de ser descubierto por Alderete, cercadu por los rios Cruces i el Calle-Calle. Al disponerseel conquistador atravesar este ûltiino rio envié mensajerosa la parte opuesta, haciendosaber a los poseedores de ese territorio que se le permitiera llegar a la banda opuesta. Como no lu quisieranpermitir lm naturalcs i preparâdose para la luciia, la tradicionha trasmitidoa las edades que entre el asombrodel ejC·rcitoinvasorse present6 una joven i hermosain(liade unostreinta anosde edad, de varonili altivo ademan, llnmndaI;,acloma. Habia atravcsadoa nado el Calle-Callc,i presentandoseal jefe conquistadorIiablolede esta mnnera: "Bien pareccs en tu talle i gallardia lo que la fama publica de tf i de tus soldadoa, que sois diosesi jente que liabeis venidode otras rejionessobre la espuma del agùa: jqué buscaisen nuestras tierras? que pretension es la vuestraf quien os trae de tan léjos a tierrastan pobresî 0 jqué es vuestra determinacionî Porque mis caciques, temerososde que jente estrafiavenga a ensefiorearse de sus tierras, se van juntando para defenderlasi estorbar el paso de este anchurosorio." Contestando el conquistadorhabria dicho que su mi.ion era de paz i no de guerra, a lo que la atrevidamensajera repuso: "Pues no pases adelante, que yo iré a hublar a los caciques i los traeré todos a la paz i sujetos a tu obediencia, i haré que traigan embarcacionespara que con seguridadpases el rio." Dicho lo cual Racloma volvi6a cruzar a nado el rio. Espuso al ejército valdivianola admiracion que le ha-
138 el ejército que habia visto: el lustre de sus de la nueva jente, lu afable de su armas, la hermosura trato i que si los "viesen les robariàn los corazones, <omo a ella le habian robado el suyo; que no dudasen de bia causado
darle
su aniistad."
la paz i solicitar
VII
les dijo que esta anjelical zo caer las armas de manos de los caciques dolus en remos i canalctes pasaron en sus I tales
razones
Racloma
hi-
i convirtiéncanoas
a dur
la paz al caudillo invasor i a ofrecerles sus canoas. Con este feliz suceso pos6 el rio el ejdrcito invasor. de la rejion desValdivia do la hermosura Maravillado mediante eubierta Racloma, ese dnjel tutelar, echô" los que hautizo* con su propio nombre a orillaB del Guadalabquen, que era el nombre proque tan risuefiamente pio del que es lioi rio Valdivia, retrata en el cristal de sus aguas la jentil ciudad que cimientos
de la ciudad
e iudustriosa placentera eue mérjenes'bellas. En efecto,
en febrero
mora liasta el dia rteostada de 1552 se eebaban
en
los cimien-
Se aizaba el arbol de la justod del pueblo encantador. ticiv i se nombraba alcalde para que la administrara. Gude teniente Que(16 igualmente jeneral don Julian tierrez i acaso
Altamirano,
el primer
letrado
que tuvo Chile de Estado del es-
del primer ministro pariente tadista iluetre que fud maa tarde jefe del liberalismo. un tanto el pueblo recien fundado, ValdiOrganizado
139 viaordenaba a Alderete lasrejiones vecinas a esplorase lascordilleras andinaiaunfundase unaotraciudadque sirviese depuntodetransiteparapasara la queeshoi Repûblica Arjentina. En armonia a estasinstruccioles, AldereteUegô" a orillusdelvastolagoquedenomin6 VillaRica,porlas noticias dequealliliabia que adquiriudelosindfjenas muchooroi plata. VIII En abril fundaba, en consecuencia, a Villa Rica i dejaba alli un regular numéro de vecinos. AI regresar a Valdivia, hall6se con que el conquistador volvia tambien de regreso de una espedicion que habia hecho al lago Ranco, ultime Ifmite a que alcanzü en su conquista el intrépide capitan. Fundadas las nuevas ciudades, el ejército conquistaa Concepcion dor regresaba a pasar alli el invierno, i en la primavera nuevas conquistas. emprender Respecto al grado de progreso i riquezas a que llegaron con el tiempo estus centres de poblacion aislados entre tribus guerreras e indomables, sera materia mas adelante
de una parte
especial
de este libro.
CAPITULO
jLIBERTAD
0
XIII
MUERTEÎ
do la couquista de la Araacanîa.- -Los conquisAfio de 1553-Prsperidad tadores en au apojeo. MnEl loon de Arauco i las àguilas impériales. danzas de la vida.– La» trovas del poeta.El pueblo araucano.-Fundacion de Arauco, Tucapel, Puren i la ciudad de Angol. Repartimientos de arancnnos. Esploracioneu del lago Ranco.– Reconocimiento del Esclavitud de future Osomo. Euplotaciones do lavaderoe de oro. los araucanos.– Poblacion de Chîle.– Primeros sîntomas de rebelion de Reuniones de caciques.-Parlalos araucanos. A«osinatoa i asaltos. mentos de Angol i Tucapol.– Discursos convocando a la gnerra.-El pueblo araucano de pié.
1
Valdivia i Villa Rien, aparecia el Imperial, de la conquista arauaûo de 1553 en todo el resplandor i su feliz caudillo habian cann. El ejército conquistador Fundados
de su apojeo. El leon de Arauco estaba rendidu
tocado
el cénit
La patria araucana las de Castilla.
dormia
a sus pies. encadenada por las âgui-
El sol de la conquista lucia mas esplendoroao diante que nunca lo vieran sus mortales adoradorea.
que se alzaba entre las opade un pueblos 41 parecer veqci4o i hamilU-
Era el astro del triunfo cas sombras
i ra-
141 que lo ataban pero que |ai! al- remover las cadenas se levantaria jigante. Los vencitlos de un dia pasarian a i en très siglos de heroismo ser los eternos vencedores de de martirio. Pues esa es la dura lei de las mudanzas do
la vida i como canta
el heroico
poeta castellano:
'•Muchos hai en el muudo, que hau llegado A la engano3a alteza desta vida: Que fortuna los ha siempre ayudado, 1 dâdole la mano a la subida, Para despues de haberlos levantado Derribarloâ cou misera caida, Cuando es ineoor el golpe i sentimiento, 1 monos al parecer que bai mudamientos. No entienden con ia propia bonanza Que el contento es principio de tristeza, No miran en la sùbita mudanza Del consumidor tiempo i pu presteza; Mas con altiva i vana coutianza Quieren que en su fortuna haya finueza, La cual de au aspereza no olvidada Bevuelvo con la vuelta acostumbrdda."
II
Las posesiones adqui ridas por el conquistador aun. no le satisfacian vastae rejiones araucanas
en las
mas i mas el Imperio que sjfiaba. Al efecto, a mediados de 1553 ordenada fundar el fuertd Arauco, que di6 au nombre como hemos dicho a la Anhelaba
c8tender
rasa viril objeto de este libro, i por fin Angol; coatro nuevas el conufon
de la tierra
i luego Tuoapel, Puren, en fortalesas lerantadas
conquistada,
142 de los Confines, por haber Angol recibia el nombre de las de la jurisdiccion sido fundado en los terminas de suerte que i de Imperial; de Concepcion ciudades era el lazo de union que ligaba ambas ciudades. no reconocia La actividad febril del conquistador mites en este ano que hemos llegado, el mas grande
lide
vida: Fransu gloria i el ultime de su ajitada i guerrera cisco de Villagran partia por el paso de Villa Rica a de Ulloa por Francisco descubrir las rejiones arjentinas; Aldede Magallanes; mar a esplorar hasta el estrecho rete se dirijia la Araucania.
a Espafia
a dar
cuenta
de
de la conquista
a se encaminaba despues el miÂťmo Villagran las orillas del Ingo Ranco con el objeto de fundar la ciudad de Osorno, poblada despues. como cosa propia Los indios habian sido repartidos Luego reconocer
A Aldcrete por los conquistadores. al rio araucanos desde el Tolten
le fueron Valdivia;
cedidos
los
a Villagran habiase de-
al Cautin; i por fin Valdivia de-;de el Cautin al Biojado para si los que habitaban Bio, en la rejion de la costa, cuyo numĂŠro se hacia ascender a cuarenta mil.
desde
el Tolten
III
]on arauya por completo a la esclavitud en pago se les comeneu temtorio, canos i conquistado zaba a obligar a trabajar en los lavaderoe de oro que prinSometidos
cipiaban
a esplotarae
este aiio en lu
minae deacubiertas
143 en Concepcion, Angol, los mas
Val(livi&i, abundantes
Villa-Rien, de todos;
i sobre
todo
en
pues se estraian
granos basta por valor de doscientos pesos. A esta época apenas pasaban de mil los habitautes espaiioles que poblnban el pais. Tan corto numéro de i el imperio conquistadores riguroso que empezaban a ejercer en una tierra cunjada de hombres vigorosos i resueltos ccnno eran los araucanos, no pudo ménos de
liaccr
nacer
en cstos
la idea
i fué la seinilla fornidos
que empezo i levnntados peclios.
de un levantamiento; a jerminar dentro cle sus
IV
En tanto vista
que los conquistadores de la tranquilidad i sumision
jinaban
crefanse ciel pueblo
babian
felices
en
que imaese mismo
conquistado para siempre, mas tremenpuehlo tramaba una de las conspiraciones das que deberia dar en tierra con el poder de Castilla en el suelo de Arauco i hecho rodaipor él la cabeza del
jefe conquistador. La escitacion damente
desde
Lamentabanse
del pueblo araucano mediados de 1553.
hacfase
n9tar
sor-
los araucanos
se les obligaba a soportar plotacion de los lavaderos
de las penalidades que en el trabajo forzado de la esde oro; los castigos
bre que sufrian diariamente. Ademas les aflijia el pesar de ver arrebatadas jeres i sus hijos, que pasaban a ser propiedad de los invasores.
i el hamsus muesclusiva
144 Las damas
castellanas,
en efecto,
a fin de ostentar
un
a la Iglesia segala de presentarse indias esclavas; asi como guidas de un largo séquito de los caballeros a honor tenian poseer gran numéro de pavano hacian
orgullo
jes de la misma raza para satisfacer igual orgullo. Todas estas pompas efimeras eran por supuesto tnirai escladolor por la raza conquistada das con profundo vizada. El
no tardaria
dia de la represalia
sin embargo
en
llegar.
V
fué levanPoco a poco un oleaje de viva indignacion tàndose de un estremo a otro de la patria del araucano. aislados de espaComenzaron por cometer asesinatos en los asientos mineras, tales como foles i yanaconas en las minas de Dullimbavida (monte de ovejas) cerca de Angol. Luego
de la provincia de Picurco, el Cautin i el Tolten; i asi sucesiva-
el asalto del fuerte entre
comprendida mente.
las grandes juntas en que empeEn pos principiaron i a unirse en un solo los caciques zaron a convocarse araucana, que tan fuerte i podecuerpo la nacionalidad rosa habia
de hacerla
Al efecto, citaremas !on caciques acudieron que se alzaba
en brève. una
de estas reuniones
a la que
del oprimido pueblo principales En ella estr de su libertad. en conquista
145 ban
Angol,
Tucapel,
Gaulemo,
riguano, golmo, co
Cayocupil,
Lincoya,
senor
Peteleguen, i
Tomé
Caupolican,
habianse
Elicura,
Lavapié,
convocado
del
valle
de Arau-
todos
el jefe
elejir
An-
Colo-Colo,
Andalican;
para
Ma-
Pa;cabf,
Marapne,
!os dcbia
que
cuales condu-
al combate.
cirlos La
nos
leyenda
insurreccion cudir.
da
jeneral
asf una los
que
idea
del
primer
araucanos
intento
de
para
sa-
hicieran
de Castilla.
el yugo
VI
Otra
I la tradiccion boca
de
llamado
al
uno
de
babian
sufrido
por
manos
de
jion
pretendian
mos,
los
de An-
llanos
araucanos
con
el mismo
como
carga guemos
hombres
oh!
el siguiente
pone
caciques
tan
como
ellos
hombres si somos
bestias,
nuestros
guerreros!
nuestra
antigua.libertad,
i somos
en numéro
que i en
como agravios
tenemos
esfuerzos
de reli-
capa
j,Sosujeto-
^Crecimos
i libres,
i azotes
cervices
servidumbre?
o bestias?
hombres
palos
con
que
cô-
"que
a sus
pesado
al
acudido
les grita
indignado yugo
discurso
habia
que
pone ri c 3 en compléta
Pues
o libres?
los
echar
ventura,
por
respecto
Alzandose
jeneral.
mo
(1)
mil
tres
en
de la insurreccion.
ohjeto
en
celebrabase
se juntaron
donde
gol,
reunion
gran
cumo
sufrimos
animales? i manos
superiores!"
Ven-
recobremos como
ellos
(1)
Rosale*.
19
146
VII
Continua
la tmdicion,
de los pueblos, debia conducir
esta historia
manifestandonos a la inucrtc
popuiar
i querida
que elejido cl jcfc que o a la Victoria lu puoblo
el modo de arrodormido pensando quedôso i entre el parojismo del sueal su suelo de enemigo, jar fio una vision le bablô, i le dijo: (2) el cargo "{Que ternes siendo tan esforzado! Acepta sobre tus homi tomn las armas i el peso de la gueira araucano,
bros, i acomete primero a la casa fuerte de Tucapel Llama entre tus peleas mi nombre i venceras, que yo soi el anuncia,dor de casos futuros i me llamo Cheburbue, que es lo mismo que rayo A este desperté sobresaltado instante dispûsose a la luclia.
i exhalacion." el jefe indio; i desde ese
indios a un gran parlameuto a los guerreros en Tucapel, i tomando una lanza en una mano i una fleclia eu la otra, babioles asf: i tomais los "Vnroncs esclarecidos, que tlescendeis de los fieros leones, tigres bravos, rapantes nombres Convocô
Ahora es el tiempo boharies! i despedazadores aguilas venas i en vuestras ai'de de la el valor sangre que que al valor de vueatros nomcon osadfa correspondiente (2) tanle.
Elit.. primer
jofe
ik'be
crwree
Lauloro
i no CnupoUcnn,
que
figuré
mnr
como leones i tigres bres, ncometais mins i dientes a los que injustamento vuestras tierras i os echan de vuestras
a despedazar os acometen casas.
^Quc i sefiores
con en ra-
zon hai para que siendo v osotros duefios de vuestrns tierras, conqintais naque vengan estranjeras ciones a echaros de ellas? $Por. que habeis consenticlo que os dominen se Io estorbasteis duenos
estos espanoles, cuando con tanto valor a los incas? Como les habeis hecbo
de vucstros
hijos, mnjeres
i de
vucstra
propia
libertadJ "I no solo les habeis con
sino
ricas
minas
cada dia os imhonen plir a palus i azotes.
vuestras franqueado de que no harti'wdose
haciendas, su codicin,
nuevos
hacit'ndoos cumtrabajos, se sujCu&ndo la nacion araucana seûor? ^Cuândo nuestros antepasados die-
jet6 a ningun ron la obediencia libertad
a nacion
perdida;
Cobremos alguna? recobremos nuestras tierras,
demos
nuestra no queque co-
ninguno que como leon no se enfurczca, mo tigre no acometa; pelecmos por la patria, por les hijos, por las mujcres, por nuestras haciendas, que ya en Arauco se estân levantando banderas en nuestro socorro i ha despachado
la flécha a Impérial i a toda la tierra! todas las armas i estad a punto, que yo se"jAprestad ré el recuperador de la patria i vuestro libertador!" (1) VIII 1 fué asi como Arauco
se alzo a la guerra. La leyense encargaba de ntesorar desde la cuna
da de la patria loQ hechos para (1)
Bosales.
depositarlos
en el cofre de las hazanas
148 en agontas hoi es raza cuya existencia nada mas que una leyenda, 没nica si toda una leyenda, se quiere en los siglos, ya por la poesia que la rodea i de
la her么ica
lo romancesco eu historia.
por lo verfdico de de patriotismo i de heroismo
de los sucesos
jEjemplo
eterno
como
legado por esta raza ya al estinguirse; de leccion perdurable ejemplo que en toda 茅poca servira a los pueblos sin distincion de banderas ni de nacionalisobrekumano
dadesl
CAPITULO
XIV
LUZ I SOMBRA Asaltos al fuerte de Tucapel.-Astucia de Ion araacanos. Derrota de la Marcha de los derrotados a Pugnarnicion. Destruccion del fnerte. ren.-El vrlle de Elicura. Una procesion oriiinal. El levantamiento.– Laataro.~Su fignra militar.– Postreros dias de Valdivia. –A la vista de las ruinas de Tncapol.. El Estado Arancano acostnmbrado A dar leyes, mandar y ser temido, Viéndoee do nu trono derribwdo, Y de mortales hombre@ oprimido; De adqairir libertad determinado, Reprobando el spbridio padecido, Acude al ejercicio de la espada Ya por la paz ocioea desasada. Por dioses, como dije, eran tenidoe De los indios Ion naestron; pero olieron Que de mujer y hombres eran nacidos, Y todan sas flaqaezas entendieron Yiéndolos a miserias sometidos El error ignorante oonocieron, Ardiendo eu viva rabia avergonudoi Por veree de mortalea conquistadoa. (Eràlla, Canto IL)
El
sitio del
fuerte
de Tucapel, alzado en una esladera de una vasta meeeta carpada cuyog pies lame mansamente el rio de aquel nombre, habia sido destinado por el pueblo araucano insurreccionado en que habia de manifestarae la enérjica en todos
tiempos
i en todos
para teatro
protesta los Mglos acostumbran
que le-
150 vantar
los pueblos
tad oprimida: Pero Chile
esclavizados
en conquista
de la liber-
la revolucion. debia estar elejido
para exhiber ante el mundo las cualidades del mas raro heroismo de que haya ejemplo en la historia como el que iba a dar el araucano en tres siglos de sangrienta pelea; pelea que solo terminarfa
se estinguiera el eco del ultime combate con el ûltimo araucano caido al pié de su lanza i de su bandera, clamando el sacrosanto nombre de la pacuando
tria.
jDigno ejemplo de emulacion forzados i viriles de la tierra!
para
los pueblos
es-
II
La guarnicion del solitario al mando del capitan Martin mente
un dia de diciembre
i lejano fuerte de Tucapel, de Ariza, yacia tranquilade 1553
al ocio o entregada de vida del soldado
la molicie, que esta es la condicion que no presiente llegar la hora de los
combntes
por
venir. Vése
un grupo de penetrar al recinto de la fortaleza cada hasta el numéro de ochenta cargando indijenas cual haces de lena i pasto; provision de que diariamente se surtia el fuerte, como era de costumbre. Finjen estar estenuados por la fatiga de la marcha. De subito descubren las armas que traian escondidas Arman sus flechas entre la lena i el pasto de provision. i empuîlan
el garrote
con la rapidez
del rayo i se ava-
151 lanzan
contra
los soldâmes
de la guarnicion.
Repuestos éstos un tanto de la astuta sorpresa, empufian a su vez las su va s. Logran arrojar a los astutos asaltantes; pero estos unidos al vigoroso ejército araucano que sitiaba a la era de gloria
ocultnmente
el fuerte, dan principio de inmolacion voluntaria. Durante
cuatro
fiados en continues
dias consecutivos i repetidos
ponen
i
sitio, cmpe-
asaltos.
El jefe de la plaza compremliendo nible su situacion, abre un portillo
que era insostela secreto durante
i huye a Puren, a la pïotejido pur la oscuridad, cabeza de los diez guerreros de que coustaba la guarnicion. noche
Lucia
el quinto (lia del porfiado sitio. Tucapel estaba A las pocas lioras solo escombros de desguarnecido. ruinas humeantes Lus huesteg de vefanse eu derredor. Arauco
cautaban
victoria
sobre
ellas.
III
El camino desde
estaban abierto.
ent6nces
La luz del porvenir a los vencedores.
Al pasar por cI encantador cion a Puren la guarnicion
vallc de Elicura
guiaba en direc-
no fué poca su derrotada, soi-presa al ver que eran recibidos en el camino por una larga procesion de jGvenes indias e iuclios cantando algunas oraciones, segun Rosales, que les habian ensenado los misioneros.
Su
objeto
era
cojer
vivo a los que
152 huian.
en tan astuta red a Sin embargo, no engarzaron de Tucapel. los desgraciados AI llegar al dia siguiente a Purcn, los revolucionnrios de la tiebra La
estaban
todos sobre las armas.
sublevacion
primera
araucana
del sigle XVI
es-
tallaba. Et dique de indignacion El triunfo de Tucapel por do quiera Araucanfa.
en las
resonaba
El leon de Arauco
indijena rebalsaba. era el grito de combate selvaa i montes
a las aguiempezaba a imponerse sido el vuelo mui alto que hubiera
las imperiales por emprendieran que desde un principio alas de ilusiones embriegadoras. Arauco triunfo
habia
que de la
encontrado
su caudillo
fuscilladas
en
que lo guiara
al
o n la muerte. del sentimiento aquél jénio de la guerra, i del esfuerzo viril, alzabase como la encarnacion
Lautaro, patrie viviente
de las pasiones, de las ideas, de los sentimiende las costumbres, del jenio, en fin, tos concentrados, de una nacion: era el jenio identificândose con el jenio mismo.
IV
El alma i el corazon rreccion en
de su libertad
el alma
i en
dé Arauco
que llamaba a la resuestaban pues refundidos
perdida, el corazon del insigne
i bravo cnpitan
indio, cuya adelante.
i preclaros
vida
hectios
estudiaremos
maa
de la casa de Valdivia, donde hacia el oficio de palafrenero, a dispoponia en estas horas supremas sicion de su patria su brazo i su jénio de caudillo. Fugado
Ante
la lanza
el pendon
rendirse Pues
de este
nnimoso
guerrero
indio,
debia
castellano.
a él i no a otro
el admirable
débese
i habilfsi-
mo plan de batalla de Tucapel que diô por resultado la compléta derrota i esterminio del ejdrcito espaiiol en aquel sitio, que fué una tumba, sin poder escapar con vida ni el mismo
conquistador.
En efecto, conociendo ca de los conquistadores
Lautaro
mui de cerca la tacti-
i titis defectos
i sus cualidades
desde que habia vivido entre ellos mismos, personales, opuso cualidad a cualidad, defecto a defecto; i el triunfo fué suyo. el fueren que se habia levantado te destruido de Tucapel, ordenô su plan de batalla a fin i batirlo. de esperar en él al jefe conquistador Su plan consistia en fatigar el ejército enemigo con el En el mismo sitio
i numerosas de divisiones compactas ataque repetido sucesivo. Derroque debian entrai* en batalla en urden una, seguiria otra i otra con el numéro de sus fuerzas.
tada
clarara
ahogar
al enemigo
jefe indio a la cabeza de la tomarfa por el flanco al enemigo cuando se deen derrota, i le cortaria la retirada.
Miéntras réserva
hasta
tanto
el mismo
tnvo la exelsa gloria el bradisposicioues de verlaa coronadas por el triunfo Lautaro,
Tan felices vo i astuto
10
184 mas décisive
que nunca viera sol de su azul firmamento.
Arauco
bajo
el radiante
V
En tanto, [que era de Valdivia i sus huesfes ante la astuta celada que le urdia lejos del hogar su propio pulafrenero i cmitivo de la vispera i hoi convcrtido en el araucaria? primer jefe de la nacionalidad Valdivia habia salido de Ooncepciun a sofocar la incor/io en efecto eurreccion– que amenazaba ser jeneral, lo fué– el dia 24 de diciembre, en la tarde de 1553. partia con 15 soldados de caballerfa, pero con el propâsito de ir cngrosando sua filas poco a poco en el trayecto que mediaba desde Quilacoya, por donde pasô, Apenas
hasta
el fuerte
de Arauco, AU( aîcanzô el numéro
caballeros numéro
como de
sucediô"
sus soldados
bien montados, seguidos de indios auxiliares.
asf en efecto. a cincuenta
de un considerable
numéro Valdivia séria sorprenil cou tan reducido dido por seis mil guerreros indios! Con esta tropa marcliaba el conquistador desde el fuerte de Arauco el 31 de diciembre en direccion a Tuhubiese sido destruido. capel, fuerte que ignoraba En la noche acampo eu las del rio Lebu màrjenes un paraje denominado Laba-lebu. Husta
en
alli, en todo ese largo trayecto que média entre i el rio Lebu, no habia ocurrido novedad. Concepcion Parecia que el leon de Arauco hnbfase dormidopara siempre.
155
VI
Pero inducido
el precavido i esperimcntado caudillo conquistador por uno de aquellos ocultos presentimientos que suelen hacer entrever a nuestros corazon lus misterios
tenebrosos
estân
ya prûximos para nuestros
mo
dulzura
durante
de un porvcnir cuyos bellos mirajes a tornarsc en negro i horrible abise ilusiones con acariciadas halagos
toda
una vida de csperanzas i de noble envio una avanzada de descubierta; pero la avan-
lucha, zada no volvio nuis.
la marcha i luego tropiezan Prosigue mutilados de los soldados de la avanzada
con
lus restos
arrojados
en el
camino. i aun quieo rétrocéder midiendo con intrandel peligro a que se esponia. quilo animo la enormidad Pero eus guerreros le animaron a proseguir. Flaqueza Titubtô
no podia caber en el espfritu del conquistador; pero lai! el paso dado por el gran capitan, seria el primer peldafio para volar a la eternidad con sus triunfos i sus glorias envueltas en el negro manto de au ûltima i fatal desgracia!
VII
El 1? de enero nns a la vista combroB.
de 1554, estaban las huestes castelladel fuerte de Tucapel convertido en es-
156 habian de Castilla i su insigne El ejército capitan que por su mal se cavallegado al borde de la tumba ran. El sol de Espafia empezaba a oscurecerse eclipsado por el sol de Arauco. IIé ahi dos potencias frente a frenArauco! i jEspafla en el viejo i nuevo vencedora la oema te Espana, nunca hasta allf se puso el mundo, en cuyos dominios ahora en breve a los piés del pendon i«ol iba a postrarse de Arauco. pueblos
Oh!
mudanzas
i la* naciones!
eternas
Arenas
tuon de la ola i el viento silbador!
de los siglos, de los
del mar, jaguetes
perpé-
CAPITULO
LA RESURRECCION
XV
DE ARAUCO
Ailo do Iâô4. -Tomerosa marcha del ejército conquistador.– A la vieta dp las ruinas de Tucapel.– Principio de la resurreccion de un pueblo.del Sûplica yanacona Agustîn.– Advierto el peligro.– Una centinela del ejército indio. Desaatrosa sorprewi del ejército conquistador. –Lautaro, caudillo de Arauco.– La batalla.– Admirable plan de combate de lo« araucanos.– Combaten por divisiones.– Temibles encuentros. Derrota de las dos primeras divisiones araucanaa.– Cantan victoria Ion espaDoles. Lautaro.– Discuwo de ente.– Renuévai» la batalla.-Derroy ta Ercilla de Valdivia. Es hecho pri«ionero. Su pre«encia en el campamento araucano.– Su muerte.– Personalidad de Valdivia.– Fin dol descubrimiento y conquista. 1
Como quién se escurre silencioso i temerosamente por entre las oscuras sombras de l6brega noche tras dificil acercàndose eaupresa que cojer, asi iba el conquistador teloso a los destruidos de Tucapél, paredones presintiendo ya, acaso con mas claridad, el terrible lance que le esperaba. Ya cerca yanaconas el famoso
del arruinado llamado Lautaro,
uno de sus aparéceselé Agustin, que le servia de paje como i dirijiéndose al conquistador, dicele fuerte,
en tono suplicante. "Deten, esperan mas
seÕor, el caballo; mira a donde vu, que te indios. que yerbas hai en esta campana;
158 mira que otro me dijo a mi esto, sin duda para que te lo reverse; vuelve la rienda, que vamos perdidos" y respondiéndole que cra una gallina, que callase, le torn6 a decir: tambien
Tues
moriré
varaos, ya que quieres donde tu murieres." (1)
morir,
que yo
A poco (livis(Sse una india de pic en que permanecia medio de una sementera, refiere el mismo Itosales. Valdivia ordeno" a un negro llamado Anton que fuese en busca
de clin i la hiciera
prisionera,
para "tomar
lcngua
de elln." Cuando
el negro apénas ponia el pié en el estribo, lanza la india un pavoroso grito i de subito vënse rodeados los conquistadores por una musa de araucanos que, echados cle hruces en el suelo i estendidos en forma de media luna, esperaban al ejército enemigo para sorprenderlo i cercarlo. Valdivia puestas
divide
soio
en tres
do cuarenta
cuadrillas i tantos
sus
huestes
com-
soldados
que le queausiliares o yana-
daban, apoyados por tres mil indios conas que le acompanaban. El ejdrcito araucano raandado por Lautaro estaba disde observar el puesto en todo <5rden i en disposicion plan de batalla que ya hemos senalado. II La primera mente contra dispersarla
(1)
RoMdw.
Quadrilla
de
acomete espanoles division araucana,
la primera despues de supremos
esfuerzos.
terriblelogrando
159 Al punto preséntnse una segunda division de araucalos espacios con sus alaridos i nos, haciendo estremecer roncas trompetas como la primera. La lucha se lmce
encarnizadfsimn
pur ambas partes. Como dudase del triunfo reuue todos los Yaldivia, soldado que le restaban i a la cabeza de ellos arremete en apoyo de los suyos. La batalla se liacia jeneral i cada hora mas encarnizada i horrible. Losjinetcs los pelotones
castellanos
arrollaban
que los acometian de flecherfa.
didos les espafioles, la segunda division victoria,
en realidad
jjVivn
ciicunstancias
Espana!
desde
empezaron Victoria!
Concepcion. deiTota de los suyos,
i casi ren-
a cantar Viva
Es-
es cuando
el poeta cantor de supone a Lautaro cleser-
el egréjio Ercilla, ejército castellauo en tales habfalo
con lanzas,
ya estenuados
vencedores
esta batalla, tado del
corccles
veu con grun jitbilo clue se dispersa que les habia embestidu.
del todo
grintando:
paria!" En estas
sus
de imlios
garrutes i Uuvias AI fin cuando se encontraban
Creyéndose
con
inomentos
lieclio
cuando
ya mucbo antes, fugandosc Notaudo el valeroso jeté indiu la habriales
clicho:
0 ciegajente del temor guiada! 44 4A dé volvcis los temerosos pechosî Que la fama en mil afios alcanzada Aquf percée i todos vuestros hecho. La fuerza pierden hoi jainas violada Vuestras leyes, lus tueros i derechos: De sefiores, de libres, de temidos, Quedais siervos, Bujetos i abatidos.
160 Manchais la claraestirpei descendencia, CI1 enjerisenel troncojeneroso Unaincurable plaga,unadolencia. Undeskonor ignominioso: perpétue Alirad deloscontraries la impotencia, Lafaltade!aliento,iel fogoso Latirdeloscnballos las hijadas u Llenasdesangrei desudor bafiadas. IlNoosd&nudeU delluibitoicoatuinbre, t abuclos Quedenuebtros mnntenemos, NielAraucano nombredelacumbre Aestadotaninfâmedenibemos: Huideîgraveyugoi servidumbre, Aldurohierroosadopechodemos: h |Porque'raostrais esforzadas espoldas reservadas? Quesondeluspeligros Fijadestoquedigoenla memoria, ohvaturbando, Quecl ciegoi torpemie<lo Dejaddevosal mundoeternaliistoria Vuestra sujetapatrialibertando: norehuseis Volved, tangranVictoria, llamando: Queosestael hadoprospère Alomenosfijadel piélijero, Vereiscomoendefensa vuestramuero." III La porfiada batalla renudvase de nucvo con sin igual teson. Una tercera division' araucana sale al campo de la lucha. Las fatigadas huestes espailolas priucipian a flaqaear, apesar de su primer gozo de victoria. Sus soldados i caballos
estaban
rendidos
de cansancio.
161 Sin sus
desaientarsc
iuerzas; las
esto
por
embiste
con
todas
intento. a
cornetas
Era
replegnrse.
el
piincipio
fin. liacemosf
";Qué ''Pelear En
a la vida
Xnda! i ficru Las el final Ya
del
posiblc
eu taies
vencidos ataque.
lanzas
vuelve
toda
valcutîa
da
a la
cl ûltimo
adios
encantos. lucliaba
con
cl indomable
selvas.
tocan
a la cabeza
quinto
capitanes.
a replegarse
por
vez.
segunda
Era
drama.
no era
Los
a sus
desosperacion
El ccrvatillo
de las
cornetas
Mas, taro
i sus
N;u'.a! tigre
suprema con
quien
Valdivia se le contesta
morir,"
de
como
cterno
exclama
hasta
instante
carga
las
iuûtil
pero
Tocan del
Valdivia
la lucha.
instantes, de
caer
déjasc
la réserva
no se rinden; Todos
l'idnsasc
ruedan
solo pur
en la fuga.
el Banco
Lau-
de su ejoicito. no
obstante,
intenlan
un
por
los
al golpe
de
suelos
lnutarinas.
IV
Valdivia
rozo hye; seguido de un clérigo apellidado peru cansado su caballo i cortndu por los araucanos que le seguian es derribado de su caballo i liecho prisionero. Se le desnuda; se le atan las manos por atras i asf es conducido al campo de victoria de los araucanos. Ni un solo soldado La batalla
espanol habia escapade de Tucapel era pues una horrenda
derrota: 21
162 una verdadera la patria
hĂŠcatombe
para las armas de Esparia
en
del nraucano.
{Contrastes duros i crueles de la vida humana! Valdivia el arrogante, el audaz descubridor de la Araucania, vencido i humillaconquistador do a estas korns por sus mismos esclavos. Mas aun: por ese mismo Lautaro el cautivo i sumiso relihe Lautaro,
el brillante
cuidador en campai un pueblo
c invencible
la vispera, bâtai la i transformado
de caballos vencedor
vencedor
del amo
hoi
en rei i scuor de todo
i altivo!
V
Valdivia a presencia Llegaba prisioncro el infortunado victoriode la reunion que celebraban ya los caciques atadas las manos atras, enPresentabase desnudo, el rostro, desfallecido, triste, taciturno i sin sangrentado de sus pasadas glorias que le acompafiase en su inlortunio que cubria su que el casco de guerrero i guerrera imico alli de su bntalladora caheza, testigo
mas recuerdo
vida de soldado
i conquistador glorioso! Grande fud el alborozo que tuvieron los capitanes toriosos con la presencia del caudillo vencido.
vic-
al momento; pedian su muerte quienes le ĂŠstos le motejaban Bometieran al mas barbare suplicio; de que habia sido enp.migo de la patria i de su libertud; Quienes
aquellos, en fin, que les habia traido de otros mundos sus tierras, sus jentes estrnfias para' que let; arrebataran mujeres i sus hijos.
163 en medio
de su dolor i dirijiéndose a su antiguo criado, el grande i vencedor Lautaro, le ofrecia en de que se le librara la vida la cantidad premio de dos mil ovejas i la promesa de que :1espoblaria las ciudades recien fundadas i sacaria a todos los de la espauoles tierra. Valdivia,
con su antiguo amo, tentado esla mayorfa se oponia a que se le perdonas«; pues decian que no debia darse créditù a la palabra de un rendido. Lautaro, compasivo taba a salvarlo; pero
Al fin, resolvitfse te dia i délibérai*
dejar vivo a Valdivia para el siguienlo que debia hacerse con t'1 i celebrar
con chicha
i con gran aparato la feliz victoria. En tanto, a los demas se les habia cortado prisioneros la cabeza, i clavandolas en picas, las llevaron a vista de Valdivia.
VI
No cupo perdon Todo conquistador. El furor las crueldades quiatadores,
posible por fin para estaba. perdido. i el recuerde que permanecta
en Arauco
de
que con sus hijos habian cometido los conlos indujo a dar desapiadada muerte al triste
prisionero. Se le iba a matar segun la eostumbre rra del vencedor Arauco. El horrible
el desgraciado
suplicio
estaba
i las leyes de gue-
acoruado.
El dia fijado para él concuirieron de todas vecinas hombres, mujeres, ninos i ancianos.
las tribus
164
era
Aquello Entre
los
cieron
un
semi
nacional i los
cerco.
gran las
(1),
fiesta
concurrentes
un
quis
una
lanzas
cfrculo
triunfantes
guerreros en
derredor
de
al
ellas
hi-
medio
formando
fléchas,
vencedor.
pueblo
Clavaron
y en
del
los
mismo
los
to-
tiempo i an-
caciques
cianos. Valdivia morir
di en
dos
traido
meu.^
alli
para
«e
aquel
cfrculo
en
efecto
Valdivia,
Debia
ajusticiarlo. a
de
presencia
to-
(2). Conducido
noa
alli atras
por
como
lo
habian
le
hecho
ataron
las
cuando
fué
ma-
tomado
prisionero. Se
enni8tnS
I)»t
|»retendid<»
<l«s
i d<' En
de
enseûorearMe a
ein
ser
visto
de
pe
con
una
maza.
ri«l»
sénat
Estalla
un
una
las
gran
seguidu
liaci<'n<lola
Espede 8«guiœo»
i de otros
de
jente
ha-
mun-
ellos: un
le acesta
en
de
cay6
la
araucano
capitan cerviz
subito
mortai
de
gol-
he-
espars
rayo.
sobre
fin n pu
de
convenida,
caudillo
de
tierras todos
Valdivia,
desdichado como
(2)
de
una
esclavizarlos
querido
sus
pohlar
eato,
El
haber
el
vocerfa;
se
cuerpo
inerte
repetidos
teinblar,
de hacha Boulet.
golpes como
de piedra
signo
que lervi»
alzan
las del
en
la
de
su
de iiuigiù»
lanzas
infeliz tierra
i
luego i
Valdivia, con
los
pies,
valentfa.
de mando
a los jefet
in-
165
VII
La ceremonia
no estaban tenninada.
Ace*rcase uno de los victorioso
i rasgandole el corazon en cuya
ganta al pecho, le estrae dos se apresnrnn a untar
de la garsangre to-
las punta? de sus fléchas. Luego es dividido el corazon en mil diminutos pedacitos que toca cada uno de los caciques los reunidos, a unircuales, en comicndolos, quedaban comprometidos
se siemprc para la guerra tra los espaîiolcs." Hecho
lo cual
i tencr
cortaronle
':un solo corazon
la cabeza
con-
i los miembros
de las piernas de cuvas canillas hicieron flautas para celebrar en sus fiestas tan preclara victoria. El cuerpo se arrojo al campo para que sirviera de banqueté a las fieras i a las aves de rapina. La cabeza
fué clavada
en
una
lanza
corno
lema del
triunfo. 1 refiérese
que se la disputa llevûsela a su choza.
quien Tûvola
su propia
el cacique
enarbolada
a la puerta de ella, en alarde de vic'.oria.
Caupolican, clavada
en
lanza, Despueu se la écho a cocer i su casco sirviô de funeral copa en que Caupolican bebia cbiclia en las fiestas
de grandes solemnidades en ella sopatrias, brindando lo con los mns poderosos caciques de la tierra. Estn cabeza fué heredandose de descendiente en descendiente
eu la famjlia
de Caupolican.
166 Mas tarde, en el trascurso de los afios, miento era sacada a luz para estimularse a la guerra contra sus opresores. Tdl fué el triste fin del descubridor
en cada alzaunos
a otro
i conquistador
de
la Araucanfa.
VIII
Valdivia
dej6 ligado para siempre su nombre a la gloria inmortal que le conquistnron sus propios preclaros hechos coiiio hombre de jénio estraordinario, de soldado i sagaz; de administrador i conquistador esclarecido i de altas miras, tan feliz en su carrera de conquistas como desgraciado en el eclipse de su vida. en otro sentido el cronista Rosales dice Juzgândolo audaz,
atrevido
deél: "Fud
mui libéral
con los pobres, dadivoso con todos, fâcil en perdonar injujeneroso en remediar huérfanos, rias, ajeno en vengarlas. "En
lo natural
de buen
rostro,
blanco
i rubio,
galan,
aunque mediano de cuerpo, afable, cortés, magnanime, de buen consejo i mejor resolucion, i de grande corazon que no cabiéndole en el pecho fué lance forzoso el sacârsele Otro conoci6
fuera." cronista
i contemporâneo
personalmente,
Gôngora
de Valdivia, Marmolejo,
i que le se espresa
asf: "Era
Valdivia
çinco alios; hombre
cuando
muriô" de edad
de buena
estatura,
de cincuenta
de rostro
alegre,
i
167 la cabeza cho
gordo,
espaltludo,
entendimiento
"Despues \o que
tenia:
andar
bien
todos. tas
pajiua
38).
he-
de
buen li-
limadas,
cou a
los
de
(Gôngora
de
amigo
hombres i humano
hombres
con
todas
es-
nobles
mujer
lo
que
oscurecia
que
con
en flar
cosas,
afable
los
amancebado
dado."
sus
bien;
cosas
contento
gran
i de
aborrecia
que
no bien
todas
i beber
dos
estaban fué
en
i lustroso
ténia
habia
nombre
pecho;
recibia
era jeneroso
virtudes:
cuales
palabras
fué* senor
vestido
Mas
ordinario
de
se
que
graciosamente."
i de corner
andaban,
de
mercedes que
cuerpo,
anclio
aunque
i hacia
béral,
al
conforme
grande
i de a las
espafiola,
Marmolejo.
Crônica,
IX
Conociclo
ya el teatro
tecimientos i
dieron
que de
conquista
historiamos, sus
sus
creencias,
propia
racter
como
dio
ûnico que
en todo el pueblo
ave sus
hdbitos, ese
harenios
a una signo
su alcance araucano
desde
sus
distintivo
de raza.
el
araucana que
mismo
empezaba dia
Tucapel.
FIN
en
imprimiéndole
era
DE LA PARTIE PRIMERA
vuelo
del
fin,
Es
a sus
pasiones,
nacion,
la nueva
existencia
en raudo
todo,
de la sociabilidad
acon-
descubrimiento cuya
de paso
preocupaciones;
personalidad
el
nacionalidad
cual
costumbres,
i los principales
resultado
por
la orijiual
pasemos
estudiar
de accion
que
da
un
ca-
el estumedir
para
a iniciar desastre
de
LA
RAZA
ARAUCANA
sus CRUMES! 1sus cosmos
CAPITULO
PRIMERO
EPOCA INCARIAL Beinado de Ion Incas del Pero.– Oscnridad Orfjenes de la raza araucann. del orijen de los araucano8.-La cieucia. Probabili'»d de una civilizacion estinguida en nuontro kucIo. MonnmentoJ '.ncontradoe.-»Indicios de nna antiquînima civilizacion. Opinionea de diveraos hi»toriadores.– Hnceseles proeePregantas que hemos hecho a los caciques araucanos. Rasa anteder de los tiirtaros, romanoo. asince, peruanos, noruegos etc. rior a la de los arauc&nos. Invasion incuaica i eu dominacion en Chile. MonuLlegan haata el Bio-Bio.- Reilidas batallas oon Ion araucanos. mcnto levantado en Quitacoya para adorar al rei del Perii.– Son arrojados del Bîo-Bio los peruanos por los araucanos. Fijan el Maule por limiTriunfo de te del Imperio del Inca.-Fin de la dominacion incosica los araucano.s.– Biencs que produjo la invasion. 1
de los orfjenes del pueblos araucano es la época que se ha llamado incarial; esto es, el tiempo del reinado de los Reyes Incas del Perà en Chile, allA en el siglos XV, hasta raediados La mas reinoln
noticia
que
tenemos
en nuesdel siglo XVI, en que terminé esa dominacion tro suelo para pasar a la de los espaûoles, obedeciendo e invaa aquella eterna evolucion de las emigraciunea
la
110 sioncs
de razas
sucesivas
el mapa dônde descienden
cainbiando
iDe jeu mas o menos
en edudes
de edades
que i el ôrden
van
del mundo. Cual
los araucanos?
es su or!-
Habran tenido lor cuna una probable? invasiones de que luiblatnos i que concluyen
de aquollas
tA cuantos siglos repor ahogar la raza conquistada? de est.a raza que tanto ha dado que monta la existencia u inhablar al mundo i que tanto lia llamado la ateucion versai! Lu ciencia verdad.
nada liasta
Vanas
conjeturas del espÍritu
tas aspiraciones Lo unico que
hemos
de ha podido decirnos de essolo vagan en derredor
ahora
investigador. llegado a saher
es que la exises mui reinota i han
de los iudijenas de America de una civilizacion sido descendientes
teiicia
antiquisima de uno de
que esos
al fin al golpe decay6 i se estingui6 el orbe, como universales cataclismos que transfbrman i caida de la destrucciun horrenda hécatombe aquella del Imperio
Ronnuio.
II
Los
mouiimeulos
encontrados
eu el Perd
a la choca de Amdrica puntos mieuto, asf nos lo atestiguan.
otros
En restos
nuestro
mismo
pais de esos monumentos
vilizacion de barbarie
se lian
i Méjico, de su descubri-
encontrado
que acusan
algunos un estado de ci-
super ior por supuesto al estado en que se hallaban nuestros indfjenas en el
i cultura
mui
171 de Chile por los espanoles. siglo del descubrimiento citaSegun refiere el sabio naturalista, seîïor*Philippi, do por nuestro modcrno, laborioso e ilnstrado liistoriador José Toribio
en Atacama en el caMédina, se encuentra mino llamado de "Las Pintadas" "una pared perpendicpartifi lar, casi de seis pies de alto, lisa, en parte trabajada cialmente,
i enteramente
cubierta
en la estension
de seis
por lo ménos, de figuras que no son otracosa que en la piedra i que representan perfiladuras grabadas huanacos de todos tamaûos, uno encima principalmente
pasos,
i nun'uno
dentro
del otro;
pero se distinguen
perros, zorras, serpientes bres son rards i no estvn
y pujaros. Figuras bien dibujadas." crée que esos Phiiippi
el sefior Annqne han sido obla de los incas del Periî
durnnte
tambien de hom-
grabados el tiempo
en Chile, es mas aceptHble que hayan que dominaron sido trabajo de una civilizacion mas antigua aun, si se atiende a que los incas no conocian el uso ni el alcance de tales inscripciones
en el granito.
III
que "en la misma provincia de Santiago en la hacienda de Cauquenes existe, a alde los banos, eu el valle de Rapiantu, guna distancia Puédese
notar
tambien
una piedra como de cuatro metros de largo, completamas o ménos superficiales, mente cubierta de grabados, o siinbôlicos, con su que ya lo supongamos antojadizos sino el empleo del fierro, acusan, eignificado propio,
172 de una raza la existencia segun se espaesa Humboldt, diversa de la que los espafiules o los peruanos encontraron en Chile; siendo mui digno de notarse que, como otras de su especie en Amdrica, se encuentra igualmen"nunca, dice te en las rejiones elevadas de la cordillera, taWhitfield, se ha hecho mencion de que se haya visto cerca de la costa" (1). les inscripciones en 1851 los bosques de LlanCuando se incendiaron una piedra labrada igual a las de los quihue se encontre a creer que aquella lo que induce zona estuvo poblada en remotos tiempos. de que la nos dan indicios Todos estos antécédentes molinos
del
Rhin,
poblacion indijena es autiquisima cuyo verdadero orijen se pierde
en nuestro en la noche
suelo; pero del tiempo.
IV
Sin embargo, muchos a einitir opinlones varias
historiadores
se han avanzado
de la a la procedencia no obstante de que los raza araucana principalmente, nada saben ni por tradicion araucanos siquiera de dônde ni cuando han venido a poblar este territorio. respecto
que a este respecto hemos dirijido a en diversas ocasiones, en nuestras esalgunos caciques con una nos han contestado eursiones por la Araucanfa, i se han reido. evasiva cualquiera A las preguntas
(i) J<m6ToribloM«àliUL-Aboi3«n«.
173 Frai
Antonio
de la Calancha, indfjenas de los tartaros
nuestros
color i las costumbres; cender de los romanos
Solurzano
supone que proceden del por la semejanza los hace desPereira,
aguilas que se por las supuostas encontraron en Impérial en las chozas de los araucanos; frai Gregorio Garcia, opina que nacen de los habitantes de Frisin; Scherer, imajina que proviencn de Noruega por el uso de pasar la flécha en tiempo de guerra; Rosales, observa que vienen de los espaïïoles de las islas Hespérides que al Bras!! i do alli se estendieron al resto del pasaron continente;
don José
Perez
Garcia,
dice
que emigraron de alli los que del Perü para Chile antiguos pobladoros dieron orijen a nuestros indijenas; M. Brasseur de Bourgvenibourg juzga que han venido a poblar invasiones das del norte. Segun cl las primitivas razas de América estuvieron a orillas del Orinoco i de alli se estendieron a todo el continente
meridional
de la América
gar a Chile. Estas y otras opiniones i pareceres na, nos manifiestan que nos hallamos
citados
hasta llepor Medi-
en una compléta de dônde pioviene
al orijen positive respecto el tronco de la raza cuyo estudio nos ocupa. Pero, es fuera de duda, que no data de mui remotos de la actual raza araucana. siglos la radicacion oscuridad
que la familia de los araucanos invadiâ nuestro territorio en lejanos tiempos en que yacia otra raza i absordiversa en nuestro suelo, la que fué subyugada vida por la araucana, segun los indicios que se han descubierto de haber poblado este pais un nûcleo de habiParece
tantes
que los araucanos i demas tribus este pais a la época de las dos iiltimas in-
mas adelantados
que pobiaban
174 vasiones espanola
la incusica que conoremoa: en el siglo XVI.
en el siglo XV i la
V Hemos
a la época verdaderamente histôrica i mas reniota que conocemos del la de pueblo areucnno: la invasion de los incas del Peni. llegado
Los
sobre cronistas, antiguos dan detalles mas o menos completos
todo
nos Garcilazo, del resultado de esa
invasion. estender los dominios de su Imperio el Queriendo rei Inca Yupanqui, hizo hacer en el terriesploraciones torio chileno i reconocer sus tierras. Al principio se reconocirt el desierto de Atacama hasta Copiapô*. Esto ocurria a mediados de los afios de 1400. Informado
del buen éxito de estos primeYupanqui ros reconocimientos, enviô a su jeneral Sincliiruca a la caheza de diez mil soldados a conquistar el pais recientemente
descubierto.
AI mismo ticmpo bacia alistar otros diez mil que mnrcharian en pos de los primerons. AI Ilegar a CspiapcS la primera division se mando* menvecinas a exijir que se aomesajeros a las comarcas tieran i obedecieran al liijo del sol, anunciando que no venian a privarles de su libertad sino a ensefiarles otra relijion i otras co^iumbres. De lo contrario que se apercibiesen para las armas. Hubo escaramuzas varias; pero a la vista del nuevo refuerzo de diez mil soldados que recibiG la primera division, hubieron
de someterse
los copiapinos,
175 de tropas llegatido cucrpos hasta la cantidad de cincuenta mil soldados, segun Garcilazo de la Vega, con los cuales conquistaron el pais Suces! vainen te fueron
lmsta el rio Maule.
se hizo en seia atios. conquista est? rio tuvieron una reuidfaima hatulla con
Al pasar
Esta
de Bio-Bio, que durû de que retirai-se, a la orilUi
lus indijena de lus cotnurcas cuatro a ciuco dias, tenieudo opuesta el ejéreito peruanos.
VI
el antiguo conquistador algunos que conociâ
Segun Olaverria
i cronista aucinnos
don
Miguel iutUos arauca-
esta invasion, refiere que el ejército uos que recorduban peruano cstendiu sus dominios hasta el Bio-Bio; pero que hostilizado
constantemente
se rtsolpor los araucano, del Impor îinea de frontera
viu al fin fijar el Maule perio, de donde, como lu hemos desalojados batalla.
tamiuen
visto,
al cabo de cuatro
fueron
despues
dias de sangrienta
dice que el ejercito peruano eutr6 a Chile por el camino que hasta hoi sirve de comunii Chile. cicion por Mendoza entre la Arjentina De que la dominacion peruana en Cliile alcanzô hasta El mismo
Olaverria
Olvverria por unas fortalezas utestigualo se cuyos restos aun en el tiernpo de este conquistador en los conservaban, que los peruanos habian levuntado el Bio-Bio.
cemos
del
rio Claro para defender
la frontera
del Bio-
Bio. El padre
Rosule?
cuenta
tjunbiei
que en Quilacoya.
176 de Concepcion, liabian leesto es, en las iamediaciones los invasores otra fortaleza. vantado igualmente 1 aun dice Rosales que en el fiempo que él viviG, es decir, en el siglo xvn, velanse todavia en Quilacoy a sieto piedras labradas formadua a guisa de pirâmides que "fueron puestas por los iudios del Perû para hacer la ceHamada
CaIlla Inga, que se hacia para la salud del que del rei Inca cada a no. Era este rito a semejanza remonia
el pat lie Juan de Mariana, grave historiador, para obligar a sus dioses todos los anos algunos les sacrificaban dioses escojidos; liacian
los cartajineses,
que, como refiere
i asi escujian los Incas dos niuos de edad de seis afios cada uno, varon i nuijer, i los vestian en traje de inca i i ligaban juutos, i asf ligados i vivos los lois embriagaban diciendo que el pecado enterraban, que su rei i seuor hecho
liul>iese
lo pagaban
aquellos
inecentes
en aquel
sacrificio."
VII
alcanztS No cabe (lutta, pues, que la invasion peruana liasta el Bio-Bio, de donde fué rechazada por los araucanos. Esta dominacion
en Chile
duro
cerca de un siglo, ter-
miuandosc
con la posterior de los espaiioles. Los incas introdujeron Con todo, ella fué fructifera. en Chile el cultivo del maiz, el frejol i otras legum-
bres
ensefiaron
a domesticar
de su lana para tejidos
los guanacos i hacer uso natunuestros que aprendieron
177 la fobricacion de vasiraies; dieron a conocer tambien jas de barro; la apertura cie canales de regadio para el i la esplotacion de los lavadeprogreso de la agricultura no fu茅 de barbarie sino ros de oro. En fin, su dominacion de civilizacion, en lo cual anduvieron mas humanitarios i mas habiles que los mismos conquistadores espa没oles. Tal es el ucontcciinieiito mas remoto de la historia de la raza araucana, cuva existencia estudiando scguiremos antcs de entrar en otro 么rden en sus usos i costumbres de hechos.
23
II
CAPITULO
LA
GUIiRRA
Y
LA
PAZ
la familia. la tribu, Eatado social d- los araucano*. La guerra, Dignidaconvodes de gobierno. i ayudantes.-LaR cacique, capitanes Toqui», de jefe del ejército. catoriua de guerra.– Eleccion Cousejos de cacique*. de la guerra. militar. Proclatnacion Curiosas ceremoniaa. Jnramento Ejercicios niilitarea. Aprestos para la campaiïa. Sacrifieios que se Sus armas ofensivas. imponen. En marcha. Lanzas, fléchas, macanas. Cantos de victoria.-La retirada. -Armas dcfensiva*. En combate. randes n'estas a su tnuerte. Solemni-Los cautivos. Su sacrificio.-G en honor al difuuto. -Celebracion de la dades Canto que se verifican. i la paz. ceremonias.-La paz.-Otras guorra
1
la actividad del La vida social en que se lm ejercitado a tres ûnicos 6rdenes: pueblos araucano puede reducirse la guerra, la familia i la tribu. Mas que las afecciones del liogar i de la tribu misma les preocupa la guerra en la que han revelado las mas altas
dotes militares.
Pero
para juzgarlus verlos lidiar en medio rra de la conquista.
en toda su grandeza es necesario de la guede la época turbulenta
En el dia, sus pritnitivas
costttrnbres
179 han dejenerado en mucho, oomo hemos tenido oporlunidad de observarlo personalmente, annqne conscrvan todavia su sello caracteYfstico. Esta
nacionalidad
no
lia obedecido
a otro
que a la d毛bil sujecion
gobierno jefes de
de sus Toquis jenerales, guerra, caciques, capitanes i ayudantes a cnyo imperio sometian solo eu tiempo de guerra. Los caciques nas reducciones
se
han sido
los jefes de familia i de aiguque han reconocido por herencia la autoridad dcl mas anciano, del mas noble o de! mas rico do ent re ellos.
Los Toquis eran jeneralrnente los caciques mas antiLes venia este nombre de guos y de mas alta, estirpe. una hacha de piedra que poseian por herencia tambien i con la cual habian dado muerte a un o algun gobernador capitan de fama. Esta hacha se llamaba toqui. Se beredaba de padres a hijos i servia de insignia convocar a la guerra.
de mando
i de lemn
para
Los
ducapitanes ejercian un puesto de importancia -Tante las marchas del ej茅rcito: ordenaban los escuadrones, los vijilvban i regularizaban en el combate. Los Toquis
eran de dos clases:
los que convocaban a la guerra (Gen-Toqui) i los que llamaban a la paz (Gen Voyhe, o senor del canelo). Estos 没ltimos tenian por inbansignia un ramo de canelo o una hacha de pedernal co o azul. Estos meros
toquis en usar
Erau los priposeian sus prerogativas. de la palabra en los parlamentos i los
primeros en ocupar con preferencia en los actos p没blicos.
el puesto
de honor
180 Tnmbien
existia
otra dignidad: de comunicar
Toqni, encargados tribu i de dar las ôidenes
o Leblos ayudantes la gucrfa de tribu en
convenientes
a los escuadro-
nes en las batallas,
II
saca La patria esta en peligro. El Toqui de gnerra ent6nces a luz su hucha de pedernal negro, ensangrentada, como bandera de guerra, i una flécha ensangrentalas cuales, unidas a un cordon con un ni'ida tambien, sean los dias que cuantos mero de nudos colorados i el de entre el dia de la convocatoria ban de trascurrir la cita, los entrega a su ayudante para que (Leb-Toqui) Este con gran sijilo los lleve al cacique mas cercano.– su jente i les da a conocer la mision envia los mismos del men.ajero. Luego este cacique hasta que se bace objetos a otrn; i asi sucesivamente vuela la guerra. Si es aceptada, jeneral el llaraamiento los recibe,
reune
ven las mismas
al Toqui que las ha enviado. la reunion o consejo de guerra, a casa del Toqui, quien los recibe
insignias El dia seîîalado para
acuden
los caciques chicha i comidas.
el plan de batalla i cana cual dà cuenta de. los soldados de que puede disponer, i se nombra el jefe que debe dirijir el ejército; becho lo cual, regresan a sus hogares a alistar a sus solcon
Se
concierta
dados. Cada uno de los caciques lleva consigo un numéro de al dia en que deben reunirse nudos que corresponda con su jente.
181
III Llegado el clia convenido se juntnn en un lugar apartado de la casa des Toqui, destinado a juntas de guerra, i que llanian Lepun, a delil>erar respecte de lo que deben hacer. El Toqui les dit a conocer la causa de la guerra i los i sus hogares, la patria, la libertad al mismo tiempo la debilidad comprender
incita a defender haciéndoles
del enemigo. Clava en el suelo el haclia
una lanza ensangrentada, i varias fléchas ensangrentadas tambien, i de pié el Toqui, con una flécha i un cuchillo en la mano, ofrece a la concu'Tencia una oveja que matan en breve alli. Le estraen
el corazon
En este instante
i mojan el Toqui dice:
en la sangre las fléchas.
flechas, i tu 1'oqui bebe i sangre de la sangre del enemigo, hàrtate tambien que como esta oveja ha caido en tierra, muerta i le hemos sacado "Hartaos
de
el corazon, lo mismo hemos de hacer con nuestros ene(1) migos con tu ayuda." El corazon es pasado de mano en mano por los caciotra vez a manos del Toqui, el ques hasta que vuelve cual prosigue hablando de que todos deben corner de corazon aquel para que se unan en un solo cuerpo para combatir (1) RoMlet.
al enemigo.
A lo que responden
los co-
nas
o soldados,
hara). Concluido
gritando
jO.i! ¡OU! (asi se hara,
asf se
del Toqui, dos indios dan vuelcoarrastrando de la concurrencia lanzas, ta alrededor valei vociferando: "leones rriendo apresuradamente rosos, avalanzaos a la presa; alcones Illeros, despedazad
a vuestros
el discurso
enemigos
como el alcon al pajarito." (2) sus lanzas los dénias indios, batiendo
¡Ou! responden i dando golpes en la tierra para hacerla temblar. vuelven a liablar los indios A esta contestacion van dando tierra
vueltas de vosotros
";en, valientes i baced temblar
soldados!
que tiemble la
el mundo!
IV
para espantar el miedo. En seguida el Toqui reparte en diminutos pedacitos la oveja. que mato, con lo cual todos quedan comprometidos para la guerra. Esta ceremonia
la hacen
En pos se présenta el jeneral que han elejido para Les habla en un largo discurso que dirija el ejército. a pelear con vnlentfa. exhortandolos ¡Ou! le contestan. en la tierra.
Entretejen
sus ianzas
i dan golpes
por ûltimo, con lo que termina la cerepara la lucha. monin, i se diaponen a aprestarse Durante varios dias se ejercitan en diversus ejercicios Beben
(2)
RomIm.
cliicha
189 i se privan de corner i de beber abundantemente para tener el cuerpo !ijero, sin que nada les embarace i pueda fatigarles durante la campaiia. Hacen pruebas de saltos, luclian, corren, juegan a la lanza, levantan encrmes p^scs
sus hombros, etc. Llegan hasta privarse de sus mnjeres en esos dia. Les dan poco de Ig'ual cosa hacen con sus caballos. comer a fin de alivianarlos. sobre
Ademas, les suban guanaco i de venado de
las manos
i los pics cou cuero de para que se les "pcguc" la îijereza de comer igual mente una yerba
datées aqucllos; que gusta al clen-clen, pajaro de mui rapide vuelo, para que el caballo no corra sino que vuele en la pelea como el clen-clen. eu marcha
Puestos
llevan
uua por unica provision boisa de harina cuya radon calculai) por los dias que durai a la campana. Cada racion es solo un puîlado. Si les falta la liariim del
Marcban
se alimeiitan en
de yerbas i frutas llevando cada una
cunclrillas, sus esploradores para Ewitar sorpresas. Sus armas mas comunes cran la lanza, la flécha, la hoi la maza o macana, de las cuales solo acostumbran campo.
lanza. La macana puntas, un gulpe
era un palo largo retorcido en una de sus a manera de baston, con el que, en acertando a dos manos
como
no queduba los araucano, Tambien usabuu armas coseletes
para cubrirse para defender la cabeza, sas plumas.
acostumbraban
manejarla
alguno de pie. defensivas heclias de cueru; mortal
el pecho i espaida i morriones los que solian adornar de visto-
184
v Uua vez eu preseacia del encmigo se orgauizan en escuadrones compactas alternados de lanceros con flecheros i macaueros. Acometen
dando
espantosos quiere decir jmueran! raucran! Los escuadrones se suceden aprendieron
de Lautaro
gritos:
!1apc! lape!
que
unos a otros; taclica en la batailla de Tucapel.
que
hnciendo mil fiavanzan, retroceden, Su ohjeto es envulverse con el eneguras estravagantes. con sus armas. Una vez revueltos migoparajugarmejor Brincan,
saltan,
gritan que salgan el gobernador te a batirse con ellos.
o el calitan
mas valieu-
Si logran derribar un soldado enemigo, al puuto le cortan la cabeza i la enarbolan como selial de victoria. Entretejen go: nebli
sus lanzas
"Como va
i cantan
el leon
en presencia hico presa en sus
del enemicarnes, i el los leones a
coji<5 aquel pajarillo, que se animen a los corderos, i los neblis vuelen con despedazar lijereza tras los pajarillos i despedacen sus carnes. (1) Concluida la batalla cada cual vuelve al liogar por el camino
que le agrada. Sus mujeres i el Toqui que los convoco a la guerra los esperan con chicha para celebrar la batalla. La cabeza
(1) Kosnlw.
del enemigo
que han
conseguido
decnpi-
185 tar
de
es paseada
tribu
en tribu
i si es cabezadealgunjeneral Pero de
los
la
fiesta
cautivus
mas
solemnc
para
podido
elles liacer
triunfo; pur
esguardada
ban
que
comopruebade
el Toqui.
es el saerificio durante
la ba-
talla. Si son
varios
les
reparten
entre
sus
provincial.
VI
del Toqui on la a presencia cI triunfu. celebrar gran réunion a que se convoca para Lo llevan con las manos atadas i con una soga al eueEl cautivo
es couducido
Uo de la cual lo tirau. Le abren ealle i a niedida
le van que va avanzando su conducta para con ellos: que les ha queenrostrando rido robar sus tîcrras i au libertad. En medio de la rueda turmada pur la concnrrencla, clavan sus toquis i sus fléchas ensangrenlos caciques Lo colocan en el centadas para esperar al cautho. tro de esta rucda i lohacen hincar de rodillas i le clan imos de uno en cuantoa palitos para que los vaya entervamlo al tnismo tiempo a los caciques mas uno, nombrando valientes
de la tierra.
debe déçu- el cauva le resta un solo palito tivo "este soi yo i aqui me entierro" A estas palabras se acerca un indijena i le acesta teinstantaneamente. matandolo rrible golpe en la cerviz, Le abren cl pecho i le sacan el corazon; otros le cortan la cabeza; aquellos las piernas i los brazos para buCuando
*u
186 cer Sautas.
El tronco
de! cuerpo a las axes.
lo abandonan
para que
sirva de banqueté Et corazon es pasado
de mano en mano por todos los caciques, principiando pur el Toqui jeneral. Uutan en ellos las fléchas los toquis diciéndolcs que se hartcn de sangre encmiga. La cabcza la pascan en la junta i la arrojan al suelo. Si queda vuelta hacia ellos lu tienen si se queda con la vista en direcciou agiiero;
despues por ncal al.caui-
seiïm viMicipo de hataHa, creen ([lie on otro combate dos lus uiismos enemigos. Pur ultimo, clavan en una lanza el corazon de! cautivo i la cabeza en otra i los enarbolan cantando victoria al son de las Hantas bêchas de las cauillas i brazos de! muerto. lnvoeando
al diiunio
ave de
rapina
termina
en medio
como
cojer al vahari volador i quedaste tu cointeutasU* vauaineute hacer presa en jiclo i despetlazadu; el leun valiente i como a tfmido conlero te despedazu. hacer presa en el rayo abrasador i convirti<Ste pensaste en cenizas."(l) Continuan dauzando i la fiesta nI fin de una compléta orjfa. La cabeza del cautivo es desollatla i guardada por uno de los caciques paru brindar en ella en sus fiestas en rccuerdo de sus triuufos i en reto de los invasores de sus t'erras.
(1)
ii^ralot.
187
VII
Otro de los grandes aconteciniieiitos publiées de estos indios es la ceremonia que hacen para hacer las paces con los cspaiiolcs o con las tribus con las cuales lian declararsc en gucrra civil. Kl Toqui de paz convoca a un a lus caciparlamento ques i demas tnquîs de las provincias que dan la paz. Acuden los caciques llevando cada cual un ralnu de canelo
en las manos, que este ârbol es el sfrabolo de lu conconlia. Conduce tambien cada uno una oveja atada con una cuerda a las orejas i las al gopresentan bernador de las provinespanol o a los représentantes das con las que van a sella las paces. Las matan a su presencia, i sacândoles cI corazon, untan en su sangre lits hojas cle los ramos de canelo i en seguida dan cl corazon i la oveja a la persona con quien celebran la paz. Este tiene que repartir en pedacitos toda la oveja, a fin de que avance a tocar cada uno de los que se encuentran Io cual quiere decir que desde enprésentes, tonces se hallan uuirlos. llacen
uso de la, palabra los mas notables teuiendo preferencia dos: el que a nombre de caciques, las provincias que dan la paz halala a nombre de ellns i el que del otro bando esta de contestar. encargado Despues
Concluido
el tratado
se célébra
la paz con gran ta en la que no ha de faltar la chicha.
fies-
188 Co'iĂŽo se ha visto el canelo hace el papel principal en estos tratados. Los hai de dos clases: une ordinario que sirve para hacer paces finjidas i otro fino que solo lo poseen los caciques. Las ramas las venden solo por crecida cantidad en las dpocas en que se hacen estas ceremonvas. Las armas por fin acostuinbran entcrrartas al pid de ''estos canelos, con cl objeto de hacer mas duradera la paz.
CAPITULO
ANTIGUO
ARAUCO
1 LOS
III
ARAUCANOS
de poblacion. Centres de la Araucanîa. Antigua poblacion principales Numéro de habitante*. El araacano. Su idioma.-Nobleza probable oridel idioma araucano. Reducciones o pueblos. Los boroanos.-Su jen mas probable. Los chonos. Supersticiones. Ideas de la inmortaen las nubès. i los volcanes. lidad del alma. Batallaa Los caciques Las armas célestes. El Meru i las zorras.– Crcencias arraigadas. Los en mesueiïos. Fiestas Celebracion pûblica* Fiestas de los Toqnis. moria de los muertos. Los hechiceroa. Los BoquiJnegos de mi'ijia. del demonio. La salida de su Cautirio.-Regocijo buyes o sacerdotes piiblico.
1
4Aqué numérode habitantes ascendia la poblacion araucana en la época de la conquista?En vista de los datosconsignadospor los antiguoscronistasacercade las reducciones que habitaban ese territorio i los detalles mas veridicosque se han conservadode las batallas que se libraron en su suelo, puede calcularseen doscientos mil, mas o ménos, los indfjenasque poblaban en aquel ent6ncesla Araucanfa. Si se atiende a que todos los individuosen estado d
190 cargar armas eran soldados i que estes nuncu lleguron a mas de diez tnil en los campos de batalla, segun las apreciacioncs mas prudentes, a pesar de los juicios de los crunintas de la conquista, hemos de convenir en que e! numéro de araucanog no ascendia en mucho al que indicnmos. La poblacion mas niiincrosa cstaha concentrada en la costa desde Xnhuelhuta al mar, como tambien en la parte oriental de osa misma eordi liera que da a los ]lanos de Angol, i mui piïncipalmenteenlazonacomprendida entre ol Cautin i el Tolten, en la rejion de Impérial; rejion en la ctial supone un crouista habia mas de trescientos mil hidios, tantes que "no cahian en la tierra,' en lo que sin duda hai una évidente exajeracion. II
Las cualidades fïsicas de les araucanos continûan siendo las mismas que pinto Ercilla: ''Son de jestoa robustoq,desbaroados, Bien formadoslos cuerpos i crecidos, Espnidasgrandes, peehos levantado?, Réciosmiembros,de oerviosbien fornidos, Ajilee,detenvaeltof, alentados, Auiuioêof,vAlieutes,atrevidos, Durosen et trabajo i sufridorec, De frios mortales,barat)re8i calores." No es menos exacta, pero mas compléta, la descripcion que hace de ellos el padre Olivares;
191 "Son lus indios de Cliile, se espresa, de cstatura algo menor que el comun de los espafioles: pero inui robustos de pechos, inui trabajados i Inertes de brazos i piernas, los cabellos siemprc lisos i largos, en especial las mujercs tienen por singular adurno la natural cabellera i la cuitivan esmeradamente para que llegue al crecimiento de que es capaz; i asÍ alguuas les crece hasta mui abajo de la cintura; et cIel rostro i cuerpo es moreno pero algo diferente del de lus mulatos i otros indios de la America; porque no obstanto la oscuridad, se inclina a rojo, coino mostrando abundancia de sangrc: la cabeza i ea»atienen redcuda, la frente cerrada, las narices ruinas, pero mmtanto coin» lus etiopes; tas barbas râlas, a que ayudan cnando estân ociosos a arraiiciirselas. La palma de la mano i los cicclustienen cortos i ré-' cio:; el pie pequeîïo i fornido, en fin, toda su constitucion del cuerpo i rostro es la mas aproposito para indicio de tbrtaleza i bravura" (1).
III
Su vigorosa constitucion, su natural altivo i la valentîa innata en su esforzado âninio, corrcspondcn a la sonoridad, lacouisnio i annonia ciel idioma que poseen. Sin embargo, el idiuma araucano, es cl mismo que hablaban
las de mas tribus de Cliile desdc antiguainente difereucias de vuCopiap(5 a Clnloé, con pequenfsimas
(1)
UUtoiitt
Jeliei-ul.
OHvui%«.
192 cablos i letras. Asf, por ejemplo, los indios rubios de Boroa cambian la r en s, pronunciando, por ejemplo, en lugar de ruca, suça (casa). La lengua de los araucanos drjbe considerarse como primitiva, clasificada en el ôrden de las lenguas aglntinantes i segun Carette, menciomulo por Médina, por su "caracteristica arriana >*los araucanos dcmucstran ser orijinarios, como los hurones, de raza noble, representando todavia como éstos, entre los pieles rojas, la autocracia moral e intelectnal." En suma; este idioma es élégante, abundante, hermoso, i. comojuzga Olivares "es cortado al talle de su jénio arrogante; es de mas annonîa que copia, purque cada cosa tiene regularmente un solo nombre, i cada accion un solo verbo con que significarse: con todo eso, por usar de voces de muchas sflabas, sale el lenguaje sonoro i arinonioso."
IV
En jeneral vivian en casas aislu,das,i mui rara vez en reducciones o pueblo, a orillas de los rios i de las montafias como hoi ocurre. Solo en Impérial se notaba mas sociabilidad en ellos. Atemorizados por la idea de que los becbiceros les bicieran mal se alejaban unos de otros, como tambien para évitai*sorpresas de los conquistadores. Para comunicarse unas tribus con otras, tenian antiguamenie tres sendas por las cuales marchabnn i bur-
193 loban
a los conquistadores: de la cordillera intermedio intermedia Estas
entre sendas
A pesar cas
una por la costa, otra por el de Nahuelbuta i una tercera
esas dos. las llamaban
de la unidad
que
ohservamos
embargo,
un tanto
rupus. de las cualidades
morales
i fisi-
en los araucanos, se npartan, sin de esa niisma unidad las tribus de
ya por el color blanc» i rubio de csos indios que tanto han llamadu la atencion, Como por el car.icter dulce i paeffico que ban revelado. Boroa,
Algunos ban atribuido el color rubio de los boroanos a la mezcla con los espaftoles cautivos que fueron hechos prisioneros por los indi'jenas en las primeras subievaciones del siglo XVI. Esta asevcraciun no ticnc razon de ser, pues desde el descubrimiento de la comnrea Imperial se notû el color de los indigos de Horon. Sin dndn son lescendientes
de los
el sur de Chilou, los cuales negvln lo testifica el pndre Rosales. Pudo haber emigrado en lejanos
taban
lois chonos
a la Araucanfu,
del
chonos
que habicran blancos i rubios,
tiempos una tribu de i de aliî el orij'-n de los bo-
rôanos. Si éstos, como lo suponen der de mezcla de espafioles ria en laa demas
El' araucanos supersticiones
tribus
algunos, ban podido desceni 4e indios, lo mismo oeurri-
araucanas,
Io que no sucede.
se déjà inAuenciur por completo a Us que rinde reverente culto.
por
las
194 Se lia formado
vive i por si solo un mumlo ideal i en mucre con las creencias que se ha forjado. CrĂŠe en un Pillan, que es como decir el demonio, al o brujos. que invocan sus hechiceros El alma
ÂŤle los caciques dicen que se convierte en moscardon i que desde la tumba en que han sido enterrados saĂŻen a visitai- a sus parientes en ltts Restas. grandes Poreso acost-umbran arrojar un poco de elm-lia antea de como una libacion
beber,
que Iiacen ti la sidud del caci-
que difunto. Tambien suponen que se convierten volcanes, i cuando ven alguno arrojar que su cacique muerto esta enojado.
sus caciques en fuego, observan
Por lo que hace a los indios que han sido soldados i Imo sucumbido, iinnjinan que han vola,du a las nubes, i trasfonnadose en truenos i relainpagos. 1 asf, en dias de tempestad, salon de carrera de sus casas a animai- a sua soldados bravura ltan
eu las nubes
contra
muertos
a que peleen los soldados espaiioles
muerto
con que tam-
en la guerra i que han ido a habttar bien alli a seguir combatiendo con sus enemigos. Si las nubes se clirijen hacia sus tierras, celebran victoria pero si caminan en direccion tildan de contrariai, cobardes i de pajaros a sus muertos, porque han sido derrotados. Las armas
con que supouen que pelean lauzttndoselos unes a otros.
i truenos, Por ultime,
son los rayon
i por le que respecta al comun de la jente, esto es, mujeres, nifios e indios que no han sido soldaclos, diceh que sus aimas van a vivir. al "otro lado del mai' en un campo tlesolado i triste. El alimento de que
195 se sustentan es solo de unns papas negras. La chicha que beben es tambicn negra. No tienon fnego, porque la leîia de que pudiemn liacer uso es mojuda i no enciende. Por eso les prenden fuego en sus sepulcros para que alla se calienten.
VI
Tienen tambien sus ngoreros. Si el pàjaro que llnman Meru se posa nlbruna vez en sus chozns creen que va a anunciarles la muerte. Encontrandose enferino alguno de los que hahitnn la choza, lo desahuciun por esta circunstancin, i ompieznn a liacer los preparativos de entierro. Si por casualidad van en marcha, en son de gv.orra, i obsevan que les sigue alguna ave carnfeern, desr.cnflan de la Victoria. Dicen que esas aves les cnmenin las carnes una vez derrotndos. I ha ocurrido que por este motivo ha solido volvorse el ejército a sus lares por temor de perde.' la batiilla que ha ido a librar. Sucede lo mismo si durante la marcha ven correr una zorra por el lado izquierdo de sus escuadrones. Pero si lmye por el lado derecho, fie poseen de gran alegria. Cuentan segnra la victoria. Si la cojen, tienen por cierto que el enemigo no se les ha de escapar, pero si los burla, creen que el enemigo bard con ellos igual cosa. L's •nefïos los tienen tambien por cosa efectiva i que deben rea'izarse tarde o temprano.
196 los revelan
Si son felices, algun
pero si presienten de contarlo
a todos;
mal suceso, bien se guardan
VII
para celebrar o un hecho cualquiemémorable para un toqui o un cacique. importancia estas fiestas a comer, beber, bailar, camtar
Las fiestas
son mui
piîblicas acontecimiento
algun ra que tenga Se reducen Son, sin
de
embargo,
comunes
diferentes
eran jetterai mente los que convocaban estos regocijos pûblicos. Llegado su provision Toluntaria.
cada cual
el dia solemne
i de chicha,
de comida La
mas celebrada.
fiesta
denominada
Se colocaba
del cerco que furmaba tro cuerdas. Se asian
el irbol
lu reuniun de
ellas
Los toquif en el paeado a
claees.
oon se presentaba como contribucion era la Ouicha-boqui del canelo en medio
i del cual pendian eut» los parientes del toqui i
a bailar en torno del ârbol. empezaban El toqui hacia ântes una resefia de toda
la jentt en la fiesta.
que se encontraba del Las cuerdas no podian tocarlas sino los parientet toqui. Luego el hijo mayor de date adornado de plumât i collares al canelo, i deade lo alto pronun. subfase
noble
de su descendencia
ciaba
un discurso
a los concurrentes
en que daba
a co-
muenlM, i gloriosos de sus parientas a loo parientes concluia dando la bienvenida pretentesç la fiesta con todo enturiasmo. hecho lo cual proseguia nocer
los hechus
Jjob hechiceros
o luujoi
tenian
tambie«
99g ftasiaa.
197 Estos hechiceroscran mui habilesen juegos de uiâjia. Durantela fiesta saltaban, brincaban, bailaban, metianse en mediodel fuego sin que se quemaran;arrojaban sus vestidosa las Hamas,sacdndolosiutactos; finjian cornertizoneade fuego, sacarsc los ojos, las narices,las orejas, etc., etc. Contabau a la concurreucia que encerraban el demonioen su cuerpo, que se les habia aparecido en la rama de canelo en formade pajarito; i asi entretenian a sus convidados. Otra fiesta celebraban los Boquibuyes, individuos que hacian las veces de sacerdotes del demonio.Para salir del cautiverioen que vivian invitabau a todosen jeneral. Cada tribu debia Ile variesuna ovejade la tierra. Reunidofl, mataban las ovejas,i en descuartizâiidolas,los Boquibuyesrepartian el corazouen pedacitosa lus duefÎos de elles; i luego la carne, la que, sin cmbnrgo, no se la comian sino que se las llevaban a sus casas donde la conservabancomoun recuerdo, convertidaen charqui. En cambio, los Boquibuyes, brindadan cbicha en abundanciaa los invitados,con lo cual se daba por terminadala fiestade los sacerdotesdel demoniopara salir de su cautiverio.
CAPITULO
VIDA INTELFXTUAI.
IV
i MATERIAL
El arte de la oratoria.-La munie». La poesîa. Bomancesi canciones. La medicina. Los hechicero» i los machisi.-El arte de curar.– Charlatincrias Los araucanos son grandes herbolarioe. Yerbas medicinales. -Sus virtudes.-Lo que no sabemos aprovechar.– La verdadera botica la tenemoH en nuegtro propio suelo.-La division del tiempo entre los araucanos.- Afios, meses, «émanas, 4ias i horas. Meteorolojîa.Los vientos. Loyes penales.-El hnrto, el asesinato i el adulterio.-Agricul tura e Industria. La caza i la pesca. Utiles de que hacen u«o. Destreza de los araucanos para cazar i pescar. Constrnccioue» de balsas, canoas i piragnas. Una armada naCombateentre ingleses i amucanoR. val araucanu. Tomanal abordaje nu navio espafiol. –Los araucanos son Una especfcicalo que grandes nndadorei». Apropôsito de !o anterior. hemos presenciado.
1
Entre araucano
las cualidades sobresnlia
dignas
en el pueblo o mas bien diclio,
de notarsc
la predileccion, por el arte de la oratoria.
la pasion que tenia Aquél que fuera reconocido por orador, hacia triunfar jeneralmente i parlasu opinion en todas las juntas que se celebraban mentos para tratar de la paz o de la guerra. De ahi que, les caciques en particular, en que sus hijos pre especinl empeno
tomaran salieran
siembuenos
199 oradores. Desde pequenos les ensefiabana pronunciar discursos;i si el mucliacho,por suerte, estaba dotado de intelijenciai de cualidadesespecialesparala oratoria i se revclaba un orador cou el tiempos,era mirado por sus compatrtotas como un grau seiïor, 10que todaviahoi mismo ocurre, i su palabra en mas (teJas ocasionesdecidia de lus destinosde la pallia. Es admirablela facilidaclcon que usait«lela palabra, i mas aun la espresionque impriinen a su pensamiento, segun sea el asunto «leque t'.aten en sus reumunes. Si se habla de paz, su tono es moderado;pero si se diriinencnestiunesde guerra, su palabra toma el acento cieltrueno, su pcusamientola vivacidaddel relâmpago i el vigor i el estn-pito de la tormenta. 1 comoexactamcnteobserva un cronisla antiguo "es indeciblecuan bien usan estos indiosbâri>arosde aquellas figuras de sentenciasque encicndeu en los dnimos de los oyentes los efectos (te la ira, indignacioni turor que arden en el ânimo del orador, i a veceslos de lastimn, eompasioni misericordia,usandode vivfsimasprosopopeyas, bipôtesis, rcticencias ironicas,i de aquellas interrogacionessatfricas, que sirven nu para preguntar, sino para rcprender i arguir." Los prêtas i los mûsicoshan sidootras de las personas que merecian distinciones especiales. Habia poetas de oficioa quienes se les pagaba para que compusieranromances en especialpara ser cantadosen las fiestas de bodascuandoocurriaalgun casamiento.Pur cada uno de estus romances se les daba diez botijas de cbiclia i una oveja de la tierra. Se ensQûabatambiena cantar a los nifiosciertas can-
200 ciones cib'do
en que se espresaban del enemigo, i cuyos
las ofensas acentos
que liabian reviriles enardecian
el espfritu bélico de aquellos naturales. La poesfa araucana, opina Olivarez en su Historia, "si no tiene entre ellos aquellos conceptos altos, alusiones eruditas
i locucioncs
figura,das que se ven en las obras poéticas de las naciones sâbias, por lo raénos es dulce i numerosa, no babienrfo cosa que iv^prender en la cadencia i numerosidad de sus metros." La mûsica Su canto dice Ovalle
los atraia
con predileccion. es jeneralmente monotomo en su bien escrita
cada
Histômca
i triste.
1 como
Relation, publila voz a un to-
en 164G, "todos a un:, levantan no a manera de canto Ilano, sin ningnna diferencia de i on acabando la copia, tocan bajos, tiples i contraltos, i luego vuelven a luego sus flautns, i algunas trompetas; repetir la copia i a tocar sus flautas, i suenan estas tanto, i cantan gritando tan alto, i son tantos los que se juntan a estos bailes i fiestas que se hacen sentir a grandes distancias." Sabian
espresar
la alegrfa
tan bien como el dolor i la
tristeza. Los instrumcntos
que usai an eran la Hauta, el tamborcillo, que tocahan con dos palitos a manera de caja, i cncrnos. trompetas En la actualidad solo acostumbran la flauta, que es un canuto de maclera, i la trompa que liacen vibrar admirablemente
colocandosela
en la boca
entre
el labio
i el inferior, dândolc sonido con los dedos. conservan el tamborcillo al compas del ~uai los hemos visto bailar alegremcnte en una de sus fiestas. superior Tambien
201
II
La meilîciiin ejereia igualmente grau predomnio en estos indijenas, que lan sido sicmpregrandes herbotarios. Conocian la mayor parte (le las cualidades médicinales de las plantas i con ellas sanaban a mil maravillas; pero, en mas de las ocasiones ncudian a los hechiceros i madais, con el objeto de que estos revelaran el orîjen del mal de que padecia el enfermo, que siempre ereian ténia pr causa la mata intencion de nlgun enemigo oculto del paciente. Si es llamado a casa de! enfermo algun echicero, este, al pénétrai*a la elioza, lanza bocanadas de humo, i luego planta un ramo de canelo en el suelo. Se le pregunta por el ears'icterde la enlermedad; i el hecliicero contesta (pu?es el demonio el que ha penctrado a las entretins del infeliz. Tie nde al enfemio boca anibn; hache algunas ;nvocaciones i empieza a ontonar cantos lastimeros. Le unta el estomago en seguida con algunas yerbas, i aparentamlo que lo abre con un euchillo, le est rac una lagartija o gusano que lia Uevado ocultos. Lo muestra con grau satisfaction a la concurrencia, diciendo que el demonio ha sido sacado de donde se habia metido. Si despnes nuterc el ùesgraeiado se disculpa con que el demonio volvio a entrar allï misino; i como tampoco
202
se le volvio a llamar .aquel hizo de las suyas. Otras veccs es llamado el machi, quien aparenta conocerla persona vue ha liecho mal al enferrno, la cual es quemada en vida. Pero lo mas singular es el conociwiento exacto que siempre han poseido de las virtudes medicinales de la mayor parte, sino de todas nuestras plantas i drboles medicinales, de los cuales es por felicidad tan ahundante nuestro suelo; pero que, desgraciadamenle, los liombres de ciencia no han sabido o no han querido sacar ventaja alguna, talvez por aquello de que todo lo que es nacional, todo aquello que tiene su orfjen en nuestro propio suelo no es digno merecer la esthnacion clela mayorfa de nucstros compatriotas. El minueioso cronista Rosales cita un grau numéro de esas plantas i el uso que los indijenas i nuestros anteposadus hacian de ellctscon acierto casi infalible. Tendremos oportunidad de sciialar en el capitulo prûximo una gran parte deesas yerbas médicinales i las enfermodades a que se las destinaban, que todavfa siguen siendo la botica {mica de nuestros campcsinos; i que, a la verdad, suelen producirmejores resulta,dos que muchas (le-las clrogas artificiales que nos espenden algunos de nuestro modernos farmacéuticos. Como se comprendera, en conocimientos cientificos, nueslrosaraucanos, han sido completamente nulos; pero en cambiola naturaleza les ha projwrcionado loque el libro no ha podido darles. Asf, tenian sus ciertas seiiales para distinguir el ano, los meses, las semanas, los dias, las noches i las horas. Se les interroga, por ejemplo, a que hora ocurri6 tal
203
cosa si ha sido en las hrimerashoras de la manqua,seiialan con el dedo el punto por dondesale ci sol; si a las doce, iadican mas arriba, es decir, el zdnit; si en la tarde, el lugarpur dondc se ponoci soli asi sucesivamente. De ocho a diez del dia, llaman malen,i vuta-malende diez a doce. AI sol i al dia lo llnman antu i la nochepun. El ano concluye tambien en dieiembre. Los meses los cuentan por lunacionesenteras i las semanaspor las faces de la luna. Igualmcntedistinâuen los .vientos, denominândolos: el norte, picun; el sur, huïlU; el ocste, este, puel. Las estrcllas las nombran gau i al respliindeoieiik1 i solitario lucerode la maûana,hunelvoe. Para indicar que faltan, por ejemp;o, scis dins para que suceclatal cosa, dicen indistintamento:faltan seis nocl leso seis auroras. Por lo que liace a medidaslineales,puedoderireeque la legun araucana équivale por lo m<5nos a ocho de las nuestras. El sistema pénal es otra de las orijinalidadesde esta raza. El asesinnto, el robo, el adulteriu, todo cr/men, en fin, se castiga dando en pago el heclioral agredido un valor équivalentede su hacienda en cambio del daSo hecho. Si uno mata a otro, el asesinoes obligadoa dar una parte de lo que posee a los parientes del muerto. Si se niega, no faltarâ ocasionde vengarsede El robo ha sido mui perseguidoentre ellos.
204 El que roba i es sorprendido,se le exijc céda cuatro veces mas de lo que ha hurtado, ya por grade o por fuerza. El adiiltcrio se castiga imponiendo el marido a su ofensor le pague una cantidad de objetos que e*ldetermina la otensa inferida, sino vendea la adultéra como cosapropia al que mejor la paga. En estos diversosjuîcius civiles, cn negandoscel criminal a pugar el dafio,el ofendidoconeluyeeljuicio con frecuencia cnn el aacsinatodel criminal, sin que nadie se levante a defender a este. Respectoa los fenomencsterrestres, témenlessobremanera. Aaf, en t^pocasque han sobrevenidograndes terremotosen nttestro sueîo, han huido a los mas altos montes, llevando consigo todosel ajuar cie sus casas, i slli han permanecidoviviendoinucho tiempo por el lemor de una sulidadel mar. El canibalismopodemosdecir de pasoque no existia entre los araucanos.Siescierto que estraianel corazona los cautivoai chupabansusangre, lo haciansimplemente comouna ceremoniai nada mae. Solouna que otra tribu opartada de las rejiones mas australes, segun algunos cronistas,acostumbraban en épocas lejanas corner carne humana, en circunstanciasde grande escasez.
III
En la agriculture habian adelantado mui poco: la abundancia de vejetalos alimenticios i fnatos silves-
205 tres bastaban a satisfacerla mayor parte de sus neccsidades. Cultivaban si con csmero el maiz, de! que liacian chicha para beber, i la papa orijinarinde Arauco. Las siembras que liaciancran calculadas, comofatnbien hoi ocurre en la mayorparte de ellos, iinicamente para alimentai-la familiadurante la 茅poca mas crftica del ano. La caza i la pesen constituian otrns de sus fuentesde recursos. Para su objeto usnbandiverses instrumentes: la路 flechas, la ng'a, que estraian dcl coliguay,et huachi,tas voladoraso laques, etc., etc. Tanto para la caza comopara la hcsca han sido mui diestros. Al leon cbilenolo cazaban acorral.indoloen el monte, i, una vez encerrado, Io flechabau. En la dpoca del ano en que los montes mas cer. canos a la cordillera se cubren de nieve, i salen a lu. llanoslos huanacosi venados,los tomaban arrojanrioles sus laques desde largasdistancia, con los que lus enredaban las patas i caian al suelo. A la caza de lobos marinoseran tambienmni dados, para aprovechnrel cuero. Acudianen balsas a los lugares en que salian a dormitar a los riscos. A cierta distancia se arrojaban los cazadoresal agua, llevando consigoa la grupa un fnerte garrote. Nadaban en direccion a los lobos) los cuales, como solo divisabanlas cahezas de los cazadores, los tomaban por animales tambiendel agua i no se inquietaban. Al llegar a la pi a vase desplegabanen cuadrillascon
206 una rapidcz cstraordinaria i acuinctian garrcte en mano a sus vfctimas. De esta suerte solian hacer ahundantes cazas con que lienaban toclas sus necesidades. En la caza de aves acuaticas no cran ménos habiles. A las logmins que acostumbraban visitai' bandadas de patos de diversas especies, llegaban silenciosos i cautelososlos cazudores al déclinai*la tarde. Se colocaban en la cabeza la cascara de una calabaza que les cuhria. tambien la cara, a manera de mascara. Abrianlc tres agnjcritos: dos para dar vista a los ojos i unu para respirai*.Asî, disfrazadosi desnudos, se metian a la laguna, dejando solo en descubierto la caheza i la cara. A poco, al llegar una bandada de patos, se posahan inucentemente a descansar sobre las cabezas de los mismos cazadores, creyendo eran troncos de ârboles o cosa parccida. Al momento levantando el cazador âmbas manos i agarrando al ave de las patas, la sumerjia rapidamente en el agua a fin de que no biciera ruido i pusiera en alarma a sus compafieras. Una vez debajo del agua era estrangulada. De este modo se proveian de abundantfsima caza de patos i otras aves aciulticas cuando i c6mo querian. Para pescar usaban rodes que hacian de tejidos de cortezas de nrboles, anzuelos i arpones con les que pinchaban desde lcjos ni pez. Hasta el dia acostumbran el arpon algunos indios pescadores. No hace mucho un araucano, hijo de un cacique amigo nuestro, nos invita a pescar en el Malleco. A medio dia, nos decia, los peces duermen i es fàcil pillarlos. En efecto, al llegar a un naraje del Malleco
207 ni cual nos condujo, nes. Con una vista en intervulo
tervalo
empezu a escudriîîar lus cardûineadmirable lanzaba el arpon Je inen mediu de los cardûmenes arpon
de un simple polo agusado en una de sus puntas i sujeto de una cuerda por laotra; i podemos decir que no erraba tira, pues en cada arponazo que ondilgal)a hecho
pinchaba
un robuste
i lozano
pez.
IV
que constmian
Las einbarcaciones como
para atravesar
balsas, jeneralmente timas las tripulabnn Chiloe'.
tanto
para lapesca i brazos de mai' eran
rios, lagunas canoas i piraguas; solo
los
aunque estas ûlde las islas de indijt'iias
maque,
de de tutura, de junquillos, etc. Cuando iban eu marcha durante
to einbarcaciones.
Esta
Fabrieaban
sus balsas
de carrizos, de cruzar algun rio aigu na campana i tenian neeesidad llevaba cada cual haccs de carrizos, con las invadeable, en un momencuales, en llegando al rio, iniprovisaban solo cuando
los lugares
la tomaban mec1ida preventiva carecian de maque atravesaban
a propôsito para tabricar eml)arcaciones. Cada vez que se construia una canon, se linciaii cuatro grandes fiestas: una al cortar el ârbol, otra nI desterial
bastarlo, al agua. Teniun
la tercera
al terminai* la canoa i la otra al echarla
orgullo en ser buenos marinos; i, a la verdad, al mar verdaderas que en mas de una ocaaion arrojaron armadas navales.
208 Los indios de la isla de la Moclui i de Santa Maria cuntinuamcnte pasaban a tierra firme conduciendo gaIlados para comerciar en ellos. Cruzaban el unir cantando caiiciones a las aguas, suplicândoles tlue nu se enojaran i.los dcjaran pasar en paz. En el alzainiento de ICôô, los indios sublevados de Arauco i Lavapié trasportâronse en balsas a la isla de Santa Maria i dieron muerte al gobcrnador de la isla, el capitan Pedro Fanegas.. Llevaron cautivos a su mujer i a sus hijos c indujeron a sublevarse tambien a lus isleûos. En otra ocasion, alla )or los anus de anibo a la inisma isla un barco espaiïol de paso para Valdivia. Al divisarlo los indios de tierra firme armaron precipitadamente seis balsas; atravesaron cl treclio de mar cotnprendido entre tierra firme i la isla, 1 de subito se fu e ron al nbordnjc apoderândose del burpie en unos cuantos mémentos. Mas los soldados de la tripulaeion, que cran solo doce i dos relijiosos de San Juan de 1)iu,, no pudieron defenderse con sus arcabuces porla iinpetuosidad del atarjuc. Casi todos los asaltados pereeieron, entre ellos uno de los relijiosos. Los (pie lograron salvar fueron conducidos cautivus. En 1578 reehazaron a los ingleses maudados por el atrevido i terni ble corsario Dracke, que vinoa barrer las costas del Pacffieo. Al proteuder deseinbarcar en la isla de la Moclia fueron reeibidos por los araucanos con una lluvia de flecheria, i rechados, se vieron obligados a volver a su nave i darse a la vêla en pos de sus correrlas que los liau hecho famosos en las leyendas del
209
mejilla Los
Dracke
sali6
en este
intento
de desembarco.
Nosotros
sido
hemos
a este
culo
son
de consi-
mujeres
hacen
gala
de
en la natacion.
i furtaleza
su destreza
las
como
hombres
los
Tanto
marinos,
nadadores.
eximio
guiente
buenos
como
araucanos,
i en una
en la cabeza
herido
mismo
El
mar.
ano
en
propâsito
de
testigos de
un
los
espechi-
orijinal del
rios
de
interior
la Araucanin. una
En
cle
que
cruzabamos
por
medio
cHas
asian
las
un
daclo
punto
la
deshaciendo aguas
cual
te e iban tancia
de
dos
ai
rueda,
rueda,
de
son
alegre
zabullian
cardumen
de
pcces
a aparecer
otra
vez
considĂŠrable.
ma danza.
i formando
manos,
I en estos
I luego
pasatiempos
en torno jiraban i de subito, canto; debajo
en direccion
tornaban
Se
la natacion.
nadando
sobre
hacien-
aguas,
en
su habilidad
la
de
araucanas
mozuelas
en las bullidoras de
alarde
caballo
de la una
a eso
fornidas
dieziocho
circunstancias
cle nuestro
paso
matorral,
alcgremente
do todas de
al lento
de un boscoso
solazândose
en
espediciones,
un vado
divisamos
tarde,
de
nuestras
las
a la corrien-
aguas
a continuar
trascurrieron
de las
a una
dis-
la misno menos
horas.
w
CAPITULO
LA
La
FAMILIA
ENTRE
LOS
V
ARAUCANOS
de las hijas a los padres. -Fiespoligamia.-El matrimonio.– Conipra ta matrimonial.-Las bodas. Lob parientes del novio i los de la novia. miituos. Bailo i canto. Cusamiento do indios -Obsequios pobres.El rapto. El adulterio.-El por que est:in rejidos. divorcio.-Leyes La mujer es una propiedad do padrc a hijos. que se hereda Solemniclades en la construccion do casas.-Las mujerts cmbarazadas. Huye de ellas la familia. al sol para Supersticiones. Arrojan piedras que nazca pronto la criatura.– Bautismo. Crianza de los hijos. Ejcrcicios a que los someten. i adornos. Del modo como Educacion. Trajes Los enticrros. Medicina. prenden fucgo. Agua. Comida i tabulas. Yerbas medicinales i el uso de ellas. Fin de la parte segunda.
1
La polignmia lia sido una costumbre inveterada El que m(*nos elije dos o très mujeres araucano. hacer han
con ellas vidacomun. poseido
de diez a veiute
en el para
Los caciques, mujcres,
jeneralraente, por ser los mas
ricos. Las hijas son una fortuna para el padre de familia, i Ilegan a desearlas mas que a los hijos varones mismos. Como la hija es comprada por el novio al padre, de ahi las aspiraciones de éstos en tener el mayor numéro posible
de hijas.
211 Concertado
un cnsamiento, el novio invita a las fiestas de bodas, que duran hasta una semana o mas, a todos sus parientes. Llegado e! dia de las bodas, se présenta el novio a casa de la novia seguido de un largo de paricntes, los cuales conducen ovejas, cameros, etc., mantas i telas que sirven para chaînai o vestido que usan, todo lo cual lu dan al padre «le la novia en séquito
page del innti'imonio de esta. Los parientes cle la novia ofrecen en cambio botijas de cliicba a los recien llegados para que beban, como saludo de bien venida i de fraternidad. los cantos, bailes i brindis o largos principian discurso:, que nunca han de en que se liba en recuerdo de los parientes muerto que mas se distinguieLuego
ron en vida pur algunos heclros gloriosos. Se matan los animales que se ban traido i se obsequia a la concurrencia con un opfparo banqueté. Montras
tanto
llosas rodeadns que ha novia.
traido
la novia i la madré
se ostentan
orgui otras telns
cle gran numéro de mantas el novio para efectuar la compra
de su
I en esta celebracion ta francachela
pasan dias i noches en complela chicha i la cohasta que se concluye
mida. En llegando desenlace tan fatul, su choza comentando el casamiento.
cada
uno se retira
a
Si es algun iuclio pobre el que desea contraer matrihacienda para comprar monio i no tiene de consiguiente a la mujer (le su corazou, se la roba; i si sus intenciones han sido bien encaminadas, solicita una oveja de la tierra
a algunos
de sus parientes;
la lleva
a casa
212 del padre de la mujer robada i la mata al pie de la choza, i allf la deja i se retira. Vienclo lo cual el padre, convoca a sus parientes i les dice que el indio pobre tiene ya haberes con que pagarle su hija, i descle ese dia emlos preparativos piezan a lacerse para la fiesta del matrimonio. Si la esposa
es infiel al marido, este la devuelve a sus a su vez, estan obligados a devolver padres, quienes, tambien al mando ofondido lo que ha dado en pago de la mujer adultĂŠra. De lo contrario, por ella.
el marido
la vende
a qiiien
mas le da
A la inversa, si a la mujer no le agrada el marido, al huye a casa de sus padres i les exije que entreguen Otras esposo todos los objetos con que la ha comprado. veces ahandona
la esposa el tĂ laiuo conyugal i fuga con Entonces al marido este, en resarciendo algun amante. los animales i vestnarios que en camhio de ella ha a los padres, la liace suya i todo queda en paz; aunque el adtilterio es rarfsimo, pues la mujer araucanas es mui fiel al marido. entregado
En
muriendo
este, quedan por herencia las mujeres al hijo mayor, como lejitimas esposas, respetandose solo la madre; i a falta del liijo, las hereda el hermano o el pariente mas cercano. A este proposito no dejan de ser curiosas ciertas veces las disposiciones testamentarias de algunos caciques. a unos las armas, a otros los animales, a ĂŠstos Reparten las tiealgunas de sus mujeres, a aquellos las restantes, rras, el ajuar; todo, en fin, revuelto: animales, mujeres, armas, etc., etc.
213 La mujer
es tenida, pues, como cualquiera
propiedad, nece en lejitimo
derecho,
como se vé, por una simple objeto que a une le pertepudiendo hacer uso de él cônio
i cuando
le dé regalado gusto i gana. La mujer araucana es mui sufriclu, paciente i en exceso trabajadora. Ejercc los trabajos no solo propios de los hombres, sino los comunes de la mujer. Es mui amante de sus liijos. Por un mundo no daria al sér que posée* En jeneral es bien constituida, fornida de micmbros, bien parecida i en estremo aseada. Como guerrera, ha descollado tamoien muchas veces, como mas adelante lo veremos.
II
En sintiénclose
las mujercs len ruera de la choza al rayar
con
dolores
de parto, sael sol i arrojan una piedra
en direccion
a dl; lo que quiere significar que la criatura ha de salir a luz tan rapida como los rayos dol sol i tan veloz como la piedra al caer en tierra. En dando a luz el nino se baîïan en el rio junto con él.
Los
del "mal
habitantes
do la casa
de
parte". Al cabo hogar a poner nombre al recien nacimieuto. Lo bautizan
desaparecen, huyendo de ocho dias vuelven al nacido
i a celebrar
su
con el nombre
de algun objeto cualquieo de un animal segun las cualidades
ra o de un pajaro ftsicas o morales que les parezcan han de sobresalir la criatura en el trascurso de su existencia.
en
214
Los crian liadosentre dos tablillas forradas en paao o paja, por lo que los mantienen siemprcparades. A fin de que los hijos crezcan fuertes, lijeros i vigorososlos someten a diversos ejerciciosi penurias. Los mantienen jeneralmente desnudos; los hacen baîïar al amanecer,sea invierno o verano;los ejercitan en eljuego de la chueca i de la pelota, con el objeto de que se hagan toiles i fuertes para la guerra. El que es perezoso, le sajan las piernas i el cuerpo, para echarle fuera, dicen, la sangre pesada i pueda corrcr lijero. Toman especialcuidado en que aprendan a hechiceros o mddicos, i sobre todo, a oradores, para que mas tarde convoquena parlamentosi hahlen en ellos, lo que es de gran estimacioni respeto; pues la oratoriada titulo para ser jefe de ejército u otras dignidadcs,i hasta Toqui jeneral. Los trajes que vestian desde los primerostiempos de la conquista eran de diferentes clases: do lana, de paja cntretejida, de cuero o de pluma, o una simple pampanilla que les cubria la barri gai otras veces las espaldas. Despues se jeneralizû el uso de los chamales,que es un manto cuadrado de lana, telas en que se envolvian el cuerpo totalmentecomosucede hasta ahora; pero antiguamente la mayoria solocefiiala pampanilla. Llevabantambien por sombrerospenachosde plumas de vistososcolores,i una especiede !)onetes hecbosde cuerode pàjaros. Solian iguaimenteembadurnarseel cuerpo i el rostro. Es signo de decencia en el araucanosmostrarsedes barbado. Poseen unas pequenas tenazas,que antes eran
215 de conchas, la barba.
con las cuales
Los adornos
se sacan de raiz los pelos
de
no escaseaban
en el traje. El mas comun eran las llancas, sartas de piedrecitas verdosas en el medio i las unian con que agujereaban una, cuerda. Se las colocaban
ci没cndo
la cabeza
o la cinttira.
Se
las apreciaba en muclio. Para el trenzado destinaban
las mujeres una clase de con caracolitos blancos del mar, i
cintas
que fahricahan pendian otras de las orejas diversos
zarcillos
de metal.
III
La conslruccion des solemnidades
de la casa o clioza es otra de las gran que se verifican.
Hucenlas
en tres tiempos: al clavar los maderos que sirven de armazon, al quinchar la parte inferior i al cubrir el teclio. Cada uno de estos trabajos ta especial que dura algunos
es celebr ado con una fiesdias.
En jeneral, las hacen de totoras, junquillo, etc., en forma ovalada i otras cuadradas. Si es algun cacique el que construye sa cambia por completo de aspecto. Cuando fa] ta solo empajar el techo, los parientes los i celebrar Entran
en
una casa, la coconcurren
del cacique, llevando animales la conclusion de la casa. procesion
i dando
carrizos,
vueltas
a ella
para mataren derredor,
216 bailan
i cantan.
recien
Luego sûbese i en un discurso
Uegados que le han traido que le construyen
esos
a un banco
uno de los
hace saber
animales
para
al cacique que pagne a los
la casa.
El caciquo los festeja entonces la danza por varios dias.
con chicha
i continua
El
con fiesta la construccion de su que no célébra casa es mirado mal; pues lo creen hombre pobre i sin rclaciones. Dicen que no tiene harientes que lo ayuden a levant ar su casa, i lo dcsprecian. Pero lo cnrioso es el sistema que pusieron para hacersc de fuego en no tenicndolo. Poseinn
dos palitos,
uno
de los
en practica
cuales
estaba agujeel otro; i sujetan-
reado, en cuyo agujero se introducia do con ambos pies el primero, frizaban rapidamente Con este mo vi mien to encendia el aserrin segundo. nacia de la misma frotacion, i en allegdndole se hacia en un instante fuego. Esta
operacion
cualquier lugar, rrerfas deseaban
el que
luego paja
la practicaban con snma lijereza i en como por ejemplo, cuando en sus coincendiar
por diversas
partes
las se-
menteras
de espanoles. Para alumbrarse de noche, metian en la ceniza pedazos de coligüe, que liacian las veces de vela. Concluido uno, colocaban otro; i asi sucesivamente, que la necesidad i la guerra dan artes i manas al hombre. Su cama la constituia un simple pellejo o un hacinamiento de totora o paja; i por almohada, un trozo de madera. mente. hemos
Hoi ocurre En algunas visto dormir
casi lo mismo, aunque no jencralcliozas, a las que hemos penetrado, en catres a algunos de ellos. Col-
217 chon i frazadas no escasean tampoco, i aun liemos divisado hasta bacinicas hechas de greda por las indias. La comida mas comun era la papa, de la que hacian un caldillo esquisito. La bebida {mica que conocian, ademas del agita, era la chicha, que la hacian va de maiz, do trigo o de frutas. El maiz o trigo lu molian; fabricaban levadura, i echando todo a liervir en un fondo con agua, dabanle punto, i en enfriandose, la bebian. El guardian de la casa con frecuencia ha sido el perro, que se cree lo tenian ya antes de la invasion de los espanoles. Son aquellos mismos vijilantes i bulliciosos quiltros que tanto incomodan a los transcuntes en los pueblos del sur, que, aunque no muerden, fastidian. Talvez de ellos viene aquel proverbio tan conocido; perro que ladra, no muerde Los funerales en honor de los muertos solian ser rdjios, sobre todo, si el difunto habia sido una persona distinguida a su usanza. Antes de ser conducido a la sepultura, se le lloraba estremosamento por mujeres que acudian ex-profeso con ose objeto, como sucede en los velorios de nuestro bajo pueblo. Llevado en procesion al sitio de la tumba, durante el trayecto se entonaban tristisiinas canciones, terminadas las cuales, se levantaba un clainor espantoso de llantos i lamentos; en seguida daban comienzo otra vez a los canticos funerarios hasta Ilegar al piĂŠ de la tumba, que se abria en lo alto de una eminencia, desde la cual pudiera divisarse la casa del muerto. Se le enterraba, depositando junto al fallecido canta28
218 ros de chicha, carne i utensilios para que se alimentara en el nuevomundo que iba a habitar. Concluidoel entierro retirabanse a consumirel resto de chicha que pudiera haber sobradoen casa de los dolientes.
IV
Comohemosdicho,los araucanosposeianconocimientos profundosen las virtudes medicinalesde las plantas; i aunque apelabana la charlatanerfade los liechicerosi niuclii8en sus cnfermedades, se curaban no obstante con bebidas de cocimientosde yerbas, lavativas i cataplasmas de las misinaf,con 10 que sr-.nabanjeneralmente. Habian conocidotambienel usode los bauosde aguas tcrmales i la curacion de heridas i la sangria,que se la hacianmni bien con un agiidopedernal. Por ejeraplo, citaremosde paso las plantas que ha mencionadoel curoosocronista de que nos hemos ocupado tantns veces, i el objeto a que se destinaban: "Quinchanolf, para estraer la sangre estraveriada, aanar heridas, facilitai-la regla i sanar la hidropesfa;el lanco, para purga i preservativode pestes; lampazo,cura heridas i llagas, lepra en la cabezade los ninos, quita ademas el dolor de corazoni gotacoral; quintral, sacase de ella la liga, para las llagas de la garganta, seca los ârbolesla liga; pichen, sus efectospara evitar frios,quita la durezas,saca el mal de madrÊ; culen, sana las he-
219 ridas, refrescan las hojas; tautue, sana lamparones;cacholaquen,quita el dolor de costado,limpia de las lombrices palqui, sana las llagasi calenturas, dcsliaceel yerro i las piedras de la vejiga, os bueno para la orina i purga la flemui melancoUa;manzanilladiferentesi sus efectos;lirio amarilloos purga segura; pinco-pinco,quita el liiunor gvlico; janilla, quita el pasmo, las gomas, fcio i apoplcjfn;piclioa,purga eficazi su contra; quilmo, deshacela piedra; teguel-teguel,cura tabardillo, calentura i para la madré; yerba do sal para purgar, rocfo convertidoen miel o almibar;coliguay, vcnenopara las flechas;chamico,para adonnocer; cliépica,para postemas lirio del campo,para las piedras;tnpa, para chahalongosi frios; lapi-lapi,para purga; pulal-pulal, para lamparones, postemasinterioresi esteriores; anislaquin, cura mal de garganta; garbancillo, para los frios de los huesos; llolluen, para molimientos; chilca, para friosi desconcertaduras;dicha-lacluenpara cdmarade sangre; quillai-laquen,para flnjo de sangre de narices; pillollo, para dolor de oidos;robu, para dolor de muelas;pircun, para purgas; alhue-caguen,para gota, tumores, viraelas i sarampion;algarrobillo, para soldar quebraduras; ajf, para el mal de hora; achiras, para madurativos; borrajas, para las almorranasi el pnlmon; colchacura, para ventocilas de hinchazones e clendeu, vias; para llagas dades congona, para el cerebro, dolor de estômagoi la madré; contrayerba, para los partos; coiron,contra la inchazon del liti; coliguay, para afianzarla dentadura; creemenu, para los callos;duraznillo,para càmarasi llagas duldol, para picaduras ponzoîïosas;espino, para el mal del valle, reusma i Uagas; floripondio,para el aito;
220 frutilla, para la que quiere mal parir; gumague, para camara de sangre i asma; quehul, pava calentura i tabardillos; mutun, para el parto, para las pares; ninguei, para dar leche a las mujeres; quinoa, para soltar el vientre i purificar la sangre; i en fin, muchas mas que séria cansado nombrar,"
V que la raza araucana es una raza sucomo de paperior dotada de tan nobilfsimas cualidades elovadfshnos siones i sentimientas que no los han poseiTodo
nos revela
do muchas
de las naciones
civilizadas
legado un nombre a la historia. A la raza de la antigua Araucania, gurar ûnica en la historia del mundo
mismas
que han
vémosla, pues, fien las circunstan-
cias en que brillô i por los medios de que puclo disponer como por la entereza i para defender stt independencia, altivez de espiritu de que di6 pruebas en tres Riglos de continuo
batallar
ayudada
tan solo de una voluntad
fierro i de una fé inquebrantable suelo tarde o temprano. Tuvo civilizados
vicios i brutales no los tienen
pasiones, tarabicn?
en la redencion
de de su
acaso los pueblos Pero aquellos vicios i si
eclipsadas por completo aquellas pasiones han quedado ante la majestad i la grandeza de esta raza que tan profunda huella ha dejado marcada por sus raras cualidades en los anales no solo de nuestra sino en historia, los fastos
de la historia
universal.
221 Dentro
de diez o veintc
ya del todesaparecera i su historia ligados a nues-
anos
.do pero quedarâ su nombre mas tarde tra existencia de nacion, Io que constituirdn el mayor timbre de gloria en el mundo de los recuerdos del pueblos de Chile. Veamos, entre tanto, virtiéndose
de esclavo
rei; lo que sera materia libro.
FIN
c6mo se levantô" jigante, i conen seiïor, c6mo se hizo el PUEBLO de la parte
DE LA PARTE
tercera
8EOUNDA
del presente
Lautara co&vooa&tĂŤfa la juorra al pueblo arauoaao.
A MUERTE! 1GUERRA (1654-16O4) PRIMERO
CAPITULO
EL
HEROE
INI)IANO
nacimiento. Su cautiverio.-Época Lautaro, emblcma nacional.-Su probable de su cautiverio. Vida de Lautaro. Orîjen de au nombre. LlAmasele Felipe en honor del hijo del Rei. Su educacion.– Su intelijencia i sagacidad. Su amor patrie– Complotasc en cl alzamiento de sua Despues de Tucapel dirije compatriotes. Huyc de casa de Valdivia. la batalla de Marihuano. Rcbelion jencral. Despoblacion de Arauco, HûVictoria de Lautaro en Marihuano. Puren, Angol i Villa-Rica. Cunde el bil plan de batnlla. Llcgan a Concepcion los derrotados.– Susurras© cruza pavor.– Cuadro dengarrador quo présenta la ciudad. Lautaro el Bio-Bio. Espanto jeneral. Huycna Santiago los pobladodores. Abandonan cuanto poseen. La Entra Lautaro a Concepcion. Monôlogo de Lautaro en presencia saquca. Incendio do la ciudad. de las ruinns. La obra de la conquista destruida. 1
en los campos de Tucapel tintos en sanDejdbamos uftino en medio del ingre al héroe indiano meciéndose cienso
de su primera
que marcara su carrera de por nuestra parte en observar
victoria
libertador, para ocuparnos por un momento, como lo hemos
hecho en obsequio a la del bénévole lector, las
i curiosidad mejor intelijencia costumbres i las cualidades de la nacionalidad aquel dia de gloria
para Arauco
empezara
que desde a atràerse laa
224 miradas del mundo i su audaz i feliz caudillo redentor la atencion universal. Desde el mismo dia del triunfo de Tucapel encarnaba Lautaro el espfritu de su raza, constituydndose, por decirlo asi, en la espresion nacional del pueblo que redimia de la esclavitud i del tormento i en cuyas aras lai! séria en breve la vfctima de inmolacion i sacrificio de su propia causa, cual lo fuera tambien rara coincidencia su infortunado rival Pedro de Valdivia! iValdivia i Lautaro! lié ahf dos nombres, que son dos emblemas que encarnan el espfritu de dos contrarias i opuestas razas, bastando ellos dos para simholizar por si solos todo lo que esas razas pensaron, duisieron i sintieron en el trascurso de su guerrera azarosa existencia! $Fué el 6dio a su amo o el amor a la patria esclavizadalo que indujera a Lautaro a volver al lado de sus compatriotas, e invistiendo el mando de los ejércitos indianos fuera el mas encarnizado i terrible rival de su amo de la vfspera? Parece mas bien que Io segundo incitara al célèbre caudillo a la lucha a muerte contra los invasores de sus libres dominios; pues su alma estuvo siempre mas dispuestaa impregnarse en los sentimientos de alto patriotismo que a encenegarse en las pocilgas del odio. Las noticias mas seguras que se poseen de la vida de Lautaro, haccnlo figurar cle paje de Valdivia desde 1550, época en la cual se cree fué tomado cautivo por Valdivia. Ocupâbase desde entonces Lautaro en cuidar los caballos del conquistador. Se le llamaba 'elipe en recuerdo del hijo del rei Carlos V. Pero su nombre propio era Lautaro, hijo se-
225
gun el historiador Carvallo i Goyenecke del cacique Curiiïancu, del valle de Arauco donde habia nacido Lautaro. Guriïiancii,signiticadguilancgra-,(ùancii,aguila i curi, negro.) El nombre verdaderode Lautaro es Luan-taro; de htun, guanaco,i taro, ave de rapifia; pero segun1el seuor Barros Arana procederia el nombre de Lautaro de Leutaru o Leuteru, que tendria su orijen en el verbo leiitim,acometer, embestir i perscguir al enemigo, o en el adjetivoleutcn,dilijente, audaz, emprendedor (1), cualidadesque distinguian a Lautaro en alto grado. El célèbre indio no tendria mas de diez i sois a (liez i oclio aïios cuando entrû a casade Valdivia, Alli permancciô* Lautaroal servicio de su amo durante cuatro anos, esto es, desde la época en que fué tomado cautivo hasta 1554en que fugô de casa de Valdivia para levantar contra Gllos ejércitos de su patria. Durante estos cuatro anostuvo demasiadotiempo el intelijcnte,astutoi larlinoaraucanopara conoceren todo sus defèctos i cualidadesa los invasores,i lo que es mas, para cerciorarse dcl poder de sus armas i aprender su tâctica militai-, que tanto sirvioal caudilloindio i a lo que debio en gran parte, sus victorias. Estos conocimientosfuerou los que dieron precisamente tan gran ascendientea Lautaro entre sus compatriotas i lo que igualinente lo hizo invenciblea los ojos de los mismosconquistadores. A la época de la batalla de Tucapelque, comohemos deChile– T. Barros (2)Historia Anna. 29
226
visto, ordeno i dirige personalmenteLautaro, apénas si frizaria en los veintei dos a veinte i tres anos de edad, mas o ménos. 1 comolo juzga el cantor de Arauco: "Fué Lautaro industrioso,subio,justo, De gran consejo,término i cordura, Mansode condicioni hermosojesto, Ni grande, ni pequenode estatura. El animo en las cosas grandes puesto, De fuerte trabazon i compostura, Duro los miembros,reciosi nerviosos, Anchas espaldas,pecho espacioso."(1) Es indudableque Lautaro fué un habit espfa en casa de Valdivia desde mucho intes del asalto i destruccion del fuerte de Tucahel, pues cuiinto paso daba cl conquistadoren Concepcionera sabido por las tribus de Arauco; i si a esto se agrega que el focode la gran sublevacionde 1554 estaba en las minasde oro de Quilacoya,dondeexistiauna numerosisimapoblacionindfjena, i un pueblo bastante crecido ocupados en estraer oro de los lavaderos que en tanta abundancia existianalIf en los primeros tiemposde la conquista, se comprendera que Lautaro no podia ser ajeno al plan de rebelion que sus compatriotasfraguaban,sobretodosi seatiendea la intelijenciai astuciaque revel6 tan sobresalicntemente en el trascursode su corta i tumultuosa existencia,sa-
Ercilla. (1)Amucana.–
227
crificadaprematuramentepor su amoral suelo que meci6 su cuna de patriota i de bravo. De que cl 6diohacia su amo no fué lo que indujo a sublevarsea Lautaro, un antiguo cronistarefiere el hecho de que eu los tiltimos momentos de la batalla de Tucapel, Lautaro dijo a Valdivia: jHuye, Valdivia,si no qnierespagar a mis manoslos azotes que en tu casa me dieroir Tambien
lncense
notar
los
esfuerzos
que Irizo Laucuando, en con-
taro para librar del suplicio a Valdivia, en mayorfa sejo de gtierra los caciques, decidieron i vencido conquistador. muerte al infortunado
dar
II
La rebelion
de lus tribus
araucanas
se hizo jeneral
de Tucapel. no se hahia dormido en los lvureles
des-
de el dia del triunfo Lautaro
de la vic-
toria. eowin por toda la tierra con La flécha ensangrentada a guerra a la velocidad del rayo, llamando i convocando muerte contra los opresores de la patria. En unos cuantos armas.
Inicivbase
(lias Arauco
entero
la éra de los grandes
estaba
sobre las
i herâicos
sacri-
ficios. do salvacion del horrible No quedaba mas esperanzas recien i las ciudades a las armas cspafiolas naufrajio fundadas, que la tropa que por mandato de Valdivia espedicionaba
a las rejiones
australes
al mando
de Fran-
228 cisco de Villagran, con el objeto de una nueva ciudnd.
de echar
los cimientos
en efecto, Villagran al sur de Rio-Bueno, Hallâbase, a orillas del Rahue, dispuesto a fundar ciudad en el mismo sitio en que mas tarde se levnntô cuando Osorno, supo el desastre de Tucapel por medio de un propio mandado de Imperial. Sin perdida de tiempo dirijeso a Valdivia en donde es prbclamado capitan jeneral de la gobernacion. Desde allf
mismo
ordena
a Villa-Rica i despoblar su guarnicion a Valdivia a replegarse para defender esta ciudad. de oclienta hombres Luego a la cahera marcha
a Imperial, lleganclo a ella sin novedad alguna, habian huido de sus faenas pues los indios del transita como sibmo de rebelion. En Impérial es proclamado tambien capitan jeneral para la defensa del reino. Se detiene aquf un tiempo estrictamente
brève,
i dejando
.en estado de defensa a la a donde arribaen los ûlti-
ciudad, sale para Concepcion, mus dias de enero del mismo ano una asombrosa
marcha
de
1554, despues de de unos cuantos dias desde Osor-
no a Concepcion, por medio de la Araucanfa El fuerte de Arauco habia sido ahandonado por la guarnicion, se igualmeute en pos Angol, vos de Puren
rebelada. tambien
viendo
la imposibilidad de defenderPuren despues de una inutil resistencia; en union de los fujiticuyos pobladores, se replegaron a Imperial i otros a Con-
De modo que en unos cuantos dias quedaban cepcion. destruidos casi todos los pueblos de la Araucanfa: Tucapeî, Arauco, Puren, Angol i Villa-Rica, manteniéndose solo en pié Imperial, Valdivia i Concepcion resistiendo
229
al terrible embate de la tormenta que se desencadenaba. Aclamadocapitan jeneval Villagran en Concepcion,a imita(-ioncle Valdiviae Impérial, reune los elementos bclicos de que puede disponer en aqucllos criticos momentos de consternacioni dolorjeneral. En unes cuantosdias organiza un cuerpo de tropa de 180 homhres, los mejores equipadosi armadosque liastar aquel entoncesliabian peleadoen las guerras del sur. Ademasposeian seis caiïoncs que por primera vez se ihan a estrenar en la guerra contra los araucanos. El 20 de febreropartia esta tropa en direcciona los camposde Tucapel, acompanadade cerca do dos mil indios ausiliares. Miëntrastanto, los araucanos,al mandode Lautaro y de Caupolican,se aprestaban para esperarconsu ejército a Villagrau,cuya marcha e intenciones sabian ya de antemano por una embajada de siete caciquesque habian enviadotraido rameutea conferenciarcon el mismo Villagran. Este jefe cruza en canoas el Bio-Biopor Gualpen. A mediclaque avanz,t al iuterior por el caminode la costa tala las sementeras de los indfjenasrebelados,al mismo tiempo que observa diversos Iminosque salen de la cuinbre de los montes. Era esta la seiial del ejército indio para avisarsede que Villagraniba avanzando. El 23 de febrero llegaba a la cuesta de Miribueno,al sur de Lota, que desde aquel entonces tomo el nombre de cuesta de Villagran con que se le conoceliasta hoi en recuerdo de la desastrozaderrota sufrida allf por el jefe castellanoa manos de Lautaro.
230 Encontrabase Marihueno |Qué
Villagran
i Laraquete. era entre tanto
al frente
de las serranfas
de
de Lautaro
previsor i astuto jefe indio habia su campo de batalla en las mismas
i su ejcrcito? El cabaluiente dispuesto escarpadas
serranfas
Los hechique estaba en vfsperas de escalar Villagran. ceros habian pronosticado a Lautaro el éxito de esta segunda campaiïa el triunfo.
i de ahi la fë profunda
en
que abrigaba
Habia
esparcido en el campo de batalla yerbas misteriosas dadas por los hechiceros, e incensadolo con muo de tabaco, llamaba en su favor a Pillan. El humo lo arrojaba cando que como humo Habia enviado balsas
dispuesto
con
en direccion
al enemigo
signifi-
lo desliaccria. todo
Órden
sus
escuadrones
i
al Bio-Bio para que destruyesen las mensajeros i canoas, a fin de que los derrotados no pudieran
a Concepcion, Eu tanto confiaba de la Victoria. Ademas, a medida que iba internandose Villagran, partidas de tropas indias destruian por su retaguardia los capasar
minos i los obstruian
con palizadas. En uno de los flancos del camhamcnto
inismo
habia
de mujcies i de mullegado liasta colocar un escuadron chachos a r ni ad os de largos psllos, para hacer créer a los durante la batalla que eran cscuadrones de espailolee réserva
solo el momento que esherabau entrai* en combate i asi desalentarlos! Cuanta
medida
ohortuno
para
de precaucion puede tomar un esperimentado jefe de ejército en vispera de una decisiva batalla, habia sido imitada por el luibil Lautaro.
231
III Las
de
serranfas
atravesar Lautaro, cordillera
i Laraquete que iba a de con el campamento
Marihueno a cncontrarse
Villa fôrmanlas
contrafuerte de la un prolongudo de Nahuelbuta, que termina en el mar, corta-
estas serranias cu dos montaîîas el do a pique. Divide rio Chivilingo, que corrc por el valle que ellas abren. la primera de estas monEl jefe castellano trasmonto tafia8 i descendiû
Alli acampo i paso la noche dia empezo a ascender Al siguiente
al valle.
del 22 de febrero. la segunda Miéntras rante
llamada
montana,
tanto, Lautaro la noche, tenia ya colocado
pacto escuadron dos los caminos
para
estaba
cortarle
el ejército
Marihueno. observado
du-
un coma retaguardia la retirada i cerrarle to-
por donde podia liuir. a una pequeïïa planicie,
llegado Villagran te un lion'îsono chivateo Allf
propiamente que lo habia
Apénaa habian de pronto sien-
que hace estremecer de Lautaro compuesto
la tierra. de mas de
oclio mil guerreros! de la natural Repuesto
organiza su tropa el sorpresa, con terrible i la carniceria empieza
castellano, capitan furia por ambas partes. los castellanos Ahogados zas enemigas, comenzaron ocurrido a Valdivia. Arrojandose
con
toda
de las fuerpor el numéro a flaquear a poco como habia audacia
sobre
la artillerfa
un
232
escuadron indio, toma los seis caiiones que llevabaVillagran. Con ellos perdit su altima esperanza. Agotadaspor fin las fuerzas de los castellanos,deshechospor complète i muertosla mayor parte, lmyeron los pocos que quedaban, siendo muertos en el camino tambien muckosde Gstoshur las emboscadasde los indîjenas. Escaparon solo 20 con vida i mal lieridos,los que pu. dicron llegar al Bio-Bioi en dondeno encontraron una so!a embarcacion,pues todas habian sido destruidas de ordcn de Lautaro. Calafatearoncomo pudicron una canoa que se encontraba bajo del agua i en ella consiguieronpasar a la unlla opuesta. Villagran habia estadoa puiito de sucumbir en esta batalla. Fue*sacado de su caballoa fuerzade lazo, que usaron tambien comoarma de combate esta ocasionlos araucanos;talvcz a indicaciondel jénio militai' de Lautaro. Indecible fué*la consternacion esta vez del pueblo penquisto. Con la muerte de Valdivialiabian perecido sus mejores pobladores,i con el desastre de Mari .' 10 ya no quedaban nombresen la ciudad, sino débiles mujeres, inocentespequenuelosi ancianosacltacosos. El dolor de la poblacioncundia por momentos. El cuadrode desolaciun que presentaba Concepcion este dia de la Ilegadade los derrotados de Marihuano, no podia ser mas desgarrador:
"QuienIlorael muertopadre,quienniarido Quien hijos, quien sobrinos, quieu liermanos, Mujeres como locas sin sentido Ansiosas tuercen las hermosas inanos: Con el fresco dolor crecc el jemido, I las protestas cle accidentes vanoa, Los niîios abrazatlos con las madrés l'rcguntabnn lluramlo por sua padrcs. "De casa en casa correu publicando Las voces i clamures esforzados, Los muertos que murieron peleando, 1 aquellos intelices despeûados: Moxas, casadas, viudas lainentando, l'uestas las manos i ojos levantados Piden a Dios para dolor tan fuette El ûltimo remedio de la muerte. (1) Mas, luego corre el siniestro rumor de que Lautaro a la cabeza de su ejército cruza el Bio-Bio para concluir de una vez por todas con los ûltimos espanoles que en Conception quedaban. Se levanta un clauior unisono de horror i todus gritall de huir a Santiago: "Quien a su casa corre pregonando La venida del barbare guel·rero; Quin aguija a la silla procurando Cincharla en el caballo mas lijero: Las encerradas virjenes llorando (1) Araucana.– Canto VII.
30
234 Por las calles sin manto, ni escudero, At6nitas de aca, i de alli perdidas A las madrĂŠs buscaban des validas.
"De rato en rato se renueva
i crece
El Ilanto, la afliccion i el alarido; Talvez hai que de sitbito enmudece, Reduciendo el sentir solo al oido: Cualquier sombra Lautaro les parece, Su rigurosa voz cualquier ruido, Alzan la grita, i corren no sabiendo Mas de ver a los otros Resuelve
al fin el cabildo
ir corriendo abandonar
(1). la ciudad
pronto
en vista del peligro que les amenazaba. son embarcados Mujeres, nirios i ancianos
i el resto
de la poblacion lmye por tierra a Santiago a fines de febrero, dejando abandon ado cuanto poseian. Es aqui donde nuestro poeta pinta tan horroroso cuadro de dolor al sus pobladores dejar altandonada ta i orgullosa ciudad: "Era
la tintes i.ltiva, opulen-
cosa de oir bien lastimosa
Los suspiros, clamores i lamentos, HaciĂŠndolas cosa mayores cualquier Que trae de nuevo el miedo por el viento:
(1) Anoauia.â&#x20AC;&#x201C;
Caato VIL
235
Desamparala turba temerosa Sus casas,posesioni heredamientos, Sedas, tapices,camas,recamados, Tejos de oro i de plata atesorados.
"Ya por el montean'iba caminaban, Volvieudoatras los rostros aflijidos A las casas i tierriis que dejaban, Oyendo de gallinas mil graznidos: Los gatos con voz lorridas maullahan Perros daban tristfsimosahullidos: Brognecon la turbada Filoména Mostrabanen sus cantos grave pena (1). Solo una valerosamujer llamadaMenciade Nidos fué cl ûnico habitantesque se opusoa la despoblacioni tilde de gallinas,perorandoen la plazapùblica,a los que abandonabanla ciudad. IV marcha de muchos cias, Despues de una penosfsima a Santiago los fujitivos de la Concepcion. entraban En tanto Lautaro i su ejército habfanse dejado caer sobre Concepcion cual bandada de aves de rapina. La i luosaquea por completo, l1evandose cuanto encuentra, (1) Araucana–CantoVII.
236 go incendifindola, dejan los escombros humeantes
de la naciente
solo Concepcion de sus imponentes ruinas.
i alumbrado En presencia de esta obra de esterminio, por el reflejo del siniestro incendio, Lautaro desde lo mas alto de las colinas de Penco, esto testificado por escrual mundo su bâte su lanza, publicando puloso cronista, en su idioma: Incite, Lautaro,, triunfo, diciendo sus victorias apumhin tca htt huinca i seguia pregonando a nuestro idioma en este sentido, lo que trasportado nuevo
queria
decir:
que acabé* con los espafioles; yo "jYo soi Lautaro, soi el que los derroté en Tucapel i en la cuesta! ;Yo maté a Valdivia, i a Villagran puse en huida! jYo les maté sua soldados; yo arrosé la ciudad de Concepcion!" 1 a cada frase de este mono logo seguia saltando i blandiendo el héroe indiano su vencedora lanza, alumbrado él i sus guerreros invencibles dores de la ciudad arrasada!
por los siniestros
resplan-
La obra de la conquista que tanta sangre i sacrificios en unos cuantos dias costara, habia pues sido destruida Lautaro. por el invencible Apénas en el trascurso de dos meses habia ganado Lautaro dos grandes batallas, i su sola presencia heclio despoblar casi todos los pueblos que se alzaban
Puren, ya florecientes: Angol, Villa-Rica, No quedaba en Arauco, Tucapel i por fin Concepcion. de la Araucanfa sino Impié de la obra de la conquista de muerte perial i Valdivia, li aun estaban amenazadas de momento chade
Arauco
son para
en momento!
{La hora de la horrible revanhahia sonado con lugubre
esclavizado
sus verdugos
de
ayer
i sus
vencidos
de hoi!
CAPITULO
ÙLTIMAS
CAMPANAS
DE
II
LEYENDA
LAUTARO.-SU
I SU SACRIFICIO
a la de ruina i desohicion ed Villagran A nos de 1555-1557. Campafia i rea Imperial Âraucania. Asolaa au p;no cn.mto encuentra.– Llega en ocho meses i Valdivia gresa al norte central. Impérial por el valle Actoa inhua los iudios. de aialamiento. Guen*a a muerte que bacon combate^naval manos de los conquistadores. El lago Budi. Sangriento la cscuadi ill.i araucana i la esen sus aguan. entre Choque al abordaje de esta lueba. Laumil araucanos ahogados. Horrores pafiola.-Tres sobre taro en Impérial. de Conccpcion. Reedificacion Vuolve Lautaro a Santiago. ella i la destruye. Xuevaa empreSegunda peregrinacion de Chile a de Santiago i arrojar nas de Lautaro. Intenta apoderarse contra Loa i Chilot espailoles. Santiago. Peteroa, Sus très campalas de Lautaro. a Lautaro. Los amores li pirco.– Est rata jema para asaltar a Lautaro. de amor. Asaltan -La india Guicolda. Bcllîaimo episodio al lado de Guacolda. Lautaro i eu fama universal. -Muere combatiendo
1
Francisco
de Villagran, v su vez de los invencibles
ansioso
de tomar
la revancha
de Arauco i volguerreros ver el lurillo a ias ya empanadas armas de Castilla, partia nl sur desde Santiago a fines de octubre de 1554, de ciento ochenta soldados i de un consiacompanado derable
numéro
tias de carga.
de indios que hacian
las veces
de bee-
el Bio-Bio i penetraba a la Araucanfa por el camino de la costa en direccion a Imperial, los sembrados e incendiando las chozas i destruyendo asesinando cruelmente a los naturales que encontraba En noviembre
a mano.
cruzaba
Era una
guerra de vandale*. Lleg<5 a Impealli un corto tiempo, siendo recibido con
rial, detuvose las mayores muestras
de jûbilo. Envio socorros a Valal corazon de la Araucanfa, divia, i luego entrandu pase6se por los llanos de Angol, sembrando por todas pari cl terror. tes la desolacion Esta
de guerra a muerte (lui-4 hasta el ano campafia regreso a Santiago; siguiente en que el iracundo capitan do liabor vuelto a medir sus arpero sin la satisfaccion de Tucapel i Marihuano. En tanto; £cutil habia aide la situacion de Imperial i Valdivia durante lus oclio largos meses que se hallaron mas con el vencedor
aisladas
del resto
dcl reino,
esto es, desde la muerte campana de Villagran?
Valdivia
a la segunda Midieron desde un principio las amenazaba, i sin esperanza se a clefenderse
hasta
triunfar
el énorme
de
pcligro que clecidiéron-
de rccursos, o morir. Imperial
era la
mas espuesta dio de todas
por su situacion de estar colocada en melas tribus sin embargo su posirebeldes; cion topogrâfica la salvaba en gran parte cle los asaltos de los enemigos. Defendida i apuesto por el valeroso capitan Pedro de Villagran, dispûsose a vender bien cara su vida. G uarnecfanla cien soldidos. Valdivia tribus
estaba
vecinas
guerra. Lat tribus
eran
ménos
espuesta,
en atencion
mas
apegadas
a la paz
de Imperial,
como
demostracion
a que las que a la de rebe-
239 lion, habian abandonado sus faenas i retirddose a los montes donde construyeron fortalezas de palizadas para defenderse; otras, si no la raayor parte, liabianse refujiado en las islas del lago Budi, estendidas entre los rios Imherial i Tolten; lago conocido hasta hoi con el mismo nombre. Sin embargo, estos naturales, no se habian atrevido-a comhatir contra los conquistadores. A pcsar de lo cual, no ohstante, Pcdro de Villagran emprendiu contra ellos desde Impérial una guerra implacable, dcsapiada i horrendn, sin dar ni pedir cuartel. Los perseguia hasta en sus mismas posiciones, donde se hal)ian refujiado para librarse de los hoiTores de la lucha que se habia iniciado. Los acosaba por todas partes, asesinando mujeres, liombres, nifios, ancianos sin considcracion alguna. Habia llegado liasta orgauizar jaurias de perros bravfos, los cuales, a una sénat dada, avalanzabanse furiosamcnte contra los indfjenas, destrozandolos horriblemente en unos cuantos minutes. En estas escenas de horr or eran vfctimas de los lebreles, sin distincion, mujeres i ni nos. Calculase en mas de mil infelices imperiales muertos de tan bàrbara manera. Por otra parte, el hambre i la peste habian consumido aquel aîîo miles de indijenas. Mas de cuatro mil araucanos del mismo Imperial habfanse refujiado en las islas del lago Budi, donde se habian encerrado con sus familias i sus ganados, dispuestos a defenderse alli hasta sucumbir si eran atacados. Pues ala les persigue sin cuartel el defensor de Imperial.
240 Envia a la boca del Impérial una escuadrilla de quince canoas al mando de setenta soldados, los cuales, en llegando al lugar de su destino, sacan las c,noas del rio, i arrastrandolas las conducell al lago de Budi, para concluir con los indtjenas en sus ûltimas e inesp ugnables posiciones. Arrojan al lago las embarcaciones i avanzan a una de las islas, lo que en viendo los asaltados tocan las cornetas, encicnden liuino en sus islas para reunirse i aprestarse a rochazar al enemigo. Los isleiios lunzan su escuadrilla tambien en numéro de cuarenta canoas contra la cscuadrilla invasora. El combate naval empieza con encarnizamiento por una i otra parte. Los islenus lanzan lluvias de flecheria contra la escuadrilla enemiga, que contesta con el fuego de sus arcabuces, haciendo estragos en el enemigo. Al fin se estrechan i renuévase la lucha de abordaje peclio con pechu, canoa con canoa. No cede ni uno ni otro bando. Las canoas se hunden en las aguas rojas en sangre i aun les islenos se baten todavfa nadando sobre las ondas sin rendirse ni pedir perdon! iLa luclia era a muerte! 1 cuando solo ya las canoas de los islenos de Budi quedaron fiotando en las aguas sin un bogador que les diera impuiso, sin una aima que les comunicara vida, el combute naval terminaba junto con el ûltimo suspiro dfemuerte de los bravos marinos de Budi. Mas despues renov6se el combate en la isla grande, defendida por otro cuerpo de guerreros, que, sorprendidos otra vez, encontraron tumba gloriosa an las inismas aguas de la Notantefortaleza. Al arrojarse a nado hombres, mujeres i nifios desde lo alto de un arrecife, perecieron todos por una tormen-
j241 ta que
de subito
segun
uno
asegura fué
jTal de
levantôse,
eterua
los cronistas
de
el triste
fin de los en las
memoria
mas
ahogândosc de
mil-
la conquista.
mârtires
mari
navales
glorias
de très
nos de
Uudi
de Chile!
II
Lautaro?
lJ co?
era
Que
de! aima, acasu
abandonado
^Hahia
que* del a su
de
jenio
Araua
desventura
propia
los suyos? de la destruccion
Despues chado
a apoderarse
cstando
sobre
en esos
instantes
barbare
atre
La
vidas
de
ruinas.
ciudad
c1estruicla.
mismo
del yecto
i una
de
Sabedor
mes, mas
de Lautaro
de
de los
despues cien
de
que
de
busca
que
emprender.
otras
los desti-
se rcpoblasc
Concep-
nuevo
do
escombros
de
en numéro de
noviembre,
primitives
de no-
los cimientos
mistiios
recorrer
el 24
efecto,
a ltts playas
Llegaban
triiu.fo
mievo
en
Santiago
de
el
eran
los
cl audaz
que
dependian
En de
sobre
salido
personas
treinta
solo
que
se echaban
Habinn
i ocho
senta
de la que
de Penco.
ciudad
infortunada
sus
empresas
ordenado
sitio
1555,
el
para
campamento
Lima,
habia
Chile,
viembre la
de
en el mismo
cion
su
sobrevcnido
tempestad
augurio
i temerarias
audiencia de
nos
desliccha
de mal
i levanto
espcraba, mas
una
haber
por
mur.
abandon»;
que
proyeeto
muros,
propios
habia
Concepcion,
de Impérial
sus
creyo
de
las
de
cuales, de la
pobladores de Penco por
tierra
cl 24 un
léguas. de lu
repob!acion
de
se-
Concepcion, 31
tra-
242 a sus guerreros, llamândolos a defender otra vez su libertad i arrojar para siempre de su suelo a convoca
altivo
los porfiados invasores. El 12 de diciembre, es decir a los diczinueve dias de su llegada a Penco lus pobladores, Lautaro se presentaba con su ejërcito sobre las mas altas colinas que ciûen por el oriente las cspaldas alli al amanecer Uego tos sus soldados delanto
tris
de Penco. de ese dia, i avanzando
ramas
a fin de no ser
ocul-
de vrboles
vistcj,
que llevahan por se detuvieron frente nI
fuerte. Formaron
de gruesos maderos de la ciudad. ron en clla a los defcnsores La batalla
una fortaleza no demorô
en trabarse;
mas
i espera-
con tan ma-
do la ciudad que en unas para los defensores i cuantas arremetidas fueron deshechos que hicieron muertos casi todos en pocas horas. No quedando esperanza alguna de sal vacion, se di6 el pavoroso grito de
la suerte
jsiilvese
quien
pueda!
la a Santiago; Quienes huyeron quienes escaparon vida refujiândose en un navfo que a la saxon hall{\base anclado en la bahia. vez era presa escojida de Concepcion por segunda Lautaro i sus infelices pobladores muertos en la demana da i los que nô fujitivos, i desamparados entregados su propio dolor i quebranto! Desde este dia Lautaro tendi6 a mas altas esferas el jiel concibiendo gantesco vuelo de su jénio èstraordinario, atrevido
pensamiento cluir con el comhleto ra el suelo chileno.
de avanzar esterminio
sobre de cuanto
Santiago espafiol
i conpisa-
243 En realizacion de tan audaz pensamientoel joven jeneral indianoreorganizôsu ejército, escojiendosolola jente animosai resuelta que pudiera acompafiarlo,desechandoa los que se le presentabanhaciendoalarde de sus adornos de plumas i otros objetos dice un cronista, "porque lo que adorna al soldadoes la pica i la lanza, que son cspuclas del vnimo,i no las plumas, que son juguctes del aire." moviasmcampamentoLauEn la de taro. Cruzaba el Bio-Bioa la cabezade seiscientosguerreros en la esperanza. de que en el trayeeto de la arruinada Concepciona Santiago,aumentaria sus filas. Montaba un tbgosocaballos,cubria su cabeza una celada quitada al enemigu i mandaba su tropa al toque de corneta.A poco pasaba el Maulè,donde asaltosun asiento minero, apoderandosede todas las lierramientasque en la faena babia. Durante su marcha exhortaba a la lucha a sus compatriotasen entusiastaspatrioticos discursos, llamandolos a defender con las armas en las manos su independenciai su libertad, i revolviendosu caballodecfalesque él era el vencedorde las batallas. De este modofuc revolucionandotodas las tribus diseminadas desde el Itata i el Manieal mismo Mataquito. Habia enviado tambien emisariossecretosa Santiago, induciendoa sublevarsea las tribus de las cercanfas. jTanta audacia cabia en el pecho del hëroe libertador En el valle del Mataquito, en el sitio denominado Peteroa, formosu cmnpamento,i construyendouna inespugnable fortaleza con todas las artes de la estratejia militar se atrincherôen ella con su ejército, proveyén-
244 dose al mismo tiempo de abundantes vfveres. Parecia resuelto establecer en aquel paraje su cuartel jeneral para operar desde al H mismosobre Santiago. III No habianpasado la capital del Reino por una situacion mas angnstiosa que en los momentos de tener noticiadel avance de Lautaro. Francisco de Villagran envio de descubierta con veinte jiuetesa,l capitan Diego Cano a esplorar el campamento de Lautaro, pero sorpreudido por este en una emboscada, fué derrotado por completo i obligado a liuir mas que cle prisa a la capital el 14 de noviembre. No habia tiempo que perder. Por cnfermedad de Francisco de Villagran, sale al encuentro de Lautaro Pedro de Villagran, el tenaz defensor de Impérial, con un régulai*cuerpo de tropa. Arriba a Mataquito; situa su campamento trente ul de Lautaro. Pero no ora prudente atacnr de subito; i adelantandosc Villagran a reconocer el fuerte en eompafiui del capitan Marcos Veras que conocia inucho a Lautaro, por haber estado junto con cl en casa de Valdivia, lo !!aman a gritos para que conferenciase con ellos. Lautaro al punto les conteste i les habl6 desde sus trinclieras, i trab6 conversacion con Marcos Veras, sosteniëndose entre ambos un curioso dia,logodel clue han dado cuenta Ercilla, Marmolejo, Rosales etc-. Lautaro entraba a tratar de potencia a potencia con los jefes conquistadores.
245 Decfale a MarcosVeras que era inutil que se defendieran, que si no s>aliande Chile les perseguiria liasta Espaïïa mismai a todoslos pasaria a cuchillo, que sus ejdrcitos eran mui nnmcrosos; pero que si Villagran queria quedarse en paz en Santiago, le imponia estas condiciones 1" Queel Mauleseria en adelante el limite de las fronteras espafïolasi de las araucanas;que ni los espanoles dcbian pasar mas al sur de ese rio i del fnerte que él le vantarin ni los araucanos pasarian tampocoal norte dcl mi*morio; 2.° Quecada afiodebian darle los conquistadores, comotributo por ocupar Fus tierras, treinta doncellas espafiolas;diez caballos enjnezados, diez perros bravos i cien capas de graua; i 3,°-Que debian darle la comidaa la guarnicionque custodiaria el fuerte que iba a dejar levantado en el Manie, como limitei defensade sus fronteras; pues que no queria que sus soldados inuriescn de hambre sino pelenndocon las armas en las manos. A estas condicionesimpuestaspor el arrogante Lautaro, respondio Villagran con un impetuoso asaltosal fuerte;pero rechazadoi voncidotuvo queretirarse i esperar mejor ocasionpara un nuevoataque. Despechadopor su derrota Villagran volviûa la cargaal amanecerdel dia siguiente i oh! sorpresa!No encontre un solo guerrero dentro del fuerte. $Qué habiansido de Lautaro?La historia no lm alcanzadoa columbrarcon toda certidumbre la causa que indujera vl jefe indianoa retirarse, siendo vencedor.Pero cual iracundoIcon que revuelvea la carga del enemigo que lo acosa, reorganfzaseen el Itata i
246
toma a marchar a Santiago. Era su segunda campana contra la capital. Habia resuelto hacer una guerra de recursos, con cuyo fin se dirijio rvpidamente a la comarcade Lora. En Santiago cundiô de nuevo cl espanto: se hacian rogativas pûblicas;se colectaban suscricionespara los gastos de la nueva campafiai se armaban soldados. Ordeno"se, porfin, -il capitan Juan de Godincs saliera al encuentro de Lautaro; i con tanta fortuna anduvo que cayo al amanecer sobre una columna de avanzada de Lautaro que acampabadesprevenidaaorillas del estero (le Gualemo. La arrollo por complète, i puesta en dispersion infundiôel espanto en las dénias columnas, vii'ndose Lautaro obligado a retirarse en direccion a los valles de Arauco, despechadoaunque no desalentado Pero ^liabria de abandonar el tenaz libertador de su patria ya para siempre sus cnsueilosde la ùltima gloria que le esperabade arrojar dcl suelo patrio a los invasoresî No tal. "Fue*siempre seïïal visibledel junio verdadero la constanciaen la adversidad,ora se encarnase en el ànimo del levantado caudillo,ora en el pocliode humilde aventurero. Bolivar, que al opuestode San Martin, se engrandecit) mas con sus reveses que cou la victoria, tuvo esa seîlal del jénio en grado excelso.Tuvola tambien el indio Lautaro en su condicionde barbaro i de mozo." (1) En efecto, el indomableLautaro iniciaba poco despues desde los valles de Arauco su tercera i fvtulcampana contra Sautiago, a principios de 1557. Avanzô* Vicuûn Mackenna. (1)"Lautaro".
247
rnpidamenteal vallede Mataquitoi situô su campamento en Cliilipirco,para empczar desde allf la guerra contra la capital. Su ohjeto principal era interponerseentre las fuerzas de Francisco de Villagran que operaban en Imperial i las que existian en Santiago. Al regresar Villagranal norte, supo al pasar el Maule que Lautaro habia vuelto a marchai- sobre Santiago, i combinandouna babil estrattijema mandôa avisai*al capitan Godincz, que habia s.vlidode la capital al encuentrode Lautaro, que lo esperase en un punto convenidoa fin de atacar juntos. Utîidos,en electo, anibos cuerpos de ejércitoi conducidospor un tl'aidor desertadodel campo del jefe indio, marcharon ocultamente sobre Lautaro durante la noche del 2!)de abri! cle 15o7, a fin de caer a su campamento al amanecer. Lautaro estaba, solidamente atrincherado. Por su trente se hacia casi imposible atacarlo por las trincheras i zanjoncs que lmbia becho abrir. Su retaguardia estaba protejida por las empinadas serranfasde Caune. Era éste, sin embargo, el ûnico punto por donde podia ser asaltado;pero tambien el mas dificil; i por creerlo asf el liuroe iudiano, no habia colocadoavanzadas ni centinelas. Fué cabalmente aquella confianza la que iba en brève a poner fin a la existenciadel célèbre barbaro. Con el objeto de cerciorarse mejor el jeneral espanol de las posicionesde Lautaro, envio la misma nochea dos centinelasen companfadel traidor que habia vendido a Lautaro. Acercaronaecautelosamenteal mismo sitio donde dormia Lautaro i oyeron contar a éste a
248
otra pcrsona una horrible pesadilla que habia tenido. Acababa de sofîarque caia btuiado en sangre en una refriega contra los espafîoles.
IV
Es aqiu donde se présenta la tierna esceua rcterida por Ercilla, Lovera i otros cronistas dando cucnta de! bellfsimo episodio clo los ainoros de Lautaro con su mnante Guaeolda. KefiereLovera que, en etecto, aqncllanoche, la ûltima del guerrerosindiano,recorcl6sobresaltadoLautaro por un sueno que lmhia tenido en que se veia caerbafiadocn sangre a manos de los espanoles. En este instante record6 tambien, jiiniendo de afliccion,la amante Guaeolda,conla que donnia, i contoa su Lautarosu suefio,quien, viendocon asombro que era el mismoque dl habia tenido, lo cojio de terror. l es aquf, en la ûltima hora que quedaba de vidaal guerreros,cuandose entabla cl preeiosodialogo descrito por Ercilla entre Lautaro i Guacolda en el dnro i tosco lcclcoen que dormian: Estaba cl araucanosdespojado Del vestido de Marte embarazoso, Que aquella noche sola el duro bado Le dio aparejo i gana de repose: Los ojos le cerro un sueno pesado, Del cual luegodespierta congojoso, 1 la bella Guacolda sin aliento
Lautaro refiero a Onaoolda sus sue&osla Tlspera de Chilipirco.
La
le
causa
-Lautaro
i scutimientu.
pregunta
le responde:
"Sabras
yo sofiaba
que
"Que
un
"Con
inuestra
"1 con
soberbio
me
i eorazon
"De
podenne
valer,
"Me
desperto
la rabia
en
I)iciendo: "De
fil] "^fas
esto "jAi!
mi diclr.v
soltô que tculf,
oprimia
no ser
fuerza,
i en
ponia
delante
por
mano
instante
se me
cspanol
"La
Ella
en este
ferosîsinia
violenta
lniv,
"Amiga
bastante
aquel
i pena la voz
punto junto."
turbada,
lie soûado
lambien
cuanto
i es ya llearada
de mi llantoî tuya, i princi^b no podré ser yo tan desdichadn,
'-Ni ibrtuna
tanto conmigopodr.i no corto i atuje con la îmieite
"Que "El aspero
camino
de mi suertc.
El liijo de Pillan con lazo estrecho Ijos brazos 1)or el cuello le cenia, De lagrimas banando el blanco pocho En nuevo amor ardiendo "No le tengais, senora, ''Ni turbeis con agiieros
respondia: por tan hecho, m alegrïa, a que me vco,
"I aquel gozo no atado "Pues libre en estos brazos ";Quiéii el pueblo ."En su reputacion "I'ues et soberbio "Ya doindstico
araucano
os poseo. ha restaurado
ctue so perdia, cuello no domado
al yugo sometiaî 32
250
"Yo soi quien de los hombrosle lia quitado "El espafioldominioi tirania, "Mi nombre basta soloen esta tierra, "Sin levantarespada a liacer la guerra." Ella ménossegura i mas llorosa Del cuello de Lautaro se colgaba, I con piadososojos lastimosa Boca con boca asf le conjuraba: "Si aquella voluntadpura, amorosa, "Que libre os dt cuando mas libre estaba, "I dello el alto cielo es testigo, "Algo puede, seîïori dulce amigo; "Por ella os juro i por aquel tormento, "Que senti cuando vos do mf partiste, "I por la fé, si no la llevô*el viento, "Que alli con tantas lagrimas me diste: "Que a lo ménos me deis este contente "Si alguna vez de mi ya los tuviste, "I es que os vistais las armas prestamente, "I al muro asistaal 6rden vuestra jente." El bârbaro responde: "Harto claro "Mi poca estimacionpor vos se muestra, "^En tan flaca opinion esta Lautaro, "I en tan poco teneis la fuerte diestra "Que por la redenciondel pueblo cliaro, "Ha dado ya de sf bastante muestra? "Buen crt'dito con vos tengo por cierto, "Pues me llorais de miedoya por muerto. |Ai! de mi que de vos yo satisfecha
251 "(Dice Guacolda) estoi, mas no segura. "&Servuestro brazo fuerte que aprovecha, "Si es mas fucrtc i mayor mi dcsventura? "Mas, ya que sa誰ga cierta mi sospecha "El mismo amor que os tengo, me asegura "Que la espada que hara, cI apartamicnto, "Haril que vaya en vuestro scguimiento. "Pues ya el hreciso liado i dura suerto amenazan con aspera caida "I forzoso lie de ver un mal tan fuerte "Un mal como es de vos verme partida: "Dcjadme llorar antes de mi muerte "Esto poco que queda de mi vida, "Que quien, no sicnte el mal, es argumente "Que tuvo con el bien poco contente."
Tras esto tantas lagrimas vertia, Que mueve a compasion el contcmplarla, I asf el tierno Lautaro no podia Dejar en tal sazon de acompariarla.
Este beli誰simo dialogo entre Lautaro i Guacolda, en que la amorosa india presiente la muerte del amante la vfspera de sucumbir alli mismo el infortunado caudillo, no es ciel todo una mera ficcion del poeta. Guacolda se habia criado en casa cle Pedro de Villagran i era bija, como Lautaro, del valle de Arauco. Se llnmaba Teresa Guacolda. Su rara hermosura i
252 jentileza habian prendado al barbare mozo, i supunese que en uno de sus asaltos a Concepcion,huyô Guacolda con el bravo indio.I desde entonces la amorosa india acompanoa Lautaro en todas sus campafias;pues nunca quisodejarla sola hasta el ultimo dia en que a su lado i en su rudo lecho jdulce nido del idéal de sus amores! rindiera la vida el tierno amante e insigne guerrero pur el bien de la patria i la salvacion de la independencia humana!
V
Ccrciorado,pnes,Villagran del descnidoen que permanecia el campamento de Lautaro, se ech6 sobre por el lado de la montafia, por la cual lo habia conducido el espia traidor. Cay<5como una avalancliainfernal al amanecer, no dando tiempo ni a Lautaro para cojer su lanza. Todo fué desûrden i confusion.Al tratar de organizar Lautaro su jente cay6 herido de muerte de un flechazo que le acestôun indio amigo, celoso por sus amorescon Guacolda,segun unos, i segun otros muri6a manosdel enemigo. Muerto el jefe, la resistenciaaunque se prolongô, todo esfuerzofué inûtil. La fortalezaquedô"al fin en poder de los asaltantes, despues de un sangriento combate. Asf sucumbi6el liéroede Araucoen Chilipirco, fiel a su consignai a su bandera en cuatro aîïosde atrevidascampanas, durante las cuales llenô el mundo con la faraa de sus hazanas, siendo "el mas valeroso,
253
constante i obstinadode todos los defensoresdel suelo araericanodesde Californiaa Chiloé." "Arminio americano, dice un esclarecidoliistoriador, se batio como el jefe jermanico, por la libertad de su suelocontra unaraza super!orcuya planta odiaba, i que ya no pisa el suelode su tumba vcngada por los siglos. Murio comodl i como Viriato, a manos de traidores, pero su gloria ha llegado mas arriba que la de sus mas ilustres compatriotas, hacidndosede fnma universalen el Nuevo Mundopor sus heclios,i en el Antiguopor la epopeya, al punto do que su nombre fué en nuestrosuelo un emblemanacional de reclencion,acojidoya de una manerairrévocable por la posteridad."(1) (1)
'"Latitnro"
Viciuïa Mackounn.
CAPITULO
DE
CAMPASAS
III
PACIFICACION.
LOS
HÉROES
de Arriba a la Quinquina cl nucvo ejército pacificador Vuélvcse el ejôrcito do a fortificar a Penco. Acome'o de Arauco a campalia al E^tado don Garcia Hnrtado Caupolican.-Salo do Mendoza. dcsdc Penco al Archipit'Iago Célèbre do CLiloé. campana i mémorables batallaa en la marcha. El pocta do Refiidaa :llor.so Ercilla.i demas hérocs indianot*. Tenaz resistcncia de los Caupolican arancanos. Nnevas poblaciones. da Canete i Osorno. ReFundacion do Tucapel, Villa-Rica i Angol. poblacion Concopcion, Ajanco, Muerte de Caupolican. de la campafia. Terminacion Tiegna de la guerra.de los Villagran. victorias do los araucano*. Campailas Espléndidas Nueva rcbclion i derrotaa.– a Cafiete jcneraï. Triunros Despuublanso i Arauco.-Victoria i el Itatado lo« araucanos en Andalien Sitian durante dos mescs a Concepcion. victoriosa. La Araucania
Anoa la
de lô.'>7– Arancania.
05.
1
La muerte
de
Lautaro
el animo léjos de desalentar para enseîïarles do cômo se lu-
de los suyos solo sirvi6 cha i se muere por la sagrada cia i de la libertad
de los pueblos. todo un semillero
pos de ël jermina dose la preeminencia imitar
causa
en ser
cada
de la independen1 asf veremoa que en de luroes cual
disputdnel primero en
el ejemplo de Lautaro i alcanzar como el lionor de dirijir los destinos de ia patria apesar del vendabal deshecho que se desencadenaba sobre clla.
Aun calientc todavfa la sangre de Lautaro, arribaba a, fines de junio del mismo ario de 1557 a la isla de la Quinquina, en la bahfa de Concepcion, el apuesto i gallardo mozo don Garcia Hurtado de Mendoza, nombra. do gobernador de Chile con el determinado propÓsito de tcrminar de una vcz por todas la guerra de Arauco i cimentar por compléta la pacificacion de la Araucanfa. Venia tambien del Perti en la escuadrilla el célèbre don Alonso de Ercilla. Con el decidido pensamiento de someter a Arauco indûniito dcsembarcaba pues don Garcia en Penco, despucs de dos meses de estadfa en la Quinquina, donde estuvo a punto de ser asaltado por los mismos habitantes de la isla. En provision de un ataque de los indomitos araucanos, levanta un fuerte de rudas palizadas en lo alto de una loma que despues se llain<'> el monte de Pinto. En tanto, los pencones i araucanos, se liabian retirado al interior, pretestando de que no querian la paz. Reunie'ronse en asamblea los caciques principales i acuerdan renovar la guen'a. El sucesor de Lautaro estaba ya elejido: el valeroso i tenaz Caupolican. Apdnas si liabian trascurrido sietc dias desde el en que habia desembarcado en Penco don Garcia, de setiembre, cuando Caupolican a la cabeza de millares de guerreros se présenta al fuerte rocien levantado a disputar palmo a palmo la posesion de aque] la comarca. Por primera vez don Garcfa comprendi6 con qué clase de enemigo tenia que habérselas. Despues de una sangrienta lucha de seis horas en la que estuvo en peligro de sucumbir don Garcia con todo su ejército, Caupoli-
256 can toca retirada con la esperanza de volver a la carg comoeu efecto lo habria hecho si no es por el oportuno ausilio de nuevas tropas que llegabanpor ticrra de la capital. Desde aquel dia el altivo gobernador, herido en su orgullo, no pens<5sino en dominai'a toda costa a la porfiada raza, llevandola guerra a su propio n.orazoni centro de sus recursos;i con tanta felicidadlo hizo que fué el ùnico gobernador que pudo mantener a raya por un corto tiempo a los hijos de la Araucanfa. En vfsperas de saliea carapana, enviole Caupolican de emistorioa Millalaucocon el pretesto de anunciarle que no renovaralas hostilidadeshasta tantosno se disolviese una asamblea en que ellos trataban de acordar :i darian las paces o continuarianla guerra; pero con la doblo intencion de irnponerse del poder i armamento del ejército de don Garcia, lo que filé tambien couocido de este. Sin dar oido a taies proposiciones,levanta el impaciente capitan su caJnpamcntoi da comienzoa su memorable campana tan justamentc célèbre. El IVde noviembre partia de Penco, en demanda del Estado do Arauco,al mandodel ejército mas numeroso i mejorequipado que hasta ese enfonceshabia lucido el pais. Componfanloseiscientos hombres, cerca de mil caballos i mas de cuatro mil indios ausiliares, i abundantes provisiones. El 2 de noviembreeinpezaba a cruzar cl Bio-Biopor Gualpen i el dia 7 del mismoconcluiande trasboidarse los ûlt!*no8restos del brillante ejército. Caupolicanles espéra en laguna de San Pedro, a fin
257 de cortarles
el avance
al iuterior
i trdbnse
alli la batalla, en la que de
de las Lagunillas, que se ha denominado rechazaba con éxito el ataque, nuevo don Garcia despues de grandes sacrificios.
pero
el herôico indio Galvarino, le son prisionero de los demas. Viéncortadas las manos para escarmiento dose ya libre de sus verdugos, les tilda de opresores de su raza i vuoîu a uuirse con los suyos. Heclio
II
La fortuna
habfase
mostrado
propicia
desde
un prin-
cipio a don Garcfa. de una penosa i peligrosisima marcha llega Despues al sitio del destruido fiterte de Arauco, i de allf acatnMas, pa en Millapoa adonde alcanza el 29 de noviembre. a la cabeza de diez al amanecer del dia 30, Caupolican, rodea a don Garcfa mîl guerreros, atronando el espacio con su voccrfo i gritos de ainenazas a inuerte que era al mas sereuo espfritu. Caupolican para infundir terror aparecia montado tido una hermosa
en un fogoso caballo, llevando por vescapa de grana.. Divididos en tres gran-
la Victoria parecia brindarles des cuerpos los araucpnos, el triunfo; hero otra vez el sol de la victoria vino a alumbrar las armas rico material Caupolican nes a Rengo, Paicavi,
de
don
Garcia,
mediante
de guerra. se habia
presentado
Tucapel,
Tomé,
Elicura,
Millalelmo,
su abundante
llevando Colo-Colo,
Leocoton,
por capitaOrompello, Caiiumanque,
i
258 etc., i el desgraciado Galvarino, quien, apesar de sus manos mutiladas, era el mas atrevido en la pelea. Avanzaba ademanes de quelevantando ambos brazos, haciendo rerse comer a sus verdugos de la batalla anterior, ya que no podia matarlos con las armas. gritos animando a sus compatriotas sin abandonar el campo. Entre
Peroraba
a grandes a vencer o morir alli
los
caidos en esta prisioneros otra vez la desgracia al mismo Galvarino, de treinta caciques mas, fud ahorcado.
batalla
tocôle
que, en union
Uno de estos
llamado Libantureo, pidi6 que caciques se le estrangulase en el ârbol mas elevado para que to" dos sus compaiieros lo vieran de cualquier parte que habia muerto
en defensa
de la patria. creyo que esta batalla aniquilaria el anima pero al enviarle a este un mensajero soli-
Don Garcia
de Caupolican; citandole condiciones
de paz, el indomable Caupolican con test 61g que aun cuando contase mas que con dos guerreros, jamas daria la paz a los enemigos de la patria. a Continuando don Garcia su marcha al sur llegaba al fuerte
arruinado nuevo.
En
de Tucapel i ordenaba se edificase breve, i apesar de los continuos asaltos
de de
los naturales
de que se v efa amenuzado cada dia, fundaba tambien la ciudad de Cafiete, al sur de Tucapel, a orillas de un rio que los indijenas nombraban Togol-tode Caîiete en honor gol. Dible a la ciudad el nombre de uno de los titulos
de nobleza
de su familia.
Casi al mismo
mandaba al capitan Jerônimo tiempo de Villegas a fundar por tercera vez a Concepcion en el mismo sitio de Penco, como en efecto se hizo. Estando
en
Canete
viôse
obligado
a sostener
otro
259 combnte en Cî\yucupil. Al fin, despues de dos meses de estadla allf, atravezaba la cordillera de Nahuelbuta por el paso de Puren i lleâaba a Impérial, que permanecia aislada durante cuatro aiïos; i siguiendo a Valdivia arriba a ella para tomar el camino de Villa-Rica, que volvio a fundar. Como su actividad no dieratreguapor un instante, faldeando la cordillera de los Andes i atravezando vastisimas i desconocidas selvas, descubria el golfo de Reloncavi en medio de penosisimos sacrificios el 24 de enero de 1558 i con el Archipiëlago de Chiloé, allî donde Eucilla escribiû en histôrieo arbol: "Aqui Ileg6 donde otro no ha llegado Don Alonso de Ercilla, que el primero En un pequeno barco delastrado, Con solo diez pasû el desaguadero El afio de cincuenta i ocho cntrado Sobre mil i quinientos por febrero A las dos de la tarde el postrer dia, Volviendo a la dejada companfa." Regresando al norte, en 27 de marzo fundaba a Osorno, i a mediados de abril estaba en Imperial, en donde pas6 el invierno. III
Si don Garcia habia tenido la suerte de liaber hecho alejarse de su presencia al enemigo, no as( ocurria a Alonso ne Reinoso encargado de la defensa de Canete.
260 Dia a dia era provocadoa combate por el ejército de Caupolican. A entradas de inviernodel afio 1558 Heg6a oidos de Reinosoque cerca de Cnlietese celebraba una junta de guerra en la que probablemente se encontraba Caupolican. Con el objeto de sorprenderio envi6 Reinoso un destacamentoal mandode Pedro Nolascode Avendafio, el cual debia tomar por asaltoel sitio de la reunion. Guiados por indiosausiliares llegarona unn profunda quebrada en mediode una espesa montana. Alli divizaron los fuegos de unos cuautos ranchos. Era el lugar de la junta. A fin de tomarlosdescuidadosrodearon a pié los ranchos i dieron el asalto. Apenastuvieron tiempolos asaltados para empunaraigunas armas. Caupolicancon vigoroso empuje i blandiendo una énormemaza se defendia valerosamente.Herido a los pocos momentos,fué hecho prisionero. La presa no podia ser mas hermosa, sin embargo no se sabia si era Caupolicanalgnuo de los prisioneros. Mas luego, al cojerse ttna india que huia i llevada a presencia de los prisioneros,increp6durmnentesu conductaa Caupolican por habersc dejado tomar prisionero estando vivo. I arrojandoal suelo un nino que llevaba consigo,esclamô: "no quiero ser la madredel hijo de un intame padre." Comola mayorparte de los prisioneros,Caupolican fué ajusticiado en la plaza de Caûeto del modo mas crue! i salvaje.Se le hizo sentar en un palo aguzado el que le atravesnel cuerpo de parte a parte; no obstante, el fiero araucanomuriô con la misma screnidad i valen-
261 tfa desplegada por todos los insignes vastagos su noble i valerosaraza,. Pero comoliabia sucedidocon Lautaro, la muerte de Caupolicanno bastâba a desanimaral pueblo araucanos. Los hdrorisjerniinaban a millares unosen pos de otros· A poco, millaresde ]>atriotasiudioslcvantaban una fonnidal)lcfortalezaen Quiapo, eu dondo esperaron a don Garciaarmados nosolode sus armas comunes,sinu de canones i arcabucesque habian recojido de botin en anteriorcs tiempos. En dos dias de tenaz combatcet capitanconquistador tuvo la gloria de olttenernuevos laureles. Despues de quince meses de una heroica campaïïa, don Garciatocabalas huertas de Concepcionen enero de 1559 de vueltade su espedicionde pacificaciondel Arauco indô'inito.Habia ganadohvs grandes batallas i sostenido innumerablescombates parc!ales; descubicrto las masremotasrejionesde nuestro territorio,taies comoReloncavii el Archipiélagodo ChiW; habia visto desaparecer a Caupolican;habia lundadoa Osornoi a Caîete; reediticado Tucapel!,Concepcion, Arauco, Villa-Ricai por fin Angol al que le di6 el nombrede ciudad de los infantesen memoriade los siete infantesde Lara de Espana de cuya esclarecidaestirpe cra desccndiente. Todas estas conquistasi la paz en que permanecieron los araucanosde enero de 1559 al 60, hicieron pensar a don Garcia clue la pacificacioni sometimientu de la Araucaniaestabaterminada para siempre!jBella ilusion clueacarici6 cada capitan jeneral que llcgaba a Chile con taies prop6sitosen cerca de très siglos de esperanzas i de tristes decepciones!
262 Pcro
cuando
don
Garcia
se encontraba
en
todo el
recibia <5rden del apojeo de sus conquis tas i grandezas Rei Felipe II de renunciar el mando; i, en efecto, a principios de 1561, se hacia a la vêla para el Peru, decepcon que se pagaban sus servicionado por la ingratitud don Gardecirse que la obra que emprendiô de sus dominios cia fué la de la reconquista espaûola en la altiva i guerrcra Araucania; que pero reconquista cios. Puede
deberia
ser tan cfïmera
como
las vanns ilusiones
de en-
sueflos desvanecidos!
IV
por un instante al goiba a espobernador don Garda, no con igual espiendor le Villagran, rar a su sucesor Francisco gobernador, Si la fortuna
habia
favorecido
concebia por segunda vez. Al llegar a Concepcion de paz. Miéntras tanto los caciques misma esperanza sus planes coordinado Arauco i Tucapel ya habian campaîla. Como lo habian
hecho
con su antecesor,
la de de
enviaron
a
Penco ajentes de paz, no por supuesto con tal proposito sino con la intencion de contar las fucrzas del ejdrcito de Villagran. en declararse
No tardaron estaba Garcia
de nuevo habia
sobre
las hostilidades.
las armas.
La
sido tan solo una marcha
Arauco
campana
de don
triunfa),
pero sin
resultados
positivos. enfermo lincontrandose
en
Arauco
el gobernador,
263 ordena
a su hijo que bata el fuerte de Catiray en que se habia encastillado el ejdrcito indio; pero quiso la fatalidad que esperimentara el jcfc cnstellano la mas cruel de las
derrotas,
tambien
pereciendo
eu la demanda
e*i
mismo. Con admirable frente
al fuerte,
astucia
habian
cavado
profundos
hoyos de mo-
los tenian encubiertos; la caballerfa quiso llegnr al muro
los cuales
do que cunndo fuerte se precipitaron
del
en los hoyos, lo que fué seua jeneral sobre los asaltantes que para echarse no pudieron organizarse despues de este ardid. El fuerte habia sido levantado en la cordillera de Nahuelbuta, los
caballos
en la quebrada de Lincoyn, daba a los llanos de Angol. Los
que
pudieron
a Concepciou. de 1563 fuc la voz otros
mo habia
ocurrido
salvar Esta
Villagran,
trasportados dejaron caer incendiaron
por
unos huyeron victoria alcanzada
de insurreccion con la muerte
A los pocoo dias todas blos estaban sublevadas. derse
en el lebo de Catiray
a Angol i en febrero
jeneral otra vez code Valdivia.
las tribus En
que
cercanas
su impotencia a Canete i sus
despuebla mar a Concepcion.
Los
a los puehara defen-
pobladores se araucanos
i las luego al punto sobre las habitaciones por completo. Celebran un gran parlamento
i nombran
La Colo-Colo. jefe del ejercito al vénérable era jeneral. Se trat6 otra vez de arrojar conflagration a los conquistadores definitivamente del suelo libre de Arauco. En
pocos dias un formidable ejéreito al mando de Colo-Colo sitia a Angol i libra tenaz batalla. Se dirije deapuea ul fuerte de Arauco el cual es sitiado durante
264
dosmeses. TantoBcontratiempos precipitan a la tumba al desgraciadogobernador. Su sucesor,Pedro de Villagran,sostienela guerra con mas vigor pcro con igual desventura; pues se ve forzaa despoblar tamhien a Arauco, i ohliga huir (durantela noclie a la gnarnieion en direcciona Angol,por temor de que pereciera toda. Los araucanos volvian,pues,a quedar duefiosdellitoral de la costa i visto destruidas totalmeiitclas pohiaciones. La meva insurreccion no cundiasoloen la Araucanfa, propiamcnte,sino en la rejioncomprendidaentre el Itata i el Bio-Bio. Las tribus de esa comarca habian nombrado por caudillo a un caciqueLoble, quien, el 15 de enero de 15G4 derrotu vergonzosamentea orillasdel Itata a una division espanolaque liabia ido a reprimir la revuelta. Casi en los mismosdia, 22 de enero, otra divisionespafiola que babia salidode Angola relbrzar el ejércitode Concepeiou,fué igual mentedcspedazadai tomado todo su bagaje en el vallede Andalien.Mandabael ejércitoindio el caudilloMillalelino,que tan alta nombradfa alcanzG en pocotiempo, Angol estaba tambicnamenazado.Felizmentcal acercarse una division al mandede otro caudillosllamado Illagulien, fué rechazadai muerto este caudillopor el defensorde la plaza, el bravo capitan LorenzoBernai del Mercado. Concepcionen los mismos momentosera sitiada por los osados Loble i Millalelmoa la cabeza de cerca de veinte mil indiog,dice un antiguo cronista.
263 Duru este sitio (lesde principios de fehrero hnstn el IVde abril de 1564, es decir, dos largos meses, viéndose obligado al fin n retirai-se los sitiadores por la escnsez de vfveres i la inutilidad cie sus esfuerzos, a pesar de sustencr reûidos combates diariamente en lus niismas calles de la poblacion, eu vos habitantes se habian refujiado en el fuerte. A la i-pucanue heinos llegado, lu insurreccion amenazaba scr, pues, ma» (bnuidablt; que minca. Alhneutâbanla los es[t(ritus i los corn zonesde los csioizados suce8ores de Lautaro, desde Caupolicau a Colo Colo i Galvarmo; desde Millalelmo a Loble c Illagulien, uiuerto a los pics do lus miiros (le Ângol, tcdos ellos inauteniendo vivo el espiritu de lu insurreccion por la redencion de lit palria.
M
CAPITULO
IV
LA ARAIXANfA
Afiog de l'>G5-l;*)9'J. Continualu lucha a mucrte. Infiuctuo&is eu m(a And de loa espaAole*. Los ^udilloo indios Longanabal, Loblc i Millalelmu. Repoblacion de Caiiete i Arauco. ËBplorucion de Chiloé i fundaciott de Castro. El gobernadnr Sarnvia i snn dorçmciada» campaftaft. DeaTerremoto en Concepcion. poblacion de Cafiete i Arauco. Muerte del Eleccion de pu sucesor. jeneral indio Millalelmo. Campailas de QuiDestruccion de las ciudades de la Arauca* i*oga. Segundolerremoto. nta. Otra snblevacion jenerol. Fundacionde Campeada»deGaml>oa. Chillan. Campeadasde don Alonno Sotomayor. La Araacanîa trianfante a ftnoj del siglo XVI.
Un tanto a gobernar
mas en
entraba que su predecesor a proseguir la hncificacion de la
afortunado
el viejo veterano i jeneral de Pedro de Valdivia. companero
Araucanfa, roba, caudillos
de QuiRodngo Como todos los
tambien la esperanza de abrigaba inclinar para siempre la cerviz de Arauco. En realizacion do tal idea, asumido ya del mando, espafioles
pasaba cl Bio-Bio por San Rosendo, al frente de un brillante ejército el 15 de diciembre del mismo aiîo. Marchaban quinientos soldados bien armados acompanadoa
'267 de una cantidad considérablede indiosausiliares.Salvado el Bio-Bio,se \\nn\6a la paz a los araucanosde guerrn i éstos contestaron con el mas altivo jesto de desprecio por el nuevo ejército que pisaba sus comarcas. Qneriendopasar cl gobernadoru Arauco por el paso de Catiray, que tan fatal habia sido a los espafioles,se encontre alli con la fortaleza formidable que habian acosttimbradolevantar en esc escarpadositio los araucanos. Dcspucs de un lijero ataque conocieroaloa sagaces indljcnasque no estabnnbien cn aquella posicion,i huyendo silenciosameniedurante la Hoche,dejaron burlado al ejoVcitoconquistador.Pedroretirandose al corazon de la montaiïa cspcraron, defendidos pur fuerte trinclieras, al ejorcitoinvasor,el que estuvo al punto de ser rechazadoen la disputa del paso en refiidocombato trabado en 28 de cneru. Obedecianlus indijenasesta vez a los caudillosLunganabal, Loble i Millalclmo,los mismos vencedoresestos dos ûltimos de Andalieni de Itata. Ocupadoel litoral de la Araucanfa repobl6 el gohernador a Cafiete i Arauco, levantando el primer pueblo en la boca del rio Lebu. Los indien;de las ciciuigasde Lumacofueronal mismo tiempu perseguidos sin misericordia por el famoso Benial Meraulo, dcstruydndoles!ossembradosi haciendo innumeiablescautivos i asesinandoaotros. Apémasse levantaba de sus ruinas Canete, toruaba a ser asaitada, salvandofelizmentede un segundo frneaso mediante lus esfuerzosde su defensor Agustin de AhuiT.adu,hermanode la célèbre monja espanolai literata Sunta Teresa de Jésus, segun el seîïor Barros Arana.
A la misma
dpoca de estes succsos ordenaba Quiroga esplorar la isla de Chiloë i fundar la ciudad de Castro, como en efecto se hizo por Ruiz de Gamboa, en febrero de 1567, Galicia. Pero
dando
nI arcbipiélago
el nombre
de Xueva
lofc triuiifos
de Quiroga, como los de don Garcfa Hurtalo de Mendoza, liabian de scr solo pasajeros: nubes de vcruio. Los désastres no desanin'aban a los hijos de Arauco; i valentia. Kl célèbre
ni contrario, caudillo
cotnuuicabanles
Millalelmo
habia
juntii jeneral jefe de! ejército araucano mas constancta i bizarrfa continuaria
nucvo
vigor
sido elojido en i serfa el que con manteniendo
el
fuego de la guerra. un poderoso fuerlc en Pilinaiquen con el Construyô ohjeto de <|ue le sirviera de cuartcl jeneral; i apesar de lue
de desalojado i proseguir reorganizarse que
gonan
alli, retirose la guerra
en ci mémorable
a Talcamâvida el fucrte
a
Lon-
Catiray.
La gnerra cada dia se hacia mas formidable de parte de los araucanos. Ni la Heal Audiencia qne tom6 en pos de Quiroga la direccion de las militares ni cI operncioni, doctor Bravo de Saravia que le sucedio en el mismo cargo durante ocho ano: repripudieron mir la rebelion.
A1 oontir.rio,
sentido
era un vergonzoso las armas de Castilla. Saravia tentativa BernaI
ordcno
cada paso que daban en tal fracaao que esperimentaban
tatar
los campos indijenas; pero era inûtil para contener la insurrection. del Mercado
llevaba
su barbarismo
buta
tcda
ha-
269 la mitad de los pies U los aiv.ucanos el terror. a fin de infundirles cer cortar
prisioneros,
las operaeiones por el gobierno de su ojército en cI sitio en Saravia, i estando acanipado en que hoi se levant» Santa Junnn, el caudillo Longiinabal cona la resistencia Millalelnio convocaban compaiïfade en el fuerte tra el ejército de Saravia; i guaineciendose de Cnti.n y hacen csperiineiitar la nias vergonzosa dénota al ejrreito esr.afioK haciéndolo pedazos a los pies mismos iniciada
Apénas
de su fortnlcza'
en 2 de encro
niissnos
eampafia razo por Pailacar
segunda on campo
de mil quînientos Conocit'ndose
la
en las tropas espaîiolas. los vulvian a scr derrotados
mas lamentable En una
lo que produjo
de
purencs, que cra
en taies condiciones,
en enero
en Furen, de 1571.
al frente
imposible continuai' la guenon a Cr.fiet3 por se ordeua despoblar
trasvez i Arauco por tnreera, i Mus habitantes segt:nda lada<>s a Concej)cion por mar. Como si est, désastres no fuesen bastantes todavfa, sobreviene que ha existencia
de el primer terremoto en Concepcion en lus très siglos que cuenta
dcsik* su primitiva Eu efec*o, el 8 de febrcro
fundacion de
Jos de
eii Penco. a las
de la ma-
nana, sobrevino un ruido sordo ion brève una comnocîuii todos los cclificios de la pohlatan violenta que dorriho en pic; losîiabitantes, por la cion, i sin poder inantenerse oscilacion de la tiorra. Luogo el mar inundâ don yeccs la cuanto pndo arrollar. A este fen6meciudad, anastrando de no se afiadi/» ci espanto que produjo cI espectaculo ver por todas partes nbrirsc la tierra i despedir a la suolor a Rzufre. Durai»de agua perficie borhollones
270 te cînco rneses 4e repitieron lus temblorcs casi sin césar al decir de lot historiadores de la colonia, entre ellos Cârdova i Figueroa. A esta fecha bobia mucrto el jeneral indiano Millalelmo, dejandu espuesto en su teatamento que moria feliz por haber arrojado a los espaiïoles de Arauco i Caïïete i halierlos vencido en Catiray Ordcnaba que su cuerpo fuese quemado para que subiese a las nubes a seguir peleando con lus cipafioles muertoa que adUtainbien hahitaban. 1 por ultimo, }iediaque le clijieran jeneral sucesor para que la guerra acâ abajono se cuucluyese tampoco. En armonfa con eilos deseofise elijio al a»tuto Loble, el caalf unido a un mestizo llamado Alonso Dinz, mantuvieron en continua revuelta a la Araucunia entera durante el segundo gobiemo de Rodrigo de Quiroga Batidos »iu embargo en el fuerte que habian levantado en Hiialqui i deupues en la célèbre cuesta do Marihuaiio, no cejaron empcro un punto en su desesperada resistencia.
II
El 16 de diciembre de 1575 se bacia sentir un segundo i eapantoto saoudiuiiento de tierra en las ciudades australes, arruioindwe la» cindades de Valdivia, Imperial, Villa-Rica, Cestro y Oaorno. Los indljenat al sur de ToUcn que habian permanecido en pei, en jenenl, coiuenzaron a sublevarse al afîo tîfvieiite, mreyendo facil et ettermîmo de latciudades
2'il de Valdivia, Osorno i demas del sur, por la postracion en que hahian caido a consecuencia del terremoto. La guerra se eneendiu enfonces con nuevo furor, haciendose
a Osorno. jouerai de,%de Concepcion Era un nuevo triunfo que conquistaban los indomahles, tenaces i porfiados nraucanos.
A principios de 1580 raoria Quiroga sin la satisfacdon de haber pacificado la Araucaufa i solo con el placer de haber dudu muerte a uno de los jenerales araucanos, el audaz Lubie. Ruiz de Gnmboa, que ocupo la goberuncion interinamente
por
conducta
de Quiroga (1580-1583) iraito igual de hostilidnd, »m resultado alguno. Las tribus muerte
de Valdivia cion
sostenian
de las comarcas
aliora con
todo ardor
la suhleva-
australes.
Ruiz de G a m boa uo se seîîala
eu estas campaïïas por mérito mns positivo que la fundacion de Cliillan en 25 de junio de 1580, en el wismo sitio en que se habia fundado un fuerte en 1579, para contener a los indfjenas de esa rejion e impedir el paso al norte de los insurrectos del sur. Los indijenas llamaban Chillan a toda la comarri. En la época comprend ida entre 1588 al 92 en que dirijio los negocios de la guerra don Alonso de Sotomàyor, los resultados fueron los mismos que los que habian obtenido sus predecesores. Desalentado
el ejército por las continuas derrotas que habia esperimentado i desconcertados los mas por el a la pacificacion de la ningun término qne divisaban todo era confusion. las campaAraucanfa, Redujéronse vas de don Alonso truccion
a hostilisar
de sus sembrados,
a loe rebeldes
a la mutilacion
en la des-
de los prisio»
272 nttOB i a uno que otro combatte forma], como el rechazo del asalto dado a Angol por las tribus vecinos en 24 de febrero de 1586; el paso furzado do la cuesta de Villacuarta vez i la captura gran la ftiudaciou de Araucopor i muerte del célèbre caudillo a quien se conocia cou el nombre del meztizo Alonso Diaz, que durante diez afios habia acaudillado
a los indfjenas,
del ejércitu espnîîol. iendo al bu don Alunsu
deserlor
que hubia Ridu
que sus csfuerzos
por pactficar la Araucania eran inutiles, partia para el Féru eu 1592 en busca de nuevos recursor; pero en vez de cucontrar lu que buscaba se liallo con la orden en que el rei lo separaba del mando de lu gobernacion i por conde la direccion de la guerra. siguiente La guerra de Arauco daba ya tndicios de ameuazar al de una horrible catastrofe pais cou el e8pcctâculo como la que en breve presenciaremot*.
CAPITULO
RUINA
DE
LAS
SI
V
ETE CIUDADES
Afiosde 1592-lôïti». Don Martin Oiïez de Loyola. -Su idcal do pcificaeion de la Araucanfa. Ofrece la pnz a loe araucanos. Réunion de jefe* antes de emprender campafla. Opinan por que ccHon las kostiHua campailafi.– Fundacion de lidades. Opina Loyola lo contrario. Santa Cruz de Loyola.- Id. del f aorte Jeans en Talcam;ivida.– Id. del San Salvador en Piiren. Id. otro en Lumaco.– Lfnea de fuertes en el entado depaz de loi arau* Impérial.– Cauipeadas de Loyola.-Aparente canon.-Planes de rebelion de Pelantaro.-blarcha de Loyola de Imperial a Angol. En asaltado i muerto.– Grito de rebelion jeneral.– Pelantaro i Anganamon. Insurreccion araucana desde el Manie a Oaorno. Son amenazadaa todaa las ciudades australes. Sitio de Angol i Anuco. Preténdese awltar a Concepcion. Despuéblase a Santa Craz. Asalto u inoendio de Chillan.– A«alto i ruina de Valdivia. Cuadro do desoLcion i horror.
1
venia a proseEn pos de don Alonso de Sotomayor guir la guerm de Arauco un pariente de Sau Ignacio de Loyola, don Martin Ofiez de Loyola, en 1592. Su ideat, era la pucificacion de coino el de todos sus antecesores, la Araucanfa.
los gobemadorc3 hacer escuraiones sembrados
et ermdo aistema de guerra de empez<3 por que le liabiao precedido, i deatruyendo lois por la tierrcc,
Sin variar
de los indf jenas. 35
274 donde residié con su faa Concepcion, de paz a los caciques principamilia, envi6 mensajcros a ofrecérsela; pero, como les, los cuales concurrieron Aun llegaron a ofrecerle sus prosiempre, finjidamente. como Quincaudillos sagaces algunos pioâ soldados i sefior de las comarcas de Itatn, Alvepillan chamalf, A su arribada
Taruchina. Pcio
jinaba der oporaciones
decisivas
a una reunion
en Arauco tados
que la que imaAntes de empreulos nraucanos, convoc6
a poco hubo de convencerse estaba léjos de ser la realidad. contra
mas esperiinena sus proyectos
a los capitanes
tomar
su opinion respecto quiones fueron de parecer sostener por mas tiempo
para
que era i aun la gucrra, imposible que convenia despoblar la misma plaza de Arauco en situacion liabian A tan lamentable que se encontraban. de gnerra,
unanime
arancanos. Peal pais entero los indomables precipitado ro, sin desalentaree por esta opinion don Martin, puso en los i einpczô sus campeadas en accion sus proyectos, de los enemigos,
campos rneras.
hostilizdndolos
de todas
ma-
fundû el fuerte de Jesus conquistas en Talcamavidu; el de Santa Cruz de Loyola en
Para consolidar sus
1594, 1595;
elevado
al rango el fuerte de San
otro en Lumaco; tes el Impérial, mas al oriente, ciudad
de
arrimado guamecido
de
ciudad
Salvador
en 1? de enero
de Coya en Puren; de una Hnea de fuer-
i por fin, coron6 los cuales se llamaron
Maques, Burgos, i el de Pedro Impérial,
a la costa.
Cada
por doscientos
uno
de
de
Maquegua, Montiel, cerca Olmue estoe
i seiscientos
el de de la
de
Aguilera fuertes estaba
indios amigoe.
275 A pesar de que no recibia los refuerzos de jeute habia solicitado tanto de Espaiïa como del Perd en prosecucion Santiago mismo, avanz6 impertérrito su empresa. Con 1598 fué un tanto Los araucanos rionnente.
Tanta
todo, su gobierno afortunado. no habian
si do tan
desde felices
1592
que i de de hasta
como ante-
se abrigaba ya en su pacifivuelto a labrar las minas de oro
confianza
cacion, que -se habian de Quilacoya desde hacia treinque cstaban abandonadas ta anos, esto es, desde el hrillante gobierno de don Garde Mendoza. cia Hurtado
cra augurio de la tranquilidad que se observaba de que se tenga mela mas desastrosa de las catastrofes moria el terrible i espantoso suceso que se ha llamado la ruina de las sicte ciudades. Pero
habia concertado entre laa somEl pueblo araucano bras de siuiestras intenciones el plan de una robelion jeneral que debia terminai' con la ruina de las posesiones Eu este tiempo estaba mandado por los faespaiïolas. indios Peiantaro i Anganamon. mosos jenerales La muerte del goberuador Loyola dcbia ser de nuevo el grito de guerra a muerte contra la tiraufa espafiola, como lo habia sido cou la inuerte de Pedro de Valdivia en Tucapel en bernador Franci^o En circunstancia
con el sacrificio
del
hijo del goen Catiray en 1563. de Vilîagran de hallurse Loyola a fines de 1598 una para emprender de Angol el correle anunciaba de PuVallejo, que los araucanos
reuniendo en Impérial gran i decisiva carapaîîa,
elementos
jidor capitan Hernan hostiles i que habian a hacer correrlas ren empezaban asesinado a dos espafloles que habian salido del fortin
276 que estaba
Longotoro,
situado
poca
distancia
de An-
acudiese a ausigol, agregandole que era indispensable liar a Angol. a este llamado se ponia en marcha el goAccediendo bernador, la tarde, cientos
saliendo
de
acompaîïado indios ausiliares
el 21 de diciembre en Impérial de cincuentn i de tressoldados o amigos. Eu la noche alojaba a de la ciudad en un sitio denomi-
una legua de dietancia nado raillachaca. Al dia siguiente, cha, llegaba en la tarde al valle
prusiguiendo de Curalava
su mar-
(piedm alli cerca de una
i acampaba con toda confianza partida) loma, a orillas del rio Lumaco, profundamente do en ese parajc.
encajona-
Los indfjeuas al maudo de Pclantaru i Anganamon, habian venido espiando la marcha del gobemador desde el mismo Impérial; pues se crée que el mismo indio con quien
mandé
bemador,
divulgo
para Angol. Pelantaro
de Angol el correjidor a llamar al goa Pelantaro la prôxima salida de este
au ejército en tres cuerpos de Loyola: uno al para dar el asalto al campamento mando de él, otro al de Anganamon i el tercero al de Guaquimilla. En efecto,
jilo8amente del dia 23,
habia
dividido
en la noche del 22, se.acercô Pelantaro sial campamento de Curalava, i al amanecer sin
visto, di6 el terrible no asalto, de8concertando por completo a los asaltados, dejândoles tiempo ni para empuSar sus armas. SucumIneron alli todos, escapando solo con vida un fraile Bartolotné
Perez
ser
absolutamente
i un soldado
cspoflol
Bernardo
de Pereda.
277 Varios
letrados
igual suerte
que acompanaban en el comun sacrifieio.
armas, cahallos, todo qued6 del gobernador, Equipaje,
Esta
catastrofe
de la!il armns
corrieron
a Loyola
tesowo i el archivo
mismo
de los indijenas. no podia pues espaïïolas
on poder
ser mas desastrosa. Este acontecide terror. El pais quedô estupcfacto miento cra el liigubre grito de rebelion que debia préceder a la horrorosa trajedia de la ruina de las skie ciudades. convoca a parlade su triunfo, orgulloso i les espone que a él mento jeneral a sus compatriotas victoria i pide le numbren jeneral se debe tan senalada del ejë-cito indiano, a Io que sc accède por aclatnacion; en la a todos abundante cbielia, brinda i repartiendo para cabeza del gobernador, que ya liabia sido preparada el efecto, i los incita a lihertar la patria, proclamandose Peluiitaro
a su vez su libertador. 1 para inducirlos smlo las alfombras
aun
mas
i tiendas
a la codicia de
tiende
obtenidas
seda
en el en la
i jarros de victoria, i les nmestra joy as, platos, fuentes en su rica tienda de i demas ajuar por quellevuba planta gobernador. campana el desgraciado tan grau muclio tiempo en celebmr 1 sin detenerae de ordinario, conocen que victoria, como acostumbraban no bai tiempo que perder i se alistan la campana a muerte que debia echar de la conquista. Asf, a los pocos dias
emprender por tierra la obra
de Loyola, el Maule a Osorno.
de la rnuerte
se hacia jeneral deade ament^adeis Con todo, las ciùdades
belioh
para
como
la re-
An^ol»
278 Santa Cruz, Impérial, Concepcion, Chillan, Villa-Rica, Valdivin i Osorno, contaban con escaafsimos Arauco, recursos militares con alguu éxito tan para afrontar crftica situacion. Cliillan apénas poAsi, por ejetnplo, dia armar 40 hoinbres, i poseia solo 2 caiiones i 22 arno disponia mas que de 80 homConcepcion i 72 arcabuces; bres, 5 cafiones pequenisimos Angol 109 2 cafiones, 82 nrcabuces i 20 lanzas; Santa h'vnbres, cabuces
Cruz
100 hombres
i 80 arcabuces; Arauco 90 hombres, 13 cafiones i 70 arcabuces. En todaas estas plazas escaseaba ademas la pûlvora i el plomo. Solo posefan abundante ganado; pues, a esta rfpoca, la crianza de ganado lanar, vacuno i cerdo se habia propagado asombrosamente. cran superioApesar de que estos recursos militares ree a lo« que en muchas ocasiones Antes de esa dpoca habian contado los conquistadores en criticas circunstancias, no eran suficientes tar la formidable rebelion.
sin embargo
para contrares-
II
Los guerreros de Puren al mando de Pelantaro son los primeros en anticiparse a dar el grito de sublevacion de la patria esclavizada. jeneral en redencion El 16 de enero de 1599 era atacado el fortin de situado a inraediacioncs de Angol i muerto Longotoro, el jefe de eu guarnicion, viéndoae obligado el jefe de la plaza de Angol $, dejar abandonado aquel fuerte, El
279 mîsmo
dia
Anbol estaba
i La Laj.i, i la de la cordillera fundada la ciudad de Santa
cala
sobre
un ejército 'de mas de très mil indfjenas i lo sitian durante doce dias. Sus pobladores la ciudad i se refujian en el fuerabandonan te clesde donde sostienen una desesperada resistencia. En febrero se subleva la comarca entre comprendida
Pelantaro
se nclelanta
dad al comando
Arnuco
tambien
de mil doscientos
de la costa donde
a poner
Cruz
de
Loyola. sitio a esta ciu-
Combatido guerreros. que habia acudido desde
por el jcneral Francisco Jufré, Chillan a defender a Santa Cruz, fué rechazado sin emi obligado a encerrarse en el fuerte. bargo por Pelantaro En tanto
los campos de Angol, de Arauco, cle Imperial etc., cran el teatro escojicto por los sublevados para cometer toda clase de depredaciones. Arriaban con Laciendas
enteras
i sostenian
dia a dia comhates
parciales valor.
con partidas de cspafioles dcsplegando heruico Los mismos indios ausiliarcs del fuerte de Molchen, como se le llamaba, o Mulchen, se complotaron i dieron muerte
a la guarnicion e incendiaron la ibrtalcza. S la cabeza de una division pasa Pelantaro por Caa sublevar
a los
de Marehuano, indijeuas pero estos no quisieran hacerlo les toma cautivos a sus mujeres i a sus hijos. Atacudo a su vuelta por el J ufré, en compafifa de los indijenas jeneral perjudicatiray como
dos, pusieron
en dispersion
al principio
a las liuestes
de
este del caballo i Pelantaro; indignado pero abaj4ndose tildando de cobarde a los suyos, esclama: de tantas victor ias "iQué es esto pu renés? Despues contra mas
los espatioles huis, cuando os habfais osado8 i altivos? Qué dira Anganamon
de mostrar si vuelto
a
280
su presencîasabe que habeishuido,que oshan quitado la presa, i que me han matadotantos soldadosi no le llevo la cabezaningunade espaùollVolvedpor vuestra lionrai por la mia i acometamosles,que yo seré el primero (1) A esto, los guerreros puestosen liuida vuelvena la cargai ponenen fuga al antesjeneral victorioso. Conociendoel jeneralJufré queera imposibleresistir en SantaCruz a la insurreccion,despoblola ciudadel 7 • de marzo despuesde variostrimâtes. Marchacon los pobladorcsal sitio dcnominadohoi San Rosendoi levante allfun fuertede palizadas;mas luegose dirijioa Chillan conlos mismospobladores,por no creersetampocoscguroalli. Santa Cruzestabasituadaenlalibérasurdel Ilio-Bio, comoa una leâaa distante, freintea la conilueiiciadel Laja con esterio. Era de suina iinportanciapara la comunicacionentre ConcepciuniAngol.En loscincoaflos de existenciaque contabahabfaalcanzadograndesprosul>lev6a lus indijenas de gresos. Esta dcHpoblacion Catiray,i, en unioncleloscoyuncos,nombrequc se daba a los indfjenasde Angol,atacaronel fuerte de Jesus en Talcamavida,asediandolodurante dos diasde comhate. Al fin,su guarnicionlo abandonotambien. El 20 del mismô mes, Pelantarodaba un terrible asaltoa Angol,el que fuérechazadofelizmentecon valor sobrehumanopor sus defenspres.Mas despues en losdiarioscombatesque tenian que libm con Pelanta-
281 ro, fué incendiada por este la poblacion i sus habitantes solo desde el fuerte. obligados a defenderse
III
te
del
a las riberas norigualmente El G de abril un considérable ejército
se estendia
La rebelion Bio-Bio.
con el intrente a Concepcion, indfjena se presentaba Batidos por los mismos duefios de la tento de asaltarla. ciudad, al mando de Luis de las Cuevas, se retiraron; pero un segundo cuerpo Fue do en Quilacoya.
acampaesperaba el resultado el gober nadur a sorprenderlo
i al amanecer del dia 7 los puso en huida, con Viscarra, Sus habilibre del enemigo. lo caal quedô Concepcion cle un asalto nocturtantes, sin embargo, en precaucion no de los sublevados, dos en las iglcsias,
Chillan tastiofe sopoitar
rebelion. a tocar tambien su parte en la caempezaba a todo el pais. Cansados de que amenazaba los conlos cruelos castigos que les inflijian
quistadores, llan al mando mero
de
dando chos,
sublevâronse
en masa los indijenna de Chilos cuales, en nuQuilacan,
del cacique dos mil, se echarou
horas
ûltimas
de
la noçhe,
sobre
la ciudad
el 9 de octubre.
pegando fuego gritos infernales, las casas i ejerciendo saqueando
tropeUas.
encerra-
en el converito de particularmente auto Nadie contaba segura su existencia
San Francisco. la terrible
todas las noclies
dormian
Los
habitantes
de
la ciudad,
en
las
Entraron
a los pajizos toda clase
te-
sin hallar
que
de
*8S unos
se refujiaban en los conventos, otros en el En medio de la confusion jeneral, solo pudo oruna débil resistencia. ganizarse hacer, fuerte.
Al amanecer sigo
un
rico
se retiraban botin.
ninos, formaban todas las casas edificio Los ganado
lus asaltantes
llevando
con-
Muchos
entre mujeres i cautivos, tambien parte de la rica presa. Casi habian sido incendiadas, entre ellas el
de los padres mercedarios. campos vecinos fueron tanibicn era arrebatado tom6
en considérable
arrasados.
El
cnntidad.
de la cordillera, a donde fué a Mas, a los pocos dias, siendo perseguido refujiarse. por el atrevido capitan Miguel Silva, que habia sucedido en el mando del distrito de Chillan al jeneral Jufré, Quilacan
camino
en que habia sido suspendido por su improvision asalto de la ciudad, fué alcanzado, logrando récupérer las mujeres cautivas. A los tres nas a asaltar
el a
meses
despues volvian los mismos indfjea Chillan, siendo esta vez oportunamente
rechazados. La insurreccion hemos
dicho,
basta
araucana
se habia
el mismo
Osorno.
estendido,
como
A los dos meses despues del asalto e incendio de Chillan, caia Pelantaro sobre la ciudad de Valdivia con cuatro rail guerreros. Dié el asalto al amanecer del 24 de noviembre. La ciudad habia permanecido desprevenida para un ataque probable, por culpa de su jefe el capitan Gomez Komero. Dos traidores espanolea que servian en la guarnicion de la misma plaza revelaron a los subie vados el descuido en que se encontraba la ciudad, lo que di6 ocasion a
283 Pelantaro
para emprender carapafia contra ella, salientermines de Imperial do desde los mismos i Puren con sus guerreros. Cuando mas desprevenidos estaban
los valdivianos, se arroja Pelantaro al amanecer del dia mencionadu sobre Valdivia, dividiendo su ejército en di versas cuadrillas a fin de ocupar las calles e impela fnga de los habitantes. La confusion i el terror fué illdesque de stibito se apodero* de los pobladores descaradamente la Los indfjenas saqueabau criptible. dir
i arrasaban cuanto encontraban a su paso, poblacion incendiando las casas, destruyendo todo i asesinando a destajo. Solo
unos
cuantos
en pudieron escapar refujiundose que estaban anclados en el rio.
très buques mercantes A las dos horas la ciudad Habian
sucumbido
estaba
este terrible
en poder de Pelantaro. dia mas de cien espano-
mouton
se hicieron nombres, mujeres i nifios. Caativos Valdivia trescientos. en un quedo". convertida de ruinas i en un charco de sangre en unos
cuantos
momentos.
les entre mas
de
La
insurreccion
de 1599
El pueblo araucano raza que se habia ensenoreado sar por tantos padecimientos cuartel.
las ciudadcs
australes
era, pues, sin dar ni pedir la habia jurado esterminar
estaban
de su suelo
i hëchole
con su dominacion. asediadas.
paTodas
Despoblada
arruinada ChiUan, Valdivia, i Cruz, incendiado amenazada c6mo unas en luego veremos Concepcion, poa de otras van rcdando las demas a la tumba entre Santa
de làgrimas i rios de sangre: Imperial, Angol, Villa-Rica i Osorno! ¡Cuadro este el mas horroroso que la America en la lâcha de la conquista! ha preseiciado mares
CAPITULO
HORROROSO
SITIO
VI
DE DIFZ1SEIS
MESES
Aflos de 1599-1600.– La ineurreccion en Impérial.– Preparativoa de defenm. El ejército do Anganamon.Sitio de la ciudad.– Primer ataque; 18 de enero de lf»9î). De*truccionde Maquegua. DegOello de doecientoa indijenax.– Réunion de] cabildo. Destruction de Boroa.– Compléta aulamiento de Imporial.-Muerte del rejidor Valiente i buh soldados. Aband6na*e la poblaoion i rof ûjian«c en el fuerte.-Incondio i saqueo de la oiudad por Anganamon.– Continua el sitio.-Terrible tituacion.– Implôraae tocorro a Concepciou i no se dâ.– Gonstruyen un barco para ooorrene.– Haie para Conception. Muere el Odisea dc este barco. naero rejidor i (odos va» aoldados.– Pelean muiere» i niilos.– Pereceu de hambre i Bed. Comenraton« i cueros. HonihlvK pennlidadea. Pereottn caw todos Ion habitantes.– Of race Angannmon dojarlen libre el paio a Angol i no quieren. 16 meses de sitio. Huyudel faerte un frail* onn nna india. Llega el gobernador i despuebla a Imperial i Angol. Milagros que se contaron dpl eitio.-La imijen de Nuestra Sefiora de lu Nieves.
1
Miéntraa
dirijia la guerra en Angol, Santa Cruz i Arauco, como hemos visto, Anganamon, su lugar en Impérial desde la teniente, düijia las operaciones muerte dé Oilez de Loyola. Comandaba
Pelantaro
sèiscientos principio
infantes a recorrer
i cuatrocientos la
campina
jinetes, de
Impe-
rial, arrastrando tancias.
con
el ganado
i destruyendo
Ias
e§-
Su objeto escencial era una salida a la guarprovocar nicion, a fin de batirla en campo raso. Mandaba en Impérial el correjidor i capitan Andres Valiente. Al toner noticia de la muerte de Loyola, previ6 las consecuencias de este fatal suceso, i sin pérdida de tiempo, procède a poner en aptitud de defensa a la ciudad. Principio por pasar revista a la jente en estado de cnrgar armas i conto ciento cincuenta jinetes i cuarenta i tres infantes. Ordenô en en la casa seguida refujiarse del difunto obispo Cisneros a Il)8 mujeres i ninos; i liacicndo
una fortaleza
de cada uno do los demas
edificios, Antes las boca-
en ellos su tropa. no sin cerrar distribuyo calles de la poblacion con fuertes En esta sipalizadaa. tuncion de defensa espcrô el desarrollo de los tristes sacesos que ya preveia. contimiuba Anganamon campos vecinos. Irritados
en sus correrfas, los conquistadores,
asolando
los
sali6 el 18
de encru de 1599 el capitan Olmos de Aguilera, mui prescon cunrenta jiuetes a cvitar tantas tijioso en la ciudad, fué atacado por trop© Uns. Espiado por los sublevados, fuerzas infinitnmente derrotado i muerto con superiores, ocho soldados El fuerte i dego1lado8 i otros tantos
mas. de Maquegua habia sido tambien destruido dosciehtoa indios amigos que lo defendian
prisioneros. Recoastruido de nuevo,
guarnicion
degollada
volvio
a ser
dembado
otra vez por Ion mismos
i ou
indioa ami·
286 goe que, en esta ocasion, namon.
se pasaron
al ejército
de Anga-
El 27 de marzo se reunia a carecer de empezaban cepcion a don Bernardino
el cabildo, i declarando que enviar a Contodo, acordaba de
Mendoza
a solicitar
soco-
rros del
de la Viacarm, gobernador pues la situacion ciudad se hacia insostenible por el asedio en que la tenia el ejército de Anganamon. Sin embargo, uada obtuvieron.
En estas
del fuerte
de
se apoderaban emerjcncias Boroa los caudillos Pelantaro,
por asaltos
Anganade acaballo: en
mon i Onnngnlf. Maiidabau mil indios tanto estremo se habian propagado en la Araucania raaa caballar desconocïda poco antes enteramente esa rejion. La pérdida
la en
del fuerte
de Boroa, situado a dos leguas de la ciudad, equivalia a una gran desventura. Quedaban desde entôuccs incomunicados los imperiales con el sur, como ya lo estaban con el norte. Principiaha para Imperial un nuevo perfudo de padecimientos: el aislamiento mas abaoluto. Dando
rienda
suelta
a su deseaj^racion, salis de la ciudad el rejidor Valiente, i atravesando en balsas el Cautin avanzô con cuarenta el fuerte jinetos a reconstroir de Boroa. al tratar
de conseguir su intento, le presentan los indfjenas el 8 de abril al mismo tiempo que destruian las baisas del Cautin, para cortnrle la retirada.
Pero, combate
Combatido
por fuerzas inmensamente superiores, cumbié valerosemeute el valieatc Valiente capitan treinla i einco de los auyo*. jDigno nombre para accionl
Solo
salvaron
cinco
soldados:
dos
huyeron
eucon cual a
Ă&#x201D;8t
Imperial a comunicarla triste nueva i los tres restantes tomaroncaminode Villa-Rica. Los victoriososcortaron la cabeza ai correjidori con ella cantaron victoria,jurando una vez mas el esterminio de la raza que odiaban. Ante tan horrenda desgracia,se nombranuevo correjidor en la personasdel capitan Hernando Ortiz. Se ceIchr6 una procesioni se trasladaron a la casa cpiscopal las imajines de los santos i con Ellas todoslos habitantes de la ciudad, dejando abandonadala poblacion;pues se suponinque de un momentoa otro Anganamoni Pelantaro se presentarian a tomiirsela. Se fortifico con dos cubosla casa episcopali alli se espero al enemigo. Los indios amigos, viendolos apuros de los habitantes, saqueuronla ciudadi huyeron a unirse con el enemigo, el que no tarde en presentarse. No quedaban ya mas que nuventa hombres entre sacerdote*,ancianosi enfermos. Los demas habian perecido junto con un refuerzode cuarenta i ocho hombres que en febrero habian llegado de Concepcion. En tan anguBtiosasituacionse hacia maroharen 9 de abril a pedir nusilio a Concepciona dos vecinos:don Baltasai*de Villagran i frai Juan de Laguuillas,quienes despues de inmensos sacriiĂŽcios,caminandopor montes i caminos eatruviados liegaron al lugar de eu destino, en duudese impusieronque la ÂŤituacionde Impenal era la misma mas o mnnoa que la que pasaban las demaa ciudades.l'or consiguientese lzaciaimposible prestarle auxilio.
1S8
II Conio lo suponia el correjidor Hernando Ortis, al dia siguiente de la muerte de Valiente, Anganamon pénétraba en la noche a sangre i ftiego por lits cultes de la ciudad
las casas i nrrnstrando con su iijuar. saqneando En el cinismo i desprecio en mique liabian empezado rar a lus conquistadores los araucanos en vista de sus diarias desgrncias i derrotas, Anganamon a un pénétra despacho de licores i en presencia de los mismos sitiados desde la tbrtaleza del que lo observaban obispo Cisneros, brindaba a la salud de la pat ri a. no venia solo. Le Anganamon Pelantaro acompaftaba con cuatro mil guerreros. No dejaron picdra sobre pied m. ademas de lus casas los conventos Queraaron de San San Agustin, Las Mercedes i la Francisco, Iglesia Mayor. El misino fuerte estuvo a punto de sucubir incendiado. Habiendo encontrado en una casa mas de mil cargae de lino liabian peneti-adu a ella para pegarle fuego al fuerte con el mismos lino, lo que observando el Ortiz salio ocultamentè de la fortaleza e incenrejidor di6 a tiempo la oasa. Con .igual v alor horabres, mujeres i nifios defendian el fuerte de los impetuosos asaltos. A la siguiente noche vulvia otra vez Pelantaro i Anganamon
a la ciudad
Arrojaban iocendiando
sobre
que de tal tenia ya solo el nombre. ella lluvias de piedraa i fleckeiîas, e
por todas partes
cou hachones
lo que
aun
289 quedaba en pié. Como desviaron do Impérial,
no se rindieran
aun los mârlires
de su curso el rio de las Damas,
por sed; i sitiandô mas estrechamente el fuerte, ceiTaron todos los pasos por donde los desgraa los huertos a ciados sitiados solian salir ocultamente
a fin de rendirlos
cujer yerbas para alimentarse. El ganado les habia sido arrebatado seian tan solo doce caballos. Sin viveres zaban
a morir
de hambre
po-
i sin agua, empe-
i de sed los pocos liahitantes
que quedaban vivos. De seiscientas personas entre liares que habia en un principio 8obrevivian
lotalmento:
espaûoles e indios ausien la ciudad, apcni.s si
unos cuantos.
de abril en nue emde los acontecimientos Despues las aguas del invierno, ceaaron pezaron a desprenderae un tanto las hostilidades. Mas, al volver la primaver^ la cador.a a reanudar los sitiadores tambien volvieron de desgracias que desde ya cerca portar a los infelices sitiados.
de un afio hacia
so-
Se intentô solicitarde nuevo socorrosdel goboniador lo ora ent6nces en ya que Concepcion, que permanecia don Francisco de Quiîlonesque hnbia llegadodel Perû a Concepciona reemplazar a Viscarra. Se construy6 como pudo un pequeîio barco con la madera de los pocos muebloeque habian salvadodel incendioi la que encontraronen los huertos de la ciudad; i arrojandoloal rio Imperial al mando de un valeroso sirvi6 les Escobar Pedro Ibacache, por algun j6ven, tiempo para proveerse de viveres en los malones que bacianen las orillas del rio hasta su boca. Despuespartie para ConcepcionIbacacbe conel mis-
290 mo
barco a solicitai*
ausilio, a donde Éego a fines de octubre (1599). Provisto alli de vivepor el gobernador res, vestuario i jente, partie de nuevo por mar el animoso jdven; pero no pudienrio esta vez salvar la barra del Imperial, hizo mmbo a Valdivia. AI Ilegar a aquella ciu.dad solo encontre un monton de cadâ veres i hncinamicntos de ruina de la infortunada ciudad, viéndose precisado a regresar a Concepcion de toda una despues odisea de peripecias siu poder socorrer a la dcsgraciada que ya tocnba los îiltimos estremos de l.a mas es pan t osa miseria. Montras esto succdia, en ]as angustias ya de la muer. te, el corrpjidor de Impérial, el capitan don Hernando Ortiz, a fin de obtener de Angol algnnos vfveres se resolviG llegar hasta esa ciudad, pasando por entre las filas de los sitindores. Capturado luego por e*stos, fué muerto en compafifa de sus soldados en de la presencia misma ciudad. Imperial
Se nombre
un tercer
conejidor,
el capitan
Francisco
Galdamea
de la Vega, quien, con un valorsobrehuraano, decidiôse îesistir hasta morir. Las mujeres cargaron armas, por cuanto ya no habia hombres para sostener el sitio. Una esponola, doua Inès de CÓrdova i Figueroa, distinguiôse por su valor, constancia i entereza de animo para dar aliento a los habitantes. desmayados Las viudas,
las madrés
que ûnicamente quedaban fensa de Imperial. Para nuevo
aumentar
tan
i las bijns eran los 8oldado8 de pié a fines de 1599 en de-
aflictiva
situacion
se apareciô un a los del fuerte
cuerpo de ejtrcito, presentando los cautivos que habian hecho en la destruccion
de Val-
291 divia, diane
que asf lo harian
gritando
con ellos si no se ren-
En pos vino Anganamon mas con cinco mil guerreros a sol i cil a r que se rindiesen de una vez i que les daria caballos para que se fucsen a Angol en cambio de la entregarles; ropa i las armas que debieran que no tudo salvar espcranzas da la t-iere-a estaba alzada.
vieran
A esta ĂŠpoca duraba los impĂŠriales, embargo, por completo otras ciudades El hambre
en
de otro
ya cerca resistian
su aislamiento
modo, pues que to-
de un afio el sitio; sin mas i mas, ignorando lo que ocurria
en
las
a fines
de
un ano atras.
desdc
i la miseria
infundian
horrur
a ser bocado
1599, llcgando ratones i aun
irmectos.
esquisito lus perros, gatos, Concluidos estes empezaron a
lus cueros de pellejos, monturas, etc., etc; pues hasta las yerbas se habian a go t ado por haberlas arrasa-
comerse do en
lus huurtos
alimeutaban Las
los sitiudures
al saber
que se
de ellas.
defuncioncs
diarias.
vcciuos
Hombres
comcnzaron a liacerse por hambre i mujeres caian con las armas en las
a lus pies de los mu rus do la furtaleza, muertos Los ninos morian en brazos de sus madrĂŠs de consuncion.
manos
pidiendo pan! ValicndoBC de estratajemas los iudfjenas enviaban a alimentos a los sitiados, lus que, no pudiendo vender i en estas salisoportar el hambre salian a cornprarlos; das iban
siendo
casi solitario
prisioneros el fuerte.
unos
tras
otros,
llegado hasta hacer panecitos navo, con lo que al Ăšltitno se alimentaban. Habian
quedando
de semilla
de
Ademas,
to-
232 dos estaban
cubiertos
desnudos,
solo de andrajosos
ba.
rapos En abril
de 1600, cuando Ilevabar. ya dieziseis meses de sitio, apénas si quedaban sobrevivientes cuarcnta i tres personas de las seiseieutas que on un principio habia, de las cuales solo veintiseis eran soldados, de los ciento i tantos que habian pasado rcvista ni princioiar el sitio despues de la muerte de en diciembre Loyola, de 1599. De
las escenas
ejeraplo, se cuenta fraile lhunado Juan situacion
a que di6 lugar este sitio casi la escapada que hizo del fuerte Barba,
de
Imperial, a asilarse entre
amaba, pues viviû acaudillàndolos
que, con
huyô los sitiadores contra
desesperado una india,
sin un
por
la
a quien con los cuales des-
los mismos
espafioles.
III
Un rayo de esperanza blado cielo de Imperial. de Quinones al engrosar i tantos (1600) marcha
iba al fin a destellar
en el ana-
El gobernador su escasa tropa
Francisco
hombres
don
con doscientos
que habian depeinbarcado èn Concepcion, traidos del Perû, con cuatro cientos
des sitiadas.
Tomando
soldados
el cammo
en febrero
se puso en a socorrer las ciuda-
del valle central
lleg6 en au confluencia con
a la isla de la Laja, para vadearlo el Bio-Bio. Al intentarlo supo por un desertor espafiol que el ejército araucano en numéro de diez mil guerreros le esperaba a corta distancia a el peso del disputarle
293 tres diae durante permaneci6 precaiicion, en los araucanos la en que Juzgando Laja. acampado el hn,bia influido del gubernador esta determinacion
Bio-Bio.
En
Al hacerlo," el gobernaa atacarlo. se presentan los atrao a campo rador por mcdio de una estratajema completamente, so en donde su caballeria los destroza e innumerables muertos haciénclules mas de quinientos miedo,
al ejército el que dejaba espedito se libraba el 13 de marzo. hasta Angol, paso a Angol sin diel Bio-Bio, Cruzàndo llegaba despues ficultad ninguna. esta vez, Los pobladores, aunque libres de enemigos situacion. a la mas lamentable estaban reducidos ciel todos incendiada i sus haLa ciudad se encontraba heridus.
Esta
batalla
en un débil fuerte. parapetados AI llegar al nu que los conDe allf pus6 a Impérial. con llamaron esperaba Tabon, Anganamon quistadores a de seis mil guerreros. Sorprendidos una emboscada una nueva victoria, el conquistaba tiempo, gobernador libre camino a Impérial. abrténdose Luego envié avanzadas a recorrer el Cautin, las que lograron rescatar muchos cautivos entre hombres i mujeres de los que habian de VaUivia por Pelansido tomados en la destruccion
bitantes
taro i Anganamon. En esta segunda
batalla
apareciô
acaudillando
i orde-
el fraile Juan Barindijenas algunos ba que, como dijimos, huy6 de Imperial con una india a asilarse entro los sitiadores. dispase not6 que muchos de los indfjenas También escuadrones
nando
raban
armas
probablemente
de fuego, cuyo manejo lea habria el fraile amante i desertor.
ensenado
294 El
arribaba a Impérial el 31 de protector marzo, despues de mas de un mes de marcha desde Concepcion a aquel sit io, que era ya tan solo un triste recuerdo de lo que hahia sido la Sin querer opulenta Impérial. penetrar a la ciudad, enviô el gobenador des(le su campamento una nota al vecindario en que le solicitaba que, en vista de la situacion en resolvieque se encontraban, ran lo que creyeran coveniente. Todos a una pidieron la despoblacion de la ciudad; pero como no bastase tan solo esto, se reunieron en asamblea popular hombres, mujeres i niiios; i declarando, por segunda vez, que siendo imposible permanecer por mas tiempo en Imherial, la despoexijfan del gobernador blacion. ejército
El acuerdo
firmaron
lo siguiente: "Por amor Senor Jesucristo, de rodillas i virtiendo Ugrimas i dando voces al cielo le suplican (al se adolezca dellos i de tantas gobernador) viudas, huërfanos, doncellas como en el pobres, i niflos inocentes que de Nuestro
dicho
fuerte
hai, i los saque ve en su campo i compafifa tuviere En
decia
dél sin dejar a nadie, i lledonde i para el efecto que
a bien." vista
de esta
déclaration
el gobernador ciudad., con gran
entraba
con su ejército a la desolacla asombro i amargura en prcsencia de tanta desgracia. De la opulenta i soberbia ciudad no quedaban sino escombros. De ella no se divisaba mas que el fuerte, i aun amenazaudo ruina tambien. Los pocos habitantes que sobrevivian al sitio mas salidos de las scmojalmn espectros tumbas que seres huwanos.
No se veian sino rostros amarillentosi desençajados
295
por el liambre i el dolor. Apénas sobreviviancuarenta i tantas personas!Los demas habianperecido anos muertos en los combattesrliariosque se libraban i de hambre casi los mas. Al pisar el ejército libertador los umbralesde la ciudad los infelices salvados prorrumpieron en llanto de jûbilo. Si ocho dias mas demora este socono no habria salvadouno solo de los que quedabnn con vida, pues el liambre los tenia ya en agonfas! Despues de cclebrar una procesion en gratitud a Nuestra Sefiorade lus Nieves, santa a quien atribnian la salvacion de Impcrial, i recojiendo el archivo i enterrando mueblesi demas utiles en los sitios de la ciudad, abandonabana Impérial para sieinpre el 5 de abril de 1600 poniéndoseen marclia para Angol,.Como recuerdo conducianla imajen de Nuestra Seriorade las Nieves. El 13 de abril entraban a Angol en donde despues de un acuerdo de los vecinos era despoblado tambien, por no podersesostener ante las hostilidadesde los araucanos.De las provisionesque restaban apenas se encontraron en toda la ciudadsesenta i tres fanegasde trigo i cebada. El acuerdo del cabildo en el acto de la despohlacion en 17 de abril, decia: Pideni suplican a susefiorfa(el hablando con todo el i siendo necesario, gobernador), respeto que deben, en nombre de Dios Nuestro Senor i de Su Majestad,le requieren que enderezandosu servicio a la necesidadpresente, saque esta ciudadi ileveen su campo hasta tanto que liabiendolugar, en nombrede Su Majestadla vuelvaa poblar su senorla, que todos ea-
296 tan prestos de hallarse en su reedificacion i sustentacion, como hasta aquf Io han hecho." Reunidos los objetos mas faciles de trasportar i enterrados los demas, siguieron camino a Concepcion el 18 de abnl a donde llegaron sin contratiempo alguno. Los pobladores de Imperial colocaron la imajen de nuestra Seîîora de las Nieves en una de las Iglesias de Concepcion en donde permanecia hasta la época del .terremoto de 1751 que arruinG otra vez a Concepcion,, estando situada todavia en Penco.
IV
Los niaravilloso8 nia se supusieron
milal;ros que en tiempo habiari ocurrido durante
de la coloel sitio de
de nuestra Senora de Imperial, obrados. por intercesion las Nieves, patrona de aquella desdichada ciudad., fueron creencia unanime de nuestros Ello nos antepasados. da una idea del estado social de nuestra colonia. Los historiadores
de la éra del coloniaje consignaron los milagros de Imperial en sus libros como heclios reasabio abate Molina, el mas inteles, hasta el mismisimo de aquellos cronistas como mui bien lijente e ilustrado lo juzga el senor
Barros
Arana.
Deciase, por ejemplo, que al estar a punto de perecer de sed los sitiados, recurrieron en socorro de Nuestra Senora de las Nieves. Colocaron su imàjen en el brocal de un pozo cegado i vieron luego con asombro brotar el agua. El maravilloso pozo vulvi6 a cegarse subitement©
297 el dia que los habitantes del rio de las Damas. En otra ocasion
pudieron
cuando
el liambre
portablo caj ô en la poldacion i otras aves tan mansas que Con este nuevo ciudad
Mana
pnra algunos
provecrse se hacia
una bandada
lus cojian tuvo providenciul
de agua ya insu-
de peVdices con la mano. la
provisiones
ineses.
Pocodespuesal acercarsePelantaroa dar el ûltimo i décisiveasaltoal fuerte,se le apareciola Vfrjenentre i detuvo al ejércitodel rayos reaplanducietttes indio haciéndolerétrocéderde eRpantoi estupor. En grntitmlde tantosfavoresdivinossacaronun diaen la Al las Nieves. de Sefiora Nuostra a pasar procesion m as la salva artillerfa; hizouna se joneralpor procosion se nota que una piezano disparoen très vecesque se le alleg6fuego. Solo cnando huboentradoa la Iglesia la suhabia de artillerfa. la funcionô [ Que pieza procesion cedido?Nadamenusque estabacargadacon proyectiles de plomoi fierro;de maneraquo si hubieraestalladoal a la vida a habria la mejnr despacliado procesion pasar mayorparte de los devotosde la patrona milagrosaa quiense atribuyô tambien el babor evitadotan grau desgraria. Por fin, en la construcciondel barco que se mand6a Conccpcionen solicitudde socorroe,faltôla brea para calafatearlo.Se recnrriûa los residuosde los cuerosde vino;pero como no bastasela que se habia obtenidoi no hubiesemas,se apel6de nuevoal socorrode Nuestra Senorade las Nieves.En esto estaban cuandoun vecinose acordode que teniaen sus bodegasdosbotijas de vinoi de ella se podriaobtenerbrea.En consecuen•^
298
cia al vaciarse el vino a otras botijas, se vi6 que en lugar de vino solo corria brea. El vino se habia, pues, transfonnado en brea. El barco se hizo en efecto i pudo llcgar feliz a Concepcion. Era este el mismo barco de que mas amiba hemos ya hablado. Estos i otros cases maravillosos fueron cI encanto da las tradiciones i leyendas del hogar de nuestros antepasados al racordar alla en sus veladas inocentes i silencioansla tremenda hĂŠcatombe que se ha lluimulola ruina de las siete ciudades de que nos vcnimos ocupando.
CAPITULO
LOS MÀRTIRES
VII
DE VILLA-RICA
Afios de 1 599-1 G02.– Principio* do la rebelion.– Preparativos de defenm de Villa-Rica.– El capitan Baatidas.– Quieren solicitar socorros i encacique cuentran los caminox tomados.– Aislamiento completo.-El d.mcientos caciques.Curimanque i el capitan Beltran.– A^esinato de Acom^tonla siote mil indfjena* Saqueo El primer anal to a Villa-Rica.– combatea.– e incendio de Villa-Rica. -Sitio del fuerte.– Sangrientos mil gaorreros.– Hûbil estratajema i Cautivos.– Sogundo ataque.-Diez el loi derrotan.– Sâbene que Valdivia ha sido destruida.-Principia hambre en Villa-Hica.– Llegan a buh muroe Pelantaro i Anganamon, Retirancon diez mil gueiTeroii. Exi jen que ge rindaîi– Loh cautivo* se Pelantaro i Anganamon sin combatàr.– Miaeria en Villa-Rica.– -Se de liambro.– Aliménconolayen Ion vivores.– Mueron mujerca i nifion estratajema de Beltran.– tanae de yerbas i de carne de indio.-Nueva Vuelven a esouear lois alimentoa.– Sobreviven solo doce hombres i diez madre mujeres.– Penalidndes sin cuento.– Horribles aacrifteios.– Una ne corne de hambre a au hijo.– Otroa asaltos.– Muertoa i cautivos.– Es cautiverio.– Piden pocorro al primonero Chavarri i sus treinta aRos do de febrero cielo. Mujeres convertidas en soldados.– Ultimo a3alto.–7 de 16t>2. OaeVilla-Rica i sus heràicos défendre*. -Très aflos de sitio. -Mnorte del bravo Bastidas.– Tiiunfo del ejéreito indio.
1
La toma i destruccion drama
mas conmovedor
el trascureo
de la
casi sin ejemplo tuvo lugar.
es, sin duda, se desarrollaron
de Villa-Rica do cuantos
el en
de que nos ocupamos, gran rebelion en que en vista de las cireunstancias
Como desde
ocurrià
con las tribus
de las demas
el dia de la muerte
de Loyola, a mostrarse hostiles
pezaron tambien i sumisas tribus
de sus alredectores.
ciudades
en Villa-Rica
em-
las antes
pacfficas Pur su situacion
estaba Villa-Rica en mayor pelig ro que las topografica otras ciudades de perecer ante una conflagracion. Situada al pié de los Anaca, a orillas del hermoso lago de su nombre, aislada de los demas complotainentc centros
de
i léjos del mar, la comunicacion poblacion con ella se hacia enteramente dificil para socorrerla en caso de peligro, i fuci Io que sueedio. A la muerte
de
Loyola,
estaban
al mando
de Villa-
Rica los capitancs Rodrigo de Bastidas i Marcos Chavarri. Previendo un mal succso por las dcmostraciones de descontento a manifestar las tribus que comenzaron vecinas
al tener
conocituiento
de! hlan de rebelion Pelantaro i Angnnamon,
jeneorde-
ral que habian fraguado naron se recojieson a la ciudad las familias espafiolas que estaban diseminadas en estancias, a fin de poponerlas a cubierto de cualquiera eventualidad. Se di6 principio al mismo tiempo a fortificar convenienteinente el fuerte
de la ciudad.
El jefe superior, Rodr igo de Bastidas, envi6 tambien a solicitar socorro al goberuador, pero se enconlrô cou que todos los caminos estaban cerrados por los sublevados, lo que vino a confirmar a las claras que estaban en presencia del gran peligro que ya habian previsto. En estas circunstancias llegaban los très soldados que habian escapado Imperial,
en el asalto
i muerte
que ya sabemos,
del correjidor Valiente de los cuales impusieron al ve-
301 cindario
de la triste
situacion
perial. Cada dia que trascurria habitantes de Villa-Rica, otro
una
Im-
se hacia mas amargo para los de un momento a esperando
haber huido a la Aunque podian Arjentina por el mcil paso que liai allf misno Io hicieron por tomor de ser alcanzados
catastrofe.
Republica mo, talvez
en el cainino manos
por que atravesaba
por
los sublovados
i morir
sin
piedad
a
de ellos.
a desencadenarse los suceprincipiaron sos. Los indijenns vecinos al tener noticias de lo que pasabacn las demas ciudades, no quisieron sor tampoco de Bien
prunto
los lîltimos.
i nomRéunie ronse en un gran parlameutu mui braron por jefe a un famoso cacique Curimanque, entre ellos. Pero éste era mas amigo de la vespetado paz i dc los espa noies que de la guerra i de sus compauerus; i al cfecto divulgô* el plau del asalto quo se intenlo succdido al calitan talm a Villa-Rica, renriendo de la poBeltran, que formaba parte de lu guarnicion ténia relaciones, blacion, con quien Curîmanque por ser i habor vividu algun casado aqucl con mujer araucana entre ellos. Habia nacido en Imperial. Dijole tiempo aun mas Curimanque que podia asesinar a todos los cacise reuniria con ellos en un sitio ques complotadoE: que dado i alli podian asalt arias, (lue él llevai'ia a la cabeza una corona de laurel para que Io conocieran. Aunque Bastidas i demas de la proporecelando los capitanes bien aracudieron sicion de Curimanque, sinembargo, mados
con un cuerpo
I, efectivamente, coronado manque
de tropa al paraje designado. dieron con la junta i vieron a Curide hojas de laurel. Dieron el asalto,
en el cual
fueron
degollados cronista. antiguo
ques, segun fiel a su palabra. blevados.
mas
de doscientos
calhabia sido
Curimanque Pcro no por esto se arredraron
los su-
se presentaron a manifestai* al Aunque capitan Bastidas que querian la paz, se arrojaron luego sobre la ciudad en numéro de siete mil: en ella de impenetraron proviso en medio de un chivateo aterrador, incendiando i combatiendo con la gnarnicion en lucha desesperada i terrible. La turbacion
fué grande, ridos de las mujercs subian
la confusion
mayor;
los ala-
al
cielo, la griterfa de los enemigos causaba pavor; mézclase la jente la una con la otra, los enemigos i los indios amigos que estaban dentro de lit ciudad. "Pelevron unos i otros valientfsimnmente.
I los enemigos traian muchos flearcabuces, cherfas, lanzas i macanas i lo primero que hicieron fud vengar la mucrte de sus caciques en el fiel amibo Curimanque, al cual dieron un balazo en la frente i le mataron." Los capitanes Bastidas, prodijios de valur, pcleando
Cliavarri
i Beltran
hicieron
deade las ocho de la mafiana hasta las t res de la tarde. En momentos de supremas reuni6 toda la tropa el angustias, i di6 capitan Bastidas una impetuosa a ella escuadrocarga; pero resistiendo nes de refresco que tenian los a asaltantes, obligâronlo hasta la misma Plaza de Armas retirai-se, i perseguido del fuerte se trab6 aili otro mas comhnte. sangrieiito Rechazados
esta vez los asaltautes
ra de la fortaleza Quedaron
i cerrado
fueron
las puertas ent<5nces duofios absolûtes
arrojados de data.
tue-
de la poblacion
303
les indîjenas; la saquearon por completo llevilndose cuantoen las casas encontraron,e incendiando despues la ciudad, cantaron victoria. No contentos todavia de su triunfo, comenzarona sitiar el fuerte; sitio que durô*tres dias de repetitlosasaltos a fin de penetrar hasta él. Construyeron escaleras para sallarlo; pero viendo que esta empresa no era tan facil, se retirnron cargadosde un rico botin, i llevando cautivosun gran numéro de mujeres i niîïos pertenecientes a los seiseicutos iidios amigos que rosidîanen la ciudad. A los pocos dias se aparecia un nuevu caudillollamado Diego, a la cabeza de t escientos de los suyos; entré a la ciudad e hizo cautivo tambienotro tanto numéro de mujeresi uiîiosde los indios amigo·; pero perse^uidos pur la guarnicion, le quitarou la presa. II A poco se convocaron todos los scrrar.os,i juntando un ejército de diez mil guerreros, nombraron por jefe al gran caciqueCaminancu,duenode esa comarca.Entraron a la ciudadal mandode este i "cercando el fuerte le dieron rCciosa^iltos. I era tanta la Uuviade piedras i Hechasenarboladas,que en l:irion;:oa uno mor ia rabiando,que ni podian andar dentro del fuerte ni en sus puestosse aseguraban,pero defendfanlocon gran valor i constancia,sin dormir ni descansaren tres dias que duré la baterfa, que comoeran tantos se remudaban i no dejaban resollara los cercados."
304 AI cabo de tres dias hicieron su en el miscampamento mo alrededor del fuerte, con el objeto de no dejar salir a nadie de é1, i privarlos asf del agua de que salian a provcerse. una feliz
En
esta
situacion
recurrieron
los sitiados
a
tirdida por ol capitan estratajema Beltran, que los salvô" por enfonces, cual séria la de salir cl mismo capitan Beltran por la puerta de la Plaza de Armas con un cuerpo de tropas, i el Chavarri capitan por la que caia al lago con obra fuerza igual, i ai punto de acomo" ter montras estaban descuidados -îos sitiadores, que se tocasen las campanas, clarines i cajas que trompetas, habia en el fuerto, levantando al mismo tiemho una gran vocer ia, Asi se hizo en efecto, i fut' tanta la sorpresa que este inesperado ataque i bulla infundiô" en los sitiadores que los dcsconcert6 sino por completo, i no pensaron en huir, como lo hicicron. abandonadas sns I)ejaron armas i cada cual huyo por el camino que creyô mas conveniente. mas de trescientos Quedaron muertos en el campo, i un gran numéro se ahogÓ en el lago a donde se precipitnron al scr perspguidos por la fuerza de Beltran i Chavarri, a sciseientos que ascendia individuos entre
espauoles e indios amigos. Este hermoso triunfo contra el ej'(5rcito do los diez mil di6 a los sitiados la otra vez de las copusesion marcas vecinas i quedaron libres de por algun tiempo enemigos. Acordaron enviar dos individuos a Valdimensajeros via para pedir socorro i anunciar esta victoria, loa cuales al regresar dieron la noticia que de Valdivia no quedaban sino los escomhros de sus casas i un monton de lo que apen6 a toclos sobremanera. caddveres,
305
A esto, los viveres iban ya escnseandoen Villa-Rica para el sustento de log habitantes. Los iudios amigos, habian empezadoa luiir al lado de los rebeldes, por no tener vfverescon que alimentarse, comohabia ocuri'ido en Impérial. Fué lo que coutribuyosin duda a que los rebeldesvolvierana intentai*otro asalto i rendir el fuerte. Decidieronen conaccuenciasolicitai*fuerzasa Pelantaro i Anganamon, quienes, id saber que Villa-Kicano se rendia todavia,cudntnseque csciamaron:"Bienparece que no hetnos ido por alla; ahora sabnîn cluienesson Anbanamoni Pelantaro." Reunieron un ejército de olros diez mil guerreros sacudosde Tolten i de los mismos serranos de Villa-llica i marcharonsobre clin, a la cual "Hegaronmui ufanosi or'gallosos, haciendo ostentacionde su lucimientoi de los despojosque habian ganado en las demas ciudades, brillando las armas de acero i relucieudo las celadasi morrionescon hennosos penachos, descmvainadns!as espadas, anchas i tendidas las bandas rojns; con las galas de vestidosi la lozanîa delos caballosregalndos,parecia su ejército una lustrosa primaverade colores." Al presentarâc al fuerte Pelantaro i Anganamon,pusieron al fiente a dos respetubles personas que habian cautivadoen la destruccionde Vahlivia. Eran dstas don Gabriel cle Villagra i don.iMaria Garrillo, a los cuulesobligarona que hablaran a los del fuerte dicie*ndoles que se rindieran;que alli se encontraban Pelantaroi Auganainoncon los mas valicnte de la Tierra, a cuyoempujenadiehabia resistirlo;que ya estaban por los suelos i destruidas las eiudades de Valdivia, Angol, Impérial i Santa Cruz, i que era preciso 38
306 que se ritidieransino querian pasar por los sacrificios de esas ciudades.A lo que el capitan Bastidas respondiu, que nada les iniportabalas amenazas,que si en otras partes habian triunfado,en Villa-Rica encontrariansu tumba, i que contaba con soldadostan bravos que, como leones, los tenia atudos para que no salicran tan presto a atacarlos i comĂŠrselos. Contestaron Anganamon i Pelantaro que esas cran mas que bravatasde espafiolesi que se dejaran (le "valentias." Felizmentea los cuatro dias de sitio eu que se mantuvieronsin combntir, levantaron su campamentupor discordiashabidasentre ellos, i se retirnron. Sin embargo, Villa-Ricaquedabansumerjidaen la masaflictivasituacion. Permanecia siempre rodeaia de eneraigos que habianjurado su esterminio. Le era imposiblecomunicarse con las demas ciudades, pues los caminosestaban en poder de los rebeldes. Socorros no podia esperar tampoco por el mismo motivo.Varias veces se habia intentado socorrerla, pero se tropezaba con mil inconvenientesinsubsanables. III Hacia ya cerca de dos anos que nada se sabia en Vi11a-Ricade las otras ciudades, ni estas de ella. Tan absoluto i triste era su aislamiento. Estaba condenada irremediablementea perecer. De lo iinico que se tenia conocimientopositivoera de la destruccionde Valdivia. Et hambre comenzabaa acosarlatambien.
307 Ademas
los asaltos
otros, diariamente. Para sustentarse
se aucedian
i combates
i defenderse
recurrieron
unos trafl a mil i una
los tres anos que durô" el sitio hasta al fuerte, faltândolea Reducidos que todos sucumbieron. i ya las armas fundieron dos cailones con las campanas estratajema
otros
durante
metales
que
barco
tambien
poseian. Se construyô en el lago i alimentarse.
para pescar De tal niodo los tenian
cercados,
podian salir a cnjer a los huertos tida en escombros.
un
que ni aun yerbas de la ciudad conver-
i A pesar de todo, los capitanes Bastidas, Chavarri Beltran sostetiian la detensa con hcrôico valor i sublime Cuando el Itainbre se hizo resignacion. a matar a los asnltantes, se concretaban Ilot; para comé'rselos. El capitan Beltran,
mas terrible
no
sino a los caha-
recursos, recurriô a una nueva estratajema para salvar esta vez no del ya el fuerte de los asaltos sino a sus defensores hainbre. Rebelô" su plan a Bastidas, dicitudole "yo dire hombre
hâbii
i de
me que estoi aburrido en el fuerte i que la plaza; pero para quiero pasar a eUos i les entregard en camviveres a vender esto que es necesario traigan a les caciques
bio de las joyas i vestidos que le daran los espafiolea, i cuando yo los tenga todos cojidos ellos se apoderaran del fucrle·" Aceptada
esta estratajema, Llenos de jùbilo
los caciques. a mandar vfveres.
Mediante
se
entendit
le creyeron, esto,
por
Beltran
con
i empezaron mucho tiempo
habitantes. con que corner los desgraciados Mas, cansados ya los caciques de esperar de Bastidas
tuvieron
la cntrega del fuerte, le decian continuamenteque cuando cumplia su palabra, a lo que dl les contestaba que estaba haciëndosesospecliosode los espauolesi que esperaran un poco i siguieran enviandovfveres no mas, .ue en un momento oportuno les daria aviso para el asalto. I el asalto fué al fin que en viniendoun dia gran nutnero de vendedures, les atacô siïbitamenteel mismo Beltran cou su tropa, ponie'ndolosen huida i obligàndolos a dejar en el fiterte una gran cantidad de viveresi numerososcaballos,con lo cual tuvieron provisionpara boismes.s mas. La traicionde Beltran volvioa inquietarlos, i viniendo sobre la ciudad. trajeron de nuevo a los cautivos Gabriel de Villagra i a dofla Maria Carrillo, para que pidieran a los sitiadosse rindieran; pero en un descuido de los indijenasse metieron t-stoseu el fuerte, dejandolos burlados. Este suceso los irritû aun nias i dieron un tremendo asalto al fuerte, que estuvo a punto de ser destruido;pues le pegaron fuegopor tres partes, logrando al fin salvarlodespues de un roiiidocombate. A principiosde 1602, cuando llevaban ya tres anos de sitio, la situacionde Villa-Rica presentaba el cuadro mas desgarrador. Alonas quedaban vivosdocehombresi diezmujeres. Los demas, hombres, mujeres i niîïos habian sucumbido en los diarios combates, i el mayor numéro de hambre. Para alimentarsede yerbas salian del fuerto a cojer romaza,y erba buena,etc.; peromuipocas vecesvolvian; pues caian prisionerosde los indfjenas. Otros, durante
309 la nocbe, escapaban de la fortaleza para ballos a los mismos sitiadores. Vendian de sangre de caballo carne, catorcc pesos ta, etc. Los cueros
ir a robar
ca-
una morcilla
en diez pesos oro; una tajada de i un almud de cebada, cnaren-
curtidus
i el javon
constituinn
tambien
un
bocado
mui apreciado. Cuando el bambre hubo apurado mucho acordado coracrse ellos mismos, echandose
mas, habian a la suerto; que mas cris-
por el capitan BastMas En carne de indio, asi lo bicieron. los cidilveres de indios sirvicron de festin en
pero nconsejados tiano cra corner adelante sus mesas.
Llegaron a hacer de la carne de estes.
hasta
cecina
de la gordura
Kl cronista
Rosales, que es el que mas minuciosamente ha referido las tristes escenas del hambre de Villacuenta que Rica, i a qui en segnimos, en su hambre hasta coinerse la criatura
una madrĂŠ
Ileg6 que acababa de
dar a luz. diariamenMujeres i nifios caian muertos de hambre te. Las mujeres en su desesperacion a abanempezaron donar el fuerte para entregarse voluntariamente cautivas, acosadas por el hambre; i asf iban desapareciendo unas en pos de otras. Faltos de recursos ahsolutamente salieron un dia, el todo por el todo a cojer situado des a un buerto de la vecindad, aventurando
vento de San
Francisco,
manzanitas detras
ver-
del con-
los bizarros
Juan Beltran i Pedro Chavarri, de Villagra i frai dova, Gabriel cuatro espaQolas i algunos ninos.
Marcos ca.pitanes Alcaide, Alonso de CorPablo
de Bustamante, Como divisaran fruti-
310 Ilas a poca distancia se diseminaron cada uno por distintas partes, lo que observado por los indfjenag se arrojaron a ellos en eapesos peloton es tanto de infanterfa como de caballerla, e hicieron prisioneros al capitan Chavarri
i mataron
al bravo
i h&bil capitan
Beltran,
i a los
demas
casi a todos los cojierou. Al dia siguiente el ejército indio Ilev6 a presencia de los sitiados a Marcos Chavarri, atado, como cautivo, i tambien
a las otras
huerto, los cuales ron a los del fuerte ya no hahia bian muerto
po: sonas que habian cautivado obligados hur sus cautivadores
en el dije-
que que era lo que esperaban, que cle salvarse, i sobre todo, qr.e haesperanza nI soburbio
capitan
Beltran.
"Mas los del fuerte cia que pelear
no
era
i defender
con grande constanrespondieron de espafioles rendiroe i que habian de su fuerte hasta morir."
haciendo ver Despues de lo cual el capitan Chavarri, a los del fuerte la situacion en que estaba, pidi6 que le a su mujer i a su suegra; i otro soldado cauentregaran tivo hizo lo mismo, pues que por ese cnedio podrian esEl capitan Bastidas les entregô en capar de la muerte. efecto
las personas que solicitaban; i el capitan Chavarri i el soldado tuvieron al mt'nos la satisfaccion de poder morir juntos a los seres a quienes amaban. Como )ra no quedase la iuas leve esperanza de salvacion a los sitiados, recojiéronse los pocos que quedaban a un reducto de la fortalezn, i haciendo un altar colocaron en ella la imajen de Nuestra Sefiora del Rowirîo i con los ojo8 anegados on Mgrimas "le suplicarou que les enviase soeorros del cielo, ya que en la tierra no lo habia para ellos."
311
Requerido varias veceael capitan Bastidas para que se rindiera, ofreciéudoleles indios amigoscaballospara que huyera, no quiso hacerlo. 1 alli en su fortalezaesperé resignado la muerte que la veia acercarsea pasos ajigantados. Como no quedasen hombres suficientespara la defeasa tomaron las armaslas mujeres, hnciendolus veces de centinelas. Asf se mantuvierouun corto tiempomas, hasta que irapncientadosya los aitiadorea prepardronse par" dar un decisivoasnlto.
IV
El 7 de febrerodel nfioa que hemos llegadu(1602), se reuniû toda la tierra alzada. Se adelantô al fuerte el cacique Cuminaguel(tigre rojo) conduciendocautivo al liijo de Bastidas,quien, obligado por el cacique exijiG a su padre se rindiesesi no queria morir. El herôicoBastidascontesto que le atacasenno mas; que hacia ya tres anos que cstaba acostumbradoa pelear hora a hora i que no aceptaba otro partido que el de la muerte. A esto, el ejército sitiador tocu sus cornetasi acometié al fuerte cou gran griterfa. La lucha era decisiv8;se combatiasin dar ni pedir cuartel. Principe el incendio del fuerte, i como el agua se agotarapara sofocarel incendio, se propagé mas i mas. Los mismos cautivos escalaban los muras a pegar fuego iuducidos por sus cautivadores.
312 La lucha
no podian ser dudosa, pues que el dia (le este ultime i fatal asalto solo quedaban sobrevivientes de los los cnpitnnes Bastidas i Alonso pobladores de Villa-Rica, de Leon, Gabriel de Villagra, Becerra, Juan Sarmiento Alonso de C6rdova, Pedro AlonDomingo de Urasandi, eo, Andres (le Rivera, Francisco Nufiez, Sedeno Vicario, Pablo Fernaudez de Cordova i Juan de Maluenda. MuLorenza de la Calzada, Isabel de jeres: Marfa Zapata, Luna,
Anna
Lozano, na Anna
de la Paz, Inès Marfa de Placencia,
de la Paz, Alonsa i Beatriz Juana Chavarri, su henna-
Bastidas. En todo, doce mujer del capitan nombres i diez mtijcres. El cornbatc se terrai nô al fiu quedando el fuerte en poder dol ejdrcito indio i muertos el capitan Becerra, i Vicario. A los demas se les cautiUrasandi, Villagra vG. Liugose trr,tu de si se daria muerte al ca pi tan Bastidas o se décréta su muerDespues de larga deliberacion te. El cacique Cuminaguel Io cojiô i Io condujo en medio de la junta atado con una soga al cuello i enteramcnte desnudo. Al verlo eu esteestado su mujer se a précipita cuhrirlo; pero fué rechazada con violencia; pues segun laa leyes de guerra de no debia Arauco, a un cautivo prestarsele ningun socorro. En brève hablo Cuminaguel en un discurso esponiendo que a dl se debia tan gran victoria i haber hecho a un tan gran prisionero capitan como Bastidas, i que era necesario hacer beber de su ..ogre a sus fléchas i lanzas para infundirles mas valor. Accrcandose luego el verdugo le acesto un macanazo a la victima, dandole muerte eu el acto. Se le estrajo el corazon i se untaron en él las fléchas i lu lauzas, i cada cacique tomo us pedazo de El. Por
313 ûltirao, se le corté la cabeza i se cantô victoria con ella. cautivo cerca de El capitan Chavarri permaneci6 treinta afios con algunos otros de sus corapnûeros. del triste i herôico drama de la Tal fué el desenlace toma
i destruccion
nas hasta
de Villa-Rica,
cuyas
imponentes
rui-
hoi se conservan.
40
CAPITULO
VIII
O D I S E*A~D E OSORNO Aftosde 1599. 1604.– La insurrection en Ojorno.– El rei Cbollol i el nuevoreiLibcoy.– Empieai la rebelion.– Prépacacique Curubeli.-El Loi sahlorados i los frailo* misioneros. rativos de defensa de Oaorno. 1 Jegan tropas del Perti.– El coronel Del Campo.– Regreaa a Valdivia. Acércase a Oaorno el ejército de Pelantaro i Anganamon. Terrible aaalto.– Penetran en la ciudad i la incendian.- Permanecon très dias en Pelantaro lus exije se rindan.ella. Hacen burla de loa sitiadoa. Ganta responnon un indio veatido de Aaotan a Crieto i a una santa. Mcerdote. El fraile Juan Barba.– Capitanea otra vez a los araticanoa. el sitio i llega el coronel.– Kncuentra arruinada la oiudad. -Levantan hisrchs a Tilû-Rica i vn«?We«een el camino.– Carapafia a Chiloé.– Diarioe oombate» en O«orno. Sa aislamiento. Coostraven un baroo i nanTrataae de deupoblar la cindod i hoir a Chiloé. fraga oonla tripalacion. ProparatÎToc de marcha; es aaaltado el coronel i maerto.– Llegan nncvoi refaerto* de tropa.– El capitan Ortix.– Repuebla a Valdivia.– Marcha Nneva desa Villa-Rica i Mbe que ya no existe.– Vaélveae a Oaorno. trnocion de Valdivia.– Espantosû miseria en Oaorno. El hambre i ses ettragos.– Sncumbenmaiereai niflo».– AliméntanMlositoldadoade carne homana.– Sufrimientoi indetcriptibles.– Eacenas a que da lugar el hambre.– De«pueblan la ciudad.– 15 de marzo de 1604.– Marcban a Chiloé a pié. Triate odiaea de esta marcha.– Mooren de hambre i fatiga 24 Llegan a Camajeres en el camino.– Dejan abandonadoa a sas hijcn. relmapa i establëoense en Calbaco.– Piden limosna a los indioa i son aocorridos de Chiloé.– Comnnicacion del regidor al gobernador.– I^a despobLoion i rniaa de Osorao.– Laamonjaa Clarude Oaorno.– Queda destraida la obra de la oonqaista i rictoriocos loi araacanos.
1
insurreccion de la formidable La flecha ensangrentiuta a Osorno, incitando habia llegado tambieu rúpidamente a laa tribus aumetidas a la lucha a muerte en conquista del pueblo araucano esclavizado. De igual modo que en las deraaa ciudades,
de la libertad
en Osor-
ai5 no habia
la muerte de la revuelta al atberse de la flocba enaangrentada que haPelantaro i Anganamon, convocandolos
einpezado por medio
Loyola, bian enviado
a guerra. sin cuartel. El primero en levantaree na turbulente i revoltoso,
fué un indio Chollol, el cual, convocando
indijea un
i proclamàndose parlamento po ya de alzarse a defender
rei, manifeato que era tiemsu libertad e independencia i esterminnr a los que se Hamuban senores de ellos: que dl séria el restaurador i el caudillo de la patrîa, i que baria con Oaorno
lu que
Pelantaro
i Anganamon con Imperial i demas ciudades; i que no debian obedecer al rei de Espafia porque no lo conocian. Pero eiicoiitrandose el prinprésente en el parlamento cipal cacique de O*orno, Hamado do por el atrevimiento de Chollol
encolerizaCurtibeli, que, siendo un simple tuviera la osadla de
indio como era, sin Utulo alguno, convocar a la guerra sin tomar su consentimiento, cuando a Curubeli reunir parlanietito, tom6 de los correapondia cabello8 al titulado rei e increpândole au conducta, esclamô
a sus mocetones. la cabezti a este traidor." la cabeza
uAqu( del rei, cortad luego 1 aiel lo liicieron, cortàodule
sin que nadie se opusiera, con lo que frac»6 este primer intento de sublevacion contra Osorno. Pero el grito de rebeliun eataba dado. Reuniéndose los indfjeuas de Guaiîanco ccm les serranos proclamaron por nuevo rei a Libcoy. Su primera orden fué que nadie la palaprouunciase bra Jeaus, porque lo hacia i habiendo dicho empalar, por deacuido una iudia (Jésus! por un susto que tuvo, muri6 erapalada
un fuerte
en una ciénaga luego despues de Guananca, para salir a asaltar desde ahi a Osorno; mas, sorprendido por las tropas de la ciudad, fué muerto Construy6
i dispersado sus soldados, con lo que terminé este eegundo rei de Osorno. La insurreccion, sin embargo, tères mas i mas alarmantes. El cion,
capitan
Jimenez
tomaba
la vida de
cada dia carac-
de la poblacorrejidor en prévision de las Navarrete,
levant6 un fuerte a ocurrir, continjencias que pudieran donde orden6 se recojiese toda la jente de la ciudad. I aun se tratô de retirarse a Chiloé; lo que no hicieron ea la esperanza de recibir pronto socoitos de las provincias del norte. Miéntras ciudad,
el correjidor se ocupaba en resguardar la los rebeldes construian tamb'ien otro fuerte a
del rio Bueno, rio que ]os indios llamaban Llina cuartel queleuba (rio de zapos) destinado jeneral para la campafia Sabiéndolo el coque premeditaban. orillaa
se dirijiô al fuerte en canoas rrejidor por el mismo estar rio, i en Uegando les habl6 que mas les convenia en paz, que nadie los incomodaba; de lo contrario se verian
privados de sus casas, sementeras, A Io que contestaron "que ademas
etc., etc. de la libertad, eran que es tan alnable, lo que mas les movia a alzarse Ion misioneros, porque les predicaban que mandaba Dios ni estuvUsen con ninas solteras, i otras que no hurtasen cosas que decian que contenia la lei de Dios, i que nada ellos, sino que escojian lo mejor." Por consiguiente, que no creian en palabras de espaSoles, porque ellas no correspôndîan a los hechos; i que todo no era guardaban
sino mentira
lo que ellos les predicaban.
317 el correjidor Obispo i que et lo remediaria, En tal situacion arribaba Contestando
Francisco
del
directamente les de 6rden Conducia trechos corri6
que de todo se retiré. a Valdivia
daria parte el coronel
al don
Campo, el 5 de diciembre (1599). Venia del Perù a socorrer las ciudades austra-
del virrey, don Luis de Velasco. i muchos ochenta hombres doscientos
per-
destruida a Valdivia, de guerra. Encontrando en socorro de Osorno que la creia sitiada por los
i tomando caminos estraviados sublevados, por montes i selvas casi impénétrables llegaba a Osorno despues de dieziocho diaa de penos(sima marcha. Con este refuerzo llegb a contar la ciudad caballos. quinientos
cuatrocientos
soldados
i mas de
Dispuesto todo lo necesario para la defensa de là poblacioni en vfsperas de regresar el coronel a Valdivia n buscar el resto de los pertrechos que habia dejadoa bordo, los indfjenaspenetraronuna noche en la ciudade incendiaronel conventode San Francisco; pero fueron rechazados oportunamente, lo que oblig6 mas bien a partir al coronela Valdiviaa traer el resto de municiones i bastimentos. Al llegar a los llanosde Valdiviasupo que Pelantaro i Anganamon venian contra Osorno con su aguerrido i numeroso ejército i que se hallaban ya en Mariquina. La situaciun era, pues, angustiosa por demas. Creyendo no obstante poder regresar a Osornoantes que llegara allf Pelantaro, siguio apresuradamente a Valdivia.
318
II Al l1egar Pelantaro a un paraje denominado Guichaco, cerca del rio Bueno, supo la marcha del coronel a Valdivia; i sin pérdida de tiempo march6 râpidamente a Osorno, a fin de tomarlo de sorprean. En efecto, el ejército araucano, fuerte de cinco mil guerreros, invadia la ciudad en medio de una griterla espantosa al amanecer del juéves
19 de enero
de 1600.
en distintas escuadrillas Dispersados por las calles de la poblacion incendiando los objetos, trayéndose toda clase de tropelias. truyendo
se diseminaron las casas,
sus-
tomando
cautivos, ejerciendo Peuetraron en las Iglesias, desornamentos, etc., etc., siendo lo mas
imajenes, orijinal que en este acto los acompanaba aquel célebre frnilo desertor de Imperial, que aquf, como en la bat al la del 'raban, acaudillaba tambien a los indijenas. En union de ccstos formaba Juan Barba porapetos delante
del fuerte, a fin de libraroe de las con la que hacinn burla a los sitiados.
balos,
medida
EntrÓ
a la iglesia mayor con Pelantaro i Anganamon, seguido de quinientos al suelo indfjenas, i arrojando las imdjenes i demas, saoaron un crucifijo i la imajen de la patrona de la ciudad. Ataron el crucifijo junto con ésta en un pale, i colocândolos frente al fuerte para que los vieran, empezaron a darles de azotes, diciendo al mismo tiempo a los sitiados: "Venid a defender a vuestro Dios que no tiene
poder
para defenderse
de nueatras
319 manos, i todoes mentira cuanto decis de vuestroDios.'» Indignadoslos del fuerte salierona defendersus imàjenes ast profanadas;pero rechazados por el mayor numéro tuvieron que rétrocéder con grave peligro de haber perecidodespues de un porBadocombate. Durante tres dias pcrmanecieronduefîosde la ciudad, quemando casa por casa, conventos, establccirnientos, etc. i destruyendo todo, hacienciotnofa de los sitiados impotentes para defendersc. Varias veces pegaron fuego al fuerte, siendo felizmentcsofocado. Pelantaro exiji6 al correjidor se rindiera i le salvaria la vida, a lo que este le contest6 que sus arcabuces le darian la respuesta. En la confianzaen quepermanecianlos sitiadores,un dia se vtstiô"un indio de sacerdote, i colocandoseen la puerta de la igleeia mayor,ctnpezâ a entonar responsos i de profundië,al mismotiempoque otros indiostocabau las campanas,diciendo: "Rueguen a Dios por los espaHoles,que ya estan miiertosn. 1 todoane entretenianen este pasatiempomofandose de los infelicessitiados que obeervabanestas escenas sin poder reprimirlas. Al tercer dia, esto es, el 21 de enero, de subito cmpezaron a abandonar apresuradamentela ciudad. iQué suoediaî Las avanxadas que tenian en unos cerrillos vecinos les anunciaban que el coronel Campo, que habit ido a Valdivia,venia de vuelta. Luego llegô este efectivamente, si bien cuando no habia un solo soldado enemigo en la saqueada i destruida oiadad. El. coronel tuvo, pues, la desgracia de haber fracasado en au plan, sin poder socorrer oportunamentea Osor-
320 no. Pelantaro
i Anganamon habian otra vez en sus célebres campafias. Aunque se les periiigui6 hecho de haber encontrado mas de doscientos
nada
se obtuvo, a no ser el en un rancho el correjidor a behiendo en celebracion de
indfjenas a los cuales, encerràndolos
la victoria,
le prendi6 rancho, sadoB por las Hamas. caballos
sido los afortunados
fuego, muriendo Tambien recuperô
dentro casi
del mismo todos
abra-
siete mil ovejas,
i vacas.
Se hicieron
très fuertes
para guardar la comida, que fut- desgraciadamente mui escasa este afio, por haberse de una lluvia de cuaperdido los trigos, a consecuencia renta dias estando la mies en la parva. de que las hostilidades al mando de doscientos
el coronel prosiguieron, habia partido hombres Campo a socorrer a Villa-Rica; mas, a péri as habia salido, se le bace volver, por el anuncio de que las corsarios ingleses Apesar
se habian
de la ciudad de Castro, lo que lo apoderado obligé a partir a Chiloé a desalojar a los invasores. En el invierno de 1600, estaba otra vez en Osorno. Desde
ent6nces
tuvo
en guerra diaque permanecer i lo que es mas, acosado tambien
ria cou los sublevados; por el hambre i la falta de toda clase de socorros.
Con el objeto de comunicarse con la ciudad de Conun barco el que echado al rio cepcion hizo construir Bueno para pasar al mar, naufragé desgraciadamente en la barra
del rio. Se volvi6
peranza de ausilio. Ordenô" construir
otro
a perder
otro vez toda es-
nuevo, pero en Chiloé, el que demoraria seis largo* meses. Terminado tan largo plazo fué botado al mar en marzo de 1601, para que pusiera
en conocimiento
la aflictiva situacion en del gobernador estando ya a punto de pereccr i que se
que se hallaban socorros. les mandara Como
el tiempo trascurriera i estando los habitantes
llegaran mns triste,
sin que estos socorros reducidos a la miseria
a Osorno en la primade despoblar a Chiloé- sus habitantes. vera de 1601 i trasladar El coronel Campo parti6 en efecto para Chilod en a preparar el viaje i dar de tales propàsitos consecusion a Castro. Su a las familias para trasportarse facilidades se trat6
viveres i esta ciudad en era caballos, conseguir objeto de Osorno. los habitantes todo lo necesario para trasladar Mas quiso la desgracia que en el camino fuese sorle arm6 con una emboscada i muerto en que prendido de su indios un mestizo que habia desertado seiscientos del coronel vengarse campo, jurando que este le habia aplicado.
por cierto
castigo
III
En esta nandez guerra. Habia
situacion
Ortiz
con un
arribaba refuerzo
el capitan Herde de tropa i pertrechos
a Osorno
Alonso de Ripor el gobernador i de Villa-Rica bera, que lo era a la sazon, en socorro Osorno. Habia por mar desde Conllegado a Valdivia de 1601, con doscientos cepcion el 22 de noviembre Al entrar a Osorno diô cuenta que traia 6rden soldados. fallecido el coronel de tomar el mando en caso hubiese sido enviado
41
322 Campo. EmpezS por hacer algunas malocas para proveerse de viveres, partiendo luego para Chiloé en busca de la tropa del coronel Campo que no regresaba. Por felicidad la encontr6 en Venia ya de Carelmapu. vuelta de Chiloé al mando del capitan Peraza, trayendo de Chiloé cincuenta caballos de silla i viveres. Socorrido ya Osorno convoc6 a un consejo respecto a si iria en socorro de Villa-Rica. Fueron de parecer que pohlase primero a Valdivia <5rden i para lo cual traian que de alli ealiese para Villa-Rica. AI efecto, dej6 cien nombres en Osorno al mando del Francisco de capitan i bastimentos Figueroa para tres meses i di<5 la vuelta al norte. Para poblar la ciudad llevaba setecientas personas espafiolas i seiscientos indios amigos, aunque de les primeros muchos iban decididos a marchar a ConEl fuerte Valdivia se fundaba en 13 de marzo cepcion. de 1602, sobre las ruinas de la ciudad destruida. Durante
la ausencia
del
habia capitan Hemandez, huido a la fila de los rebelles un mestizo Duran, abandonando la guarnicion que habia dejado Hernandez a bordo del buque Pintadilla que allf estaba. Acaudillando un buen numéro de indijenas se present6 el mestizo en la noche a abordar la nave con ochenta con grandes canoas, siendo rechazado En el pérdidas. mismo barco fueron embarcadas muchas mujeres i nien direccion a Concepcion. Luego el capitan march6 en socorro de Villa-Rica. A poco andar tuvo que sostener dos reftidas batallas, i por los prisioneros que coji6, entre ellos al ruismo mestizo Duran, se convenci6 de que Villa-Rica habia sucumbido
323 her6icamente a volverse Miéntras
i muerto
sus
pobladores,
lo que lo indujo
a Osorno. estaba
en esta
ciudad
reuniéronse
les in-
i Calla-Calla i asaltaron dijenas de Valdivia, Mariquina el recien fundado fuerte de Valdivia, destruyendolo por La guarnicion compléta. que se componia, apénas
de ciento
veinte
soldados
de
escaparon del combate cuarenta que huyerou a Osorno, a llevar la triste nueva de la de Valdivia. segunda destruccion A fines de 1603, Osorno tocaba los iiltimos estremos de la desgracia. Diariamente los rebelados, robados sus todos
no
a Chiloé.
por
faltos de vfveres, ganados, la ciudad e irse sino en abandonar
pensaban De cuatrocientos
que habia tres desnudos i hambrien-
soldados
anos atras, quedaban solo ochenta, tos. Muchos habian muerto de hambre. te de Valdivia
i asaltada
amenazada
habian
fallecido
Solo en el fuer-
de hambre
sesenta
i un gran numéro de mujeres i ninos. al concluir pues, la miseria mas désespérante desde 1603; miseria que ya habia empezado soldado
i un
Reinaba, el ano de la arriba-
Ortiz; puos al pedir este vfveres desde.el rio Bueno al entrar a Osorno por primera vez, solo se con el en toda la ciudad un almud de harina encontre da del coronel
que se hicieron veinte panes no se alimentaban habitantes gatos i ratones. A tal estremo
habia
llegado
para socorrer la tropa. Los sino con yerbas, perros, que en salienhallaron en un rancho
el hambre
do a maloquear algunos ettpafioles de indio una holla irviendo en la que habia hojas de navo i entre ellas un pié huinano, el cual, sin parar mientes, se lo comieron.
524 Los indios miseria.
No
estaban habian
reducidos
tambien
a la mas triste
sembrar, a fin de que los querido como en *fecto aconde hambre,
espanoles perecieran teciô en la mayor parte. El cronista que ha detallado
estos sucesos que recuerdan aquella época de amargura, de sacrincios sin cuento i de heroismo casi sin ejemplo, refiere estas otras calamidades
reiucidos Viéndose solo al fuerte, parecidas: porque el que saliti fuera de él era tomado cautivo, como sucediô a una monja del convento de Santa Clara Hamada
de cualGregoria Ramirez, tenian quealimentarse aun de las mas inquiera cosa dentro de la fortaleza, mundas. "Morfanse
los mas
de los
dias
mujeres i nifios de una india, un soldado le
rnuerto hambre, i habiéndose cort6 los pechos i se los comio crudos. I habiendo enterrado a un soldado, salieron a escondidas otros i le dole pusieron en parte dondellegasen los perros i los gallinazos a comérselo para cojerlos i sustentarse senterraron:
con ellos. Los panecitos de mal va eran un gran regalo, i estAnciose muriendo un soldado i ayudandole a bien morir un fraile de San Francisco, en lugar de decir los actos de contricion
que el padre le ensefiaba a hacer en de mal vas, aquella hora, decia: "Padre mio, panecitos Muchos ninos se que el hainbre es la que me matall"morian de sed, porque el agua estaba léjos i no habia quien la tl'ajese: que hasta el agua les faltaba. Dos mujeres principales que àntes solo comian alones de aves, mataron a escondidas un caballo i le tenian guardado en una caja grande entre sus vestidoa ricoe i buscando en la qnién le habia muerto i adonde estaba le hallaron
325 caja. I porque
se ech6
bando
un sol-
de hambre
le saca-
perdonado
la vida
caballo, por lo mucho que dado que mat6 a uno por no morirse ron por pena los dientes, habiéndole por muchos tuegos. una "Hallâronse
matase
para que ninguno los habian menester,
enemigo por gran cosa i cuando la mataron para repartirla entre todos, un alférez reformado se metiô dentro de ella i se bebiô* la sangre cruda de pura hambre, i por un almud de habas i otro vaca
del
de cebada, di6 una mnjer unos chapines que val i an treinta pesos, i por media fanega de cebada di6 otra un vestido de terciopelo, etc.
IV
Tanta
era pues el hambre que asolaba vastadora epidemia la poblacion. Se tent6 al fin el ûltimo un ûltimo
combate
habia
re^urso: periido
como una des-
la despoblacion. el capitan Ortiz
En die-
riseis hombres, de modo que ya no quedaban hombres en la ciudad. Reuniéndose el oabildo i el vecindario i sustentarse que era impoeible por mas tiemabandonar a Osorno i marcharse a Ohiloé. po, acordaban Asf lo hicieron, i el 15 de marzo de 1604, daban el úl-
declarando
timo adios a la infortunada
ciudad
reducida
a un escom-
bro de ruinas
despues de cuatro diarioB combatea i de sacrificios
afios de aislamiento, i penalidades mil.
una nueva principiaba sobrevirientes: para los infolicea
odiaea
Pero
de
de sufrimientos
la marcha.
Casi
todos
326 caminabana pié, uno que otro tenia un caballo, atravesando rios, pantanos i espesisimosbosques. Conducian ape'nas lo cstrictameute necesario; lo demas lo habian dejado abandonadoen Osorno. Marcliabantambien las munjasde Santa Clara, de las que sobreviviansolo doce de veinte que eran. £1resto, habiaperecido tambiende hambre. Por la estenuacion en que se encontraban, apénas podian marclmrun cuarto de tegua al dia tanto mujeres comohombres. No tenmn mas alimentoque las yerbas que les proporcionabanlos camposque atravesaban. Las madres rendidas de hambre i dp fatigns dejaban abandonados sus liijos en cl camino, a fin de no perecer tambien con ellua. En el transito inurieron de hambre 24 mujeres. Descalzos i casi desnudo al tdrminode la jornada, semejàbanse a los mismosindijenas. En esta situacionllegaron a Carelmapu, i trasladândose de allf a lu isla de Clilbuco construyeron en ella habitaciunesi construyeronun fuerte. Salieron luego a pedir alimentosa los indios veoinosque estaban de pas, los que de verlos tan ostenuados i amarillos,les daban la cebada, trigo i yerbas alimenticiasque podian. Comunicâronsecon Chiloé, de donde se les envi6 abundantesprovisiones. El coronelOrtiz, escribia al inismo t*lempode Calbuco, anunciandoal gobernadorlos motivos que lo habian inducido a despoblar a Osorno,i pedia le enviara un barco para trasladar al norte a la jente que deseaba emigrar, particularmentelas monjas Claras que vinieron despues a establecerse a Santitigo, fundandooon-
327 vento
al pié del Santa Lucia. Era el segundo convento de monjas que se fundaba en la capital; pues en 1575 se habia establecido el de las Agustinas, el mas antiguo de todos. 1 fué asi como Santiago llegô a convertirse co ûnicamente en "un convento de frailes como
escribia
Vicufia
1tlackenna,
i como siguo
poco a poi monjas", sidndolo
hasta hoi Como
hemos
referido
en toda su odisea
de peripecias, i V,er6ica Osorno; la
termin6, pues, la vida de la antigua ultima ciudad que se rindiera en la horrenda cattistrofe de la gran rebelion del siglo XVI i principios del XVII. Con la caida
de Osorno
te la obra de la conquista, sino de la mayor piamente
totalmenquedàba destruida no solo de la Araucanfa prodel
pais, despues de medio siglo, como lo hemos visto, de incesante i terrible lucha de la que al fin quedaba victorioso el tenaz e indomable araucano: Chillan Santa Cruz, incendiado, parte
Valdivia i Villa-Rica, Angol e Imperial despoblados; Osorno destruidas; toda la obra de la conquista estaba, pues, estinguida e iniciada con tanta bizarria por Valdivia i proseguida con igual valor, constancia i abncgacion sus huellas. por los esforzados capitanes que siguieron En el término de seis anos habian desaparecido siete grandes ciudades i vecinos.
i muerto
Tal es la catâstrofe
mas de un millar de soldados
ha que las edades i la tradicion denominado la ruma de las siete ciudades; ciudades. que han vuelto empero a levantarse de los escombros de sus ruinas, cual el fénix de la fabula, al contacimponentes
Ô28 to maravilloso de muerte
del progreso
en que algunaa
de Ior tiempos de ellas vejetaron
en très sigios como Angol,
Villa-Rica, Imperial, Osorno, Cafiete, etc., que hoi han renacido a vivir vigorosas la vida de la civilizacion en medio de dulce i no turbada paz, despues de tantoa sacrificios i amarguras de una éra que rod6 solo entre mares de sangre i de lâgrimas, arrastrando en sus locoe torbellinos
un centenar
en la lid guerrera coyunda de cruel lei del tiempo
como martirio
de jeneraciones tan i resignadas pacientes
que les impuso en que vivieron!
her6icas
la dura
ante
la
i fatal
CAPITULO
LA
MONJA-ALHÉREZ
1 LA
IX
AMAZONA
DE
ARAUCO
Doiia Catalina de Aranso.– Profesa en las monjas dominions on Eapaffa.Vfstese de pajc– 8u carrent de aventuras.– So Haye del convento. embarca para ci Peni.– Sienta plara do soldado para la gnerra do Arauco. Su valentia. Bûtese en contînaos duelo*. Enruôntra«e en varias batallas. Heanncia del ejércitu i roside en Concepoion. Emigra con cuatro oldado* a la Arjentina.– Lloga a Bolnria. Oonvit'rtese en minero. Vuelve a hentar plaxa de soldado. Sn conversion. Confiésase en Entra de monja do Santa Clara i ter* Goamanga i divulga an estado. mina sa existonuia. La Amazona do Arauco. La guerrera india Janequeo.-Sa rongania, sus hazaflas i sn leyenda.
1
En las sa n g ri entas i nwelescas se sucedian en lus acontecimientos
escenas
que dia a dia que segiiimos, nada tambien participacion
de raro ténia que la mujer lomara directa, ya en los momentos de jubilo
que solinn acomo en sus panar como un rayo de luz a los conquistadores huraa de amargura i de deaalientu, que fueron siempre las mas. Asi vewoa célobre
en esta
monja-alférez
de saugre i de martirio a la compai tiendo los azares de la gue24 cpca
330 rra con sus esforzados mosa india gueiTera
i a la no ménos facompatriotas, acaudillando i guiando a Janequeo, los suyos en medio del fragor de lus combates. En efecto, en estos tiempos, militaba va en el ejército espanol la célebre monja-alférez, Catalina de Arauso, de la leyenda i transfigurado cuyos hechos se ha apoderado la tradicion. de los atavioq i galas Pero, descarnândola de lR leyenda i de la poesla, fuerza es que la presentemos en su caracter real, ¡,le verdadero. consiguiente Esta singular mujer, de sultcita i recojida monja de Espana que era, habia pasado a sentar plaza de soldado en la disfrazada de apuesto i varonil manguerra de Araucc, cebo, despues de correr una vida entera de aventuras i de contratiempos como todos aquellos espfritus inquietos para los cuales es estrecho el àmbito de la patria i mas reducidos aun sus i abandonando la dulhorizontes, ce paz del materno hogar buscan fuera de él la realizacion de anhelos a veces insaciables, ya luchando con las contrariedades del mundo o de sus goya participant ces pasajeros i fugaces para arrojar, al fin, er, conclusion de postreros dias, su cadâver al bordo del camino, sin que un tosco lefio seQale en débil i lejano recuerdo el sitio de su fosa i pueda decir on coir.paaion al s'quiera peregrino: ved, i pasa! La monja-soldado, esto es, dofia Catalina de Arauso, era natural de San de la antigua provincia de Sebastian, Guipuzcoa en EspaHa. A los cuatro o cinco aûus de edad fné deatinada a monja por sus padres, i al efecto se la destine al convento de la 6rden de Santo Domingo en San Sébastian. Andando
los afios, huyà
del convento.
En ocasion que
331 su hermana, hacia las veces de que era monja tambicn, solicitû las ]laves de las puertas portera, de calle con el pretesto de llevarselas a la hrioi-a. En la noche, miéntras durmian lus demas inonjas, abri6 una de las puertas del convento i se asil6 en un monte vecino durante algunos dins. Hizo jo de la ciudad. Fuése
traje de hombre
a Victoria,
en una
de su habite
i se ale-
de cuyas casas entr6 a serde Juan de Arriola i Arauso.
vir de paje con el nombre AI cabo de seis meses emigrô
a Toledo
un meson
i se ocupô eu se trasladô a Madrid;
como emplendo. Luego de alli a Pamplona i a otras ciudades, ganandose la subsistencia de paje i de mesonero, sin que nadie la descubriera. Por fin se trasport6 a Cadiz, i enrolàndose en la de un buque que zarpaba para el Perd, vino tripulacion a dar en Amdrica. Residiô en en el Perd. Trujillo, Entr6 en négocies alli con un mercader llamado Juan de Urquiza, con el cual pennanecid dos afios, despues de los cuales
a consecuenpartiô para Lima, ocultamente, cia de haber tenido una reyerta con el hijo del alguacil mayor de la ciudad i otro sujeto, a quienes hiri6, d&ndole al piimero una feroz estocada i al segundo una cuchiUada en la cara. Lleg6
a Lima
en
circunstauciai
que se enganchaba Sentô plaza de soldado
jente para la guerra de Arauco. con el nombre de Francisco de Noyola; i al poco tieinpo del ca figuraba en el ejército de Chile en una compara de Casanova. Su presencia varonil, sus pitan Guillerrao ademanes
su valor i despejo, desenvueltos, un soldado veterano.
presumir Un cronista
antiguo
observa,
todo la hacia
ai, que en lo unico
que
332
se diferenciaba mir nunca
de los demae
se quitaba
los calzones
del mes, ordinauamente, Las armas que usaba neralinente
estaba
soldados
en
era en que al dori que eu cierto* dias
no comparecia eran una espada
a ejercicio. i una pica. Je-
continua
con los solpendencia a los cuales los provocaba dados, sus compaiieros, a duelo, i eu mas de una ocasion se bati6 venciendo a su rival. En el tiempo que permaneciÓ en el ejército combatif con sin igual denuedô contra los araucanos. En una de las batallas por su arrojo recibio" una mortnl lierida de flécha. Cansada
de la vida guerrern se entendio con un hermano suyo que residia en secretario del Concepcion, hennano con quien habia trabado gobernndor, relaciones por hablar ambos la lengua vascuense, pero sin revelarle jainâs su orfjen ni su nombre. Permaneci6 en dos afios sirviendo de Concepcion paje a su propio hermano. Hastiada enatro
tambien
de esta
vida,
hizo
companfa
con
i parti6 a la Repiiblica a TuArjentina, de alli se interne con ellos en las fronteras de i se establecih en Potoaf, de minerô. ocupandose
soldndos
cuman Bolivia
Como se t ratura de hacer
una espedicion contra los indios chacos, sentô otm vez i en plaza de soldado los combates que con ellos tuyo recibié beridas mortales que la tuvieron al borde del sépulcre. Conclnida
la campana, se marche al Cuzco. En breve a Guamanga, en donde se confesd, espone la cr6nica i aburrida del mundo revel6 au eatado a au antigua, confesor,
que
lo era
quien participando
el licenciado
au estrafieaja
Francisco
al obispo
de Ore,
de la ciudad,
333
frai Agnistin de Carvajal, agustinor este, dcsipuesde las averiguaciones del caso, la absolvi6. I como la monjaaltérez significara sus deseos de profesar otra vez, se la vistio con habito de monja, i celebrandose gran fiesta en Guamanga pur esta conversion, la monja-alférez i guerrera de Arauco ingresû ztlinonasterio de Santa Clara. Tambien dicen las croniens antiguas que conserva su virjinidad. Fué asi como lu inonja-alférez termina sus dias de aventuras i de borrascas.
II iI rara coincidencia! Eu estos tiempos distingnfaae la no ménos notable înujor, eso si de la opuesta raza, Janequeo, cuyaa Imzailas gue'rêvas lia poetizado la leyenda. Era la amazona de Arauco. Haluendo sido ahorcado su mnriclo,el araucano Poeman, por el gobernador don Alonso de Sotomayor, organiz6 el ejército nrancano, i proclaimindose su jeneral, lo arrastro a luclin tennz i her6ica. La leyenda, que es el mejor interprète de eatos hechos singulares, nos eahibe con mas curiosidad que el frio calcul lo que pueden signifient' en si. Eu leyenda de la varonil Janequeo, las edades i los 8iglos nos la han trastnitido i que nosotros recojemos empero en nuestro camino como desligadas flores desprendidas que han sido del (ronco jeneroso que les diera un dia vigor i vida! Dice asi:
334 El amor es un ânjel de doradas alas y suele ser el criminal que blande agudo pufial sobre la desgracia: es el poema que canta en el santuario de las aimas la eterna dicha y suele ser el triste martirolojio que llora al corazon la eterna des(licha.. En 1584, el viejo Poeman era seîïor i soberano del fértil valle de Antelepu, estendido en lechos de esmeraldas entre bosques de flexibles alerces i altos pinos coronados de rojos copihües i blancas niudreselviisque hacian en aquel enfonces del no domado Arauco el Eden de la naturaleza; como corriendo lus afios habriade ser la Esparta americana cuna del va!or, la fucrza i el patriotismo. A la vejez son gratos los encantos de la juventud; por eso las siemprevivas i las rosas cubren i aman compasivas las tmnbas que buscan en loi mislenos de la soledad las flores que las embriaguen i les presten su frescura; &6Îel viejo Poeman, que veia acercarse la muerte a pasos jigantescos a su desolado hogar, habia unido su alma a la primavera de la vida enlazândose a la incomparable Janequeo, la garza mas jentil clcl valle de Antelepu, perla de aquel retiro de la clichai el placer. El lirio unido a la azucena, Pueman i Janequeo, eran el remedo de la naturaleza de aquellos bosques, al unir en su tierno amor la débit yedra al roble vigoroso: jTambien el alma humana suele arrebatar sus ropajes i sus encnntus a los sitios en que vive, se désarroila i rccrea, ora imitando sus caprichos, ora sorprendiendo sus misterios! Jamas la discordia habia esparcido su maléfica semiIla, ni la deaventura derramado su amargo llanto en el
335 apartado hogar dcl viejo Poeman i de la jentil Janequeo, ni el eco del clarin guerrero de las sangrientas bâclas castellanos que dia a dia se librahan entre los guerreros i los hijos de Arauco, Poemau.
habria aun resonado
en el valle de
-"La
patria, i.por que" no me llama a la luchaf Talvez no necesita ya de mi br·azo i un lanza, rota en pasados combates i enmohecida por los afïos? il estos bosques me veran volar a los otros tiares sin que untc^bata mi lanza i lance
mi grito guerreru, lidiando en defensa senor i soberano de estas tierrasî Arauco,
de mi libre
N6, yo ansio la luclia: Poeman inercia! En! l'oeman! levântate en tus miembros El
es un criminal i lu juventud
en fin
renacerâ
adonnecidos!"
eco del bosque del viejo araucano.
solin
La jentil Janequeo, i enjugando las Iagrimas
relretir
del
los tristes
anciano,
lamentos
consol&balo
en
sus cuitas: "Poeman
con frocuencin, mio, intcrrogabale lacaso la patria no cuenta guerreros como semillas nuestros pinares, Nores nuestros copiliiies, torcazas i garzas nuestros bosques i sus fuentes, i asf aun pierdes la calma i ajitas tu corazon? Vain os, Poeman mio, desecha tus lamentoe i no conturbes tu animo: cuando la patria te recon vos clame, aqui tienes tu Janequeo que comparera su corazon i su pecho, fuerte como el del leon; prestadle un-
lanza
i con ella hara alarde
de su pujanza i valentia contigo gritanl a la pelea i animarà a la jente: con su lanza i eu caballo volarâ por el monte i el Hano, detitmescuadrunesl yendo i derribando
336
"Vamos; ven! mira nuestra compafiera;va asoma en el empinado monte su liermosacabellera, derratnando su plata en torrentes de arroyuelospor la pendiente i el prado. Piensa solo, Poeman mio, en tu Janeqneo querida la garza ha vuelto a su nido; la lumbre del hogar va desaparece!Todo convidaal sueïïoi al reposo." Asi el viejo Poemani la jentil Janequeo, al caer de la tarde en amoroso coloquiorevelâbausesus cuitas; i arrimnncloseel uno al otro comolos juncos de la fuente a impulsosde amorosabrisa, lamentaban la patria i consolàbanse entrambos en la eterna dicha de sus aimas i de sus amores! En la e'pocaque se desarrollaesta leyenda, arribaba a las playus del reino de Chile el nuevo gobernadordon Alonso de Sotomayor,caballerode la orden de Santiago, encoinendadopor su majestad para el gobierno (ici reino i in pacificacionde la Araucanfa, como sabemos. A mediadosde 1584, don Alonso se interne al libre Arauco, haciendo sentir por do quiera el terrible peso de la guerra, conduciendosu car. saugrientodesde los bastionesdel viejoPenco a las torrentosasaguas del rapido Cautin. El leon de Araucu perseguidopor el infatigablei diestro cazador,revolviasei bramabade furoren efreulo fin salida, acosadopor las lejionesde don Alonso. La calma del valle Antelepu iai! fué turbada, i el viejo leon alli retirado meciôsu melena,e iracundu,el bosque viô en silenciosa uoche <lescorrerseentre lus eombrnsun ancianoguerrero, (lice la tradicion,lauza en la dieatra, dardos i fléchasen el carcaj.
337 Mas astutas
iai! el hado fatal en cruel celada sorprendio redes al incauto i valeroso anciano.
Las avanzadas
en
habian
de don Alonso
cojido prisionero de de torturarlo, pendido
i despues al noble anciano, una cuerda de alto pino, dejâronlo i temor de sus camaraàas.
alli para
escarmiento
clesolacla en mnargo Hanto en su La jentil Janequeo, volû del valle al monte, de la prasoledad e infortunio, dera al rio i la floresta, corno vuela el ave (le rama en los zarzales i las rama al paso del cazador, interrogando flores por la fatal ausencia clel fiel amante. Quiso el hado cruel que la triste desolada diera con el caro amante, de la cuerda festin a los huîtres. Ni leona
montaraz
pendido,
berida
en
sirviendo
de rico
de la angustias Hano tras rico bocado, las
muerte, ni hiena voraz en abierto ni cliacal sangriento sobre deseada presa ]Judo igualar en su pesar i furia iracunda a la desdichada Janequeo amante! de! yerto cadâver del infortunado en prescnda I allt jura venganza eterna i terrible a los asesinos de su viejo Poeman; i corriendo al hogar mas lijera que el con vigoroso brazo i la lanza i el viento, erapuna gamo a la altivo animo, i vuela de tribu en tribu convocando escuadrones que oponer pecho a peguerra aguerridos dia Des(le aquel de don Alonso. cho a las huestes fué i tierna garza del va!le de Antelepu, la amorosa de Arauco; la henîica do quiera, convoque encendi6 la guerra por guerrera cando a la lucha i auiraanrio a la pelea en cien combai cuvas hazaûas ha recordado escuadroues tes compactes la historia i poetizado la leyenda. la intrépida
i varonil
amazona
43
338
III El valor como
la grandeza
avasalla; asf Arauco incliné su cerviz a a quel la mujer estraordinaria i proclainôla el caudillo de sus ejdrcitos, quien a la cabeza de sus guerreros habia de ser el primeru en lanzarse a la pelea. 1 asf fut: don Alonsu, enorgullecido de sus triunfos, desde
entônces
vi6 por loti suelos
dernbado
su poderfo
i su orgullo. Al eco de la voz de la brotaban amazona, intrépida lits lejiunes por do quiern; i dia i noclic, sin tregua ni dcscanso, vefanse acosadas i vencidas las huestes de don Alonso. La
sin tregua ni cuartoi. Esta vez el poder de Espana en la couduista cle Arauco, bamboleo en mas de iina ocasion. guerra
era
Don Alonso, hutnillado en su impotencia de vencer a la varonil Janequeo, que ya a la luz del dia o en las sombras de la noche le perseguia, acoaaba i asaltnba sus fuertes, viose obligado u destruir varios de t-stos para reconcentrar sus fuerzas en el fuerle < 'nndelaria, eu defensa de Angol, amenazado ltur Janequeo. Janequeo desmayaba Alonso en espedicionaba
un
instante;
su
perseguimiento,
raiëntras
don asalta
con sin igual fmpetu el fuertc vence eu Candelaria; i entonando funèbre canto a la memoria guarnicion, de Poeman, clava en su lanza la cabéza del primer capitan de don Alonso, en recuerdo i venganza de Poeman; i la fiera india, bebiendo sedienta la sangre de la
339
vfcthna, enatbolando
el
ciones
guerre Ni
ros!
el
leon
Alonso
a
sangre
en
AI a
rra
des(le
paso
las
al
riosa
en en
reir
Àndea
a la
cabcza
enipuje
de cl
su
sobre
la
zafia
invenci-
su
de
a
el
don
don
inar
de
las
sin
afios,
encenclidu
gue-
lejano
inespugnable
Urefïas
las
de
i alli,
dcfcnsn;
dar
la al
fuerte
Junequco
de
i el
Bio-Bio
en
pura
mil
cuatro i se
caycron
cor-
desban-
Alonso. div
de
su
habia
Poeinan
la
india
victola
encendiclo
gue-
iuolvidable. tue
^qud sobre
llorar
de
gloria
asi
que
huestes,
huy6
anclio
levantiido
de
de
sus
ella?
;Sucumbi<5 o a
laureles
en
cantar
o
vengonza?
trndicion el
los
can-
guainicion.
va
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EPf
La
a
largos
habia
quo
combates
sus
la
tlel
ûltimo
venganza
en
huestes,
beTicas
fuerte
por
einbate
los
o
sus
de
igualar
lucliar
mi'irjenes
cien
lucha
sou lucha
convertido
habia
Vencidas
nueva
piuio
in<lia
tiuro
fué
Aquel
al
desmantelado
de
intrépida
guerreros daron
del
fatigado
de
a
con
salvaje
victoria
sierras
habfasc
Janequeo lieras
las
vista
cun
que
la
a su
de
que
la
Cautin,
rra
de
i
(1)
la
fin,
caza
di
trufeo
llamando
bles
sublime
veloz,
huye
val
(1) El capitan de Aranta. Este de Ang«#|.
refiere le
de
Antelepu
que
LOGO
al su
derramar luz
la moribnnda,
luna
plateada entre
las
de) fuerte Cande1*ria et llamaba CrifUSbal que mat6 Janequeo fuerte estai» situa<to un «I m'isao mile 4e Autel-pu, en dvfeosa
340 sombras
fantasticas
los pinares i enredaque proyectan deras, vĂŠse vagar un anciano gnerrero unido a jentil herofna entrambus cojiendo flores i cantando amores, i que al clarear de la inocente aurora vuelan fujitivos convertidos en dos hlancas garzas a confundirse en los rayon del nacarado oriente!
CAPITULO
LA
ARAUCANfA
AL
TERMINAR
X
EL
SIGLO
XVI
La Arancanfa del pasado. Progrosos alcanzados por las ciudades destruidas. La agriculture. Industria agrîcola. Propagacion asombrosa del de Ion animales. ganado. Raza caballar.-Precin Introducnon de plantaa estranjeras. Los ûrboles nrijinarkm del pais. Los vifledos de la Araucanîa.– Se eaporta vino a Buenos Aires. Iadustria minera.Las mina» antiguas del sur. Varicdad de minorales. Minas de fierro en San Rosendo.– Id. de plata en Panimûvida, Chillan, Antuco, VilliRica. Efectividad de la nqueza do todo el territorio chileno. Industria manufacturera. Los primeros obreros de Chile. Ecclavitud a qne eataban sometidos. Lo< herreros constituidos on primera agrupacten obrera. Loi saslre* i tipogragos de nuestros dias.- -Las clases indastriales i el porvenir futuro de las nacione* republicanas. Reminiscencias. -El. gobemador Ribera.– Linea fortificada do fronteras. Sistema de Plan do pacifioacion del gobernador conquista graduai de la Araucanta. Ribera i el del jeneral don Cornelio Saavedra on nue; 'mm diaa:-Epidemias del tiglo XVI. Las viruelas, los pesuitas, Ion corsarios ingleaea i holandeaes.– -Riquesas asombroaas de los jesuitas. El poeta araucano. Las mujeres araucanas célebres de la loyenda.-Fin del primer temo de este libro.
1
Despues Araucanfa
de medio habia
siglo de !ucha her6ica i tenaz, la recobrado su perdida independencia; considerablemente el progreso jene-
pero si retardando ral de la colonia con la destruccion
de las siete ciudades.
342 de la ArauPrincipiaba para ella la éra que llamaremos cania Indépendante; éra de la eual entraremos a ocuparnos en el segundo i ultimo tomo de este libro, que sera sellado, como lo hemos espuesto, Araucanfa Moderna i somet'ula ménos
con el periodo de la de nuestros dias, no
brillante
i gloriosa que la Araucania Antigua i lierûica i guerrera que historiamos, procurantradicional, do armoniznr loatractivo i pintoresc( de su leyenda con la fria realidad de los hechos de su nubiUsitna historia. AI terminar Araucanfa
el siglo XVI, a que hemos llegado, la lcabia alcanzado relativmnonte un alto grado
de prosperidad. Imperial, Angol, Valdivia, Osorno, Villa Rica, Santa Cruz i sobre todos, Concepcion, que servia de cabeza i de timon a todas ellas, habiansc desarrollado con rapidez
en medio
siglo de existencia que contaron en su fundacion. Llegaron a ser centros importantes
primera de poblaciones
activas
i vigorosas
habitantes
a pesnr de sus pocos que vivian. La agricul-
i de la vida guerrera tura i la industria aurifera habian particularmente ta la segunda.
la primera,
tornado
in principios
gran vuelo, de la conquis-
El ganado vacuno lmbfase propagado asombrosamente de solo 10 toros i 10 vacas que trajo del Perû en los primeros afios de la conquista don Francisco de Alvarado. Lo mismo pasaba con la raza caballar. Un caballo de la conquista se avaluaba en que en los comienzos dos i mas mil pesos de oro, i un chancho en mil i mas tambien, a finos del siglo XVI, en que nos detenemos, puede decirse que no tenian precio por su ningun valor en atenoion a la abundancia suma en que estaban propagadoa.
343 En el gobierno vacuno si apénas
de don Juan
Henriquez, en dos pesos.
se vendia
un animal Una
fanega que un robuste i Io-
de trigo se cotizaba a mayor precio zano buei. I asf en lo demas. Una cnmisa, por ejemplo, valia mas que todo un pino vacuno. Vendfase una camisa en veinte pesos de oro, un par de botas en igual canuna arroba de vino en setenta tidacl; i finalmente, pesos de oro. Ya se compremlera, por esto, en su escencia, la historia eeonomiea de la colonia. Los araucanos liabiansc dado tan especial cuidado en nc1imatar i propagar en sus comarcas la razn caballar, que con los pocos caballos que quitaron a los conea sus primeras batullas llcgaron a formar hasta de mil jiuetcs como los que organisaron Pelantaro i Angaiianion en sus célèbres campanas el potier espaiïol que derribaron quistadores escuadrones
Los
aibolcs
las hortalizas, las Iegumbres, etc. que se introdujeron do Espafia i del Perti, eran ya una maleza en los campos. Solo el guindo i el cerezo se aclimataron despues del siblu XVI. Los olivares
frutaleg,
con el tiempo una verdadera riqueza uacionai; acoite para el pues se esportaba estraido de su jeneroso fruto. 1 !cosa estranjero singu1ar! Los olivaies tre nosotros
constituyeroii
cliilcnus
debian
su carta
de ciudadanfa
nrtda ménos
nion sacramental.
que a un hurto Refiere el liistoriador
en-
i a una escomuinca Garcilazo
de la Vega en sus Comentarios Reale.s, que un espafiol Ilarnado Antonio llibera, llevû de Sevilla nI Perri varias en el Perû. Los plantas cle olivos, arbul desconocido plante
en un huerto
planta.
1 en tanta estima
del
cual teuia
un
curioso
el espaûol
le robo una
sus olivos,
que
344 infinitas despues de practicar el robo, llevô* su iudignacion comunion mayor al ladron.
dilijencias por de3cubrir hasta hacer lanzar un es-
La planta luirtada vino a Chile, aduncle fué trasportada en 1561 por el ladron en nuestro suelo. De ahf el mismo, i adimatada orijen de los olivos cliilenos. Sin embargo de la importacion de tirboles i hortalizos no desmerecieron en niucbo los arboles i estranjeras, utiles o orijinarias de nucstro plantas suclo de cuyas virtudes i frutos aiipieron hacer tan acertado usu nuestros antepasadus, la raza indijena, particulurrnente ya coino para curar toda clase de enferpara alimentarse, inedadei», i abastecer el comercio i la industria. numerosos viîiedos i esportaba Angol cultivaba sus vinos tanto a las demas cirtdades del sur como al mismo Buenos Aires, en donde se habia abierto un buen mercado para el espendio de strs vinos. Este lue su comercio mais importante en lus cuarenta n fi os que cont6 de exi8tencia desde que fué repoblado por Órden de don Garcfa Hurtadu de Mendoza en 1560, en un sitio distinto al en que lo babia iundado Pedro de Valdivia; pues a la época de su despoblacion, a consecuencia de la grain rebelion de 1599, estuvo fundado no en donde hoi se crée; esto es, a pocas cuadras del moderno Angol sino a orillas del rio A este respecte hé aqui Io Tclpan. que dice Oarvallo i Goyeneclie, que escnbia a fines del eiglo pasado: "En la de Colline
cle indio) dice Carvallo, (harcialidad fué fundada por don Garcia Hurtado de Mendoza marques de Canete, la ciudad de les Infantes (Angol) trasladando a ella la de los Confines de Encol. Su planta es
345 tan bella, que no puede proporcionarse otra mejor, ni aun finjirla una fecunda idea. EbUivo situada sobre una colina
baja, que domina un espacioso valle por donde corre el rio Tolpnn, que lo fertiliza. En esta llanura i en la de Encol se conservan todavia (fines del niglo pai vifias, de estos que lioi son pai; la cindad rrones, se 1 tac ta exelente vino i se tiasportaba de Buenos Aires. Esta situaciun tiene tal( proporcion sado)
muclios
frutales
pam la conservnc'um la frontera pudicra
de un establecimientu,
que de toda sostenida; dista seis
scr facilmente
la pluza de Nacimieuto i de San Carlos de Puren, i très del vado de Bio-Bio en Xegrete." AI hablarse cle leguas espaHolas debe entenderse que équivale cada una a mas de dos léguas de la legua modcr-
léguas
de
na; pues solo la antigua cinco pié*\ Volviendo
n nuestro
lino i el cafinmo La industria
asunto,
constaba
se cultivaba
de veinti-
tambien
el
para liacer cuerdns. inolinera se liabia estenclido
Et inismo
mucho.
vara espaflola
Puren
conto
igualuieutc con un molino, i Villa-
Rica de cuyos escombros se estrajeron molinerait al ocupar sus ruinas nuestro
algunas
piedras ejc.srtito en enero
de 1883. En Valdivia
de piedra todos sus edificios. Sus caltes eran anchas i reetns tiradas a cordel; i por las ruinas que de ella se descubrieron mas tarde se conoci6 que liabia llegado a ser un gran centro de pablaciou. Tuvo cuatro cuatro
ûnicas
ban establecidos
se liabian
grandes drdenes
construido
conventos
de
cada
una
de las
relijiosns que entdnces se liallala agustina, en el pais: la domfnica, 44
346 serafica
i la mercedaria, las cuales mantenian tambien conventos en Impérial i en Concepcior., particularmente la verdadera capital de Chile, en el siglo que liistoriamoH. Posey<S Valdivia adernas una casa de moneda, para fundir el rico oro de sus minas, en eshecial de su célèbre mina la Madré de Dios. En Osorno, Villa-Rica e Impérial habia fnbrica de tejidosdepafios,que, onnqne bnrdos, satisfacian todas las necesidades. Impérial llegn a gozar hn*ta de un escudo de armas la ciudud. que simbolizalia AI efecto, en el libro de actas de su eabiMo se rshinp6 la forma en que debia llevar sus armas la nobilisima ciudad. Decia: "Las
armas
seiân
una âguila blanca cun dos cabezas en campo azul i una corona impérial en medio de ellas, i por orla nueve tories con sus brazos que salgan de clins con espadas en las raaiios, en campo Colorado. Enciwn del escudo, el Apostol Santiago, i encima de a Nueslra Senora, con esta Ictra: Jmiicium Domini itulicahit los et lortitudo ejtts corroborabit brachimn uostrum.» La creacion del obwpado de en 1569, i por Impérial fin, la ereccion de la Keal Audiencia en Concepcion, por primera vez en Chile, i que fuu abolida en 1575 para vulversc a iundar en el en Santiago; siglo sulmiguientc la fundacion de liospitalos en el mismo i Va!. Impérial divia: todo nos manifiesta que lu mayor parte de aquellas infortunadas ciudades, una vida tan que vivieron amarga para tener pur tE'rmino un fin tan triste como defaslroso i fatal, haï >ian alcanzado, no obslante, un alto grado de esplendor, relativamento.
347 Asi se comprenne que se baya nvaluado en aquellos remotos de las tiempos la perdida en la destruccion aiete ciudades, en diezioclio millones de pesos; pcrdida la mas colosal que hubiera esperimcntado Espana en la conqnista de America, to Magallancs.
desde el apartado
Méjico
al igno-
Los reycs de Outilla, acostumbrados a vcncer i dominur el inundo dobtegaronse en su orgullo ante la eterna i para ellos incomprensible guerra de Arauco, en la que venian a quebrar su espada lus mas famosos capitanes
de la altiva
Iberin.
II
Por
lo que bace a la imlustria aurffera, tomo en proincremento. Las céporcion en un principio maravilloso lebrea minas de oro de Quilacoya, las de Angol. Impeel viejo i rial, Valdivia, Villa-Rica, Osorno, Tucapel En su esploArauco, dieron no despreciabies riquezas. tacion empleabaiise a quienes por millares los indijenas, se les obligaba en eu labor a un trabajo lo cruelfsimo, de los primeras que tué Ciiusa de laa grandes rehelionea Tarera el tiempos de la conquista que ya conocemoo. famoso sistema de las encomiendaa, el cual un mediante de indijenas conquistador podia dieponer de centenares a au rcgalado gusto mueble cualquiera. Las minas a Pedro semana,
i gana,
como cosa propia,
como
un
de Impérial en Calcoimo i Relomo, daban de Valdivia cerca de cinco mil pesos de oro por mas o ménos lsa de Quilacoya i demas.
3.48 poseia minas de plata tambien. de los indijenas, o contribucion al trabajo Respecto treinta pesos de oro estraido tenian que dar diariamente en especial de los de Valdivia, que era de los lavadcros, el oro mas tino que se conocia, Hegnndo su lei basta 23 Villa-Rica
quilate*. Minérales
de cobre
i de fierro se descubrieron
con el
de este ûltimo particularmente tiempo abundantfsimos, del antiguo inetal i de calidad superior en los montes füertc de San Rosendo (cuyas seaales todavia se conservan, como hemos visto), deatruido que fué en la gran rehoi en bella i pintoresca esbelion de 1655, i convcrtido tacion de nuestros ferrocarriles. Sin
estas
embargo,
minas
de fierro,
como las de Tu-
espresa por prohibicion capel i otras, no se esplotaron el prodel rei; que asi en aqucllos tiempos se entendia cl trubujo i el esi se estimulnba greso cle las iudustrias fuerzo iudividual i en la cordillern
En Antuco traron
mas
cordillera
tarde vecina
en las cordilleras
de mas al sur se encon-
i de plata; en la a Chillan de oro i de cobre, i de plata nombre que llevan acde Panimavida; minérales
de cobre
de Linares, sin duda una en deliciosa estacion de laaftnejores de Chile, convertidas del balneana en el d:a, mediante la iniciativa particular
tualmente
filantropo, Carmona.
las virtuosas
ilustrado
La cordillera
termas
i obsequioso
orientat
doctor
de Antuco
don
Lisandro
mostraba
tambien
una mina de oro cuyo metal, a} dar crcdito a un cronis"Timon ta ai^tig^o, se cortaba a cincel. Denominâbasela de Oro",
i estais
ijtua4aeimn
monte alzado. en la union
349 de los rios Neuquen i Butacobunlcu, cientes a la Arjentina en el dia. En Osorno,
comarcas
final mente, descubriéronse
pertene-
minas de mar-
mole* jaspeados. A pesnr de todo, los indijenas puceron con el tiempo especial empeïïo en ocultar las minas «le que ellos tenian conocimiento, porque ellus les recordaban que habian nido la causa
cle la pérdida de su libertad i de su indepcndencitt durante la conquista, por la insaciable codicia dé oro de. los conquistadores a esplotarlas obligAndoloa solo a ellos. 1 no serin tan poca cantidad lo que se estraia dcl codiciado métal cuaudo solo Pedro c1AValdivia, en 1553, a su roi de Espana la cantidacl de sesepta mil no pesos de oro estraido de lns minas del sur; cantidad mi se observa que el antiguo despreciable peso cie oro
mandaba
a tres pesos i medio, espaïïol es équivalente nos, de moueda inoderna.
mas o rae'-
I:l
ciuintu ciel rei, como se llamaba, era el pago del ceinte por ciento con que nuestros mineros contribuian de sus ganancias a h» gastos del tesoro de la corona. En fin, en toda la vasta rejion que historiamos hiciéronse valiosos
descubrimientos
de cuanta
clase de me-
tales se conocen. La
fama
de pais de oro de que gozaba el pritnitivo Diéronle esa celebriChile, liasta cierto punto crajusta. dad los mismos iucaso indios peruanos al invadir nuestro territorio
a mediados
El trihuto inenoa
del siglo XV, como lo sabemoe. de oro que los indios cbilenos sometidos
lus ai-nucanog, daban rei inca del Periî, asi lo justifican. ellos,
en contribqcion
a ai
350 El producto de esta contribucion era sacado del pais i Ilevado al Petïi con grnn pompa, anualmente. La contrihucion conaistin en catorce quintales de oro de mas de
ncufiado en tejuelog, los que se quilates, en distinguian por un pecho de mujer que grababan ellos. Se conducin por tierra con gran pompa. Se le lieveintidos
vaba en baules
cle canas sobre los cuales
se veian graha-
das las armas del rei inca. por dos tigres que pend ion de los mismos rayon de! brillante luminar. Cada baul »!el tesoro cra cargado por cuatro el escudo
Representaba
indios,
un sol sostenido
los que se turnaban
repuesto. Abrian
la marcha
con lus que
was de cuntrocientos
de
marchaban flecheros
guar-
dan do los caminos. Por los lugares poblados par que pasaban se recibia a la comitiva en medio de grandes regocijos. Todos ya estaban advertidos de que por alli se conducia el tesoro
de Chile
al poderoso absoluto i col osai, tributo
sometido,
pero no Arauco, en rei inca, cuyo imperio
i omnipotente nmennznba ya nbnrcav
el mundo
de
Colon. No liait sido ni son, pues, tan fabulosas Ia3 riquezas 1 con mineras de Chile, como algunos lo han pretendido. razon
i Goyeneche a Chile minero juzgaba en el siglo pasadu de la siguiente innnera; cuyo juicio ha sido confirmado ann mas por la esperioncia, médianCarvallo
en nuestro
te el renacimiento ra del pais: "Le doté, minas
decin,
de todos
el autor
raetales;
siglo de la industria de
la naturalesa
produce
oro en
con
mine-
ricas
todaa eue tie-
351 n'as, i con tanta abundancia, que numerar i no sin fundamento les séria interminable,
sua minera-
dijo un esCopiapo" hasta el
que es una plancha de ono desde de Magallane*. Parece exajcracion, Estrecho pero es demostrada No verdad indisputabie por la es|>eriencia. hai cerro en el pais mediterrâneo que no encierre en sus
critor,
entranas vuelto
ni rio que no Io lleve enLos mismos eerros son un riqufde cobre, plotno, estaîio i azogue. Los de
tan precioso en sus arenas.
metal,
simo depàsito la cordillern hou una faja de plata, i por varias partes se ven sus montes salpicados de oro, cobre, piedras pie azuciosas i de iman, i todos présentai! con abundancia cristal montano, ypgo, viiriolo, antimonio, sales i betunes, i finnlmente, por todo aquel (el de Chile en icnernl), se ven minas (le exce-
fie, alumbre, alabastro, territoriu lente
lierro."
no coniiaramos del todo en los conociinienAunque tos cicnti'licos de! autor (le que nos ocupamos, ello demuestra, sin embargo, por si sol, de lo que se sabia de la riqueza minera que Clcilo poseiiï en sus cntrnfins un extrême a otro de su territorio.
de
jQué de nuevas
iwi en la riquezas no se descubririan si aparté que en especial historiamos, rejion privilejiada se diera un vigoroso imde sus trigos i (le sus bosques, minera, desde el iierro i el cobre al pulso a la industria carbon de piedra de (pie tan abundante es, como liemos de constatarlo nosotros teuido portunidad personalmente miamos en nu est ras escursiones eutre las selvas, boequea i montaftas
araucana*!
352
III La industria
manufacturera
en el albor de su existencia, conocian
esrtaban
como se juzgara, Los ûnicos obreros que se estaba,
en la categoria de herreros, Los primerons gozaban sastres, zapateros i carpinteros. dcl privilejio de ser los mas consi<lerados por las castas Cuestion de tiempo! si se observa que en superiores. colocados
nuestra
sea por el cenépoca los sas très i los tipografos, tro social en que viven o de otro modo, ocupan el primer lugnr en el pnis entre lus demas agmpaciones obreras tanto por la ilustracion como por los sentimientos Un
lierrero
que en jeneral los caracteriza que los dominan.
era cl sdlvalo
tuclo en la ura
colonial.
Et
las armas i liasta los fabricaba; i en aquellon componia buenos tiempos, como se sabe, quién no cargaba espada al cinto en (lias que a cada instante se estaban oyendo el f'rogor de las batnllas de Arauco, dejaba de ser biieu esde Dios i de su Majeatad, como lioi pafiol, en servicio de buen tono quien no se dejaria de ser santiagueno habituai-a
a loa guantes i nI colero Eso si que los obreros de la coionia
estaban
mui léjos Ni aun clarea-
de participai* de los goces que en el dia. ba para dl lit cra de su emancipacion social i politica, por la que lia venido luc'iamio con sin igual teson hasta hoi al traves
de los siglos! Ni posera libertad para avaluar el prodicto de su trabajo, el cual estaba sometiJo a aranceles
como
los servicios
de naestros
encribanos.
359
As! el cnbildo aiguë; "Por
de
Santiago
décret al m en
en esta ciudad
cuanto
residen
1552
mnciios
lo que oficiales
e otros, e Uevan mui desaforados de «astres, carpinteros (le lioi precios, mas (le lo que eshi proveido i mandado, en adelante ningun oficiul que en esta ciudnd residiere, use el herrero o znpatcro cornu carpintero, asi sastre, dicho oficio sin que tenga para ello un arancel en la parte e lugar doodc lo usaren, publicamcttite, paru que cada uno vea el preeio que lia de llevar, que de cabildo." esté firmaclo pur el escribano Como si esta»
restriccioncs
no fueran
dicho
nrancel el
sunVientes,
no podia disponer tampoco de su libertad persoZannl. En una ocasion en que un herrero apellidado en busca de mejor su crie mora quiso huir (le Santiago cI cabiltlo en suclo estranjero, espidiÓ un decreto pro-
obrero
hibii'ndoie
la salida.
que se notiflqiie a Zamora, lierrero, que por cuanto se tiene noticia que se quiere ir de eatct ciudad sin heesta ciudad, i si él se fuese qutilaria las herramientas para rrerot i no hubriu quicn aderezarc "El
»car
cabildo
mandô
oro i otras coeanen
tos i derechos
en lu cual los quiui S. M. sedisminucion,
esta ciudad,
î-eales recihirian
en esta i los vecinos estantes i habitantes ria deservido, mui gran dafio, que no se voyade esta ciudad recibirian ciudad sin licencia de este cabildo, so pena de qttinientos pesos dc oro." Ya se v lu que valia
un
herrero
en la colonia
i del
(1) Ciurtopot el wàor Barre@Anuia 45
354 cual dependian lla, no obstante
hasta los tcsoros
de lus
de ser un infeliz
esclave-!
Sin embargo, los liempos lian cambiado siervo, va pasando a ser soberano absoluto to que va se columbra de que el porvenir nos dépendent en lu future unica voluntad de las c1ases industriales. Con todo, la poblaeion siglo de que nos cstnmos tantes,
de los cuales
dos
tizos, esto es, mezelu
reyes de Castii el obreros, de hasta el punde las nacio-
i escliisivainente
de la
espnnola
a fines de! alcunzaba, solo a très mil
mil eran
espniïok's i mil mesi de imlio. 1 habia lit
de espniiol de que lus mestizos huiau particularidad jriirralnifiite a refujiarse entre las tribus anmeaua* i las acaudillabau contra sus mismos projenitores en la guerra, como ocurrio con los célèbres mestizos Diaz i Alejo, quienes durante aîlos fue'ron los jefes de lus guerreros de Araucu. Las rentas del pais asccndian a cuarenta mil pesos de oro, mas o inénos, cantidad de! todo insuficiente, por lo que el ejéreito era pagado con dînero que enviaba el vircy de! Pc ni. Mediante
los cstherzus
ciel gobernador Ribera en 1600 se establecio el situarfo, o el mil pepago de trescientos sos que fijamente se haciu desde el Pcrû, aiiualmenie, dos mil solda<los permanentes para mstener en Chile la guerra de Arauco il para continuar que mmea divisaron térniino
los monarcas
de Espafia. Anteriormente los vecinos de las ciudades estaban obligados a «alir a campafia con perjuicio de sus faipiliaa e interesrs, t-adr. vcz que a algun se le gobernador antojab;' Inaloquear cation. Cada verano
en la Araucania, por via de pacifise ponia.; en marcha los goberna-
355 en la Araucania a snndores con su ejcrci 1. Ponetraban de los indfjenas los sembrados i destruyendo fuego, gre sistema de guetoda clase de crueldades; i cometiendo rra inlmmano
que nunca
desacertado
produjo
resultado
para los conquistadores. no hubieran Si los conquistadores
favorable
el perimplantado nicioso sistema de colonizacion que pusieron en practica sometratando a les indfjnnas emuo a acres irracionales, tiéndolos
a la conciicion
doles los mas crueles mo liasta mutilarlos
de cargae imponiénllegando en su barbaris-
de hosties
castigos, de sus mieinbros
por la falta mas en la cara con fierros canden-
i înarcarlos insignifiante tes, como lo liacian, no habrian sido las vfetimas de todos désastres i testigos de cscenas de sangre los innuinerables unas tras otras i de horror como las que se sucedieron en el trascurso
de los siglos que
dure ln célehre
guerra
de Arnuco.
IV
Por lo deinns los araucanos
habia
adquirido
militar. Se ba'ian y organizaban esperiencia fias con toda la estratejia i t4ctica mas babil. en su condicion,
llegaron
a ser los primeros
una grain sus campaSin duda, guerreros
del mundo. No se batian divia. rnble
Luchaban
a pié como en tiempo de Pedro de Valde a caballo, que manejaban con admidôi en sus marchas i en que ataques
destreza, minaba en ellos la cabeza
sobre
el corazon.
Se
batian
856 como
Icones
triunfo; ocasion
cuando
contaban
relmian les
el ataque era desfavorable.
con
de probabilidades cual ast,uto zorro cuando la Hé ahf el verdadero
sol-
dado. El gobernador
don Alunso
de Ribera
fué el que meel problema «le la guerra de Arauco al jor coinprendiô idear cl sistema de conquiahi graduat de la Araucaufa que einpezé a poner en en 1601; sistema pmetica con tino i constancia haque si se bubiese proseguido brmse
como dos siconseguido paciHcar la Aroucanfa, glos i inedio mas tarde babia de implantai* un sistema discrecion i paliarecidu; perti eso sf con mas tnlcnto, ciencin cl îluslre jenerstl de nuestros dias don Cornelio de cuyo plan ideado por él solu i puesto en desde 1861 a 1883, teïmino de la campaejecucion iia de Villa Rica, diô al fin por resuit ndo la pacificaoion i ocupacion definitiva de la Arauuania: plan del que nue estcnsamciite en cl segundo tomo de este ocuparemos libro. Basta que a él se deba la l'undacion de todos los Saavedra,
pueblos de la Araucanfa El sistema de Ribera nca de fuertes
moderna
i civilizada.
consistia
en establecer
en el Bio-Bio
e ir avanzando
una If-
al interior
de la Araucanfa
poco a poco con el tiempo, paulatinamente, sin dejar enemigos a la espalda i atrayéndose a las tribus indfjenas vecinas por medio del contacto diario del comercio i de la jente. En consecusion de Santa
Fv, Jésus,
de este Buena
proposito Esperanza
fund6 en
los fuertes. Rere,
en el
punto. dfiiiominado. Huilquileinu (Bosque de ebape^s),, el.de Nacimieoto, liampdo asfpor habersixlo.fuadado el, Senor" en 1604^ el de $an Pedro,
de la Paz, a la or il la opuesta del antiguo vado de Chepe en Concepcion etc., etc. FunrUS tambien el fuerte de Talcalmano la baliia
pma protejer a Iùs indios de paz que hnhia en i cuidar del ganado del ejército que apacentaba
en las Vegas. Sin embargo,
el sisteina
el trascurso
de Hiberna no se prusigui6 en lu que tue orfjen de las nue-
ciel tiempo, vas calamidades que vulvieron ces conquistadores. A esta fecha habian
a eaperimentar
invadido
el pais las viruelas i los de que cran v.fctimas los in-
como si los maies jesuitas, felices colonos hubieran sido pocos todavia. Las viruelas las introdujo el gobernador de
Villagran
en
los tena-
1561,
al
Francisco
llegar a la Serena en ol en que venian algunos ata-
buque que Io train ciol Peru, cados cle la viruela. La peste si,. propage rapidamente en todo el pais, hacienda los mas espantosos estragos, en los indios; pucs no se conocia todaparticularmentc via la vacuna.
il los jesuitas, éstos se introdujeron en Respccto lf>93. El 12 de abrit de ese afio entraban a Santiago ocho jesuitas venidus ron tal preponderancia
del Perii.
En poco
que se constituyeron los reyes obligado
tiempo tomaen un verda-
dero peligro, vicndosc de Espana al fin a esr ulbarlos, como en efecto se hizo en 1767. Las riquezas que habian adquirido Uegaban Aparté de las numerosas propiedades
a scr casi fabulosas. urbanas
que poeran clueiios de cincuenta i nueve
seian en las ciudades, haciendas cuidadas grandes
Estas por 1200 esclavos. citadaa por el senor Barros Arana fueron las haciendas, • siguientep, avaluadas mas o menos, en cuarentiv millonea
358 de pesos con las de m as En Santiago:-La propiedades: La CalePunta, Pudngiiel, (La Compitfiia), Rancagua, ra, Los Molinos(al poniente de la ciudad), Quinta de la Ollen'o,
$ufioa,
Noviciado, Clieguen, 12 propiedades. Quilicura,
calemu, Chacarilla, Limache,
Bu-
Chacabuco, En Melipilla:
San- José, 2 propiedades. Oeoa, La Calera, San Pedro,
En Quillota: La Pulmn, San Eu Yalparaiso:– La Vifia del Pefinelas, Las Tablas, Colmo,
6 propiedades. Mar, Vina dcl Almendral, 5 propiedades En Aconcagna: Isidro,
San Francisco
jis, 1 propiedad. Eii Colchagua:– Chacarilla, gua, San José de Colclmgua, 3 propiedades. Tuao o el Fuerte, Qui vol go, 2 propiedades.
de ReColcbaEn Talca: En la
Quile, 2 propiedades. En el Maule: Longavi, Guenon, 2 propiedades. En Ohillan:– Cato, 2 propiedades. Caicaguin, En (.'oncepcionr–CuSerena:
Clmcarilla,
Valle de Panqnegue, o Puchacai, célèbre por sus (.'onuco, ^ipas, San José, San vinos, Manguelinu, Toninco, Ventura, Salto de la Laja, Rosendo, Huemanagiie, Curipichun, chacucha, Andalicn
Mngdalena,
El Roble, î> ju'opiedades. i Colcura, 3 propiedades. Aparte de lo referido, deses asolar
Torreoh,
En Arauco: Coronel, Total 59 haciendas.
Lota,
los corsarios
habian
empezado tambien las costas araucanas desde
ingleses i holana fines del siglo XVI a Concepciun
al sur.
V
A pesai- de estos tieui^o^ nn4uv|eron del todo renidas
de borraecas, con fas amas.
las letras
no
ya a figurai- cI célèbre poeta araucano, Penacido en Angol en d decenio de 1560 a "natural de la ciudatl de RI/col de Cliile" como acostumbraba a llamarse siempre por orgullo. Aunquc su Etnpezaba dro de Ofia,
padre éralo un capitan espafiol, infiéresc que su madré fué nraucnna, por cl silencio que siemprc Ofia guardo reapccto al orijen i nombre de su madré, lo que, sin embnrgo, eu aquella época lus cnpitnncs e*paûolc$ a fallu
era cost
timbre
tbrmarnu
fomente el que familia de mujeres
de
iinijcrat espnfiolas, para que Ofia en las dudaa de! misterio su verdadero orfjcu
indijenas, cnvolviem matcrno. Siemlu
licenciado
eu la Universidud
de
San
Marco»
do Lima,
Ofia publicaba en lf»i>G su poema Aranco Loniado, destmadu a cantar lus bazufius de don ( larcin Hurtndo de Mendoza en sus de Arauco; bazanas Jhmosa haque don Alonso de Krciila en su Antuvaim bia dejado relegadaa al olvido, sin duda en revanclia de la grave ofensa que aquél le innriera en Impérial. Ocurriu, en efecto, que al regresar a Impérial don Garcia Hurtado abril
de
«le Mendoza
1558, decidiosc
de
su campafia a Cbiloé en a pnsnr ail/ el invierno, como
lo bizo, viviendo con la ostcntacion i cercmonia de todo un rei. Al Uegar se encontre con la nuticia de la abdicacion de Carlos V de la corona de Espafia de la «le su bijo Felipe II al trono. exaltacion Como era costumbre
en estes
des fiestas eu Impérial, de orden lebrar Inn fausto ftcontecimiento.
casos, :e bicieron grande don Garcia, para ceHubo torueos militares
en que los capitanes hacian lujo de su destreza en el. manejo de las armât* i del cab'allo. Don Garda ocudio a uno
360 de estos
encnbierta
torneos,
casco, acompanado OI11108 de Aguilera. tan lia m ado Juan colocar
de don Alonso En estas
con
la visera
de Ercilla
i Pedro
del de
otro capicircunstancia», se avalanzo bruscamente a
de Pineda, entre el de Kreilla
su cabane
lera. Como
la cara
toinara
a tuât Kreilla
i Olmos de Aguiesta intrusion, desen-
vainû su espiula se trabo et duelo. Don Garcia niirnndo este acte conio un desacato a su autoridad, cojio" una maza que llcvaba colgnda del arzou de su ailla, i aco inetio
a garrotazos
compafiero. sia vecina, prision
de
conmii,
contra doude
et intbrtunado
porta i su otro a una igleliuyeron a ri'fujiarse t'ueron sacados i eonducidos a la
cou la orden
nada
inénos
«le que ni dia
giguiente serian ambos decapittufos en la plaza pûblicn! El? la noebe recibieron los auxilios sin espirituales, de salvccinu, esperanza alguua por cuanto don Garcia liabia
dado
urden
de que nadie le bablasc de perdon pala los rcos. Pero como ânibos capitanes cran npreciados, se asegura que las senoras de Impérial inHuyerun en el corazon de don Garcia para que les perdonara. Al efec-
to, pocus instantes antes del fntiil desenlace, se les conmutaba ta pena de muerte por la de prison deaticrro fuera de! pais, como se efectuô despues. perpétuo I tué asi como cI lainoso
poeta
estuvo
eu un tris
de
dejar sus hucsos en Impérial, privai) do nI mundo de las letras de su Araucana, que tan célèbre lo lia hecho en los anales de lu 1 itérât uni universal i que tanto lia contribuido canto Este
tambien en trovas
a la celebridad
de la herôica
razu que
inmoilales.
acto atolondrado
de don Garcia,
lo olvidô et
361 poeta al silenciar
en
su gran
poema
el nombre
de au
verdugo. Fué este silencio
cl que se levanto a reparnr mas tarde el poota nraucano Pedro de Orin, el primer poeta chii sin duda el mas ilustre de leno en urden cronolojico, Su prestijiu 1o llcvo hasde fiscal (le la Real Audiencia
los de Cliile en la era colonial.
ta ocupar el alto puesto de Lima i que sus cantos fucran mo Culderon de la Barca.
celebrados
por et mid-
de tan orijinal Pero, para ocupnruos dctalladamenie poeta i de sus obrns, haremos capitule aparté en los comienzoa (Ici proxiiuo tomo; nsf, recorilaremos, ya que los poetas andan «ienipre de la maiio con las niufaa del Pnrnaso,
a las liijaa lia enultecido,
leyenda son un recuerdo sia a Gualeva, de celebridadcs
de
Arauco
que
la
liintoria
o la
o verdadenu», pero que desdo ToguaMa a Quidora, desde Fredeade Raclama a toda osa pléyade en fin ficticias
que han dejado una luiella de su paso que yn van borrando los .siglo.s! Hé allt un cuadro jcncral de Io que llegaron a ser lois araucauua
al terminai* el siglo XVI, cumque historinmos en la rejion cuya historia i cuyas tradicioues prendidos dando la estensiuu nos ocupan i a las que seguiremos pueblos
debida
en el seguudo
tomo de este libro.
riKT l)tL ToMO rUlMEhO
CRONICA DE
LA
ARAUCANIA
IIDICE
DE
TOIO
PRIÏESO
PAJ, 3 9 13
DESCUBRIAIIENTO
I CONQUISTA
(1544-1554)
Chile.– Celebridad merecida. CAPfTULO PRIMERO.– PeqleSo Por qué ne ha llamado PbqueSo Chile a la Arauoanja.– Coofiguraciou de au territorio. 8a ««tension. Rejion privilojiada. VejeUcioa i minérales. Brillantes penpectivac para la mineria.– Lo que verdaderamente se ha denominado Araaoanîa.~Dûtrihiioion del botin: pcovinciae de Malleco. Cantin, Araaoo, Conoepcioa i BioBio.– jAraaeo o Artncnnîa?– El Ribimbe i el mistorioso rei indio del de Arauco. Loochengo.– Orfjen del nombre Bio Bio.-Id. 19 Opinion« divenas II.– El nauta.– Aflo de 1544.– Ignorancia en que se OAPfTULO estaba respeoto de las oomaroas aranoanas, Maniee Iteta. Deseos de ValdiTia por esplorar el snr. Conoepto eu que ténia a eue terri· torio.- Noticias que adaniere de él. La proyincia de Banoo. Temple de esp(rita de Valdiria.– PreparatiToe para una eampafia a Raaoo.– Feus oportanidad.– Un naata jenorés.– Beoonooease la* ooatM aranoanas.– InstMwoiooes dadas por ValdiTia.– Se haoe a
364 Rcctificaciones nconables viaje. Importantes dosenbrimiontos. do naestro "Annario Hidrognifico" Roxnltado feliz El rogreso. de e»ta oupedieion.– Lae tierrns dul cacique o rei indio Leochongo. Las espedieionarios i la byenda
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CAPfTULO III. Uv impkrio makavim.oso.– Alieientos que impnlsaron a oouquintar et sur.– Imperio de Loochongo. Doscientos mil guerrcros.Un tomplo con dos mil Baoordotea.– Ida mistcMuriaui. La Quinquina. Heiao do Auuzona*. Cielo de Oro. jerez que nm udmiUm lii jos vurone».– HistoriaJorcs de Indias. Agustin du Z/irate i Lopez de (Jômara. Lo« primeros ratones imEcha troa mil balUn«gorcro indio. chengo. Puobloit i niiloH. sas .1 niar. C'onvoca a la guurra. Entado social.– Croenciai i preocupaciones
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CAPÏTULO del conquistador. IV. En <'AMr.\S.Impacicncia Enoomieiida su alma a nuostra Seflora del Socorro.– Sale a campsfla. Anode \Ï>W. Monsnjero» de pat.– EstadoK de Arunco i TuBatalla de oanol. La inarcha. Ataqncs continuos de Ion indios. Qoilncura.– Acampa Valdivia un CI valle do Andalicn.– Recorro ol Bio-Bio i cl actual anionto do Conccpcion.– Preséntase el ejército indio.-Rotirada a Penco. -Ardid que Halva a loa eopailolos.- -Hayon a Santiago
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CAPÏTULO V.– Confederacion auaitana.– Ojcada sobre el mapa de la Araucanfa. DWisionesnaturaluM. Trou di versas aonas. Rejion maritiina.– Rejion ccotij/. R'ijion Hud-audina. Organiiacion civil Lroucana. Butal-Mapus.- T*iris«ticcion i limites de ellne. Topografîa.– Tndios coetofioK, llauistax i ^ehuenches– Los Entados de Aranco.– Oiîjen de los Extados. La papa, orijinaria del valle de Arauco.– Cantone* La Araucanfa his. Boroa.– Indios rubio* târica. -Antiguas poblaciones espaflolas on Ion Butal-Mapus designudoA.– Un» fuentô inaravillasa.– Pinarcs. Yorbas médicinales. rol flora Orografîa i OAPÏTULO VI.– Orcckakia. Scllo distintivo de la orografîa arauMontafiasde NaMontailas andina* cana. Rejion montaflonu. Grandiosidad de Nahuelhuelbuii. Boncajes en el valle contrai. buta. Orijen de au nombre.– Su jeografîa i su papel ante la bistoria.– Rios i valles.– Valle de Puren.-La Roohola de Cbilo.– Celebridad de Puren.– Isla de Colipî.– Lamaco.– Choll-Choll.– Impérial.- -Su porvonir. Bella doscripeion que hace el sabio DoEl pino meyko. Sn esploraeion de las montaflas de la Araucanfa. cbiler.o. El pifion.– Prodijioa de la naturaleza CAPiTULO VIL– Eba iiekûica.– Aflo de lôftO.– Principio de la era hernies. TrabajoH i contrariodades do Valdivia.– Sale triunf»nte. Marcha al sur a la consista. Su ej^rcito.– Organisation. Lleg» al rio Itnta.– Reguerimieuto a loa indios. Oampamentoen la ixla de la Laia.– El Nivequeten. Paso de este rio. Disputait Ion combate. En el el paso indijenas.– Reflido Bio-Bio, trente a San Bowrado. Atraviesan a nado el Bio-Bio loa araucanoa.– Ajalto al oampamento «mafloL– Prosiguen diarios oombatoa.– Esqamploracioiiea.– ByMqetre yVJdivia dirijine a
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paraento en el aotoal aitio de Conccpcion.– Mt<morablo batalla noetnrna del Andalien.–Victoria do lo« e*pafiole«.– Rotiranse a lu vegnade Talcahuano
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CAPITCLO VIII.– Pbnco.– El duliuic w voile do Pegu.– 8u amcnidad i lozanfa.– Orfjen del nombre de Penoo. La mejor bahfa do India».– Fûndiwo el faerto de Penoo. Fortificacion.– Delineaso La Concopcion. Erfjese en ciudad. 3 de marplanta de ciadud. io de 1550.– Ropnrtimicntog do tiurras i nombramientoa civiles. La chûcura de Pedro dt Ynldivia.– Poncwon de Lopes do Landa. ConHualpon i Tnlcagucnu.– Orîjcn del nombre de Talcahnano. Tocan Ion ponconos a la guerra.– Asalto fuorto do Penco. Cuarentrv mil indien.– Sua trajet i arma* La derrota.– Etcuadron aranoano. Prevcncion do lot osalianteH.– Mietlo que lea infundc la cnballeria. Mucrtn*i prisionnro». Bârbaro caatigo de Valdivia. Dios i el Diubl».– Polean contra los indio« San Pablo i la Virjen Loii huinco8.-Ro.il cédula de C.'irlo» V en Marin, Begnn Valdivi* favor do Concepciou. 87 HenUdiou poncoua. Avlilloi-o do guerra. CAPÏTULO IX– La TUAnuiox.– Crueldades do Ion oonqoiitadorea.– El Albaa do Layapié.– Su defenjut. Notables raaocacique namientoR. hnrnstni a Valdivia sus injtuticias i engailo».– Maerto do Albaa. ReminiHoencùiMdo la batailla de Penoo. La tradicion. –lia pretendida apuricion do San Pablo i l:i Vivjon Maria.– Creencia joneral de ettti aparicion.– Asevoiacion de Vnldivia. Opiniones de lm hiHtorindorett do la colon in. Diventoajnicion. El "boldo de la Vîrjen" en Penoo. Adoracinn que de 6l se hace. ReverénoiawjIo como a una im.îjou wiyrada. El abato La antigna hormitn. Molina. Gùngora Marmolejo.– Esplicacion acertada.– Nueatra §ociedad dol paaado. Por que nos bemos ocnpado del milagro de Penco
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CAPITULO X. A ralco.– Primerai buque* que anclamn en PonConduce socorros para Valdivia.co. Ettpedicion de Pastene. Temor de los penconos.– Solicita n la paz.Principio de la conquista de Aranco. Salen don e«pe<licione8 pars Arnnco. Pastene i Alderote.– Ivla de Santa Maiîa.– El territorio do Lavupié.– Puéblanlo dioz mil araucano*. Dan vivere8 a Pasteno. La moral de esta* eapediciones. Jnicio del cronista Maiiiio do Lovora, contemParlamonto de onoiquea. poraneo de Valdivia. Razonamientos del conquihtador. Otras «>hpediciones a Arauco.– Reconoce Alderete les tierras de Colo-Colo. Regocijo que catua en Santiago el descubrimiento i esploracion de la patna do Ion araucanos. Descûbrense Ion llanos de Angol. Marcha de Alderete por esoe llanos. Lleaa a Maquehua. El regreso. 8u poblaoion i fertilidad. Valdivia en visporas de marchat a la conquùta de Arauco 112 CAPÎTULO XL– CoNgoiuTA nt Akauco.~Ai1o de 1551.– Ensuefies realisados. Arauco i la conquista. Reminisoenoias. Enmarcha. C ut', en canoaa el Bio-Bio el «jéreito conquistador.– Toma ei canniv) du la costa. Llogada al Tirûa. Propônense fundar an ne al cion i hermorara de la tierra. Regocijo de los oonquistadoreu. Fundan a Impérial. La tradicion.– Lo que Agnilas Impériales. nosotron bomw risto,– Propôatos de Valdiria.– Impérial, capital
«Ait
ouo de Chile. -Contro do on faturo Iraperio.– ReprenA Valdivia a G'oscepcion. Bolleia e importancia de Impérial.– Lo qao f né «nel Crueldadea. El pamdo. Sa riqaeza. Kepartiniiontoa de indios. rio de las Damas. Cuitas i amures. 120 CAPTTULO XII. -Prosugub LA coxquista. Nueva campafla a Arnaco. Sale ol ejt'mto conquistador de Concepciou. h de octobre do l.r).*)l. Recibimientoon Impérial.– Continua el ojéreito invaaor au marcha al sur.-La voga del Cantin.-Su celobridad hist6nça. Poblaciones.– Pnso del Tolten. Valle de Toîton. Aliacan i la india Murabuta (dicz maridon). Descubriraiento del valle de El cacique Antonabal. DpscuMariquina.– Asa'to de los indios. brimiento dol valle do (inadalabquen. La india Racloma. Atraviewi a nado CI Calle-Callc. Actitud guerrera de Racloma.– Pai entre Ion dos ejércitos.– FiindaRo a Valdivia. Fundacion de VillaRica i doscnbrimionto de! lago del minmo nombre.– Es podic ion de Valdivia al lago Ranco. Regi-eso del ejército conquistador a Con 130 oepoion CAPfTULOXIII.LinERTADOMUKRTE!– Aflo de 15Ô3. Proap«ridad de la oonquista de la A:aocan(a. Los conquistadores en su apojeo. El lcon de Aranco i lu lîgailas iraperiale».-Mndnnxande la rida.– Lia trovas del poeta. Kl puoblo Araucano. Fundacion de Arauco. Tucapel, Puren i la ciudad do Angnl. Ropartimientoa de araucanos. Esploraciones del lago Ranco. Rcconociiniento del faturo Oiiorno. Fsclavitud de Esplotaciones de lavaderoi de oro. los arancanos. Poblaeion de Chile. Priinoros sfntomaa de rebelion do Ion araucanoa. Rouuiones de caciAnosinatos i asalto*. ques. Parlamento* de Angol i Tucapel. Diwunos convocando a la guerra.-El 140 puoblo araucano de pie. CAP1TULO XIV.– Lvx i sombra.– Asaltos al fuerte do Tucapel.– Astncia de Ion araucanoH. -Derrota de la guarnicion. Deatruccion del fuerto. Marcha do los derrotados a Puren.-El valle de Elionrn. Una procoeion orijinal.– El levantamiento. Lautaro Sa fido
Tucapel
149
CAPÏTULO XV.– La rrxukrkccion DE AnAUco.– AAo de 1564.– Tomerowa marcha del ojéreito conquistador. A la vista de las rainu de Tucapel. Principio de la resurreocion de un pueblo.– 8ûcentinela plies del yanaoona Agustin. Adviorte el peligro.-Un del ojéroito indio.– •Desastrotia •orproaa del ej6rcito conquiatador. Lautaro caudillo do Arauco. La Ixitalla. Admirable plan de combat. de loi arauoanox. Combaton por diTinronc«.– Temiblea onooentroa. Dénota de lae des prùnoraa divinionoa arauoanaa. Cantan Victoria Ion oKpnnoleH. Ercilla i Laucnio. Diacono de é«te.– Beuucvjuce la butàlla.– Derrota de Valdivia.– Es hecho pri«ioneto. Sn proaeneia on ol eampamento «tnaoano. Sa muertt. P«rwn«lida4 de Vnldivia^– Fin ciel deaoobrimiento i oonqaiit». 157
LA RAZAARAUCANA·-SUS ORIJENESSUS COSTUMBRUS CAPfTULO PRIMERO.– Éi-oca incarial.– Orîjenes de la raza araucana. Reinado do Ion incas dol Peru Oscnridad ciel orijon de los araacanos. La ciencia. Probabilidad de ana civilizacion estinMonument*» encontradoo. guida en nuestro snelo. Indicio* de una antiquinima civilizacion.– Opiniones de divertos historiadores. Haceaelea Preguntas que hemos hecho a loe caciques araucanos. procéder de los t/a-t'tros, romanos, asirios, peruanos, noruegos, etc. Raza anterior a la de loi araucanos.– Invasion incfoica i su dominacion en Chiiô. Llegan haeta el Bio-Bio.– Reftidas bataHas con loa araucanos. Monumontolevantado en Quilacoya para adorar al roi del Peni. Son arntjados del Bio-Bio los poruanos por los arauet Manie por limite del Imperio del In»». fin de la canos.Fijan dominacion incûsica. Triunfo de los amucancs.-Bienes que prola dujo invasion 169 CAPiTULO IL– La gukura i LA paz.– E«tado social de loa araucinos. La çuerra, la tribu, la fumilia. Dignidades do gobieruo. Toquis, cuciquai, capitanes i ayudantei. Las convocaterias do guern». Con^ejo» d3 caciques. Éjection do jcfe del ejéroito.– CurioMMceremoniiut. Jununcntn militar. Proclamncion de la guerra. Ejerciuios militnres.– Aprestos para la camparta.– Sacrificios que ce imponen.– En marcha.– Sas armas ofonaivas. Lan ras, fléchas, uiocanai. Armasdefeasivai. En oombate. Canton de victoria.La retirada. Los eau ti vos.– Su sacrifleio.– Grandes fieutas a su rauerte. Soloainidades que ne verifican. Cantoen honor al difunto. Celebraoion do la par. La guerra i la paz. 178 Otras ceromonias. CAPÏTULO III.– Antiuuo Akaico i los araucanos.– Antigua poblacion de la Arsucanfa. Centros principales de poblacion. Numéro probable de habitantes.– El «rancano.– Su :dioma. Nobleza del idioma araucan^. Redaceionee o pneblos. Sa Los boroanos. orîjen maa probable. -Los ohonoe, 8uperst«ciones. Ideas de la inmortalidiid d-! aima. Batalla» en las nubet.- Los caciques i los oleanes. Las armas célestes.– El Meru i las xorraa.– Creencias Fiestas pûblicas.– Fiestas de los Toquis. arraisradas. Los sueflos. -Celebracion en me noria de los maert<)s. Los hechiceron. Juoor de majia. Los Boquibuves o sacerdotes dol democio. La saïida de Pu Cautirio. Regocijo pûblico. 189 CAPÏTULO IV.– Vida intblbctual i matbrial.– El arte de la oratoria.– La mùsica. La poesia.– Romanoes i c.nciones. -La medioina. Los hechioeroc i los machis. -El arte de curar. Chariatanerias. Los aranca: son grandes herLolarios. Yerbas meâcinales. 8os virtudes.– -Lo que no sabemos aprevechar. La verdadera botica la tenemon on naestro propio raelo.– La division del tiempo entre loa araocanos.– Afios, meeee, semanas, Jias i horas. Meteorolojta.– Los vwntos.-Leyea penalea.- El hurto, el «leaiiato i el
ses Industria.– La oaia i la pasca.– TJtilei da qaa haca* w> Dtstraaa d. kM araucanos para casar i petcar. de balsas, eanoss i piraguas. Conbate entre inToman al aborlassa i iiwmwm.– Un> armada uaval araueana. daje sa MVfc> aspaJIol.– Los arauoanos son grandes oadadores. de k> antcrior. Una eupeetaculo que hemos preaeaAprapMto eiado. GAPfTULO V.– La fax i ma entre i.obakaucan<>$«.– Iapoligamia. El autrimoaio. Comnra de las ïiijas a lois padres.– Fiesta matmnonial. La* bodaa.– Loh parientes del novio i lo« do la novia. Buile i oanto. CaPamientn de indios poObwqaiaa mdtnos. brM. El implo.- -Et adoltorio.– El divorcio.-Leyea por que estân fejtdoa.- La mojer m ana propiedad que se hereda de padres a hijoa.- Solennidades en la oonstruocion de canaii. –Las mujeres emfaaraatdat. Haye de tllaa la familia. Superaticiones.– Àrrojan Bantinmo. piedra8 al w>l para qne nnsca pronto la cria tara. Urianaa de loa hijon. Education.– Ejercicio» a que In* aometen. Dei modo er>mo prenden inego.-Agua.-ComiTrajee i adonna. da i bebida».– Tj« entierme. Medicii<a.– Yorbas médicinales i el two de ellaa.– Fin do la parte wgnuda 210
IGUERRA
A MUERTE!
1554-1604
CAPlnJLO I.– El. HÉaoi Indumo.– Loutaro, emblema nacional. S» Mflimtaito. 8a oaatimrio. Epoea probable de nu cautiverio. Tida de Laoiaro.– Orijeti de au nombre.– Llâmasele Felipe ea -fil' Su intolijencia i tugneidul hijodol Bei.– Sa educacion. dad.–S« amor patrio.– Complâtaae en el alsamiento de sus conpatriotaa.– Haye de ea*- de Valdiria. De«pnea do Tacapel dirije la batelb de Marilmano.– BeUlion jeneral.– De«poblacion de Aranou, Pma, Aoffol i Villa-Rica.– Viutona de Lantaro en Maribuano. H*MI|«ui da batalla. Uegan a Conoepeion los derrotado* Oaadt et pavi* SoOaadro daajrarrador que présenta la ciudad. sttraaf* «rua Lavlaroel BioEapauto jeneral.– Huyen a Sanfay ha poMadoraa.- Abandooan ouaoto poneen.– Entra Lautaro a CdMi pcion.~La aaaoea.– Inœndio de la ciudad.– Monologo de Laataro m praatncia de lar rainas.– La obra de la oonqniata des228 traiéa ». CAPÏTULO IL–TJi.tixai caupaKas dk Ladtabo.– 8v lryrnda i *u SAcaincio– Xhtm de 1&65-1567.>-Campafla de raina i deanlade ^Uagraai a la AraMan(a.» Asola a ta psno euanto enouentra.– Ll«fa a iMparlal i ragrasa al norte por el valle central.– Impeeial i Valdivia an oabo maass de aiaUmiento.– Ooerra a muerte «M kM«i a k» iadioa.– Aaéoa iBBumanoa de los oonquistadores.– i la espanoU.~Tres mil arauahwdaJs aasra k adillhaweaiia aaam alMfaaW– Bocrorea da «ta locba,– Lautaro en Impérial.
889 Beediflcaoion de Conmpdoa.– Vuelve Lautaro sobre alla i la de* traye.– Segunda peregrinaeion a Santiago.– Nueras «mpresasde Lautaro.– Intenta apoderane de Santiago i arrojar de Ohile a los «paiioles. Sas trea oampafias oontra Santiago. Peteroa, Loa i Chilipirco.– EstratLjema para asaltar a Lantaro.– Loa araores de Lantaro.– La india Guaoolda.– Bellfoimo «piaodio do amor.– Asaltan a Lnntaro.– Muere oombatiendo al lado de Guaoolda.– Lautaro i en fama nnivenal 237 CAPTTULO III.– CamiaRah db paoificacion Los iiiBOBS.– Afiw de 1557-65.– Arriba a la Qniriqnioa el nuevo ejército paoiflcador de la Araocanfa.– Vuélvese a fortifioar a Penco.– Aoomete Sale a campaAa al Ettado de Aranoo el ejérocio de Caapolican. don Garcia Hnrtado de Mendoza. Célèbre campafia deede Penco al Archipiélago de Chiloé.– Renidas i memorables batallu en la marcha.– El poeta Alonno de Eroilla.– Canpolican i demu héroea îndianon.– Teoas retiftencit de los arancanon.– Nnevt» poblacionéa.- Fondauion de Cailete i Onorno. de Tucapel, -Repoblacion Concepcion, Aranco, Villa-Rica i Angol.– Mnerte de Canpolican. Terminacion de la de la gnerra.– Campacampaila.– Tregna Oaa de los Villagran.– E«pléiididiw Victoria» de loa araneanos.– Nueva rebelion jeneral.– Trinnfos i derrotaK.– Deupnéblanie Cafieto i Aranco.– Victoria de los araneanos en Andalien i et Itata.– Sitian durante dos menu a Conoepoion.– La Arancanfa victono"» 264 CAPiTULO IV.– La Aralka.nU ind«')Mita.- Contint» la lâcha a raueiio.– Infructnosaa campai de los espaAoles.– Los oandillos indice Lonsranabal, Loble i Millalc-lmo.– Repoblacion de' Canote i Aranco. Euplorncion do Chilo« i fnndacinu de Castro.– El gobernador Raravvt i ans deegraaiadas campaHas.– Despoblaeion de P^e^ JAranoo." Terremoto en Coneepoion.– Muerte del jeneral indio Millalelmo.– Eleooion de au snoesor.– CampalUu de Qniroga. Segnndo terremoto.– Destraooion de lu cindadea de la Aranoania. Otra rableYadon jeneral. -Campeadas de Gamboa.– Fondacion de Chillan.– Campeadaa de don Alonso Sotomayor.– La Arancanla trinnfunte a fines del siglo XVI 266 CAPiTULO V– Ruina ni las riktr nnDADWP–Altoa de Don Martin Ofies de Loyola 8n ideal de paeifioadon de la Araneaufa.- Ofreee la pas a los araooanoH.– Reanion de jefes àntes de emprender campa fia.- -Opinan por que oesen lu hoetilidadea.– Opina Loyola lo contrario.– 8ns campaAaa.– Fnndaoion de Santa Crus de Loyola.– Id. del fnerte Jora» en TaloamâTida.– Id. del San Salvador en Pnren.– Id. otro en Lnmaoo.– Lfnea de fnertea en el Impérial.– Campeadas de Loyola, Aparente eatado de pas de Ion anneanoa.-Planoa de rebefion de PilanUro. -Marcha de aaaltado i moerto.– Grito de reLoyola de Impsiial a Angol.-Es
PraténdfteeasaltaraCooofpoion.– A«ltoi ruina de Vakttria,
Aamltoeinoendio 4t
de Chillan.-»
870 OAPItTJLO "VI.– Horrorom sitio di diezmk» ME8E8.- Afiot de 1599-16110.-La insurreecion on Impérial. Prépara tiros de defenna.– El ejército de Anganamon. Sitio de la ciudad -Primer ataque 18 de enero de 1699.– Dentruccion de Maquegua.– Degftollo de doacientos indf jenas. Beuninndel cabildo. Dentruccion de Boainlamiento de Impérial. rm-Completo Muerte del rejidor Valiente i sus soldado». Abandônaxe la pobUoioii i ref ujianse en el fuerte.– Inoendio i saqneo de la ciudad por Anganamon.– Continua el aitio. Torribla ntuaoion. Implôraae aooorro a Concepcion i don dâ.– Construyen un baroo para aocorrerae.– 8alo para Concepcion.– CWiseade este barco.– Maere el nuevo rejidor i todos soi soldados.– Pelean mujeres i niflos. Perecen de hambro i «éd. Comen raton« i cuoroa. Horribles penalidadea.- -Perecen casi todos los habitantes. Ofreoo Anganamon dejarle* libre el paao a Angol i no qoieren. 1Gmeses do mtio. Huyudel faorte un fraile oon una india. Llega el gobemador i deupnebla a Imperial i Angol.La imûjen de Nneatra Soflora Milagroa que Re contaron del sitio. de lu Nievea 284 CAP<TULO VII.– Lo3 Màrtirkb Afloa de de Yilla-Bicâ.– 1.599-1602. PrincipioB de la robelion.– Préparai ivos de detenaa de Villa-Rica*-El capitan Baatidas.– Qoieren eolicitar ooorroa i enonentran lot caminos tomados. Aialamionto completo. El caAaeninato de dowjientoa cique Curimanque i ol capitan Beltran. Aconwtenla sieie mil incaciques. El primer asalto a Villa-Rica. Sitio del fuerte.– 8andijenaa. Saqneo e incendio de Villa-Rica. gnentoa oombatea. Cautivos.– 8ugundo ataque.– Die* mil gaerrero«. Hâbil eatratajema i los derrotan.– Sâl>c*e que Yaldivia ha sido destrnida.- -Principia ci hambre en Villa-Rica. Llegan a sua muroe Pela nta ro i Anganamon on diei mil guerreroa. Exijen que M rindan. Los cautivon. Retlronae Pelantaro i Anganamon an eombatir. Miaeria en Villa-Rica. Se concluyon los vîverea. Mueren mnjeres i nifios de hambre. Aliméntanse de yerbas i de oarne de indio.– -Nneva eatratajema do Beltran.– Vnelvcn a escaeear los alimentoa. Sobreviren solo dooe hnmbres i diei mujeres. Penalidades sin onento.– Horribles saorifloios. Un» madré a* corne de hambre a sn hijo.– Otros aaaltoa.– Mnertos i cantivos. Et prisionero Chavarri i sus treinta ailes de oantiverio. Piden wooorros al oielo. Ultimo asalto. Mnjeres oonvertidas en soldados. 7 de febrero de 1002.– Cae Villa-Rica i sus herôicoa defensorai|. Très aflos de sitio.-Muerte del bravo Baatidas.– Trinnfo del ejército indio. 299 CAPÏTULO VII.-Oui8EA na Osorno.– Aflos de 1Ô09-1604.– La insnrreooioa en Osorno. El rei Chollol i el cacique Curubeli. El nueyo ni Libooy.– Empiéta la relHiou. Preparativo» de dofunsa de Osorno.– Los snbleyàaos i los frailos misionsros.– Llegan t.-opas del Perû. -El ooronel del Campo.– Regrcsa a Valdivia.– Acércaao a O8orno el ejéroito de Polantam i Angaoamon; Terrible asalto. Peœtran en la-eiodad i la ino^ndian. Permaneoen tres diaa en elU.– Haoen borla de Ion sitiado* Pelantaro les exije se rindan. Aiotan a Orisèo i a una aanta.– Oanta responsos un indio veatido de aoer^ote.– El f raile Jnai Barba.– Oapitanea otra vos a los araucanos.– Lsrantan el aitio i llega el coroneL– Encuentra arruinada la Villa-Bica i mélrese en el camino.–
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Diarios combates en Osorno Sa aiclamiento. Campai a Chiloé. Construyen una barca i naufraga con la tripulacion.– Trâtafe de despoblar la ciudad i huir a Chiloé*. Prépara tivos de marcha; es asaltado el coronel i muerto. Llegan nuevon refucrxos de tropa. El capitan Ortiz. Marcha a Villa- Rica i Ropuebla a Valdivia. abe qne ya no existe.- -Vu^lvese a Osorno. Nuova destruccion de Valdivia. Eapantoaa miseria en Osorno.– "El hambre i sus estragos.– Sucumben mujeres i niflos.– Aliméntanse Ion Holdados de carne tramnna. Sufrimientos indescriptibles. Excenas a que da 15 de marzo de 1604. lngar el bambre -Dcspueblan h ciudad. Marchan a Chiloe* a pie. Trinto odisea de esta marcha. Mneren de hambre i de fatiga 24 mujeres en el camino. Dejan abandonados a nu<*hijo8.– Llagan a Carcltnapu i establécense en Calbuco. Piden limosna a los mdio» i son socorrido» de Chilot'. Comunicacion dvl rejidur al gobemador. La despoblacion i ruina de Osorno. Queda derttruida la obra de la conquista i victoriosos les araucanoë 314 CAPÎTULO IX.– La mon.ia-ai.ikuk/. i i.\ amaxona df. Auauco. Doria Catalina de Aranso.– Profesa en las mon jas domfnicae en Vîstese de paje. Su carrera de Espaùa Huye del convento. aventuras.-Se cmbarca para el Perû. –Sien ta pi: e.i de goldndo para la gnerra de Amuco. Su valentia. Bâtesc en continuos dueloe. Encuuntra.se en varias batallas. Reimiicia del ejéreito i réside en Concepcion.– Emigra con cuatro soldados a la Arientina. Llega a Bolivia. Oonviôitose en miuero. -Vuelve a sentâr plaza de soldaConfiésase en Guamanga i divulga eu estado. do. Su conversion. -Entra de monja de Santa Clara i termina su existencia.– La Amazona de Aranco.-La guerre ra india Janeqneo. Su venganza, i sus hazailas snleyenda X.– La ARAirAsiA AI. tbumixar ki. Rte:t.O xvi.– La CAPfTULO Araucania del pasado.– Progrcso» alcanzados por las ciudades destruidas.– La ngricultnra.- lnduRtria agvicola. Propagacion awmPrccio de lois animales. broea del ganado. InRasa caballar. troduccion de plantas oatranjeras.– Los ûrboles orijinarîos del paà. Los vifiedos de la Araucanîa. Se esporta vino a Buenos Aires. minas antiguas del sur.– -Variedad de miInduiitria minera.-Las nérales. Minasde fierro en San Ro»endo.– Id. de plata en PaniEfectividad de la riqueza mavida, Chillan, Antuco, Villa. Rica. de todo el terr torio chileno. Industria manufacturera. Los primeros obreros de Chile. Esclavitud a que entaban sometidos. Lo^ herreros constituidos en primera agrupacion obrore.– Los sasLres i tipôgragos de naestros dias.– Las clases industriales i el porvenir futuro de las naciones republicanas. Reminiscencias.– El goberLfnea fortificada de fronteras. Sistema de connador Ribora. Plan de pacificacion^ del gobernaanuta graduai de la Araucanfa. dor Ribera i el del jeneral don Cornelio Saavedra en nueftros dias. La« viruelas, los jesaitàs, los corsarios Epidemias del siglo XVI. «sombrosas de los jesuitast– El ingleaea i holandesea.Riquetas Las mujeros aiaucanas célèbre* de la leyenda,– poeta arauoano. Fin dtl primer temo de este libro ou