Monografía
Vehículo eléctrico
Arturo Pérez de Lucia González, director gerente de Aedive (Agrupación de Empresas para el Desarrollo de la Infraestructura del Vehículo Eléctrico)
“La movilidad eléctrica no ha de verse como un ente aislado, sino como parte de un cambio a nivel global” Albert López
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Uno de los ejes básicos de las smart cities (ciudades inteligentes) es la movilidad sostenible y, por ende, el vehículo eléctrico (VE). Así ha quedado patente en la primera edición de la feria Smart City Expo celebrada recientemente en Barcelona. Y así lo llevan defendiendo asociaciones profesionales como Aedive, la Agrupación de Empresas para el Desarrollo de la Infraestructura del Vehículo Eléctrico promovida por la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe). Arturo Pérez de Lucia González, director gerente de Aedive, explica para DISTRELEC cuáles son los retos que debe superar el VE para llegar a ser una realidad en España. Parece que el camino a recorrer es todavía largo, pero lo que también queda claro es que el VE ha llegado para quedarse. La tecnología está a disposición del mercado, solo queda esperar a la aplicación de la normativa.
ué métodos de carga de vehículos eléctricos existen actualmente en España? Existen tres métodos de recarga de vehículos eléctricos: la recarga por cable, la inductiva y el recambio de batería. Obviamente la primera es la más desarrollada no sólo en España, sino en el resto del mundo, aunque ya existen experiencias en los otros dos sistemas y se está invirtiendo mucho dinero en su investigación y desarrollo. En cuanto a los modos, la norma UNE-EN 61851 (sistema conductivo de carga para vehículos eléctricos), define los tipos y requisitos de modelos de carga que emplearán los vehículos eléctricos en España, en base a la siguiente clasificación: El Modo 1 emplea una toma de corriente normalizada pero no exclusiva para vehículos eléctricos y la conexión del VE a la red de corriente alterna tiene una intensidad máxima permitida de 16 A, aunque en algunos países, como en Estados Unidos, su uso está prohibido. En el Modo 2, la conexión del vehículo eléctrico se realiza a una base de toma de corriente normalizada, mediante un cable especial que cuenta con un conductor piloto de control entre el VE y la clavija, y un sistema de protección diferencial. En esta recarga, la intensidad máxi-
� Arturo Pérez de Lucia González
ma permitida es de 32 A. El Modo 3 es el que corresponde a una estación de recarga para uso exclusivo del vehículo eléctrico, que al estar dotado de inteligencia, permite la comunicación entre el vehículo y el operador del sistema eléctrico. En este sistema, la intensidad máxima de recarga permitida es de 32 A, aunque podría ampliarse a 64 A. El Modo 4 es aquel en el que el vehículo eléctrico se conecta a la red de baja tensión a través de un punto de recarga dedicado, en el que se realiza la conversión de corriente alterna a con-
tinua. Dado que modelo está pensado para la recarga rápida, con intensidades de corriente de hasta 400 A, las funciones de control y protección están en el lado de la instalación fija El centro tecnológico de Londres Tech City está haciendo pruebas en estos momentos de recarga inalámbrica de transferencia por inducción de energía para vehículos eléctricos. ¿Le ve futuro a este tipo de tecnología? ¿No nos ponemos de acuerdo en cómo realizar la carga con cables y ya investigamos la inalámbrica? Una primera reflexión es que la tecnología que se está desarrollando actualmente de alimentación por cable tiene un gran sentido y mucho recorrido tecnológico aún por desarrollar. Evidentemente, la recarga inducida es una tecnología que ya no es desconocida y tiene su reflejo en muchos sectores tecnológicos, desde la telefonía móvil hasta la salud (marcapasos). En cualquier caso, es lo que toca en este siglo, en el que no ha terminado de madurar una tecnología cuando ya se está desarrollando otra con la misma finalidad. Al margen del proyecto de Londres, hay otras muchas experiencias en este terreno de la inducción y también en la recarga por intercambio de baterías, con ejemplos de aplicación en Israel y Dinamarca, por ejemplo. Creo que eso es sano porque malo será que
“El vehículo eléctrico es, sin duda, mucho más que un vehículo y para el sector eléctrico es una necesidad que pondrá en valor infraestructuras que actualmente no se están utilizando, siempre que se gestionen de forma inteligente” 42 l DISTRELEC Enero/Febrero 2012