022008
010ENTREVISTA
Pedro A. Prieto, Jefe de Dpto.Doméstico y Edificios del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)
“Ya existen promotores o fabricantes que investigan técnicas para mejorar la calificación energética” Alberto López Es una de las voces más autorizadas en España para hablar sobre el sector de la climatización y todo lo que rodea al ahorro y la eficiencia energética de los edificios. Se trata de Pedro A. Prieto, ingeniero industrial de formación y Jefe del Departamento Doméstico y Edificios del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. RCT pone al día la actualidad de este sector de la mano de Prieto quien, en la
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ree que son adecuadas las propuestas incluidas en el CTE en cuanto al ámbito climático y de eficiencia energética? Aunque todo el mundo está de acuerdo con la obligación de ahorrar energía en los edificios no es tan sencillo ponerse de acuerdo en la traducción de este requisito en exigencias concretas: el nivel de aislamiento, el rendimiento de un equipo, etc. Creo que lo importante es considerar que el contenido del CTE debe ir adaptándose periódicamente a las exigencias de la sociedad, de los avances técnicos del sector y de la experiencia en su aplicación. En este sentido el nuevo Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012 fija como plazo límite para la revisión de la actual normativa energética edificatoria el 1 de enero de 2010. ¿España podrá, realmente, lograr el objetivo del 9% en ahorro energético en 2016? El Plan de Acción 2008-2012 está diseñado para cumplir con este objetivo, contando además con que deberán elaborarse otros dos planes más hasta el 2016. Hay que tener en cuenta que este es un objetivo global y que, por lo tanto, requiere de un esfuerzo en todos los sectores, también el de climatización, aunque el grado de dificultad no es el mismo en cada uno de ellos. ¿Qué cambio provocará el etiquetado energético de los edificios en el mercado y entre los fabricantes? ¿Augura que será un éxito? En el caso de los edificios todavía es un poco pronto para conocer los resultados concretos de la certificación energética. Sin embargo, sí conocemos los efectos que el etiquetado energético de los electrodomésticos ha producido en este mercado, donde está implantado, para algunos aparatos, desde hace 14 años. La visualización de la eficiencia energética del producto mediante una etiqueta hace que se establezca una competencia entre los productos que lleva a una mejora progresiva de su eficiencia energética. Así,
celebración del 30 aniversario de AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización) del pasado mes de noviembre, puso sobre la mesa la propuesta de crear empresas de servicios energéticos (ESE) en el sector de las instalaciones térmicas de los edificios. El objetivo, que una única empresa se encargue de la compra y la gestión de la energía, así como la conducción y el mantenimiento de la instalación. Prieto afirma que el hecho de no conseguir la máxima capacidad de ahorro energético no es un problema de la inexistencia de medidas técnicas.
que están investigando las soluciones técnicas que mejor calificación energética proporcionan aplicadas a las tipologías de edificios que ellos construyen habitualmente.
Pedro A. Prieto
¿Qué pueden aportar los fabricantes de equipos de climatización para mejorar la eficiencia energética? El mercado de la climatización ofrece una amplia variedad de productos, entre
Prieto propone crear Empresas de Servicios Energéticos (ESE) que asuman tanto la compra y la gestión de la energía, como la conducción y el mantenimiento de la instalación en el edificio más del 80% de la fabricación de electrodomésticos se concentra en equipos de las clases más altas A y B. La mejora es tan evidente que la escala se ha quedado pequeña y está en estudio una nueva. Lógicamente son las empresas más innovadoras las más interesadas en este sistema, ya que reconoce a los mejores y esto es un signo de diferenciación de los productos en un mercado muy competitivo. Este es un proceso que requiere tiempo para que el mercado lo internalice y los consumidores lo conozcan. Y más, en un sector complejo, como el de la edificación donde intervienen más agentes que en el de los electrodomésticos. Sin embargo, este mismo efecto se está empezando a percibir también aquí, cuando existen ya promotores o fabricantes de productos
los que se encuentran también equipos de alta eficiencia energética, pero que no son suficientemente conocidos por los usuarios. En mi opinión los fabricantes de equipos de climatización deben potenciar el sistema de información energética de sus productos, que han desarrollado a través de Eurovent. En este sentido, estamos trabajando con su asociación AFEC para elaborar una base de datos de equipos de climatización de alta eficiencia energética, que esperamos tener operativa próximamente en nuestra página web y donde se podrán consultar los mejores equipos que se comercializan en el mercado español. ¿La sociedad (usuarios, fabricantes, instituciones…) está suficientemente
sensibilizada para exigir sólo edificios sostenibles energéticamente? Habría que precisar que no solo se trata de proyectar o construir edificios sostenibles. Ya que esto nos llevaría a una visión estática de la sostenibilidad, en el sentido de que basta con construir un edificio sostenible para que este se comporte como tal. Para que sea sostenible también debe utilizarse, mantenerse y conservarse adecuadamente. Y esto es responsabilidad de los usuarios. A menudo vemos edificios en los que los ordenadores, la iluminación o la climatización siguen funcionando fuera de las horas de trabajo y con el edificio prácticamente vacío. Las campañas de denuncia nos han sensibilizado como sociedad, pero tenemos que dar un paso más y es hacia el cambio de nuestro comportamiento para que sea acorde con lo que decimos. ¿No cree que el precio continuará siendo el principal factor que decidirá la elección de un edificio u otro? Antes de pensar en el precio de un edificio hay que garantizar el derecho del comprador a recibir una información objetiva y clara sobre lo que está comprando, y en este caso sobre la eficiencia energética del edificio. Actualmente la información que recibe por la vía de la memoria de calidades es meramente descriptiva y no le permite conocer si el edificio que va a comprar es de alta, media o baja calidad energética. Por lo tanto, para poder decidir si está dispuesto a pagar más tiene que conocer exactamente que es lo que va a obtener y como le va a beneficiar. Y en concreto si un posible sobrecoste, por ejemplo por un mayor aislamiento, lo va a recuperar en 5 ó 7 años por la vía de una menor factura de calefacción. Una vez que esta información está garantizada si el precio que se le pide es alto o bajo lo deberá decidir el comprador. Y aquí como en cualquier sector, hay un público dispuesto a pagar más por un producto de mejor calidad y otro que no lo está tanto. ¿Cree realmente efectiva la normativa que obliga, por ejemplo en Cataluña, (sigue en la página 012)
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a instalar energía solar en los edificios nuevos para generar ACS? En los últimos años se aprobaron, en un número significativo de Ayuntamientos, ordenanzas solares que hacían obligatoria la utilización de la energía solar térmica para la producción de agua caliente sanitaria en nuevos edificios. Este movimiento se inició en los Ayuntamientos de Sant Joan Despí y Barcelona y posteriormente el IDAE y la FEMP lo promovieron en otros muchos Ayuntamientos. El CTE generalizó esta obligación como una exigencia básica, basándose en la experiencia municipal adquirida. Y también la extendió, en ciertos casos, a las instalaciones fotovoltaicas. En mi opinión esta ha sido una de las decisiones más importantes en el campo de la energética edificatoria en nuestro país. De hecho se está analizando con mucho interés en otros países de la Unión Europea. Asimismo, la repercusión que ha tenido en el mercado ha sido muy importante, ya que este ha dejado de ser un mercado vinculado a las subvenciones, pasando los captadores solares a integrarse dentro del catálogo de los fabricantes tradicionales de calefacción como un producto más, junto con las calderas, radiadores, etc., como lo hemos podido comprobar, por ejemplo, en la Feria de Climatización 2007. ¿Y los materiales con los que se construyen los edificios? Hasta ahora nos hemos centrado en la energía que consume el edificio durante su vida útil, pero hemos avanzado muy poco en la energía contenida en los materiales debido a su proceso de fabricación y transporte. La dificultad está en la complejidad que tiene el desarrollo de un sistema de información que cubra la amplia variedad de materiales y equipos que forman parte de un edificio. El mismo producto en función de la tecnología del proceso, del tipo de energía que se utiliza en su fabricación, etc. tiene un contenido energético diferente. Si a esto unimos que muchos de ellos son importados podemos ver que el tratamiento de esta cuestión debe realizarse como mínimo dentro del ámbito de la Unión Europea y no a nivel nacional. Usted ha lanzado la idea de crear empresas de servicios energéticos en el sector de la climatización. ¿Puede explicar esta propuesta? La Directiva 2006/32/CE, sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos, quiere que se fomente la oferta y la demanda de servicios energéticos. En el sector de la climatización la demanda de servicios energéticos se produce una vez que la instalación térmica del edificio es puesta en servicio. La propiedad asume la responsabilidad de utilizarla adecuadamente y para ello compra por separado la energía y contrata a una empresa de mantenimiento autorizada. Esto conduce a una disociación, en la que la operación y el mantenimiento de la instalación, por un lado, y la compra y
la gestión de la energía, por otro, están en compartimentos estancos. En esta situación, el objetivo del suministrador de energía será vender la mayor cantidad posible de energía a la propiedad para maximizar el beneficio de su negocio. Por su parte, la empresa de mantenimiento, que recibe su pago por la realización de una serie de operaciones de mantenimiento y reparación, no tiene ningún incentivo que la motive para ahorrar energía, más allá del cumplimiento estricto de los mínimos que imponga la reglamentación técnica en esta materia.
con el cliente, por el que se compromete a proporcionarle agua caliente y agua fría a un determinado precio y en unas condiciones de calidad del servicio y de rendimiento energético garantizadas. De este modo, la ESE estará interesada no solo en realizar el mantenimiento y la gestión energética, fijados por la reglamentación, sino que su objetivo será el de negociar las mejores condiciones y precio con el suministrador de energía y dar el mejor servicio posible al cliente. La razón está en que cualquier reducción del consumo de energía que consiga la ESE, respecto de lo
El edificio perfecto ¿Qué características técnicas debería tener un edificio ideal en cuanto a eficiencia energética se refiere? Una guía que considero adecuada para definir las características técnicas que debería tener un edificio en cuanto a eficiencia energética es la que nos propone el Código Técnico de la Edificación. De acuerdo con él, los edificios deben cumplir una serie de requisitos básicos: deben ser seguros desde el Prieto destaca la responsabilidad de los usuarios punto de vista estructural, seguros en su para que los edificios sigan siendo eficientes utilización, accesibles para las personas energéticamente con movilidad reducida, saludables, etc. Entre estos requisitos está también el del ahorro de energía que se desarrolla en cinco exigencias. La primera afecta a su envolvente térmica, que debe reunir una serie de características concretas de forma que se limite la demanda de calefacción y refrigeración del edificio. Las dos siguientes están dirigidas a mejorar el rendimiento energético de las instalaciones más consumidoras de energía, como son las instalaciones térmicas (de calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria) y de iluminación interior. Y por último, para atender el consumo de energía del edificio resultante, las dos últimas exigencias tratan de que éste consumo se cubra utilizando en parte energías renovables, como la energía solar. De esta forma se consigue reducir el consumo de energía y su impacto ambiental. Sin embargo hay que tener en cuenta que la normativa solo fija unos “requisitos mínimos” por lo que se puede seguir mejorando hasta conseguir un edificio de energía cero o incluso un edificio que genere más energía de la que consume. Y en este punto se plantea la habitual discusión, sobre la cuantificación de estos requisitos mínimos. Para unos sectores son insuficientes y para otros son excesivos. ¿Debemos elevar los niveles de aislamiento? ¿Debemos obligar a utilizar la energía solar? Una salida a este problema ha sido la certificación energética de edificios. Las mejoras por encima de los requisitos mínimos se valoran y reconocen mediante una calificación energética donde en una escala de siete niveles se visualiza la mejora de la eficiencia energética obtenida por el edificio. Por lo tanto, una forma abierta de expresar las características que debería cumplir el edificio ideal sería que éste alcanzara una calificación energética A. Expresarlo de esta forma tiene la ventaja de que no se toma partido por unas soluciones técnicas concretas, ya que para alcanzar esta calificación existen diferentes caminos que lo permiten, debiendo ser la propiedad y el proyectista quienes lo decidan de acuerdo también con su viabilidad técnica y económica.
Para superar el actual sistema de contratación se propone adoptar uno nuevo, donde lo que se contratan son “servicios energéticos”, proporcionados por una Empresa de Servicios Energéticos (ESE), que asume ambas funciones: la compra y la gestión de la energía, así como la conducción y el mantenimiento de la instalación. Esto se materializa en un “contrato de servicios energéticos”, en el que la ESE condiciona el pago de los servicios prestados a la obtención de un resultado de bienestar térmico y de eficiencia energética verificables. La ESE tendrá que formalizar un contrato de servicios energéticos
establecido en el contrato, será un beneficio adicional en su cuenta de explotación de la instalación térmica. Es decir, se condiciona el pago, total o parcialmente, a la obtención de unos resultados energéticos y de confort térmico acordados mediante contrato con el propietario de la instalación y expresado mediante indicadores, con independencia de los medios puestos en juego. El desarrollo de un mercado de servicios energéticos requiere de un número suficiente de ESEs para atender la demanda y fomentar un mercado en competencia. Esto se lograría mediante la conversión de
las actuales empresas de mantenimiento autorizadas para este campo reglamentario en empresas de servicios energéticos, ampliando su campo de actuación técnico y económico. ¿Qué valoración hace del nuevo RITE? La elaboración del nuevo reglamento se ha desarrollado procurando la máxima participación posible de los agentes del sector representado por sus asociaciones profesionales. Prueba de ello es que se recibieron y analizaron más de 1.200 enmiendas. A principios de marzo de este año entrará en vigor el nuevo reglamento revisado y que actualmente se está presentando oficialmente en todas las Comunidades Autónomas. La asistencia de público es muy importante y se ha duplicado la que se registró en la presentación del anterior, en el año 1998. Destacaría dos aspectos que me parecen más relevantes del nuevo reglamento. En primer lugar, la integración y consolidación de las energías renovables en el proceso de la instalación térmica tanto en el proyecto como en la ejecución y utilización, y en particular de la energía solar térmica. En segundo lugar, el nuevo reglamento hace especial hincapié en las instalaciones existentes, consciente de que su utilización y mantenimiento adecuados son claves para conseguir una reducción del consumo de energía, garantizando además un confort térmico. Por esto, una de las novedades de este reglamento es la obligación de realizar una inspección periódica de eficiencia energética de las instalaciones térmicas que tengan más de 15 años. El objetivo es asesorar al titular sobre las mejoras que puede realizar en su instalación y que redunden en un mejor servicio, en base a su rentabilidad energética, medioambiental y económica. Como complemento el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012 incorpora una línea de ayuda económica para apoyar la realización de estas reformas una vez diagnosticadas. ¿En qué líneas está trabajando el IDAE para mejorar este sector? La línea de actuación más importante del IDAE en este sector es la ejecución del Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética para el periodo 2008-2012. Entre otras medidas incluye una línea de apoyo económico, que gestionarán las Comunidades Autónomas, dirigida a la rehabilitación energética de las instalaciones térmicas existentes. También en colaboración con Atecyr estamos terminando de preparar una segunda colección de siete guías técnicas de eficiencia energética que presentaremos a finales de febrero en Genera, dedicadas a aspectos como la recuperación de energía, el diseño de centrales de calor eficientes, criterios para la selección de bombas y ventiladores, etc. En breve estará disponible otra base de datos informativa en colaboración con Sedigas y Fegeca para calderas.