032009
010ENTREVISTA
Vicente Guallart, arquitecto y director del Institut d’Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC)
“Se ha olvidado el urbanismo porque los iconos casi lo podían justificar todo” Albert López Vicente Guallart es uno de los arquitectos emergentes más importante de España. En su trabajo destaca en partes iguales la arquitectura, la naturaleza y las nuevas tecnologías. Ejemplo de esta fusión son algunos de los últimos proyectos arquitectónicos más representativos de la llamada construcción sostenible, como son el Ecobarrio Tropical de Motril (ver RCT nº 206), el primer barrio con emisiones cero de España diseñado en Sant Cugat del Vallès
E
n qué consisten las cubiertas bioclimáticas que se instalarán en el puerto de Fugee (Taiwán)? En 2003 ganamos el concurso internacional para reformar el puerto turístico de Fugee, en el norte de la isla de Taiwán. El objetivo era hacer un mercado del pescado y un edificio para restaurantes para los que propusimos unas cubiertas que permitieran crear un microclima utilizando los recursos del lugar. El resultado son dos grandes cubiertas con muchas chimeneas, que permiten acelerar la velocidad del viento y mejorar el confort ambiental. Se construirán con una gran losa de hormigón sobre unas estructuras metálicas, con un acabado cerámico en la superficie exterior. ¿Qué características tendrá el hotel excavado en la roca del complejo turístico de Lyngen (Noruega)? Este proyecto es totalmente diferente. Se trata de crear un complejo turístico compuesto por una terminal de cruceros y un hotel excavado en la roca y un centro de investigación en la cima de una montaña, conectados por un tren subterráneo. Toda la estructura será autosuficiente energéticamente, utilizando energía marina, hidráulica y eólica. Será un proyecto offgrid. El primer barrio con emisiones cero de España en Sant Cugat del Vallès, ¿es un ejemplo de la eficiencia energética y la arquitectura sostenible en sus proyectos? Hacer barrios que reflejen los nuevos paradigmas de nuestra cultura es un reto fantástico. En los últimos años se ha olvidado el urbanismo porque los iconos casi lo podían justificar todo. Ahora vivimos un proceso de renacimiento del urbanismo,
(ver este nº) y el masterplan de Sociópolis en Valencia (ver RCT nº197). Además, Guallart tiene entre manos innovadores proyectos en lugares tan dispares como Taiwán, Teherán y Noruega. Y no sólo eso. Tiente tiempo para dirigir el Institut d’Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC), un centro de investigación, desarrollo, docencia y difusión (R+3D). Valga esta frase como adelanto de la entrevista: “Afrontamos años donde las ideas y el contenido serán más importantes que las formas”. Guallart dixit. ha sabido rentabilizar la situación. Sin embargo, ahora afrontamos años donde las ideas, y el contenido de los proyectos, serán más importantes que las formas y en los que poder trabajar con presupuesto ajustados será clave. La buena arquitectura nunca ha dependido de grandes presupuestos, sino de las intenciones y del espíritu con el que se afronta.
Vicente Guallart: “Los edificios van a ser entes vivos”
porque los nuevos modos de vida deben generar nuevos espacios y entornos habitables. Estamos haciendo barrios que generan la energía que consumen, que producen sus alimentos y que fomentan la sociedad del conocimiento. El futuro lo hemos de construir nosotros. ¿Cómo definiría su arquitectura? Algunos arquitectos han criticado el formalismo actual, representado por el Guggenheim en Bilbao, que para Óscar Tusquets es una “escultura visitable” Muchos formalistas critican a otros formalistas por una cuestión de referencias históricas, más que por lo que significan. A la nueva arquitectura le interesan más los procesos que generan que no su definición estilística. Desde la caída de las torres gemelas hemos vivido grandes excesos de todo tipo, porque algunos pensaron que el mundo se acababa. En la arquitectura “la internacional de la forma”
¿Cuál es el espacio que ocupa el IAAC en la formación del arquitecto hoy en día? El IAAC es más un centro de investigación que de formación. De hecho la formación tradicional, en la que un maestro le enseña a un alumno, está en proceso de desaparición. Ahora se trata de estimular la investigación como forma de aprendizaje y la creación de entornos colaborativos en los que todos aprenden de todos. Aprender es un proceso continuo de por vida. El Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña ha sabido entender esta situación y por ello tenemos estudiantes de más de 24 países. Arquitectos de USA, India, China, Australia, Dubai, Polonia, México o Sudán vienen a estudiar con nosotros. Trabajamos de forma multiescalar, diseñando nuevas eco-ciudades, edificios autosuficientes y fabricación digital. Desde el IAAC estamos, asimismo, trabajando con empresas que pueden externalizar parte de su investigación. Ahora nos preguntan cuál es el futuro y hacia donde deben enfocar su negocio. Nosotros tenemos algunas claves para todo ello. ¿Cómo se puede innovar en la arquitectura del siglo XXI? Los cambios en la arquitectura del siglo XXI serán de la misma manera a los del siglo XX, con la llegada de
la arquitectura moderna, pero ahora más que cambio en la estructura física de los edificios, veremos cambios en su estructura informacional y en su metabolismo. Los edificios van a ser entes vivos, que reaccionan inteligentemente a su entorno, que generan toda la energía que consumen, y que interactúan con sus vecinos, como los árboles de un bosque. Los nuevos materiales y sistemas de fabricación van a hacer todo ello posible. El cambio que le viene al sector del automóvil, con los vehículos eléctricos, es similar al de los nuevos edificios autosuficientes. Todo ello va a crear nuevas maneras de construir edificios y de comercializarlos. Más que esperar a que pase la crisis, hay que comenzar a construir como será el mundo tras ella. ¿Y qué papel debería desarrollar la tecnología en el proceso de innovación? La tecnología es un medio, para un fin preciso. La mejor tecnología está en la naturaleza y deberíamos aprender de ella. Trabajamos (como otros centros de investigación) con la biomimesis. Pero todas estas innovaciones sólo deben servir para ser más eficaces: construir más barato y mejor, y crear entornos habitables de más calidad. La actual crisis debería servir para volver a enfocar a la arquitectura donde siempre estuvo: en hacer edificios y barrios de calidad, donde el valor se corresponda con el precio. Y, además, a crear espacios estimulantes par la vida humana. Espero a una nueva generación de empresarios vinculados a la construcción, con menos intenciones especulativas y más valores sociales y ambientales, con los que impulsar una nueva manera de entender la construcción y la promoción de hábitats.