07-082013
024MUNDO
El ayuntamiento de Oslo ha dado por fin el visto bueno a la construcción del Museo Munch (Oslo), obra del estudio español Herreros Arquitectos
El Museo Munch de Oslo, exponente internacional de una nueva forma de hacer arquitectura
Skyline ciudad de Oslo con el proyecto del Museo Munch de Herreros Arquitectos. Autor: AFL
Albert López Tras cuatro años de espera, discusiones políticas y consensos sociales sobre la ubicación, el programa y la financiación, las obras de construcción del nuevo Museo Munch (ver RCT nº216 de 2009) proyectado por el arquitecto Juan Herreros se iniciarán este año. Así lo ha anunciado el pasado mes de mayo Stian Rosland, presidente del
consejo municipal de Oslo, durante los festejos del 150 aniversario del nacimiento del genial pintor noruego. Rosland ha destacado que el nuevo edificio enviará un mensaje sobre la relación entre arquitectura y ciudad. Es más, el museo, conocido como proyecto Lambda, se erige como ejemplo de una nueva forma de hacer arquitectura. Arquitectura dialogante.
E
n palabras de Juan Herreros, “este proyecto es un claro ejemplo de hasta qué punto la arquitectura, hoy en día, se construye con pactos, conversaciones y confrontaciones en las que intervienen muchos agentes y donde el arquitecto no siempre es la figura central sino que tiene que moverse y deslizarse en un entramado conformado por escenarios muy diversos. A veces tienes que jugar el papel de líder, a veces eres el que propone los pactos… Nuestra lectura es que la sociedad civil de Oslo se ha movilizado para expresar sus inquietudes y sus dudas, algunas veces comprensibles, otras contradictorias, pero todas ellas nos han obligado a cuestionar nuestras convicciones y salir del estudio para escuchar, interpretar, tratar de comprender y, cuando ha sido necesario, ofrecer alternativas.” Herreros otorga al tiempo de espera la compensación de que ahora el proyecto se desarrollará en un clima de apoyo y confianza que supera incluso al que tuvieron en los meses de euforia colectiva recién ganado el concurso.
Museo Munch
Lobby interior del Museo Munch de Herreros Arquitectos. Autor de la imagen: AFL
El Museo Munch es el mejor de los casos prácticos del tipo de arquitectura que Juan Herreros defiende como Dialogue Architecture (ver más información en este reportaje) que se recoge en su último el libro.
El edificio Para entender el edificio, que está previsto inaugurar a finales de 2017, hay que entender dónde ha sido ubicado. La propuesta ganadora de Juan
Herreros apuesta por trasladar el antiguo museo, que había quedado pequeño, al puerto, junto al agua y a la nueva ópera de la ciudad del estudio Snøhetta, ganador del premio Mies van der Rohe. Desde aquí se desarrolla un museo que destaca por su altura y modifica el skyline de Oslo. El Munch de Herreros apuesta por la neutralidad y la sobriedad con un inmueble de hormigón forrado de vidrio ondulado y ligeramente inclinado con un gran mirador sobre el fiordo.
Primer premio. Proyecto en curso Superficie útil: 12.300 m2 Cliente: Oslo Kommune Arquitectura: Herreros Arquitectos / Principal: Juan Herreros / Director: Jens Richter Equipo de proyecto: Gonzalo Rivas, Carmen Antón, Ramón Bermúdez, Paola Simone, Margarita Martínez, Diego Barajas, Carlos Bayod, Luís Berríos-Negrón, Carlos García, Spencer Leaf, Verónica Meléndez, David Moreno, Xavier Robledo, Riccardo Robustini, Ángela Ruiz, Joanna Socha, Paula Vega Arquitecto local: Lpo Arkitekter Coordinación: Advansia AS Ingeniería general: Kulturplan Bjørvika: Multiconsult - Florian Kosche - Bollinger Grohman, Hjellnes Consult, Brekke og Strand, Civitas Ingeniería - concurso: IDOM Fachadas: ARUP Sostenibilidad: Kan Energi ICT: Rambøll Paisajista - concurso: Thorbjörn Andersson
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Cronología del proyecto En marzo de 2009 Juan Herreros (www.herrerosarquitectos.com) ganó un concurso internacional, superando a arquitectos como los Pritzker Tadao Ando y Zaha Hadid, para proyectar el Museo Munch de Oslo y el complejo residencial dotacional y comercial adyacente en la zona de Bjorvika. A finales de 2011, tras dos años de trabajo en los que se aprobó el máster plan de la zona y el proyecto básico del edificio, diversos grupos sociales y partidos políticos propusieron una serie de dudas sobre éste y otros proyectos en marcha, acompañadas de rupturas de alianzas políticas que suprimieron temporalmente el consenso en torno al museo. Desde entonces, el proceso ha necesitado de la redacción de nuevos trabajos prospectivos e informes, negociaciones políticas que afectan a varios campos de la vida cultural y social de la ciudad, e incluso manifestaciones de los ciudadanos reclamando la construcción del museo necesario para alojar la obra del más importante artista noruego de una manera digna evitando más retrasos. “En estos casos, el arquitecto debe mantener una actitud respetuosa y alejada de la primera línea para asegurar la transparencia del proceso, pero al mismo tiempo mostrarse cercano y disponible para escuchar y explicar, ofrecer alternativas y ayudar a abrir vías de acuerdo” asegura Juan Herreros. Tras un año y medio, el pleno del Ayuntamiento, ha sintonizado los datos y los apoyos necesarios para relanzar adelante el proyecto con la previsión de comenzar las obras en mayo 2014 y está previsto que finalicen en diciembre de 2017.
Según informaciones recojidas por El País “El museo tiene nueve niveles. Al subir, el visitante recorre la historia de la ciudad a través de las vistas y ya que la vida de Munch discurre paralela al desarrollo de Oslo, la visita se convierte en una celebración de la relación entre el arte y la ciudad. Munch le dejó su legado porque se consideraba hijo de esta sociedad tan contradictoria”. La fachada es “acristalada ondulada, concebida para amplificar las variaciones lumínicas y climáticas. La mayor novedad es que el museo se articula en una parte dinámica
Top Floor Museo Munch de Herreros Arquitectos. Autor: AFL
que da acceso a una estática, formada por salas de diversa dimensión y altura, que funcionan como capillas. De ese modo el público no está obligando a recorrerlas todas y se invita a mantener una actitud más lenta y contemplativa”. La propuesta en su conjunto se implica muy notablemente con los aspectos energéticos y de sensibilidad medioambiental. Por este motivo, su consumo energético es mínimo, aprovecha la energía geotérmica del fondo del fiordo y está construido con materiales poco procesados, sin barnices, ni acabados químicos que impidan su reciclaje, según informa El País. La altura, que se redujo en dos metros, fue uno de los temas centrales de un debate que involucró a todos los estamentos de la sociedad noruega. “Estos cuatro años han cristalizado un proceso de aprendizaje. Las inquietudes de los noruegos nos han obligado a cuestionar nuestras convicciones, tratar de comprender y, en ocasiones, ofrecer alternativas. Es un ejemplo de hasta qué punto la arquitectura contemporánea surge de la interacción entre muchos agentes. Los arquitectos ya no somos el elemento central”.
La relación con el entorno Más allá del propio edificio en sí, este espacio cultural crecerá a la par del barrio cultural y turístico de Bjørvika, en el centro y junto al fiordo de Oslo, donde la nueva ópera (ver En Portada RCT nº 212-213) ya ocupa los muelles del antiguo puerto industrial. Ha sido, precisamente, esta relación con su entorno uno de los elementos destacados por el propio Herreros: “Nos encontramos ante una oportunidad única para desarrollar un concepto contemporáneo de museo nutrido de un trascendental rol
Dialogue Architecture
Retrato de Juan Herreros. Autor: Javier Callejas
El libro, que acaba de publicarse y que recoge la participación del arquitecto español en la pasada Bienal de Venecia, invitado por David Chipperfield, expresa con claridad la personalidad del estudio Herreros Arquitectos: es un manifiesto de una forma de trabajo en que los clientes, los expertos y los arquitectos se sientan a la misma mesa. Según Juan Herreros, el libro es un striptease, ya que muestra la trastienda de su trabajo con el objetivo de generar confianza entre colegas y clientes: “el libro pretende comunicar con claridad los esfuerzos enormes que hay que hacer en arquitectura para transformar la complejidad que acompaña a los procesos de proyecto hoy en día en algo sencillo en todos los urbano y una responsabilidad histórica como elemento cohesivo de la comunidad, no solo de Oslo sino de toda la nación”. Por este motivo el Munch Museum “se concibe como una institución abierta a la ciudad, de gran visibilidad, que se debe visitar muchas veces en la vida por su dinámica programación, pero también por su poder como lugar de
Libro Dialogue Architecture de Juan Herreros
sentidos. Simplicidad en la ejecución, claridad en la imagen de los edificios, uso cotidiano amigable, mantenimiento elemental… son ingredientes de esta arquitectura del diálogo.” Hereros sitúa en esta forma de trabajar la labor del arquitecto contemporáneo y explica la personalidad del trabajo de su estudio Herreros Arquitectos en el despliegue de un desbordante trabajo intelectual, técnico, organizativo y creativo para gestionar la complejidad y convertirla en algo claro y directo puesto al servicio de los usuarios. concentración, paseo y relajo cotidiano en sus terrazas y cafeterías o incluso por su oferta comercial”. Esta implicación con la ciudad, con la sociedad en general, no es casual. El Museo Munch es “fruto del diálogo”, como ha abogado Herreros en la reciente presentación del libro Dialogue Architecture, con el que afirma que su arquitectura “evita complejidades innecesarias”.