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© Edita: Librería Diagonal. P.º Conde de Sepúlveda, n.º 1. 40002 - Segovia. Tel. y Fax: 921 432 608 © Texto: Ignacio Sanz © Ilustración y diseño: Alberto Albarrán Segovia, 2011. ISBN: 978-84-615-4970-2 Depósito Legal: SG - 208/2011
Gracias a los que me acompañan y me acompañaron en este viaje. “Mi oficio es encender llamas” C. Edmundo De Ory.
Fuencisla Valverde. Librería Diagonal
¶ La retahíla es una chifladura poética que va y viene de boca en boca, que anda por ahí, entre la arena de los patios de los colegios, en la calle, en los descampados, en las cocinas. En la cabeza de los niños anidan muchos disparates felices. También en la cabeza de los abuelos. Los abuelos que salen retahileros y juguetones, suelen hacer excursiones con sus nietos por el aparato respiratorio de las retahílas.
¶ A las retahílas, si se las mira bien por arriba, por abajo y por las costuras, ya las asoma la poesía, una poesía disparatada y caprichosa. ¶ Las retahílas se emplean para echar a suertes antes de un juego, es decir, para formar equipos, para elegir y descartar jugadores. Pero también se pueden emplear para saber a cuál de los hermanos o de los primos o de los amigos, le toca ir a por el pan. Yo no quiero bajar, yo tampoco, yo tampoco. Ah, en ese caso, al que le toque la suerte. Por eso son muy importantes la retahílas. Porque marcan caminos y una vez que participas en el sorteo
y el azar ha señalado tu suerte, ya no te puedes echar atrás; no te queda más remedio que bajar a por el pan. O fregar los platos. O salir tú solo a matar al dragón que habita en la torre del castillo. Lo que sea. Tienes que apechugar porque la retahíla te ha señalado y no puedes ser un cagueta. ¶ Estas 25 retahílas celebran los 25 primeros años de chifladura de una librería y de su librera. En ella se venden, sobre todo, libros infantiles. La librería se llama Diagonal y está en Segovia. La librería no está loca, la loca es la librera y se llama Fuencisla. ¶ A la Librería Diagonal de Fuencisla en el año 2000 la concedieron el Premio Nacional Librero Cultural. Aquel año nevó mucho y estuvo lleno de alegrías. La señora ministra le puso un telegrama con esta retahíla:
Fuencisla Valverde, librera infantil, que agitas cabezas de pitiminí. Provocas lecturas que hacen reír y viajes hermosos que no tienen fin. El premio librero será para ti. Listra, la Ministra, lo firma en Madrid, en la primavera del año dos mil.
¶ Y se lo dieron. Desde entonces, con tantas retahílas, tiene la cabeza más disparatada todavía. Es un aviso.
Pito, pito, colorito, ¿dónde vas tú tan bonito? A la acera verdadera, Pin, pon, fuera. Barrabás, Barrabás, tú te quedas, tú te vas, bis, bas.
Un avión colorado, ¿dónde fue a parar?, a Francia, a Burgos o a la capital. En Francia tengo un tío que es caramelero y todas las semanas me da caramelos. Tío, dame uno para merendar. Chupa que te chupa ya no tengo más. Salvada estás por la puerta de Alcalá.
Tengo un gato en la cocina que me dice la mentira.
Tengo un gato en el corral que me dice la verdad.
En un cafĂŠ se rifa un pez, al que le toque el nĂşmero diez:
uno, d
os, t r
es,
cua tro,
cinco,
e v e u n , o h c o e,
seis, siet
ez. i d y
Archibambasa de la Patarrasa se fue de casa para casarse con un coronel.
Maldita boda, dieron tres tiros en la pared.
Mataron a un chino, a un italiano y a un portuguĂŠs. Uno, dos y tres.
Esto ha sido
un adelanto...
pero no os mosqueĂŠis
...
25
años
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