Entrevista

ANTONIO LENCE Director general de Viena Capellanes

“LA UNIÓN HACE LA FUERZA”

o Antonio lleva casi 30 años al frente de una empresa que tiene, nada más y nada menos, que 147 años de historia. Desde el primer momento de la crisis por el covid-19 han sido conscientes de que había que luchar y ayudar. Han atendido a los sanitarios en el hospital improvisado de IFEMA y han repartido menús para los niños con be- ca de comedor. Todo un ejemplo a seguir. Texto: Natalia Diz

Fundada en 1873 en Madrid, Viena Capellanes es un clásico para los madrileños que la apre cian, entre otras cosas, por la calidad de sus productos. Con la declaración del estado de alarma, sus clientes desapare cieron. Su respuesta no fue agonizar en silencio sino apro vechar sus recursos para mantenerse vivos y dedicar su esfuerzo a ayudar.

¿Cómo nace este espíritu en Viena Capellanes?

Eso es algo que no se improvi sa. A lo largo de nuestra historia siempre hemos tenido mucha conciencia social. La crisis del coronavirus ha sido la más im pactante para nuestra generación y, desde el primer momento, fuimos conscientes de que había que luchar y ayudar.

Nuestro producto es artesa no, de corta caducidad, así que lo primero que hicimos fue contactar con Banco de Ali mentos y distribuir lo que teníamos a través de varios comedores sociales de Madrid. Y a partir de ahí fue surgiendo todo lo demás.

El Food Truck de IFEMA fue un poco casual. Contactaron con nosotros desde el Samur (con quien tenemos relación desde hace ya bastante tiempo) para pedirnos una cafetera. La “cafetera” se convirtió en un enorme autobús que ha estado casi dos meses atendiendo y dando cariño a nuestros sanita rios.

¿Y el reparto de menús a ni ños con beca de comedor?

Contactaron con nosotros des de la Comunidad de Madrid. A nosotros nos tocó la distribu ción periférica, los municipios más pequeños de la Comuni dad, incluida la sierra, la zona sur y la este. Hicimos un ruta de 74 municipios, 1.300 km diarios, con 6 vehículos.

Dentro de nuestras líneas de producto tenemos comida ca sera envasada, así que la aprovechamos para diseñar unos menús similares a los que tie nen en los comedores escola-

“HEMOS APROVECHADO NUESTROS RECURSOS PARA AYUDAR”

res. Consistían, por ejemplo, en una verdura y una carne, una legumbre y un pescado, una pasta y pollo. Además de fruta fresca dos días en semana, lác teos y zumos. Las familias lo han agradecido mucho, nos han llegado un montón de mensajes.

Ahora nos han cambiado la ruta y nos estamos encargando de la Cañada Real, donde hay unos 400 niños que atender. Nos encargaremos de ellos has ta que acabe el curso escolar, aunque puede que se prolon gue por las circunstancias especiales que estamos viviendo.

Todos estos menús se han ela borado en Alcorcón, ¿verdad?

Sí, nuestra sede central está en Alcorcón y también nuestro obrador. En concreto, en el po lígono Urtinsa. Llevamos 12 años (desde el 2008) en el mu nicipio y estamos muy cómodos aquí, nos sentimos en casa.

¿Cómo afrontan el futuro?

Nuestra actividad es de las más afectadas y la recuperación va a ser costosa. Estamos reinven tándonos para poder responder a las nuevas exigencias del mer cado. Nos estamos adaptando, por ejemplo, al servicio a domi cilio agilizando los pedidos, creando aplicaciones de pedi dos para que la gente pueda pagarlos desde casa o el trabajo e ir solo a recogerlos, etc. Así podremos integrarnos mejor en ese modelo mientras existan las limitaciones de aforo.

¿Qué lección podemos sacar de lo que está pasando?

En mi caso ha sido la solidari dad, que cuando hay necesidad nos ayudamos unos a otros. La idea fundamental es que la unión hace la fuerza, de esto tenemos que salir juntos y ti rando todos en la misma dirección. No peleándonos, ni sacando trapos sucios de cualquier ámbito. n