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Todo lo que está en juego con la consulta del ITT en el Yasuní

CONOZCA LOS PUNTOS A FAVOR Y EN CONTRA DE VOTAR POR EL CIERRE DE LAS OPERACIONES PETROLERAS EN EL BLOQUE ITT, UBICADO EN EL YASUNÍ

Los ecuatorianos decidirán el 20 de agosto, en consulta popular, si quieren cerrar toda actividad petrolera en el bloque ITT, ubicado en una parte del Parque Nacional Yasuní. No se trata de cualquier zona. El propio Ministerio del Ambiente la califica como “un santuario de biodiversidad“, donde se cree, además, que habitan pueblos no contactados.

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La pregunta que deberán responder los ecuatorianos es:

¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente en el subsuelo? A continuación, PRIMICIAS le cuenta todo lo que está en juego con esta consulta popular.

¿Qué es el ITT?

El ITT es el campo de mayor proyección de Ecuador. Está compuesto por tres áreas: Tiputini, que está fuera del Yasuní. Además, Tambococha, que está dentro del Yasuní. Y está el Ishpingo, que también está dentro del parque Yasuní e, incluso, una parte está dentro de la llamada zona de amortiguamiento, que es un área sensible del parque porque se cree que transitan pueblos no contactados, como los Tagaeri y Taromenane. El ITT está a cargo de la petrolera estatal Petroecuador, que comenzó inversiones a partir de 2014. Y dos años después empezó la producción petrolera en el bloque. La proyección del campo era superar una producción de 100.000 barriles diarios de petróleo, pero las metas no se han cumplido. El campo reportó una producción de 52.626 barriles diarios de petróleo entre enero y julio de 2023. Además de cortes de energía, el campo ha enfrentado barreras legales. De hecho, la Corte Constitucional prohibió en febrero de 2022 perforar pozos en la zona de amortiguamiento del Yasuní, donde se halla una parte del campo Ishpingo.

¿Cuánto costará dejar de explotar el ITT?

La respuesta es compleja, pues depende de cuánto dejará de percibir el Estado. Y es en estos números donde hay las mayores discrepancias entre quienes apoyan el abandono del campo y quienes creen que la explotación petrolera debe seguir.

El catedrático de la Universidad Simón Bolívar y promotor del Sí en la consulta, Carlos Larrea, calcula que los ingresos que dejará de percibir el Estado por el abandono del ITT, a valor presente, será de USD 148 millones anuales en promedio.

Esa cifra considera factores como la declinación acelerada de la producción del ITT, un precio promedio por barril de USD 51 y un costo promedio de extracción de USD 35 por barril (incluidos los costos operativos y las inversiones).

En cambio, la petrolera estatal Petroecuador dice que Ecuador ya ha percibido ingresos totales de USD 6.733 millones o casi USD 1.000 millones anuales en promedio desde que inició la explotación del ITT en 2016.

Del total que ha percibido, USD 4.007 millones corresponde a utilidades. Y la petrolera ha informado que el campo podría aportar con otros USD 13.800 millones en los 20 años que quedan de explotación, lo que equivale a USD 690 millones anuales.

¿Qué pasará con las inversiones ya hechas?

La consulta popular, que atiende un pedido del colectivo ambientalista Yasunidos a la Corte Constitucional, llega a destiempo. Yasunidos pidió que se consulte a los ciudadanos la posibilidad de dejar bajo tierra el petróleo del ITT en 2013, cuando aún era solo un proyecto y no había nada en la zona, pero el trámite tardó en aprobarse 10 años en la Corte Constitucional. Mientras tanto, la actividad petrolera continuó su curso en el ITT. Petroecuador dice que ya ha invertido USD 1.952 millones que serán desmotados y convertidos en chatarra, si es que llega a ganar el Sí en la consulta popular. Entre la infraestructura están vías de acceso de cuatro metros de ancho y 25 kilómetros de largo, 12 plataformas petroleras y 225 pozos en producción.

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