Santiago Gangotena, un personaje multifacético

Santiago Gangotena era sin duda alguna un personaje que llamaba la atención y destacaba. Desde su forma de vestir –optaba a veces por lucir vistosas camisas o trajes– o hasta cuando los estudiantes de la universidad que fundó se lo encontraban sirviendo la comida en uno de los restaurantes. Tampoco era extraño verlo haciendo de mimo en alguno de los festivales de talento.

Aunque fue conocido sobre todo por ser el fundador y exrector de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) era un hombre “polifacético”.

Así lo define María Dolores Brito-Rhor, profesora de la Escuela de Empresas de la USFQ y quien trabajó de cerca con Gangotena durante 8 años en el área de Marketing y Comunicación. A pesar de las controversias que alguna vez generaron algunos de sus comentarios, porque ante todo valoraba el poder expresarse libremente, Brito-Rhor lo define como una persona muy alegre, también era chistoso y bueno. “Se nos fue un buena gente”, lamenta. Él mismo se definía como un “amante de la libertad” e invitaba a quienes se cruzaban con él a ser libres, a buscar la verdad y la belleza en todas las cosas posibles. A Gangotena le apasionaban, además de la educación, la buena cocina, los libros y el diseño.

En la conjugación de estas facetas el exrector, físico de profesión, encontró la fórmula para disfrutar de su vida al máximo. Pese a que fue vegetariano durante un periodo de tiempo, el amor por la cocina pudo más y terminó rindiéndose al goce de todo tipo de manjares. “Comía de todo y le gustaba disfrutar del buen vino”, comenta su colega. Ese amor por la gastronomía lo profesaba tanto en el ámbito familiar como en el estudiantil. En una de las últimas fiestas que organizaron en el campus estaba a cargo del arroz y de las hamburguesas. Para sus allegados era conocido ese gusto por celebrar la vida.

Lo Multifac Tico

Su gran ímpetu y carácter multifacético fueron evidentes desde la época colegial. A los 18 años se graduó como el mejor de la promoción de la especialidad físico-matemático del Colegio Americano y, a la par, inauguró su primera exposición de pintura. Esta habilidad evolucionó con el tiempo al campo del diseño gráfico. Una pasión que canalizó en forma de empresas editoriales, de diseño gráfico y publicidad. Verónica Murgueytio, empresaria y economista, quien compartió con el entorno familiar de Gangotena en varias ocasiones, incluida la tarde previa a su fallecimiento, lo recordará por sus enseñanzas de vida y su profundo conocimiento del ser humano y su gran concepción sobre el arte, los espacios y el diseño. De él destaca su “sencillez dentro de la grandeza”.

Gangotena era conocido por su labor en el campo de la educación, pero su trayectoria abarca otros ámbitos. Estudió física nuclear, fue empresario, académico, dio clases por más de 30 años (en Ecuador y en el extranjero) y durante gran parte de su vida estuvo inmerso en un proyecto tras otro. Muchos de quienes lo conocieron lo identifican como un visionario. Asimismo, se mostraba como un hombre de contrastes: sentía la misma atracción por las ciencias exactas que por las artes o por las filosofías de Oriente. Al momento de elegir una profesión optó por las primeras, por lo que viajó a Estados Unidos en donde estudió primero la carrera de física. Después se especializó en física nuclear en la Universidad de Auburn y obtuvo un Doctorado en Resonancia Magnética Nuclear en la Universidad de Carolina de Norte en Chapel Hill.

Lo Creativo

Su entrega a las ciencias exactas tampoco le impidió dar rienda suelta a su lado creativo. Según la Brito-Rhor, él era uno de los principales involucrados en el área de comunicación y marketing de la universidad. Su vida estuvo también marcada por las letras. Escribió sobre ciencia y educación, su gran pasión, y fue articulista en EL COMERCIO. También es autor de varias publicaciones entre ellas ‘El cuarto estado de la mente’, ‘La meditación’ y ‘Bitácora de la Cocina Vegetariana’.