Carta del alumno alienado No vengo aquí a proponerme como representante de alumnos, sino a hacer un manifiesto, como el alumno alienado, de lo que espero de mi representante. Perdonar si este discurso no está bien redactado, pero hace apenas 24 horas que sé de esta reunión, perdonar si no está lo suficientemente bien dirigido, pero hace minutos que se de aquellos a los que hoy quiero dirigirme. No me quejo, como alumno alienado son ya muchos los años de notificaciones desapercibidas o reuniones ignoradas, siempre lo he llevado bien, prefiero tener las menores distracciones posibles cuando se trata de la universidad, si me preguntáis que tal estoy responderé – mal, he sacado un 3 en geo, ó, bien, he sacado un 8 en constru— desde siempre se me han dado o me han ayudado a que se me den bien los números, 5 las asignaturas necesarias por semestre para sacar 1 el curso por año, 4 la nota mínima en examen para poder seguir correctamente la asignatura 5 la nota minima necesaria para aprobar tal asignatura, 30 las horas semanales de clases impartidas, más, 30 las horas semanales que debo dedicarle a esas asignaturas por mi cuenta, y luego se sigue suspendiendo cálculo. Siempre me han gustado los números porque cuando me sorprenden con nuevos planes solo tengo que seguir sumando, 1 o 2 los años de master necesarios para validar mi carrera. Pero me estoy cansando de sumar, lo llevo haciendo desde niño y ya no tengo manos para llevar la cuenta, estoy cansado de que todos vayamos sumando en búsqueda de un mismo resultado impuesto, quiero tener mi propia solución y que tu me ayudes a obtenerla. Quiero ver en ti un reflejo de mí y no de las condiciones con las que te encuentres, quiero que seamos nosotros los que creemos nuestras propias condiciones y quiero que me ayudes y me des la confianza suficiente como para poder crearlas, quiero que nubles de mi vista lo cuantitativo y que juntos creemos un nuevo recorrido. Ayúdanos tanto a mí como a los profesores a retomar aquella buena relación entre nosotros, donde el respeto no se rija por la posición sino por la admiración o el interés, donde nunca se olvide, que estamos tremendamente perdidos y que es gracias a ellos como lograremos encontrarnos, ayúdame a hacernos entender que para ello debemos beber tanto de unos como de los otros y que por tanto no existe enseñanza posible sin mutua colaboración. Ayúdanos a recordar, tanto a alumnos, como profesores, como secretarios, directores, rectores que somos todos los que