La Primera

de Jorge Berlanga

JOSECHU. Un Investigador. Tiene un ligero tic.

VICTORIA. Una prostituta de rasgos dulces.

La habitación austera de un puticlub cercano a un complejo con centros de investigación.

Altas horas de la noche.

2 Una habitación sencilla, sin ventanas, en medio la cama, acompañada de una mesita de noche con una pequeña radio y una silla, un par de lamparitas tapadas por telas rojizas emanan luz reflejada sobre varios espejos. En la silla, terminándose de arreglar, VICTORIA, lleva un body provocativo.

LOCUTOR 1. (En la radio) Solo por citar a algunos de los grandes prodigios, que al final son los que marcan la diferencia, más que muchos colectivos a veces.

Suena la puerta.

VICTORIA. ¿Sí?

JOSECHU. Victoria, soy yo.

Mira la hora detenidamente.

VICTORIA. Un momento.

LOCUTOR 2 Totalmente de acuerdo, quedaremos muy pendientes de su evolución, mientras gozamos de las maravillas que nos van regalando.

ANUNCIO. Este es un buen año para tomar el sol…VICTORIA Deja las cosas y apaga la radio. Respira profundamente y procede a abrir.

Entra JOSECHU, con gorro y ropa oscura.

(Besándole, cercana) Hola túJOSECHU. (Apartándola) En la boca no, te lo he dicho un millón de veces.

VICTORIA. Victoria, Victoria…

JOSECHU. Me has manchado de carmín.

VICTORIA. Ya nadie me llama Victoria.

JOSECHU. Bueno pues yo sí.

VICTORIA. Puedes llamarme Vicky sabes.

JOSECHU. Lo prefiero así, quítate un segundo que deje las cosas.

VICTORIA. O Kiki como me llaman las chicas, deja que te las quite yoJOSECHU. Que las putas te llamen lo que quieran, (separándose para dejar la ropa) siempre me lo arrugas todo.

VICTORIA. Como eres…¿Qué tal la semana?

JOSECHU. Me han vuelto a corregir el proyecto.

VICTORIA. Vaya.

JOSECHU. Te he traído algo.

VICTORIA. (Sobre él) Enséñamelo después…

JOSECHU. Es para ahora.

VICTORIA. ¿Ahora ahora?

JOSECHU. ¿Qué pasa?

3 VICTORIA. Nada. Es que todavía me escuece un poco la espalda, porque no dejas que hoy te haga yo-JOSECHU. Déjame ver.

VICTORIA. Luego…

JOSECHU. Tonterías.

Le examina el torso, y pasa su dedo por unas cicatrices ya casi invisibles.

VICTORIA. (Estremeciéndose) Au. JOSECHU. Estás exagerando. Esto está cerrado de hace días, y no hay infección porque te lo limpie bien.

VICTORIA. Será algo aparte entoncesJOSECHU. No, además no te preocupes que lo de hoy es totalmente diferente.

JOSECHU saca de su chaqueta una pequeña bolsa de papel.

VICTORIA. ¿Qué es eso?

JOSECHU. Cacao.

VICTORIA. ¿Cacao, chocolate?

JOSECHU. Cacao cacao, con un par de añadidos personales.

VICTORIA. Ah. JOSECHU. Escúchame, esto es lo que vamos a hacer. Vamos a esnifar este cacaoVICTORIA. ¿Esnifarlo?

JOSECHU. Sssss, por lo menos dos o tres tiradas, colocarnos de él.

VICTORIA. De verdad Josechu que cosas se te ocurren…

JOSECHU. Confía en mí, es más sencillo de lo que parece y créeme, no has probado nada igual.

Empieza a preparar todo lo necesario para esnifar el cacao.

VICTORIA. ¿Qué el chocolate?

JOSECHU. Ya te he dicho que ni es chocolate ni es solo cacao.

VICTORIA. ¿Qué le has echado?

JOSECHU. No le he “echado” nada, lo he sintetizado con Taurina, cafeína, Ginkgo Biloba…

VICTORIA. ¿Qué?

JOSECHU. Nada que puedas llegar a comprender.

VICTORIA. Explícamelo.

JOSECHU. Estoy harto de explicar.

VICTORIA. Por favor…

4 JOSECHU. Vamos a ver. He sintetizado los componentes de por sí estimulantes del cacao con otro estimulante, un aminoácido excitante y un psicoactivo entiendes.

VICTORIA. No. JOSECHU. Normal.

VICTORIA. (Rondándole su entrepierna) Inténtalo un poco más.

JOSECHU. No me apetece (Quitándole la mano) y todavía no.

VICTORIA. ¿Por qué?

JOSECHU. Lo primero es lo primero.

VICTORIA. (Intentándolo de nuevo) Déjate llevar un poquito…

JOSECHU. (Cortantemente) Déjate llevar tú.

VICTORIA. Perdona.

JOSECHU. No me pidas perdón no es tu culpa. Vengo cansado eso es todo.

VICTORIA. ¿No pasan taxis por tu centro?

JOSECHU. No puedo, ya bastantes hago para pasar desapercibido .

VICTORIA. A veces te pones de un humor…Yo solo hago lo que sé.

JOSECHU. Por eso trato de enseñarte otras cosas.

VICTORIA. Ya cariño, pero siempre vas como un terremoto y al final no me entero de nada, sabes generalmente solemos ser nosotras las que os enseñamos a vosotros y desde luego ninguno le hace ascos a que le toque…ya sabes.

JOSECHU. (Suspira) Para empezar deja de pluralizar ¿me oyes?, me pone enfermo, tú, yo, en cuanto a esto si tanto te interesa, es una mezcla sencilla, ¿de acuerdo?

VICTORIA. De acuerdo.

JOSECHU. Solo he integrado la Taurina con el Triptófano, que genera serotonina es decir, felicidad, la Ginkgo Biloba con Feniletilamina, que es algo así como…la euforia que sientes cuando te enamoras, aunque funciona también como antidepresivo y finalmente Teobromina y cafeína que estimulan y relajan al mismo tiempo, es prácticamente todo natural diez veces más sano que las mierdas que repartís por aquí, así que vamos a dejar de hablar, nos lo esnifamos hasta tenerlo en las venas y entonces ya si quieres me la agarras.

VICTORIA. ¿Si quiero?

JOSECHU. Si quieres de antes o después.

VICTORIA. Ah. JOSECHU. Si por lo que sea estoy demasiado extasiado para poder armarme una imagen mental que me exciteVICTORIA. Qué imagen, si me tienes delante.

5 JOSECHU. Ya bueno, pero el ojo registra, dirige la señal al cerebro, este forma una imagen y dependiendo de la consistencia con la que lo adorne me manda sangre ahí o no.

VICTORIA. Um. JOSECHU. Si por lo que sea no puedo, no insistas, prefiero estar a gusto con el subidón, contigo, que cualquier otra cosa.

VICTORIA. ¿Cualquiera?

JOSECHU. Sí.

VICTORIA. No sabía que te gustara el dulce.

JOSECHU. Siempre me lo han prohibido…

VICTORIA. Te hubiera ofrecido antesJOSECHU. Desde pequeño.

VICTORIA. Yo tomo todos los días, así que qué te pareceJOSECHU. Lo sé.

VICTORIA. Si lo tomas tú y yo me centro en que te lo pases bien.

JOSECHU. ¿Qué? No. VICTORIA. Yo no sé si lo voy a poder hacer bien.

JOSECHU. Cómo que no lo vas a poder hacer.

VICTORIA. Además se me repite.

JOSECHU. ¿El qué?

VICTOTIA. El chocolate.

JOSECHU. ¿De todas las cosas que haces esto es lo que se te repite?

VICTORIA. Yo si quieres me lo como.

JOSECHO. No está hecho para comerse.

VICTORIA. Sí, pero, me da…

JOSECHU. Me pediste por favor más suave.

VICTORIA. Sí, pero…

JOSECHU. Esto es – Tengo menos de una hora libre al día, ¿sabes lo que me costaría coger un táser y ponérmelo fácil?

VICTORIA se estremece VICTORIA. Si no digo que no me guste, pero es que luego no voy a saber quitármelo de encima.

JOSECHU. Para qué vas a querer quitártelo, para cuando terminemos lo habremos sudado.

VICTORIA. Solo puedo estar contigo una hora.

6 JOSECHU. ¿Qué?

VICTORIA. Creía que eso era más que suficiente.

JOSECHU. (Alterado) Sí, para los animales.

VICTORIA. No te enfades.

JOSECHU. Yo no soy uno de ellos.

VICTORIA. Ya lo sé.

JOSECHU. Me gustas Victoria no te juzgo, por eso me gusta hacerlo contigo, ¿comprendes? No follarte a secas.

VICTORIA. Sí, pero es que cada día me sales con una diferente y yo ya no séJOSECHU. Nada, no me pongas escusas, por favor escusas no que no me interesan en lo más mínimo, has hablado con Hugo supongo.

VICTORIA. Sí.

JOSECHU. Sabes, estoy hasta las narices de que vayas cerrando con él las cosas antes de hablarlas conmigo.

VICTORIA. Qué quieres que haga no me da otra opción.

JOSECHU. Lo vuelve todo mecánico, frío, cutre.

VICTORIA. Ay. JOSECHU. No, está bien, no te vuelvo a traer nadaVICTORIA. Tampoco es eso.

JOSECHU. Si no sé qué hago gastando mi tiempo y mis recursos en hacerte algo que no vas a valorar ni una milésima.

VICTORIA. Claro que lo valoro, lo que pasa que hay ciertas cosas que son un poco extrañas.

JOSECHU. Ahora soy extraño.

VICTORIA. No tú cariño, lo que traes y bueno…lo que quieres hacer con lo que traes.

JOSECHU. Creía que teníamos un acuerdo.

VICTORIA. Sí.

JOSECHU. Sí pero cada vez me miras con peor cara.

VICTORIA. Para nada.

JOSECHU. ¿Me vas a decir tú también lo que debo y lo que no debo hacer?

VICTORIA. Ya sabes que aquí siempre hacemos lo que quieres y no me disgusta.

JOSECHU. No te disgusta porque si te disgusta te tienes que fastidiar porque te pago.

VICTORIA. Nooo.

JOSECHU. Pues entonces explícamelo, ¿por qué sigues pactando con él lo que vamos a estar como si fuera mi primera vez?

7 VICTORIA. Lo hago con todos.

JOSECHU. No es verdad, no es verdad, por qué me mientes, he escuchado hablar a otros clientes.

VICTORIA. A quienes habrás ido a escuchar.

JOSECHU. A varios, por si no te has dado cuenta no quedamos lejos los unos de los otros, y sé que ellos te dicen lo que quieren y entonces ya lo cierras con ese chimpancé.

VICTORIA. A mí no me dicen ni mu, lo hablarán con Hugo, si tú quieres eres totalmente libre de acordar con él lo que te parezca.

JOSECHU. Yo no acuerdo con ese mono ni hacia qué lado van las agujas del reloj.

VICTORIA. Pues chico es tu problema.

JOSECHU. Será el problema de los dos.

VICTORIA. Sí, el problema que has empezado y te empeñas en mantener tú.

JOSECHU. Yo no me empeño en mantener nada, yo solo quiero poder tenerte para mí y para mí solo, mí, aunque sea por unas horas y no puedo hacerlo si están llamando a la puerta cuando a ellos les parezca suficiente.

VICTORIA. Ay, Josechu querido.

JOSECHU. Ni querido ni leches.

VICTORIA. Sí, querido, porque no nos olvidamos de todo esto de una vez y vamos a lo nuestro, no ves que ahora mismo estoy sola para ti.

JOSECHU. No. No estamos solos, porque siempre le metes de por medio.

VICTORIA. Por Dios, ¿dónde está?, ¿le ves por algún sitio?, ¿no ves que no hay nadie más en esta habitación?

JOSECHU. Lo veo en el tiempo.

VICTORIA. En el tiempo.

JOSECHU. Como si lo estuviera viendo, ahí, detrás de la pared transparente, con la camisa al ombligo y el taparrabos que lleva siempre por vaqueros, la nariz de orangután…se me ha bajado hasta la erección.

VICTORIA. Yo te la vuelvo a subir.

JOSECHU. Es tu culpa, no toques ahora.

VICTORIA. Por qué me lo pones tan difícil.

JOSECHU. Te he dicho que primero el cacao, y eso si es que me sigue apeteciendo porque te juro que se me están quitando las ganas.

VICTORIA. Josechu, que quieres que haga, si es que me pierdo de verdad.

JOSECHU. Muy bien. Sé sincera. ¿Lo haces para cubrirte las espaldas?

VICTORIA. ¿El qué?

JOSECHU. Sabes perfectamente el…mira, déjalo, es ridículo, al final seré yo.

8 VICTORIA. Pero a ver, ¿sabes tú siquiera el tiempo exacto que vamos a tomarnos?

JOSECHU. Pues claro que no, no soy una maldita máquina.

VICTORIA. Pues ya está.

JOSECHU. Ya está no, que no sea una máquina no significa que no pueda saber cuánto tiempo quiero pasar contigo.

VICTORIA. Díselo entonces a Hugo.

JOSECHU. ¡Que yo no hablo nada con él, leches!, me da asco, hace que todo esto me de asco.

VICTORIA. Es lo que hay.

JOSECHU. Porque no podemos simplemente tomarnos el tiempo que sea necesario, disfrutar de verdad de esto, drogarnos, y corrernos, y volvernos locos y cuando nos cansemos paramos, fin.

Creía que contigo podía volver a ser…Niño, aunque sea por un momento en la semana.

VICTORIA. Y puedes.

JOSECHU. No lo parece.

VICTORIA. Disfruto.

JOSECHU. Solo quiero que entiendas que nosotros haciéndolo no es lo mismo que dos personas cualquiera haciéndolo, ni mucho menos que tú o quien coño sea follándote.

VICTORIA. Lo sé.

JOSECHU. Pues llama a ese y dile que se vaya a la jungla y venga cuando nosotros le digamos.

VICTORIA. Sabes que no puedo hacer eso.

JOSECHU. Puedes, soy un cliente excepcional.

VICTORIA. Aun así.

JOSECHU. Dime tú quien más paga el doble al mes por adelantado…y no voy a poder decir cuando puñetas he terminado.

VICTORIA. Vale ven mira me esnifo el chocolateJOSECHU. Cacao.

VICTORIA. Cacao, vale, tú ganas, vamos.

JOSECHU. No, dile que se esfume.

VICTORIA. (Aproximándose.)Te estás tensando mucho.

JOSECHU. No se lo dices porque no quieres, ya está, soy esa clase de cliente. Tranquila que ya me entra en la cabeza.