En la ciudad quedará el resueno de nuestras charlas eternas al frío de la noche, esperando su eterno olvido. Mi habitación se volvió testigo de mi autodestrucción, de mi soledad, mi tristeza y mi calentura. La quietud de la ciudad me ensordece aún más y mis pensamientos se hacen cada vez más fuertes, quisiera tenerte y perderte en los latidos de tu corazón, pero nuestro desencuentro es la causa de aquellos pensamientos. Me gustaría saber que te está pasando wacho, entender que sentís y ayudarte o irme antes de que me sigas haciendo mierda. Sinceramente no te entiendo pero te llegué a querer tanto que me duele la incertidumbre de no entender qué pasa. Ya van varias noches que te cruzas en mí cabeza y no me dejas dormir, sabes cómo soy de maquinearme con cosas que por ahí para vos son huevadas pero que para mí significan muchas horas menos de sueño. Me gustaría que volvamos a hablar, pero no sé, a veces no me entiendo ni yo.
Y lo que más me duele es que te fuiste sin decir adiós, aunque ya sabía que lo harías. Algo me lo advirtió inconscientemente pero aún tenía la esperanza de que no fuera así. Solo espero poder recordarte con una sonrisa y que mi incertidumbre se convierta en risas por aquellos momentos en los que éramos como niños sin que nada nos importe.
Ya
no
sentirĂŠ
el
calor
de
tus
abrazos.
Mis oidos no sentirรกn el retumbar de tu risa.
Que paja tirar todo al tacho, borrar lo que hablamos, ver las fotos y saber que eso no volverá a suceder. Me gusta creer que todo sucede por algo y que lo que teníamos que hacer ya sucedió, pero no estoy tan seguro. Por un momento va a doler seguir, aunque después como dije antes, olvidado en la gran ciudad quedará todo. ¿Cuál es el punto de dar vueltas en un tema?
Editado en la soledad del aislamiento obligatorio.
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