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RAFO LEÓN DE PERIODISTA A PINTOR

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NUEVO CONCEPTO

NUEVO CONCEPTO

PUBLICABA EN CARETAS

“LA CHINA TUDELA” Y “DUEÑO DE NADA”. ESCRIBÍA LIBROS Y CONDUCÍA UN PROGRAMA DE VIAJES.

AHORA, EN SU FACETA DE ARTISTA, PINTA CON VEHEMENCIA Y PASIÓN.

Diecisiete años estuvo recorriendo el Perú como conductor del programa Tiempo de viaje. Fueron cuatrocientas sintonizadas ediciones, desde el 2000 hasta el 2017, año en que los ejecutivos de Movistar Plus le anunciaron que por crisis financiera no seguirían produciendo ese espacio televisivo. “Entonces pensé que era el momento de reconectarme con algo, no necesariamente económico, sino un deseo, un anhelo, un interés que había tenido que dejar”, cuenta.

El periodista y escritor Rafo León recordó que en los ochenta había tenido ciertos escarceos con el arte. Incluso estuvo en un taller de Cristina Gálvez y siguió cursos en Corriente Alterna con Enrique Polanco. En lugar de deprimirse por su inesperada jubilación, decidió contactar a Daniel Peña, querido amigo del colegio Champagnat y acuarelista de primera, para que le diera clases.

Comenzó entusiasta, pero a los tres meses Peña murió de cáncer dejando a su alumno destrozado. Sin embargo, decidido a continuar, contactó al pintor amazónico Gino Cecarelli para seguir adelante. “Daniel me inició en el dibujo, mientras Gino, con su temperamento selvático, logró ‘desahuevarme’. Me rompió las barreras psicológicas que tenía por edad, por miedo, por la ‘collera del arte’. Su enseñanza fue más por allí, por liberarme. Cuando empecé a sentir que necesitaba más trabajo académico busqué a Bernardo Barreto; con él sigo hasta ahora”.

Taller miraflorino

Al final de una tranquila quinta en Miraflores está el taller de pintura de Rafo León. Llega todas las mañanas caminando tras recorrer 25 cuadras desde su casa, lonchera en mano, cual Caperucita Roja. Al entrar, uno queda impresionado con la cantidad de trabajos que tiene cubriendo las paredes, incluso sobre los dinteles de las puertas; no hay espacio libre de la explosión de colores.

Sobre gruesas cartulinas, que él mismo prepara con yeso, lienzos de diversos tamaños, maderas e incluso cerámica, están representados personajes caricaturescos de trazos grotescos, con una paleta de colores que evoca a la de Enrique Polanco, a quien admira.

“Empecé fuerte con una línea anticlerical con el tema de la pedofilia infantil. Después comencé a trabajar con ironía. Pinto esas cosas de la sociedad en que vivimos que son bien absurdas”, comenta mientras va mostrando sus pinturas expresionistas llenas de simbolismos.

Un detalle sorprendente es que Rafo es daltónico. De niño tenía buen dibujo infantil, pero en el colegio no entendían por qué no pintaba con los colores que le indicaban, y lo castigaban. Ahora, con disciplina y orden, ha logrado tener buen dominio del color sin limitarse a los primarios.

Al inicio, realmente pintaba como poseído una galería de personajes deformes con estética naif. Ahora, con Bernardo

Barreto como maestro, está recibiendo una formación clásica. “Su punto de partida es ‘haz lo que te dé la gana’ sobre la base de los preceptos básicos del arte. Es un amigo maravilloso, pero como profesor es durísimo”, dice el artista, quien cumple afanoso con las tareas de su maestro en busca de mejorar la técnica para seguir desarrollando su propio lenguaje y clave cromática.

Volver a escribir no lo atrae en absoluto. Hace unos años mató a su irónico personaje, la China Tudela. Siente que todo tiene su tiempo. Ahora canaliza su energía y ganas de decir cosas a través del arte. Quiere hacer una serie de pinturas con elementos del curanderismo norteño, tema que lo apasiona desde niño, cuando pasaba las vacaciones en casa de su abuela paterna en San Pedro de Lloc, un mágico pueblo detenido en el tiempo cerca de Pacasmayo.

Escritor, periodista o pintor, Rafo León es sobre todo un gran conversador. Uno podría pasarse horas en su taller conversando en una especie de universo paralelo al que no llega ningún sonido exterior ni ruido político. Al caer el sol, regresa a su casa caminando, contento en esta inesperada nueva etapa de su vida.

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