GENERACIÓN PASQUALE

PASQUALE JUNIOR, NUEVO EMBAJADOR DE NATUZZI, LLEGA CON GANAS DE RENOVAR LA MARCA. ANTE UNA CONTINUA EVOLUCIÓN DEL DISEÑO, EL GIGANTE FABRICANTE DE MUEBLES ITALIANO SIGUE SU CAMINO EN BUSCA DE NUEVA TECNOLOGÍA Y MATERIALES INNOVADORES PARA SUS COLECCIONES.

Todo comenzó en la década de 1930. “Mi abuelo era uno de los ocho hijos de una familia pobre y humilde; un carpintero con manos grandes”, recuerda su nieto, Pasquale Natuzzi Junior, director creativo adjunto y de comunicación de la empresa.

A pesar del tiempo transcurrido, Natuzzi sigue siendo una empresa familiar. Los tres hijos mayores de Pasquale trabajan en Santeramo in Colle: Nunzia, la mayor, gestiona los recursos humanos; Annamaria dirige el Centro de Estilo, coordinando un equipo de coloristas, estilistas y expertos en materiales; y Pasquale Junior, o PJ, ha recibido recientemente el encargo de ser embajador de la gran marca italiana.

Sin duda, el carismático PJ ha inyectado a la compañía una dosis de energía juvenil. Actualmente, se encarga de reposicionar a Natuzzi para que deje de ser únicamente fabricante de muebles convencionales —conocido en gran parte del mundo por sus sofás de cuero— y sea una marca de lifestyle; y lo hace con gran pasión y entusiasmo.

Este año, por ejemplo, en el ICFF de Nueva York, Re-Vive, el sillón reclinable de cuero más vendido de Natuzzi, fue reelaborado por los artistas de grafiti estadounidenses Edward Granger, Jon Burgerman y Hektad. Los profesionales británicos de patrones Eley Kishimoto, Patternity y Camille Walala también han creado versiones de edición limitada del sillón. Los últimos colaboradores de la marca incluyen a Maurizio Manzoni y Roberto Tapinassi, de Studio Memo; también a Victor Vasilev, Claudio Bellini, Mauro Lipparini, al australiano Jamie Durie y al reconocido Marcel Wanders.

“Cuando empecé a trabajar aquí, todos laboraban en un espacio pequeño y casi no se hablaban. No había un buen ambiente”, recuerda PJ desde su renovada oficina de cristal en el Centro de Estilo Natuzzi. “Hubo conflicto. La gente se resistía a probar cosas distintas”. A pesar de todo, Pasquale Junior trajo nuevas caras, entre ellas un amigo de sus días de disc jockey que ahora trabaja como diseñador de productos, además de un nuevo equipo de mercadotecnia para construir el perfil digital de Natuzzi y atraer a los millennials.

“Mi generación vive en espacios pequeños, por lo que nunca compramos un mueble con una sola función. El sofá debe permitir comer, trabajar y descansar”, explica convencido.

La tecnología integrada también es imprescindible en un mundo siempre conectado. “Imagina un sofá que pueda detectar tu bienestar, controlar tu respiración y ritmo cardiaco. Ahora queremos enfocarnos en hacer ese tipo de muebles”, dice Pasquale.