SABANA AFRICANA

LOS PADRES DE JOSÉ ANTONIO LE ENCARGARON A LA DISEÑADORA ROCÍO PUGA LA HABITACIÓN DE ESTE SU PRIMER BEBÉ. LUEGO DE INTERCAMBIAR OPINIONES, ELLA SE INSPIRÓ EN UN ATARDECER TRIBAL DE LA SABANA AFRICANA.

El reto de diseñar cuartos infantiles en el siglo XXI es hacer que los metros cuadrados disponibles aumenten, aunque sea visualmente. Es ahí donde entra a tallar el talento de los interioristas para conseguir que tanto el mobiliario como la decoración convivan de una manera equilibrada, sin generar claustrofobia.

“En este caso, la paleta de colores suaves no solo nos dio una sensación de amplitud, sino que también aportó sutileza y elegancia, que era lo que nosotros queríamos lograr”, dice Rocío. Fue así como planteó una cuna y una cómoda —que también hace las veces de cambiador— en un tono de madera suave que combinó con el blanco. “Las molduras pintadas de verde le dan carácter al cuarto y armonizan a la perfección con el papel de la pared, que presenta figuras y motivos de la selva bastante tenues”, agrega.

Animales de peluche en las repisas y una alfombra de león, mandada hacer especialmente, completan el escenario que permite trasladarnos a los lugares más mágicos del continente africano. “El dormitorio plantea una atmósfera serena y chic pero, al mismo tiempo, es un espacio acogedor y divertido”, concluye la diseñadora.