LA VIDA EN ROSA

LA DISEÑADORA YESENIA SCHULZ RECIBIÓ EL ENCARGO DE CONVERTIR EL CUARTO DE UNA BEBÉ EN EL DE UNA NIÑA.

DECIDIÓ DARLE PROTAGONISMO A LA CABECERA Y AL PAPEL DE LA PARED. TODO EN TONOS ROSADOS MUY SUTILES QUE LE DIERON EL TOQUE ROMÁNTICO Y SOÑADOR.

El dormitorio debía contemplar el área de descanso, pero también una zona de escritorio ya que la usuaria estaba a punto de iniciar la etapa escolar. “A la vez, debíamos crear un espacio para guardar juguetes; y ya que los metros eran escasos, decidimos que estos no estén expuestos, sino guardados. El mueble incluyó canastitas de mimbre y cajones con esterilla, con la idea de combinar lo natural de esos materiales con los detalles de la melamina tipo madera”, dice Yesenia.

Schulz también jugó mucho con las curvas, inspirándose en las nubes. “Quise trabajar las ondas de las nubes en la cabecera y también en la silla del escritorio. Asimismo, elegí un papel tapiz de bolitas con formas irregulares, como si hubieran sido pintadas con acuarela, que simulan un cielo rosado. Todo en un tono pastel muy suave para que permita el descanso. Ese fue el concepto”, sentencia.