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ESPÍRITU RURAL
from Revista D+ 23
by alejofilms
VERA VELARDE FIRMA ESTA LINDA CASA DE CAMPO, DISEÑADA ORIGINALMENTE POR EL ARQUITECTO TITI DE COL. ELLA PROPUSO RENOVARLA RESPETANDO SU ESPÍRITU RURAL.
Cuando los propietarios compraron esta vivienda, ubicada en Sierra Morena, mantenía intactas sus señas de identidad, como los pisos de piedra, los techos con vigas de madera, etcétera. “Pero, por supuesto, necesitaba una modernización en profundidad”, comenta Vera. Ella y su equipo, especialistas en este tipo de reformas, trabajaron durante meses para renovar todas las instalaciones; cuidando siempre cada detalle para mantener el espíritu original.
El trabajo, además, incluyó una ampliación que respetó los lineamientos de la arquitectura existente. “Construimos una nueva zona; una nave que se colocó al fondo de la casa, la cual alberga tres dormitorios: el principal y dos de invitados”, comenta la arquitecta. “Luego, nos dedicamos a diseñar todo el interiorismo, que incluyó la sala-comedor, el estar, la terraza, los tres dormitorios principales y las zonas comunes: unos corredores internos bastante grandes que desembocan en un patio central con luz cenital”.
También intervino la zona de la piscina y el club house, que contiene una sala, un área de juegos y la parrilla. “Toda la parte de jardinería, que trabajamos junto con Lizette Miró Quesada, fue un reto enorme no solo por el tamaño de la casa, sino porque teníamos un deadline: la dueña de la casa cumplía 70 años y teníamos que llegar sí o sí a esa fecha”, confiesa la arquitecta.
A la hora de tomar decisiones, los propietarios confiaron plenamente en el criterio de Velarde. Una de las primeras cosas que hizo fue quitar el barniz negro que cubría el piso original, con la idea de que la piedra talamoye se pudiera lucir. Asimismo, cambió la antigua fachaleta que tenía la chimenea por un porcelanato de gran formato tipo óxido; mandó enchapar en piedra una pared de la cocina y de la sala de estar para no perder el toque de rusticidad, y renovó completamente todos los baños y vidrios de la casa.
“Ellos querían deshacerse de los muebles que habían quedado en la casa; algunos de madera rústica; otros tallados, de la India e Indonesia. Yo les hice entender que esos elementos aportan también muchísimo al diseño; que no era cuestión de sacarlos y poner todo nuevo, sino de buscarles el lugar adecuado, rescatar las piezas más bonitas y darles mantenimiento para que vuelvan a tomar vida. El resultado es una casa de líneas contemporáneas que no pierde el acento rústico que toda vivienda de estas características debe tener”, acota Vera.