Ale Rodríguastro

La Acacia se propaga como las fresas, por espolones; pero para desraizarlas es más difícil... Nací a la Luz en el Ombligo de la Luna durante la segunda mitad del siglo XX. Dudé metódicamente de mi existencia gastando grafito, y hasta que alegrías cada vez más endémicas me han hecho creer que realmente respiro, cultivo tomates e hijos. Uso bicicleta aún en tiempo de lluvia - la nieve es más peligrosa para el caso -; en todos, el aire en la cara me hace llorar y preguntarme que diablos estoy haciendo en pleno aguacero; el cual también induce a ciertos triunfos. Obtuve maestría en mordiscos y he realizado innumerables estudios sobre sus utilidades prácticas llegando a conclusiones que me confunden; por lo que sigo experimentando aveces con fruición y furia. Me gusta hacerme leer cuentos, poemas y novelas; odio la tele pero la uso como somnífero; también uso con reservas los motores de explosión interna. Me gusta dormir en el piso y el olor de la parafina, el jazmín y los pararrayos.