“El padre Bernabé Cobo, autor de la “Historia de la Fundación de Lima”, narra que los tres veedores que Pizarro envió a recorrer el valle para seleccionar el sitio más conveniente para fundar la ciudad: “Escogieron pues, este valle… para asiento de la ciudad, el mismo que tenía un lugarejo de indios que en medio de él estaba” ({1653} 1882:18). No vio el Padre Cobo, o no quiso ver, el Centro Ceremonial que constituía el núcleo principal de la sede del curacazgo de Taulichusco y de cuyas huacas todavía quedan restos en los sótanos de la casa de Gobierno. Tampoco hace notar el cronista las obras hidráulicas que, situadas a pocos pasos de la actual plaza de armas, permitían irrigar todo el valle bajo, ni la existencia de la red de anchos caminos que unían al curacazgo de Lima con su principal de Ichima y con los Hunus cuyas cabezas estaban en Huadca, Caraguayllo y Armatambo, asientos de importantes poblaciones densamente habitadas y profusamente construidas.” (Agurto : 1984)