Dedico esta novela a todos aquellos que un día tuvieron, tienen o tendrán un tropezón en sus vidas.
No hay nada más ejemplar que la dignidad del ser humano; nada más gratificante que los encuentros después de una caída; pero sin duda , nada es más importante que no caer, y si caes, levantarse antes de que sea tarde y conservar sus valores, para sentir la espiritualidad de esta vida que nos da las herramientas para ser felices.
Si no puedes contar con los que te rodean, cuenta contigo: eres la única persona que tiene las soluciones para las tribulaciones que nos toca vivir cada día de nuestra existencia.
Alfred Asís