Belleza sudamericana

Entre mis mejores recuerdos juveniles se encuentra el Pronello Huayra Ford, el auto de competición más bello que vi en mi vida.

A fines de la década de 1960 existía una categoría denominada Sport Prototipo en la que corrían los mejores pilotos de entonces en equipos oficiales de las grandes marcas. El equipo Ford estaba representado por los Huayra diseñados y construidos por el ingeniero Heriberto Pronello con asistencia mecánica directa de Ford Pacheco.

Si bien no fueron grandes ganadores, la presencia de los Huayra me maravillaba por sus simples y, a su vez, atrevidas formas, muy puras y logradas para un auto de com- petición con motor delantero y ciertas restricciones reglamentarias.

A propósito, recuerdo mis frustraciones cuando a minutos de iniciarse una carrera, por “x” motivos no lo autorizaban a largar. Eran dos los Huayra que corrían piloteados por Carlos Reutemann y Carlos Pacualini.

En esta edición de EL OVALO AZUL rendimos homenaje a ese auto que, para orgullo de todos los argentinos en general y para el genio de Heriberto Pronello en particular, pudo lucirse en el célebre Festival de la Velocidad de Goodwood, Reino Unido. Agradezco a mi amigo Carlos Cristófalo de ar.motor1.com por permitirnos compartir sus crónicas en dicho festival.

Siento una gran satisfacción poder mostrarles el lucimiento del auto más bello que vi en mi vida, sí señor.

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