1 minute read
ESTUDIO DE LA POBLACIÓN
by Ali
En un estudio que realice me percate que esta manera de cerrar un ciclo, suelen optar por ella personas más sensibles, ya sea con algún tipo de problema (ansiedad, depresión , fobias…) o sin ellos, también personas que suelen o han solido vivir muy ancladas en los problemas del pasado, que nos les deja resolver los problemas del presente, y cuando despiertan, todo les sobrepasa, y tatuarse es una manera, de conforme se van desenredando los acertijos, irlos gravando a fuego como enseñanza.
Por lo que he podido observar, suele ser en un 75% mujeres, y suelen ser personas que llevan una buena vida, sin problemas con drogas, personas que estudian, trabajan, o ambas, personas que podría decir, demasiado ejemplares, normales.
Advertisement
Durante estos años de trabajo aproximadamente un 35-40 por ciento lo que ocupan este tipo de tatuajes, en muchos casos los clientes no se atreven a tatuarse por esta razón, porque les da vergüenza, porque no se quieren ver frágiles al recordar un momento de debilidad, una persona que les marcó, o un momento de su vida. Estos, suelen ser hombres.
“Cuando se están planteando el tatuarse ese X motivo, invade una sensación de superación y de sensación de que todo va a pasar, de fuerza, en el momento en que te lo estas realizando, y a posteriori, te sientes indestructible, empoderada, y que puedes afrontar todo lo que te pongan por delante, sin olvidar tus problemas, que son los que te crean. Y ahora siempre lo vas a tener marcado”.
He podido observar una estrecha relación entre realizarte un tatuaje emocional, y afrontar, superar o sobretodo cerrar una etapa de tu vida, que a estas personas les ha supuesto un mayor o menos desequilibrio mental.
“Ya está, mis heridas son estas, y no me atormenta mostrarlas y tenerlas conmigo siempre, soy quien soy gracias a ellas, y ya se curó todo”.