Lunes 6 de agosto de 2012, Revista del Campo, Diario el Mercurio http://www.mer.cl/Pages/SupplementDetail.aspx?SupplementID=6&BodyID=0&dt=2012-08-10
Taiwán, Israel, Chile y Corea del sur:
Pequeños, tecnológicos y con valor agregado Se conocen como los TICC, cuatro países que pese a no tener un gran tamaño como los BRIC, poseen un gran potencial de desarrollo agrícola. ANDREA ORTEGA C. En 2001, Jim O'Neill, economista y hoy presidente de la empresa Goldman Sachs, acuñó el término BRIC para países que por su tamaño generarían un importante impacto en la industria (Brasil, Rusia, India y China). Para Chile aparecían como alternativas interesantes de mercado. Sin embargo, en 2009, el país apareció entre los TICC, donde con Taiwán, Israel, y Corea del Sur, serían economías que, pese a tu tamaño, tienen gran potencial, mayor desarrollo humano y sistemas democráticos, aspectos que podrían potenciar sus negocios y despertar atractivo para inversionistas extranjeros. A nivel agrícola también han despertado interés, por su gran desarrollo en reducidos terrenos, avances tecnológicos y agregación de valor a sus productos, que los han llevado a dictar cátedra en temas de seguridad alimentaria, innovación y desarrollo agrícola. "Estos países tienen muchas características positivas en común, como su seriedad y la confianza que generan a la hora de hacer negocios, y su desarrollo tecnológico y económico. Además, tienen la facilidad de responder ante eventos, como las crisis económicas, con mayor agilidad que otros y enfrentar de mejor forma las volatilidades del mercado", afirma el economista agrario y PhD, Marcos Mora. Todas estas razones han hecho que estos cuatro países sean cada vez más atractivos para la industria agroalimentaria. Aquí una mirada al agro de los TICC:
TAIWÁN, VALOR AGREGADO Taiwán es uno de los países que más resaltan por su eficiencia en el uso de suelo. Y es que pese a que la superficie arable no supera el 25% del total, debido a que la mayor parte es montaña y ladera, cultivan más de 90 especies de frutas y vegetales, según datos del Consejo de Agricultura de Taiwán (COA) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto sin considerar el desarrollo ganadero y florícola. Por esto los taiwaneses se han orientado a productos con un mayor valor agregado, como las flores -como las orquídeas-, que desarrollan en laboratorios gigantescos dentro de sus parques industriales. Otros productos son los cítricos, plátanos, carne de cerdo, arroz y aves de corral. Pese a que el sector no representa más del 4% del PIB de Taiwán, su importancia radica en que es la fuente de trabajo de miles de familias campesinas, que tienen en promedio una hectárea de terreno para cultivar. "La agricultura en Taiwán no es tan relevante como la industria. Sin embargo, la tecnología que hemos desarrollado en el sector ha ido creando más valor agregado y nos ha permitido incluso exportar esta tecnología a países de Centroamérica y África", explica Carlos Lee, director de Economía de la Oficina Económica y Cultural de Taipei. El subsector agrícola más relevante es el ganadero -especialmente porcino-, que representa un tercio del total de bienes agrícolas producidos y que está llevando a que muchos predios dedicados al arroz se estén convirtiendo en porciculturas, ya que les resultaba más rentable. El sistema de organización está sustentado en el cooperativismo. Estas entidades son las encargadas de realizar extensión, comercialización e incluso prestan servicios financieros y de seguros para los agricultores.
Además, los agricultores de Taiwán son fuertemente subsidiados sobre todo para potenciar el uso de la tecnología en los campos, ya que se ve a esto como una forma de arraigarlos a la tierra, puesto que uno de los problemas del país es mantener a los jóvenes en las zonas rurales. Entre sus herramientas tienen un sistema de exploración remota, en el que mediante fotografías infrarrojas y satelitales pronostican la producción de cosechas, monitorean enfermedades y plagas, investigan la contaminación de agua, identifican los recursos naturales y estudian el uso de las tierras. Además, ahora cuentan con un sistema de cloud computing del COA que esperan utilizar para la transferencia de conocimiento agrícola, con programas educativos y asistencia gratuita de expertos.
La meta de Taiwán ahora es enseñarles a los agricultores a sacar provecho de la venta directa de sus productos por internet, lo que permitirá conocer mejor a sus clientes directos y obtener mejores precios, comenta Lee. Actualmente, entre las principales exportaciones agrícolas de Taiwán se destaca el arroz, la carne de cerdo y el durazno, o momo. Los destinos principales son Japón, Hong Kong y Estados Unidos. Mientras que las principales importaciones son de madera, maíz, cueros, vinos y mariscos. Los principales suministradores de este mercado hoy son Estados Unidos, Malasia y Australia.
ISRAEL, TECNOLOGÍA DE PUNTA De los 22 mil kilómetros cuadrados que tiene Israel, el 60% es desierto. Sin embargo, los israelíes crearon sistemas tecnológicos que les permiten cultivarlas y hoy se autobastecen e incluso exportan frutas y hortalizas. De hecho, han conseguido rendimientos récord de 80 toneladas por hectárea en plantaciones de cítricos, en pleno desierto. "La escasez de tierra y de agua ha obligado a desarrollar métodos y tecnologías para aumentar los rendimientos, en el mismo espacio y con menos agua cada vez. Así nacieron el riego por goteo, las semillas mejoradas, la reutilización de aguas para la agricultura, los invernaderos de ambiente controlado, entre otros", explica Gerardo Galaz, jefe de desarrollo de nuevos negocios de la Embajada de Israel en Chile. Así, los israelíes hoy cuentan con una agricultura intensiva, tecnificada e incluso exportan sus innovaciones a todo el mundo, incluido Chile. De hecho, la tecnología agrícola ocupa un rol muy importante para su economía. Galaz explica que la exportación de productos de riego y semillas de alto rendimiento están entre las más relevantes. Sólo a modo de ejemplo, un kilo de semillas de tomate cherry desarrolladas por Zera Genetics se vende a US$ 350 mil", dice. Sin embargo, la agricultura tradicional es cada vez menos relevante, representa apenas el 3% para el PIB del país, ya que la mayoría de los productos corresponden a glosas tecnológicas. Pese a esto, Israel exporta cerca de US$ 955 billones al año sólo en agro, según cifras de la Embajada. Los principales envíos son de vegetales (US$ 544 millones), especialmente cítricos, los que acaparan el 36% del total exportado en frutas. Su principal destino de exportación es la Comunidad Europea, que absorbe el 90% de los envíos al extranjero que realiza el país. Entre los productos que exporta, además de naranjas hay papas, zanahorias, paltas, piñas, melones, papayas, manzanas, etc. Galaz comenta que al igual que Taiwán, la asociación colectiva, el kibutz, es muy fuerte para la pequeña agricultura. Aunque el mayor fuerte del agro hoy está dentro de los laboratorios. "Gracias a la inversión en investigación agrícola desde la creación del Estado, se han logrado
resultados espectaculares. Uno de ellos es el rendimiento récord de ordeña, ya que en promedio una vaca en Israel produce 60 litros de leche diarios y eso sin comer un gramo de pasto, sólo alimentos procesados", explica. Hoy, el desafío es mantener la innovación y seguir desarrollando nuevas tecnologías y productos con altos rendimientos pese al clima. Además de seguir como uno de los principales proveedores de conocimientos respecto de softwares, energías renovables no convencionales y biotecnología para el agro en el mundo.
COREA DEL SUR, SEGURIDAD ANTE TODO Corea es hoy uno de los destinos que cada día cobra más relevancia para las exportaciones de Chile, debido a su potencial de crecimiento. Pero como productor agrícola también es muy importante. Pese a que sólo el 16% de su superficie es cultivable, han cumplido metas como el autoabastecimiento de arroz, que consiguieron en 2010. "La producción agrícola local, especialmente de frutas y hortalizas, es de buena calidad, pero en volúmenes limitados y con altos costos de producción, lo que incide directamente en los precios de venta", explica Fernando Thauby, agregado agrícola de Chile en Corea del Sur. Por eso, el desafío para el país ha sido lograr mayor eficiencia. Al igual que los otros TICC, el agro no representa más del 3% del PIB nacional, pero es de gran relevancia para los segmentos rurales. Incluso tiene relevancia en la política, porque estos distritos debido a su tamaño e influencia eligen cerca del 20% de los representantes de la Asamblea Nacional. Además de la producción de arroz, cultivan otros granos, hortalizas y frutas. Estas dos últimas se concentran en la zona sur del país, ya que tiene un clima más adecuado. Los principales productos son cebolla, ajo, rábano, repollo, bulbos comestibles, sésamo y ají. Mientras, en frutas destaca la producción de mandarinas, manzanas, peras, kiwis, melones y uva. Sin embargo, la principal fortaleza de la industria agrícola del país es su seguridad alimentaria. Una de sus metas país es alimentar a toda su población, pero con alimentos de buena calidad y seguros. Thauby explica que este país "manifiesta una gran preocupación por la calidad y salubridad de los alimentos que se ponen a disposición de los consumidores, tanto para los alimentos de producción nacional como importados".
CHILE, PREMIO A LA ESTABILIDAD "Chile es hoy uno de los países económicamente más estables de América Latina, ha sabido resguardarse en tiempos de crisis y reaccionar ante los vaivenes del dólar. Todos esos factores hacen que sea un país atractivo, pues la confianza que entrega se premia", explica Marcos Mora.
Otro de los beneficios del país es su filosofía de libre mercado, su gran apertura internacional y la seguridad fitosanitaria de sus producciones, aspectos que han hecho que hoy las exportaciones agroalimentarias estén entre las principales fuentes de ingresos y la principal generadora de mano de obra y de repartición de riqueza en el país. Entre los productos más destacados, se encuentran las frutas, como manzanas y uvas; y también el vino, que ha logrado ubicarse entre los mejores del mundo y ha llegado a mercados tan lejanos como Corea. "El hombre de la calle en Corea conoce a Chile por sus vinos, su uva y sus carnes de cerdo, pues son los que han alcanzado gran éxito en este exigente mercado", explica Thauby. Pese a que las distancias a veces son un problema para las exportaciones y le resta competitividad a los productos, la calidad de éstos y seguridad alimentaria se han convertido en un gancho positivo. Además, la contraestacionalidad con grandes mercados importadores ha representado una de las mayores ventajas.