Naturaleza accidental - Jesús López Santamaría

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JESÚS LÓPEZ SANTAMARÍA

Naturaleza accidental

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JESÚS LÓPEZ SANTAMARÍA

Naturaleza accidental Selección e ilustración de portada de Fernando Zamora. Introducción del autor.

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Idea, diseño y dirección: Julián Alonso © los autores Imprime: Edición virtual de “Cero a la Izquierda” Ilustración de portada: Fernando Zamora Depósito legal:


Datos del autor: Jesús López Santamaría nació en Palencia.Doctor en Historia Contemporánea de España y Catedrático de Geografía e Historia, vive en Salamanca desde el año 1977. Ha publicado: Los últimos pecados, Rocamador, Palencia, 1968; La invitación del fuego, Amarú, Salamanca, 1998; La espesura de los márgenes, Diputaciòn, Salamanca, 1989; Vernácula sirena del otro Zurguén, Cátreda Poética “Fray Luis de León”, Universidad. Pontificia, Salamanca, 1990; Materias cardinales, Soubriet, Tomelloso (Ciudad Real), 1999; Porque somos fuego, Asociación Cultural “El Zurguén”, Morille, Salamanca, 2002; Nombrar los orígenes. Sed (2009-2011), Morille (Salamanca); 2012. Algunos nombres. Todas las aguas, Nueva Graficesa, Salamanca, 2015. Colaboró habitualmente en la revista “Rocamador”, Palencia; alguna vez con la de “Cuadernos del Matemático”, Getafe (Madrid); y en la primera etapa de Papeles del martes”, Salamanca, de la que fue uno de sus fundadores. Poemas suyos a veces aparecen en algunas antologías


Reflexiones póstumas sobre mi poesía y el juego del espejo Un día muy lejano soñé con llegar al “faro del fin del mundo” y ahora, tarde ya, me doy cuenta de que aquello no fue un sueño, no, sino una revelación de mi propia historia. Estoy hoy a pocas jornadas de dar fin a ese trayecto, pisando un terreno que entra a formar parte, sin duda alguna, de mi “condición póstuma” y. con un bagaje tan ligero que podría decirse equipaje de bolsillo. Mirando hacia atrás, me convenzo cada vez más de que mi producción poética se reduce a un juego de doble puerta: una que me abre a un mundo desafiante y otra que me arroja a la intemperie y me abandona a mi capricho. “Los últimos pecados”, mi primera obra poética, me hizo sangrar horas y horas, atado al desafío de la norma, sin lograr alejarme del quicio de esa primera puerta. La azarosa intemperie a la que salí por la segunda puerta empezó a turbarme con “La espesura de los márgenes”, un poemario que se me antoja mi obra seminal que abrió su tiempo con ese título y que nunca, en realidad, se cerró porque cada pieza nueva que publicaba se convertía para mí en un ejercicio de reparación y de remate de mis intenciones poéticas. Así pues, “La invitación del fuego”, “Vernácula sirena del otro Zurguén”, “Materias cardinales”, “Porque somos fuego”, “Nombrar los orígenes” y “Algunos nombres” y otros títulos que han de esperar, son sin duda piezas que confirman, aclaran y cierran todo lo que se abrió con “La espesura de los márgenes”. Lo seminal va consumándose [3]


con esas criaturas que con su propia materia puebla ese mundo de turbia intemperie. Todas ellas, puramente

matéricas, cierran el desafío de esa disyuntiva que siempre nos acompaña, o norma o materia. Aquí, para hacer frente a la intemperie, la palabra se convierte en espejo que en principio te ciega pero ilumina al mismo tiempo su lectura. Materias cardinales. Materias, a veces, de naturaleza accidental que la lectura recupera y las devuelve su naturaleza habitual. Este “juego del espejo”, ayudando a leer un poema, copiado al revés, es el simil más apropiado para repensar mi labor poética que busca siempre apoyarse sobre la intención de ahorrar al máximo el aporte de materiales lingüísticos, sin que por ello tenga uno que creer que poesía es economía, sino más bien contención y selección, para que pueda llegar algún día, al menos consciente, al faro de mi fin del mundo. Jesús López Santamaría

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Jesús López Santamaría

Con la vida dispuesta a nuevo estribo, tomo en serio este oficio de viajero, que así soy cuando escribo lo que quiero y así hago cuando tacho lo que escribo. Confieso que vigilo cuanto vivo, que puesto en el placer no soy severo, no me vencen ni el sexo ni el dinero ni las malas palabras que recibo. Dispuesto estoy, soporto mi estatura, hablo a secas, con años muy contados. Ojalá me confunda si te juro que hace años que no cambio de postura: como joven exploro otros pecados; como viejo callado estoy seguro. (De “Los últimos pecados”. 1968)

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Naturaleza accidental

HAY QUE VIGILAR

No te duermas, corazón, que aún no es hora de repasar las cuentas y el tiempo pasa como un chasquido que todo lo rompe. Aún la vida me tiene despierto a empujones y ha de durar esta conciencia para ir ordenando las razones que nos mantuvieron firmes todo el día. No te duermas, corazón que la noche es larga, estaremos solos y peligrarán las promesas con que juramos mantenernos alerta.

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Jesús López Santamaría

Temo que en estas horas nos roben el entusiasmo con que fuimos eliminando la inocencia de nuestros amigos. Tengo miedo que a cada minuto venga una última muerte destrozando nuestra obra: aún quedan muchos compañeros perdidos en el engaño. No te duermas, corazón. Vamos a sufrir esta noche Para que mañana el dolor no nos sorprenda. (De “Los últimos pecados”. 1968)

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Naturaleza accidental

Hubo un tiempo sin luz que para vernos comprábamos espejos y en la alcoba volviendo a la memoria, cada noche, tuvimos que ensayar el mismo rito. Hijastros del silencio, casi magos, hicimos que el cristal nos repitiera el eco que en la calle ya era historia. (De “La espesura de los márgenes”. 1989)

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Jesús López Santamaría

Ángeles hubo que al cristal vinieron para aceptar el reto de iluminar su esencia. Sacaron de la estancia la última sombra y alguien puso en las llaves una gota de muerte. Cuando al fin se oyeron frente a su propio rostro sólo lo humano les miraba y en la alcoba un fulgor desataba del tiempo la memoria. (De “La espesura de los márgenes”. 1989)

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Naturaleza accidental

Porque debe saberse toco lo mínimo que hay en el páramo. Cuando golpea el viento cosas tan chicas pueden hacerse campana. De nada vale nombrar lo que vemos. Estando allí, las palabras son en el páramo beleño. (De “La espesura de los márgenes”. 1989)

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Jesús López Santamaría

En lo negro probaron encontrar las raíces y bajo las raíces sólo hallaron la sombra. Partí de su experiencia confiando en los confines. De las luces que ansié quedaron las promesas y sobre aquellos dones volvía a tocar lo negro y acaso, como nunca, vivamos en la noche, la raíz del milagro. (De “La espesura de los márgenes”. 1989)

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Naturaleza accidental

Lo presente no es aureola ni tímpano suave ni conjuro ni seductor cristal ni luz. Lo presente sólo mora aguardando su renacimiento en el límite inconcreto de la sombra. (De “La espesura de los márgenes”. 1989)

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Jesús López Santamaría

DONDE LO OSCURO HABITA Donde habita I di fuente di simiente di también pozo piensa en la savia no toques el anillo de tu dedo no lamentes el ruido porque en su lejanía desde lo más profundo algo en ciernes se acerca a la materia donde sé que me nazco y que tú estás naciendo (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Naturaleza accidental

VI la imagen de la fuente nunca suena suena el fluir de su corriente la imagen nunca da nombre a la fuente es la corriente quien puso el murmullo y llamó fuente a la fuente de su corriente eso que de continuo cambia pero se queda para siempre de continuo su nombre todo cuanto amo fluye nada queda tan sólo la nostalgia y una herida que duele cuando dicen mi nombre. (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Jesús López Santamaría

DONDE LATE LA FUENTE II habitan en mi casa millones de palabras con derecho a cocina y una celda en penumbras liban sus sombras sin cesar y a cambio ofrecen la claridad de verse dueñas de sus propios confines mi mejor aposento fue su alquiler anidan de continuo en los estantes no se las nota estar pero advierten su presencia cuando me enfado porque no sé hablar apenas sin la ayuda del soplo de su esencia nunca cierro las puertas todo lo dejo abierto que se empape la casa y se contagie del capricho y la luz de sus orígenes (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Naturaleza accidental

XII vivo tiempos sombríos con alegría paseo algunos sábados qué ternura por las gargantas del río mi río me tientan sus umbrías aquí pegadas junto al olmo levantaría casa y patio diría habito habito lo sagrado mis amigos aplauden la ocupación a mí no me molestan estas sombras no me entristece ni me inquieta la penumbra sobre el valle don de la luz sin vivir vivo la oscuridad de estos tiempos velados porque lo lóbrego de las afueras no puede con la luz de las alcobas no puede con mi luz (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Jesús López Santamaría

XIII de las fronteras vi muchas especies muros de piedra a los que acudo a venerar por sus metales no por la línea de destierro que a fuego marcan banderas vi flotando bajo el viento cobijando a su grupo y divisa islotes de salvaje hermosura sin puentes de ida y vuelta solitarios viví en muchos hogares celoso siempre de que la ceniza de mis palabras manchara las alfombras pero decía pan y el aire me sabía a hambre decía amigo y cientos de enemigos me asediaban decía dios y miles de biblias me aplastaban una vez dije ignoro y toda la ira del mundo me maldijo palabras vi no quise oírlas cada una con su poso de agravio y acidez grité grité por fin basta basta hasta cuándo me quedé solo no quiero decir no (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Naturaleza accidental

XVI capas acuosas tienen las palabras del mismo modo las cebollas en un caso y en otro lloras cuando las picas pero palabras y cebollas sufren distinto temple a unas las empocho empecino a las otras me avergüenza airear estos asuntos que son sólo de alcoba os hablaré algún día del milagro del pan de la cebolla de la palabra (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Jesús López Santamaría

DONDE NO TODOS SON NOMBRES V me trajo el mensajero un paquete repleto de palabras don de una anunciación de hojas escritas con la sangre se marchó el mensajero su mensaje palpita entre mis manos tengo miedo de abrirlo por si hiero el tono ya casi sagrado de un sabor de muchos años me acongoja dejar todo esto escrito sin dignarme a nombrar en alto todas las palabras las voces en las que aún se estremece su virgen don su anunciación (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Naturaleza accidental

X te acostumbraste a ver en las palabras un agua que rebosa y alimenta la sed un incierto sabor orientales aromas a la voz asumida de antepasados ignorados jugabas así al gozo de nombrar lo innombrable el mundo entero se te abría sin saber con qué llaves nadie vio puertas ni ventanas nada cerraban en tu hogar sus cerraduras nunca supiste toca toca hoy tus labios no vino por azar la sal a ellos daban sed tus palabras te olvidaste que el agua también es mar (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Jesús López Santamaría

XVII de allí donde lo oscuro habita lumbres no presentidas ciego anhelo ciego mundo millares de luciérnagas apagándose en la ceniza de su universo de allí viene el anuncio de su deslumbramiento de aventar las pavesas y mantener las ascuas vivas de allí donde lo oscuro habita sale la luz sale el sonido licores tránsfugas de seres perdurables con los que nombro y salvo la oscuridad (De “Nombrar los orígenes”. 2012)

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Mientras dure la nieve

MI FARO DEL FIN DEL MUNDO I (Mi tiempo póstumo) Llegar quise en un tiempo hasta el faro del fin del mundo. Inocente de mí, después de tantas idas y tantas vueltas, comprobé que seguía siempre en el mismo sitio, en el faro, sin duda, del fin del mundo que era ahora el del fin de los tiempos, del mío para siempre, mi tiempo póstumo.

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Jesús López Santamaría

II (Buscando una ilusión) Siendo joven podía hasta soñar con llegar algún día a mi faro del fin del mundo. Hoy, sin querer, soy yo mi propio faro, pero sin luz para guiar y salvar de naufragios; sólo lugar de memoria, nítida imagen, sin embargo, para recuerdo efímero de aquel que aún sigue buscando una ilusión donde agarrarse. (Leyendo, frente al mar, “Condición póstuma” de Marina Garcés) Isla Plana, julio de 2017

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“NATURALEZA ACCIDENTAL”, de Jesús López Santamaría, se editó de manera virtual en septiembre de 2017, como número 28 de la colección “CUATRO CANTONES”, colección de mini antologías de poetas palentinos, dirigida por Julián Alonso y editada por “Cero a la Izquierda”

Cuaderno número 7de la edición virtual

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Títulos publicados: 1.- Tocad su corazón José María Fernández Nieto 2.- Árbol del paraíso Juan José Cuadros 3.- Una palabra menos Felipe Boso 4.- ¿Estás contenta? Cres Sanz Ruipérez 5.- In memoriam Santiago Amón 6.- Versos ocultos Juan Manuel Díaz-Caneja 7.- Paraíso y exilio Jesús Alonso Burgos 8.- Memorias y reincidencias Javier Villán 9.- Fechas retenidas Marcelino García Velasco 10.- Casi una vida - Versos e imágenes Antonio L. Bouza 11- Pasos contados Manuel Carrión Gútiez 12.- Cierta cantidad de silencio Joaquín Galán 13.- Campo a través Fernando Zamora 14.- Sonetos Gabino-Alejandro Carriedo 15.- Ecos del alma Carlos Urueña González 16.- Aire de un tiempo moderadamente vivo Manuel de la Puebla 17.- Palabra o claridad Manuel Bores Treceño 18.- De acá para allá Jesús Aparicio 19.- De niños. Poemas Esperanza Ortega

20.- Como un lento veneno Julián Alonso 21.- Exilio César Muñoz Arconada 22.- Señas de identidad Mariano Íñigo 23.- Micropoemas Ajo 24.- La voluntad del paso Julia Gallo Sanz 25.- Itinerarios Victorino Martínez 26.- En cuatro idiomas Gregorio San Juan 27.- Mientras dure la nieve Amalia Iglesias Serna 28.- Naturaleza accidental Jesús López Santamaría



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