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Alimentación en el primer trimestre
Existen mitos populares como que la mujer embarazada debe comer por dos o por uno y medio. La futura mamá debe saber que esto es totalmente falso ya que, si lo hace, puede llegar a sufrir un gran aumento de peso. Lo que debe hacer es comer sano y saludable para una buena nutrición en el embarazo. La cantidad de energías que la futura mamá debe consumir se incrementa durante el embarazo ya que el metabolismo aumenta y también porque se está formando el nuevo ser. Estas necesidades deben verse a nivel personal e individual, ya que dependen de una gran variedad de factores que son diferentes en cada mujer como lo son el peso, la intolerancia hacia algunos alimentos, el ejercicio que hace, el tiempo de gestación, entre otros. Una de las razones por la cual aumenta la necesidad de comer, es debido a que se presenta una necesidad extra de energía de aproximadamente 150 calorías. Es importante que durante los nueve meses, la mujer siga haciendo su rutina habitual y considerar que el embarazo es un estado completamente natural. Si bien es normal que se aumente de peso, éste debe ser moderado y controlado, pues en caso de lo contrario, esto puede generar complicaciones durante el embarazo y parto. Si la mujer tiene sobrepeso, lo ideal es acudir a un nutricionista antes de quedar embarazada ya que no se recomienda hacer dietas durante el período de gestación. Es normal que al comienzo del embarazo hayan mujeres que bajen de peso. Esto se debe a las náuseas y fobias a algunos alimentos, olores y otras cosas, lo cual desaparece algunos meses después.
Nutrición en el embarazo
Si la mujer se encuentra en un estado nutricional normal, la alimentación debe seguir como ha sido hasta ese momento.
Si la futura mamá presenta náuseas o vómitos, se aconseja ingerir alimentos con frecuencia en pequeñas proporciones. Preferiblemente alimentos secos como galletas de soda o tostadas.
Se debe evitar el exceso de condimentos, grasa y sal. Para evitar las náuseas es mejor no consumir líquidos antes de comer alimentos sólidos. Se debe estar bien hidratada para evitar la deshidratación por pérdida de líquidos y electrolitos. Hay que consumir una vez a la semana alimentos que son fuente de hierro como carnes rojas, lentejas y espinacas. Consumir abundantes alimentos ricos en fibra como frutas y verduras. Ademàs de granos integrales