Hector Berlioz (1803 - 1869)
Obertura “El Carnaval Romano”, Op. 9
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ompuesta en 1843-1844 esta obertura tuvo un éxito inmediato en su primera presentación. Aunque no es su obra más famosa, esta obertura es todavía una obra maestra por derecho propio. Dedicada al príncipe Friedrich von Hohenzollern-Hechingen, un mecenas ilustrado de la música con quien el compositor entabló amistad durante una gira por Alemania en 1842. El estreno de Carnaval Romano fue dirigido en su estreno por el propio Berlioz en el Salle Herz en París en 1844. Berlioz solía ejecutarla con frecuencia en sus giras de concierto en el extranjero (en Viena particularmente fue todo un éxito, en su visita de 1845 hasta 1846), y se ha mantenido desde entonces una de sus obras más populares. La música está basada en material de dos escenas de su ópera Benvenuto Cellini de 1838 pero es completamente distinta a la obertura escrita con anterioridad para la ópera. El dúo entre Teresa y Cellini a principios del Primer Acto de esta opera, provee el material temático de la introducción de la obertura, y la escena del carnaval presente más adelante en el mismo Acto proporciona la mayor parte de la música para el allegro principal. Característico de Berlioz son los cambios de tonalidades originales de la música (de La bemol mayor a Do mayor, a continuación a Mi mayor, luego a La mayor para el dúo, y de Fa mayor a La mayor para la música del carnaval). El trabajo es un brillante ejemplo de la capacidad de Berlioz para traducir la música vocal en términos orquestales y volver a crearla en colores frescos.
Antonín Dvořák (1841 - 1904)
Concierto para Violoncello y Orquesta en Si menor, Op. 104 I. Allegro II. Adagio ma non troppo III. Adagio ma non troppo - Allegro moderato
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ste concierto pertenece al repertorio general de piezas para violonchelo y es uno de los más interpretados. Previamente el composi-
tor había iniciado la composición de un concierto para violonchelo en 1865, pero la abandonó tras completar la parte del solista, con un acompañamiento para piano que nunca llegó a orquestar. Está dedicado al violonchelista Hanuš Wihan, quien debía estrenarlo en Londres. Por razones que hoy día siguen siendo poco claras, conllevaron a la imposibilidad de Wihan de comprometerse con este proyecto. Finalmente se estrenó el 19 de marzo de 1896, en el Queen’s Hall de Londres con la Orquesta Filarmónica de Londres, bajo la batuta del propio compositor y con Leo Stern en el rol solista. Dvořák empezó a componerlo el 8 de noviembre de 1884 y le dió fin el 9 de febrero de 1895, lo que quiere decir que le dedicó los últimos meses de su estancia en Estados Unidos después de haber aceptado la invitación de Jeannette Thurber, fundadora del Conservatorio de Nueva York, para que se hiciera cargo de la dirección de esta institución. Dvořák se trasladó a América en 1892 y permaneció allí hasta el 30 de abril de 1895. Aunque concebido y escrito en Estados Unidos, este concierto no contiene elementos folklóricos americanos, como otras de sus obras compuestas, sino que rezuma esencias bohemias como si quisiera expresar su deseo de retorno a la patria. El concierto consta de tres movimientos y tiene una duración aproximada de 40 minutos. El primer movimiento (Allegro) comienza con una introducción orquestal con dos temas, uno de ellos marcado por los clarinetes y el segundo por un solo de trompa que es expandido por la orquesta, tras lo que se inicia la presentación del solo de violonchelo elaborando ambos temas. El desarrollo del movimiento sigue el esquema clásico de la forma sonata. El segundo (Adagio ma non troppo) empieza con un pasaje orquestal seguido por el violonchelo, que presenta una lírica melodía en sol mayor. Tras un pasaje tormentoso a cargo de la orquesta, el violonchelo aborda el segundo tema, basado en un lied compuesto por el propio Dvořák unos años antes, Lass’ mich allein (Op. 82, Nº 1). El retorno del tema inicial conduce la música serenamente hacia su conclusión. El último movimiento (Adagio ma non troppo - Allegro moderato) comienza con un motivo similar a una marcha que el violonchelo toma inmediatamente para desarrollar el tema principal. El movimiento asume una forma de rondó, que el violonchelo cierra evocando fugazmente los