Edición Julio 2013 Nro. 34 Distribución Gratuita Tiraje: 10.000 ejemplares
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Transformación Por Antonella Weisson E. (Arwen)
“Es hora que la oruga acepte su transformación a mariposa” Cuando escribí mi nota de Reflexión al terminar el 2012 denomine este 2013 como año de la transformación, me encantó ver que al comenzar Enero muchos canalizadores también lo denominaron de esa forma, sonreí pues sabía que el mensaje que se esparció al universo había sido recibido por muchos en forma correcta, pero que lejos estaba de pensar que difícil seria que la Mariposa dejara la oscuridad de la crisálida y pudiera extender rápidamente sus alas observando el bello cielo que esperaba su vuelo. Qué difícil resultaría alejarnos de todo ese pasado que por siglos amordazo las almas y confundió el espíritu de los Seres humanos. Mucho se habló de el Gran Portal que traería el 21 de Diciembre del 2012, se tejió un sinnúmero de fantasías que se esperaba que sucediera físicamente provocando pánico entre muchos. Felizmente este tipo de presagios ya no hicieron mella en la humanidad como siempre lo habían hecho, muchos fuimos los que entendimos que esa Gran Puerta no se presentaría de forma “Física” ni que se producirían sucesos “extraordinarios” que harían “recapacitar” a la humanidad sobre sus actos. Muchos entendimos que todo sucedería de una forma etérica y sutil no manifestable en esta 3D sino en otras dimensiones que se abrirían ante los seres humanos para descubrir una realidad basada en lo que verdaderamente somos y en lo que deberemos proyectarnos para avanzar. Hoy por hoy muchos creen que nada ha cambiado que todo sigue igual, que un día es igual a otro, que no hay nada mas pero gracias a la Divinidad muchos mas hemos aprendido a conceptuar este mundo, este universo en el que vivimos de una forma diferente y estamos anclándonos en él de esa forma, viviendo cada momento de nuestras vidas en base a esa concepción¸ haciendo más llevadero este transitar y aprendizaje cotidiano que los Seres humanos debemos alcanzar para esa conexión con lo etérico y Divino. Es tiempo que aceptemos esta transformación de una vez por todas, es tiempo de darle la opción a un nuevo amanecer para la Humanidad, es tiempo de sembrar nuevamente semillas de Fe, de Confianza, de Amor. El terreno ha sido preparado para que lo hagamos pero dependerá de nosotros si estamos listos para ello o no. Recién empieza el verdadero trabajo, el trabajo de hormigas obreras, un trabajo de luz que necesitará que nos unamos con el solo propósito de construir y crear sin miramientos de razas, status, creencias, religiones y demás. Lamentablemente esto no será de un día para otro, no se producirá con un movimiento de una varita mágica sino con esfuerzo y constancia. Preguntémonos entonces: si ¿estamos listos para lograrlo? y si ¿queremos hacerlo? si ¿podemos ver la luz que se presenta ante nosotros o nos mantenemos con los ojos cerrados por la ignorancia y el temor que nos mantiene atados a esa crisálida de oscuridad en que nos encerró el pasado? Eso solo fue una etapa que debíamos pasar para llegar a esta transformación pero solo de nosotros dependerá saber que ya esa etapa concluyo. Solo dependerá de nosotros y de nadie más. Con la llegada del equinoccio de la primavera los vientos que traen un nuevo inicio han empezado la transformación no solo sobre la Madre Tierra apartando de ella la oscuridad y el frio del invierno, sino también en la humanidad. “Como es arriba es abajo”. “El microcosmo en acción dentro del Macrocosmo”. Es así que una de las iglesias mas grandes de
la humanidad ha empezado una nueva etapa que se espera sea de cambios y de un nuevo recomenzar sobre las verdaderas bases en la que fue concebida -por el Maestro Jesús- y fundamentadas en la humildad y el amor, algo que muchos seres envestidos por ella olvidaron. Pero entonces ¿Cómo olvidar e ignorar tantos hechos que han desmoronado por siglos estas bases? Es una pregunta que surge en general a todos aquellos que miramos desde el exterior y que no compartimos en lo que se convirtió. Es una pregunta que me hice el día de ayer luego de que presencie una “discusión” de personas “entendidas en esta transformación espiritual” y mientras lo pensaba escuche en mi interior estas palabras: “Están viviendo una contradicción. ¿Cómo hablan de volver a la unidad si siguen anclados en un pasado y no viven un presente de cambio para construir un futuro que los aleje del pasado? ¿Es que los seres humanos nunca podrán aceptar que debe haber un inicio para ese cambio? Esa es la parte que deben soltar, esa es la resistencia que se produce al cambio a volver a ver la luz. Si no lo hacen entrarán en una verdadera contradicción entre aquello que dicen y esperan alcanzar y aquello que realmente vive en ustedes y que los coarta a poderlo lograr. No todos estarán listos aún, no todos habrán escuchado la verdad, no todos los corazones podrán expresar lo que realmente existe en ellos, es lo que llaman “libre albedrio”. No juzguen, el tiempo llegará a cada Ser cuando así lo quieran. la transformación se dará cuando sea él quien la escoja, cada quién estará donde deba de estar. Pero hasta mientras (eso suceda) no juzguen y no condenen por aquello que fue. Todo debe tener un inicio, un empezar y este será si ustedes asi lo quieren” Apoyemos todo cambio positivo, el cual para empezar debe ser iniciado con una actitud positiva. demos la opción a la esperanza de forjar un presente beneficioso para todos y un futuro en base de la armonía creada por el amor que hay de la Divinidad en cada Ser de esta tierra. Alejemos la oscuridad del pasado y aportemos nuestro grano de arena confiando en que todo está empezando para la construcción de este Mundo Nuevo. Solo lo lograremos dejando de juzgar un presente en base de las equivocaciones del pasado, aquel que no está listo para ello nunca despertó, sigue sumergido en su crisálida oscura, sigue inmerso en la penunmbra de aquel pasado que lo domina y por ello tenderá a esparcirla por donde vaya. No soy Católica pero creo firmemente en las bases en las que el Maestro Jesús erigió su iglesia, bases que son humildad y amor y anhelo que sean desenterradas por Francisco I volviendo a llevar ese mensaje que fue el que el Maestro dejó sembrado y que los Seres humanos olvidaron (…) “No es un Templo de piedra el que se necesita para hallar al Padre Madre, es una iglesia universal forjada por lo mejor de todos los seres que entienden y aceptan que el camino es la unidad basada en el amor que existe en nuestro corazón”.