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Política exterior: Estados Unidos y el Triángulo Norte

Roberto Antonio Wagner

Analista Político

Después de unas elecciones completamente atípicas en la historia de Estados Unidos de América (EUA), que recordemos escoge a su presidente de forma indirecta mediante un colegio electoral, el camino para que Joe Biden se convierta en el 46º presidente de los EUA el próximo 20 de enero está trazado. La interrogante para los países que conformamos el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), es ¿qué tanto cambiarán las cosas en cuanto a la relación que EUA mantiene con esta región geoestratégica para ellos?

Si dos elementos dependen exclusivamente del organismo ejecutivo de los EUA son la economía y la política exterior. En la parte económica, los cambios tan marcados, entre lo que fue el gobierno de Franklin Delano Roosevelt (1933 – 1945) hasta la fecha muestran como cada administración implementó una política económica, financiera y comercial muy distinta a la de sus pares. Sobre política exterior no existe un país que haya tenido una tradición doctrinaria tan rica como los EUA desde al doctrina Monroe (1823) hasta la doctrina Bush (2001). Tomando esto en cuenta, no nos debería quedar duda que un cambio, al menos en forma se avecina para la región. Y digo en forma, porque Biden fue una pieza clave en la política exterior durante la presidencia de Barack Obama (2009 – 2017) y fue el arquitecto del Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte (PAPTN), lanzado en 2014.

Los tres elementos claves de nuestros países y nuestra relación con EUA son Economía, Migración y Seguridad pero lo primero que hay que entender es que en ese orden son nuestras prioridades con los EUA mientras que ellos ven las mismas al revés. En cuánto a la economía hay que estar muy atentos al trato que EUA le va a dar al CAFTA, que durante la administración de Obama se enfocó fuertemente en los capítulos 16 (Trabajo) y 17 (Medio Ambiente) y no así en temas propios de comercio y transacciones financieras. En cuanto a seguridad la lucha contra el narcotráfico seguirá su ritmo bajo la exigencia de más detenciones y confiscaciones, así

como menos casos de avionetas clandestinas que aterrizan en el país. Sobre el tema de migración, lo más importante será si el gobierno de Joe Biden elimina el acuerdo de Tercer País Seguro suscrito con los países del Triángulo Norte. Si lo hace, esto abre una oportunidad para mejorar las negociaciones bilaterales de cada país con EUA. Pero si no lo hace, entonces cada país, pero en especial Guatemala, deberá esforzarse más para alcanzar metas económicas, de seguridad y migratorias con Washington.

En conclusión, los tres puntos esenciales a tomar en cuenta en el corto plazo son: Primero, que la economía de EUA mejore para que el flujo de remesas siga rompiendo los récords que hemos visto en los últimos meses. Segundo, cuál será el próximo plan de cooperación y desarrollo que los EUA propondrá para la región, tomando en cuenta el fracaso del PAPTN que fue precisamente creado por Biden. Tercero, y más importante, antes que esperar a ver que pasa con los dos últimos puntos, Guatemala y sus vecinos, como socios históricos de EUA, debemos retomar un mayor protagonismo en cuanto a la oferta de oportunidades de inversión y alternativas al comercio después de la crisis del COVID-19 y no solo esperar los designios del nuevo inquilino de la Casa Blanca. @ RawWagner

Fuente: Las ocho medidas de mediano y largo plazo que deben realizarse por pares de países en las fronteras comunes incluyen: (i) adopción de estándares internacionales; (ii) promoción de la interoperabilidad de la información; (iii) realización de controles basados en la gestión integral del riesgo; (iv) operadores económicos confiables; (v) control cuarentenario; (vi) reforma de la infraestructura y equipamiento fronterizo; (vii) coordinación e integración de los procedimientos de control; y (viii) atención de los impactos económicos y sociales de las intervenciones en las zonas fronterizas.

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