la opinión Entrevista a Ana Vasco

Tesorera de la Asociación de Amigos do Museo de Belas Artes da Coruña

El proyecto ‘Un museo en movimiento’ nace en el año 2017. ¿Qué os impulsó a ponerlo en marcha? En otoño de 2016, la Fundación EMALCSA abre una convocatoria de subvenciones para asociaciones y entidades que favorecieran la eliminación de obstáculos y el acceso igualitario e inclusivo a la Cultura, creando así el programa que hoy se conoce como Cultura Accesible e Inclusiva. El Museo ya contaba con la presencia de grupos de diversidad funcional entre su público, por lo que, para enriquecer esta labor, diseñamos un proyecto destinado a aquellos a los que les resultara más difícil o casi imposible desplazarse hasta sus instalaciones. Sería la Asociación quien trasladaría los contenidos del Museo más allá de sus muros, de forma virtual.

(Asociación pro Enfermos Mentales). En cuanto a los primeros, la actividad facilita la interacción y el acercamiento personal, sirviéndoles para conocerse mejor y aprender a trabajar en equipo. Además favorece la expresión de emociones, fomenta la autoestima y la superación de los miedos e ideas preconcebidas sobre sus capacidades. Por lo que respecta a la monitora de taller de APEM, se aprecia una evolución muy positiva en autonomía, autoeficacia y naturalidad, así como en la interacción con los usuarios. En definitiva, vio cambiado su rol de ser la que recibe ayuda, a ser la que la ofrece.

Las actividades tienen un componente teórico y otro de carácter práctico. ¿Qué metodología se utiliza para cada uno de los colectivos?

La Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de La Coruña, galardonada por su proyecto Un museo en movimiento en la primera edición del Premio Excelencia ODS-Amigos de Museos, creado por la Fundación Aon España y la Federación Española de Amigos de los Museos. La distinción reconoce el alineamiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y está dotada con 3.000 euros.

Se trabaja directamente con personas de la tercera edad, por una parte y con colectivos con discapacidad intelectual. ¿Qué experiencias humanas habéis podido extraer de estos dos colectivos en su participación en el proyecto? El proyecto distingue dos aspectos de inclusión: por un lado, la inclusión social y cultural de los grupos beneficiarios, y por otro, la inclusión también laboral, desde el momento en que uno de los miembros del equipo procede de APEM

En rasgos generales, no hay muchas diferencias en relación con ambos colectivos, realizando siempre un esfuerzo por respetar y adaptarse a los ritmos, horarios e idiosincrasia de cada uno de ellos, y teniendo en cuenta la experiencia y la supervisión por parte de sus responsables. La jornada teórica consiste en una visita virtual sobre el tema elegido, seguida de un coloquio o puesta en común. Para el taller, se prepara una actividad que tenga como resultado una obra, ya sea individual o colectiva y que esté relacionada con los contenidos expuestos en la sesión de coloquio.

Los trabajos realizados en los talleres se exponen en el Festival de Artes por la Inclusión Cultural.

¿Qué respuesta obtienen por parte del público general?

El público está integrado fundamentalmente por aquellos participantes cuya movilidad y/o estado de salud les permita desplazarse a las exposiciones, además de todos los familiares y amigos. También suele interesar a gestores culturales y de servicios sociales, así como a las personas responsables y a las beneficiarias de los otros proyectos que integran el festival.

El proyecto trabaja directamente con dos ODS: el 10, sobre reducción de las desigualdades y el 11, sobre ciudades y comunidades sostenibles. ¿Creéis que podría vincularse su alcance a otros ODS? ¿Cuáles y por qué?

Pensamos que podría vincularse perfectamente al objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva…, ya que la actividad posee un importante componente educativo no reglado.

¿Qué supone para la Asociación la obtención del premio?

Este tipo de distinciones no sólo representan una importante aportación económica, sino también una plataforma para dar a conocer nuestro trabajo y compartirlo con otras asociaciones de Amigos, museos y demás entidades relacionadas con el ámbito de la cultura, y, lo que es más importante, un reconocimiento y un estímulo inmejorable para seguir trabajando, generando nuevas ideas y proyectos, y acrecentando la calidad de los que ya se encuentran en funcionamiento.

¿Tenéis previstos otros proyectos relacionados con el ODS 11 o la ampliación del proyecto ‘Un museo en movimiento’ hacia otros colectivos? Sí, en estos momentos tenemos en marcha otro proyecto llamado Identidades, las artes plásticasparalainclusiónsocial, destinado a colectivos desplazados por razones políticas o económicas, víctimas de violencia de género, o personas en situación de pobreza.