Todas las niñas tienen derecho a la educación. Se trata de un derecho esencial no sólo para que las niñas puedan crecer y aprender, sino para que también puedan convertirse en personas independientes y tomar decisiones propias en su vida. Sin embargo, algunos centros escolares no son sólo lugares donde aprender y explotar las potencialidades propias; también se pasa miedo o se sufre la violencia del profesorado, el personal de la escuela o los compañeros.
Únete a la petición global para que los centros escolares sean lugares sin violencia para las niñas. Tú puedes hacer de las escuelas lugares seguros para las niñas.