2 minute read
LOMA EL PICHÓN (NOVENA PARTE
Ramiro Matos González
Mayor General® , eRD
Advertisement
Al día siguiente, 6 de mayo, conseguimos que el jefe de Estado Mayor de la faD nos enviara un helicóptero oh para hacer un reconocimiento. El helicóptero llegó en horas de la mañana, piloteado por el primer teniente piloto George Rodríguez. Abordamos la nave, me acompañaban el coronel García Tejada en, (comandante del 6to. Bon.) y el capitán Dante Ortiz y tomamos rumbo a Valle Nuevo. Desde ese lugar, seguimos ascendiendo hacia Alto de la Bandera, pasamos por su ladera sur, rumbo al Pichón y, suspendidos, frente a la ladera sur, observamos el lugar de la tragedia y los restos del avión. El capitán Dante Ortiz tomó algunas fotos de los restos. Las ráfagas de viento nos obligaron a regresar hasta el Valle Encantado Uno. El coronel García Tejada continuó hacia la zona por donde se desplazaba el grupo Tireo. Descendió en Los Botados y desde allí me comunicó que los restos mortales del coronel y el capitán estaban siendo llevados
Miembros de las Fuerzas Armadas mientras transportan las urnas con los restos del Coronel Piloto Juan Antonio Álvarez Peynado y el Capitán Piloto Idelfonso Apolinar Then
rumbo a Constanza, y que los demás despojos estaban siendo bajados de la montaña.
Ya con ese conocimiento, pedí el helicóptero y regresamos a Calderón. En la tarde, un vehículo que nos esperaba en Alto de la Bandera, nos transportó hacia Constanza.
Me informa el general Luna Paulino (que era primer teniente en este año 1976), «que ese día 6 de mayo, hicieron el recorrido hasta «Los Botados», y que luego de un corto descanso, continuaron ascendiendo por el cauce del Río Blanco y al anochecer llegaron a un rancho abandonado y que cerca de este (por indicaciones de uno de los guías que había participado en el rescate en el mes de enero de 1972), encontraron los restos del coronel Peynado y del capitán Then (envueltos por ponchos). Dice Paulino, que le llamó la atención, que los cabellos del capitán eran muy abundantes, dando la impresión que le habían crecido, pues la costumbre y los reglamentos eran muy estrictos y esa cabellera no era correcta. En ese lugar durmieron».
Se puede observar en el mapa el rancho donde durmieron, en coordenadas 33:80-84:75.
Sigue contando el general (r) Luna Paulino: «Al amanecer del siguiente día continuaron el difícil ascenso por las estribaciones de «Loma El Pichón» y aproximadamente cinco horas después, llegaron al lugar donde se encontraban los restos del avión». También nos narra «que daba la impresión que partes importantes de esos restos habían sido saqueados». Iniciaron el rescate de los cuerpos, los cuales estaban sepultados superficialmente e identificados por cruces improvisadas con sus nombres.