LA FUGA DEL BERRUGO DE LAS HABAS Un Miércoles Santo por la mañana llegó a casa mi hijo a visitarme. Venía acompañado de mis tres nietos, de 9, 7 y 5 años respectivamente. Nada más llegar me rodearon sin dejarme caminar mientras, alborotados me decían al unísono: ¡¡Cuéntanos una historia de procesiones, abuelito!! Dispuesto a complacerles contesté: Vale, pero dejadme pensar un momento a ver qué os cuento… ¡Ya sé cuál!, les dije pasados unos minutos y empecé a contarles la siguiente historia: Sabéis que hoy es Miércoles Santo y que esta tarde sale la Procesión de los Coloraos, ¿verdad? Sí, sí, abuelito, me contestaron. Papá y mamá nos llevaron el domingo pasado a una iglesia donde estaban sacando muchos pasos. Ah, ¿sí?, les dije yo, pues entonces estuvisteis en la iglesia del Carmen y esos pasos que visteis son los de los Coloraos, que es la procesión que tendría que salir esta tarde, pero me parece que no va a poder ser… Con sus miradas de desilusión y desencanto fijas en mí, me preguntaron: ¿Por qué no va a salir la procesión abuelito? Pues mirad, les contesté yo: en uno de los pasos que deberían salir esta tarde va un hombre muy feo que le llaman “el Berrugo de las habas”. Pues bien, el Domingo pasado por la noche, cuando cerraron las puertas de la iglesia del Carmen y ya no había nadie ni en la iglesia ni por la calle que le pudiera ver, ese hombre se bajó del paso y se escapó.
El lunes por la mañana, cuando abrieron la iglesia se dieron cuenta de que el Berrugo no estaba en su sitio. Se había fugado y nadie le había visto salir ni nadie sabía dónde habría podido meterse. Los coloraos, muy preocupados por la fuga dijeron que si no aparecía el Berrugo, la procesión no saldría hoy. Rápidamente se extendió la noticia por todo el Barrio del Carmen y todo el mundo se puso en alerta. Los niños que viven en el Barrio y en los alrededores se llevaron un susto tremendo y se pusieron muy tristes, porque en esta procesión salen muchos niños vestidos de nazareno y también van muchos niños a verla. Así que fueron gritando por todas partes: “¡¡El Berrugo se ha escapado!! ¡¡La procesión
de los Coloraos no va a salir!! ¡¡Hay que encontrarlo rápidamente!!” Inmediatamente se pusieron en marcha los mayordomos de la Cofradía y fueron corriendo a avisar a la Guardia Civil, que enseguida mandó unos cuantos guardias para empezar a buscar a ese tipo tan feo y tan malvado. Y así, en ese estado de inquietud y de nervios transcurrieron el Lunes y Martes Santos, con los guardias buscando al Berrugo por todas partes sin encontrarle.
Pero, esta misma mañana, han dado la noticia de que la Guardia Civil le ha encontrado por fin. Dicen que estaba por la huerta, escondido detrás de una gran mata de habas. También han dicho que se ha pasado los dos días robando habas por todos los huertos y que ya tenía recogida una capaza llena de las más tiernas y frescas. Pues así, tal y como se lo han encontrado, con un puñado de habas tiernas en las manos, le han detenido y le han llevado dándole pescozones hasta la iglesia del Carmen, colocándole de nuevo en su sitio, en el paso del Pretorio para que la procesión de los Coloraos pueda salir esa misma tarde. Miré a mis nietos y vi que les había cambiado el semblante de intranquilidad y preocupación que tenían y ya más tranquilos, suspiraron aliviados al saber que por la tarde podría salir la procesión de los Coloraos y podrían coger un montón de caramelos, monas, huevos duros y también habas del Berrugo. Juan Manuel Nortes González