A sangre fría

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A sangre fría A sangre fría es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote, publicada en 1966 sangre fría es un novela de Truman Capote, que narra el brutal asesinato de cuatro de los miembros de una familia de Kansas. En 1959 un violento crimen sacudió la tranquila vida de Holcomb, Kansas. La sociedad norteamericana de aquellos años no tuvo más remedio que encajar con desesperación, angustia, miedo y, sobre todo, desconfianza, un crimen que sugería que cualquiera podía morir asesinado en cualquier momento. La familia asesinada, los Clutter, era el arquetipo del sueño americano en la década de los 50. Eran prósperos hombres relacionados con la agricultura, habitantes de un pequeño poblado de mayoría metodista. Tenían buen pasar, eran religiosos y asistían sin fallar a las misas dominicales. Generosos, empáticos, trabajadores, sanos, no tenían aparentes enemigos. Los asesinos, Richard Eugene (Dick) Hickock y Perry Edward Smith, eran convictos bajo libertad condicional que creían que en la casa de los Clutter hallarían una caja fuerte con no menos de diez mil dólares. No la hallaron, pero de todos modos asesinaron a los padres y a sus dos hijos adolescentes. Huyeron hasta México, regresaron a los Estados Unidos y siguieron a la deriva hasta que fueron identificados como los asesinos y arrestados. Un antiguo compañero de celda de Hickock (Floyd Wells) había trabajado para el señor Clutter en el pasado y le comentó a su compañero lo rico que era, incluso le aseguró que poseía una caja fuerte en su despacho con el dinero necesario para el mantenimiento diario de la granja (esto no solo resultó ser falso porque no existía dicha caja, sino que además el señor Clutter nunca llevaba mucho dinero encima ya que siempre se manejaba con cheques; de hecho, el monto de dinero robado el día del asesinato no llegó a los cincuenta dólares). Fueron condenados a la horca en 1960, pero se impugnó el veredicto alegando injusticia en el proceso y se volvió a abrir el caso hasta que en 1965 se cumple la condena, tras un largo proceso

i hay una obra que transformó del todo el panorama periodístico y literario en la década de 1960, esa fue “A Sangre Fría“. Sobre todo por el éxito comercial y editorial que supuso la novela: a menos de un año de su publicación vendió cerca de trescientos mil ejemplares sólo en Estados Unidos, según el New York Time Review. Un año después fue llevada al cine por el famoso director Peter Brooks. Todo el mundo hablaba de A Sangre Fría y en ese éxito tuvo mucho que ver su autor, Truman Capote, que había hablado de esa «fundacional novela de no-ficción» mucho antes incluso de escribirla. Hasta entonces se habían escrito no pocos textos de ese tipo. Se hablaba desde mucho tiempo atrás de los reportajes que Gay Talese publicaba en The New York Times y de la


camada de autores, entre ellos Tom Wolfe y Norman Mailer, que publicaban relatos largos sobre temas reales. Pero entonces, a finales e inicios de la década de 1960, no había un tema tan impactante como para ser narrado en todo un libro. Un crimen, la materia prima de las novelas de suspenso, fue el detonante que hacía falta para el nacimiento oficial del Nuevo Periodismo. Nos referimos a la larga investigación que emprendió Truman Capote sobre el asesinato de la familia Clutter. Los críticos de la época, incluido Norman Mailer, decían que no podía haber una novela que utilizara como insumo la realidad. Se hablaba de una contradicción, pues la teoría literaria decía que una novela se basaba en hechos irreales, ficticios. Una novela real, en ese sentido, era una aberración. Sin embargo, el libro de Capote, a diferencia de muchas obras que consiguen el reconocimiento en la posteridad, se convirtió en un éxito ni bien salió al mercado. La novela era (y es) un relato bastante minucioso, que envuelve al lector desde el inicio. El primer capítulo (Los últimos que los vieron) es posiblemente lo mejor que ha escrito Capote en periodismo. Tiene todos los detalles de la novela moderna. El sentido de lugar, es decir, la descripción del pueblo de Holcomb recrea casi al detalle el ambiente. De otro lado, la presentación de los personajes está muy desarrollada y habla de un trabajo extenuante por parte del autor. Para quienes leen la obra es casi imposible no tener un sentimiento de cercanía con las víctimas del crimen y también con los asesinos. La tensión del relato se mantiene estable hasta el tercer capítulo, pues en el cuarto capítulo decae algo la calidad del texto. Ahora es impensable hablar de Periodismo Narrativo sin mencionar a esa obra. Y es con razón: Truman Capote dedicó más de cinco años de su vida a su investigación y escritura . A pesar de que hay un debate moral por las ansias del autor porque se ejecutara a los asesinos, no se puede negar que era imposible un final en el que no se sepa el destino definitivo de los inculpados, en este caso su muerte. Capote cerró muy bien la historia de esa forma. Ahora bien, hay algo que no puede dejar de mencionarse: A Sangre Fría no es un relato completamente verídico. En Truman Capote: La Biografía, Capote le dice a Gerald Clarke que inventó una parte de la novela: ese encuentro providencial entre Alvin Dewy y Susan Kidwell que le da el final al libro. El motivo de este pedazo de ficción es muy sencillo: Truman quería cerrar la obra con un detalle que creara la sensación de que el caso estaba cerrado y todo volvía a la tranquilidad, como al inicio. Este último detalle no alcanza para desmerecer A Sangre Fría. El libro es mucho más que esa parte y está abierto al debate, incluso ahora, luego de más de 40 años de su publicación. Es por eso que se ha hecho este trabajo de análisis, que tiene como objetivo desentrañar todas las partes del texto y dar cuenta de todos los elementos que llevaron a Capote a escribir la novela. El nombre completo de la novela es: «In Cold Blood: A True Account of a Multiple Murder and Its Consequences», es decir: «A sangre fría: Un relato real de un asesinato múltiple y sus consecuencias». Pero ha pasado a la posteridad simplemente como A Sangre Fría. Truman Capote utilizó una expresión coloquial para titular su novela. Pues “A Sangre Fría” connota inmediatamente a la premeditación y crueldad de alguien cuando comete un asesinato. En ese sentido, hay dos extractos de la obra fundamentales para comprender por qué el autor eligió ese título.


«Por Larsing circulaban varios asesinos u hombres que se jactaban de haber cometido asesinatos o de sus ganas de cometerlos; pero Dick llegó al convencimiento de que Perry era ese ejemplar único, el “asesino nato”, absolutamente cuerdo pero sin conciencia y capaz de llevar a cabo, con o sin motivo, los mayores crímenes con la máxima sangre fría». [A sangre fría, 78] «La experta realización de los crímenes constituía una prueba suficiente de que por lo menos uno de ellos era dueño de una astucia y serenidad poco común». [A Sangre Fría, 140] De aquí se concluye que la obra apuntaba a mostrar la frialdad, serenidad y astucia de los homicidas. Por lo cual Capote escondió siempre el verdadero título a los inculpados –con quines llegó a tener una relación bastante cercana- a pesar de la petición de ambos por saberlo. La matanza de la familia Clutter ocurrió el 14 de noviembre de 1959 en Holcomb, un pueblo estadounidense ubicado en Garden City, capital del condado de Finney, en Kansas. En esos años el presidente de Estados Unidos era Dwight Eisenhower, un ex militar que gobernó en los inicios de una de las épocas de mayor tensión en el mundo: la Guerra Fría. Este acontecimiento marcará en definitiva la inestabilidad de la URSS y Estados Unidos, claramente reflejados en problemas económicos, políticos y sociales. Justamente uno de los inconvenientes que se presentaron en este contexto fue el aumento de la delincuencia en el país norteamericano. Un documento de la FBI de esos tiempos informa de la estrategia que plantearon para afrontar estos actos criminales. Al verse desesperados por esta situación, decidieron que la mejor forma de atrapar a los sospechosos era publicar una lista de fugitivos en los principales medios periodísticos. Se creó la denominación de los «diez más buscados», alcanzando una inmediata respuesta de la población: los criminales fueron detenidos gracias a que sus vecinos los reconocieron en la lista. Incluso en la obra se ve cómo había una recompensa lanzada por los medios de comunicación, sobre todo por el Kansas Star, en donde se dice que a cualquier persona que de información sobre ese caso se le otorgará una cantidad de dinero. En 1959, en un pequeño pueblo de Kansas llamado Holcomb, la familia Clutter apareció muerta: habían sido atados y acribillados por personas desconocidas sin ningún móvil aparente. Esto diseminó una paranoia en el lugar y atrajo a todos los medios del país. Capote fue enviado allí por The New Yorker, fue entonces cuando se dio cuenta de que había encontrado lo que necesitaba para su esperada gran obra. Lo que más le despertó curiosidad no fue el asesinato en sí, sino los efectos que provocaba en el pueblo aquel terrible acontecimiento. Se trasladó a Kansas (luego de obtener la aprobación de su editor) para comenzar las investigaciones. Pasó seis años siguiendo de cerca la investigación y hablando con los habitantes del pueblo, los cuales no lo veían con buenos ojos por su extravagancia, su manera de ser y su homosexualidad, aun así logro averiguar lo suficiente para preparar el armazón de su novela, donde se mezclan opiniones de los personajes del pueblo, entrevistas a policías encargados del caso y amigos íntimos de la familia. Pero Capote no se quedó allí: cuando atraparon a los asesinos fue a entrevistarlos a la cárcel y entabló amistad con ellos.


La obra tardó seis años en ser publicada, ya que al final de esta se requería que terminará con la ejecución de los asesinos. Esto le causo depresión y ansiedad a su autor ya que se le planteaba un dilema moral: quería desesperadamente publicar su libro, pero esto conllevaría la desdichada muerte de dos hombres que le consideraban su amigo y benefactor. Su vida había girado durante los últimos años alrededor de esa obra y según él `Escribir el libro no me resultó tan difícil como tener que vivir con él`. ESTILO `A Sangre Fría` es una novela imagen del periodismo de investigación, es el relato de unos crímenes con suspenso y escrito con desbordante vitalidad. Utilizando las técnicas que había aprendido como guionista cinematográfico, el autor presenta a los principales protagonistas con breves y dinámicas escenas. Con sus conocimientos literarios y periodísticos, fue el primero en demostrar que se podía realizar una obra entre el reportaje y la narración. Esta narración es la creación de un nuevo género literario: la novela real. Es decir, que está escrita como si fuera novela, pero en lugar de sacar los personajes y las situaciones de su imaginación, los había tomado de la vida real. Narra la novela como historias paralelas, narrando la vida de las victimas por un lado y la de los asesinos por otro


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