En este documento se habla brevemente sobre la terapia cognitivo conductual y de la psicología científica
Terapia cognitivo conductual y la psicología científica Anahi Magdalena Ortiz Morell
Terapia cognitivo conductual y la psicología científica Terapia cognitivo conductual La Terapia Cognitivo Conductual es, en primer lugar, una forma de tratamiento psicológico. Se puede aplicar a muchos ámbitos y problemas, no sólo al consultorio. En el consultorio, típicamente todo comienza cuando una persona no se siente bien emocionalmente o tiene algún problema de conducta y por ello decide consultar a un psicólogo. Así, el paciente llega y le explica su problema al psicólogo quien, a partir de lo que el paciente le narra, tratará primero de entenderlo y luego ayudarlo a encontrar una solución con los medios de la Terapia Cognitivo Conductual.
La Terapia Cognitivo Conductual tiene tres grandes etapas En Terapia Cognitivo Conductual nos organizamos en tres fases: evaluación, tratamiento y seguimiento. Durante la primera etapa, la evaluación psicológica, nos ocupamos de conocer al paciente y entender los problemas por los que consulta. Si existe un diagnóstico como Depresión, Bipolaridad o Fobia Social tratamos de encontrarlo en este momento. En general, lo que vamos descubriendo en estas primeras entrevistas se lo explicamos al paciente, de este modo él empieza a conocer su problema y nos da su punto de vista. Muy importante: durante esta fase, paciente y terapeuta charlan y acuerdan cuáles son los objetivos del tratamiento y ponen las prioridades en los mismos. La evaluación psicológica dura entre 3 y 5 sesiones. La segunda etapa es la más larga, el tratamiento propiamente dicho. Aquí es cuando se aplican las técnicas dirigidas a lograr el cambio que beneficia al paciente, tratando de alcanzar los logros que se plantearon en la primera etapa. Las técnicas que se aplican varían mucho según el problema, el paciente y el momento que esté atravesando. En cualquier caso, siempre la aplicación de un procedimiento se charla con anticipación con el paciente. Durante la tercera etapa, el seguimiento, vamos espaciando la frecuencia de las consultas mientras aplicamos procedimientos orientados a mantener los cambios y prevenir recaídas. Cuando los objetivos se lograron y el cambio se consolidó, le damos el alta al paciente.
La Terapia Cognitivo Conductual es un abordaje científico Aunque parezca raro, no todas las terapias que aplican los psicólogos tienen una base científica. La Terapia Cognitivo Conductual sí es una terapia científica, lo cual no significa que sea infalible sino que los procedimientos aplicados están investigados con rigurosos métodos experimentales, hoy muy unidos a los avances en neurociencias. Por eso es que tenemos más probabilidades de lograr los objetivos. Un procedimiento validado científicamente no garantiza el éxito pero lo hace mucho más probable. La investigación científica sobre la efectividad de los procedimientos ha dado como resultado las llamadas “Terapias con Apoyo Empírico” o “Guías de Tratamientos Psicológicos Eficaces”. Dicho sencillamente, estas son listas que detallan las técnicas más efectivas para cada problema. Por supuesto, en Terapia Cognitivo Conductual nos basamos en tales guías.
La Terapia Cognitivo Conductual es práctica y trabaja por objetivos En Terapia Cognitivo Conductual nos concentramos en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir. En algunos casos, cuando es necesario para entender el problema actual, preguntamos información sobre el pasado; pero el acento del tratamiento está puesto en resolver las dificultades de hoy. Los diálogos entre el paciente y el terapeuta están guiados por objetivos prácticos. No se trata para nada de una charla espontánea sin dirección, sino que nos orientamos por los motivos que al paciente lo trajeron al tratamiento. Por otra parte, no sólo hablamos. Enseñamos al paciente un conjunto de ejercicios que lo van a ayudar a manejar y resolver los problemas.
PSICOLOGÍA CIENTÍFICA La palabra psicología deriva del griego psico- (“alma”, “actividad mental”) y logía (“estudio”). Se trata de la ciencia que estudia los procesos mentales a través de tres dimensiones: cognitiva, afectiva y conductual Y mientras, por su parte, el segundo vocablo que da forma al término que nos ocupa, científica, podemos determinar que tiene su origen etimológico en el latín y más concretamente en la palabra scire que puede traducirse como “saber”.
La psicología científica, despojada de la especulación y la metafísica, nace en el siglo XIX. Con la psicofísica, que intenta medir lo mental de forma cuantitativa y busca establecer un vínculo entre lo físico y lo psicológico, la psicología pasa a formar parte de las ciencias objetivas. El primer laboratorio de psicología científica fue establecido por Wilhelm Wundt en Leipzig (Alemania). Desde entonces, la psicología no dejó de lograr avances en el conocimiento empírico de los procesos mentales y la conducta. Aquel fue un psicólogo y fisiólogo alemán que marcó un hito con la puesta en marcha del citado laboratorio, pero también adquirió gran fama por todo el conjunto de su obra y trabajo que han determinado que actualmente se le reconozca indudablemente como el padre del estructuralismo. Un laboratorio aquel en el que fue pionero y en el que desarrolló sus múltiples estudios y teorías. Sin embargo, de ese espacio también se beneficiaron posteriormente otra serie de ilustres personajes que dejaron su huella en la psicología científica. Este sería el caso, por ejemplo, del psiquiatra alemán Emil Kraepelin que fundó la psiquiatría científica o el psicólogo inglés Charles Spearman, que es conocido fundamentalmente por sus aportaciones a la psicología y a la estadística a través de su teoría bifactorial. No obstante, no podemos tampoco pasar por alto el papel que dentro de la ciencia que estamos abordando han jugado figuras como Pierre Janet, miembro de la conocida como Escuela de París, que, entre otras cosas, llevó a cabo la teoría del automatismo psicológico con la cual consiguió explicar los comportamientos amnésicos que se producían en las personas que sufren de desdoblamiento de personalidad.