CELIA: Elijo a Ageo para exhortar a la comunidad sobre la injusta polarización de la población en mi comunidad, con extrema riqueza y extrema pobreza:
“Esto es lo que ha dicho Yavé a su profeta, para que sea transmitido al pueblo: quien se olvide de que su hermano se encuentra en gran necesidad no puede ser puro. Aquél que se desentienda de los deberes para con el otro, sin importar lo observante y piadoso que crea ser para con su Dios, no lo conoce ni lo conocerá verdaderamente. Llegará un tiempo en que todos aquellos que dieron la espalda a los que sufrían deberán rendir cuentas por ello. ¿Creen que podrán vivir engañados para siempre? Yavé ha dicho a su profeta: el templo es también la casa del otro. Quien demora en reconstruir la casa del otro, demora en reconstruir la casa de Dios. Porque Dios, en su inmensa gloria, habita en ella. Llegará un tiempo en que todas las bendiciones de Yavé llegarán al pueblo, y también riquezas para las naciones. Esos tiempos se acercarán cuando el bienaventurado de los bienes de este mundo se purifique reconstruyendo el templo, que es la casa de todos, la del hermano que necesita y que sufre”.
Claudio
Hermanas y hermanos en Cristo nuestro Señor, en junio de 1994 el Padre Roberto, entonces párroco de Chos Malal, me dio la llave de esta capilla recién terminada de construir con el objetivo de empezar a prepararla para poder inaugurarla y así dedicarnos a trabajar junto a él con las familias de nuestro barrio. El día 17 de octubre de ese año, cuando se conmemoraba el Día de la Madre abrió sus puertas la Capilla del Inmaculado Corazón de María, que mejor día para hacerlo que el día de ella, de nuestra Madre, hoy parezco recordar ese día, con viento de nuestra Patagonia pero con los corazones llenos de emoción y con cantos repletos de oración. Ya han pasado varios años, cuántos han hecho aquí su Primera Comunión, cuántos se bautizaron y hasta varios recibieron el sacramento del Matrimonio; pero hoy nuestros grupos de catequesis son cada vez menos numerosos, es llamativo que en toda la parroquia si sumamos la cantidad de niños y niñas equivalen a los que teníamos sólo en esta capilla. ¿Qué nos ha pasado?, ¿acaso el conformismo de pensar que ya hicimos bastante nos hace olvidar la necesidad de la misión? Dios no nos pide que hagamos de más, tan sólo que hagamos lo que podemos. No podemos ser como esa viña que dio uvas amargas, si somos una viña, una viña del Señor y Dios es el dueño de esta finca, nosotros somos los labradores. Dios nos cuidó, nos dio un cuerpo, una mente, un corazón y un espíritu, pero nosotros podemos llegar a ser inconscientes, dilapidamos tantas veces todo ese hermoso patrimonio, revisemos porque lo hacemos; si es por egoísmo, por ignorancia o por soberbia. Dios sin embargo, como dueño de nosotros mismos nos seguirá brindando oportunidades, porque nos ama; demostremos el amor nosotros volviendo a los inicios de nuestra misión en este barrio, esta capilla fue el lugar de encuentro de nuestra misión, y lugar de encuentro de hermanas y hermanos que hallaron el amor de nuestro Padre a través de algunos actos nuestros, salgamos, salgamos y volvamos a nuestra misión.
EDUARDO La siguiente exhortación, que denuncia la falta de acompañamiento de las familias, principalmente de los padres a sus hijos, en el camino de la fe, sobre todo en la catequesis, en la presencia en la Santa Misa, y eso duele, ya que están muy solos, y producen grave consecuencias en la comunidad, porque no hay jóvenes y niños que perseveren por la falta de testimonios de sus familiares en especial sus padres:
“Escuchen la Palabra del Señor. Escuchen la llamada del Señor, que habla al corazón de cada uno, y que nos invita al acto de creer en Él. Que la bondad del Señor, se haga realidad en sus vidas. Que el Dios de la Historia se encarne en Ustedes para que ustedes instruyan a sus hijos e hijas, que se encuentran perdidos en este mundo de confusión y tinieblas. Padres vivan con pureza de corazón los preceptos y mandatos del Señor. Sean testigos de Fe en sus familias. El Señor los exhorta a dar pasos de Fe para vivir en plenitud, la vocación de bautizados”.
EMILIANO El año 2017 D.C, en el país de Argentina, en un pueblo llamado General Roca, el Señor dirigió estas palabras en boca de un ciudadano llamado Emiliano Guaragna;
Durante muchos años, décadas, nuestra región ha subsistido su población en base a la producción de frutales para su exportación. Pero ya hace algunos años, la crisis ha aquejado a aquellos pequeños productores, que debido a condiciones climáticas, bajas políticas de estado, a vender sus tierras a grandes empresas para centralizar la producción en manos de unos pocos. Hace ya algún tiempo, vemos cuando vamos por la ruta que cruza la ciudad, como van desapareciendo árboles, y en su lugar van apareciendo maquinas petroleras que contaminan y agotan los recursos de nuestra tierra. Los gobiernos de turno solo piensan en proyectos de corto plazo, pero no se tiene una visión a futuro, sobre las generaciones venideras. ¿En que se están convirtiendo nuestras tierras? ¿Cómo haremos para subsanar luego, todo el daño que provoca la extracción desmedida de nuestros recursos naturales? ¿Cómo haremos para explicarles a nuestros, hijos, sobrinos, nietos, que nosotros solo fuimos observadores de como aquello que generaba vida y recursos para la supervivencia de las familias, hoy solo quedan los recursos en manos de algunos pocos que vienen por un tiempo y luego se retiran con las manos llenas? Que podamos como pueblo levantar nuestra voz, para defender aquello que Dios nos ha regalado, que seamos capaces de proteger la casa común, para que los que nos sigan luego, disfruten como nosotros de las verdes y agradables primaveras y veranos en el valle.
Exhortación al Bario de Yofre, por medio del profeta Jesús Coimbra Cuando gobernaba en Córdoba el obispo José Carlos Ñánez; En el año primero del ministerio del sacerdote Diego Armando Días MS, en el décimo mes, la palabra de Yahvé fue dirigida a su servidor Jesús Coimbra en estos términos, así habla el Señor–oráculo de Yahvé a Yofre- escucho gritos de lamento y siento corazones alejados del bien, la envidia se ha apoderado de vuestras vidas, echad arrogancias por vuestras bocas contra sus vecinos, se burlan del anciano y el joven que busca mi Palabra, -oráculo de Yahvé- os di una tabla de mis leyes para cumplir y habéis hecho poco caso, robad como si nadie os viera, y mienten como si en su corazón hubiese eso, pues bien; ¿acaso no notáis que cada vez hay menos desempleo? ¿Qué cada vez son más vuestros enemigos? ¿Qué cada vez son menos la posibilidades de vida?; pues bien escuchad mi voz, que os anuncio por medio de mi profeta Jesús Coimbra –oráculo de Yahvé a Yofre- abandonad esas obras que hacen de sus vidas una tiniebla, volved a mí y cumplid mis leyes, abandonad los prejuicios de vuestros corazones, y yo lo bendeciré con vida abundante y paz en vuestros casas, así habla Yahvé su Señor; y el Señor de vuestros antepasados.
LUANA: Se denuncio la falta de compromiso social de la comunidad cristiana (en la que me incluyo) con los más pobres del pueblo. Vienes a misa cada domingo, y si es posible cada día, sos catequista, integras el grupo Alfa, participas del equipo de liturgia, de la pastoral juvenil, haces retiros espirituales y cursos de biblia… ¿a eso le llamas andar por mis caminos, hacer lo que me agrada? No ven más allá de sí mismos, no socorren al pobre al que se le quemó su casa, a los que no tienen qué comer o trabajan sólo en la temporada, a los que estuvieron por las intensas nevadas, demasiado tiempo sin luz y sin agua…a las mamás cuyos esposos están en la cárcel y quedan sin sustento económico para sus hijos pequeños… Y se preguntan, ¿la gente ya no se acuerda de Dios? ¿Por qué nadie viene a misa? ¿Dios no valora el esfuerzo que hacemos para que vengan, que no vemos su fruto? Esto es lo que yo quiero, que te compadezcas del pobre y compartas con él tus bienes, que dejes de justificar con prejuicios tu falta de compromiso con tu hermano necesitado, que salgas de tu encierro y lleves a los pobres la Buena Noticia del Reino, que es también y sobre todo para ellos. Entonces los dejarás entrar…y entrarás con ellos.
LUIS
Hermanos, hemos compartimos muchos momentos, recuerden con que entusiasmo preparábamos los encuentros para matrimonios, las charlas para parejas que por su situación no podían recibir el sacramento matrimonial, momentos de oración, las juntadas a cenar o las mateadas donde incluíamos a nuestros hijos y hoy, apenas nos saludamos, y cuando les recordamos esto nos dicen “yo sigo a tal sacerdote…” ¿Que iglesia estamos mostrando? Por eso les pido de corazón que volvamos a ser un solo pueblo, sanemos nuestras heridas, para que el amor de Dios sea el reflejo donde podamos mirarnos como una sincera y abierta comunidad parroquial.
PABLO Situación de injusticia en nuestro barrio: un barrio cada vez más adinerado, donde se construyen torres y casas cada vez más lujosas, sin embargo es uno de los barrios donde más vemos crecer día a día a personas en situación de calle, cuadra tras cuadra vemos como viven en la calle frente a la indiferencia de los vecinos, hasta llegar al límite de que gente duerme en los cajeros automáticos donde las personas retiran dinero al tiempo que esquivan literalmente el cuerpo de las personas en el piso.
¿Por qué no se conmueven tus entrañas al ver los que sin techo se quedan a tu puerta? ¿No dijo Yavé que toda carne es hierba?¿Por qué se afanan con cosas que pasarán en un instante y olvidan la palabra de Yavé que es para siempre? Yavé me eligió para que les anuncie a los humildes el día del Señor, para sanar sus heridas con amor de madre. Ellos recibirán el doble de todo lo que Yavé ha prometido por haber sufrido a manos de sus duros corazones que no se conmovieron ante su dolor.
No dejaré tranquilos a los impíos, el Señor me eligió para que como el centinela les recuerde su maldad y así vuelvan a compartir el pan con el hambriento y su techo con los pobres. ¿Acaso no recuerdan que todo hombre es obra de sus manos? No practican la fe que agrada al Señor, rezan mientras oprimen al que a su puerta llama. Pero el Señor no se olvida de ellos; hará que su luz brille en el día del Señor como la aurora de la mañana y sus corazones serán por fin saciados por la justicia de Yavé.
ROBERTO En mi comunidad al igual que lo vivido por el Profeta Isaías, todo lo comprendido en el sector de la ciudad donde se encuentra la parroquia, sería un llamado a reconstruir el templo, pero el templo espiritual, todos debemos conocer a Dios y no alejarnos por las cosas materiales, lujo, pereza, vicios, etc. Volver a creer en Dios, que sepan que se puede ser feliz, a veces con mucho menos entregando mi fe y mi espirito a El. Anunciarles la Buena Nueva a todos, buscar las formas y los métodos para llegar a los niños, ancianos, edad media, etc., dando igualdad de oportunidad para tener fe y creer en Dios. Alejarlos del pecado y crecer nosotros junto a ellos. Existe hermanos excluidos por falta de educación, de familia, de cariño, amor, de trabajo, perdieron su dignidad, solamente tienen un valor electoral, después sufren, sufren sin darse cuenta donde lo han llevado y están inmersos en esas carencias. Allí donde tenemos que llegar, ser profetas o misioneros de Dios. Decirles que El los ama y los quiere de verdad, que existe otra posibilidad de vida y ser felices, mejorando día a día.
JOSÉ MARÍA
En nuestra Iglesia del barrio dedicada a la devoción a Jesús Divina Misericordia hace más de veinte años que vivimos en comunidad y a través de este estudio bíblico del A.T me ha hecho comparar situaciones similares con las primeras comunidades. Hace aproximadamente tres años comenzamos a misionar un barrio nuevo de unas tres mil casas. Ahí comenzamos a tener un panorama de la situación que viven las distintas familias, entre las que encontramos matrimonios constituidos, en pareja, separados y vueltos a juntar, madres solteras con hijos y en las cuales uno trata de ir corrigiendo las desviaciones que van incurriendo, muchas veces sin darse cuenta y muchas veces consentidas y con culpas. Nosotros como el profeta denunciamos los abusos que se cometen en las relaciones familiares, con la violencia, generalmente a la mujer o los hijos, o con el abandono del hogar por parte generalmente del padre. Eso a su vez lo aleja al niño de un ambiente propicio para crecer en paz en el seno de una familia, por lo que tratamos de volcarlo a la fe, como un camino de encuentro con Dios y como una forma de cambiarle la vida al niño y al núcleo familiar.
Muchas veces la profecía tiene un ida y vuelta entre el mensaje que nosotros en el nombre de Dios vamos dejando y ellos como ovejas perdidas en medio de la inmensidad del Reino. Les cuesta mucho perseverar en las cosas aun cuando saben que son buenas, las tentaciones muchas veces pueden y no siempre encontramos el adecuado acompañamiento de los sacerdotes. Para terminar me quedo con la esperanza que nos da la palabra de Dios en Mal. 3, 23-24 Miren ustedes: voy a enviarles al profeta Elias, antes que llegue el día del Señor, que será un día grande y terrible. Y el hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendré y castigaré su país, destruyéndolo por completo. Señor que sepamos ser Firmes, humildes y constantes en nuestras profecías a tu pueblo, que tanto necesita de tu palabra, tu eucaristía y tu amor, pero que ante la adversidad se deja tentar por falsos profetas que le prometen cosas que en el corto plazo lo alejan de Dios y sus vidas no tienen sentido. “SEÑOR DANOS UN CORAZON SIMILAR AL TUYO”.-
SERGIO: EXHORTACION PARA MI PUEBLO Querida comunidad de mi pueblo, todos sabemos las necesidades por la que está pasando una familia de nuestra pequeña localidad al no poder tener un techo digno viviendo en una casilla de chapa junto a sus hijitos pasando frio y mojándose cuando llueve. ¿No siente compasión nuestro corazón al ver esta realidad? Todos sabemos que está el terreno donado por la Comuna pero falta levantar las paredes y poder poner las chapas para que el próximo invierno no sea tan duro para ellos. Hoy yo quiero invitarlos a que seamos solidarios con ellos y que seamos capaces de sacar un ratito de nuestro tiempo libre para dar una mano a ese papá que en la semana tiene que trabajar para alimentar a su familia. Nosotros estamos cómodos y calentitos en nuestra casa mientras ellos pasan frio y se mojan cuando llueve. Hoy quiero invitarlos a ser parte de poder aliviar su dolor y que entre todos y como comunidad en los fines de semana vayamos a dar una mano en la construcción de su casita, estoy seguro que nuestro Papá-Dios se sentirá contento al ver como parte de su pueblo es capaz de solidarizarse y ponerse al servicio de estos hermanos nuestros a los cuales les toca pasar por esta situación injusta en sus vidas. Que nuestras manos y nuestros corazones se unan para ayudar a estos hermanos que lo necesitan. Los esperamos a todos los que quieran unirse el próximo fin de semana. Dios los bendiga.