Aqui entre nos - Por una vida libre de violencia

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Por una vida libre de violencia


CRÉDITOS EDITA CEPAM Quito

Dirección  |  Juan León Mera N2412 y Wilson. Edificio Condominios Wilson 4to piso.

Equipo Editorial

Verónica Díaz G.  |  Asistente Técnica de Coordinación CEPAM Quito Marisol Cortés   |  Representante FAD en Ecuador

EQUIPO DE TRABAJO

Ma. Eugenia Rojas Carpio  |  Coordinadora de Proyecto Elizabeth Rivadeneira   |  Coordinadora Dpto. Atención Integral a Víctimas de Violencia Verónica Díaz G.  |  Asistente Técnica de Coordinación Fanny Proaño  |  Abogada Jessica Guevara  |  Abogada Pamela Idrovo  |  Psicóloga Marco Cedillo  |  Mediador Educativo Manuela Ernst  |  Mediadora Educativa Glenda Allan  |  Mediadora Comunitaria Abel Anzoátegui  |  Mediador Comunitario

COLABORADORES EN ESTE BOLETÍN

Héctor Correa  |  Fundación Cucoteatro  |  Carlos Romero  |  Colectivo Cuenta Peregrino Abel Anzoátegui  |  Félix Albán  |  Glenda Allán  |  Verónica Díaz G.  |  Fanny Proaño Elizabeth Rivadeneira  |  Ma. Eugenia Rojas

Testimonios de nuestros beneficiarios y beneficiarias del proyecto Miriam Taco  |  Barrio La Guadalupana Lola Vega  |  Sector La Vicentina Baja Martha Puyo  |  Barrio de San Pedro y San Pablo Sonia Morales  |  Barrio de San Pedro y San Pablo Mariana Trujillo  |  Barrio de San Pedro y San Pablo Lucía Mendez  |  Barrio San Roque Yolanda Calva  |  Barrio San Roque Jenny Fajardo  |  Barrio San Roque Ángel Chimbo  |  Barrio San Roque Félix Lojano Quiroga  |  Párroco Comunidad San Pedro y San Pablo

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN

La Cajonera  |  Ana Lucia Garcés

IMPRESIÓN

Impresora Flores

FOTOGRAFÍA Félix Albán

EDICIÓN, PUBLICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN CEPAM Este boletín se publica y distribuye gracias al apoyo y financiación de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción-FAD y de la Generalitat Valenciana en el marco del proyecto “Fortalecimiento del acceso a la justicia y ejercicio de ciudadanía, por una vida libre de violencia para jóvenes y mujeres de quito”


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El Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer, CEPAM Quito ejecutó el proyecto “Fortalecimiento del acceso a la justicia y ejercicio de ciudadanía, por una vida libre de violencia para jóvenes y mujeres de Quito”, en el barrio de Guápulo y la comunidad de San Pedro y San Pablo. Durante este año de intervención el CEPAM trabajó directamente con la población a través de sus mediadores familiares y comunitarios, con el objetivo de contribuir a la disminución de la violencia intrafamiliar (VIF) y la violencia sexual (VS). Para ello se realizaron acciones de prevención de la violencia y detección de casos que contaron con la asesoría y patrocinio legal de las abogadas complementada con atención psicológica y trabajo social, que constituyen los componentes de un modelo de atención integral desarrollado por el Departamento de Atención a Víctimas de Violencia del CEPAM. El trabajó también estuvo enfocado a mejorar las relaciones familiares de la población beneficiaria mediante la inclusión de la perspectiva de género, orientada a develar la valoración y trato inequitativo al interior de los hogares, que producen discriminación de la mujer frente al hombre, y la desestructuración familiar. Se promovió también la organización social en pro de una participación más activa de la comunidad/barrion para la resolución de sus problemas. Se comprometió a la población para que se involucre y sea parte activa de espacios de formación integral para mujeres, familias, docentes y jóvenes de ambos sexos, sobre temas de ciudadanía y derechos humanos. En estos espacios se trabajó con metodologías participativas y de traspaso de información, complementándolas con actividades sociorecreativas, que vincularon los contenidos de los eventos de capacitación con actividades prácticas. De este modo el trabajo de concienciación tuvo una mayor efectividad en la formación de lideresas y líderes comunitarios, encargados de replicar lo aprendido en sus comunidades de referencia. La asistencia a un determinado número de eventos de capacitación fue el requisito para que un grupo de pobladores se convierta en educadoras y educadores comunitarios, multiplicadores de los conocimientos aprendidos.  editorial

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Así, se entendió la capacitación desde una visión holística para pensar una sociedad más justa, que empodere a las mujeres y familias para que adquieran capacidades que les permita un mayor control sobre sus vidas familiares, económicas, sociales y culturales. Objetivos que pueden alcanzarse sólo mediante un pensamiento crítico, el conocimiento de los derechos y su exigibilidad; proceso que dará como resultado la constitución de sujetos empoderados capaces de transformar, por sus propios medios, sus actuales circunstancias. En Ecuador la violencia es una de las principales causas de muerte de la población en edades comprendidas entre los 15 y 44 años. Por esta razón y concientes de que la violencia es un problema complejo, relacionado con formas de pensar y de comportarse, creadas y expresadas al interior de las familias y comunidades, se propuso el establecimiento de formas de participación comunitaria que posibiliten intercambiar experiencias personales en torno a los temas propuestos y previamente preparados. Tanto la metodología de trabajo como los temas propuestos en forma de módulos de reflexión y análisis, se construyeron para problematizar las relaciones sociales, en especial aquellas que se sitúan en las prácticas del ejercicio del poder como la violencia intrafamiliar y sexual, con el fin último de desarrollar una conciencia crítica y promover la acción social y colectiva para superar estructuras sociales conflictivas e injusticias sociales. Los mediadores comunitarios y familiares se preocuparon sobre cómo proporcionar a las y los asistentes “otro” modo de leer la realidad como parte de un proyecto a largo plazo de revisión del contexto familiar y comunitario, para conseguir una mejor calidad de vida. Desde el CEPAM no cerramos este año de labores sin antes agradecer a todas las personas que creyeron y apoyaron nuestro trabajo. Para todas aquellas personas nuestro más sincero reconocimiento.

Ma. Eugenia Rojas

Coordinadora de Proyecto

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5 Taller de Títeres | Iglesia de San Pablo


[ artículo ]

INTERVENCIÓN EN LA COMUNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

La intervención del equipo de facilitadores – familiar y comunitario – del CEPAM en la comunidad de San Pedro y San Pablo1 se dio a partir de un diagnóstico de la situación del barrio que determinó la necesidad de trabajar a través de talleres que informen a la población sobre sus derechos y, sobre todo, en prevención de violencia y las repercusiones en la sociedad. El acercamiento al barrio se hizo a través de Félix Lojano Quiroga, párroco de la comunidad, a quien se le presentó nuestra propuesta de talleres de capacitación en prevención de la violencia, utilizando una metodología participativa a través del Plan Integral de Desarrollo educativo – PIDE. Gracias a su colaboración realizamos la convocatoria en la misa del fin de semana. Al taller inicial asistieron varias personas interesadas, entre ellas los/as miembros de CARITAS, con quienes generamos una alianza estratégica desde inicios del proceso, con el fin de impartir los talleres a un grupo numeroso de mujeres, jóvenes y adultas del sector, que vivían diferentes tipos de violencia. El grupo inicial de participantes fue de 13 mujeres y concluimos con un grupo de 25 personas, incluyendo 4 hombres que fueron capacitados en los siguientes temas: autoestima, equidad de género, violencia, estrategias de prevención de violencia, abuso de drogas y alcohol, derechos sexuales y reproductivos e identidades sexuales. 1 Barrio aledaño al sector de Guápulo.

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Para complementar el proceso se desarrolló una jornada de capacitación y sensibilización en la Escuela Odilo Aguilar Pazmiño, de la comunidad de San Pedro y San Pablo, donde se trabajaron temas similares a los tratados con la comunidad, con un grupo de 60 padres y madres de familia y 7 docentes del plantel. Durante el proceso de intervención se identificaron hombres y mujeres con capacidad de liderazgo e interés de replicar en otros grupos los temas tratados. Razón por la que se seleccionó un grupo líder, que se formaría en técnicas de facilitación y en la metodología del PIDE comunitario. Este material constituye una herramienta para una formación y sensibilización continua y con efecto cascada2 que incluya a otros miembros de la comunidad que lo necesiten. El grupo formado a partir de la intervención se ha mantenido en actividad y se reúnen permanentemente los días viernes a las 17h00, realizando diversas actividades a favor de la comunidad y de ellos y ellas mismas/os. Las estrategias de prevención de violencia intrafamiliar han sido implementadas en los hogares de cada uno/a de los y las usuarias. En diversos acercamientos de seguimiento del proceso lo hemos confirmado, por lo que el maltrato infantil se ha reducido considerablemente.

2 De unos a otros, de arriba hacia abajo en relación de conocimientos, es decir los miembros de la comunidad que saben de la metodología enseñan al resto


Podemos afirmar con gran satisfacción que los conocimientos adquiridos durante el proceso han sido replicados con personas cercanas a los usuarios y usuarias, tales como: esposos, esposas, parejas, hijos, hijas, vecinos y vecinas, lo que ha permitido implantar correctamente las estrategias desarrolladas por el grupo de trabajo para prevenir la violencia. Las y los usuarios y usuarias participantes en el proceso reconocen la violencia como un delito contra las personas; reconocen que ser víctimas de violencia coacciona sus derechos fundamentales; reconocen que dichos delitos merecen una sanción por parte de la ley; y, por último, reconocen que las víctimas de violencia deben vivir un proceso de restitución, no sólo de sus derechos sino también de su salud emocional, física y espiritual.

¡Este es nuestro gran logro! Abel Anzoategui

Mediador Comunitario CEPAM

Iglesia de San Pablo | Taller prevención de drogas

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[ testimonio ]

PROTAGONISTAS Y SUS EXPERIENCIAS

En el patio del Colegio Santa Teresa

Vivo en el Barrio de la Guadalupana, en la Vicentina baja. Tengo 34 años, vivo con mi pareja en unión libre y juntos tenemos 8 hijos. Gracias al proceso de formación que tuvimos con el CEPAM mi vida ha cambiado; gracias a todo lo que compartimos con el grupo entendí que tenía una personalidad, una identidad y que estaba bien tal cual. Antes no me quería, no me gustaba mi forma de ser, ahora sí. Estos talleres me enseñaron a quererme, a apreciar mi cuerpo y todo lo que tengo. Ahora vivo más feliz. Sé que tengo derecho a expresarme y a no ser violentada y, por lo tanto, a no violentar a los demás y mucho menos a mi familia. Aprendí que no debo golpear o gritar a mis hijos cuando no me hacen caso. Ahora sé que el diálogo arregla las cosas y que con cariño y afecto puedo lograr mejores resultados junto a ellos.

M. T.

Barrio La Guadalupana

La gente no sabe lo que es la violencia en si, no sabe que la violencia psicológica también te marca y luego llevas esa violencia adentro, no desaparece, la trasmites a las demás personas. La educación para prevenir la violencia es muy importante en los barrios, en las escuelas, en los colegios, yo misma he compartido con mis vecinas todo lo que aprendí, y ahora ellas tampoco maltratan a sus hijos; la educación en Derechos es necesaria para que la gente los reconozca y pueda hacerse respetar. La gente humilde no sabe cómo defenderse y los derechos que tiene, por eso es importante que este tipo de formación continué en los barrios de bajos recursos porque son los que más sufren violencia.

L. M.

Barrio San Roque

testimonio

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Yo soy madre soltera, el papá de mis hijos nos abandonó. Tengo 7 hijos, cuatro de ellos se han ido y han hecho sus vidas aparte. Actualmente vivo con tres de ellos y mis dos nietitos que adoro. Mi vida ha estado marcada por la violencia: mis papás me maltrataban cuando era chiquita y yo pensaba que era normal y por eso yo les pegaba y les gritaba a mis hijos, el padre de mis hijos me golpeaba y violentaba a mis guaguas también. Superar esta situación ha sido muy difícil pero gracias a la ayuda de CEPAM y al proceso de formación que tuvimos sé que el diálogo y el afecto son la mejor solución, que tengo que ser responsable de mis actos, que no debo violentar a mis hijos y a mis nietos y que debo velar por ellos y por su seguridad. Ahora la relación con mis hijos es mejor. Gracias a la ayuda del CEPAM mi familia y yo vamos a dejar de ser víctimas de la violencia que nos ha tocado vivir, y con la ayuda de las abogadas vamos a defender nuestros derechos.

UEMES | Talleres de padres

Soy casada, mi esposo y yo tenemos dos hijas y un hijo. Yo asistí a algunos talleres de la capacitación en mi barrio, estoy muy contenta porque lo que aprendí lo puse en práctica con mis hijos: ya no les grito ni les golpeo, conversamos, les pongo tareas en la casa y me ayudan mucho con los quehaceres del hogar. Ahora mis hijas e hijo tienen sus propias responsabilidades.

L. V. Sector La Vicentina Baja

| testimonio

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Todo lo que aprendí del CEPAM lo compartí con mi esposo, le dije que no debemos maltratar a nuestros hijos, que nuestros padres lo hacían porque no tenían conocimiento de las terribles consecuencias de la violencia y que nosotros no podemos seguir con eso. Él ahora entiende y muchas veces se controla, en mi hogar la convivencia es mejor.

M. P.

Barrio de San Pedro y San Pablo


Tengo 39 años, vivo con mis dos hijos, de cinco y dos años, mujer y varón.

Este taller me sirvió para darme cuenta de que soy víctima de violencia de género cada día. Pese a ser profesional y trabajar

La vida para nosotros ha sido bien difícil, en especial para mí porque me toca ser padre y madre a la vez y llevar el sustento a mi hogar. La experiencia de la capacitación en el CEPAM ha dejado una huella muy grande, aprendí que tengo una identidad propia, que no tengo que dejarme llevar por lo que quiere la gente. Antes solía sentirme maltratada y pisoteada, ahora no. Hoy me hago respetar, sé que los hombres no deben maltratarme y que yo valgo mucho.

duro fuera de casa, debo llegar a mi hogar y cumplir con “mis tareas y obligaciones como mujer”: servir a mi marido, levantarme a enviar a mi hijo a la escuela mientras mi marido duerme, ocuparme del orden y de aseo de la casa, etc. El aporte económico que yo brindo a mi hogar no es reconocido por mi esposo, es menospreciado por él y socialmente, ya que cuando la gente se refiere a los logros alcanzados económicamente en un hogar no dicen “la señora logró o alcanzó tal meta”, sino que hablan de los logros de la familia del

S. M. Barrio de San Pedro y San Pablo

señor “fulano de tal”. Reconocer la propia realidad, es de gran ayuda ya que se tiene la oportunidad de cambiarla para recuperar nuestra libertad y respeto en beneficio de nosotras mismas. En mi hogar hay inequidad en la repartición de las tareas y obligaciones. He sido víctima de violencia física por parte de mi esposo, y violencia psicológica constante: él se preocupa de mi aspecto físico, de si visto falda o pantalón, de controlar mis llamadas, mis amistades, etc. Me ha traicionado y me ha hecho sentir culpable. Esto es lo que he logrado reconocer y pienso actuar para cambiarlo.

Y. C.

Barrio San Roque   testimonio

UEMES | Talleres de padres

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Los talleres me sirvieron para levantar mi autoestima, comprendí muchas cosas, por ejemplo: que no es cierto – como se piensa – que las mujeres y las esposas tenemos que estar con la cabeza agachada, no. Muy por el contrario debemos llevar una vida con derechos por igual “si tú tienes derechos yo también los tengo”, y cuando empezamos a respetar esos derechos, también respetamos a los demás. Entonces la vida y el hogar se ven más relajados, más llevaderos porque con pleitos y peleas ninguna familia puede vivir tranquila. Después de esta experiencia queda una semillita, que no se puede morir, es una semilla que cayó en buen terreno y rendirá buenos frutos, porque vimos que lo aprendido es de la vida cotidiana. Me gustó mucho que podamos relacionarnos con personas diversas. No importa que seamos indígenas, campesinas o de la ciudad.

Estos talleres han sido muy educativos. Aprendí que por el hecho de ser madre y esposa, se piensa que tenemos la obligación de hacer todo en la casa, pero ahora sé que las actividades pueden ser compartidas con la pareja y los hijos. Les enseño a mis hijos a hacer las cosas por igual, antes solo yo hacía las cosas del hogar, y no me quedaba tiempo para mí. Aprendí que la violencia va más allá de los golpes, a veces las palabras hieren y eso también es maltrato. He compartido con mis amigas esta experiencia y cuando sepa que alguna mujer o alguna amiga esta siendo maltratada, le diré que pida ayuda. Mucho tiempo fuimos maltratadas, ya es hora que la mujer se dé su valor, así como el hombre se lo merece, la mujer también.

L. M. Barrio San Roque

J. F.

Barrio San Roque

| testimonio

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UEMES | Talleres de padres


Me gustó mucho el taller porque se aprendieron nuevas cosas: que las mujeres se valoricen y recapaciten porque no pueden ser insultadas y maltratadas por nadie; que tampoco hay que tratar mal a nadie, ni a los hijos. Antes se golpeaba a los hijos y no se les explicaba el por qué nos enojábamos, ahora primero es la comunicación dentro del hogar, para comprendernos entre todos. Los padres debemos entender que para hacerse respetar es importante la comunicación, porque eso permite compartir.

UEMES | Talleres de padres

Me gustó mucho porque se nos enseñó a comportarnos bien en la familia, con los hijos; cómo merecen ser tratadas las mujeres, respetándoles para que también nos respeten. Hoy sé que se debe ayudar en la casa en lo que se pueda, ahora en mi casa todos tenemos turnos para lavar los platos. Yo he compartido con mis amigos lo que aprendí en los talleres, les he comentado que las palabras también violentan a las personas, y que no se debería insultar. Antes no sabíamos que las palabras pueden ser violencia, hay personas que saben eso y otras que no lo saben.

A. Ch. Barrio San Roque

testimonio

UEMES | Talleres de padres

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[ entrevista ]

Félix Lojano Quiroga  |  Párroco Comunidad San Pedro y San Pablo

PAZ, ARMONÍA, ENSEÑANZA, CONOCIMIENTO Y EMPODERAMIENTO PARA ERRADICAR LA VIOLENCIA Félix Lojano Quiroga es el párroco de la Comunidad de San Pedro y San Pablo, barrio en el que el CEPAM ha estado trabajando durante los dos últimos años. Una problemática que el párroco asegura haber identificado en la mayoría de los hogares, en especial en los más pobres es la violencia que existe en todas sus formas. Por ello, asegura que la clave para la prevención de la violencia es “la unión, juntar a la gente que trabaje con este objetivo común y sumar los esfuerzos, sin importar religión, credo, raza, sexo, género”, asegurando que “nada de esto importa si se busca la paz y la armonía entre las personas”.

CEPAM ¿Cuánto tiempo está en su cargo y qué problemas ha detectado en la comunidad? F.L.Q Hace 3 años sirvo a la comunidad. Los problemas con los que San Pedro y San Pablo se enfrenta son: violencia intrafamiliar, violencia social, delincuencia, falta de espacios para el desarrollo de las y los adolescentes y jóvenes, llevándolos por caminos peligrosos como el alcohol, las drogas y otros vicios más. C: ¿Qué acciones se ha implementado desde la parroquia? F.L.Q: Estamos luchando constantemente para encontrar una forma de frenar esta ola de violencia en el barrio, estamos implementando espacios físicos para la 14 |  entrevista

recreación y la formación, en especial de los adolescentes y jóvenes. Necesitamos recursos y personas que quieran colaborar con nosotros y encontrar mejores caminos para seguir adelante. C:¿Cuál ha sido la intervención de la Fundación Caritas en la comunidad de San Pedro y San Pablo? F.L.Q: La relación con la Fundación Caritas se desarrolla en vista de la extrema pobreza que se vive en esta comunidad, ellos nos ayudan con la alimentación, con tareas dirigidas para las niñas y niños que lo necesiten y algunas becas estudiantiles. Es un esfuerzo como parroquia, pues somos un equipo que trabaja con los recursos que nos proporcionan.


C: ¿Cómo calificaría el proceso desarrollado por el CEPAM? F.L.Q: La violencia es un problema que afecta a las personas desde hace tiempo, es innato en los seres humanos sentir amor y odio, el problema es la forma en la que se expresan estos sentimientos y las consecuencias de dichos actos, es parte de la cultura. Nuestra sociedad es violenta. El CEPAM ha sido un apoyo invaluable para poder cambiar estas dinámicas de relacionarse y erradicar la violencia de los hogares y de la comunidad en general. Los talleres desarrollados por el CEPAM

tenían un objetivo claro: identificar la violencia y sus formas, identificar los factores que la causan y crear estrategias, conjuntas, para erradicarla. A partir del cual trabajamos con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas más desposeídas de este sector y barrios aledaños de la Vicentina Baja. Buscamos, en un esfuerzo conjunto, aportar a dar solución a esta problemática a través de la paz, la armonía, la enseñanza, el conocimiento y el empoderamiento de los derechos humanos.

Abel Anzoategui

Mediador Comunitario CEPAM

entrevista

UEMES | Talleres de padres

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[ Historia de vida ]

OLGA LOVATO, SU HISTORIA DE VIDA MORADORA DEL BARRIO DE GUÁPULO “CEPAM nos enseñó que sí valemos mucho”. Olga Lovato proviene de un hogar humilde, conformado por siete hermanos: tres varones y cuatro mujeres, todos artesanos. Nació en el año de 1965 en la comunidad de Guápulo. Ella cuenta con alegría su experiencia en el proyecto de “Fortalecimiento del acceso a la justicia y ejercicio de ciudadanía” dictado por el CEPAM.

La sensibilización y capacitación en talleres con temas como la prevención de violencia y promoción del buen trato, nos dice, le ayudaron a fortalecer su autoestima pues hoy conoce sus derechos. Es una persona muy interesada por su barrio incluso ha pedido que todas las mujeres de su sector se unan al grupo de participantes del proyecto del CEPAM, porque considera que este es un espacio en el que pueden compartir ideas, sentimientos y experiencias personales ya que “nos ayuda a afrontar los problemas”, indica Olga. Esta historia de vida contada hace poco tiempo hubiese sido muy diferente, afirma Olga y, al recordar, su rostro cambia de alegría a seriedad, frunce el ceño y cuenta cómo solía esconderse tras la cortina de la cocina para no ver a su padre golpear a su mamá: “Él era machista, a las mujeres nos trataba diferente, con desprecio… recuerdo que incluso tenía que salir a comprar licor fuera de Guápulo para evitar que le golpee a mi mamá”. Olga se casó a los 19 años, tiene 4 hijas: la mayor de 24 años de edad ya egresada de la universidad, la segunda tiene 21 años, estudia finanzas; su tercera hija recientemente salió de bachiller y quiere seguir medicina; y, su última hija está en cuarto curso del colegio Manuela Cañizares. Su esposo es albañil y obrero textil. Lastimosamente Olga también formó parte de las filas de maltrato, la tragedia pasada con su padre se volvió a repetir: al inicio de su matrimonio su esposo no le dejaba trabajar, ni realizar las actividades que a ella le gustaban-como tejer por ejemplo-, le decía que “no vale para nada”. “Tenía mi autoestima por los suelos, además, él no quería que sus hijas vayan al colegio, pues decía que las mujeres no sirven para eso, sino para tener hijos y para estar en la casa”, nos cuenta con indignación. 16 | Historia

de vida


Sin embargo, debido a la situación económica de su familia, y con la ayuda de una amiga Olga decidió trabajar. Olga empezó en el servicio doméstico trabajando puertas afuera, luego en una fábrica textil donde se mantiene hasta la actualidad. Adicionalmente, Olga se dedica a trabajar en su barrio en la elaboración y comercialización de artesanías tales como: elaboración de bisutería, tejido, trabajos en tagua y en material de reciclaje. Sus hijas también fueron víctimas de la violencia física y psicológica por parte de su esposo y padre, sin embargo lograron poner un alto gracias a la capacitación que recibieron en el colegio. Llegaron a conocer que las mujeres tenían derechos, ellas impulsaron a su madre diciéndole “¡Mami actuemos! No por ser mujeres nos tenemos que dejar”. Con los talleres dictados por el CEPAM Olga ha logrado acercarse y comunicarse con su esposo, puso límites a la relación y frenó los abusos, su marido al principio se resistía a intervenir en los talleres de capacitación pero después se incorporó y hoy contiene su ira, piensa dos o tres –quizá diez– veces antes de maltratar a su esposa e hijas. Olga tiene mayor seguridad en sí misma, sale fuera de su casa y se dedica a lo que realmente le gusta “ya no tengo que esconderme, incluso mi marido también me ayuda a veces”. “Mi vida ha cambiado para bien”. Olga también ha compartido su experiencia con su familia, por ejemplo una de sus sobrinas tuvo problemas por maltrato intrafamiliar, ante lo cual acudió a la Comisaría de la Mujer y la Familia para presentar la denuncia respectiva. En su barrio ha comentado que las mujeres tienen derechos, que hay quien les defienda, “que si la familia no les entiende hay otras personas que pueden ayudarles”. Como dice Olga “estamos concientes de que no nos vamos a dejar maltratar más. “Dicen que nosotras las mujeres somos el sexo débil, pero somos las más fuertes y podemos salir adelante”.

Glenda Allán

Mediadora Familiar

Historia de vida

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[ artículo ]

INTERVENCIÓN EN LA FUNDACIÓN DE AYUDA “CASA VICTORIA”

Casa Victoria | Taller de Prevención de violencia

En el marco del Proyecto “Fortalecimiento del Acceso a la Justicia y ejercicio de ciudadanía, por una vida libre de Violencia para jóvenes y mujeres de Quito”, el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer, CEPAM – Quito estableció un convenio interinstitucional con la Fundación de Ayuda “Casa Victoria”. Así CEPAM se com18 | artículo


prometió a brindar charlas sobre diversas temáticas para prevención y sensibilización al personal y madres beneficiarias de la fundación, en tanto “Casa Victoria” prestaba las instalaciones para ejecutar dichas charlas y apoyaba con la convocatoria de las mujeres madres de familia del sector. El proceso de sensibilización y capacitación se dio en dos jornadas de aproximadamente 50 usuarias en total, con madres jóvenes y adultas del sector de San Roque y La Victoria. En el desarrollo de los talleres se abordaron temas como: derechos humanos, derechos de los niños, niñas y adolescentes, derechos de las mujeres, prevención de la violencia. Se capacitó también en el marco jurídico para afrontar las agresiones, especialmente la Ley 103, ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia, así como los mecanismos idóneos para acceder a la justicia. Un hecho poco usual, y por ello de mucho valor, que se dio en la segunda jornada de capacitación, fue que inicialmente asistieron 15 madres de familia quienes cada sábado de 14h00 a 18h00 acudían con sus hijos e hijas. En el transcurso del proceso se sumaron varios padres de familia y esposos de nuestras usuarias. Este hecho surgió como iniciativa de las propias mujeres, pues entendieron que tanto hombres como mujeres deben ser parte del proceso de sensibilización para cambiar las prácticas violentas. Es decir que la violencia no es un tema de mujeres sino de todas y todos. Es importante citar que en el recurrir de los talleres se vio la necesidad de incorporar en la metodología de trabajo un enfoque intercultural, ya que entre nuestras beneficiarias estaban un gran porcentaje de mujeres indígenas. El reestructurar la propuesta de trabajo desde su realidad, sin lugar a dudas fue un difícil reto pero a la vez gratificante. Se abordaron los temas desde su propia cosmovisión, brindándoles las herramientas necesarias para que estas mujeres indígenas puedan acceder al sistema de justicia, hecho desconocido –prácticamente inexistente-, para muchas de ellas. Los talleres impartidos dieron importantes frutos pues al finalizar los mismos, los y las asistentes demostraron tener mayor sensibilidad sobre los temas propuestos, de manera especial los hombres. Los nuevos conocimientos y actitudes adquiridos fomentaron en los y las asistentes el deseo y disposición de mejorar sus relaciones con las y los demás miembros de su hogar.

Glenda Allán

Mediadora Familiar artículo

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[ testimonio ]

JÓVENES OPINAN... Fundación de Ayuda “Casa Victoria” Barrio San Roque

Casa Victoria | Taller de Autoestima

En la última jornada de talleres con el grupo de jóvenes usuarias de Fundación de Ayuda “Casa Victoria” se planteó varias preguntas guía que servirían para la evaluación de nuestro trabajo, las participantes manifestaron que uno de los temas que más les gusto fue el de cómo educar a las niñas y niños cambiando los castigos por el diálogo. Nuestras usuarias sostienen que estos talleres les enseñaron a compartir las tareas entre todos los integrantes de la casa, destacaron también que los aprendizajes no se quedaron únicamente en ellas, sino que fueron transmitidos a los demás miembros de su familia, como sus esposos, hijos y otras personas cercanas. Manifiestan que, tanto a nivel personal como familiar, han experimentado cambios positivos, por ejemplo, en cuanto a la relación con sus hijos, las madres señalan que: “hay que hacer entender con la palabra y no maltratar”, “antes pegar era como más fácil, ahora vemos que es maltrato”, “llegue a saber qué es el maltrato, porque a veces se piensa que cuando le hablan o le insultan no es maltrato”.

| testimonio

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Se pudo apreciar que con la capacitación las madres de familia han adquirido los conocimientos necesarios para la detección y prevención de violencia sexual e intrafamiliar, y que estos conocimientos los han llevado a la práctica, en hechos concretos, por ejemplo: Susana, trabaja como voluntaria en Casa Victoria, ella acompañó a su vecina a la Comisaría de la Mujer y la Familia a presentar una denuncia por violencia intrafamiliar. Antes de los talleres no se habría atrevido, nos comenta Susana satisfecha. Muchas de las participantes coincidieron en que fueron víctimas de algún tipo de violencia al interior de sus hogares pero que también, de alguna manera, repitieron esos actos con sus hijos e hijas, ya que como lo expresa una de las madres capacitadas “para muchas y muchos el maltrato es un sinónimo de educar”. Al finalizar este proceso se diagnosticó que las personas asistentes a los talleres de sensibilización mantienen el interés en estas temáticas, esperando que dichas capacitaciones se extiendan a todos los miembros de la familia, pero de manera particular a sus esposos y/o parejas. Además, se mencionó que se debería impartir talleres a los niños y niñas, para que ellos conozcan sus derechos y puedan entender cómo la violencia puede afectar sus vidas.

Casa Victoria | Taller de Autoestima

testimonio

Casa Victoria | Taller de Autoestima

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[ anécdota ]

“FOTOGRAFIAR, ES SIEMPRE APRENDER ALGO NUEVO” Desde que me incursioné en la fotografía como un medio de subsistencia, he visto situaciones que nunca había vivido, ni siquiera imaginado, y que nunca las volví a vivir. Cuando me inicié en el disparo con la cámara para capturar lo que pasaba delante de mi, no sabía que manejaba memorias, hoy lo sé. He documentado el trabajo de algunas organizaciones que tienen como objetivo principal “mejorar la salud de las personas”, y el camino que recorrido siempre ha sido único y especial. La experiencia de trabajar para el CEPAM ha sido enormemente enriquecedora. La primera riqueza fue entender cuál es su meta dentro de las escuelas, colegios y barrios de Quito, y esta es el poner un ALTO A LA VIOLENCIA, entenderlo desde adentro, interiorizarlo. Al estar en los talleres y charlas junto con los y las compañeras mediadoras me sentí motivado, me di cuenta de que estaba trabajando para desarrollar algo con lo que yo también estoy de acuerdo: erradicar la violencia. La otra riqueza adquirida con el CEPAM fue la información que por repetición obtuve en el tema de violencia, desde aprender a diferenciar los tipos de violencia hasta saber dónde y cómo denunciarla. Todas y todos estamos concientes de que el camino para llegar hacia una meta es pedregozo, escurridizo y en ocasiones nublado pero siempre es una enseñanza, que en mi caso particular me alegra haberla obtenido junto al CEPAM. Conocí y reconocí lugares de Quito como la Fundación de Ayuda “Casa Victoria”, el barrio de San Pedro y San Pablo, la escuela Odilo Aguilar Pazmiño en la Vicentina Baja, la escuela “Nicolás Javier Gorivar” y la Casa Comunal en Guápulo, el Centro Artesanal “Santa Teresita“, etc. lugares que encierran un sin número de historias y rostros ávidos de contarlas. Es por todo eso que sostengo que “fotografiar, es siempre aprender algo nuevo”.

Félix Atahualpa

Fotógrafo

22 | anécdota


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Casa Guapulo | Taller de Titeres

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casa de Victoria |Talleres de equidad de género

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casa de Victoria |Talleres de equidad de género

Escuela Odilo Aguilar Taller de docentes sobre derechos


[ artículo ]

INTERVENCIÓN EN “CENTRO REFUGIO DE LOS SUEÑOS” En el centro occidente de Quito se encuentra ubicado el barrio de Toctiuco, lugar en el que habitan alrededor de 30.000 personas, muchas de las cuales viven en condiciones precarias pues son familias de escasos recursos económicos. En este sector actualmente funciona el “Centro Refugio de los Sueños”, parte de la Fundación “Niñez y Vida, Tierra de Hombres Ecuador”. En este espacio y en el marco del Proyecto “Fortalecimiento del Acceso a la Justicia y Ejercicio de Ciudadanía por una Vida Libre de Violencia para Jóvenes y Mujeres de Quito”, con apoyo del CEPAM se desarrollaron talleres dirigidos a padres y madres de los niños y niñas que asisten diariamente al Centro, así como a las educadoras del lugar. Los talleres constituyeron un espacio de reflexión, donde los y las asistentes intercambiaron ideas y experiencias. Una de las principales dificultades que las madres y padres expusieron, fue la forma cómo educaban a sus hijos e hijas, pues a lo largo de las charlas se evidenció la existencia de maltrato. Razón por la cual, mediante una participación dinámica, se buscó –de manera colectiva– las estrategias y mecanismos para mejorar las relaciones entre sus hijos e hijas y demás miembros del hogar eliminando las prácticas de violencia. La experiencia fue enriquecedora, pues quienes asistieron a los talleres de sensibilización, mostraron interés en mejorar sus relaciones familiares. Se capacitó a 15 padres y madres de familia y 8 docentes del Centro Refugio de los Sueños, en temas de prevención de violencia intrafamiliar, derechos humanos y género así como los mecanismos legales para sancionarla. El trabajar integralmente con padres y madres de familia y docentes de este Centro fue importante pues consideramos que todos los actores involucrados deben ser parte no sólo del proceso de sensibilización, sino del cambio de actitudes y de reconocimiento de derechos.

Glenda Allán

Mediadora Familiar 24 | artículo


[ anécdota ]

ESTRECHANDO LAZOS CONTRA LA VIOLENCIA Desde la primera visita de los y las mediadoras del CEPAM se estableció una excelente relación y abrazamos la propuesta inmediatamente en pro de aportar a la educación integral de nuestras adolescentes. Nunca antes, 10años de labor educativa del Centro de Formación Artesanal “Santa Teresita”, se había tomado en cuenta la necesidad de identificar, analizar y resolver ciertos conflictos relacionados con la violencia –que se presenta en varias formas– dentro y fuera de los hogares de nuestras estudiantes, mucho menos para prevenirla dentro de la institución. Luego de los talleres con los padres y madres de familia, maestras y maestros y estudiantes se puede decir que ya existe un precedente en nuestra institución, que esperamos en el futuro de frutos en los hogares y en cada una de las estudiantes –que por lo general enfrentan algún tipo de violencia, y no saben qué hacer ni a quién acudir, en esos casos-. Vale destacar la participación activa de las y los personeros del CEPAM, que despertaron en cada una de las chicas del Centro “Santa Teresita” el interés por escuchar y hablar de sus problemas, angustias o dudas en torno a los temas sugeridos. Es por todo eso que el agradecimiento, tanto por parte de la institución y de todos sus maestros y maestras, como de las participantes más importantes que son nuestras estudiantes, no se hace esperar y ahora que existe la oportunidad de hacerlo público, lo hacemos para destacar la noble labor social que realiza el CEPAM.

Muchas gracias y que sigan adelante

Yolanda Bazante

Directora del Centro de Formación Artesanal “Santa Teresita”   anécdota

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[ testimonio ] Fundación Niñez y Vida, Tierra de Hombres Ecuador Centro Refugio de los Sueños

Nuestra Fundación brinda atención a niños, niñas y adolescentes comprendidos entre las edades de 5 a 14 años de edad. Los servicios que ofrecemos están relacionados con refuerzo escolar, comedor, talleres de panadería, hidroponía, manualidades, carpintería y belleza. Al Centro acuden niños y niñas provenientes de familias de escasos recursos económicos que pertenecen a los sectores de Toctiuco, El Pinar, San Salvador y el Placer. Nosotras palpábamos que las niñas y niños del Centro, convivían en ambientes de violencia, cuando conversábamos con los padres y/o madres de familia sobre este tema no lográbamos mayor reflexión o cambios en las familias con las que trabajamos, por lo que, en ese momento, consideramos necesario, que instituciones especializadas como CEPAM, nos brinde su apoyo en estos temas. Los talleres de sensibilización, impartidos por el CEPAM, nos parecieron muy interesantes, ya que al hablarnos de autoestima y buen trato, vemos lo importante que es para cada ser humano, ya que si bien todos y todas poseemos cosas negativas también gozamos de cualidades positivas y eso debemos aprovechar y reforzar para ir mejorando las relaciones personales y familiares. Fueron igualmente enriquecedoras las reflexiones sobre el respeto, la comunicación, el no sulfurarse sino al contrario hablar en tono calmado y reflexivo. Gracias a los talleres impartidos, creemos que ha mejorado la comunicación, mediante el diálogo: conversando, haciendo saber al otro lo que me molesta o no me gusta, sin enojos, en forma calmada y clara, poniendo límites y reglas bien establecidas y con respeto. Consideramos, que tanto los niños y niñas, adolescentes, padres y madres de familia, así como educadores/as debemos proponernos y poner énfasis en el respeto a los derechos que cada uno tenemos, respetarnos entre todos y todas, mediante una buena comunicación, sin gritos y trabajando diariamente sobre valores, reglas y límites. Lo importante es que luego de la motivación se pongan en práctica los deseos de cambio y transformación.

Felicitaciones y gracias por toda la contribución y apoyo que nos brindaron Lcda. Mercedes Pazmiño

Trabajadora Social Refugio De Los Sueños

| testimonio

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[ artículo ]

EL VALOR DE UN APLAUSO

Casa de Guapulo | Cuenta Peregrino | Taller de Titeres

Desde mayo del 2009, cuando la propuesta presentada por nosotros – como colectivo Cuenta Peregrino– fue aceptada por el CEPAM, comenzamos el trabajo sociocultural en dos barrios y tres colegios de la capital ecuatoriana. Cuando CEPAM nos convocó para formar parte de su proyecto no imaginábamos la oportunidad que ponían en nuestras manos. Llegaron hasta nosotros niños, niñas, chicos y chicas, madres y padres de familia que se formaron no sólo en teatro, títeres, marionetas, narración oral sino también en cómo enfrentar los problemas cotidianos de una manera diferente, promoviendo el diálogo en lugar de los golpes. Niños, niñas, adolescentes, adultos y adultos mayores nos regalaron sus mejores sonrisas, sus mejores vivencias y sobre todo, esas experiencias que nos permitieron acercarnos más para ser parte de esos procesos que se dieron en Guápulo, en la escuela Odilo Aguila Pazmiño, la escuela Nicolás Javier Gorivar, en la comunidad de San Pedro y San Pablo y el colegio Santa Teresita y en los diversos lugares donde compartimos como colectivo de artes. Involucrar a los padres y madres de familia y a los líderes de las diferentes comunidades no fue difícil puesto que ellos se interesaban por preguntar ¿qué hacían sus hijos   artículo

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e hijas?, ¿cómo podían aportar? De esta manera se fue generando la participación del comité de eventos culturales de Guápulo, mujeres y hombres decidieron formar el Grupo de Teatro de la comunidad para capacitar a los niños y niñas poniendo en escena situaciones que les permitan reflexionar en forma permanente sobre la violencia intrafamiliar dentro de sus hogares. Procesos como éste se dieron gracias a la entrega voluntaria y desinteresada de varios miembros de la comunidad, quienes desean continuar con este proceso para conseguir soluciones al problema de la violencia en sus comunidades. Ellos saben de sobra, que las soluciones llegarán en la medida que se organicen sus habitantes. Como dice el dicho “Los pequeños detalles son los que dan vida a los grandes momentos”, esas palabras recorrían mi mente cuando nos sentábamos luego de una jornada de trabajo para comer el refrigerio. Conversábamos y podíamos escuchar historias de vida muy fuertes: de golpes, de maltratos, de ausencia total de gestos de cariño en las voces de niñas y niños que aun no tenían cumplidos los doce años. El taller con CEPAM no fue para ellos un simple curso, sino el principio de la construcción de ese gran momento, el momento de la presentación en escena de sus dolores, alegrías y preocupaciones. El taller constituyó el momento en que su papá o su mamá irían a verlos para aplaudirles, prestándoles atención. El aplauso de sus padres, fue lo que más les motivó. Contribuir a que los papás y mamás aplaudieran con pasión y dijeran a los niños y niñas: “buen trabajo”, “¡qué bien lo haces!“, “ese… él es mi hijo”, significó para nosotros, como colectivo sociocultural, el mayor aliciente. Ahora esos niños y niñas capacitadas son conocidos en sus comunidades como “los grandes artistas”. La semilla allí plantada, de seguro, hará que muchos de estos próximamente jóvenes luchen a través de las artes para erradicar de sus comunidades esa sombra de la violencia intrafamiliar. Sombra que ha borrado la posibilidad de las caricias, de los besos y de esas palabras que tanto anhelan recibir nuestros niños y niñas. El reto es hacer posible un seguimiento para fortalecer los procesos iniciados, para seguir acompañando los sueños y metas de tantos niños y niñas, de tantos jóvenes, que vieron en las artes el arma perfecta para luchar por construir un mundo distinto. Ellos saben a ciencia cierta que, con esfuerzo y trabajo otro mundo es posible.

Carlos Romero Colectivo Cuenta Peregrino Testimonios 28 | artículo


[ testimonio ] GRUPO DE TITERES

COMUNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Casa de Guapulo | Taller de Titeres

Casa de Guapulo | participantes del taller de titeres

Asistí con mis dos hermanos a las últimas capacitaciones que se realizaron en la comunidad de San Pedro y San Pablo porque mi mamá me llevó pero debo reconocer que me ha servido un montón: antes era muy intranquilo, en mi casa y con mis amigos, ahora he cambiado y ayudo mucho en la casa cumpliendo mis responsabilidades. También pude ser parte del proceso de títeres y esta experiencia me permitió tener más confianza en mi mismo y aceptarme tal como soy.

Tengo 17 años y vivo con mi mamá y dos hermanas. Tuve la oportunidad de asistir a los talleres del proceso de formación del CEPAM y pude aprender sobre mi identidad, sexualidad, derechos, sobre lo que es el género y el por qué se produce la violencia de género. Para mi este proceso ha sido muy positivo. También participé en los talleres de títeres que se dieron en el barrio de San Pedro y San Pablo, fue un proceso divertido que me enseñó a ser responsable de mis actos, ahora sé que estos traen consecuencias así que debo reflexionar bien las cosas antes de hacerlas. Ahora tengo más confianza en mí, puedo hablar en público y ya no siento vergüenza o temor de expresarme. Aprendí que las mujeres no tenemos que someternos a los deseos de los hombres ni al machismo, que tenemos los mismos derechos y las mismas oportunidades para salir adelante.

J. G.

Barrio San Francisco en la Vicentina Baja

A. L.

Barrio La Vicentina Baja

testimonio

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Casa de Guapulo | participantes del taller de titeres


[ artículo ]

UNA PASTILLA DE TEATRO CONTRA LA VIOLENCIA “…Creo que la violencia es necesaria en la vida de cada persona, de esta forma no dejas que nadie te lastime… He tomado como mi bandera de lucha No a La Violencia… Al fin y al cabo es mi vida”… Algunas de estas frases vienen a mi memoria, al escuchar a mi compañera decir algunos textos en los ensayos del sketch que preparamos para los y las adolescentes estudiantes de los barrios en los que interviene el CEPAM con su apuesta para prevenir la violencia. Fue en ese momento en el que nos comenzaron a surgir varias interrogantes: ¿Está claro lo que tratamos de mostrar? ¿Los elementos que se han incluido en el trabajo son actuales y de interés para los/as jóvenes espectadores/as?, ¿Van a entender los diálogos?, ¿Estamos hablando de lo que sucedía en nuestra época y hoy ya no es así? y, sobre todo ¿Está claro lo que es la violencia? Respondimos a todas estas incógnitas cuando dialogamos con varios chicos y chicas, y nos dimos cuenta de que las cosas no han cambiado mucho; todavía los y las jóvenes son violentados por su familia, sus compañeros, su pareja, amigos y profesores; son agredidos por un tipo de violencia que es casi imperceptible… se violentan a sí mismos. Nos dimos cuenta de que los personajes que representábamos no estaban tan alejados de nuestra experiencia, comenzamos a montar el sketch. En la puesta en escena es donde el teatro se manifiesta desde lo que le es propio e innato: su cercanía con la gente; todo sucede a partir de la interacción de los actores con los y las jóvenes espectadores. Esto se vuelve palpable cuando Pablito (el personaje principal) se acerca a una chica del público para pedirle su nombre y ella se ruboriza frente a sus compañeros. Esa interacción que logra el teatro lo convierte en una forma de psicoterapia social. Sus risas y silencios durante la representación no son las mismas que se escuchan en el foro. Sus preguntas y experiencias compartidas nos dejan claro que les hemos entregado una pastilla, con preguntas que remueven por dentro a cada joven. El teatro no da respuestas, pero si cuestiona. Y es el público quien elige o no responder.

Cucoteatro 30 | artículo


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31 Barrio de Guapulo | evento con la participación de la comunidad


[ reseña ]

ATENCIÓN LEGAL PARA NUESTRAS USUARIAS El CEPAM Quito es una institución con más de veinticinco años de experiencia trabajando temas de género y a favor del empoderamiento de los derechos de las mujeres. Con este fin se creó desde sus inicios el Departamento de Atención a Víctimas de Violencia, conformado por un equipo interdisciplinario de abogadas, psicólogas y una trabajadora social. En el mes de septiembre del 2009, acudió hasta el CEPAM la señora MYRNA AOUAD, de nacionalidad Libanesa quien con ayuda de su traductora nos relató toda su vida matrimonial en la que ha sido objeto de constantes agresiones por parte de su cónyuge, quien también es de nacionalidad libanesa. La señora Myrna tiene dos hijas María y Cynthia, de 17 y 14 años de edad respectivamente, ellas también han sido agredidas. En su país de origen las mujeres no tienen protección jurídica ni derechos, es por eso que Myrna ha decidido radicarse en nuestro país. Desde el Departamento de Atención a Víctimas de Violencia del CEPAM se le asesoró jurídicamente, patrocinando su caso. Se obtuvieron medidas de amparo para ella y medidas de protección para sus hijas menores de edad para que mientras vivan en el país su agresor no tenga acceso a ellas.

32 | reseña

Abogadas del CEPAM y Dirección de Talita Cumi


Abogadas del CEPAM y Dirección de Talita Cumi

Myrna nos cuenta su historia: Mi nombre es Myrna Aouad soy de nacionalidad Libanesa. En mi país las mujeres no tenemos ninguna protección ni amparo, mucho menos derechos. Tengo 20 años de casada y desde el primer momento he sido objeto de constantes agresiones físicas, psicológicas y sexuales por parte de mi cónyuge y estas agresiones han sido extensivas a mis hijas María y Cynthia. Es por eso que solicite la ayuda de organismos de derechos humanos, remitiéndome al CEPAM, donde la abogada me asesoró y me patrocinó en la Comisaría de la Mujer y la Familia donde me concedieron las medidas de protección necesarias para que mi cónyuge no me violente más. De igual forma, acudimos ante la Junta Metropolitana de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, donde se me concedió las medidas de protección para mis hijas. Ahora me encuentro bien en este país, tenemos ayuda psicológica y sobre todo tengo derecho a una vida libre de violencia. Debo manifestar mi profundo agradecimiento porque con la asesoría del CEPAM ahora conozco mis derechos y los voy a defender, también agradezco porque por todos los trámites realizados en el CEPAM no se me cobró ningún valor. Myrna.

Dra. Fanny Proaño

CEPAM

reseña

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[ artículo ]

CONVENIOS DE COLABORACIÓN El CEPAM Quito es una organización sin fines de lucro que ha trabajado más de 25 años por los Derechos de la Mujeres en Ecuador. A lo largo de este tiempo la institución ha consolidado su nombre a través de su accionar en busca de una sociedad más justa y equitativa para las mujeres ecuatorianas. Este accionar le ha merecido varios reconocimientos, así como la consolidación de relaciones firmes con otras instituciones afines a sus objetivos. Lazos que han permitido servir de manera integral a nuestras usuarias, velando siempre por el cumplimiento y satisfacción de sus necesidades de protección y amparo que les permita mejorar su calidad de vida. En el marco de este accionar surge el proyecto “Fortalecimiento del acceso a la justicia y ejercicio de la ciudadanía, por una vida libre de violencia para jóvenes y mujeres de Quito , cuya experiencia nos confirmó que las usuarias requieren de mayor apoyo para salir del círculo de la violencia. Por ejemplo: una madre con dos hijos que ha sufrido de violencia intrafamiliar no puede terminar definitivamente la relación con la pareja agresora, debido a que no cuenta con un lugar a donde ir, ni con un trabajo para enfrentar los gastos, además del hecho de que sus hijos se quedarían sin apoyo económico por parte del padre. En este sentido se determinó la urgencia de fomentar nuevos lazos institucionales, para lo cual nos pusimos en contacto con el Centro de Servicios para el Empleo y la Microempresa– CSEMI, quienes a pesar de no haber firmando un convenio con CEPAM, debido a la naturaleza misma del organismo, nos remitieron a sus usuarias en busca de orientación y/o apoyo psicosocial. Debemos resaltar la gran gestión de una de nuestras abogadas, la Dra. Fanny Proaño, quien nos acercó al programa de becas Pro-Niño, cuya administración está a cargo de la Fundación “Nuestros Jóvenes”, lugar al que fueron remitidos varios casos: madres solas que necesitaban apoyo en la educación de los hijos/as y personas víctimas de abuso sexual. Estas becas han sido parte del apoyo integral a las usuarias en la búsqueda de una vida digna y libre de violencia. 34 | artículo


Usuarias del CEPAM

Nuestras usuarias han recibido patrocinio legal, apoyo psicológico para fortalecer los recursos psíquicos y sus emociones, y se han visto motivadas al participar de nuestras charlas y talleres. Así en la búsqueda de encontrar lugares seguros para ellas y sus familias, que están en situaciones de violencia intrafamiliar, abandono, peligro, entre otros conocimos la Casa Hogar “Talita Cumi”, y a sus directores, personas dedicadas y comprometidas con causas sociales y el apoyo a mujeres en situación de vulnerabilidad. El convenio con esta Fundación nos ha permitido tener un espacio adecuado, cálido y seguro para que nuestras usuarias tengan a dónde ir. Finalmente, los convenios realizados con Fundación Desafío y CEMOPLAF – centros de atención médica– han permitido la asesoría a las y los usuarios en derechos sexuales y reproductivos, además de atender médicamente los casos remitidos desde el CEPAM. Agradecemos a todas estas instituciones y sus colaboradores, que durante todo este proyecto nos han brindado un apoyo inigualable y comprometido en la lucha por erradicar la violencia de nuestra sociedad.

Elizabeth Rivadeneira

Coordinadora Dto. Atención a Víctimas. CEPAM   artículo

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[ mensaje final ]   El modo que tenemos de socializar como seres humanos es sexista y abarca todos los ámbitos de la vida y las relaciones de las personas. El sexismo se refiere al conjunto de todos y cada uno de los métodos empleados para mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación a lo femenino. A mujeres y hombres se nos ha enseñado a vivir en la sociedad de diferente manera y eso ha sido reforzado por instituciones como la familia, la escuela, la iglesia y sobre todo los medios de comunicación. Ser varón o mujer en nuestra sociedad patriarcal es muy diferente, existen distintas expectativas y necesidades construidas por la cultura y las raíces de la violencia contra las mujeres están enquistadas en dicha diferenciación sexista, con actitudes, comportamientos y actividades demandadas socialmente a hombres y mujeres, enfatizando la superioridad de ellos. Es decir que las raíces mismas de la violencia de los hombres y la sumisión de las mujeres está en la existencia de pautas culturales patriarcales, ligadas a la socialización y a la educación de género que han hecho de la violencia su escudo y pilar que lo sostiene – lo que, en definitiva, genera situaciones de desigualdad social de las mujeres-. Nos encontramos frente a la urgencia de visibilizar todas estas desigualdades y abusos cometidos en contra de las mujeres. Es tiempo de dejar a un lado estas prácticas y participar todos y todas en la construcción de un mundo más justo, incluyente y equitativo. Esta es una invitación abierta a todos y todas para que aunemos esfuerzos, pues de casa en casa, de aula en aula, de barrio en barrio… vamos instalando un nuevo patrón – que es lo que nos hace falta – la equidad para ellos y ellas. Agradecemos la apertura y confianza depositada por todas nuestras usuarias y usuarios, tengan la certeza de que el trabajo del CEPAM-Quito continúa, pero también convénzanse de que está en nosotros y nosotras el hacer de este cambio una constante realidad.

Verónica Díaz G.  |  CEPAM  Quito

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FUNDACIÓN DE AYUDA CONTRA LA DROGADICCION

CEPAM Quito


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